tag:blogger.com,1999:blog-71595292024-03-23T19:18:56.791+01:00La nueva Ilustración Evolucionista / The new Evolutionary Enlightenment<p align="justify">...In its light, human history, for the first time, becomes intelligible, and human behaviour understandable as never before. This radical transformation in human understanding - which has come to a peak in the mid 1990's - I shall call "<b>the new evolutionary enlightenment" </b>. I confidently predict that, because it is based on fully tested scientific knowledge, it will far outshine the enlightenment of the 18th century.
-Derek Freeman-</p>Germánicohttp://www.blogger.com/profile/17058701287561040466noreply@blogger.comBlogger942125tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-77262619251981044322023-01-07T20:59:00.002+01:002023-01-07T20:59:50.391+01:00Somos imperfectos (Entrevista a María Martinón-Torres)<p><span face="sans-serif"></span></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEig159UVRRHaGddgh1Bm6UVPS8yW7ypP-Mk0d4X702E47NNj2r7uYrwj2fXivOE_58-u6j0ChhNeGlIbGAYxgIr43k3tYtnRn6-5_LHbr8HGfRZB8AZx13OsNOylHnV6gqXtWA1gMi1mK8GoXN4TjXnPZD2imvhbp5Ssq5fvQCxSUCKLEY/s3648/DSCN8774.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-size: large;"><b><img border="0" data-original-height="2736" data-original-width="3648" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEig159UVRRHaGddgh1Bm6UVPS8yW7ypP-Mk0d4X702E47NNj2r7uYrwj2fXivOE_58-u6j0ChhNeGlIbGAYxgIr43k3tYtnRn6-5_LHbr8HGfRZB8AZx13OsNOylHnV6gqXtWA1gMi1mK8GoXN4TjXnPZD2imvhbp5Ssq5fvQCxSUCKLEY/w640-h480/DSCN8774.jpg" width="640" /></b></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b>María Martinón-Torres</b></span></td></tr></tbody></table><span face="sans-serif"><br /></span><p></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La neurocientífica Rita Levi-Montalcini escribió un libro autobiográfico titulado</span><span style="font-size: large;"> </span><i style="font-size: large;">Elogio de la Imperfección</i><span style="font-size: large;">. </span></div><p></p><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Este título revela como sólo a través de caminos tortuosos, llenos de obstáculos e imprevisibles azares, y que raramente conducen a lugar alguno, vamos haciéndonos personas y desarrollando diversos roles vitales. Lo perfecto es enemigo de lo bueno, y lo bueno va de la mano del error, las limitaciones y un afán a prueba de desengaños y desencantos. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">La evolución biológica trabaja sobre una materia en movimiento perpetuo, la vida, y todo avance tiene que lograrse a partir de lo que ha funcionado hasta ahora en mayor o menor medida. No se puede "generar la rueda" en la naturaleza viva porque no tiene organismos a partir de los cuales pueda surgir de forma natural y funcional a partir de los diseños existentes. La perfección, invento humano, surge de la geometría, de cuerpos perfectamente rectos o circulares que se cierran sobre sí mismos o se proyectan al infinito. Nos fascina a la par que nos inquieta: ¿por qué nuestro cerebro evolucionado ha podido concebir abstracciones tan bien pulidas, tan precisas? Eso requeriría una larga explicación, hablar de la simetría bilateral, de las secuencias predecibles de hechos o comportamientos, de las regularidades existentes, de los astros, las estaciones y del nacimiento de las civilizaciones.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Lo que ahora centra el interés de los científicos, grandes enamorados del conocimiento, es porque no es posible la cuadratura del círculo: los seres vivos tienen un ciclo bien definido y su funcionamiento no es igual de óptimo en sus diversas etapas, y ni siquiera da lugar a los mismos comportamientos en algunas cuestiones vitales. Desde una perspectiva filogenética somos el resultado de una serie de mutaciones, pero también de la preservación de una serie de estructuras y funciones que en poco parecen servirnos o incluso que parecen perjudicarnos. Somos una amalgama prodigiosa. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Así, para quien estudie la evolución humana, es muy importante descubrir las cicatrices que llevamos en nuestro ADN, así como las heridas aún abiertas y sangrantes, y las enfermedades a las que somos proclives, para entender cómo hemos llegado hasta aquí. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRPIKYjjf3pwgWG4HVMKmwYJ-iQynXYlXXTuXWl32fHMbpwVQ5M6YGmkoDMt_UUOr8ixeeYJtA66ABO5vesMAItlsA5dsk_V3C660ugJG69avjJ6JsOGowLFnhYf55a-2I9Yv92fiC59nJgjfkqd26WnZieaXttzOYEQVMTx6K9CHNJXI/s384/portada_homo-imperfectus_maria-martinon-torres_202203180929.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="384" data-original-width="250" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRPIKYjjf3pwgWG4HVMKmwYJ-iQynXYlXXTuXWl32fHMbpwVQ5M6YGmkoDMt_UUOr8ixeeYJtA66ABO5vesMAItlsA5dsk_V3C660ugJG69avjJ6JsOGowLFnhYf55a-2I9Yv92fiC59nJgjfkqd26WnZieaXttzOYEQVMTx6K9CHNJXI/s320/portada_homo-imperfectus_maria-martinon-torres_202203180929.jpg" width="208" /></a></div><br />La Doctora María Martinón-Torres, Directora del National Research Center on Human Evolution (CENIEH), ubicado cerca de Atapuerca, en Burgos, que fue médico antes que paleoantropóloga, mira con los ojos de médico los restos fósiles que la paleoantropología hace pasar por sus manos: sabe que se puede aprender mucho más de lo que somos a partir de lo que padecimos, y busca las marcas que dejaron los accidentes y la enfermedad en lo poco que se conserva en los restos fósiles de nuestros ancestros lejanos. Y también sabe que observando las imperfecciones de nuestro actual diseño y sus correlatos fisiológicos y anatómicos, puede hacer conjeturas plausibles sobre cómo pudieron surgir dichas imperfecciones y que valor adaptativo pudieran haber tenido que nos permitió llegar hasta aquí -a pesar de ellas.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><span style="text-align: justify;">En su magistral obra divulgativa </span><a href="https://amzn.eu/d/3qld1cQ"><i>Homo imperfectus</i></a> ofrece con un lenguaje claro y con amenidad su aventura científica en relación con la aventura de la humanidad, que confluyen en los ámbitos denominados Medicina Evolucionista y Paleopatología.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">La Doctora Martinón-Torres ha podido sacar un hueco en medio de su incesante labor diaria para respondernos unas pocas preguntas. Desde La Nueva Ilustración Evolucionista le agradecemos enormemente sus respuestas, y, cerramos nuestras puertas con esta entrevista póstuma, cuyas respuestas nos llegaron después de cerrar el blog. Quedará así para siempre encabezando esta página web. El "imperfecto" pero maravilloso broche de oro.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><b style="font-family: sans-serif; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><b>1.- La idea perfección es una de esas ideas propias del Homo sapiens, que traza asíntotas al infinito y a la eternidad en su afán por trascenderse, un afán que acaso se lo deba a su plena consciencia de la muerte. ¿Qué intentas resaltar con la idea que titula tu libro: Homo imperfectus?</b></div></b><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"> </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">La idea de fondo es que lo que muchas veces clasificamos simplemente como imperfección o fracaso de la biología en realidad es evidencia, precisamente, de evolución. La naturaleza es compleja y la vida se abre paso haciendo malabarismos, ajustando sistemas que están conectados, favoreciendo rasgos que proporcionan ventajas a expensas de desajustes que podemos llamar “menores” en cuanto no tienen un impacto directo sobre la supervivencia de la especie. Quizá el problema de fondo es que la evolución se ha entendido como una tendencia, direccional, hacia la perfección, y el ser humano, en su capacidad consciente, se ha puesto a sí mismo, como culmen de esa perfección. Pero la selección natural no busca la perfección, ni la salud, ni la felicidad. La selección natural prima la reproducción y en eso, con todos nuestros achaques, hemos sacado sobresaliente. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>2.- La medicina, parece cada vez más claro, no puede entenderse cabalmente sin la luz de la evolución, y el registro fósil requiere asimismo de la luz de la medicina (la Paleopatología) para explicar cómo vivían y morían nuestros ancestros. ¿Cómo se trabaja en medicina evolucionista y paleopatología para comprender el pasado a partir del presente y el presente a partir del pasado?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Durante mucho tiempo la paleopatología ha tenido un interés casi anecdótico, una recolección de curiosidades sobre enfermedades o cuadros que haya podido padecer un homínido determinado. Pero una vez hemos identificado esa patología en un individuo, deberíamos intentar “alejarnos” de él y valorar en qué medida esa enfermedad está hablando de la población a la que pertenece, de los retos o peligros de un momento determinado, de las dificultades adaptativas a un ambiente o unas circunstancias determinadas. No se enferma ni se muere de lo mismo ahora que hace medio millón de años, y a través de ese perfil de mortalidad obtienes, paradójicamente, un perfil de la vida de esa especie. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>3.- Hay un concepto clave, la pleiotropía, que nos hace ver la selección natural como una balanza que sopesa pros y contras más que como un juez que premia o castiga "aptitudes". ¿Podrías explicarnos cómo la pleiotropía actúa en la evolución y el desarrollo ontogenético?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"> </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">La pleiotropía es el fenómeno por el que un gen o conjunto de genes pueden tener efectos, a veces contrapuestos, en más de un sistema. Desde el punto de vista evolutivo, la pleiotropía está detrás de muchas de las enfermedades y trastornos que padece nuestra especie. Un ejemplo clásico sería el del la mutación del gen que provoca la anemia falciforme que, en su forma homocigota (que la persona tenga la mutación en los dos cromosomas), puede ser letal. Sin embargo, se ha visto que esta mutación proporciona una defensa contra la malaria, de forma que, en los lugares en que esta enfermedad es endémica, compensa la protección que ofrece contra la malaria frente al riesgo de padecer la anemia. La idea por lo tanto de que un gen o una característica es “buena” o “mala” se queda corta. En un contexto determinado una característica puede ser una ventaja y, en otro, una desventaja, algo especialmente útil para una especie que se ha adaptado a vivir en circunstancias y estilos de vida muy dispares. La idea es que no podemos querer jugar a todo y ganar a todo también. Homo sapiens juega prácticamente en todas las modalidades –deportista/sedentario, carnívoro/vegetariano, optimista/pesimista, urbanita/rural, sociable/introvertido, nulípara/multípara, ─ por lo que la selección natural lo tiene difícil para acertar, pero unque no siempre se suba al pódium, por lo general nos clasificamos en una buena posición en todas las ligas. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>4.- Otra idea que no deja de rondar la cabeza de quién examina nuestro tiempo a la luz de la evolución, resaltable también en medicina evolucionista, es la de el rápido cambio ambiental producido por la tecnología y la cultura, que choca con el no tan rápido cambio genético, produciendo una desadaptación del ser humano al medio que el mismo ha creado. Nuestra inteligencia sapiens se ve cortocircuitada y surgen con más fuerza la ansiedad y la depresión. También las nuevas tecnologías están creando un entorno nuevo de socialización que resulta inquietante. ¿Qué enfermedades tienen la impronta, en mayor o menor grado, de nuestro tiempo? ¿Cómo se puede ver afectada nuestra sociabilidad?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Una consecuencia maravillosa y utilísima de nuestra capacidad de abstracción es nuestra habilidad para comunicarnos con aquellos a quienes no vemos o incluso no hemos conocido personalmente nunca. Ese aspecto se ha visto asistido con la tecnología, a través del desarrollo de modos virtuales de comunicación. Nuestra red social es por lo tanto mucho más amplia y somos capaces de estar acompañarnos a pesar de estar físicamente solos, como sucedió durante el confinamiento. Nos hemos liberado de la necesidad estricta de la presencia física. Entre los chimpancés, se sabe que aquellos individuos que abandonan el grupo para unirse a otro pueden incluso no llegar a reconocer a su madre si se produce el reencuentro. En el caso de los humanos, aunque nos vayamos, aunque no volvamos a vernos, aunque apenas tengamos recuerdos con ciertas personas fundamentales en nuestra vida, no las olvidamos. No olvidamos incluso ni a los muertos. Pero esta posibilidad de comunicarnos en la distancia se ha llevado en muchos casos al extremo. Nuestra especie gana en las distancias cortas, y cuando nos comunicamos en exceso en el plano virtual, de alguna forma nos desconectamos de la realidad del otro y perdemos cierta capacidad de empatía. Eso explicaría las reacciones violentas o agresivas que vemos a veces en las redes sociales, cuando uno “olvida” que al otro lado hay un receptor que siente y que padece. Falta también el contacto físico, que sabemos que es fundamental para el desarrollo de un sistema neuro-cognitivo adecuado. Menos Whatsapp y más vino y tapas en persona. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>5 - Algunos idealizan nuestro pasado cazador-recolector, creen que la revolución neolítica inició nuestro camino a la ruina y son, como tú bien los defines paleomelancólicos. Pero la naturaleza es implacable, no hubo nunca un jardín del Edén. Sin embargo es cierto que los asentamientos estables y densamente poblados abrieron la veda a los microorganismos patógenos, para que se instalaran cómodamente entre nosotros, y también que cambiamos hábitos y dietas. ¿Cuál habría sido el precio de la civilización? </b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">El precio de la civilización sería una mayor vulnerabilidad al padecimiento de grandes cuadros infecciosos, especialmente los de carácter endémico. La gran densidad poblacional y nuestra tremenda movilidad, favorecen el contagio y la propagación de enfermedades. Por otra parte, la convivencia estrecha con animales a través de la ganadería o la domesticación, facilita las zoonosis, las cuales representan la gran mayoría de las enfermedades emergentes. Pero no estamos solos. A través de la tecnología, con el desarrollo del conocimiento médico, hemos aprendido a defendernos de estas enfermedades e incluso prevenir su padecimiento. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"> </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>6.- En tu libro nos hablas de un alargamiento evolutivo del tiempo del desarrollo humano desde el nacimiento hasta la madurez que parece haber ido acompañado de uno paralelo en el tiempo de vida una vez superada la etapa reproductiva. Asimismo en la adolescencia se tensan las relaciones con los progenitores pero se siente afecto con los infantes. ¿No parecen todas estas tendencias adaptaciones que se reforzaron entre sí para, de una forma casi sinfónica, perpetuar la especie, una especie eusocial a pesar de sus conflictos inherentes?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"> </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Sí, vivimos más años precisamente gracias a nuestra inter-dependencia. En proporción, nuestro ciclo vital incluye más tiempo de dependencia que de autonomía, y la forma en que la selección natural le ha sacado las castañas del fuego a una especie tan dependiente es, por una parte, descansando en el grupo, más allá del círculo familiar, el cuidado y la protección de los más vulnerables y, por otro, extendiendo el periodo post-reproductivo de forma que la llamada tercera edad tiene un papel proactivo y fundamental en sacar a las crías adelante. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b><br /></b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>7.- ¿En qué proyectos andas trabajando ahora? ¿Cuál es para ti el mayor misterio de nuestra evolución, ése que soñarías con desvelar?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Sigo trabajando en el estudio de los fósiles de Atapuerca, tratando de desentrañar la historia de los primeros homínidos europeos, y su relación posiblemente más cercana con las poblaciones asiáticas que con las africanas. No sabría escoger un solo misterio, pero me intriga muchísimo el origen evolutivo de la capacidad musical de nuestra especie. ¿Por qué o para qué aparece nuestro gusto por la música?</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div>Germánicohttp://www.blogger.com/profile/17058701287561040466noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-59736929181245281492022-12-20T08:25:00.000+01:002022-12-20T08:25:25.315+01:00<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5PiLX4k04CXRxn5duWOk1k1rO_hUBn3nMvEzI0hRtM2iON_5GuF8Zb0J6I57cACNp94G1DfBM1fCtMtGe9bYV543UlH4gvmEegczScp1I1-FtXh38K6oPU13NnxfOevATXh8RaKFi318EA8wVG64DVfuIULDGX-LoFNJX3Jkr0q44Jw8/s600/cite%20(1).jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="315" data-original-width="600" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5PiLX4k04CXRxn5duWOk1k1rO_hUBn3nMvEzI0hRtM2iON_5GuF8Zb0J6I57cACNp94G1DfBM1fCtMtGe9bYV543UlH4gvmEegczScp1I1-FtXh38K6oPU13NnxfOevATXh8RaKFi318EA8wVG64DVfuIULDGX-LoFNJX3Jkr0q44Jw8/s16000/cite%20(1).jpeg" /></a></div><br /><p></p>Germánicohttp://www.blogger.com/profile/17058701287561040466noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-39795510253724781632022-12-19T06:26:00.005+01:002022-12-19T15:03:08.385+01:00Extinción<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivRn5NocpVJ4YDX5mBtKnrIT1NTpo6GOuqBA9ovIzhzR-02gSpkwx0eJkpB5e1XCunBHMNq_MQCGcrjJV5BO7AZc4wmxNsGTeXbSQiQS1nOep8JeSeAFiGloQgEbRo5_S9cZ_9BuHpPazZps68ZWaHXHSMvbyoPi05k4rp_x0vq3PzY30/s1280/1464955204084.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="682" data-original-width="1280" height="342" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivRn5NocpVJ4YDX5mBtKnrIT1NTpo6GOuqBA9ovIzhzR-02gSpkwx0eJkpB5e1XCunBHMNq_MQCGcrjJV5BO7AZc4wmxNsGTeXbSQiQS1nOep8JeSeAFiGloQgEbRo5_S9cZ_9BuHpPazZps68ZWaHXHSMvbyoPi05k4rp_x0vq3PzY30/w640-h342/1464955204084.jpg" width="640" /></a></div><br />Aquí queda para la historia lo que fue La Nueva Ilustración Evolucionista. Todo lo que vive muere, todo lo que empieza tiene un final. El que ahora esto escribe se ha cansado de trabajar para nada y para (casi) nadie y de sufrir ataques de gentes ignorantes (gran parte de ellas con pretensiones de disponer de un conocimiento mayor o mejor) en la nefanda red social de Twitter. Nada que añada a lo ya dicho tiene ya sentido. <p></p><p style="text-align: justify;">ilustracion.evolucionista@gmail.com</p><p style="text-align: justify;">Lunes 19 de Diciembre de 2022.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Germánicohttp://www.blogger.com/profile/17058701287561040466noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-29367415309662446912022-12-14T19:52:00.003+01:002022-12-15T00:05:10.106+01:00Vida. Antes y después del cataclismo (entrevista a Jorge García Girón)<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihxi6_Rz7ncZYNIivto-1BXMT-05J2C0Mntq2tjGakfUKhu7spTTmiLjl2lffblKu1vYTMsnbgv7xk3lfFpFFMDAdPOLa5q5FFRNMO9SLxz5BAYdJBo87ABGLIeN6eBCExDTRHooVN0F70Wy2hoeS1umYFdbmW6E485NXX6f-TnxFZp8g/s4752/IMG_7691%20(2).JPG" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="3168" data-original-width="4752" height="427" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihxi6_Rz7ncZYNIivto-1BXMT-05J2C0Mntq2tjGakfUKhu7spTTmiLjl2lffblKu1vYTMsnbgv7xk3lfFpFFMDAdPOLa5q5FFRNMO9SLxz5BAYdJBo87ABGLIeN6eBCExDTRHooVN0F70Wy2hoeS1umYFdbmW6E485NXX6f-TnxFZp8g/w640-h427/IMG_7691%20(2).JPG" width="640" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>Jorge García Girón</b></span></td></tr></tbody></table><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La vida ha sobrevivido sobre la faz de la Tierra (incluidas las cuencas oceánicas), dentro de lo que se conoce como litosfera, a toda clase de catástrofes. Se estima que ha habido cinco grandes extinciones masivas en la historia "conocida" de nuestro planeta. La última, la más cercana, la de finales del Cretácico. Se conoce mejor como la extinción de los dinosaurios, al igual que si hoy se estuviera produciendo o estuviera en camino de producirse alguna, la llamaríamos, a toro pasado, y si quedase algún representante vivo de nuestra especie capaz de dar testimonio a otro representante de nuestra especie, la extinción de la humanidad. