lunes, febrero 06, 2006

La enfermedad de Occidente y La nueva Ilustración

De vez en cuando escribo un post para desahogarme. Normalmente me desahogo políticamente en cierto canal de IRC de cierta red. No es cuestión de decir exactamente donde porque estoy convencido de que esto va a ir a peor, mucho peor y ya hay conocimiento cierto de hasta donde es capaz de llegar la Kale Borroca del PSOE, al lado del cual los comunistas son unos idealistas ingenuos.

No tengo una gran opinión de mis conciudadanos; Este es un país en el que un cretino integral, capaz de dejar por escrito el que “ideología” significa “idea lógica” ha llegado a profesor de derecho constitucional y a Presidente del Gobierno elegido democráticamente. Un país así solo merece un ataque nuclear preventivo para evitar que la estupidez de ese pueblo no se contagie a los demás. Así se trató el problema de las vacas locas.

El problema es que, metidos en ese tipo de soluciones, habría que volar gran parte del planeta para combatir la estupidez, porque lo que ocurre aquí es una caricatura de lo que ocurre fuera, en Europa . Europa es una caricatura de si misma, y sudamerica es una caricatura de Europa a la que Europa se va acercando.

Pero cual es la enfermedad?. La muerte de Dios y la consecuente idea de que las raíces morales e institucionales de Occidente son el obstáculo para un mundo mejor. Es decir, la idea de progreso ilimitado hacia una utopía. Esa utopía esta de nuevo más fuerte que nunca, después del paréntesis de la caída del muro de Berlín.  

Como esa utopía esta más fuerte que nunca, no tardará en volver a producir muertos y regímenes despóticos. Ya estamos viendo surgir algunos reinados progresistas, por ejemplo en Cataluña. Y en España. Porque, si la enfermedad es debida a la muerte de Dios, ¿como no iba a ser su primera víctima una nación que se ha definido históricamente por su componente religiosa?

La historia demuestra que una corriente de pensamiento sigue produciendo efectos independientemente de sus derrotas en la práctica económica y social, y no se agota hasta que se derrotan sus fundamentos últimos, aquellos que hacen arraigar esas ideas en la mente de las personas. Esos fundamentos últimos son los que permiten explicar el mundo y justificar las acciones propias de una forma que hace a las personas sentirse bien o sentirse mejores que los demás.

Y no tengo más remedio que dar la razón al cura de la parroquia de mi niñez: La ciencia ha hecho al hombre soberbio y seguro de si mismo, creyéndose capaz de alcanzarlo todo. Por eso ha expulsado la idea de Dios y toda la fundamentación moral que trae el cristianismo, heredero de la tradición clásica. Esa fundamentación moral es imprescindible para la prosperidad, la libertad y la igualdad, como he intentado demostrar en los anteriores posts.

La era del cristianismo esta desapareciendo. Junto con él desaparece Occidente tal como se conocía. No por las derrotas militares ni en el campo práctico, sino porque el hombre occidental ha encontrado una idea fundamental de recambio que le permite sentirse mejor y mas indulgente consigo mismo echando la culpa del mal en el mundo a los demás. Desde la Ilustración, ha nacido el progresismo, una idea utópica que, a pesar de que ninguna de las instituciones dedicadas al afán de saber son creación suya, se ha apropiado de ellas y ha producido en el campo político y social las mayores catástrofes sociales de la historia de Occidente. Porque, si junto con Dios se ha desechado la moral de la autoexigencia, del esfuerzo, de la honradez y del perdón, solo pueden beneficiarse de ello los amorales, mediocres, demagogos y vengativos, con mas ambición que capacidades, apoyados en la envidia de las masas y los grupos de poder.

Necesitamos una nueva Ilustración que restaure los fundamentos. Como dice Derek Freeman, el antropólogo que puso en evidencia el trabajo fraudulento de Margaret Mead en Samoa: “the new evolutionary enlightenment will far outshine the enlightenment of the 18th century: La nueva ilustración evolucionista eclipsará la Ilustración del siglo XVIII.
    

1 comentario:

Nomotheta dijo...

Un toque optimista ante ese cuadro terrible que presentas:

Quizá esa nueva ilutración está ya produciéndose, quizá este blog y los otros liberales, los libros de Pinker o las guerra preventivas de EEUU sean una manifestación de este resurgir.

Como decía Hayek en sus Fundamentos de la Libertad (más o menos) las grandes ideas de los grandes hombres (las del mismo Hayek, por ejemplo) van poco a poco filtrándose hacia abajo, primero a través de un reducido grupo de iniciados, luego a través de grandes grupos de opinión y finalmente llegando a ser parte de la cultura popular, que las asimila sin saber muy bien de dónde vienen exactamente ni lo que significan plenamente.

Confiemos en que la nueva ilustración impida el resurgir de un nuevo medievo.