martes, noviembre 25, 2014

El dilema moral “Los niños del Brasil”


Los cerebros no cometen crímenes; la gente comete crímenes
-Stephen Morse


En esta entrada os propongo continuar con el debate sobre el libre albedrío entrando un poco en el problema de los retos que los nuevos descubrimientos en neurociencia plantean al sistema legal y judicial. Autores como David Eagleman en este clásico artículo (y en sus libros) comenta por ejemplo el caso de un profesor que desarrolla conductas pedófilas y se descubre que padece un tumor cerebral. Se trata el tumor y las tendencias pedófilas desaparecen. Al de un año reaparecen las conductas e impulsos pedófilos y se objetiva que se ha producido una recidiva del tumor. ¿Afecta esta patología cerebral a la responsabilidad penal de los sujetos? Cada vez es más abundante también la evidencia de que los psicópatas tienen cerebros diferentes con déficits en la empatía , la capacidad de aprender de la experiencia, la sensibilidad al castigo, etc. ¿Debería el sistema legal incorporar estas evidencias? Autores como Eagleman o Joshua Greene, en otro importante artículo creen que sí.

En el otro lado del debate están autores como Stephen Morse que dice que muchos neurocientíficos y teóricos son víctimas de lo que llama “el error psico-legal fundamental”, que es el error de creer que si existen causas suficientes para una acción o elección humana que no están bajo el control de la persona (sean biológicas, psicológicas, sociológicas o astrológicas), entonces esta persona no es responsable de esa acción o elección. Es decir, que haya una causa no es excusa, según  Morse, porque entonces todo el mundo estaría excusado y nadie sería responsable porque toda conducta tiene causas y toda conducta tendría que ser excusada. Morse dice que la neurociencia no aporta nada, que los criterios de responsabilidad deben ser conductuales y, si no le entiendo mal, el único eximente para una acción es prácticamente que alguien te esté apuntando con una pistola. 

La realidad es que en los Estados Unidos la justicia impide condenar a pena de muerte a adolescentes y sujetos con retraso mental basándose en datos conductuales (inmadurez, impulsividad, déficit control de impulsos…) y en datos neurocientíficos que muestran que la mielinización cerebral no es completa, por ejemplo. Por ello asumen que no tienen el cerebro ni las capacidades de una persona adulta normal. Y cada vez la presión es mayor para que se produzca un cambio en otros casos, como el de los psicópatas.

Y al hilo de este planteamiento os planteo un experimento mental, una situación hipotética que Greene y Cohen llaman el problema de “los Niños del Brasil”, (el nombre hace referencia a la película los Niños del Brasil, de 1978) que es una variante del tipo de dilema que se plantean en discusiones filosóficas sobre el libre albedrío. Para los que no hayáis visto la película, el argumento resumido es que el Dr. Mengele y un grupo de nazis que se refugian en Paraguay deciden clonar a Hitler. Mengele ha conseguido ADN de Hitler y lo implanta en el útero de 94 mujeres produciendo unos niños que son dados en adopción. Como la personalidad de un individuo no depende sólo de los genes sino también del ambiente, Mengele intenta replicar también el ambiente que vivió Hitler. Para ello se escogen padres para los niños con una diferencia de edad similar a la de los padres de Hitler, el padre debe ser un funcionario un tanto autoritario y maltratador, y como el padre de Hitler falleció  a los 65 años los nazis se plantean matar a los 94 padres adoptivos de estos niños al cumplir esa edad (por este punto es por donde empieza la película).

Esto es obviamente una fantasía, pero imaginemos, para seguir con el experimento mental, que fuera posible un control genético y ambiental total de la vida de una persona en cuyo caso sería plausible producir un sujeto con un perfil conductual determinado. Supongamos entonces que un grupo de científicos ha conseguido crear un individuo al que vamos a llamar “Mister Marioneta” y que esta persona comete un crimen, por ejemplo un asesinato cuando está traficando con drogas y algo sale mal. La defensa llama a testificar al jefe de los científicos, al líder del proyecto, y le pregunta: “Por favor, háblenos de su relación con Mister Marioneta”. Este les explica:

“Es muy simple, realmente. Yo lo diseñé. Yo seleccioné cuidadosamente cada gen de su cuerpo y cada suceso de su vida para que fuera precisamente como es hoy. Seleccioné a su madre para que le dejara llorar durante horas y horas antes de cogerle. Seleccioné a cada uno de sus familiares, profesores, amigos, enemigos,etc., y les dije exactamente cómo debían tratarle y qué decirle. Mi plan ha sido un éxito y les aseguro que el acusado no tiene responsabilidad de ser como es”.