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El papel protagónico de un superorden, el Dinosauria, en el último evento devastador para la vida en la Tierra, y de una especie, Homo sapiens, en el presunto próximo evento de proporciones catastróficas, muestra una falta completa de perspectiva ecológica. Como nuestro invitado de hoy apunta, muy razonablemente: </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">"<i>Las catástrofes ecológicas también pueden configurarse como ventanas de oportunidad excepcionales</i>".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y es que va de eso, de la obra al completo, de la vida en su plenitud biodiversa y no de un grupo particular de seres vivos del Reino animal, y menos aún de una especie. Pero, como decía Orwell: «<i>Quien controla el presente controla el pasado...</i>». Como verán esta cita es incompleta, y en ella falta una referencia al futuro. Porque ¿quién cree poder controlar el futuro?...la narrativa humana, y más la centrada en "<i>el hombre</i>" es una narrativa para consumo propio. Los dinosaurios eran reptiles enormes y los primeros fósiles de especies extintas que se miraron con los ojos de la ciencia. Y nosotros somos ese observador que juzga todo lo que ha llevado hasta él, con o sin un enfoque científico. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ciertamente al aumentar los hallazgos, reinterpretarlos a la luz de los nuevos conocimientos y las técnologías de investigación, se amplia el campo de visión, lográndose un enfoque multidisciplinar en las ciencias biológicas y de la Tierra que permite ver el bosque, además de sus diversos árboles. Una secuoya centenaria, en todo su esplendor, es asombrosa, pero no estaría ahí sin toda la vida que la rodea, desde la microscópica y la subterránea hasta la terrestre y la voladora, y los elementos abióticos (agua, minerales). Los ecosistemas son sistemas complejos en los que existe un flujo de energía en cadenas tróficas que incluyen animales, vegetales, hongos, bacterias y arqueas. Entender cómo funcionan no es fácil si entramos en los detalles, pero con una visión esquemática podemos hacernos una vaga idea de cómo la interdependencia de los seres genera algo más grande que cada uno de ellos, como individuo o como especie, en particular. No otra cosa es la Teoría de la Evolución de Darwin que un esquema general, uno que se puede contrastar al ver la vida en acción.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Sobre los ecosistemas cabría preguntarse cuál podría ser su punto de ruptura, esto es: ese punto de pérdida en su biodiversidad en el cual se derrumba todo (o casi todo). Y experimentar con ecosistemas para averiguar dónde colapsan no parece una buena idea (aunque quizás hoy inadvertidamente pudiéramos estar haciéndolo). Por eso los rastros del pasado de los períodos cataclísmicos que han llegado hasta nosotros pueden estudiarse en profundidad para intentar deducir la resistencia de los ecosistemas y los daños sufridos irreversibles....</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Para los dinosaurios el asteroide que se estrelló en la península del Yucatán fue el final geológicamente hablando. Y los ecosistemas dentro de los que se desenvolvían se vieron seriamente afectados, no ya por el impacto sino por los cambios climáticos y ambientales posteriores. Pero el impacto no golpeó con la misma fuerza ni sus consecuencias posteriores fueron tan devastadoras en todos los medios de la Tierra. El acuático sufrió algo menos el impacto. E incluso entre los dinosaurios y otras especies relacionadas íntimamente con ellos hubo diferentes grados de "daño". </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La realidad es que los dinosaurios no desaparecieron de golpe y porrazo, ni muchos de los seres entonces vivos que aún pueblan la Tierra (con algunos ajustes evolutivos). Para nosotros, como especie, desde luego, esto no constituye ningún motivo para la esperanza en caso de que lo inimaginable por tantas veces imaginado se haga realidad. Nuestros propios apocalipsis, centrados en nosotros, no dejan títere con cabeza. Si colapsan los ecosistemas de los que nos nutrimos ya podemos cerrar el libro de historia después de escribir su capítulo final. Y la vida, en la Tierra continuará sin nosotros. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El <a href="https://portalcientifico.unileon.es/investigadores/97639/detalle">Doctor de la Universidad de León</a>, Jorge García-Girón, un <a href="https://www.researchgate.net/profile/Jorge-Garcia-Giron-2">joven y prometedor científico español</a>, ha conducido un estudio internacional sobre cómo la crisis que puso fin al Cretácico repercutió en los ecosistemas de la Tierra: cómo eran antes, cómo se tensionaron entonces y cómo se reorganizaron después. Finalmente han expuesto sus conclusiones en este artículo: <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.add5040">Shifts in food webs and niche stability shaped survivorship and extinction at the end-Cretaceous </a>(Los cambios en las redes tróficas y la estabilidad de los nichos determinaron la supervivencia y la extinción a finales del Cretácico).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Tras leerlo decidimos contactarle <a href="https://www.blogger.com/profile/12302087556475010521">Memecio</a> (preguntas 4 y 7) y un servidor para ampliar información y tuvo la gentileza de concedernos una entrevista, lo cual desde aquí le agradecemos, al igual que creo lo agradecerán nuestros lectores.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhg7qEu58CGYpFW1-2lmA69_f1jxxOSv0xGccGs_7_MMzP2kkeUtvC-P_oY9JjWTsIlFqQ_8K58LYZhpyYGOEFjnBiTQuJzjS5akDT7SHt9KOIL9_AjLxat75y87KmFBxmvCdAlcWFcmSMGdVg2Qzu_HyVyZWslVBXqlEMKiVe6gPx57eg/s3811/3.networkdynamics.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="2437" data-original-width="3811" height="409" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhg7qEu58CGYpFW1-2lmA69_f1jxxOSv0xGccGs_7_MMzP2kkeUtvC-P_oY9JjWTsIlFqQ_8K58LYZhpyYGOEFjnBiTQuJzjS5akDT7SHt9KOIL9_AjLxat75y87KmFBxmvCdAlcWFcmSMGdVg2Qzu_HyVyZWslVBXqlEMKiVe6gPx57eg/w640-h409/3.networkdynamics.jpg" width="640" /></span></a></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> <span><b>1.- Los primeros paleontólogos se quedaron asombrados con los dinosaurios, e intentaron comprenderlos en su singularidad. Hoy la ciencia puede analizar a través de las matemáticas de las redes complejas la diversidad y las interacciones de los ecosistemas de los que formaban parte con un mayor detalle. ¿Cómo eran los ecosistemas terrestres antes del cataclismo de finales del cretácico? </b></span></span></p><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Lo que parece indicarnos el registro fósil, así como los modelos ecológicos que utilizamos para reconstruir ese antiguo “mundo perdido”, es que estos ecosistemas gozaban de una estabilidad comparable a los actuales, al menos en cuanto a su complejidad trófica. Los distintos niveles de las cadenas alimenticias se relacionaban mutuamente en redes complejas que estamos empezando a “desenredar “en la actualidad, gracias a la ayuda de simulaciones y modelos de ordenador.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>2.- ¿Cómo se reorganizaron los ecosistemas terrestres tras la caída del asteroide y todos los cambios ambientales que le sucedieron? ¿Cuánto daño sufrieron estos ecosistemas y cómo fue factible su recuperación?</b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El cambio más evidente fue la desaparición de los dinosaurios gigantes, como el celebrado T. rex, que elegantemente ostentaban la batuta ecológica desde la cúspide de la pirámide trófica. Como consecuencia directa se produjo una diversificación ecológica de otros organismos, como los marsupiales y placentarios, que—si bien ya estaba funcionando en la sombra durante los últimos millones de años del Cretácico—se vio acelerada con la disponibilidad de nuevos nichos y espacios ecológicos. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>3.- En tiempo humano interpretamos (imaginamos) que cayó un asteroide y los dinosaurios perecieron de golpe. Pero estos eventos geológicos tienen una duración de miles a millones de años ¿Cuán larga fue la agonía para los dinosaurios? ¿Cuánto tardaron los ecosistemas con sus redes tróficas en recomponerse plenamente?</b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es complicado saber con precisión el tiempo que tardaron los dinosaurios en perecer tras la caída del asteroide, en parte por la discontinuidad cronológica del registro fósil y la dificultad intrínseca que lleva asociado datar materiales sedimentarios con “hilo fino”. Muchos otros parámetros como, por ejemplo, la posición de cada especie en la cadena trófica, sus hábitos alimenticios, hábitat o tamaño corporal, también influyeron sobre la respuesta de estos animales ante este evento cataclísmico. En este sentido, los lectores estarán interesados en consultar el ameno libro “<i>The last days of the dinosaurs</i>”, de Riley Black, en el que se desarrolla este asunto con meridiano detalle en un lenguaje accesible, pero no por ello carente del más absoluto rigor académico.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>4.- Algunos paleontólogos -como el conservador de paleontología de vertebrados del Museo de Historia Natural de Dinamarca Gilles Cluny- piensan que, dado que los mamíferos aparecieron casi contemporáneamente a los dinosaurios -<i>Adelobasileus cromptoni</i>, el primer proto-mamífero conocido hasta ahora, de hace 230 millones de años- y estuvieron el resto del Mesozoico diversificándose y extendiéndose pero "a la sombra", sin levantar cabeza, sus competidores los dinosaurios siguieron siendo ampliamente dominantes. Esta corriente de opinión defiende que si no hubiera sido por la extinción masiva del final del Cretácico, los dinosaurios o sus sucesores evolutivos hubieran continuado como grupo dominante, en contra de la creencia más general de que la catástrofe solo aceleró en el tiempo la extinción de los megarreptiles, y que la dominancia final de los mamíferos era solo cuestión de tiempo. Sabiendo que estamos haciendo paleontología-ficción ¿Qué hubiera pasado de no haberse producido la extinción en masa a final del Cretácico?</b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> Sí, estoy totalmente de acuerdo con el Dr. Cluny. Al menos según nuestros resultados, la ecología de los dinosaurios era tan robusta que resulta muy complicado creer que, en un escenario competitivo como el del Cretácico, los mamíferos pudiesen haberlos reemplazado sin la acción de una perturbación externa del calibre del impacto de Chicxulub. En cualquier caso, los procesos evolutivos se caracterizan por su contingencia intrínseca y hacer suposiciones sobre lo que hubiese podido ocurrir bajo otros parámetros resulta demasiado especulativo.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>5.- Recientemente se han descubierto evidencias fósiles de aves que convivían con los dinosaurios, lo que hace pensar que las aves no son "los últimos dinosaurios", sino una ramita cercana pero distinta del árbol de la vida que, de hecho, convivió con los dinosaurios y los sobrevivió (<a href="https://www.nature.com/articles/s41586-022-05445-y">aquí puede verse un artículo sobre el particular</a>). Realmente ¿cuánto ofrece el registro paleontológico hasta la fecha para poder apreciar la biodiversidad de aquel tiempo?</b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El registro fósil no es perfecto ni lo más mínimo. Por el contrario, adolece de sesgos relacionados con su discontinuidad cronológica o el potencial de conservación de distintos materiales y restos biológicos. “Las carcasas” de los organismos de mayor tamaño se conservan mejor, por ejemplo, que los pequeños restos óseos que en su momento podrían haber dejado pequeños vertebrados. Es por ello esencial encontrar herramientas que nos permitan corregir los sesgos inherentes al registro fósil y, con ello, ser capaces de reconstruir fielmente la diversidad de estos ecosistemas extintos.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>6.- Cuando <a href="https://ilevolucionista.blogspot.com/2009/10/lagartos-terribles-entrevista-paul.html?m=1">preguntamos a Paul Sereno</a> qué nos enseñan los dinosaurios sobre la historia de la vida? Nos respondió escueta y contundentemente: "<i>Que no puedes prepararte para un asteroide. La vida tiene un montón de vueltas y obstáculos interesantes e imprevisibles</i>". ¿Qué lección dirías que puede extraerse de la extinción de los dinosaurios que nos pueda servir de ayuda para mejorar nuestra relación con el medio ambiente natural? </b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">“La vida se abre camino”. Las catástrofes ecológicas también pueden configurarse como ventanas de oportunidad excepcionales. Que se lo digan a nuestros “pequeños” ancestros que, tras la calamidad que puso el broche final a la Era de los Dinosaurios, encontraron un mundo nuevo sobre el que lanzarse a la aventura.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>7.- La macrofauna dominante tras la desaparición de los dinosaurios son los mamíferos, y son una clase relativamente poco diversa a nivel de especies en comparación con algunas familias de plantas o de artrópodos. Solo la familia de las orquídeas tiene más número de especies (aprox. 25.000) que entre aves (aprox. 9.000) y mamíferos (aprox. 4.000) juntos. Y dentro de los mamíferos, nuestro género Homo solo nos incluye a nosotros como representantes vivos. Si se supone que la diversidad es tan favorable de cara a las posibilidades evolutivas futuras ¿Por qué la clase de los mamíferos y el género Homo son tan pobres en diversidad, al menos a nivel de especie?</b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Aquí debo responder exclusivamente en base a la ventana temporal que cubre nuestro estudio más reciente, evitando especulaciones sobre los patrones de diversificación de los mamíferos a lo largo del Cenozoico: Puede que en términos absolutos la diversidad taxonómica de los mamíferos fuese poco reseñable en relación con la de los dinosaurios, pero su diversificación ecológica fue realmente notable durante finales del Cretácico y estas fuertes dinámicas asociadas al nicho fueron fundamentales a la hora de conferirles mayor resiliencia (a nivel de comunidad) frente a perturbaciones exógenas, determinando su posterior éxito evolutivo tras la extinción, durante el Cenozoico. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>8.- El estudio de las cadenas tróficas ha demostrado ser la mejor aproximación al entendimiento de las relaciones ecológicas. La riqueza o pobreza de un ecosistema puede medirse por los eslabones de las cadenas tróficas. Obviamente los dinosaurios se encontraban en lo más alto de las cadenas tróficas en su tiempo, pero....¿cuántos escalones y cuán diversos había hacia abajo o en paralelo (mosquitos, hongos) en el ciclo de la vida? </b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Lo importante no es el número de escalones o niveles per se dentro de un ecosistema en particular. Incluso individuos de una misma especie pueden adoptar una posición trófica diferente a lo largo de su ciclo vital, en función de los cambios ontogenéticos que éstos experimenten. Debemos intentar ver la complejidad de un ecosistema desde la perspectiva de una araña, que cuidadosamente diseña y acomete la construcción de una compleja hilera de seda en el espacio. Esta concepción no es muy diferente de la que poseen los ecólogos que estudian los ecosistemas modernos y del pasado. La clave para comprender las relaciones recíprocas entre sus componentes y sus flujos de interrelación es intentar visualizar cada organismo dentro de una gran red de interacción, con múltiples niveles y peldaños que se solapan en el espacio y en el tiempo.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>9.- ¿Qué estas investigando ahora? ¿Qué proyectos tienes en marcha?</b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span face="sans-serif">Soy ecólogo de formación, biogeógrafo de profesión y “paleontólogo” por vocación. Mi actual línea de investigación agrupa estas tres disciplinas científicas que, durante muchos años, se han mantenido aisladas las unas de las otras. El objetivo que perseguimos es unificar estas áreas de conocimiento con estudios interdisciplinares que nos permitan caracterizar el pasado, para comprender nuestro presente y prever escenarios potenciales sobre el futuro.</span> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp2UP26RFpY4IewTj_uy3Aqkt94BFCeT33ubS66w5VFMw79tbMmTG6TqgH8ciPQtsESM0Eqx2AraWBl9eRuyiuD9OjeGG3fZhvGJG3BR13n2Uj9rhI66pWWOkqRiWrYsm4GSH_POgOMvelm9-Nzo3x5MxNA3z2VADVntqaZaH0LQsSjcw/s4585/4.nicheclimate%20dynamics.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2447" data-original-width="4585" height="342" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp2UP26RFpY4IewTj_uy3Aqkt94BFCeT33ubS66w5VFMw79tbMmTG6TqgH8ciPQtsESM0Eqx2AraWBl9eRuyiuD9OjeGG3fZhvGJG3BR13n2Uj9rhI66pWWOkqRiWrYsm4GSH_POgOMvelm9-Nzo3x5MxNA3z2VADVntqaZaH0LQsSjcw/w640-h342/4.nicheclimate%20dynamics.jpg" width="640" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Germánicohttp://www.blogger.com/profile/17058701287561040466noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-47767264356127957402022-12-12T17:09:00.000+01:002022-12-12T17:09:00.234+01:00Ser conscientes (entrevista a Anil Seth)<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipGhHlEYdr4yzWP88-HRZ595xp-M136X2UpG9wQgz9dz1R6kZv07YZXIiZGX3eld9-vzlJqcXUbR2x3adNLC82Ho1SZW9CpZvNaw3SGla-cw3omQd08DMLsN9ph3ZV3JUKB2mUhzKgBR7fR0qY19b-UjoWGzizDe8OOPxKbwdU8lIfJcI/s1240/Screen-Shot-2018-05-04-at-10.39.41-AM.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="826" data-original-width="1240" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipGhHlEYdr4yzWP88-HRZ595xp-M136X2UpG9wQgz9dz1R6kZv07YZXIiZGX3eld9-vzlJqcXUbR2x3adNLC82Ho1SZW9CpZvNaw3SGla-cw3omQd08DMLsN9ph3ZV3JUKB2mUhzKgBR7fR0qY19b-UjoWGzizDe8OOPxKbwdU8lIfJcI/w640-h426/Screen-Shot-2018-05-04-at-10.39.41-AM.png" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><span style="font-size: large;">Anil Seth</span></b></td></tr></tbody></table><br /><p><br /></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los seres vivos interactúan con su entorno para obtener los recursos que precisan para su supervivencia y evitar los peligros que la amenazan. Desde el principio mismo de la vida, al menos la celular, si es que hubo algo antes que merezca ser llamado vida, hubo un "dentro" organizado y un fuera con un orden distinto que de algún modo debía ser percibido, para desenvolverse en él, dado que un ser vivo no es autosuficiente, ni siquiera los autótrofos, que requieren agua, dioxido de carbono y sol, o alguno de entre ellos, los extremófilos que requieren determinados elementos o viven mejor donde abundan (azufre o sal, por ejemplo). </span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En los seres vivos unicelulares, que son la mayoría, existen mecanismos moleculares que, en su superficie, les permiten dirigirse allá donde se encuentran los ladrillos que les permitan organizar y reorganizar su estructura interna, para que siga siendo viable y pueda reproducirse.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Dichos mecanismos moleculares dan lugar a fenómenos tales como la fototaxia o la quimiotaxia: el organismo se mueve en la dirección en la que hay luz, en el primer caso, o mayor cantidad de determinados elementos o compuestos químicos, en el segundo. Estos receptores, a modo de resortes moleculares, constituyen la forma más primitiva de percepción, y sería osado pensar que son conscientes (o, mejor dicho, que hacen consciente a la célula de la que forman parte) en grado alguno. Parecen automatismos, al igual que todos los demás procesos dentro de las más elementales formas de vida. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los metazoos y las plantas y hongos pluricelulares parecen tener una mayor complejidad de cara a interpretar su entorno. Se mire como se mire la vida se ha ido volviendo más compleja y diversa, siendo complejidad y diversidad dos caras de una misma moneda. