sábado, julio 12, 2014

Agricultura y Personalidad


Si tus ancestros fueron agricultores durante mucho tiempo, desciendes de gente que decidió que era mejor vivir de rodillas que morir de pie.
-Gregory Cochran y Henry Harperding

Hay quien cree que la evolución humana se detuvo hace mucho tiempo, unos 50.000 años, por poner un a fecha, antes de que el humano moderno saliera de Africa, y que todo lo que ha venido después ha sido evolución cultural exclusivamente. Uno de ellos, Stephen Jay Gould escribió: “No han ocurrido cambios biológicos en los humanos en 40.000 o 50.000 años. Todo lo que llamamos cultura y civilización fue construido con el mismo cuerpo y el mismo cerebro”. Sin embargo, Gregory Cochran y Henry Harpending, en su libro The 10.000 year explosión, plantean no sólo que el cambio genético ha continuado, y continúa actualmente, sino que se ha acelerado. Según ellos la evolución ha ido 100 veces más rápida en los últimos 10.000 años que en los 6 millones de años previos.

Una de las presiones evolutivas que más ha actuado sobre nuestro genoma es la agricultura. Ya hemos hablado aquí de los cambios que supuso la agricultura, no todos ellos positivos ( aumento de infecciones y cambios en la nutrición que llevaron a la posibilidad de hambrunas). Estas presiones han llevado a cambios en nuestro sistema inmune para combatir esas infecciones y a cambios metabólicos para la adaptación a las nuevas dietas ( el ejemplo estrella, la tolerancia a la lactosa). Pero Cochran y Harpending proponen que la agricultura produjo también cambios psicológicos y cognitivos.

Pero antes de hablar de esos cambios recordar que la agricultura propició la aparición de diferencias de clase, acumulación de riquezas y la aparición de unas élites, entendiendo élites como aquella gente que vive del trabajo productivo de otros. Aparecieron también sistemas de gobierno más sofisticados y una jerarquía más marcada mientras que, antes, las sociedades de cazadores recolectores eran más igualitarias. Los agricultores no podían abandonar sus granjas y marcharse a otro sitio con tanta facilidad, así que tuvieron que someterse a la autoridad. La personalidad de mente más independiente del cazador recolector se quedó anticuada. Las personas agresivas y combativas habrían sufrido una reducción de su éxito reproductivo. Al haber estados más fuertes, ser agresivo no compensaba porque la ley y el orden no hacían necesario combatir para autodefenderse.

Gregory Cochran
Lo mismo que un granjero no se beneficia de que uno de sus toros mate a otro, las élites gobernantes tampoco se benefician de que un granjero mate a otro y así ellos se queden sin su gallina de los huevos de oro, sin un productor de su riqueza. Por lo tanto, las élites habrían domesticado a la gran masa de agricultores y la frecuencia de los alelos que favorezcan la agresividad se habría reducido. Selección para sumisión a la autoridad suena muy parecido a domesticación. Hemos comentado aquí las ideas de Bruce Hood sobre que somos una especie autodomesticada, y en ello coinciden Cochran y Harpending, quienes nos recuerdan también la disminución del cerebro humano, los experimentos de Belayaev, etc., de los que habla Bruce. Cochran y Harpending propone que las élites jugarían en la domesticación humana el papel que los granjeros juegan en la domesticación de los animales y plantas (también hemos hablado aquí de que siempre nos olvidamos de la selección social).

Si esta tesis de Cochran y Harpending fuera cierta, una predicción que se deduce de ella es que pueblos que no hayan experimentado una larga tradición agricultora se someterían con más dificultad y serían más “independientes” y “rebeldes”. En cualquier caso, ambos autores insisten en que  la agricultura selecciona unos valores que sólo podemos llamar burgueses, valores que hacen que un hombre sea exitoso, pero no precisamente muy interesante. Uno de estos rasgos seleccionados por la agricultura sería la capacidad de diferir la gratificación por largos periodos de tiempo. Esto es una necesidad práctica de la agricultura y ganadería ya que hay que  guardar una parte de la cosecha y un cierto número del ganado para criar luego y para la cosecha siguiente. Los cazadores recolectores no tienen esa tradición de autonegarse. Cuando se ha intentado enseñar a los Bushmen a ser ganaderos la experiencia ha acabado prematuramente cuando se han  comido todas sus cabras. Los cazadores recolectores vivían al día y no estaban tan obsesionados por el mañana. Tendrían que reprimirse en otras cosas, por supuesto, pero probablemente el futuro ocupaba menos lugar en sus mentes que en las de los agricultores. Por lo tanto, se necesita un cierto tipo de personalidad: paciencia, autocontrol, pensar a largo plazo y diferir la satisfacción inmediata…para ser agricultor, y la selección natural habría hecho que esas personalidades fueran más comunes entre gente dedicada a la agricultura.