Según Greene, Mister Marioneta no puede ser responsable de sus crímenes, igual hay que encerrarlo porque es un peligro, pero fuerzas fuera de su control jugaron un papel dominante en producir su conducta. Fueron sus deseos y creencias las que produjeron su acción pero esas creencias y deseos fueron puestos ahí por fuerzas externas. ¿Y qué dice el sistema legal? A la ley le interesa si era racional en ese momento y  si alguien le obligó apunta de pistola a hacer eso. Es indistinguible de otros criminales y, por tanto, totalmente responsable.

Pero esta historia de Mister Marioneta plantea, según Greene y Cohen,  una pregunta importante: ¿cuál es la diferencia entre él y cualquier otra persona acusada de un crimen? A fin de cuentas hay pocas razones para dudar de que 1) el estado del Universo hace 10.000 años, 2) las leyes de la física, y 3) el resultado de los procesos aleatorios de la mecánica cuántica determina lo que ocurre hoy, incluidas nuestras propias acciones. Por tanto, ¿cuál es la diferencia entre Mister Marioneta y nosotros? ¿tú crees que es responsable?

@pitiklinov

Referencia:





17 comentarios:

Miquel dijo...

Les dejo una cita del periodista Arcadi Espada, que para mí resume la cuestión de manera brillante.

"Todo el programa moral de la Humanidad está basado en que el hombre puede elegir sus actos. Y que cuando no puede es un enfermo. Pero la ciencia está impugnándolo: el tipo de biografía que dibuja el futuro es la de un hombre cuyos actos no pudieron ser distintos de lo que fueron. Pero eso no supone, desde luego, la eliminación del castigo: únicamente lo desplaza desde la esfera moral a la práctica"

La cuestión queda resuelta si se admite que el libre albedrío es una ilusión cerebral, y que la responsabilidad moral son normas sociales convenidas para la defensa de la sociedad.
Saludos

idea21 dijo...

Persiste la esfera moral, porque el individuo puede detectar sus tendencias antisociales y solicitar asistencia.

Otra cosa es que se descubra que el sistema social merece ser cambiado a partir de una determinada ideología (selección de pautas culturales).

Hablando de películas, en "The Manchurian Candidate", un hipnotizador domina totalmente a un hombre para convertirlo en asesino. Aquí el tipo es inocente (es como ponerle una pistola en la cabeza), pero si hemos criado a un pequeño Hitler, aunque es consecuencia del sistema social el que se convierta en un asesino de masas... aunque eso no le libra de la culpa. Hay causas, hay responsabilidad, y hay culpa: todo son cosas distintas, pero todas dependen del entorno cultural.

Recordemos que, al fin y al cabo, lo que Hitler en su vida no fue muy distinto de lo que hizo Tamerlán. Y en Samarkanda a Tamerlán lo reivindican como héroe nacional.

idea21 dijo...

"Según Greene, Mister Marioneta no puede ser responsable de sus crímenes, igual hay que encerrarlo porque es un peligro, pero fuerzas fuera de su control jugaron un papel dominante en producir su conducta. Fueron sus deseos y creencias las que produjeron su acción pero esas creencias y deseos fueron puestos ahí por fuerzas externas. ¿Y qué dice el sistema legal? A la ley le interesa si era racional en ese momento y si alguien le obligó apunta de pistola a hacer eso. Es indistinguible de otros criminales y, por tanto, totalmente responsable."

Como no se determina si míster Marioneta era consciente de que su conducta era antisocial, no podemos saber si era culpable.

Por lo demás, no es cierto que lo único que interese al sistema legal es que el sujeto sea racional. El sistema legal admite todo tipo de eximentes o atenuantes por motivo de parentesco o del entorno.

Tay dijo...

Creo que aquí se aúnan dos problemas, el científico que apunta muy bien Miquel, y otro puramente social.

Por un lado nuestro conocimiento científico, objetivo por definición, choca con un sistema de justicia propio de una sociedad de primates. El concepto de libre albedrío (intencionalidad, voluntad, responsabilidad) ha debido ser muy útil evolutivamente, y no nos va a resultar fácil eliminarlo.

Por otro lado hay un problema social, no parece que las cárceles tengan claro su objetivo. ¿Castigar, reformar o ejemplarizar? "Castigar" es el único de ellos que choca con la visión científica actual de libre albedrío. Pero es el que pide normalmente nuestro sentido de la justicia primate.

Anónimo dijo...

Da igual Miquel si existe realmente el libre albedrío o no, nuestra capacidad de reflexión nos llevaría a las mismas conclusiones penales basándose igualmente en el conocimiento científico.

En este contexto ofrecido por Pitlikinov, no podríamos culpar a Mister Marioneta ni aunque fuera consciente de sus actos porque también es innegable los factores que le impiden pedir ayuda antes; pero igualmente será puesto bajo custodia. La ley no es racional en ese momento, aunque así se considere ser para ocultar la ignorancia de todos los condicionantes, sino arbitraria. Posiblemente cambie como ya ha cambiado en el pasado gracias a la ciencia.