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Escalando hacia estructuras y funciones más diversos y complejos en entornos más complejos y diversos los seres vivos desarrollaron capacidades más ajustadas a los entornos crecientemente variados e intrincados. Se multiplicaban las oportunidades y los peligros para continuar cada cual su andadura, y la percepción no era algo que pudiese dejar de evolucionar hacia una mayor sofisticación y apertura y diversificación de vías de captación de estímulos. Y en algún momento todas esas vías debían confluir a un punto a modo de centralita en el que hablasen un mismo lenguaje químico, y pudiera generarse un mapa imperfecto pero ajustado a la supervivencia según las propias necesidades tróficas en un entorno cambiante. Un conato de consciencia era preciso, una sensibilidad como reacción de supervivencia a las percepciones unificadas. De ahí a la consciencia y autoconsciencia estimo que hay varios pasos, pero todos en una misma dirección, en un camino de perfeccionamiento para tener un mapa de alta fidelidad....a las necesidades del ser. La finalidad teleológicamente incorrecta era la consciencia del ser individual en el mundo, esa que todo humano que no haya sufrido serio daño neurológico tiene. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Durante la Historia de nuestras civilizaciones, e incluso en etapas previas como cazadores-recolectores, los humanos han sido agentes plenamente conscientes en su entorno, creando mapas mentales que acabaron tomando formas abstractas y categoriales comunicadas por el lenguaje. Así, el ego, el yo, que era una parte de la centralita de los sentidos, se convertía en una realidad superpuesta, paralela a lo percibido, y se proclamaba independiente del cuerpo y libre en sus actos. El ser humano tomó consciencia. Pero ¿de qué substancia está hecha esa consciencia? Siendo algo que es sentido como ajeno a lo exterior, su substancia se volatilizaba, o bien se volvía de otra naturaleza, intangible, primero, inmaterial después. Y nacía el alma, y con ella lo sobrenatural.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero todo eso no es más que una narrativa a grandes pinceladas de lo que podría haber sido la evolución de la consciencia. Seguimos ignorando cómo a partir de los procesos neurales emerge ese "<i>estar aquí</i>" ese "<i>ser</i>" ese "<i>yo</i>" que percibe un mundo multimedia que se antoja muy real, aunque externo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Son muchos los grandes pensadores y científicos que han intentado explicar la consciencia desde perspectivas dualistas o monistas, pero sus esfuerzos han dado muy poco fruto. Daban contra un muro, uno que el filósofo austrialiano <a href="https://ilevolucionista.blogspot.com/2008/06/la-consciencia-entrevista-david-j.html?m=1">David Chalmers</a> denominó problema difícil. Quizás no dijo imposible porque creía que quizás algún día pudiese de algún modo resolverse: ¿cómo percibimos y sentimos el mundo en una imagen unificada y coherente a partir de la actividad de nuestras neuronas? ¿De dónde sale ese fresco lleno de detalles de todo tipo y a todo color?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La aproximación al problema quizás fuera una de las causas de que no se pudiera alcanzar un conato de respuesta. ¿Por qué no bordear el muro? Dejemos el problema difícil y sigamos la senda que marca la ciencia, vayamos al <b style="font-style: italic;">problema real.</b> </span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhplWnkmZXL43__bchWwByqUbFesq0SjFkfREVxNEAes_d3bgbf37x2OgkVuNKJ5U5PR-F3s79Ngyl-BCjnps5brJkSaczAZ6HavKHUdfjTen5GiZ3wqafeczc2tZt9WtEKrI9xShLkDxkq1QV_1oIN1Zi4lU37NwCQz5rrLtXS1p1_tQ8/s2560/81hnpMoaHiL-1.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="2560" data-original-width="1665" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhplWnkmZXL43__bchWwByqUbFesq0SjFkfREVxNEAes_d3bgbf37x2OgkVuNKJ5U5PR-F3s79Ngyl-BCjnps5brJkSaczAZ6HavKHUdfjTen5GiZ3wqafeczc2tZt9WtEKrI9xShLkDxkq1QV_1oIN1Zi4lU37NwCQz5rrLtXS1p1_tQ8/s320/81hnpMoaHiL-1.jpg" width="208" /></span></a></div><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Anil Seth, Catedrático de Neurociencia Cognitiva y Computacional en la Universidad de Sussex, estudia la consciencia desde esta nueva aproximación que, básicamente, consiste en analizar detenidamente las propiedades de la consciencia: ¿qué hacemos, qué podemos hacer con ella? y cómo esta se manifiesta fenomenológicamente (¿cómo es eso de estar consciente?). Luego se hacen predicciones a partir de las teorías que se formulen y se intenta controlar los resultados observando los correlatos neurofisiológicos. Según el Profesor Seth el problema difícil se disolverá como un azucarillo, el muro habrá sido bordeado.</div></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Actualmente Anil Seth está trabajando en varios frentes pero ha puesto a disposición de todos aquellos interesados en contribuir al estudio de la consciencia una nueva herramienta para medir sus estados conscientes y reportarlos, de modo que se sumen a los otros cientos o miles de participantes y puedan sacarse algunos puntos comunes y característicos de los estados conscientes. El experimento en cuestión es <a href="https://perceptioncensus.dreamachine.world/"><b>The Perception Census</b></a>. Animamos a nuestros lectores a que vayan a echar un vistazo y participen.<br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Su libro <a href="https://www.amazon.es/Being-You-Inside-Story-Universe/dp/0571337708/ref=asc_df_0571337708/?tag=googshopes-21&linkCode=df0&hvadid=527780600836&hvpos=&hvnetw=g&hvrand=423896803064835059&hvpone=&hvptwo=&hvqmt=&hvdev=m&hvdvcmdl=&hvlocint=&hvlocphy=9047045&hvtargid=pla-1118269294446&psc=1">Being You</a> ha sido un gran éxito. En él habla con mucha mayor profundidad y extensión del tema que tratamos: la consciencia y su abordaje científico. El libro tendrá próxima edición en español por parte de <a href="https://www.sextopiso.es/">Sexto Piso</a>. Estará a la venta a partir de lunes 13 de Febrero de 2023.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El Profesor Anil Seth, extraordinariamente amable y generoso en sus respuestas nos ha visitado en La Nueva Ilustración Evolucionista. Quedamos conscientemente agradecidos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="color: #660000; font-family: verdana; font-size: large;"><u><b>In English:</b></u></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">1.- Consciousness seems to us to be
an apparently unsolvable mystery. Faced with the hard problem and the easy
problems of the study of consciousness posed by the philosopher David Chalmers,
you pose "the real problem". How much and in what way can we approach
consciousness with the approach you propose?</span></span></b></p><p class="MsoNormal"></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">The “real problem” approach is a way of
giving focus to methods used in consciousness research already for quite some
time, going back especially to the method of “neurophenomenology” pioneered by
Francisco Varela. The idea is that instead of facing the hard problem head-on,
and looking for the special sauce that magics consciousness out of mere
mechanism (or relaxing into the false comforts of panpsychism or strong
illusionism), we would be better advised to pay attention to the various
properties of consciousness – both functional (what consciousness allows us to
do) and phenomenological (what conscious experiences are like) – and then
iterate theory and experiment to <i>explain</i>, <i>predict</i>, and (ideally) <i>control</i>
these properties of consciousness in terms of underlying neurophysiological
mechanisms. This (explanation, prediction control) is what much of science
typically does, and in the case of consciousness my hope is that the hard
problem will not be solved, but rather be dissolved – maybe even disappearing altogether
in a puff of metaphysical smoke.</span></div><span lang="EN-GB"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><span style="color: black;">
<!--[if !supportLineBreakNewLine]-->
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></span></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="color: black;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Something like this has happened
before, in how we came to understand life. Instead of searching for an
inexistent spark-of-life (or deciding that life is fundamental, or that it doesn’t
exist), biologists of the day got on with the job of explaining, predicting,
and controlling properties of living systems (homeostasis, reproduction, and so
on) in terms of physics and chemistry. The hard problem of life wasn’t solved,
it was dissolved.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="color: black;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">How far will we get? This is impossible
to know at the stage we’re at. What I am confident about, though, is that by
following the real problem approach we will deepen our understanding of
consciousness, even if some residue of mystery remains – which it might well
do, for all sorts of reasons.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="color: black;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">2.- Consciousness turns out to be an
elaborate creation of the brain from an illusion of the senses (including
proprioception -we are embodied). However, it is an illusion that we can rely
on to a high degree from an evolutionary point of view, given that it has
allowed us to survive and leave offspring. What is the relationship, if we take
into account its evolutionary value, between the real world and the consciously
perceived world?</span></span></b></p><p class="MsoNormal"></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">The novelist Anaïs Nin has a terrific
answer to this question: We do not see the world as it is – we see it as we
are. The idea here is that perception is not a direct window onto an objective
mind-independent reality. It is a construction, a figment of the brain, but a
useful one – a creation that evolution (and development) has shaped to be
highly tuned to guide our behaviour. To expand on Nin: we perceive the world as
it is useful for us to do so, where utility can be largely understood in terms
of evolution. It’s important to recognise that this principle applies to
experiences of the ‘self’ too. These experiences are also constructions, that
are intimately tied to how the brain regulates and controls the body – both
externally (action) and internally (physiological homeostasis).</span></div><span lang="EN-GB"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><span style="color: black;"><div style="text-align: justify;">How does all this relate to reality? Kant said long ago that objective reality
is forever hidden behind a ‘sensory veil’, so that we can never really know. I
prefer to think that our perceptual world is both less than, and more than,
what’s really there. Experiences of colour are a good example. Out of just
three wavelengths of electromagnetic radiation – just a thin slice of this
dimension of objective reality – our brains create a universe of millions of
colours. And as with colour, so with other things.</div>
</span></span></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">3.- If we go one step further, trying
to create consciousness in intelligent machines, we stumble upon the senses and
sensations unified in a life project that constitute organisms. What are the
barriers that AI researchers face in order to achieve the "singularity"? </span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="color: black;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Well I’m not sure that the
“singularity”, as it has been described in philosophy, is a place we really
want to get to. In my understanding, the concept usually refers to a hypothetical
point at which AI bootstraps itself beyond human understanding and control.
This could be a good thing, I suppose (maybe climate catastrophe could be
averted), but it also has the potential to be a very bad thing indeed. Opinions
differ on the likelihood of it happening, and in particular about how easy it
will be to maintain a ‘kill switch’ to ensure that a sufficiently threatening
AI can be turned off. One important observation hereabouts is that the notion
of ‘human-level AI’ is a chimera. When and if AI reaches the general cognitive
competence of a human, it will immediately become superhuman because it will be
able to avail of all the benefits that computers already have – enormous
memories, high processing speed, access to the world’s entire knowledge store, and
so on.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="EN-GB" style="color: black;">The concept of the singularity is
separate from the idea of creating machine consciousness, which is also a
really bad idea, for different reasons: mostly, we don’t want to create at
industrial scale new potential for suffering.</span> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="color: black;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">It is striking how often these issues –
machine intelligence and machine consciousness – get confused. One of the roots
of this confusion is the assumption, which I believe is based on a residual
human exceptionalism, that consciousness and intelligence are necessarily tightly
correlated – or even different aspects of the same process. They aren’t. Consciousness
is about the capacity to have experience, and intelligence is the capacity to
meet goals with the right behaviours in complex situations. They are different
things. In my view, consciousness is more closely tied to life than it is to
intelligence, so perhaps conscious machines will also have to be living
machines.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">4.- If we look back in the history of
our species and in natural history in general, consciousness could be something
multiple, but present to a greater or lesser degree, in one form or another, in
different living beings. Could we speak of something like "multiple
consciousnesses"? </span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="EN-GB" style="color: black;">Well I think there is more than a
single dimension of consciousness, and that different living creatures can be
exhibit consciousness in many different ways. Even human beings likely live in
slightly different, individually unique subjective worlds, even when sharing
the same objective reality. This idea of ‘perceptual diversity’ is actually
something I’m exploring in a new project called </span><span lang="EN-GB"><a href="https://perceptioncensus.dreamachine.world/">The Perception Census</a></span><span lang="EN-GB" style="color: black;">, which is a citizen-science attempt to map out how
we each experience a unique world. It would be wonderful if your readers could
take part in it. I promise that it’s lots of fun. And also educational.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">5.- We may not know how consciousness
emerges from brain activity, but we can get an idea of when and how it might
emerge in living things, as Derek Denton suggested. What evolutionary pressures
might lead a living thing to need something like consciousness?</span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="EN-GB" style="color: black;">Denton here echoes the famous quote
from Theodosius Dobzhansky: “</span><span lang="EN-GB"><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Nothing_in_Biology_Makes_Sense_Except_in_the_Light_of_Evolution">nothing in
biology makes sense except in the light of evolution</a></span><span lang="EN-GB" style="color: black;">”. And here we have the important challenge of
establishing the functions of consciousness. There are some wonderful
suggestions out there in the recent literature, addressing this question, from
people like </span><span lang="EN-GB"><a href="https://mitpress.mit.edu/9780262039307/the-evolution-of-the-sensitive-soul/">Eva Jablonka
and Simona Ginsburg</a></span><span lang="EN-GB" style="color: black;">, and </span><span lang="EN-GB"><a href="https://mitpress.mit.edu/9780262534604/the-ancient-origins-of-consciousness/">Todd
Feinberg and Jon Mallatt</a></span><span lang="EN-GB" style="color: black;">
– as well as Derek Denton and others. My own view is that consciousness evolved
to bring together survival-relevant information, in the service of predictive
regulation of bodily physiology, in a multimodal format that emphasises
opportunities for action. On this view, a living creature will benefit from
consciousness when it needs to integrate all sorts of information into unified
scenes in order to guide many degrees of freedom in its (internal and external)
behavioural responses. Consciousness, here, is a response to environmental and
organismal complexity. But it is still not the same thing as intelligence. One
can imagine </span><span lang="EN-GB"><a href="https://mitpress.mit.edu/9780262039307/the-evolution-of-the-sensitive-soul/">an
evolutionary imperative to consciously experience pain</a></span><span lang="EN-GB" style="color: black;"> even in creatures that don’t stack up against the
loaded criteria of human intelligence.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><span lang="EN-GB">6.- You had an experience with
anaesthesia that I also experienced in a period of time when the blood stopped
flowing to my brain. There is nothing, no time, no space, no self. Others speak
of near-death experiences, or with psychedelic drugs and of something like a
universal consciousness, beyond and above the material. Is it possible that
there is something beyond the tangible, measurable and quantifiable that is
governed by the laws of physics?</span></b><span lang="EN-GB" style="color: black;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="color: black;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="color: black;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Well that’s always possible, but there
is no evidence for it – not in science, and certainly not from the content of
near-death or psychedelic experiences. To take unusual experiences of
‘universal consciousness’ as evidence that such things exist is to fatally
confuse ‘how things seem’ with ‘how things are’. The whole point of science,
and especially of consciousness research, is to get underneath this confusion
and explain how things seem <i>in terms of</i> how things are. And even if it
does turn out to be the case that there is something to consciousness beyond
the tangible and measurable, nothing follows from this.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">7.- What would differentiate consciousness
from self-consciousness and what steps would have to be taken from the former
to the latter in order to be truly One?</span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="color: black;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Another big question! As I mentioned
briefly above, the experience of self is itself another kind of perception (at
least that’s what I think), and it is possible to conceive of consciousness
without (most forms of) self-consciousness, though in my ‘beast machine’ theory
there would always be a very basic level of self-consciousness – the feeling of
being alive – which underwrites all other conscious experiences. As to how to
be ‘truly One’ I’m not quite sure what you mean, but if you mean the abolition
of self-consciousness, well I can think of a few things you can try. Years of
meditation would be one of them.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">8.- What kind of chimera is free
will?</span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="color: black;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">It is neither an illusion, nor is it
real. I think of free will as another variety of perception that is bound up in
the overall experience of selfhood. Again, it’s critical not to confuse how
things seem with how things are. Experiences of free will might seems to
indicate a causal power of consciousness over matter, but this is like saying
that experiences of red indicate that redness exists out there in the world in
a mind-independent way. In my view, experiences of free will are useful because
they highlight actions that are largely internally-caused, in terms of
alternative possibilities, and alignment with goals and beliefs. The usefulness
of feeling that ‘I could have done otherwise’ is not that you actually could
have done (you couldn’t’), but that next time, you might.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">9.- What is the mystery associated
with consciousness that you would like to unravel?</span></span></b></p><p><!--StartFragment-->
<!--EndFragment--></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="color: black;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Back to the basics. I would like the
sense of mystery to lift about how and why the electrified pâté inside our
skulls gives rise to, or is identical to, conscious experience. The hard
