domingo, septiembre 16, 2007

Llegó un momento en el que, En Europa, las constituciones nacionales eran los únicos textos que hablaran de valores morales y éticos sobre los que nadie había escupido. 2500 años de estudios sobre filosofía, ética y moral se habían quedado en una enumeración de derechos y deberes en las relaciones entre el Estado y el individuo que no decían nada sobre las relaciones de los individuos entre si. No es extraño que la ideología resultante de la asunción de esos derechos políticos no como tales, sino como los únicos valores tolerables, el Laicismo, fuera una ideología Estatista, antiliberal, totalitaria y violenta.

Esos textos, se acabaron convirtiendo en catecismos para ese tipo de personas bienpensantes que necesitan algo externo no discutible a lo que aferrarse para sentirse superiores y también para ese tipo de personas sin escrúpulos que los utilizan como palanca para su dictadura personal. Desde Otegui hasta ZP, todos utilizan los valores paralizantes del laicismo a su conveniencia y se llenan la boca de Democracia, solidaridad, tolerancia, paz, pluralismo etc.

El laicismo es lo que queda después de negar, ridiculizar, arrasar el derecho que cada uno tiene a juzgar y a discriminar por si mismo, decir lo que le gusta y lo que no, lo que cree y lo que no cree y obrar en consecuencia. El Laicismo llena el cascarón vacío de la vieja Europa, ya esteril para toda acción creativa.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Por curiosidad ¿qué fumas? ¿quien te pasa la mercancía?

Memetic Warrior dijo...

borja, pero... Bohjha, osea Bohjha... osea...

Germánico dijo...

El otro día me mandó mi mujer a por gasolina con su carro y me dio por poner la radio en el corto trayecto. Estaba en RNE, Radio 3, y había un tío de una ONG muy feliz porque la ONU había aprobado POR FIN algo así como la Carta de los Derechos de los Pueblos Indígenas, que, por supuesto, no habían aprobado Australia, EEUU y un tercer país del eje del mal capitalista, que no sé si era Canadá.

A los progres les encantan esas grandes declaraciones, esas altisonantes proclamas, los discursitos y las bellas palabras sobre amor, paz, concordia, etc etc...Ja jaja jaaaa..¡Arabia Saudí, Rusia y Cuba aprobando los derechos de los pueblos indígenas!.....Jajajajajaaaaaaa

Aloe dijo...

Despues de cerrar la boca haciendo un esfuerzo (estupefación y risa a partes iguales) solo una pregunta:
¿Cual Constitución liberal no es laica?
(O laicista, si el vocabulario de la Confe, tan particular él, te gusta más).
Me pregunto a veces si algunos "liberales" saben lo que es el liberalismo...

memetic warrior dijo...

Y tu, progre mia, veo que no distinges entre laicidad y laicismo. Como no distinguirias entre Roberspierre y Abraham Lincoln. Pero creo que lo tuyo es mas bien Roberspierre.

Anónimo dijo...

Mira, Alberto, yo distingo perfectamente. La diferencia fundamental es que "laicismo" es "laicidad" pero en malvado liberal, o en versión X: tal distincion es cortesía lexicografica de la Conferencia Episcopal.
Es como cuando en el franquismo se decía que "una cosa es libertad y otra libertinaje", queriendo decir que no se estaba dispuesto a admitir ni reconocer las libertades civiles, que libertad si no hay más remedio, pero poca. Y este es análogo caso.
A Lincoln y Robespierre también les distingo bastante bien. Lincoln es el de esas declaraciones que serían calificadas por algunos de altisonantes e inútiles, por ejemplo, aquella de "Tengamos fe en que el derecho constituye la fuerza". Otro iluso ¿no? Y de esas el tío tiene docenas, válgame Dios, otro progre.
O aquello otro de "Este pais y sus instituciones pertenecen a la gente que lo habita. Si ésta llega al convencimiento de que el Gobierno existente es malo, puede ejercer su derecho constitucional de cambiarlo, incluso su derecho revolucionario de derrocarlo." P`habernos matao: No solo progre, sino progre-anarco-demócrata, el tio... :-)

Pues nada, Alberto, saludos y a seguir cultivando la finura de análisis, como hasta ahora.