Bueno, como la mecánica cuántica dice que es así, pues la respuesta es ninguna a la primera y no a la segunda.

idea21 dijo...

"nuestro sentido de la justicia primate"

De hecho, la venganza forma parte de tal sentido de la justicia. La selección natural ha hecho que se obtenga una gratificación emocional cuando el culpable es castigado.

"no podríamos culpar a Mister Marioneta ni aunque fuera consciente de sus actos porque también es innegable los factores que le impiden pedir ayuda antes"

Se suele decir que la ley no exige a nadie que sea un héroe, pero la ley penal en concreto sí lo exige. Si tú sabes que te encuentras en una situación que te va a llevar a cometer un crimen por presión del entorno, tienes que ser un héroe para resistirte.

El historiador Christopher Browning en su libro "Aquellos hombres grises", sobre unos soldados alemanes normales y corrientes que cometieron crímenes atroces durante la guerra escribió lo siguiente:

"aquéllos que mataron no pueden ser absueltos por la idea de que cualquiera en la misma situación hubiera hecho lo mismo. Porque, incluso entre ellos, algunos se negaron a matar y otros dejaron de hacerlo. La responsabilidad humana es, en última instancia, una cuestión individual"

Sin embargo, cuando se les juzgó, veinte años después de los hechos, muy pocos de ellos recibieron unas penas que eran también mínimas.

Anónimo dijo...

Hola.

“…tienes que ser un héroe para resistirte”. (Pues…? No recuerdo haberlo oído antes).

No todos llevamos un héroe dentro. (De todos modos el planteamiento ya está establecido y Mister Marioneta no ha podido resistirse).

Pero tampoco deben ser confinados bajo la idea de que lo hicieron por (voy a escribir libre) voluntad. Dicen que el tiempo cura las heridas y que saber perdonar también forma parte de la mentalidad del héroe; así como aquello que reza que la venganza es un círculo vicioso, que la violencia nunca es la respuesta y que la guerra cambia a las personas; que el mido nos paraliza o nos transforma temporal o permanentemente… Si somos títeres a tiempo completo… En 20 años las personas tienen tiempo de cambiar (aunque yo creo que las personas básicamente son las mismas siempre, y si se da el cambio este no es más que la verdadera personalidad descubierta). Si son éticas y/o morales esas penas reducidas no es fácil saber si la decisión tomada es la correcta.

idea21 dijo...

Lo de los "héroes" viene a cuento también de este proyecto promovido por el mismo Philip Zimbardo del famoso experimento de Stanford.

http://www.lucifereffect.com/heroism-signup.htm

La ley lleva a prisión a un chico de veinte años que, viviendo en un entorno de criminalidad, se limita a hacer lo mismo que sus vecinos, sus amigos y sus parientes. Todavía no he visto en ningún "reality show" a una persona que haya vivido en estos entornos y haya salido por su cuenta (a veces se dan conversiones religiosas que producen ciertos efectos).

Bajo determinadas circunstancias todos podemos ser antisociales. Por eso la única solución parece promover el comportamiento excepcional, que es el único que puede mantener el comportamiento prosocial bajo cualquier circunstancia.

idea21 dijo...

Lo de los "héroes" viene a cuento también de este proyecto promovido por el mismo Philip Zimbardo del famoso experimento de Stanford.

http://www.lucifereffect.com/heroism-signup.htm

La ley lleva a prisión a un chico de veinte años que, viviendo en un entorno de criminalidad, se limita a hacer lo mismo que sus vecinos, sus amigos y sus parientes. Todavía no he visto en ningún "reality show" a una persona que haya vivido en estos entornos y haya salido por su cuenta (a veces se dan conversiones religiosas que producen ciertos efectos).

Bajo determinadas circunstancias todos podemos ser antisociales. Por eso la única solución parece promover el comportamiento excepcional, que es el único que puede mantener el comportamiento prosocial bajo cualquier circunstancia.

idea21 dijo...

Lo de los "héroes" viene a cuento también de este proyecto promovido por el mismo Philip Zimbardo del famoso experimento de Stanford.

http://www.lucifereffect.com/heroism-signup.htm

La ley lleva a prisión a un chico de veinte años que, viviendo en un entorno de criminalidad, se limita a hacer lo mismo que sus vecinos, sus amigos y sus parientes. Todavía no he visto en ningún "reality show" a una persona que haya vivido en estos entornos y haya salido por su cuenta (a veces se dan conversiones religiosas que producen ciertos efectos).