problem, in other words. But I think the route there is via the real problem,
and what I’m particularly interested in is how our questions about
consciousness might change along the way, rather than – or as well as – the
answers we come up with. Having new questions about an apparently mysterious
phenomenon may be the true benchmark of progress.<o:p></o:p></span></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="color: #660000; font-family: verdana; font-size: large;"><u>En español:</u></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>1.- La consciencia se presenta como un misterio aparentemente irresoluble. Frente al problema difícil y los problemas fáciles del estudio de la consciencia planteados por el filósofo David Chalmers, usted plantea "el verdadero problema". ¿Hasta qué punto y de qué manera podemos acercarnos a la consciencia con el enfoque que usted propone?</b><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Plantear el "problema real" es un manera de enfocar la consciencia desde los métodos utilizados en su investigación desde hace ya bastante tiempo, remontándonos en especial a la "neurofenomenología" de la que fue pionero Francisco Varela. La idea es que, en lugar de afrontar el problema difícil de frente y buscar esa salsa especial que hace mágica a la consciencia a partir del mero mecanismo subyacente (o relajarse en las falsas comodidades del panpsiquismo o el ilusionismo fuerte), sería mejor prestar atención a las diversas propiedades de la consciencia -tanto funcionales (lo que la consciencia nos permite hacer) como fenomenológicas (cómo son las experiencias conscientes)- y luego iterar la teoría y el experimento para explicar, predecir e (idealmente) controlar estas propiedades de la consciencia en términos de mecanismos neurofisiológicos subyacentes. Esto (dar una explicación, hacer una predicción y controlar) es lo que suele hacer gran parte de la ciencia, y en el caso de la consciencia mi esperanza es que el problema difícil no se resuelva, sino que más bien se disuelva, tal vez incluso desapareciendo por completo en una nube de humo metafísico.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Algo parecido ha ocurrido con anterioridad, en la forma en que llegamos a comprender la vida. En lugar de buscar una chispa de vida inexistente (o decidir que la vida es fundamental, o que no existe), los biólogos de la época se dedicaron a explicar, predecir y controlar las propiedades de los sistemas vivos (homeostasis, reproducción, etc.) en términos físicos y químicos. El problema difícil de la vida no se resolvió, se disolvió.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Hasta dónde llegaremos? Es imposible saberlo en la fase en la que nos encontramos en este momento. De lo que sí estoy seguro, sin embargo, es de que siguiendo el enfoque del problema real profundizaremos en nuestra comprensión de la consciencia, aunque quede algún residuo de misterio -que muy bien podría quedar, por todo tipo de razones.</span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">2.- La consciencia resulta ser una elaborada creación del cerebro a partir de una ilusión de los sentidos (incluida la propiocepción -ya que estamos encarnados). Sin embargo, es una ilusión en la que podemos confiar en alto grado desde un punto de vista evolucionista, dado que nos ha permitido sobrevivir y dejar descendencia. ¿Cuál es la relación, teniendo en cuenta su valor evolucionista, entre el mundo real y el mundo percibido conscientemente?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La novelista Anaïs Nin tiene una respuesta estupenda a esta pregunta: No vemos el mundo tal como es, lo vemos tal como somos. La cuestión aquí radica en que la percepción no es una ventana directa a una realidad objetiva independiente de la mente. Es una construcción, una invención del cerebro, pero una útil: una creación a la que la evolución (y el desarrollo) han dado forma para que esté finamente ajustada para guiar nuestro comportamiento. Para ampliar la idea de Nin podemos decir que percibimos el mundo en la medida en que nos resulta útil hacerlo, donde la utilidad puede entenderse en gran medida en términos evolucionistas. Es importante destacar que este principio también se aplica a las experiencias del "yo". Estas experiencias también son construcciones que están íntimamente ligadas al modo en que el cerebro regula y controla el cuerpo, tanto externamente (con la acción) como internamente (con la homeostasis fisiológica).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Cómo se relaciona todo esto con la realidad? Kant dijo hace tiempo que la realidad objetiva está siempre oculta tras un "velo sensorial", de modo que nunca podríamos conocerla realmente. Yo prefiero pensar que nuestro mundo perceptivo es a un tiempo menos y más que lo que realmente existe. La experiencia del color sería un buen ejemplo de ello. A partir de sólo tres longitudes de onda de radiación electromagnética -una pequeña porción de esa dimensión de la realidad objetiva- nuestro cerebro crea un universo de millones de colores. Y como ocurre con el color, ocurrirá con otras cosas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="color: #f44336;"> </span><b>3.- Si vamos un paso más allá, tratando de crear consciencia en máquinas inteligentes, tropezamos con los sentidos y sensaciones unificados en el proyecto de vida que constituyen los organismos. ¿Cuáles son las barreras a las que se enfrentan los investigadores de la IA para alcanzar la "singularidad"? </b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Vaya, no estoy muy seguro de que la "singularidad", tal y como ha sido descrita en filosofía, sea un lugar al que realmente queramos llegar. Según yo lo entiendo, el concepto suele referirse a un punto hipotético en el que la IA se superaría a sí misma, yendo más allá de la comprensión y el control humanos. Supongo que podría ser algo bueno (tal vez podría evitarse la catástrofe climática), pero también tiene el potencial de ser algo muy malo. Las opiniones difieren sobre las probabilidades de que esto ocurra y, en particular, sobre lo fácil que sería mantener un "interruptor de apagado" que garantizase que una IA lo suficientemente amenazadora pudiera ser desactivada. Una observación importante al respecto es que la noción de una "IA a nivel humano" es una quimera. Cuando la IA alcance la competencia cognitiva general de un ser humano, se convertirá inmediatamente en sobrehumana porque podrá aprovecharse de todas las ventajas de las que ya disponen los ordenadores: enorme memoria, alta velocidad de procesamiento, acceso a todo el acervo de conocimientos del mundo, etc.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El concepto de singularidad es independiente de la idea de crear máquinas conscientes, lo cual es también una muy mala idea, por diferentes razones: principalmente porque no queremos crear a escala industrial un nuevo potencial de sufrimiento.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es sorprendente la frecuencia con la que se confunden estas cuestiones: la inteligencia y la consciencia de las máquinas. Una de las raíces de esta confusión es la suposición, que creo que se basa en un excepcionalismo humano residual, de que consciencia e inteligencia están necesariamente correlacionadas de forma estrecha, o incluso que son aspectos diferentes del mismo proceso. No es así. La consciencia es la capacidad de tener experiencias, y la inteligencia es la capacidad de alcanzar objetivos con los comportamientos adecuados en situaciones complejas. Son cosas por completo diferentes. En mi opinión, la consciencia está más ligada a la vida que a la inteligencia, así que quizá las máquinas conscientes también tendrían que ser máquinas vivas.</span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">4.- Si miramos hacia atrás en la historia de nuestra especie y en la historia natural en general, la consciencia podría ser algo múltiple, pero presente en mayor o menor grado, de una forma u otra, en diferentes seres vivos. ¿Podría hablarse entonces de algo así como "consciencias múltiples"? </span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Bueno, yo creo que hay más que una única dimensión de la consciencia, y que distintos seres vivos pueden exhibir la consciencia de formas muy diferentes. Incluso es probable que los seres humanos vivan en mundos subjetivos ligeramente diferentes, individualmente únicos, aunque compartan la misma realidad objetiva. Esta idea de "diversidad perceptiva" es algo que estoy explorando en un nuevo proyecto llamado <a href="https://perceptioncensus.dreamachine.world/">Censo de la Percepción</a>: se trata de un intento de ciencia ciudadana de trazar un mapa de cómo cada uno de nosotros experimenta un mundo único. Sería estupendo que sus lectores participaran en él. Prometo que será muy divertido. Y también educativo.</span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">5.- Puede que no sepamos cómo surge la conciencia a partir de la actividad cerebral, pero podemos hacernos una idea de cuándo y cómo podría surgir en los seres vivos, como sugirió Derek Denton. ¿Qué presiones evolutivas podrían llevar a un ser vivo a necesitar algo como la consciencia?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Denton hace eco aquí de la famosa cita de Theodosius Dobzhansky: "<i><a href="https://en.m.wikipedia.org/wiki/Nothing_in_Biology_Makes_Sense_Except_in_the_Light_of_Evolution">nada en biología tiene sentido si no es a la luz de la evolución</a></i>". Y aquí nos encontramos ante el importante reto de establecer las funciones de la consciencia. Hay algunas sugerencias maravillosas de la literatura científica reciente que abordan esta cuestión, de gente como <a href="https://mitpress.mit.edu/9780262039307/the-evolution-of-the-sensitive-soul/">Eva Jablonka y Simona Ginsburg</a>, o <a href="https://mitpress.mit.edu/9780262534604/the-ancient-origins-of-consciousness/">Todd Feinberg y Jon Mallatt</a> - así como el propio Derek Denton y otros. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Mi opinión personal es que la consciencia evolucionó para reunir información relevante para la supervivencia, al servicio de la regulación predictiva de la fisiología corporal, en un formato multimodal que enfatiza las oportunidades para la acción. Desde este punto de vista, un ser vivo se beneficiaría de la consciencia cuando necesitara integrar todo tipo de información en escenas unificadas para guiar con muchos grados de libertad sus respuestas conductuales (internas y externas). En este caso, la consciencia sería una respuesta a la complejidad del entorno y del organismo. Pero no es lo mismo que la inteligencia. Cabe imaginar, por ejemplo, <a href="https://mitpress.mit.edu/9780262039307/the-evolution-of-the-sensitive-soul/">un imperativo evolutivo para experimentar dolor de forma consciente</a> incluso en criaturas que no se ajusten a los fuertes criterios de la inteligencia humana.</span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">6.- Usted tuvo una experiencia con la anestesia que yo también experimenté durante un periodo de tiempo en el que la sangre dejó de fluir a mi cerebro. No hay nada, ni tiempo, ni espacio, ni yo. Otros hablan de experiencias cercanas a la muerte, o con drogas psicodélicas y de algo así como una consciencia universal, más allá y por encima de lo material. ¿Es posible que haya algo más allá de lo tangible, medible y cuantificable que se rige por las leyes de la física?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ciertamente siempre es posible, pero no hay ninguna prueba de ello, ni en ciencia ni, desde luego, en el contenido de las experiencias cercanas a la muerte o las experiencias psicodélicas. Tomar estas inusuales experiencias de "consciencia universal" como una prueba de que tal cosa exista implica confundir fatalmente "cómo parecen las cosas" con "cómo son las cosas". El objetivo de la ciencia, y especialmente en la investigación de la consciencia, es llegar al fondo de esta confusión y explicar cómo parecen las cosas en términos de cómo son realmente las cosas. E incluso si resulta que hubiera algo en la consciencia más allá de lo tangible y medible, no se puede deducir nada de ello.</span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">7.- ¿Qué diferenciaría la consciencia de la autoconsciencia y qué pasos habría que dar de la primera a la segunda para ser verdaderamente Uno?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¡Otra buena pregunta! Como he mencionado brevemente más arriba, la experiencia del yo es en sí misma otro tipo de percepción (al menos eso es lo que yo pienso), y es posible concebir la consciencia sin (la mayoría de las formas de) autoconsciencia, aunque en mi teoría de la "máquina bestial" siempre habría un nivel muy básico de autoconsciencia -la sensación de estar vivo- que subyace a todas las demás experiencias conscientes. En cuanto a cómo ser "verdaderamente Uno", no estoy muy seguro de a qué podrías estr refiriéndote, pero si sugieres la abolición de la autoconsciencia, se me ocurren algunas cosas que puedes intentar. Unos años de meditación serían una de ellas.</span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">8.- ¿Qué clase de quimera es el libre albedrío?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ni es una ilusión, ni es real. Pienso en el libre albedrío como otra variedad de percepción que está ligada a la experiencia general del "ser yo". Nuevamente es fundamental que no confundamos cómo parecen las cosas con cómo son realmente las cosas. La experiencia del libre albedrío podría parecer que indica un poder causal de la consciencia sobre la materia, pero esto sería como decir que las experiencias de rojo indican que el rojo existe en el mundo de forma independiente de la mente. Según lo veo yo, las experiencias de libre albedrío son útiles porque ponen de relieve acciones que son en gran medida causadas desde nuestro interior, dentro de los términos de una serie de posibilidades alternativas y en alineación con objetivos y creencias. La utilidad de sentir que "podría haber hecho otra cosa" no está realmente en que hubieras podido hacerlo (no hubieras podido), sino en que la próxima vez podrías hacerlo.</span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">9.- ¿Cuál es el misterio relativo a la consciencia que te gustaría desentrañar?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Volver a lo básico. Me gustaría que el sentido del misterio se levantara sobre cómo y por qué el paté electrificado dentro de nuestros cráneos da lugar a, o es idéntico a, la experiencia consciente. El problema difícil, en otras palabras. Pero creo que el camino pasa primero por el verdadero problema, y lo que me interesa especialmente es cómo pueden cambiar nuestras preguntas sobre la consciencia a lo largo del camino, más que -o al mismo tiempo que- las respuestas que encontremos. Tener nuevas preguntas sobre un fenómeno aparentemente misterioso puede ser el verdadero referente del progreso.</span></p>Germánicohttp://www.blogger.com/profile/17058701287561040466noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-23588354065010549312022-12-10T12:58:00.000+01:002022-12-10T12:58:37.750+01:008.000 maneras de morir (entrevista a Sergio Parra)<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: justify;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpG9V-trIG7xUXGd8x27X_dHpvnzfuYJiMVBA-QnylbzMDam3JYn7Xii6An_i5FDaTjNbKWq7c4OJcjuPhacGvA6ZEaGw_PU3Tl0fGwVNL9Px8hqizpcd6lrrYaDsfNxCbi4OQTp0GmYR6J5U4YCtrwOpBVgp_AE8qbj3gpj1kpozsk0o/s802/IMG_5253.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="802" data-original-width="621" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpG9V-trIG7xUXGd8x27X_dHpvnzfuYJiMVBA-QnylbzMDam3JYn7Xii6An_i5FDaTjNbKWq7c4OJcjuPhacGvA6ZEaGw_PU3Tl0fGwVNL9Px8hqizpcd6lrrYaDsfNxCbi4OQTp0GmYR6J5U4YCtrwOpBVgp_AE8qbj3gpj1kpozsk0o/w248-h320/IMG_5253.jpg" width="248" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><span style="font-size: large;">Sergio Parra</span></b></td></tr></tbody></table></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los seres humanos procuramos no pensar demasiado en la muerte, por mucho que sea la conclusión <i>lógica</i> de la vida. Imaginamos vidas más allá del cuerpo que <i>somos</i>, diciéndonos a nosotros mismos que, en realidad, <i>somos</i> más que ese cuerpo, y éste es sólo el cascarón que se rompe en el nacimiento a una nueva vida. Pero pese a todas nuestras evasiones metafísicas frente a lo que un personaje de Tom Sharpe calificaba como "la gran certidumbre", la muerte nos alcanzará en nuestra huída, de una u otra forma, y la tememos no tanto por sí misma como por cuándo y cómo nos llegará. Y en eso la muerte es la gran incertidumbre, y nuestra imaginación ya no se proyecta en el más allá sino en el más acá, y lo hace con las "imágenes" que más facilmente nos vienen a la cabeza, en un <i><a href="https://psicologiaymente.com/psicologia/sesgo-disponibilidad">sesgo de disponibilidad</a></i> que tira con fuerza de la campana de la amigdala, que resuena de tal forma que hace temblar nuestro cuerpo entero. ¿Qué imágenes invaden nuestra mente cuando pensamos en los riesgos de perder la vida que nos rodean? ¿Qué entornos son más seguros? ¿Qué comportamientos son más peligrosos para nuestra existencia? ¿Es cierto eso de que donde está el cuerpo está el peligro? </span></div><p></p><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ciertamente se puede ser dualista en lo que se refiere a la relación mente-cuerpo al menos en un sentido: lo que la mente percibe como más letal, lo que suscita en ella un terror cerval, es probablemente lo que nuestro cuerpo tenga menos probabilidades de sufrir en sus carnes. Lo más seguro es que muramos de algo de lo que no nos hacemos una idea clara, algo que, hasta que se manifiesta de una forma indudablemente fatal, ha pasado inadvertido para nuestro sistema de alarma y que, por tanto, de alguna manera, nos pille de sorpresa, acaso por ser tan corriente y moliente como una gripe, un coágulo en la sangre o un estado de ánimo de desesperación. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero cuando nuestro "yo mental" de nuestro dualismo cuasicartesiano mira a la gran pantalla de nuestro tiempo, hecha con los mimbres de las redes sociales y los medios de comunicación de masas, y su contenido, que está perfectamente enfocado a lo inusual y hacia lo tremendo, cuando no a lo extrambótico (porque nos quieren emocionar para entretener y mantener en vilo) quedamos automáticamente "infoxicados" y tomamos por real, cual los humanos de la caverna de Platón, las imágenes que se proyectan ante nuestros ojos. El mundo es un lugar muy peligroso....y si a uno le preguntan por los mayores peligros a los que nos enfrentamos suele hablar de lo que ha visto en la gigantesca pantalla que se proyecta en nuestra mente creando una realidad paralela.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los pertubados asesinos en <i>serie</i> dan buen material para hacer perturbadoras <i>series</i>, los terroristas suicidas segan menos vidas que los suicidios corrientes, los asesinatos en masa matan menos que la soledad, y los venenos puros menos que los alimentos que nos intoxican lentamente. Ah, y los más letales enemigos de la humanidad no son grandes terremotos, huracanes e inundaciones u otros fenómenos naturales que avanzan con pies de gigante aplastando todo a su paso, sino criaturas invisibles que viven en nosotros. Y de las criaturas visibles vigile a su leal perro y deje de ver al lobo feroz.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La muerte es más probable que sea causada por un proceso interno que por un accidente o ataque sobrevenido, y más probable que nos venga, por tanto, de nosotros mismos que de la mano de terceros, y de enfermedades que de traumatismos. Alguien decía que eran preferibles el riesgo y el miedo al aburrimiento, pero el aburrimiento se impone por doquier, y existe incluso el miedo al aburrimiento, porque también el aburrimiento, si se prolonga, nos mata.... y no sólo de aburrimiento.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjl2tL_Y2kurTDKwiq64P0o-_sYJiqh410TXjFSsFajYt_zxVHHTF3G9M7xUnAORv7Ymdz1b0vq40CNToK9rkBUIMN1DUlmtfzZeNnmIjH1ADbcooAgyw6Ua09nXvgaY4v0MwqtWJj46jxUf7M3IcGqz0EPLF05S7M4dy0mZcIxEZuRZoo/s499/41BHqHVUNsL._SX345_BO1,204,203,200_.