Henry Harpending
La agricultura condujo también al nacimiento de la propiedad. Entre cazadores recolectores existió probablemente el hecho de que una tribu reclamara un territorio como propio para la caza frente a tribus rivales, pero no existía la propiedad individual de la tierra, ni prácticamente de ningún objeto porque no se podían acumular bienes y era muy poco lo que se podía llevar encima. Tampoco eran egoístas a la hora de compartir comida, sólo tenéis que intentar comer una jirafa antes de que se pudra,  aunque la mujer y los hijos ayuden y lo intenten  con todas sus fuerzas, es imposible, así que compartirla era mucho más efectivo, no compensaba ser egoísta. Los granjeros, por contra no podían compartir sus semillas o sus vacas. 

Una vez que apareció la propiedad privada, la pereza también disminuiría. Trabajar duro recompensaba al producir más bienes para alimentar mejor a los hijos y familiares. Y así comprar más tierra y acumular más recursos.  Los cazadores recolectores no podían hacer eso. Así que una vez que llenaban sus estómagos no trabajaban más, se dedicaban a cotillear, cantar, y hacer el vago. Cuando la ley y el orden llevó a un aumento de la densidad humana, los agricultores tenían que trabajar cada vez más duro para sobrevivir. La selección natural favoreció a la gente ( rara entonces) a la que le gustaba trabajar aunque hubiera suficiente para comer. Probablemente de aquí venga nuestra obsesión por trabajar cada vez más para vivir totalmente estresados.

En resumen, la hipótesis de Cochran y Harpending es que, a lo largo del tiempo, todas estas conductas propias de hormigas, que no eran confortables para los cazadores recolectores, aumentaron en frecuencia y personalidades egoístas, trabajadoras, autonegadoras y dóciles se extendieron en la población. Se inició así un camino por el que seguimos avanzando en la actualidad.

@pitiklinov

Referencia


23 comentarios:

Masgüel dijo...

La propuesta de Cochran trae de nuevo muy a cuenta aquella entrada de tu blog sobre la diferencia entre asimilación genética y efecto Baldwin. "No ocurre que una actividad que primero es cultural pase a ser genética. Es decir, no aparecen genes para ordeñar vacas o para sembrar trigo o nada por el estilo. Lo que ocurre es que se producen mutaciones que sostienen o apoyan la actividad aprendida que inició el organismo", decías y muy bien dicho. El efecto Baldwin no implica que la evolución cultural detiene la evolución genética. Dadas ciertas condiciones, como la explosión poblacional que resulta de la agricultura, cabe esperar que la evolución genética acelere. Pero no porque se produzca una asimilación genética de conductas concretas y estas determinen nuestras formas de organización social, sino porque esa evolución cultural favorece a aquellos que mejor se adaptan a los cambios. Entre las muchas causas de esa mejor adaptación habrá mutaciones genéticas, como producir mucha lactasa durante toda la vida. Eso es algo que nunca habría sido adaptativo si algunos intrépidos no hubiesen arriesgado una indigestión con la extravagante idea de arrimar la boca a la ubre de una vaca. Esto es clave para entender la utilización de la obra de Cochran con agendas políticas segregacionistas o conservadoras. Conviene separar estas valiosas aportaciones a la teoría antropológica de su uso para justificar que el temperamento de ciertos grupos étnicos son incompatibles con las instituciones democráticas (como si fuesen una secreción natural de la raza blanca y no una técnica política), que las diferencias cognitivas y temperamentales hacen imposible la convivencia interracial (como si dentro de cada grupo étnico no hubiese diferencias del mismo calibre sin que ello impida la organización en sociedad) o que la sumisión a la autoridad y el conservadurismo moral son síntomas de gente naturalmente civilizada (como si la revolución industrial hubiese sido un mal sueño y la civilización actual no fuese un proceso de cambio cultural acelerado).

