jueves, noviembre 23, 2006

Creencias modelnas

Un artículo excelente de Germánico refiriendose a la obra de Francisco J. Rubia, y en especial a algún libro interesante, mencionando su creencia en la Telepatía, extrañandose de como un cientifico puede abandonar su escepticismo para creer en cosas sin ninguna prueba empírica me lleva a la siguiente reflexión:

Quizá es el escape de muchos científicos. El escepticismo aisla, y tanto escepticismo les lleva a la necesidad de creer en algo mágico mas allá. Algo que les una en sus creencias a otros. Alfred R Wallace, el descubridor de los mecanismos de la evolución junto con Darwin, era creyente en el espiritismo. En la época hippie ningun cientifico osaba hablar mal del espiritismo. Ahora, aunque no se puede comparar, para muchos cientificos el empeño en demostrar el calenamiento global o la busqueda de vida en otros planetas es algo mas que un empeño en la busqueda de la verdad.

Después de la revolución francesa, que consagró una especie de ateismo militante, lo mas moderno era inventarse ritos mágicos y creencias grandiosas. De ahí nació la Masonería.

Hace unas decadas era el culto a los Ovnis y actualmente es el ecologismo, la adoración a la Diosa tierra, una especie de culto del neolítico con cientifismo.

Son ritos que forman parte de la religión laicista, una mezcla de cientifismo catastrofista, culto al cuerpo, pá, pretendida solidaridá y cooperancia y mucho mirar por encima del hombro a los no creyentes, con desprecio ante tanto exceso de nindundis insolidarios que estropean el planeta. Como las niñas tonificadas y bobas de los anuncios de la energía verde de Iberdrola. Un culto fanático, vaya.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿"Excepticismo"? Es escepticismo: http://buscon.rae.es/dpdI/SrvltGUIBusDPD?lema=escéptico

Euribe

Anónimo dijo...

Siempre puedes volver a tus curas y aquellas sodomizaciones con el traje de monaguillo.

Anónimo dijo...

Curioso leer este post cuando estoy a punto de acabarme "Estado de miedo", de Michael Crichton.

Muy recomendable

Germánico dijo...

El libro que me falta por leer de F.J.Rubia es precisamente el que ha escrito sobre la religión en su vertiente de experiencia mística (bueno, y el manual de neurociencia que ha escrito con, entre otros, Delgado y Mora).

Quizá en "La Conexión Divina" se puedan encontrar las claves de su pensamiento acerca de la trascendencia.

Con independiencia de que escéptico se diga con "s", cuestión menor, irrelevante a efectos de lo que aquí se habla, hay que acudir al significado del término.

Creo que últimamente se le ha dado un uso -un significado- restringido y falso. Tan falso, diría yo, que para algunos el término escéptico ha servido para disfrazar -ante los demás y, sobre todo, ante uno mismo- un significado, una realidad, que es justo la contraria del escepticismo: la creencia fanática.

Esos escépticos no se han dado cuenta de la transformación, al no ver la viga en su ojo, obsesionados como están con las pajillas y alguna que otra viga ajenas.

Estos escépticos suelen formar parte de esa legión de transmutadores del lenguaje que tiene la izquierda.

Esta patética contradicción se debe a que ha surgido en nuestro tiempo un nuevo tipo psicológico (y desgraciadamente conductual)humano: el fariseo de la duda, que afirma dudar de todo y tener un agudísimo sentido crítico, y que, sin embargo, aunque diga no aceptar ninguna verdad que no haya sido demostrada por la ciencia, da crédito a algunos subproductos científicos, meras hipótesis sin excesivo fundamento, como si fueran indiscutibles.

Gracias por el comentario, M.W.

Anónimo dijo...

Estas en tu salsa de vitriolo :)