sábado, octubre 15, 2016

Los machos van donde están las hembras

Cuando un servidor era joven, una técnica que usaban muchas discotecas de la época para atraer clientela era dejar la entrada gratis para las chicas y cobrar sólo a los chicos. Desconozco si esto se sigue haciendo hoy en día pero lo interesante es que la costumbre parece basarse en una característica de la vida social de los primates que tiene millones de años de antigüedad. Veamos lo que cuenta Dario Maestripieri en su libro Macachiavellian intelligence:

“Según las teorías actuales de los primatólogos, si los primates viven o no en grupos viene determinado por las hembras y sus necesidades. Si las hembras están mejor buscando comida y evitando depredadores por su cuenta, entonces la especie en su conjunto lleva un estilo de vida solitario. Si las hembras necesitan a los machos para criar a la prole entonces la especie vive en parejas o en pequeños grupos familiares. Si las hembras necesitan cooperar con otras hembras para encontrar y defender su comida favorita  o para protegerse a sí mismas de los depredadores, entonces la especie vive en grupos. Estos grupos serán grandes o pequeños dependiendo de las necesidades de las hembras. Los machos tienen sus necesidades también, por supuesto, y estas necesidades se llaman hembras. Hay mentes brillantes entre los científicos que estudian la evolución social primate, y después de décadas de esfuerzo intelectual e incontables modelos matemáticos, han llegado a la conclusión de que la contribución de los machos a la vida social primate se puede resumir así: los machos van donde están las hembras.

Si las hembras son solitarias los machos las seguirán y si las hembras viven en grupos los machos se unirán a estos grupos. El principal objetivo en la vida de los machos es siempre el mismo: sexo.  Como los machos comen un montón, son potencialmente peligroso y no ayudan mucho con los niños, las hembras de muchas especies primates toleran solo unos pocos machos dentro de su grupos  y esperan que sean útiles para luchar contra los depredadores y primates de otros grupos”. 

Pero hay un giro interesante en esta historia. Una hipótesis para explicar la evolución de la inteligencia en general y de la humana en particular es la hipótesis social (o maquiavélica) de la inteligencia que sostiene que el crecimiento del neocórtex se debe a las exigencias cognitivas derivadas del incremento de interacciones sociales entre los miembros de un grupo. De hecho se ha observado una correlación entre el tamaño del neocórtex y el tamaño del grupo social. 

Pero Patrik Lindenfors ha afinado más y ha estudiado el tamaño del neocórtex (en conjunto, no hay datos de que el tamaño del neocortex sea diferente en los primates por sexos) con el tamaño de los grupos de hembras y los grupos de machos. Y ha encontrado que el tamaño del neocórtex correlaciona positivamente con el tamaño del grupo de las hembras pero no con el tamaño del grupo de los machos, lo que indica que la hipótesis de la inteligencia social sólo se aplica a la vida social femenina. En otras palabras, cuanto más viven las hembras en la compañía de otras hembras más grande es el neocórtex de la especie, mientras que el tamaño del grupo social de los machos no correlaciona con el tamaño del neocórtex.

Ese hallazgo, que requiere ser confirmado por otros investigadores y parece que sólo se aplicaría a primates, sugeriría que la evolución de la inteligencia compleja en los monos del Viejo Mundo y en los primates (humanos incluídos) puede deberse a la creciente complejidad de la vida social femenina. En el viaje evolucionista que nos ha llevado hasta nuestros grandes cerebros y nuestra compleja inteligencia, las hembras y los machos han viajado juntos y al final han llegado al mismo destino, pero las hembras han sido las conductoras y los machos los pasajeros. Las hembras inteligentes producen hijos inteligentes y ocurre que algunos de ellos son machos. Los machos son genética y anatómicamente similares a las hembras por lo que si las hembras se van  haciendo más inteligentes los machos -por lo menos algunos de ellos- se vuelven también más inteligentes. Pero son las hembras las que impulsarían la evolución social humana.

@pitiklinov

Referencias:


Altmann J 1990. Primate males go where the females are. Anim Behave 39, 193-195









15 comentarios:

Anónimo dijo...

La tesis es muy bonita. Pero no estoy seguro de que "bonita" sea algo bueno. Bonito suele ser lo que queremos creer.

Y veo un problema que no entiendo. Bueno, no lo entiendo leyendo los dos "papers"; no he leído el libro.