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="499" data-original-width="347" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjl2tL_Y2kurTDKwiq64P0o-_sYJiqh410TXjFSsFajYt_zxVHHTF3G9M7xUnAORv7Ymdz1b0vq40CNToK9rkBUIMN1DUlmtfzZeNnmIjH1ADbcooAgyw6Ua09nXvgaY4v0MwqtWJj46jxUf7M3IcGqz0EPLF05S7M4dy0mZcIxEZuRZoo/s320/41BHqHVUNsL._SX345_BO1,204,203,200_.jpg" width="223" /></a></div><br />Con cierto grado de certidumbre se puede decir que usted no morirá asesinado ni por una explosión de gas. Su corazón es muy probable que se pare sin necesidad de que previamente su cuerpo caiga desde un acantilado. Cada día que vivimos, como decía Séneca, es un día que ganamos a la muerte, hacia la cual avanzamos en filas cerradas, como dijo, milenios después de morir Séneca, Henry Miller. Séneca tuvo un suicidio obligado, Miller murió por problemas circulatorios. Eran épocas distintas, y riesgos distintos aquellos a los que respectivamente estaban expuestos.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Sergio Parra es un brillante divulgador de ciencia (además de literato)y no puede dejar de observar cuán poco coinciden nuestros temores con nuestras calamidades, tras echar un vistazo a las estadísticas. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En un intento de combatir miedos irracionales o no tan racionales como otros miedos, observa que nuestros miedos más irracionales son explotados políticamente, a través de los medios, de <i>esa</i> gran pantalla omnipresente de nuestro tiempo, aún reducida al tamaño de un dispositivo móvil, para condicionar nuestras emociones e incluso nuestro voto. ¿Cuántas muertes hay por violencia de género? ¿Cuántos asesinatos cometen los inmigrantes? Por ejemplo. Y pone números absolutos y relativos sobre el tapete, la suerte está echada. Y las cartas de la parca no están marcadas. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Así, en su última obra de divulgación: <b><a href="https://www.casadellibro.com/libro-de-que-no-te-vas-a-morir/9789916968567/13050331">De que (no) te vas a morir</a></b>, compara causas de muerte reales e imaginarias para ponderar racionalmente lo que deberíamos temer principalmente (sin dejar por supuesto de tener precauciones con todo lo demás). </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Sergio Parra ha tenido la inmensa amabilidad de respondernos unas preguntas sobre su último libro y algunos temas relacionados. Pero obviamente donde podrán informarse mejor sobre de qué no van a morir es en su libro del mismo título, de muy recomendable lectura.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-weight: bold; text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><b><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">1.- Lo primero de todo es que somos el primer ser vivo conocido (por nosotros) que toma plena consciencia de su mortalidad, lo cual, en cierto sentido, nos hace humanos: valoramos más la vida porque es finita. Nuestra negación de la muerte toma muchas formas, una de ellas que la ocultamos. Muchos de quienes mueren lo hacen en hospitales, entrando por la puerta o en una ambulancia. Así, los que mueren por las causas más habituales no tienen tanta visibilidad como quienes lo hacen en un tremebundo accidente, una catástrofe o calamidad pública o en medio del ruido de un enfrentamiento. El estruendo también llama a la noticia, se altera gravemente el orden de las cosas, se rompen expectativas, se sorprende desagradablemente a todos. ¿Concedemos a ciertas muertes mayor atención por ser más bruscas e inesperadas?</span></b></div></b><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Naturalmente, otorgamos más importancia a unas muertes respecto a otras como también otorgamos más importancia a unos hechos frente a otros. Es inevitable porque no tenemos capacidad cognitiva suficiente para asimilar todos los hechos que nos rodean. Tomamos atajos. Discriminamos. Seleccionamos. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los criterios para realizar esta selección dependen de muchos factores. A veces es la empatía, que es una suerte de foco que ilumina un hecho o una persona a costa de dejar en penumbra al resto. Por ejemplo, invertimos más tiempo y mayor carga emocional en hechos o personas que a medida que estos estén más próximos a nosotros tanto a nivel geográfico como cultural o hasta genético. O como lo resumió con cierta retranca aritmética el biólogo J.B.S. Haldane: "sacrificaría mi vida a cambio de tres hermanos o de nueve primos".</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">También nos resulta más sencillo comprometernos con un hecho luctuoso aislado o la suerte de una persona individual o pocas de ellas antes que una miríada de hechos interconectados entre sí o la suerte de miles de personas. Es lo que algunos llaman “insensibilización psicofísica”. Lo que está retroalimentado nuestra incapacidad para procesar grandes números (ya sean de personas o de cosas), que cristaliza en lo que se llama “efecto de la víctima identificable”.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Accesoriamente, pueden entrar en marcha otra serie de sesgos. Por ejemplo, los hechos estadísticamente menos comunes llaman más nuestra atención porque estamos diseñados para captar irregularidades en los patrones. También hay eventos que están conectados a miedos instintivos (si nuestros antepasados tenían miedo a determinadas criaturas, por ejemplo, tenían también mayor probabilidad de supervivencia). Y hay personas que no sintonizan tanto con nuestra cosmovisión o nuestra orientación moral o política que sencillamente creemos que no sufren tanto como nosotros y/o que merecen su sufrimiento, lo cual también favorece una menor implicación. Un ejemplo muy actual: en España hay entre diez y trece veces más suicidios que homicidios, pero nos conciernen más los homicidios; y a su vez hay el doble de homicidios de hombres que de mujeres; pero nos conciernen más los de las mujeres.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Para resumir cómo los peligros que matan a la gente son distintos a los peligros que suscitan miedo a la gente, el sociólogo Peter Sandman lo ha formulado con una sencilla ecuación: riesgo = peligro + escándalo. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">2.- Una amigdala ancestral que orienta la atención imperiosamente hacia los potenciales peligros, sometida a un bombardeo de estímulos diseñados para llamar nuestra atención a través de los medios de comunicación y las redes sociales en la era de las nuevas tecnologías, hacen un cóctel explosivo. Se forma un círculo vicioso entre quienes quieren captar nuestra atención y nuestro cerebro hiperactivado por ciertos estímulos. Es como un nudo gordiano ¿Cómo podemos deshacerlo (parece imposible) o cortarlo? </span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Cada vez hay menos homicidios, hay menos accidentes, hay guerras menos cruentas, aumenta la esperanza de vida. Sin embargo, cada vez tenemos más miedo. En parte, esto sucede porque los riesgos son cada vez menores, así que las calamidades llaman más la atención porque son mucho menos habituales. Es lo que algunos llaman “fluencia del concepto”. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Además, la amígdala, una estructura que de nuestro cerebro que es una especie centinela de los peligros que nos rodean, está moldeada por los miedos más instintivos programados en nuestros cerebros por evidentes razones evolutivas: temer al daño físico (violencia provocada por personas, animales o fuerzas de la naturaleza), a la cautividad (reclusión, pérdida de libertad) y al veneno (sustancias invisibles que pueden intoxicar o envenenar) permitieron que nuestros antepasados sobrevivieran y se perpetuaran.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En la actualidad, la percepción de estos peligros continúa anidando en nuestro cerebro, pero ya no resultan útiles en el Primer Mundo. Los medios de comunicación del Primer Mundo, sin embargo, dedican mucho tiempo a esos tres miedos atávicos que hoy en día son muy poco frecuentes a nivel estadístico, distorsionando tanto su frecuencia como su envergadura. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Habida cuenta de que los medios de comunicación basan su modelo de negocio en captar nuestra atención, esto ha desencadenado una batalla entre los medios por presentar las noticias que tengan mayor carga dramática, es decir, que las llamen la atención en este nuevo ecosistema de la economía de la atención. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es como la serpiente uróboros. Un problema sistémico que no tiene fácil solución. Y tampoco podemos obligar a los medios, los políticos y los creadores de opinión a no hablar de los temas que ellos creen importantes (o intuyen que pueden interesar al público). Lamentablemente, soy escéptico con las posibles soluciones. Y sospecho que cada vez va a ser peor. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">3.- Nuestra mente, como señalaban Khaneman y Tversky, no están particularmente diseñadas para los grandes números, las estadísticas y la probabilidad. Pinker matiza sin embargo, a partir de estudios de campo con cazadores-recolectores, que en ciertos entornos de supervivencia somos buenos estimando probabilidades. Sin embargo esos entornos nada tienen que ver con el actual, en el que hace mejores inferencias a partir del Big Data un algoritmo que un tipo pensando racionalmente sobre un caso particular (e incapaz de procesar y analizar Big Data). Si dejamos que las máquinas decidan por nosotros...¿haremos oídos sordos para aferrarnos a lo que deseamos sea más probable, especialmente si nuestra vida está en juego? </span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esta pregunta no tiene fácil respuesta porque entra de lleno en el factor humano, que a menudo es impredecible. La historia de la tecnología está llena de fracasos calamitosos en este sentido. Por ejemplo, con el advenimiento de la locomotora, muchos decían que nadie querría viajar tan rápido (porque tampoco nadie podía imaginar qué incentivos existirían para ir tan lejos). Cuando nació el teléfono, se dijo que este vulneraría de tal modo la privacidad que no sería aceptado por la mayor parte de la gente. Lo mismo pasó con los ordenadores personales. Con internet. Con el smartphone. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Así que, llegados al punto de pronosticar si acabaremos cediendo parte de nuestra autonomía y nuestra intuición a una tecnología cualquiera, aceptando que somos inequívocamente imperfectos, mi respuesta es que no lo sé. De lo que sí tengo certeza es que lo llevamos haciendo desde hace mucho tiempo. Confiamos en el piloto automático de un avión. Cuando se generalice la conducción autónoma y el número de accidentes se reduzca significativamente, también confiaremos en ella. Ya hay muchos algoritmos que sustituyen muchas actividades repetitivas reduciendo costes y riesgos. Pero, en contraposición, a pesar de que sabemos que los ensayos de doble ciego son más eficaces a la hora de saber si un medicamento es eficaz, nos seguimos fiando del vecino o de nuestra intuición y, por ejemplo, consumimos homeopatía. Somos animales políticos y sociales. Nuestra parte humana siempre ejercerá de contrapeso, aunque muchas veces nos hayamos equivocado a la hora de pronosticar hasta qué punto y de qué forma. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">4.- Desde la perspectiva evolucionista cometer errores de tipo I (falso positivo de un peligro) es preferible a cometerlos del tipo II (falso negativo). Mejor asustarse con una cadena de moto en el suelo del parking que pasar delante de una serpiente venenosa y pensar que es una rama. El interruptor de la amigdala se enciende muchas veces pero el riesgo real de morir o sufrir grave daño disminuye notablemente. ¿Es la ansiedad (muchas veces crónica) el peaje que tenemos que pagar por estar vivos en un entorno potencialmente hostil? ¿Hemos de mantener una razonable irracionalidad? </span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Este tema es muy interesante porque muchas personas, al echar un vistazo a mi libro, me preguntan si es un manual para vivir más tiempo o evitar los verdaderos riesgos. Entonces les respondo que incluso yo, que me he pasado cuatro años leyendo estadísticas para escribirlo, me muero de miedo si hay turbulencias en el avión. O si me entero por las noticias de que en mi barrio hay un asesino suelto. Incluso nadaré despavorido hacia la orilla si veo a un tiburón. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es decir: hasta cierto punto, todos vamos a seguir siendo así. El libro, si acaso, es una explicación de cómo es verdaderamente el mundo. Es como si fuera un libro sobre las sustancias neuroquímicas que se producen durante el enamoramiento. Aunque lo leas, continuarás enamorándote. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Siendo un poco optimista, espero que esta clase de reflexiones no sirvan tanto para nosotros, en el día a día, como a la hora de escoger a nuestros representantes o determinar si hay que invertir más o menos recursos en un problema. Citando de nuevo a Kahneman en Pensar rápido, pensar despacio, aunque muchos nos asustemos de forma automática frente al avistamiento de un tiburón (pensamiento rápido), luego podemos declinar la inversión de millones de euros en el control de tiburones (pensamiento lento) habida cuenta de que no es un problema estadísticamente significativo. Así que mi esperanza con De qué (no) te vas a morir es que sirva una especie de sistema de defensa contra la demagogia.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por otro lado, los riesgos también son dinámicos. En el libro muestro que los perros matan a más personas que los tiburones. Pero eso ocurre porque interactuamos más con perros que con tiburones. Si un puñado de lectores profundamente persuadido por las estadísticas se lanzara a nadar con tiburones todo el verano porque apenas causan víctimas en el mundo… probablemente el número de víctimas aumentaría. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En conclusión, los sesgos, los instintos, los atajos, las heurísticas no siempre funcionan, pero muchas otras veces sí lo hacen. Lo difícil es saber cuándo hacer caso a lo que sentimos y lo que podemos saber. Incluso saber qué clase de vida queremos llevar, si una más basada en lo que sentimos o en lo que podemos saber.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">5.- Hemos alcanzado los 8.000.000 millones de habitantes en la tierra y se estima que hay en torno a 8.000 maneras en las que podemos morir. Por mantener el número, veamos, a nivel global ¿cuáles son las 8 maneras de morir más comunes? ¿Cuáles son las 8 maneras de morir que más nos obsesionan? ¿Algunas están presentes en ambas listas?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La mayoría de las principales causas de muerte en el Primer Mundo surgen de enfermedades por desajuste evolutivo, es decir, rasgos evolucionados que alguna vez fueron ventajosos pero que se volvieron desventajas debido a cambios en el medio ambiente. Por ejemplo: nos sentimos más atraídos por los alimentos muy calóricos porque solo sobrevivieron, en un pasado donde había escasez, quienes se alimentaban de alimentos muy calóricos (grasas y azúcares). Ahora, sin embargo, vivimos en un mundo de abundancia, pero nuestros rasgos no han evolucionado, lo que propicia problemas de salud asociados al consumo excesivo de grasas y azúcares.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por eso, entre los primeros puestos en la mayoría de países están siempre estas causas de muerte: enfermedad isquémica del corazón, problemas cerebrovasculares, cáncer, demencia, insuficiencia cardíaca, hipertensión, enfermedades crónicas de las vías respiratorias o neumonía. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Sin embargo, las causas de muerte que más nos preocupan son, por orden ascendente, el terrorismo, los homicidios, los suicidios, la neumonía, la diabetes, la apoplejía, el azlheimer, enfermedades respiratorias, accidentes y cáncer. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Como podemos ver, algunas están presentes en ambas listas, así que no andamos tan desencaminados, después de todo. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">A este respecto, en el libro refiero un proyecto de la Universidad de Oxford llamado OurWorldindata, que hizo una comparación entre búsquedas de Google y datos estadísticos de muerte. Descubrió cosas como que la tercera parte de las muertes en Estados Unidos son por enfermedades cardiovasculares y sin embargo solo aparecen en el 2-3% de las búsquedas de Google y poco más en los medios de comunicación (The New York Times y The Guardian). Y al contrario, las muertes violentas son menos del 3 % del total y ocupan más del 60% de la cobertura en medios.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>6.- Los medios y el arte y la narrativa (también la audiovisual, el cine en particular), incluso los videojuegos, apuestan por las historias y dinámicas de violencia y miedo, porque gustan. Algunos incluso se preguntan si la vida no sería un auténtico aburrimiento, incluso una no-vida, si no hubiera malos y males que tratar de enfrentar (violencia) o evitar (miedo). Como dice Bunbury en Las Consecuencias: "¿Por qué siempre conviene alegrar a la gente? / también de vez en cuando / está bien...asustar un poco". ¿No será ese sesgo humano hacia lo terrible, hacia lo dramático, una adaptación a un mundo en el que nunca se puede bajar la guardia?</b> </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Sin duda, es un sesgo que parece que nos ha mantenido con vida. Al menos, hasta ahora. Sin embargo, creo que mucho de nuestro placer a la hora de consumir historias de violencia o miedo tiene también otro origen. La posibilidad de experimentar todo eso sin exponernos a riesgos de verdad. Nos gustan las historias, también las que nos lo hacen pasar mal, porque es una forma de entrenarnos para la vida real, y también una manera de pensar contractualmente, en el sentido de: ¿qué habría hecho yo en tal situación?</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El aburrimiento también es un tema muy interesante. En aras de buscar emociones, a veces todos tendemos a ser un poco quijotescos y la emprendemos incluso contra molinos que creemos gigantes que deben ser abatidos. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">7.- Vivimos tiempos de incertidumbre, y aunque todas las épocas lo sean en mayor o menor medida la nuestra es una etapa histórica en la que, por un lado, vivimos mejor que nunca, y por otro vemos el apocalipsis a la vuelta de cada esquina. Cuanto más seguros estamos más miedo tenemos. Los políticos juegan con nuestras vulnerabilidades para ganar nuestro voto, el miedo es, que duda cabe, su aliado. Pero la cuestión estriba en cúales de esos miedos (que nos hablan no ya de nuestra muerte individual, sino de nuestra decadencia y caída o incluso lenta extinción y sobre el colapso de la Civilización) tienen un fundamento suficientemente sólido. Cuando los datos no son enteramente concluyentes ¿hemos de abandonarnos a nuestras filias y fobias y votar desde las entrañas? Siendo la incertidumbre algo tan omnipresente ¿no decidimos a cada paso guiados por las entrañas?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El problema de los escenarios con alta incertidumbre es que los datos nunca son concluyentes. Los problemas complejos no pueden resolverse con recetas o algoritmos fijos. Porque cualquier actuación, cambia la naturaleza del problema problema. Es decir, que los problemas complejos son dinámicos, luego las soluciones también deben serlo. Hacer pequeñas pruebas, ver cómo se comporta el sistema y seguir adelante o cambiar de dirección.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En ese sentido, no solo debemos temer a los mesías o los solucionadores de problemas complejos con soluciones fijas y sencillas, sino también a los expertos que tienen una lupa demasiado centrada en su especialidad. Además, también necesitamos a orquestadores, personas con miradas más amplias capaces de entender el problema desde todos sus puntos. Por ejemplo, si se produce una pandemia, el experto en economía proporcionará unas soluciones de visión económica, el experto en virología, visión médica, etc. Y todas esas visiones, a menudo, entran en conflicto. Dado que el virólogo poco o nada sabe de economía, y el economista poco o nada sabe de medicina, necesitamos a coordinadores que ofrezcan, utilizando terminología de Edward O. Wilson, “consiliencia”. Para una introducción a esta clase de perfil que cada vez será más demandado recomiendo siempre el libro Amplitud, de David Epstein, o Mindware, de Robert Nisbett. En definitiva, debemos cultivar la sabiduría, sobre todo ahora que empezamos a saber qué es la sabiduría y que tiene poca relación con la inteligencia o la experiencia, tal y como explico más ampliamente en mi newsletter Sapienciología.