miércoles, marzo 02, 2005

Un cristianismo liberal

Magnifico artículo en Cine y Política de santiago sobre el recorrido filosofico para llegar a un catolicismo liberal.

Tratando de continuar donde lo dejó santiago, La identificacion entre catolicismo y liberalismo o, por lo menos entre cristianismo y liberalismo, es una necesidad urgente hoy en dia, ahora que suceden ciertas cosas:

Por una parte, el abandono de las raices europeas cristianas y liberales, ambas basadas en el individuo y su responsabilidad. Esto no puede llevar sino a sus contrarios: la dictadura colectivista mas blanda o mas dura, mas pronto o mas tarde. Para los cristianos y liberales, esto es alarmante.

Por otro lado, Es un objetivo de este blog el mostrar que hay nuevos argumentos racionales, cientificos, fundamentalmente evolucionistas (neo-darwinianos diríamos)que aunque en principio son no creacionistas y monistas (cuestionan la necesidad del alma humana), no son incompatibles con la fe si se examinan de cerca. La imagen de la naturaleza humana que sale a la luz a raiz de estos descubrimientos, llevan a recuperar el individuo, su responsabilidad y unos valores que no contradicen sino que refuerzan las ideas morales cristianas para la vida terrenal, lo cual aporta a los cristianos y a los liberales un plus sobre los enemigos del individuo y de la moral cristiana jugando en su propio terreno: la propia biología.

Por último, el liberalismo necesita y es fuente de una moral que por un lado coincide en su nucleo con el núcleo de muchos valores cristianos, como el individuo, su libertad y la consiguiente e inevitable responsabilidad y otros valores derivados, valores que refuerzan la eficiencia y libertad del capitalismo, pero que sin la ayuda del cristianismo quizá no alcance su plenitud. Por ejemplo, la preocupación por los demás, la buena conducta fundamental para agilizar el funcionamiento del mercado, la ayuda mútua, la familia sin la cual no se ha inventado la forma de educar individuos sanos y con confianza en si mismos, imprescindibles para una sociedad de hombres libres. Eso no es casualidad, porque al fin y al cabo, el cristianismo ha aportado el sustrato moral sobre el que han nacido y crecido las sociedades capitalistas. Sin embargo esto no ha ocurrido bajo otras muchas religiones.

Para operar el cambio de actitud de algunos cristianos hacia el liberalismo y el capitalismo, el cristiano simplemente tiene que comprender que toda exhortación legítima en contra del egoísmo y de desdén por los bienes materiales no es un alegato contra el liberalismo, ya que el capitalismo es simplemente el sustrato de instituciones que permite que las personas ejercen su libertad y su responsabilidad, independientemente de su orientacion egoista o altruista.

El liberal no es egoista tal como se le acusa a menudo desde la izquierda y ciertos cristianos: El liberal solo intenta rescatar el egoismo ante la deslegitimación de éste por parte de una izquierda que niega la libertad económica individual, su capacidad de elección y el derecho a perseguir su propia felicidad, pero no lo eleva a la categoria de virtud por encima y excluyendo cualquier otra opcion ante un problema. Si alguna vez, como en el caso de Ayn rand, eso ha sido así, ha sido como sobrereacción al totalitarismo colectivista.

Por otro lado, el liberalismo no es nihilista ni amoral como se achaca a menudo desde las mismas filas. El liberal es agnóstico en materia de moral únicamente en el momento en que está hablando del sistema de instituciones políticas que permiten la convivencia en libertad de personas con distintas percepciones morales creencias y actitudes vitales, ya que la neutralidad moral de estas instituciones es la única forma de permitirla. En la esfera de la sociedad civil en la que se mueve la iglesia, el liberal, como todo ser humano, tiene fuertes convicciones morales de uno y otro signo. Si es un liberal convencido que ha profundizado en sus ideas o bien vive en una sociedad liberal y capitalista, el acercamiento a la mayoría de los valores morales del cristianismo es prácticamente inevitable. Esto es así porque en gran parte, el cristianismo moderno es fruto del liberalismo teórico y práctico.