- y en los primates (humanos incluidos) puede deberse a la creciente complejidad de la vida social femenina.

- Pero son las hembras las que impulsarían la evolución social humana.

De los "papers":

- about two-thirds of haplorhine primates are polygynous (Lindenfors & Tullberg 1998), where intrasexual interactions between males to a large degree consist of competing with other males over access to females. This is not to say that males have no social interactions or even that social interactions are unimportant to males, only that the value of social interactions, and of keeping track of them, most probably is higher in primate females than in males.

¿Se pueden trasladar esos dos tercios a los chimpas o a los humanos? No veo cómo.

- Alternatives to the female-driven model, or variations
on this general model, have been proposed. For example,
females may seek protection from predation, sexual
coercion or infanticide by forming associations with males
(Wrangham 1979; Smuts & Smuts 1993; van Schaik
1996; van Schaik & Kappeler 1997). Such hypotheses
require the opposite pattern to that found here, with
female group size predicted to lag behind male group size.
We cannot rule out such effects in individual species and
there is much variation left unexplained (figure 2). Our
results nevertheless indicate that, in general, female-driven
social evolution accounts for significant variation in patterns
of group membership across primates.


Lo mismo. Hay mucha variación no explicada entre especies. ¿Cómo saltamos de "entre primates" a "evolución social humana"? Porque lo "bonito" del asunto, de existir, estaría en los humanos; lo que pase entre lo monos de los árboles nos impresiona mucho menos.

Tal vez en el libro sí haya datos que permitan ese salto a los humanos (o a los antropoides). Sería muy conveniente tener la referencia sin necesidad de leer el libro entero.

Tay dijo...

Genial entrada, ¡tendré que leer a Maestripieri!

Me hace pensar en los delfines y sus sociedades "femeninas" en las que los machos andan de aquí para allá mientras ellas socializan y usan herramientas. Una convergencia evolutiva más, "pero" sin corteza prefrontal.

Pitiklinov dijo...

Hola Plazamoyua,
yo también tengo muchas dudas sobre la hipótesis de Lindenfors. En el libro no hay más datos porque se basa en los artículos de Lindenfors. En cuanto al hecho de que las hembras se distribuyen de acuerdo a factores ecológicos, distribución de la comida, etc., hay más artículos y datos como el de Altmann y otros pero con esa parte creo que ni tú ni yo tenemos problemas. Para la parte de la inteligencia social que es efectivamente la más bonita, creo que hacen falta repllicaciones de lo que plantea Lindenfors

Un saludo y gracias por tu comentario

Pitiklinov dijo...

Tay,
muy curioso lo de los delfines. ¿En la sociedad de los delfines son más las hembras o los machos? Por ejemplo, en macacos hay más hembras que machos. Es una sociedad matrilineal, las hembras se quedan y los machos se dispersan y las hembras aceptan un cierto número pero son menos que las hembras.

Un saludo

Tay dijo...

Pitiklinov

La proporción natural creo que es 1:1, pero en mulares los machos se dispersan y las hembras quedan formando un grupo con los juveniles y los ancianos (muy primate todo). Hasta hace muy poco se creía que los machos apenas interaccionaban entre sí, para cazar, ligar y poco más, pero parece que se han subestimado todo lo que podían subestimarse http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0003347215000810

Pero vamos que sí se dispersan, es por eso que son las hembras las que lo tienen más fácil para desarrollar cultura (que hayamos podido estudiar) y usar herramientas (como en primates).

Pitiklinov dijo...

Pues muy parecido a los primates, muy interesante...

Anónimo dijo...

Pitiklinov: Gracias por apuntar lo que hay en el libro.

A mi la idea me parece verosímil. Y coincide con experiencia común, como la mayor inteligencia o interés social de las mujeres. O con factores medidos, como el mayor interés de las mujeres por trabajar en lo relacionado con personas, y el de los hombres por trabajar en lo relacionado con "cosas" (físicas o mentales).

Por otra parte, ese "salto" que decía de monos a humanos parece delicado. Por ejemplo, el "factor caza" puede introducir un cambio muy sustancial. O el "factor guerra". Y en jóvenes humanos la "pandilla" es un elemento esencial de la socialización. Aparentemente más fuerte en los machos.