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Entonces? ¿Delegamos? ¿Nos fiamos? ¿Hasta qué punto? La mayor parte de las divisiones políticas acerca de las respuestas a estas preguntas tienen que ver con cuán racional creemos que es el individuo, cuán competente, cuán idiota. Cuál es su capacidad de moldear el mundo y a sí mismo bajo los dictados de la razón. Para profundizar en estas dos visiones, el libro que más me impactó fue Conflicto de visiones, de Thomas Sowell. Yo tiendo a pensar que somos poco racionales y que unas instituciones fuertes y unos representantes preparados (aunque siempre tendentes a la demagogia) son preferibles a la ley de la selva, pero también tiendo a pensar que una vida en la que no tengas la suficiente libertad como para cometer tus propios errores (y aciertos) no merece ser vivida. Así que estoy basculando entre esos dos puntos. Según el día y la cuestión a tratar. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">8.- ¿Qué hacemos con las Teorías de la Conspiración, que reunen miedos a sombras más o menos alargadas que la del ciprés? </span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En primer lugar, no confrontarlas como si quienes abrazaron la conspiración fuesen poco menos que estúpidos. En primer lugar, todos podemos tropezar en una conspiración. Segundo, si somos demasiado beligerantes o intransigentes a la hora de combatir al otro, este se puede replegar en su opinión, fortaleciéndose. Tercero, muchas de las conspiraciones atraen a personas muy inteligentes y cultas, y también personas más informadas que la media sobre el tema en cuestión, así que pueden “ganarnos” en el debate. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Creo que la estrategia más eficaz es plantear el problema no tanto como un asunto maniqueo, de forma binaria: correcto o incorrecto. Es más útil, y además más cierto en muchas ocasiones, que los asuntos no tienen una respuesta clara. Si se presenta el tema con esas reservas, entonces puede darse el caso de que incluso todos tengamos mucho más en común de lo que creíamos. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Tema distinto es el de las conspiraciones claramente delirantes, como que la Tierra es plana. En tales casos, vale la pena recordar que muchas creencias absurdas no se abrazan con fervor porque se crea realmente en ellas, sino que precisamente porque son absurdas suponen un coste social, una señalización, que permite al conspiranoico ser aceptado por un grupo social. Sin contar que, cuando uno ha invertido demasiado tiempo y recursos en una idea, aceptar que estaba equivocado resulta demasiado gravoso, así que busca nuevos argumentos para reforzar las mentiras que sustentan la idea. Muchas ideas políticas siguen ese curso y por eso el debate político tiende a resultar tan infructuoso. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> <b>9.- ¿En qué andas trabajando ahora? ¿Qué proyectos confesables tienes sobre tu mesa? ¿Cuáles son tus mayores temores y tus muertes más temidas (pese a tu conocimiento de su probabilidad)?</b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Básicamente, temo ver morir a mis seres queridos o que ellos sufran porque yo he muerto. Pero la muerte en sí no me produce miedo, lo cual no significa que quiera morirme. Al contrario: me resulta frustrante la idea de perderme todo lo que va a pasar en el futuro. En mi día a día, soy una persona bastante normal: temo las turbulencias en el avión, temo a los asesinos, temo las enfermedades coronarias. Cosas así. Nada del otro mundo. Después de escribir “De qué (no) te vas a morir” supongo que he ampliado mi espectro de miedos a cosas más concretas, como algunos microbios, las escaleras (más a bajarlas que subirlas) y el atragantamiento al comer. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En cuanto a mis proyectos, en enero se estrena un programa en RTVE con el apoyo del FECYT en el que he participado como guionista: El año de las emociones. Quiero publicar vídeos y entrevistas con mayor regularidad en mi canal de YouTube <a href="https://youtube.com/@bakercafe">Baker Cafe</a>. Y tengo entre manos dos libros más, uno sobre la historia multidisciplinar del Yo y otro sobre la historia de la ciencia ficción. Además, si no hay más retrasos, este año publico otro libro sobre biografías de personas verdaderamente extraordinarias que no son muy conocidas. </span></div>Germánicohttp://www.blogger.com/profile/17058701287561040466noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-8390290086726738762022-11-27T23:16:00.002+01:002022-11-27T23:28:58.442+01:00Algunos desconcertantes aspectos de la mente humana explicados por la evolución. Por Laith Al-Shawaf<p style="text-align: justify;"><br /></p><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large;"><div dir="auto" style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: medium;"><div dir="auto" style="background-color: #cfcfcf; border: 1px solid rgb(221, 221, 221); height: 50px; margin-bottom: 0px; margin-right: 0.5rem; max-height: 50px; width: 41px;"><a href="https://www.psychologytoday.com/us/contributors/laith-al-shawaf-phd" style="color: #477be4; display: block; font-family: "proxima nova semi bold", arial, sans-serif; height: 48px; text-align: justify; text-decoration-line: none; width: 39px;"><img alt="" src="https://cdn2.psychologytoday.com/assets/styles/profile_teaser_micro/public/field_user_blogger_photo/headshot_1-removebg-preview.png.jpg?itok=N655URd0" style="height: auto; max-width: 100%; vertical-align: middle;" /></a></div><div dir="auto" style="margin-top: 10px;"><div style="font-family: "proxima nova semi bold", arial, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 1.25; margin: 0px; text-align: justify;"><a href="https://www.psychologytoday.com/us/contributors/laith-al-shawaf-phd" style="color: #2c2d30; text-decoration-line: none;">Laith Al-Shawaf Ph.D.</a></div></div></div><div dir="auto" style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: medium;"><h6 style="color: #477be4; font-family: "proxima nova semi bold", arial, sans-serif; font-size: 15px; font-weight: normal; line-height: 1.1; margin: 0px 0px 0.25rem; text-align: justify; text-transform: uppercase;"><br /></h6><h1 style="font-family: "proxima nova semi bold", arial, sans-serif; font-size: 42px; font-weight: normal; line-height: 1; margin: 0px 0px 0.5rem; text-align: justify;">La Evolución explica algunos enigmáticos aspectos de la mente humana.</h1></div></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La evolución ayuda a explicar la ansiedad, la adaptación hedónica y otros enigmas.</span></div><p style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><u>PUNTOS CLAVE</u></b></span></p><ul class="blog_entry__key-points-item-list" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; color: #2c2d30; font-family: "Proxima Nova Regular", Arial, sans-serif; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin-bottom: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 1.2rem;"><li class="blog_entry__key-points-item" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; font-family: "Proxima Nova Semi Bold", Arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.222; margin-bottom: 12px; padding-left: 0.2rem; text-align: justify;"><b>Gracias a la evolución se explican algunos aspectos desconcertantes de la condición humana, como la ansiedad y la adaptación hedónica.</b></li><li class="blog_entry__key-points-item" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; font-family: "Proxima Nova Semi Bold", Arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.222; margin-bottom: 12px; padding-left: 0.2rem; text-align: justify;"><b>La Teoría de la Evolución arroja luz sobre una gran variedad de cuestiones, desde la personalidad hasta la función inmunitaria y la psicopatía (y muchos más).</b></li><li class="blog_entry__key-points-item" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; font-family: "Proxima Nova Semi Bold", Arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.222; margin-bottom: 0px; padding-left: 0.2rem; text-align: justify;"><b>Sin la teoría de la evolución, nuestra comprensión de la mente humana se vería notablemente disminuida.</b></li></ul><p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;">Este es el cuarto ensayo dentro de una serie sobre los enfoques evolucionistas de la mente, que no requieren ser leídos en orden.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><u>Parte 1:</u></b> Errores de concepto (<a href="https://ilevolucionista.blogspot.com/2022/09/siete-errores-de-concepto-clave-sobre.html">en español</a> / <a href="https://areomagazine.com/2019/08/20/seven-key-misconceptions-about-evolutionary-psychology/">en inglés</a>).</p><p style="text-align: justify;"><b><u>Parte 2: </u></b>Niveles de análisis (<a href="https://ilevolucionista.blogspot.com/2022/09/el-porque-no-es-lo-mismo-que-el-como.html?m=0">en español</a> / <a href="https://areomagazine.com/2020/07/20/the-why-is-not-the-same-as-the-how-levels-of-analysis-and-scientific-progress-in-psychology/">en inglés</a>)</p><p style="text-align: justify;"><b><u>Parte 3:</u></b> Prediciendo nuevos hallazgos (<a href="https://ilevolucionista.blogspot.com/2022/11/la-psicologia-evolucionista-genera.html?m=1">en español</a> / <a href="https://areomagazine.com/2020/10/20/evolutionary-psychology-predictively-powerful-or-riddled-with-just-so-stories/">en inglés</a>)</p><p style="text-align: justify;"><b><u>Parte 4 </u></b>(este artículo): Explicación de hallazgos no por más conocidos menos desconcertantes.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Los enfoques evolutivos han conducido a <a href="https://areomagazine.com/2020/10/20/evolutionary-psychology-predictively-powerful-or-riddled-with-just-so-stories/">muchos nuevos descubrimientos</a> en las ciencias sociales y cognitivas. Pero el proceso también se da en la dirección contraria: la evolución explica aspectos de la condición humana que ya conocemos, pero que resultan desconcertantes sin la luz de la evolución. Consideremos el caso de la ansiedad.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>Sobre la ansiedad</b></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">La sensación de ansiedad es útil porque nos pone alerta frente al peligro, pero parece estar hiperactivada y desencadenarse con demasiada facilidad, hasta el punto de que a menudo nos perjudica más que ayudarnos. ¿Por qué somos tan propensos a la ansiedad?</p><p style="text-align: justify;">El panorama se despeja cuando se considera cómo ha evolucionado nuestro cerebro. A la hora de detectar peligros, podemos cometer uno de estos dos posibles errores: o bien no detectar una amenaza real o bien "detectar" una amenaza que realmente no existe. De estos dos posibles errores, el de no detectar una amenaza real se torna mucho más costoso.</p><p style="text-align: justify;">De modo que los mecanismos de la ansiedad que nos son propios <a href="https://www.danielnettle.org.uk/download/034.pdf">han evolucionado para tener un sesgo "adaptativo"</a> hacia el error más seguro: las falsas alarmas. Nuestra ansiedad está hiperactivada por la misma razón por la que nuestros detectores de incendio se activan en exceso: tener <a href="https://www.goodreads.com/book/show/37971858-good-reasons-for-bad-feelings?from_search=true&from_srp=true&qid=9r6FhvmUuG&rank=1">un sesgo sistemático hacia las falsas alarmas</a> minimiza la probabilidad de cometer el error más catastrófico. De hecho no es un error; es una característica de su funcionamiento. Si lo que quieres es seguir vivo, <a href="http://www-personal.umich.edu/~nesse/Articles/Nesse-DefenseReg-EHB-2005.pdf">la investigación ha demostrado</a> que esta configuración es mejor y más segura que la de los diseños menos "paranoicos".</p><p style="text-align: justify;">Si no fuera por la luz que arroja la teoría evolutiva sobre ella, la hiperactividad de nuestros mecanismos de ansiedad nos parecerían inescrutables.</p><p style="text-align: justify;">¿Por qué cualquier proceso que podamos imaginar -ya sea el de la selección natural, el de la acción de una deidad o cualquier otro- daría lugar a cerebros congestionados por un exceso de ansiedad? El pensamiento evolucionista resuelve el misterio y nos regala de paso un mayor autoconocimiento.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Sobre la adaptación hedónica (*)</span></b></p><p style="text-align: justify;">¿Qué nos ocurre después de habe alcanzado un objetivo? La respuesta se antoja tan familiar como triste: después de un efímero orgullo, nuestra felicidad se desvanece y volvemos a nuestro estado de ánimo original. Nuestras sensaciones de satisfacción y logro se esfuman mientras el deseo y el ansia vuelven de forma insistente.</p><p style="text-align: justify;">Esta es la maldición de <a href="https://www.psychologytoday.com/us/basics/hedonic-treadmill">la rueda hedónica</a>. Muchos de nosotros nos sentimos molestos al presenciar cómo nuestra felicidad se disuelve con tanta celeridad justo después de haber logrado algo importante, y la aparente irracionalidad de este fenómeno lo hace parecer mucho peor. Perplejos y frustrados, muchos nos preguntamos: ¿por qué tengo que ser así?</p><p style="text-align: justify;">Pero imaginemos a nuestros antepasados homíninos.</p><p style="text-align: justify;">Después de alcanzar un objetivo, algunos se dormirían en los laureles durante mucho tiempo, mientras que otros volverían a su punto de partida emocional, comenzando a desear un nuevo logro. En una población compuesta por ambos tipos de homíninos, ¿cuáles creen que habrían tenido más éxito: los que se quedaban satisfechos fácilmente una vez alcanzado su objetivo inicial, o aquellos cuyo anhelo de alcanzar un nuevo objetivo se rehacía constantemente?</p><p style="text-align: justify;">La adaptación hedónica es como la cruel aflicción de Sísifo, sí, pero si nuestros cerebros evolucionaron así fue por una razón de peso.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Autocomprensión y alivio del dolor</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><u><span style="font-size: medium;"><br /></span></u></b></p><p style="text-align: justify;">Una perspectiva evolucionista nos ayuda a dar sentido a la aparente irracionalidad de la adaptación hedónica (o rueda hedónica). Pero creo que comprenderlo hace algo más que arrojar luz: también sirve para aliviar en parte el dolor. Al contemplar la lógica adaptativa que subyace a la irracionalidad superficial de nuestras emociones, nuestro sufrimiento llega a parecernos un poco menos inútil. Hace que la adaptación hedónica deje de parecernos tan cruelmente absurda.</p><p style="text-align: justify;">Del mismo modo que sucedió con el enigma de nuestro exceso de ansiedad, una perspectiva evolutiva nos ofrece aquí una auténtica visión de nosotros mismos. Y comprender algo tan profundo sobre uno mismo puede ser incluso bastante reconfortante. Es un tipo de comprensión único: entender por qué eres como eres. No hay nada con lo que se le pueda comparar.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Otros arcanos de las ciencias sociales</span></b></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">La perspectiva evolucionista ayuda a desvelar otros misterios de las ciencias sociales y también de las cognitivas. </p><p style="text-align: justify;">Por ejemplo, ¿por qué aprendemos algunas cosas con facilidad y sin instrucción formal, como el habla y la comprensión del lenguaje hablado, pero otras sólo con dificultad y tras mucha instrucción formal, como leer y escribir? Quizás se deba a que hemos desarrollado <a href="http://www.biolinguagem.com/ling_cog_cult/pinker_bloom_1990_naturallanguage_naturalselection.pdf">adaptaciones específicas para hablar y comprender el lenguaje</a>, y no así para la lectura y la escritura, que son <a href="https://ffrf.org/outreach/item/13184-the-evolutionary-psychology-of-religion">innovaciones más recientes</a> y probablemente sean <a href="https://www.researchgate.net/publication/344618054_The_Products_of_Evolution_Conceptual_Distinctions_Evidentiary_Criteria_and_Empirical_Examples">subproductos (efectos secundarios)</a> de las habilidades que evolucionaron para el lenguaje hablado. Seguir el mismo razonamiento puede ayudarnos a entender por qué los ordenadores nos superan en algunas tareas, pero no nos alcanzan en otras. Los sistemas de inteligencia artificial nos superan con creces en cálculo, ajedrez y (más recientemente) en Go, pero <a href="https://www.scientificamerican.com/article/an-ai-that-knows-the-world-like-children-do/">los niños a menudo los superan en tareas</a> como el reconocimiento de caras, la comprensión del <a href="https://www.sciencemag.org/news/2018/05/how-researchers-are-teaching-ai-learn-child">lenguaje</a> y la manipulación de objetos, quizá en parte porque los humanos hemos desarrollado una <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/Ev_mind_funct_spec.pdf">maquinaria neurocognitiva específica</a> para la <a href="https://www.biac.duke.edu/education/courses/spring03/cogdev/readings/N.%20Kanwisher%20(2000).pdf">percepción de caras</a>, el <a href="http://www.biolinguagem.com/ling_cog_cult/pinker_bloom_1990_naturallanguage_naturalselection.pdf">procesamiento del lenguaje</a> y la manipulación de objetos, pero no así para el ajedrez, el Go o el cálculo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">LO FUNDAMENTAL</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">¿Qué es la ansiedad? </span></b></p><p style="text-align: justify;">La perspectiva evolucionista también nos explica por qué en la mayoría de las especies -la humana incluída- las hembras tienen un sistema inmunitario más fuerte que los machos. La selección natural suele moldear cuerpos que son aptos para la supervivencia, pero la selección sexual a menudo empuja en la dirección opuesta, dando lugar a diseños corporales que benefician la reproducción a expensas de la supervivencia. Algunos ejemplos son la pesada cola del pavo real, <a href="https://science.sciencemag.org/content/271/5245/70?casa_token=CtKfm8FZQ9EAAAAA%3Ae40ZO0khglEO0c2yVVVZ1H7JKfNqLPekmdu56n_puwq-_pFPL5VEpLfPb73VjEO6-cci2zKiqLo_C_A">el autosacrificio caníbal voluntario de la araña de espalda roja </a>y los efectos inmunosupresores de la testosterona, útiles para la reproducción pero malos para la supervivencia. Como en la mayoría de las especies, la selección sexual actúa con más fuerza sobre los machos que sobre las hembras, tiende a alejar el diseño corporal masculino de la ingeniería óptima para su supervivencia, cargándolo de adornos y armas que aumentan la probabilidad de éxito en la reproducción a costa de una menor supervivencia. Esta es la razón de por la que las hembras tienen <a href="https://jamanetwork.com/journals/jamapediatrics/article-abstract/508906">sistemas inmunitarios superiores a los de los machos</a> en muchas especies, y porque el diseño corporal femenino suele estar más cerca de una ingeniería óptima para la supervivencia.