"las élites habrían domesticado a la gran masa de agricultores y la frecuencia de los alelos que favorezcan la agresividad se habría reducido. Selección para sumisión a la autoridad suena muy parecido a domesticación."

Dicho así, parece algo planificado. La agricultura domestica a toda la población, élites incluídas (dando por buena la hipótesis de que la agricultura domestica más que la vida en grupos de cazadores, algo que está por ver, con un ojo puesto en los bonobos). Las dinastías gobernantes duraban muy poco. Eran más altos porque estaban mucho mejor alimentados, pero aunque la estratificación social fuese muy rígida, salvo en sistemas de castas que resultan de la invasión de un grupo étnico por otro y practican la endogamia, la renovación de la familia gobernante cada pocas generaciones las haría indistinguibles genéticamente de los gobernados.

Masgüel dijo...

Además, entre los cazadores recolectores habría una presión selectiva hacia el conservadurismo mucho más importante que la sumisión a la autoridad en la organización de los estados. Eran culturas orales. Dependían de la memoria para conservar toda la información relevante en su forma de vida.

Pitiklinov dijo...

Bueno, totalmente de acuerdo en lo que comentas Masgüel, además todo ello expresado de una manera tan clara y concisa. Por añadir alguna cosa a la discusión yo tengo también mis dudas acerca de todo lo que plantean Cochran y Harpending pero me interesaba mucho insistir en lo que tú explicas perfectamente en la primera parte sobre efecto Baldwin y genética porque es algo que mucha gente no acaba de entender. La gente se cree que un cambio cultural es sólo un cambio cultural, no se dan cuenta de que un cambio cultural supone un cambio del ambiente, del nicho en que se encuentra la población, y que favorece a los que mejor se adapten (biológicamente) a esos cambios como dices. Creo que era Baumeister el que decía que estamos diseñados para la cultura y cambiar la cultura cambia nuestro diseño.
Si yo creo una cultura donde valoro el trabajo, el autocontrol, etc., y la mantengo un tiempo suficiente ( a discutir) la gente que no tenga esas cualidades va a ser seleccionada en contra (no van a poder casarse y tener hijos entre otras cosas porque las mujeres les van a rechazar) y los alelos que favorecen esas conductas también.
Si yo creo una cultura donde hablar bien y dominar el lenguaje se recompensa estaré seleccionando mutaciones que hagan que alguien hable o se exprese mejor. Creo que en este asunto, que es evolución ortodoxa, hay que insistir para intentar trasladar la idea y la realidad del proceso a los lectores.
Coincido plenamente en rechazar la utilización de este hecho para interpretaciones políticas y racistas como muy bien dices.
En cuanto a la propia domesticación del ser humano, que la veo clara a veces, no la veo tan clara otras. Sólo hay que mirar a las grandes guerras y genocidios del siglo pasado para concluir que igual nos falta todavía mucha domesticación. La disminución de la agresividad que dicen Cochran y Harpending y que constata Pinker dista todavía mucho de ser suficiente, aunque igual hay tipos y tipos de agresividad. Igual se puede ser muy agresivo desde la domesticación y la sumisión, precisamente por hacer lo que dicen las élites.
En cuanto a si la agricultura y estilos de vida posteriores domestican a todos, y si hay mezcla entre élites y plebe, no estoy tan seguro de esa mezcla. Por un lado, estudios como el de Gregory Clark sobre la Inglaterra medieval te dan la razón, porque los ricos tenían el doble de hijos que los pobres lo que en mil años todos descienden de las clases ricas.
Pero datos como estos http://www.theguardian.com/society/2009/jan/12/social-mobility-disadvantage, muy recientes y en sociedades que aparentemente no tenemos castas creo que apoyan que sigue habiendo una estratificación por clases.
La educación es muy importante pero, como se suele decir, más importante que lo que conoces es a quién conoces (y en una sociedad enchufista como la nuestra ni te cuento).
En cuanto a lo de que las dinastías gobernantes duran poco también tengo dudas. Por poner un ejemplo local anecdótico mira cuántos gobernantes de este país con gobiernos socialistas recientes son hijos o familiares de gobernantes del régimen anterior. Parece como si los genes tuvieran facilidad para cambiar de chaqueta y seguir ahí :). Otro hecho histórico es que unas élites gobernantes han sido muchas veces reemplazadas por otras, pero no tanto por gente de los sometidos...
También estoy de acuerdo contigo en que habría que demostrar que en las sociedades de cazadores recolectores no haya necesidad de autocontrol; creo que es enorme, y que el que funcione atendiendo a los deseos propios se arriesga al ostracismo y al rechazo.
En definitiva, food for thought, que dicen los anglosajones