En todo caso la idea parece tener chicha. Se agradece el artículo. Y luego ya el grado y el caso de cada especie será más difícil.

Tay: Gracias por lo de los delfines. Muy interesante.

Iván Rodrigo García Palacios dijo...

Lo que me parecería interesante sería que se explicara esa mutación en la evolución cultural y social humana en la que los machos humanos impusieron su poder sobre las sociedades de las hembras humanas, tal y como había sido hasta entonces, según lo dicen los libros y "papers" reseñados en la entrada. Algo así como si el modelo de vida social de los primates y otros mamíferos hubiera sido remplazado por el modelo de los gorilas: un macho con un grupo de hembras. Y, ¿eso qué significó para la evolución y selección tanto natural como cultural de los homo sapiens sapiens, desde entonces?

Pitiklinov dijo...

Hola Ivan,

La evolución de cada primate ha sido diferente. Una cuestión muy importante es que en los primates, para evitar el incesto, uno de los dos sexos emigra al llegar a la pubertad. En el caso de los macacos, por ejemplo, los que emigran son los machos y las hembras permanece en el grupo en clanes que están emparentados entre sí y dispuestos de una manera muy jerárquica. Las hembras heredan de manera casi exacta el lugar en la jerarquía que tienen su madres. Esto hace que las hembras retengan el “poder político”, por así decirlo. En los macacos hay un macho alfa que es el que tiene más poder pero tiene que ganarse la confianza de la hembra alfa y de las hembras en general para poder “gobernar” (y además su reinado no durará mucho porque otro macho se lo disputará)
Pero nuestros ancestros y los de los macacos se separaron hace 25 millones de años. En el caso de los chimpancés (de los que nuestros ancestros se separaron hace unos 6 millones de años) las que emigran son las hembras. Los machos se quedan en el grupo y eso hace que los machos se encuentren emparentados genéticamente (que sean primos-hermanos por así decirlo entre sí) y sean ellos los que retengan el poder político (esto permite coaliciones para atacar a otros grupos, etc).
El ser humano parece que procede de un sistema como el de los chimpancés. La mayoría de las sociedades humanas (tanto actuales como históricamente) se caracterizan por dispersión de las hembras y filopatria masculina. Los primeros humanos probablemente vivieron en grupos con fuertes vínculos entre los machos y vínculos débiles entre las hembras. En algún momento esto evolucionó hacia vínculos entre machos y hembras (monogamia) y hacia vinculo entre machos de diferentes grupos gracias a la familia política. Mira este artículo para ver la importancia del parentesco: http://ilevolucionista.blogspot.com.es/2014/09/armas-parientes-y-monogamia.html
Todo esto ha hecho que cuando las mujeres se mueven a la tribu o clan del marido sean las últimas en la jerarquía y no tienen el apoyo de su familia, su padre y sus hermanos, en caso de conflictos o problemas. Poco a poco, van subiendo en la jerarquía al tener hijos e ir ocupando un lugar según el estatus de su marido y la familia del marido.

Espero que esto conteste por lo menos en parte a lo que me planteabas

Un saludo

Iván Rodrigo García Palacios dijo...

Más que suficiente, muchas gracias. Hasta la próxima. Salud y alegría.

Memecio dijo...

Gran artículo. Me ha parecido muy interesante.
La duda que me queda es respecto a que la mayoría de sociedades humanas se caratericen por dispersión de las hembras. Reconozco que solo es una impresión subjetiva -no dispongo de datos estadísticos-, pero la idea que tengo es que son los hombres quienes son más dados a desplazarse, en general, y para buscar mujer también. Las mujeres siempre han estado más ancladas al concepto de "hogar". Por ejemplo, el mayor número de inmigrantes pienso que son hombres. Si hay datos que demuestren que la dispersión humana es mayoritariamente femenina, agradeceria saber cuáles.
Sí que es cierto que a nivel patrimonial, quien mayoritariamente hereda los recursos familiares suelen -o solian- ser los hombres, lo que es un anclaje territorial importante.

Pitiklinov dijo...