Otro aspecto a considerar por parte del cristiano es que sólo en el seno de una sociedad liberal capitalista en donde la persona puede ejercer todo el libre albedrío que un ser limitado como el hombre puede alcanzar en este mundo limitado. Por tanto, sólo en el seno del capitalismo el hombre es un sujeto moral, capaz de caminar por la senda de perfección espiritual que el cristianismo propone. El alegato contra el egoismo y el desden de los bienes materiales, la solidaridad o caridad, que a menudo reivindican los cristianos, llaman únicamente a las conciencias individuales, lo cual es perfectamente capitalista, ya que mueve a la voluntad libre de las personas. El mensaje cristiano no tiene o no debe mover en cambio a la accion coactiva del estado, ya que la solidaridad obligatoria por medio de leyes y mandatos no lleva a un perfeccionamiento espiritual, sino al desagrado por parte del que da forzadamente a quien no ve, y al desagradecimiento por parte del que lo recibe sin percibir el esfuerzo del donante. Esto último, bajo mi punto de vista, si que lleva a una sociedad amoral y egoista. La sociedad actual con sus constumbres reprobables para un cristiano no son fruto del capitalismo, la libre competencia (que debería llamarse libre colaboración) y el exceso de libertad, sino que son fruto de la combinación de libertad moral con la falta de competencia y la coacción del estado junto con una educación para la ignorancia y el egoismo. La competencia crea buenas costumbres morales en personas maduras que se esfuerzan por ser útiles a los demás y ser apreciados por sus acciones. Por el contrario, la libertad moral, junto con el cuidado paternalista del estado y la falta de libertad de iniciativa económica crea individuos irresponsables en una adolescencia perpétua.

Por decirlo de otra manera, no ha habido teoría moral cristiana que haya llamado a una caridad o una solidaridad que se lleve a cabo a través de la coacción. La maquinaria del Estado, consta únicamente de mecanismos coactivos. Por tanto el cristiano debe negar papel alguno al estado en la tarea de edificar una sociedad mas solidaria, mas igualitaria, mas piadosa. Por otro lado, como ya he dicho, los mecanismos de la colaboración que necesita el capitalismo para funcionar se benefician de la moral cristiana.

En definitiva, cristianismo y liberalismo siempre han ido de la mano a lo largo de la historia desde que el liberalismo existe. En este último siglo, ciertas tentaciones colectivistas se han apoderado de la sociedad y de los cristianos. Es el momento, una vez que ha caido cierto colectivismo, el recuperar de nuevo esa unión. Sobretodo porque amenazan a ambos una nueva ola de enemigos del individuo como sujeto con libertad y responsabilidad sobre sus actos y como protagonista de la Historia.

Quizá en otro post hable de las diferencias entre las diferentes confesiones cristianas con respecto al liberalismo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

lo que faltaba un estado teocratico ,puro Calvinismo tu articulo , la justificacion del afan de lucro capitalista como signo del camino moral correcto.Cuanto topico , nada nuevo bajo el sol .

Memetic Warrior dijo...

Revisate las entendederas o baja la intensidad de tus pantallas anti-nuevas-ideas-incompatibles o la del módulo etiquetador de ideas en los 4 grupos conocidos.
O usa todas tus capacidades de comprension semántica, en lugar de usar el módulo detector de palabras tabú conectadas con el anterior módulo etiquetador.

Es broma. en fin,..

Neike dijo...

Un post tan terrible como revelador. Es interesante porque ofrece a los marxistas como yo la oportunidad de comprobar como la derecha no tiene inconveniente en reconocer que utilizar a la religión como un arma con la que defender sus intereses, y como el cristianismo se va modelando en función de esos intereses y no al reves, como cabría suponer tratand

ose de la "voluntad de Dios". Vamos que no importa si Dios existe o si Jesuscristo o es hijo de Dios, lo que importa es que "ayude al buen funcionamiento del capitalismo"

Yo esto ya lo sabía, pero no es nada frecuente encontrar a alguien que lo exponga con tanto cinismo-sinceridad. Felicidades. Un saludo.