Pitiklinov dijo...

Pensando en lo del autocontrol y su relación con la agricultura, creo que esa necesidad de autocontrol viene de la vida en grupo, creo que nuestra inteligencia es fundamentalmente social y no veo que la vida social de una sociedad agricultora sea más complicada o demandante que la de una sociedad de cazadores recolectores. Pero en lo que sí veo una gran diferencia es en el tema de la sensación y la conciencia del tiempo y en la existencia de un futuro. Los cazadores recolectores no tenían grandes acontecimientos situados en el futuro, vivían en el presente, vivían al día. Recuerdo haber leído que una vez le dijeron a un cazador recolector de uno de estos pueblos supervivientes que quedan, no recuerdo cuál, que por qué no se hacían agricultores como sus vecinos. Y el hombre contesto: “Para qué trabajar tanto si el bosque está lleno de nueces?”.
Sin embargo, los agricultores tienen en el futuro las cosechas, que es tanto como decir su propia supervivencia. Con la agricultura aparecen los miedos a lo que viene después, a lo que pueda pasar, a la presencia o ausencia de lluvia, a la presencia o ausencia de sol, a las plagas que llevarían a hambrunas. Nunca se me había ocurrido pensar que los miedos que definen al neurótico pudieran tener que ver con la agricultura. Desde la agricultura siempre temiendo lo que viene después.
Incluso, y esto es más especulativo, la idea de un cielo, un paraíso o un más allá se le tuvo que ocurrir a un agricultor. Un tiempo en el que se colman nuestras necesidades, un tiempo futuro de cosechas donde nos resarcimos de las privaciones y el sufrimiento del presente.

Si esto es así entonces estoy de cuerdo con Jared Diamond en que la agricultura es el peor error de la historia de la humanidad porque nos llevó a nuestra obsesión por el trabajo y a vivir en el miedo, y a sufrir angustia existencial, que es el principal agente que te impide disfrutar de la vida.

arivera dijo...

Creo que la evolución continua su camino a un ritmo desconocido' pero continua. Mutaciones se producen constantemente y la selección natural' social y cultural siempre actúan. Sin embargo, opino que veis deamsiadas mutaciones y presiones selectivas por todos sitios y para cada una de las actividades cognitivas' sociales y culturales humanas. No existe nada su nos indique que tal cantidad y selección sea así, salvo una teoría muy genérica de la psicología evolucionista. Mi opinión es que la producción de mutaciones y presiones selectivas que las dirijan en la actualidad, aunque existentes, son menos de la generalidad que proponeis y de muy difícil conocimiento. Para mi la gran adactabilidad humana a todos los ambientes' culturas y cambios sociales es la gran inmadurez neurológica con la que se nace. La posterior maduración no se realiza solo por indicación genetrica, sino que mayoritariamente se hace por la influencia especifica y particular del medio ambiente en el que se vive, logrando adaptaciones de muy alto nivel. Distinguir mutaciones y presión es selectivas de maduraciones neurológicas al medio ambiente es muy difícil' y guarnos por teorías generales es peligroso. Hay que intentar conocer mejor las características psbicobiologicas humanas en sus formas evolutivas y de relación con el medio ambiente. Este es el camino que intento seguir.

Masgüel dijo...