Memecio,
Yo lo he leído en muchos sitios y Maestripieri lo da por hecho pero no lo referencia. He mirado un poco y parece que los únicos donde no se da filopatria masculina es en cazadores-recolectores (también hay excepciones en algunas sociedades) que son multilocales. Mira lo que discuten aquí:
https://books.google.es/books?id=Iyuldm37mEUC&pg=PA149&lpg=PA149&dq=human+societies+are++male+philopatry&source=bl&ots=SM_SMzVWna&sig=tVyslRAtsWbJGjKGGH3LllpYjrI&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjP_PLJ_d_PAhVIwBQKHXYJDIkQ6AEIHzAA#v=onepage&q=human%20societies%20are%20%20male%20philopatry&f=false

También he encontrado esto sobre que los neandertales y australopitecos también tendrían filopatria masculina aunque es muy discutible: http://onlinelibrary.wiley.com/store/10.1002/evan.21300/asset/21300_ftp.pdf;jsessionid=F29454401A291A2A8E9A282212884313.f04t01?v=1&t=iucz9ctp&s=1a70e18a5c96f98918524c7200124710abde30e5

si encuentro referencias más claras las pongo por aquí

Un saludo



Memecio dijo...

Un amigo acaba de comentarme que en los pueblos y aldeas del Pirineo eran las mujeres las que tradicionalmente cambiaban de aldea para buscar marido. Y probablemente eso pueda extenderse a los tiempos en que no había grandes conurbaciones.
Entonces, el componente mayoritario masculino de la inmigración a grandes distancias (estoy pensando en el poblamiento de Australia o América) probablemente sea un fenómeno diferente.
Gracias por la agilidad en la respuesta! Leeré los enlaces con calma.

Iván Rodrigo García Palacios dijo...

Luego de los comentarios a la respuesta de Pitiklinov a mi comentario y pregunta inicial, así como los comentarios de Memecio a esos comentarios, me gustaría regresar al punto de partida, lo de Los machos van donde están las hembras y a la reseña al libro de Dario Maestripieri, Macachiavellian intelligence, que fue el que motivó todo esto.
Primero, quiero aclarar que no me interesa hablar, todavía, sobre lo de la evolución de la inteligencia y lo del crecimiento del neocórtex y de los aportes de Patrik Lindenfors, lo que nos pone en el territorio de la evolución y selección biológica y social, que como bien dice la reseña, requiere de confirmación, aunque sería posible una que otra interpretación arriesgada, pero no por el momento.
Segundo, lo que si me interesa anotar y voy a especular sobre ello, es que la evolución social de primates y homínidos y la de los homo, hasta el homo sapiens sapiens, se rigió por modelos ya estudiados, los que, en los homo sapiens sapiens, como la especie de la que desciende el humano moderno, debió ser la de grupos de cazadores-recolectores conformados por machos y hembras con alguna cohesión y parentesco, de los que destaco una especial característica: eran nómadas, pero con un nomadismo de diversa extensión, o sea, el que iba desde los recorridos periódicos de amplios territorios, quizás compartidos con otros grupos o, el de los grupos que se desplazaron desde África al resto del planeta, los que una que otra reunión tuvieron en algún momento y lugar para intercambios biológicos y culturales. Lo interesante aquí, como lo explican los antropólogos, es que esos grupos nómadas estaban cohesionados, más que por jerarquías de poder machos-hembras, lo estaban por lo que podría definirse con un concepto moderno, por la solidaridad, pero, además y por supuesto, que los unía la necesaria reproducción en el cumplimiento de los imperativos evolutivos, en variadas formas de relación, puesto que la familia era el grupo y no las parejas permanentes o temporales.
Por supuesto, esos grupos, esas pequeñas sociedades o comunidades, eran el escenario donde se daba la evolución social y su correspondencia con la evolución y selección biológica, esa del tamaño del cerebro femenino y de la inteligencia humana, puesto que aun en su nomadismo, los grupos de cazadores-recolectores estaban organizados por funciones más relacionadas por la biología que por la teoría social. Para simplificar y remitir a los antropólogos para una más amplia explicación, los machos salían de cacería y las mujeres permanecían en los campamentos, en donde se desarrollaba esa activa vida social femenina que, como se espera sea confirmado, se relacione con el tamaño del neocórtex y la evolución de la inteligencia humana. Eso se explica también por las diferencias cerebrales de forma y funcionamiento del cerebro entre mujeres y hombres, ampliamente demostradas por las neurociencias.
Lo cierto es que, en ese modelo de sociedad de los cazadores-recolectores, salvo por lo de las funciones biológicas y sus correspondencias con las funciones sociales de machos y hembras, las jerarquías de poder más bien brillaban por su ausencia, aun y a pesar de como se pueda interpretar eso de los desplazamientos e intercambios de machos y hembras entre los grupos, que a la hora de la verdad, poco más aporta a la explicación de que, por obligación, los machos van donde están las hembras, lo que, como asunto biológico, es el instinto el que manda y con ese las cosas son a otro precio. Otra cosa es el asunto político, ese que es determinado por normas sociales que son otra cosa, hasta en los grupos de primates y de otros mamíferos.
Y es ahí en donde arranca el problema.
En un momento de la historia, los humanos dejaron de ser cazadores-recolectores y se convirtieron a agricultores y, a partir de ese entonces, las cosas fueron de otro modo. Nació la sociedad patriarcal y la evolución biológica, social y cultural fue otra.
Ese era el punto de mi pregunta. Gracias.
Salud y alegría.