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Como se puede colegir, bastantes hallazgos de las ciencias sociales y cognitivas sólo tienen sentido a la luz de la evolución. Pongamos por caso: el pensamiento evolucionista ayuda a explicar por qué nuestros sueños incluyen <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/0010027793900492?casa_token=8R-OOUfUgO4AAAAA:pDq3oR9owTRJoxWFckwGpKHPsIGNgS0lClcAjAXCc8oMEI3XVu4NJKHBsaer2OOVQSsUlyDSm4c">modalidades sensoriales específicas</a> y por qué nuestros cuerpos son <a href="https://www.goodreads.com/book/show/81788.Why_We_Get_Sick?from_search=true&from_srp=true&qid=rVkA0La3rX&rank=1">vulnerables a las enfermedades</a>. Sin la teoría de la evolución, sería difícil dar sentido al conocido como <a href="https://royalsocietypublishing.org/doi/pdf/10.1098/rspb.2008.0375?casa_token=ORCY_XB3COYAAAAA%3AkfFiZbP6uIPGDJld8NLLwzu5GdOfyCKJWdZKqUJRx2bXWxO0pTaPggHeqEEuWAZsh6sHz2F1XX3Ytpc&">efecto Coolidge en los machos</a>. Y preferencias de pareja específicas, como la <a href="https://royalsocietypublishing.org/doi/pdf/10.1098/rspb.1999.0866?casa_token=AOJVx4IqjpEAAAAA:_fynskNemynkbNw2rW3RWif8cCLra1Hywi87E2fAGkfHtTA-4HANwyQnMbNcvRs87ZM1SA0xJ60om6k">simetría facial</a> o las <a href="https://feinberglab.mcmaster.ca/wp-content/uploads/2008/02/apicella%2C%20feinberg%2C%20marlowe%202007.pdf">voces graves</a>, parecerían arbitrarias e inexplicables. La perspectiva evolucionista permite comprender temas de la psicología y del comportamiento tan variados como <a href="http://virtuallaboratory.colorado.edu/Biofundamentals-coreBIO/NB-readings-GENETICS/maternal-fetal%20conflict-2015.pdf">el conflicto materno-fetal en el útero</a>, el conflicto entre padres e hijos sobre las <a href="https://www2.psy.uq.edu.au/~uqbziets/Buunk2008%20Parent%20offspring%20conflict%20in%20mate%20choice.pdf">decisiones de emparejamiento </a>de los últimos, por qué las <a href="https://www.danielnettle.org.uk/download/039.pdf">diferencias de personalidad</a> son heredables, por qué <a href="https://aglenn.people.ua.edu/uploads/1/4/1/8/14182546/glenn_kurzban_raine_-_2011_-_evolutionary_theory_and_psychopathy.pdf">la psicopatía</a> no se ha depurado en las poblaciones humanas, por qué nos apetecen <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2015/10/Buss-1995-EP-a-new-paradigm.pdf">alimentos</a> que son malos para nuestra salud, por qué suprimir <a href="http://www-personal.umich.edu/~nesse/Articles/Nesse%20and%20Dawkins%20-%202019%20-%20Evolution%20Medicine%E2%80%99s%20most%20basic%20science.pdf">la fiebre</a> puede ser perjudicial, por qué <a href="https://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.335.4272&rep=rep1&type=pdf">condenar a alguien al ostracismo</a> es una de los castigos más angustiosos que se le pueden infringir, por qué los "<a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1090513808001189?casa_token=yjmRPYoZkfAAAAAA:tLYa8t42sVe4wx6djWramncGu4_C432fXpVYadN_lf60TrNZWpOmTa9Aeoab4dTsYXRcGb5hU6I">matrimonios de menores</a>" taiwaneses tienen un exceso de dificultades sexuales y románticas, por qué la agresividad masculina alcanza su punto álgido durante <a href="http://www.martindaly.ca/uploads/2/3/7/0/23707972/wilson___daly_1985_young_male_syndrome.pdf">la adolescencia y la juventud</a>, por qué los seres humanos tienen un "sesgo auditivo de atención" que se aplica <a href="https://www.researchgate.net/profile/John-Neuhoff/publication/228824631_An_Adaptive_Bias_in_the_Perception_of_Looming_Auditory_Motion/links/02bfe510a92dbbdd22000000/An-Adaptive-Bias-in-the-Perception-of-Looming-Auditory-Motion.pdf">a los tonos armónicos pero no al ruido de banda ancha</a>, por qué el <a href="https://www.pnas.org/content/pnas/105/3/833.full.pdf">estilo indirecto</a> en el lenguaje tiene las características que tiene, por qué los <a href="https://books.google.com/books?hl=en&lr=&id=aiRjDwAAQBAJ&oi=fnd&pg=PP1&dq=info:EXJyBeon4KwJ:scholar.google.com&ots=qxHXvX2Qkf&sig=jyEPHbuIvbmvT9dA7qJCT9jSXhQ#v=onepage&q&f=false">trastornos mentales</a> funcionan del modo en que lo hacen, por qué la <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/GroupsInMind2010.pdf">psicología en las alianzas</a> funciona como lo hace y por qué <a href="https://www2.psych.ubc.ca/~schaller/ParkFaulknerSchaller2003.pdf">objetos no infecciosos</a> en ocasiones desencadenan asco.</p><p style="text-align: justify;">La afirmación de que la evolución ayude a explicar estos fenómenos no implica que todos sean adaptaciones. Muchas de las explicaciones mencionadas anteriormente son claramente de naturaleza no adaptativa.</p><p style="text-align: justify;">Igualmente importante es no caer en la trampa común de pensar que el razonamiento evolucionista sólo puede utilizarse para explicar hechos conocidos, pero no para predecir otros nuevos. Hay cientos de ejemplos de nuevas predicciones (y descubrimientos) generados por enfoques evolucionistas de la mente. <a href="https://areomagazine.com/2020/10/20/evolutionary-psychology-predictively-powerful-or-riddled-with-just-so-stories/">Aquí</a> se describen algunas docenas.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">¿Qué ofrece la teoría de la evolución a las ciencias sociales y cognitivas?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">El pensamiento evolucionista a veces ayuda a resolver antiguos misterios sobre la psicología y el comportamiento humanos. En otros casos, <a href="https://areomagazine.com/2020/07/20/the-why-is-not-the-same-as-the-how-levels-of-analysis-and-scientific-progress-in-psychology/">arroja una luz inesperada sobre temas que pensábamos que ya estaban totalmente aclarados</a>. En otros, genera <a href="https://areomagazine.com/2020/10/20/evolutionary-psychology-predictively-powerful-or-riddled-with-just-so-stories/">nuevas y precisas predicciones</a> sobre la psicología humana y sugiere nuevas preguntas que antes ni siquiera habíamos pensado en formular.</p><p style="text-align: justify;">Esta combinación de proponer nuevas preguntas, predecir hallazgos antes desconocidos y explicar rasgos conocidos pero desconcertantes de la condición humana es el signo de un marco teórico inmensamente fructífero. Sin la Teoría de la evolución, nuestra comprensión de la mente humana -en toda su maravillosa complejidad y con todas sus maravillosas peculiaridades- se vería considerablemente reducida.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><u><b>Nota:</b></u></p><p style="text-align: justify;"><b>(*)</b> <i>La expresión The Hedonic Treadmill, hace alusión a una cinta de correr. Nosotros hemos preferido referirnos a adaptación hedónica (dado que el sistema de recompensa del cerebro lleva a que uno se adapte al bienestar del éxito) o a la rueda hedónica (dado que más que una cinta de correr al uso pareciera que uno corriera como un hámster en su rueda, voviendo una y otra vez a un estado inicial de deseo y búsqueda de satisfacción).</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyrapczdUuI2WzzqDTEMgPIzXFjKdbMTtKNanNqKilQiUCbllW-2LOMXlEqn0L4Q6w5QR1FAc3eGZBYitLdmTnp9ph1QonWS5fO4JgBkAdla7-7C9jtOxQKDiyS3rm1BpVnsq1-BNlO_0oNO5U256MXWD8C0adURa9grAC-zIi_mHKcvtouw/s900/psychology-today-vector-logo.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="900" height="356" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyrapczdUuI2WzzqDTEMgPIzXFjKdbMTtKNanNqKilQiUCbllW-2LOMXlEqn0L4Q6w5QR1FAc3eGZBYitLdmTnp9ph1QonWS5fO4JgBkAdla7-7C9jtOxQKDiyS3rm1BpVnsq1-BNlO_0oNO5U256MXWD8C0adURa9grAC-zIi_mHKcvtouw/w640-h356/psychology-today-vector-logo.png" width="640" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Artículo original en inglés publicado en <a href="https://www.psychologytoday.com/us">Psychology Today</a>.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhn8iQFzYRDp0-T5JqshWRRjyWF6nDwDk6yx9F1o14jTDhZ1ubj1DfshoC-zjw6d5b_iKba4398rCa2otMAtOaa7D8-rnd_RcxLBqPLxZYkIbkeJUjFxqT2EXmiUjStA3u2yETxqNWY2HAFOPu00VXkAaR07U64g8vFkw6SgcWCAjocqOQxUQ/s640/Laith%20Al-Shawaf%20-%20web%20(1).jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="480" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhn8iQFzYRDp0-T5JqshWRRjyWF6nDwDk6yx9F1o14jTDhZ1ubj1DfshoC-zjw6d5b_iKba4398rCa2otMAtOaa7D8-rnd_RcxLBqPLxZYkIbkeJUjFxqT2EXmiUjStA3u2yETxqNWY2HAFOPu00VXkAaR07U64g8vFkw6SgcWCAjocqOQxUQ/w150-h200/Laith%20Al-Shawaf%20-%20web%20(1).jpg" width="150" /></a></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 700;"><br /></span></span></div><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: bold;"><div style="text-align: justify;">El Dr. Laith Al-Shawaf es profesor asociado del Departamento de Psicología de la Universidad de Colorado, en Colorado Springs. Antes de trasladarse a Estados Unidos, fue docente en una universidad de lengua inglesa en Turquía y fue becario visitante en el Instituto de Estudios Avanzados de Berlín. Laith ha sido premiado tanto por su investigación como por su labor docente. Es miembro de la Academia Árabe-Alemana de Jóvenes (AGYA) y asesor académico principal del Centro de Investigación de Cognición Social Aplicada (CASCR) del Líbano. Puede encontrar sus escritos populares <a href="https://www.laithalshawaf.com/popular-science.html">aquí</a>, y puede encontrarlo en Twitter <a href="https://twitter.com/LaithAlShawaf?t=ZS2qkQLUvFOrHw4vsJEkqA&s=09">aquí</a>.</div></span></span><p></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-85927928029953253102022-11-18T16:59:00.002+01:002022-11-18T16:59:09.346+01:00La Psicología evolucionista: ¿genera predicciones fuertes o es una sarta de narrativas ad hoc? Por Laith Al-Shawaf<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhRzld8vcWq5qm45mYBTxOIaylXzV4ChJn415SROeC1-7MiKpKTUUhF8By1xKIlLpne1EYaYbFVoC8roG9pkc2CCVA6M52aMY0xPFDSiPKMxrzQUoLmjOLiICzrTMucNltJiZ7kMBTTBbkEhem8HS4guFzb0uBlmkHfOPJLyuH-N1IH4ULtQ/s1380/4679548147_74c9c1dfde_o.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="892" data-original-width="1380" height="414" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhRzld8vcWq5qm45mYBTxOIaylXzV4ChJn415SROeC1-7MiKpKTUUhF8By1xKIlLpne1EYaYbFVoC8roG9pkc2CCVA6M52aMY0xPFDSiPKMxrzQUoLmjOLiICzrTMucNltJiZ7kMBTTBbkEhem8HS4guFzb0uBlmkHfOPJLyuH-N1IH4ULtQ/w640-h414/4679548147_74c9c1dfde_o.jpg" width="640" /></a></span></div><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /><div style="text-align: justify;"><i>Este ensayo forma parte de una serie dedicada al valor del enfoque evolucionista en psicología.</i></div></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><i><b>La parte 1</b> aclara siete errores de concepto sobre la psicología evolucionista (<a href="https://areomagazine.com/2019/08/20/seven-key-misconceptions-about-evolutionary-psychology/">en inglés</a> / <a href="https://ilevolucionista.blogspot.com/2022/09/siete-errores-de-concepto-clave-sobre.html?m=1">en español</a>).</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><i><b>La parte 2</b> muestra por qué el enfoque evolucionista es necesario para una ciencia completa de la mente (<a href="https://areomagazine.com/2020/07/20/the-why-is-not-the-same-as-the-how-levels-of-analysis-and-scientific-progress-in-psychology/">en inglés</a> / <a href="https://ilevolucionista.blogspot.com/2022/09/el-porque-no-es-lo-mismo-que-el-como.html?m=1">en español</a>).</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><i><b>Y la parte 3</b> (este ensayo) sirve para ilustrar cómo el enfoque evolucionista nos conduce a nuevos descubrimientos.</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><i>No es preciso leer la serie en orden secuencial.</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Un tópico muy común en ciencias sociales es que las hipótesis psicológicas evolucionistas son "narrativas ad hoc". Por increíble que parezca no se suele aportar ninguna prueba de semejante afirmación, por el contrario, ésta se mantiene <i>sin más</i>. El quid de la acusación está en que las hipótesis evolucionistas se presupone que son relatos convenientes que los investigadores elaboran a posteriori para que concuerden con las observaciones existentes. Pero ¿es esto cierto?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Preguntémonos: ¿Llevan los enfoques evolucionistas a nuevas predicciones? ¿Y conducen a nuevos descubrimientos?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La realidad es que la evidencia apunta a que los enfoques evolucionistas generan un gran número de <i>nuevas predicciones</i> <i>y</i> <i>nuevos descubrimientos</i> sobre la mente humana. Para sostener esta afirmación, tenemos los descubrimientos que relacionamos en este ensayo, que fueron predichos a priori por el razonamiento evolucionista, esto es: las predicciones se hicieron antes de que los estudios fueran realizados. En consecuencia, no pueden ser historias post-hoc inventadas para ajustarse a unos datos ya existentes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>Sobre la ira</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pongamos por caso, la ira. <a href="https://www.cep.ucsb.edu/grads/Sell/(2011)%20The%20recalibrational%20theory%20and%20violent%20anger.pdf">Una teoría de psicología evolucionista sugiere que la ira habría evolucionado como una táctica de negociación para persuadir a los demás de que uno debía recibir un trato mejor</a>. Al sentir que alguien no valora lo suficiente el bienestar de uno, este se enfada en un intento (inconsciente) de convencer al otro de que ponga más énfasis en su bienestar. En un lenguaje teórico, intenta que actualicen el "<a href="https://www.cep.ucsb.edu/grads/Sell/(2009)%20Formidability%20and%20the%20Logic%20of%20Anger.full.pdf">ratio de compensación de bienestar</a>" hacia él -cuánto valoran su bienestar en relación con el propio- y le traten mejor en el futuro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Para nuestro propósito, esta teoría es interesante porque hace predicciones claras a priori sobre (1) los factores que desencadenarán una mayor ira en las víctimas de malos tratos, y (2) el modo en que la parte culpable tratará de apaciguar a la víctima.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><i>Contextos que desencadenan la ira</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Cuando alguien sufre un agravio, ¿qué circunstancias deberían despertar una mayor ira? De acuerdo con la teoría, debieran ser aquellas circunstancias en las que más claro resulta que la parte culpable del agravio <i>no repara en el bienestar del agraviado</i>. El caso más evidente y conmovedor se da cuando el culpable sabe exactamente a quién perjudica, inflige un gran coste a su víctima y apenas obtiene beneficio de sus actos. Dicho de otra forma, la teoría predice que las víctimas se enfadarán más (1) cuando sean el objetivo específico del culpable, (2) cuando más hayan sufrido y (3) cuando el culpable sólo se haya beneficiado ligeramente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Obsérvese lo contraintuitivo de la última predicción: ¡las víctimas estarán <i>menos</i> enfadadas cuanto <i>más</i> se haya beneficiado quien les ha perjudicado! Esta predicción resulta desconcertante, pero se desprende de la teoría evolucionista de la ira. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Si el culpable no saca mucho con perjudicar a otro significa que está dispuesto a hacerle daño <i>incluso por un pequeño beneficio</i>, lo que implica que se preocupa por él incluso menos que si estuviera dispuesto a dañarle a cambio de un gran beneficio personal. En términos teóricos "tiene una peor relación de compensación de bienestar hacia él". Tal y como se predijo, <a href="https://www.researchgate.net/publication/318035019_The_grammar_of_anger_Mapping_the_computational_architecture_of_a_recalibrational_emotion">los experimentos llevados a cabo sobre esta cuestión en seis culturas distintas demuestran que estas circunstancias son precisamente las que desencadenan la mayor ira en las víctimas</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><i>La naturaleza de la disculpa del culpable</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><i><br /></i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esta teoría también hace intrigantes predicciones a priori sobre las <i>disculpas</i> del culpable. Predice que los culpables tratarán de aplacar la ira de las víctimas alegando (1) que no tenían por objetivo <i>específico</i> a la víctima (por ejemplo, si estaban gastando una broma a un grupo de personas, no sabían quién sería su víctima <i>en particular</i>), (2) que pensaban que para la víctima el coste sería bajo, y (3) que para ellos era elevado el beneficio obtenido.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Como en el caso anterior, esta teoría evolucionista generó estas predicciones a priori, y como antes, <a href="https://www.researchgate.net/publication/318035019_The_grammar_of_anger_Mapping_the_computational_architecture_of_a_recalibrational_emotion">las tres predicciones resultaron respaldadas por experimentos transculturales</a>. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Presten atención de nuevo a lo sorprendentemente contraintuitiva que es la última predicción: cuando intentan calmar la ira de sus víctimas, los culpables les aseguran que obtuvieron mucho de su fechoría. Este tipo de disculpa parece una broma; parece violentar el sentido común. <a href="https://www.the-brights.net/morality/statement_1_studies/DOI/10.1016_j.cognition.2017.06.002.pdf">Pero se predijo a priori de acuerdo con una clara lógica evolucionista y fue posteriormente respaldada por los datos</a>. E igual que los otros hallazgos, también era algo por completo desconocido antes de que se realizaran los experimentos. Es todo lo contrario a una narrativa ad hoc.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>Sobre el asco</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">No es sólo la ira, desde luego: las teorías evolucionistas disponen de un poder predictivo similar en otras áreas de la psicología.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Consideremos ahora las siguientes predicciones evolutivas sobre el asco, todas ellas realizadas a priori: 1) <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1810028/pdf/15252963.pdf">el asco se desencadenará con mayor fuerza en la gente frente a objetos ante cuya exposición exista un mayor riesgo</a> de contraer una infección, 2) <a href="https://my.vanderbilt.edu/earl/files/2015/05/Disgust.Hormones.011.pdf">en el embarazo, las mujeres sentirán más asco durante el primer trimestre</a> en comparación con el segundo y el tercero, 3) <a href="https://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.476.4335&rep=rep1&type=pdf">las personas que desde su nacimiento hayan vivido en las regiones del mundo con la mayor incidencia de enfermedades infecciosas serán menos extravertidas, menos abiertas a nuevas experiencias y estarán menos interesadas en el apareamiento ocasional a corto plazo</a> que aquellos otros que desarrollen sus vidas en regiones relativamente libres de patógenos, 4) <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2602680/pdf/rspb20080094.pdf">las diferencias transculturales en la prevalencia de patógenos predecirán las diferencias transculturales en la mentalidad individualista-colectivista</a>, 5) <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2015/09/Disgust-and-mating-strategy-EHB-2015.pdf">aquellas personas con una mayor propensión a las relaciones casuales sentirán menos el asco</a>, 6) <a href="https://www.researchgate.net/publication/329779660_Experimentally_Inducing_Disgust_Reduces_Desire_for_Short-Term_Mating?_sg=pZNzl-A5eAMsKaoem3ak_mI9UDpI_b4r8AaGz3EHVEKmWZ00wy04VWO7kjbJCB6_3dYuU6QHIfPuQq_FxaYaYsCTwqXKOBOSdjHK82iR.lKddf8_AYtg72tHm-5uaSM6iLzVqvC2bdWI-8XVU_YH7t3uaHLMVLwB_ew1PE_qLpGbq0c6rY7Ycj1DmrqWS6Q">si se le provoca experimentalmente a un probando la sensación de asco, este verá reducido su interés por apareamientos casuales</a>, 7) <a href="http://faculty.knox.edu/fmcandre/my_baby_doesn%27t_smell_2006.pdf">la gente sentirá menos asco hacia su propia descendencia</a> (y los desechos corporales de ésta) que hacia la de otros (y sus correspondientes deshechos) y 8) si se le expone a las personas la amenaza de una enfermedad, esto producirá una serie de cambios psicológicos y fisiológicos en ellos que reducirán la probabilidad de infección, entre otros a) la<a href="https://www2.psych.ubc.ca/~schaller/SchallerMillerGervaisYagerChen2010.pdf"> liberación de citoquinas proinflamatorias</a>, b) <a href="http://www.public.asu.edu/~loids/pubs/InfectionBreedsReticence.pdf">el retraimiento conductual</a>, c) <a href="http://www.public.asu.edu/~loids/pubs/InfectionBreedsReticence.pdf">la disminución temporal de la apertura a nuevas experiencias</a> y d) <a href="http://www.public.asu.edu/~loids/pubs/InfectionBreedsReticence.pdf">la reducción del deseo de relacionarse con las personas</a>. Todas estas predicciones se generaron antes de comprobarse los hechos, sobre la base de un razonamiento evolutivo, y todas fueron posteriormente apoyadas por los datos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Nótese que algunos de estos descubrimientos probablemente podrían haberse predicho sin el razonamiento evolutivo. Pero para otros habría sido más difícil. Y para otros hubiera resultado casi imposible.