Estoy de acuerdo con Arivera. Simon Kirby lo explica muy bien con la simulación de la evolución de un idioma artificial (https://www.youtube.com/watch?v=f3-R3Ii35nY min 33 a 39). Para su sorpresa, porque esperaba lo contrario, comprobó que el lenguaje no se naturaliza. Una vez que la cultura entra en escena, resulta ser tan adaptativa que elimina casi toda la presión sobre los genes. Seguirá habiendo cambios genéticos, claro, y un cambio de dieta favorecerá a los capaces de digerir leche, una pandemia favorecerá a los que presenten inmunidad, un aumento de la monoamino oxidasa puede variar ligeramente el temperamento, etc. Pero cuando se trata de enfrentar un problema nuevo, no son los genes los que resuelven sino la cultura.

Pitiklinov dijo...

Pues me parece muy sensato lo que decís pero yo sigo viendo que la cultura plantea presiones selectivas, o barreras a la reproducción, del mismo tipo que una infección o cualquier otra. Barreras que solo pasará el que cumpla ciertos requisitos. Os explico mi argumentación y me decís en qué me equivoco.
Imaginemos en plan caricatura una isla (Japón) donde se elige una cultura trabajadora, de darlo todo por la empresa y la nación, sacrificar la diversión y el trabajo, etc. ( O imaginaos lo que está pasando en China donde 1600 chinos mueren al día de tanto trabajar: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2014/07/04/1600-chinos-mueren-dia-trabajar/00031404469242299684516.htm
Ahora imaginaos que mantenemos esa cultura 10.000 años ( con poco intercambio de genes con el exterior porque es una isla, etc). Las empresas sólo quieren gente trabajadora y las mujeres ( y los padres de las mujeres) sólo quieren casarse con hombres trabajadores y serios. Los dandis que no la hinquen lo tienen muy mal para reproducirse y en 10.000 años los genes de la pereza y la vagancia disminuirían.
Es como si hay paludismo en la isla. Sólo van a tener hijos los que tengan un sistema inmune capaz de pasar la barrera a la reproducción que les supone el plasmodium.
El ejemplo más evidente es la tolerancia a la lactosa. Criar vacas para leche supone 5 veces más calorías que criar vacas para carne. Luego una población que tolere la lactosa va a tener más hijos y va a desplazar a los que crían vacas para carne.
La selección artificial de perros y ganado es otra prueba de esto. Si yo pongo a un perro la barrera de que sea dócil obtengo un labrador y si le pongo la barrera de que sea agresivo obtengo un doberman. Los dos son perros con la misma naturaleza y ambos muerden, pero según estadísticas USA de ataques de perros de 1982 a 2006 se encontró una mordedura por Border collies y 1100 por pit bull terriers...
Creo que no hay razón teórica para que esto no funcione así en humanos...

Masgüel dijo...

Pitiklinov, no discutimos que los cambios culturales no pueden implicar cambios genéticos sino que, por lo general, no hacen falta.

"en 10.000 años los genes de la pereza y la vagancia disminuirían"

Ese es el tipo de planteamiento que me parece discutible y creo que también es lo que critica Arivera. No creo que haya tal cosa como genes de la pereza. Una persona que libere más dopamina tenderá a ser más activa, la tolerancia hacia la pereza es cultural y cabría esperar algo así como una asimilación genética de la capacidad para trabajar donde se impon esa presión selectiva, si no fuera por varias características que diferencian la evolución cultural humana de la selección artificial de ganado. En las culturas humanas prácticamente todos los adultos se reproducen. La mortalidad infantil es nuestra criba. Nadie es tan poco propenso a la actividad física como para dejarse morir de hambre antes que doblar el espinazo en el arrozal. Es un elemento que la psicología evolucionista parece no tener tan en cuenta como debería. Si una circunstancia no te mata y no te impide reproducirte, no deja huella genética.

Pitiklinov dijo...