Pitiklinov dijo...

Hola Ivan,

He buscado datos sobre el porcentaje de sociedades patrilocales y matrilocales. Las sociedades patrilocales son el 70% de las sociedades del mundo: https://en.wikipedia.org/wiki/Patrilocal_residence http://anthro.palomar.edu/marriage/marriage_5.htm

Como dice en la segunda referencia no es casualidad que en las sociedades matrilocales la linea de descendencia sea también matrilineal. Creo que hay una relación evidente entre poder “político-social” y relaciones de parentesco. Tu fuerza se ve disminuida cuando estás sola frente a una sociedad de varones emparentados y donde tienes que ir a vivir a casa de los padres de tu marido, etc.

Lo que comentas del igualitarismo en las sociedades de cazadores-recolectores es cierto según la mayoría de los autores que he leído. Eso no quiere decir que la opinión de todos los hombres o mujeres pesara lo mismo, siempre ha habido sabios, buenos cazadores, etc. gente con más prestigio a quien el resto de los compañeros escuchaban o seguían más que a otros. Y tampoco existía la posibilidad de acumular riquezas así que tampoco podía haber grandes diferencias entre las personas. También las mujeres disfrutaban de un estilo de vida más libre. La mayoría de pueblos cazadores-recolectores tenían algún equivalente al divorcio y aunque el primer matrimonio solía ser arreglado por la familia, la mujer podía separarse y elegir libremente en sucesivas uniones.

Como muy bien dices la agricultura cambió todo esto: aumentó la población, cambió el sistema económico totalmente, se podía acumular riqueza, aparecen autoridades más fuertes: jefes o incluso reyes; los dioses también evolucionan y se hacen más grandes: aparece el monoteísmo y unos dioses morales que se preocupan por la vida virtuosa de las personas, cosa que con los dioses de las religiones animistas no existía, y esos dioses y sus sacerdotes predican la monogamia (que ya existía antes pero que se vuelve más adaptativa a las condiciones de la agricultura); la esperanza de vida disminuye, la salud de las personas también (la altura, por ejemplo) etc. La agricultura ha sido considerada el mayor error de la historia de la humanidad: http://ilevolucionista.blogspot.com.es/2014/06/la-agricultura-el-peor-error-en-la.html.

Hay grandes cambios a nivel cultural, como dices, pero esos cambios no son voluntarios o se organizan de arriba a abajo por los poderes (reyes o quien sea) sino que responden a una nueva economía y a una nueva ecología. Cuando tienes que trabajar unas tierras que hay que proteger, y unas cosechas, y cuando hay que trabajar la tierra con arados que requieren más fuerza física, cuando la familia necesita hijos para trabajar la tierra, cuando la tierra se tiene que heredar y no conviene fragmentarla, etc., todo eso da lugar a cambios sociales pero que son adaptativos a lo que requiere la situación. Helen Fisher echa la culpa de la situación de la mujer a partir de la agricultura al arado. Puede ser verdad o no. Pero en la sociedad de cazadores-recolectores la mujer recolectando podía aportar un buen porcentaje de las calorías de la dieta de la familia. Y si se divorciaba como te decía antes podía vivir de su “trabajo” y ser autónoma como la mujer trabajadora actual. Todo eso se vuelve imposible con la agricultura. Pero no por la acción concertada de ningún patriarcado sino por un nuevo sistema económico-ecológico (desde mi punto de vista).

Un saludo y mucha gracias por comentar