Bajo determinadas circunstancias todos podemos ser antisociales. Por eso la única solución parece promover el comportamiento excepcional, que es el único que puede mantener el comportamiento prosocial bajo cualquier circunstancia.

idea21 dijo...

Lo de los "héroes" viene a cuento también de este proyecto promovido por el mismo Philip Zimbardo del famoso experimento de Stanford.

http://www.lucifereffect.com/heroism-signup.htm

La ley lleva a prisión a un chico de veinte años que, viviendo en un entorno de criminalidad, se limita a hacer lo mismo que sus vecinos, sus amigos y sus parientes. Todavía no he visto en ningún "reality show" a una persona que haya vivido en estos entornos y haya salido por su cuenta (a veces se dan conversiones religiosas que producen ciertos efectos).

Bajo determinadas circunstancias todos podemos ser antisociales. Por eso la única solución parece promover el comportamiento excepcional, que es el único que puede mantener el comportamiento prosocial bajo cualquier circunstancia.

idea21 dijo...

Lo de los "héroes" viene a cuento también de este proyecto promovido por el mismo Philip Zimbardo del famoso experimento de Stanford.

http://www.lucifereffect.com/heroism-signup.htm

La ley lleva a prisión a un chico de veinte años que, viviendo en un entorno de criminalidad, se limita a hacer lo mismo que sus vecinos, sus amigos y sus parientes. Todavía no he visto en ningún "reality show" a una persona que haya vivido en estos entornos y haya salido por su cuenta (a veces se dan conversiones religiosas que producen ciertos efectos).

Bajo determinadas circunstancias todos podemos ser antisociales. Por eso la única solución parece promover el comportamiento excepcional, que es el único que puede mantener el comportamiento prosocial bajo cualquier circunstancia.

idea21 dijo...

Lo de los "héroes" viene a cuento también de este proyecto promovido por el mismo Philip Zimbardo del famoso experimento de Stanford.

http://www.lucifereffect.com/heroism-signup.htm

La ley lleva a prisión a un chico de veinte años que, viviendo en un entorno de criminalidad, se limita a hacer lo mismo que sus vecinos, sus amigos y sus parientes. Todavía no he visto en ningún "reality show" a una persona que haya vivido en estos entornos y haya salido por su cuenta (a veces se dan conversiones religiosas que producen ciertos efectos).

Bajo determinadas circunstancias todos podemos ser antisociales. Por eso la única solución parece promover el comportamiento excepcional, que es el único que puede mantener el comportamiento prosocial bajo cualquier circunstancia.

idea21 dijo...

Lo de los "héroes" viene a cuento también de este proyecto promovido por el mismo Philip Zimbardo del famoso experimento de Stanford.

http://www.lucifereffect.com/heroism-signup.htm

La ley lleva a prisión a un chico de veinte años que, viviendo en un entorno de criminalidad, se limita a hacer lo mismo que sus vecinos, sus amigos y sus parientes. Todavía no he visto en ningún "reality show" a una persona que haya vivido en estos entornos y haya salido por su cuenta (a veces se dan conversiones religiosas que producen ciertos efectos).

Bajo determinadas circunstancias todos podemos ser antisociales. Por eso la única solución parece promover el comportamiento excepcional, que es el único que puede mantener el comportamiento prosocial bajo cualquier circunstancia.

idea21 dijo...

Lo de los "héroes" viene a cuento también de este proyecto promovido por el mismo Philip Zimbardo del famoso experimento de Stanford.

http://www.lucifereffect.com/heroism-signup.htm

La ley lleva a prisión a un chico de veinte años que, viviendo en un entorno de criminalidad, se limita a hacer lo mismo que sus vecinos, sus amigos y sus parientes. Todavía no he visto en ningún "reality show" a una persona que haya vivido en estos entornos y haya salido por su cuenta (a veces se dan conversiones religiosas que producen ciertos efectos).

Bajo determinadas circunstancias todos podemos ser antisociales. Por eso la única solución parece promover el comportamiento excepcional, que es el único que puede mantener el comportamiento prosocial bajo cualquier circunstancia.

idea21 dijo...

Siento se ha producido un problema con el comentario que se ha repetido muchas veces. Me daba error cada vez que escribía el texto de control. A ver si lo borran, lo siento.

Anónimo dijo...

Hola.

A lo mejor digo una barbaridad pero no creo que la violencia (que implica un ensañamiento) venga impresa en los genes; sí por el contrario, la “agresividad para defenderse”. Además se sabe que el ambiente no determina forzosamente dicho comportamiento violento en una persona sana (mentalmente hablando).

Y sí que llama la atención lo que se sale de la norma, ese comportamiento excepcional. Y también es cierto que yo tampoco sé de nadie que pueda hacer algo sin necesitar ayuda, y no necesariamente de estos contextos violentos. Seguramente seamos seres inválidos emocionales.