Correcto, Masgüel, lo de los genes de la pereza es cierto que no existen pero son atajos a la hora de expresarme para abreviar. Me voy a expresar mejor. La mejor teoría que tenemos por ahora de personalidad es la de los Big Five y está demostrado que los cinco grandes tienen un componente hereditario. Formulado de otra manera, la gente de esa isla hipotética tendría una personalidad donde predominarían los rasgos de consciousness y stability con respecto a otra población donde se dediquen a comer nueces del bosque y tomar el sol.
Porque hemos estado seleccionando precisamente para consciousness y stability, los que no tenían esas características no se reproducían, o se reproducían menos.
"En las culturas humanas prácticamente todos los adultos se reproducen"
eso creo que no es cierto, no todos se reproducen y no todos se reproducen igual...y la evolución va precisamente de reproducción diferencial, de reproducirse más o menos.
Yo conozco gente que se está quedando fuera de ese pool reproductor, los casos más extremos pacientes mentales, pero también personas con problemas de personalidad que no encajan con lo que pide el mercado y no son capaces de mantener un puesto de trabajo.

Masgüel dijo...

"Yo conozco gente que se está quedando fuera de ese pool reproductor"

Algunos incluso nos hacemos cortar los condutos deferentes de los testículos para forzar intencionadamente nuestra expulsion del pool reproductor. Quizá tus bisnietos dejen de ser vivíparos y se se gesten in vitro. La cultura, efectivamente, cambia nuestro diseño.

And don't speak too soon
For the wheel's still in spin
And there's no telling who
That it's naming.
For the loser now
Will be later to win
For the times they are changing.

arivera dijo...

Ejemplos hay para todos los gustos y tendencias,lo que puede indicar que la realidad puede estar en ambos lados, aunque en diferente pproporción en cada caso particular. Parece necesario salir de los casos particulares e intentar elaborar modelos generales que nos sirvan mejor para analizar los casos particulares.
Este seria el caso de mi entrada el cerebro que heredamos. Ni existe la tabla rasa n estamos totalmente regidos por los genes. Las emociones y el temperamento, entendido como una forma general de responder a los estímulos externos, tienen un componente innato claro, pero que puede remodelarse con formas culturales y psicológicas, alterando la conducta. Es la base de la educación, tratamiento psicológico y, por desgracia, todo tipo de proselitismo y propaganda. Toda nuestra cultura y conducta es el resultante de la continua interacción de todos estos parámetros genéticos y medioambientales.

arivera dijo...

Ejemplos hay para todos los gustos y tendencias,lo que puede indicar que la realidad puede estar en ambos lados, aunque en diferente pproporción en cada caso particular. Parece necesario salir de los casos particulares e intentar elaborar modelos generales que nos sirvan mejor para analizar los casos particulares.
Este seria el caso de mi entrada el cerebro que heredamos. Ni existe la tabla rasa n estamos totalmente regidos por los genes. Las emociones y el temperamento, entendido como una forma general de responder a los estímulos externos, tienen un componente innato claro, pero que puede remodelarse con formas culturales y psicológicas, alterando la conducta. Es la base de la educación, tratamiento psicológico y, por desgracia, todo tipo de proselitismo y propaganda. Toda nuestra cultura y conducta es el resultante de la continua interacción de todos estos parámetros genéticos y medioambientales.

Pitiklinov dijo...

Comparto aquí esta noticia porque me parece sorprendente y que guarda relación parcialmente con lo que tratamos:
http://blogs.discovermagazine.com/d-brief/2014/07/14/friends-share-similar-genes/#.U8TDblZLpPM

Thus, researchers conclude that our social environment could be a key evolutionary force, and may explain why human evolution has accelerated over the past 30,000 years.

Masgüel dijo...

Un síntoma claro de que la idea de coevolución biológica y cultural todavía no ha calado es que, cuando se afirma que "human evolution has accelerated over the past 30,000 years", solo se entiende por tal al cambio genético. Como si el cambio cultural no fuese evolución, como si nuestra tecnología no fuese la construcción de nicho más potente y transformadora que ha experimentado la biosfera. Si incluímos los idiomas como tecnologías comunicativas, humanidad y tecnología vienen a ser sinonimos. Como la cultura constituye nuestra naturaleza en la misma medida que la química de nuestras células y se caracteriza por el aprendizaje entre individuos y generaciones de nuevas estrategias adaptativas, no debería darnos empacho admitir que la evolución humana es lamarckiana. Obedece a un nivel de organización, plénamente causal, superpuesto a nuestros condicionantes biológicos. Es el nivel que organiza nuestros juegos simbólicos. Por mucho que se escarbe, no aparece en los genes ni en los cerebros, sino en la forma de vida de cada comunidad de hablantes.

