miércoles, septiembre 25, 2013

Ciencia Ficción versus ficción sin ciencia

Benedicto XVI
El primer Papa de la Iglesia Católica que se retira parece no querer perder su protagonismo. Como hombre de palabra, y presunta encarnación del Verbo, Benedicto XVI (Biendicho XVI) ha tenido la valentía (algunos dirían la osadía) de atreverse a responder al biólogo evolucionista Richard Dawkins después del mucho tiempo y esfuerzo que éste último ha dedicado a negar matizadamente la divinidad, calificándola de algo sumamente improbable. 

La respuesta no ha sido directa, sino a través de un intercambio epistolar con otro científico, un matemático italiano. Entre otras cosas, el platónico Benedicto ha dicho que la única ciencia verdadera son las matemáticas, demostrando con ello una insólita obnubilación que ha llevado a más de uno a pretender matematizar todas las ciencias, como si todo fuera cosa de los números y todo se pudiera resolver, como propusiera Leibniz, con un "¡Calculémos!".

Pero ¿Qué sucede cuando el "calculémos" no es viable, como se obceca la realidad, ese mastodóntico estorbo a nuestros ideales, en demostrarnos en tantas y tan comprometidas situaciones? Pues que queda al arbitrio de cada cual lo que es cierto y lo que no. ¡¡Pero Benedicto, querido, si tú condenas el relativismo!! Claro que sólamente en lo que concierne a los valores (los únicos absolutos son los cristianos, y si nos ponemos rigurosos los católicos, apostólicos y romanos).

Desde aquí he considerado en más de una ocasión la ofensiva ateísta de Dawkins como algo innecesario, con una Iglesia en retirada que quedaba muy bien como trasfondo cultural de nuestra civilización, pero parece que me equivocaba.

Calificar el Gen Egoísta como una obra de Ciencia-Ficción no sería algo tan grave si dicha valoración proviniese de algún biólogo evolucionista que considerase algunas partes del libro más científicas y otras (como la referida a los memes) más especulativa. En cualquier caso no creo que nadie en sus cabales dentro del mundo de la ciencia se atreviera a utilizar una expresión como esa para hacer una crítica de la obra. Ciencia-Ficción se asocia a especulaciones a partir de la ciencia presente para construir un escenario futuro que, como tal escenario, no es real, sino meramente imaginado, proyectando lo que se conoce o cree conocer en una obra de ficción, generalmente, si no siempre, literaria.


Richard Dawkins
Las proyecciones de la Iglesia a lo largo de toda su historia, tanto hacia delante como hacia atrás en el tiempo son, en cambio, sin ningún género de dudas, pura ficción, sin asomo de ciencia, esto es -en este caso- de comprobación reiterada de los hechos. Ni la Biblia (ese pasado santificado) merece el más mínimo crédito, por más que tenga un trasfondo histórico-cultural -del cual mejor no hablar, dada la barbarie que representa- ni el más allá (ese futuro prometido) se ha hecho presente, o se nos ha presentado, salvo en cuentos y leyendas. 

¿Y qué decir del Juicio Final? Mejor no tener presente el Libro del Apocalipsis, que parece escrito por un tipo que descubrió el LSD mucho antes de que Albert Hofmann lo descubriera casualmente (claro que ha habido mayores milagros en la historia de la Iglesia, no debiera sorprendernos). 

En fin, que Biendicho number sixteen, que lee la ciencia como si fuera ficción y la ficción como si fuera no sólo ciencia, sino verdad pura y dura, ha hablado, y ha dado con ello la razón a Dawkins. 

Ya se sabe: más vale mantenerse calladito y parecer un burro que rebuznar y confirmarlo.

¡Ah! y que me perdonen los burros. 

10 comentarios:

El gato de Schrödinger dijo...

Si Richard Dawkins fuera un torero, recibiría una sonora pitada por torear astados inválidos y afeitados.

¡Que le saquen un astifino con trapío y de buena crianza, y que haga una faena como Dios manda!

Mientras tanto, que nos devuelvan el importe de las entradas, porque esto es una estafa.

Germánico dijo...

Hola Gato Schrödingerdiano, un placer tenerte (y no tenerte) por aquí.

Si la Iglesia hubiera permanecido muda, como su Dios, que es inescrutable, Dawkins habría parecido un iluminado predicando en el desierto. Pero que le responda el primer ex-papa vivo tiene su no se qué de trascendente para su causa.



El gato de Schrödinger dijo...

¿Ha visto usted este vídeo?

Germánico dijo...

Pues no, no lo había visto. Parece largo ¿Podrías hacerme un resumen para dummies?

Pitiklinov dijo...

Te hago yo uno:
-Dawkins es un cretino que no sabe lo que dice, los científicos hacen filosofía barata, el nivel filosófico en España es incomparablemente más alto que el de los anglosajones, y tenemos que leer a Aristóteles.
En definitiva, los 3 speakers ( que supongo que son filósofos ) hacen una defensa de la filosofía, un ataque a la ciencia, están encantados de haberse conocido y de la filosofía cara que ellos hacen
(Me ha resultado muy simpático el empeño de Jose Antonio Cabo de españolizar los nombres de los científicos extranjeros)
Lo que no se puede negar es la erudición y conocimientos de Gustavo Bueno, muy preparado, sin duda

Germánico dijo...

Toda filosofía (o teología) que de la espalda a la ciencia hará bien en seguir su camino cada vez más lejos, sin mirar hacia atrás, no vaya a convertirse en estatua de sal.

El gato de Schrödinger dijo...

Gustavo Bueno no ataca a la ciencia, sino que denuncia la ignorancia de los científicos en materia filosófica.

Muchos científicos echan en cara a los filósofos su falta de formación científica.

El reproche puede ser legítimo en ambos casos.

Germánico dijo...

La cuestión es qué precisa saber cada cual para desarrollar su labor de forma productiva: en este caso, reflejar la realidad o aspectos de ésta relevantes a través de experimentos o razonamientos.

La visión filosófica abarca más, la científica precisa más. Pero buena ciencia y buena filosofía no debieran darse la espalda nunca, porque conocer la realidad no es un capricho, sino una necesidad. Los que especulan y se pierden en bizantinismos no se encuentran en el mismo plano de la realidad, sino en otro tangente. Y de esos hay más, hoy, creo yo, de los que se autodenominan filósofos que entre la legión de metódicos, rigurosos, puntillosos, repetitivos y acaso aburridos (para el impaciente por divertirse) trabajadores de la ciencia.

Por cierto que mucho de lo que uno lee en algunos de los más populares libros de ciencia de nuestro tiempo podría considerarse auténticamente filosófico.

Pitiklinov dijo...

Estoy de acuerdo en que hay buenos argumentos por las dos partes. Supongo que estaréis siguiendo la polémica que ha generado este artículo de Pinker:
http://www.newrepublic.com/article/114127/science-not-enemy-humanities

http://www.psychologytoday.com/blog/theory-knowledge/201309/steven-pinker-s-queer-take-scientism

Germánico dijo...

Gracias por los enlaces Pitiklinov. Encuentras joyas por el mar de internet, las pescas y nos las brindas en bandeja.