Masgüel dijo...

Cuando se publicó la versión 1.0 del kernel de linux en 1994 tenía trescientasmil línas de código. La última versión tiene más de quince millones. Ambas pueden correr sobre la misma máquina y cada una sobre máquinas distintas.

Si el mismo cerebro, educado en ámbitos culturales distintos, puede diseñar satélites o carecer de instrumentos conceptuales para numerar los dedos de sus manos... Si dos cerebros distintos pueden aprender la misma conducta compleja y encontramos por ejemplo que los neanderthales, después de cientos de miles de años sin apenas variación cultural, tras el contacto con sapiens sapiens empiezan a crear utensilios y ornamentos parecidos, lo relevante, más que el soporte biológico que la permite, es la conducta compleja misma. Todas los frutos de la creatividad humana, desde la selección del trigo hexaploide hasta el último ritual de saludo entre adolescentes, son formas expuestas a selección natural, pero no dependen del soporte biológico que las posibilita hasta el punto de no poder ser realizadas o reproducidas en un soporte distinto.

Pitiklinov dijo...

Muy de acuerdo en la tremenda importancia de la evolución cultural, que también es evolución, y nos olvidamos de ella. Pero no tan de acuerdo en otras cosas.
Por ejemplo, me parece muy interesante el punto que señala Jared Diamond en esta entrevista, http://www.terceracultura.net/tc/?p=7111, en el sentido de que hemos evolucionado en la tecnología, ciencia y demás pero el ser humano sigue siendo en muchos sentidos el mismo. Por ejemplo, en vez de cotillear en la tribu o en la plaza del pueblo, ahora cotilleamos en Facebook, pero los botones principales de nuestra naturaleza siguen estando ahí.
Y no es cierto que el "software" de la cultura corra en cualquier "hardware" biológico, porque entonces los perros podrían jugar al póker, como dicen Cochran y Harpending.
Es decir, no podemos descartar que detrás de evoluciones culturales se escondan evoluciones biológicas. Por ejemplo: ¿por qué se tardo un millón de años en pasar de las primeras piedras a las que se les sacaba filo por un lado a los bifaces? o ¿por qué el hombre anatómicamente moderno -que surge hace 200.000 años- no produce el Big Bang cultural o el Gran Salto adelante hasta unos 150.000 años después? (cuando surge la pintura rupestre, instrumentos musicales, instrumentos de hueso, adornos, simbolismo...)¿podemos estar seguros de que no hubo alguna mutación genética que afectara a factores cognitivos detrás de estos logros o saltos?
Tampoco podemos estar seguros de que nuestra cultura corriera bien en el cerebro de los neandertales, es verdad que copiaron algunas cosas, pero no todas y si nos hubieran copiado bien igual no se habrían extinguido...tal vez algo les impidió dar el salto que nosotros dimos...
En fin, un terreno en el que hay muchos interrogantes

Masgüel dijo...

"no es cierto que el "software" de la cultura corra en cualquier "hardware" biológico"

Yo tampoco creo tal cosa. Se trata de tener cerebro suficiente. Este punto es importante para entender el despropósito de quienes se oponen a la igualdad de oportunides en el sistema educativo, alegando despilfarro de recursos.

"los perros podrían jugar al póker"

Casi. Creo que solo los delfines y los perros nos entienden cuando señalamos con el dedo. Entender ese gesto es compartir un significado. No tenemos la más remota idea de qué le hemos hecho al cerebro de los perros para que sea capaz de practicar ese juego, pero como los cambios de color, cola enroscada, la neotenia y la docilidad, parece que el germen de nuestra capacidad para crear y entender significados viene de regalo en el paquete de la domesticación. Lo de los delfines es un misterio. ¿Para qué necesitará tanto cerebro un animal cuya construcción de nicho se limita a comer y cagar?. A menudo hablamos de la complejidad del cerebro humano sin tener en cuenta de que bajo la superficie del mar nadan bichos con una corteza cerebral mucho mayor que la nuestra.

"¿por qué el hombre anatómicamente moderno -que surge hace 200.000 años- no produce el Big Bang cultural o el Gran Salto adelante hasta unos 150.000 años después?"

Es posible que la causa sea un cambio genético. También es posible que no hiciese falta. Ahora toca traer a cuento lo adyacente posible de Stuart Kauffman. Y vale para la evolución genética tanto como para la cultural. Bien mirado, es una forma estupenda de entender la evolución de todos los sistemas naturales. Lo que sucede antes no solo causa lo que sucede después. También es su condición de posibilidad. Para pisar la Luna, primero hay que inventar el cero.

arivera dijo...

Toda entidad biológica tiene las capacidades cognitivas que la evolución le ha dado. Pero capacidad es sólo posibilidad de desarrollar la conducta que tal capacidad parece otorgar. El limite de estas capacidades no se conoce, pero con un medio ambiente se mejora mucho. En etología estavperfectamente asumido que todos los animales con adiestramiento mejoran sus conductas en todos los niveles, por encima de lo que la naturaleza les exije para sobrevivir y procrear. En los humanos pasa lo mismo, pues somos descendientescevolutivoscde ellos y participamos, con mayor capacidad, de sus caractesisticas psicobiologicas.
Masguel ha indicado la clave de muchas preguntas: para llegar a la luna hay que inventar antes el cero. Para inventar el cero antes hay que inventar los números, para inventar los números hay que poder abstraer el concepto de unidad y pluriunidad, para lo cual y que perdure tal avance habrá que tener un lenguaje............y así indefinidamente hasta los elementos mascelementalescde la cultura. Todo esto y mucho más hay que crearlo, simbolizarlo por un lenguaje, transmitirlo y conservarlo, lo que lleva mucho tiempo.
Cuando apareció el homo erectus lo hizo con la tecnología del Olduvariense. Cuando aparecieron los neandertales y los HAM lo hicieron con la tecnología musteriense del paleolítico medio y del MSA africano, pasado muchos años se enpezona desarrollar otras culturas con mayor simbolismo y mejor adaptación. Que hubo mutación o simple desarrollo cognitivo por la progresiva acumulación de conocimientos claves y otros mas simples. Esta es la famosa sapient paradox de Renfrew, que muchas pasan de largo sin decir nada, unos pocos lo solucionan con la fácil indicación, no probada por nadie, de mutaciones selectivas, cuasi milagrosas que por su simple aparición cambia totalmente la conducta. Por supuesto quien así hablan carecen del mínimo conocimiento de evolución, neurología y psicología humana, ya sea de forma aislada o coordinada.
Aunque no sea el sitio indicado mencionare que el lenguaje, simbolización sonoras de las abstracciones y conceptos creados, es la clave de todo el proceso, el cual culminó con los HAM cuando alcanzaron cotas muy elevadas de tres conceptos básicos: el tiempo, el espacio y la auto conciencia cuyo desarrollo
cultural dependía de la propia evolución neurologica en las especies humanas, del lenguaje que se iba creando y desarrollando y de la paulatina creación de formas de diferenciación personal y social. Todo ello solí necesitaba el aumento evolutivo de la capacidad de procesar la información mas y mejor. Se logró con el Homo sapiens y casintido lo demás fue un desarrollo cultural,

Masgüel dijo...

Arivera, estoy leyendo entradas de tu blog y no hago más que asentir. Resulta gratificante comprobar cómo la ciencia se está liberando de la camisa de fuerza reduccionista. Más aún cuando uno se percata de que investigadores como tú llevan al menos dos décadas avisando por dónde van los tiros. Bendita internet, que nos permite enterarnos, aunque sea con retraso.

P.D. Conviene no escribir comentarios a la intemperie con un esmarfón si acabas de desplumar un pollo y no te has lavado las manos :)

Pitiklinov dijo...

A mí también me parece muy buena idea en general y en particular para la evolución del altruismo y la cooperación.

Bruno de Jesus dijo...

Hola a todos. Puedo usar sus comentarios para estructurar un articulo de divulgación?

Gracias de antemano....

Pitiklinov dijo...

Por mi parte, sí.

Germánico dijo...

Si lo dice el Profesor Pitiklinov por supuesto