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero lo más destacable aquí es que <i>en ninguno</i> de estos ejemplos se observa que se haya inventado una explicación evolutiva a posteriori para ajustarse a los datos existentes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En todos estos casos, el razonamiento evolutivo se utiliza para generar una nueva hipótesis, y esta hipótesis se pone a prueba, dando lugar a nuevos hallazgos. En otras palabras, no pasamos de <i>observaciones conocidas a -> explicaciones post hoc convenientes</i>, sino que pasamos del <i>razonamiento evolutivo</i> <i>a</i> -> <i>nuevas predicciones a priori</i> que se ponen a prueba y que conducen a -> <i>nuevos descubrimientos</i> sobre fenómenos previamente desconocidos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Fíjense en cómo la evidencia anterior entra en conflicto con la alegación "ad hoc". El quid de la acusación de "ad hoc" se encuentra en la idea de que las hipótesis evolutivas son historias que suenan plausibles y que los investigadores inventan a posteriori para que concuerden con las observaciones conocidas. Pero los ejemplos expuestos en este ensayo -que son bastante comunes- demuestran que esa acusación carece lamentablemente de fundamento. Las hipótesis evolutivas en psicología se juegan el cuello, haciendo predicciones claras a priori que luego se ponen a prueba y <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2015/09/evolutionary_psychology_AP_2010.pdf">se rechazan o se apoyan con las pruebas</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por estas razones, cuando se acusa repetidamente al campo de la psicología de hacer narrativas ad hoc, aquellos que están familiarizados con su literatura básica tienen la sensación de hallarse en un espeluznante "<a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Bizarro_World">mundo bizarro</a>". Tienen pruebas de primera mano precisamente de todo lo contrario: la teoría evolutiva es deslumbrante por la amplitud y precisión de las novedosas predicciones que genera sobre la psicología humana. Muchos de los que hemos estudiado tanto los enfoques tradicionales como los evolutivos de la psicología adoptamos estos últimos en nuestras investigaciones <i>precisamente</i> por su mayor poder de predicción.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los miembros más inflexibles del coro de los que entonan el canto del "ad hoc" no se dejarán disuadir, y a veces intentarán una variante diferente del argumento: las hipótesis psicológicas evolucionistas deben ser narrativas ad hoc porque es imposible diferenciar una adaptación (algo que evolucionó porque cumple una función biológica) de un subproducto (un mero efecto secundario de una adaptación). Pero este argumento adolece de dos graves errores:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En primer lugar, aunque todas las inferencias y conclusiones en la ciencia deben ser siempre provisionales y estar abiertas a la revisión, <i>existen</i> criterios probatorios para diferenciar las adaptaciones de los subproductos. Pueden leer sobre ellos <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/2015ToobyCosmides%20BussEPHandbook.pdf">aquí</a>, <a href="https://www.amazon.com/Adaptation-Natural-Selection-Christopher-Williams/dp/0691026157">aquí</a>, <a href="http://www-personal.umich.edu/~nesse/Articles/TestEvolHypsMentDisord-1999.PDF">aquí</a>, <a href="https://www.researchgate.net/publication/344618054_The_Products_of_Evolution_Conceptual_Distinctions_Evidentiary_Criteria_and_Empirical_Examples">aquí</a>, <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2013/02/Lewis-Al-Shawaf-Conroy-Beam-Asao-and-Buss-2017.pdf">aquí</a> y <a href="http://primate.uchicago.edu/2002BBS.pdf">aquí</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En segundo lugar, este argumento se basa en la idea errónea de que toda la investigación evolutiva se centra en decidir <i>qué es y qué no es una adaptación</i>. En realidad, no es así; gran parte de la investigación en psicología evolucionista consiste, en cambio, en <i>emplear el pensamiento evolucionista para generar nuevas predicciones a priori y hacer nuevos descubrimientos sobre la mente</i>, como hemos mostrado en este ensayo. En este tipo de investigación a priori y basada en la teoría se hace hincapié en (1) formular nuevas preguntas, (2) generar nuevas predicciones y (3) hacer nuevos descubrimientos, y no en hacer declaraciones definitivas sobre si algo es o no una adaptación. Muchos de los estudios citados y enlazados en este ensayo utilizan el razonamiento evolutivo para generar nuevas predicciones, y luego ponen a prueba esas predicciones y hacen nuevos descubrimientos sobre el funcionamiento de la mente, a veces apoyando y a veces refutando las hipótesis originales. Pero a menudo <i>no</i> pretenden responder de forma concluyente a la pregunta "¿es una adaptación o un subproducto?". En algunos casos, ni siquiera se plantean la pregunta.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>Teoría de la gestión de errores</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Un ejemplo final de la capacidad de predicción del pensamiento evolucionista procede de la <a href="https://www.danielnettle.org.uk/download/034.pdf">Teoría de la Gestión de Errores</a>, que se centra en la evolución de los sesgos cognitivos.La Teoría de la Gestión de Errores sugiere que, en los escenarios de toma de decisiones, se pueden cometer dos posibles tipos de error: un error de tipo I (un falso positivo) o un error de tipo II (un falso negativo). Si un tipo de error es más costoso que el otro, y esta asimetría de costes se repite a lo largo del tiempo evolutivo, entonces la especie en cuestión desarrollará mecanismos neurocognitivos que se inclinen adaptativamente a cometer el error más seguro. Dicho de otro modo, los cerebros de los animales funcionan según una lógica similar a la de las alarmas de incendio diseñadas por los seres humanos: están estructurados para <i>bascular hacia el error menos costoso</i> porque esto minimiza la probabilidad de cometer el error más catastrófico.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esta sencilla teoría evolucionista nos lleva a nuevos descubrimientos en áreas como la cognición social, la percepción visual y auditiva y la función inmunitaria.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por ejemplo, la teoría predice que cuando las personas miran al suelo desde un punto elevado, como una colina empinada, <i>sobrestimarán</i> sistemáticamente su distancia al suelo, porque esto es más seguro que <i>subestimarla</i>, algo que podría llevar a una falta de precaución y a una caída letal. <a href="https://link.springer.com/content/pdf/10.3758/BF03193756.pdf">Esta predicción está verificada por los datos</a>, al igual que <a href="https://link.springer.com/content/pdf/10.3758/BF03193756.pdf">la predicción suplementaria de que este sesgo de estimación de la altura se atenuará cuando la gente esté mirando hacia un precipicio desde <i>abajo</i></a> (porque no es tan peligroso cuando se está abajo), así como <a href="https://liberalarts.utexas.edu/cps/_files/cormack-pdf/12Evolved_navigation_theory2009.pdf">la predicción a priori notablemente precisa de que el sesgo de sobreestimación de la altura se aplicará a la verticalidad ambiental, pero no a la verticalidad retiniana</a> (porque sólo la verticalidad <i>ambiental</i> está relacionada con el riesgo de caída). Debemos nuestro conocimiento de estos fascinantes descubrimientos al razonamiento evolutivo que condujo a estas predicciones -predicciones que no existían antes de que los investigadores pensaran en abordar el problema desde una perspectiva explícitamente evolucionista.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La lógica de la Teoría de la Gestión de Errores también predice que las mujeres heterosexuales, en promedio, mostrarán un "sesgo de escepticismo sobre el compromiso".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La idea es que, por término medio, <i>sobrestimar</i> la intención de compromiso de un pretendiente era más costoso para nuestros ancestros homininos que <i>subestimarla</i>, por lo que la teoría predice que las mujeres modernas mostrarán un sesgo medio hacia la <i>subestimación</i> de la intención de compromiso de los potenciales compañeros. <a href="http://www.sscnet.ucla.edu/comm/haselton/papers/downloads/Haselton_Buss_2000_JPSP.pdf">Los datos confirman esta predicción a priori</a>, al igual que la predicción complementaria de que <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1090513810000772">las mujeres posmenopáusicas no presentarán este sesgo</a>. Se necesitan más datos para poner a prueba esta predicción en diferentes culturas y para averiguar qué <a href="https://www.researchgate.net/publication/330211651_Context_Environment_and_Learning_in_Evolutionary_Psychology">contextos</a> aumentan o disminuyen el sesgo (o <a href="https://www.researchgate.net/publication/301917238_Could_there_be_a_male_commitment_skepticism_bias_and_a_female_sexual_overperception_bias_Novel_hypotheses_based_on_Error_Management_Theory">lo anulan o invierten</a>), pero los resultados iniciales parecen prometedores hasta ahora.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Siguiente: la lógica de la gestión de errores predice que mostraremos un <i>sesgo auditivo de anticipación</i>. En concreto, la teoría sugiere que percibiremos que los sonidos que se acercan están más cerca de lo que realmente están, y que llegan más rápido de lo que realmente lo hacen. Esto se debe a que el error más seguro es estar preparado prematuramente para un peligro que se aproxima, antes de que sea demasiado tarde. De hecho, los estudios demuestran que los seres humanos muestran este sesgo auditivo de aproximación, al igual que <a href="https://www.pnas.org/content/pnas/99/24/15755.full.pdf">los monos</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los estudios también <a href="http://www.jneuhoff.com/uploads/4/2/6/6/42664609/02bfe510a92dbbdd22000000.pdf">confirman</a> que, tal y como se predijo, percibimos los sonidos que se acercan como si estuvieran más cerca que los sonidos equidistantes que se alejan.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La misma teoría también predice que las personas perciben que los sonidos que se acercan se mueven más rápidamente que los que se alejan, <i>aun cuando en realidad se estén moviendo a la misma velocidad</i>. <a href="http://www.jneuhoff.com/uploads/4/2/6/6/42664609/neuhoff_looming_speed_crpi_2016.pdf">Los datos también confirman esta predicción</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esta teoría también permite hacer una <a href="http://www.jneuhoff.com/uploads/4/2/6/6/42664609/neuhof_jep-hpp_sex_differences_pre-print.pdf">nueva predicción sobre las diferencias de sexo</a> en el sesgo auditivo de anticipación, así como a <a href="http://www.jneuhoff.com/uploads/4/2/6/6/42664609/babies_in_traffic_reprint_neuhoff_john_g.__(1).pdf">una predicción adicional</a> sobre lo que ocurre cuando se presentan a las personas los sonidos de diferentes tipos de vocalizaciones infantiles (risa frente a llanto), ambas confirmadas por los datos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por último, los individuos con peores condiciones físicas necesitarán más tiempo para escapar de una amenaza que se aproxima, por lo que tienen un sesgo auditivo más pronunciado que los individuos con mejores condiciones físicas, <a href="http://www.jneuhoff.com/uploads/4/2/6/6/42664609/strength_and_physical_fitness_predict_the_perception_of_looming_sounds.pdf">exactamente como predice la teoría</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">A estas alturas, el lector se habrá dado perfecta cuenta de que muchos de estos resultados son contrarios a la intuición y no el tipo de resultado que se podría predecir a partir del sentido común. Pues bien, algunos, quizá incluso la mayoría de estos resultados, habrían quedado sin descubrir si no fuese por el razonamiento evolucionista que generó las hipótesis en primer lugar. E incluso si de alguna manera esa afirmación fuera incorrecta, lo que sí es completamente inequívoco es esto: que estas hipótesis se generaron a priori y luego llevaron a nuevos descubrimientos sobre el funcionamiento de la mente. Definitivamente, <i>no</i> implicaron trabajar hacia atrás a partir de los datos existentes hasta llegar a una narrativa de historias convenientes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Con frecuencia, el énfasis de la psicología evolucionista no se pone en observar un fenómeno ya conocido y luego trabajar hacia atrás, creando una historia sobre cómo pudiera ser una adaptación. Por el contrario, <a href="http://cogweb.ucla.edu/Debate/CEP_Gould.html">a menudo se hace hincapié en lo contrario</a>: utilizar el razonamiento evolutivo a priori para sugerir la existencia de nuevos fenómenos no descubiertos previamente, y luego salir a comprobar la existencia de esos fenómenos. Este último proceso (1) conduce a nuevos descubrimientos, y (2) no implica trabajar hacia atrás partiendo de los datos para llegar a la historia. Por tanto, es exactamente lo contrario de la narrativa de historias ad hoc.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es importante destacar que los ejemplos de este ensayo representan sólo una pequeña fracción del total de ejemplos disponibles; ni siquiera se aproximan en número y amplitud a los existentes de nuevas predicciones evolucionistas sobre la psicología que posteriormente han sido confirmadas por los datos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>La lista es larga, y sigue creciendo</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los detractores del enfoque evolucionista a menudo exigen ver "un ejemplo" de una situación en la que el pensamiento evolucionista generó una predicción a priori que condujo a un nuevo descubrimiento sobre la mente humana. Según mis cálculos, este solo ensayo ha presentado hasta ahora 26 o 27 ejemplos de este tipo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Realmente, nada hay de especial en las tres teorías que he elegido (la de la ira, la del asco y la de gestión de errores) y en los descubrimientos que han producido. Otros etudios habrían hecho un trabajo igualmente bueno como ilustración del notable poder de predicción del pensamiento evolutivo en las ciencias sociales.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por ejemplo, podríamos haber discutido sobre cómo el pensamiento evolucionista nos encamina a nuevas predicciones sobre <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/2017Sznycer%20et%20al_Cross-cultural%20regularities%20in%20pride%20with%20SI%20Appendix_PNAS.pdf">el orgullo</a>, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/Shame%20traditional%20societies%20PNAS%20Szyncer%202018%20+SI.pdf">la vergüenza</a>, <a href="http://yoksis.bilkent.edu.tr/pdf/files/12716.pdf">el hambre</a>, <a href="http://local.psy.miami.edu/faculty/mmccullough/Papers/2017-Cooperation-Roles%20of%20Interpersonal%20Value%20and%20Gratitude.pdf">la gratitud</a>, <a href="https://www2.psy.uq.edu.au/~uqbziets/Buss1992_Sex_differences_in_jealousy.pdf">los celos</a>, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/pops.12403">las preferencias políticas por los líderes</a>, <a href="https://deepblue.lib.umich.edu/bitstream/handle/2027.42/67686/10.1177_0022022190211001.pdf?sequence=2">los universales en las preferencias de pareja</a>, <a href="https://www2.psy.uq.edu.au/~uqbziets/Schmitt2005%20crosscultural%20sociosexuality.pdf">las diferencias culturales en las estrategias de emparejamiento</a>, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/2012KrasnowEtAl_WhyPunish.pdf">la reputación</a>, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/2012_PetersenEtal_PunishOrRepair.pdf">el sentimiento punitivo hacia los criminales</a>, <a href="http://www.evoluciospszichologia.hu/uploads/9/3/4/5/9345921/altruism_towards_strangers_in_need_ehb2010.pdf">el voluntariado caritativo</a>, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/2013Petersen_PsychologicalScience.pdf?ijkey=aQgdXL1bx/R8k&keytype=ref&siteid=sppss">el apoyo a la redistribución económica</a>, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/Delton_etal_2013_OptingOutOfPublicGood_JPSP.pdf?ijkey=aQgdXL1bx/R8k&keytype=ref&siteid=sppss">la moralización de las personas que optan por los bienes públicos</a>, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/eraserace.pdf">el "borrado" de la raza</a>, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/intuitivestat96.pdf">nuestra capacidad para resolver problemas matemáticos enmarcados en términos de frecuencia frente a probabilidad</a>, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/individnatsamp98.pdf">qué tipo de condiciones mejoran nuestras inferencias estadísticas</a>, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/PNASCosmidesBarrettTooby2010_wSI.pdf">nuestra capacidad para detectar a los infractores de los contratos sociales</a>, <a href="https://www.martindaly.ca/uploads/2/3/7/0/23707972/daly___wilson_1982_who_babies_resemble.pdf">a quiénes se parecen los recién nacidos</a>, <a href="https://www.researchgate.net/profile/Joshua_Schrock/publication/335769130_Lassitude_The_emotion_of_being_sick/links/5dc2efcc299bf1a47b1bed95/Lassitude-The-emotion-of-being-sick.pdf">qué rasgos psicológicos pueden acompañar a la enfermedad</a> y <a href="https://deepblue.lib.umich.edu/bitstream/handle/2027.42/30928/0000598.pdf?sequence=1">la variación cultural teóricamente prevista en el grado en que la gente valora el atractivo físico</a>, por nombrar unos pocos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En cada uno de estos casos, los investigadores utilizaron el pensamiento evolucionista para generar y poner a prueba nuevas predicciones sobre la mente humana, lo que después condujo a nuevos descubrimientos. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Un conocimiento razonable de la literatura muestra que, muy lejos de estar plagada de narrativas ad hoc y de invenciones a posteriori, en sus enfoques evolucionistas ofrece en realidad una generación fluida y prolífica de predicciones a priori inusual en psicología.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es razonable preguntarse <i>por qué</i> los enfoques evolucionistas de la psicología tienen tanto acierto en sus predicciones. Un breve e incompleto recuento sugiere que se debe, en parte, a que el pensamiento evolucionista reduce el área de búsqueda al <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/Evol_integrat.pdf">insistir en la consiliencia con la biología</a>, descartando así las hipótesis que violan los principios básicos de la teoría evolutiva; en parte también a que la teoría evolutiva ha sido elaborada con suficiente detalle como para que derivar predicciones de esta sea más fácil que hacerlo de teorías menos especificadas; y en parte, a que los enfoques evolucionistas ofrecen a los investigadores <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/Fromfunct.pdf">herramientas conceptuales-metodológicas útiles, como el "análisis de tareas"</a>, que es <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2013/02/Lewis-Al-Shawaf-Conroy-Beam-Asao-and-Buss-2017.pdf">muy adecuado para generar predicciones novedosas sobre la psicología y el comportamiento humanos</a>. Esta cuestión probablemente merezca un debate específico en otro lugar.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Merece la pena señalar que alguien interesado en atacar el campo de la psicología evolucionista siempre puede incurrir en la falacia de la evidencia incompleta, seleccionando como ejemplo de estudios aquellos más flojos, del mismo modo que alguien interesado en mostrar los éxitos de la psicología evolucionista puede escoger los estudios más sólidos. Frente a este impasse hay dos formas de proceder con sentido. La primera: podemos evaluar <i>la calidad media</i> de los estudios en el campo. El problema con este enfoque es que la mayoría de los observadores casuales, los legos inteligentes y los científicos sociales no han leído un par de cientos de artículos de psicología evolucionista como para tomar una decisión informada sobre la calidad media, y a menudo tampoco han leído un par de cientos de artículos en cada uno de los campos de la psicología social, la psicología del desarrollo y la psicología de la personalidad para hacer comparaciones razonables. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Lo que nos queda y que <i>puede</i> ser abordado en un ensayo como éste, por lectores que no están necesariamente inmersos en las diversas ramas de la psicología, es una <i>evaluación de principio</i>: ¿tiene la psicología evolucionista un problema inherente con las narrativas ad hoc por el hecho de ser evolucionistas? Este ensayo ha reunido docenas de ejemplos para mostrar que, como mínimo, la psicología evolucionista no es inherentemente propensa a las narrativas ad hoc, y de hecho genera una plétora de nuevas predicciones a priori que posteriormente se convierten en nuevos descubrimientos sobre el funcionamiento de la mente. Las afirmaciones en contra se suelen hacer sin pruebas que las respalden y se presumen "obviamente" o necesariamente ciertas, normalmente sin argumentos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Para un análisis cualitativamente diferente que no se centre en ejemplos concretos, sino en la razón por la que la gente persiste en cometer este error, véase el concepto erróneo nº 7 de <a href="https://areomagazine.com/2019/08/20/seven-key-misconceptions-about-evolutionary-psychology/">este</a> ensayo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>Conclusion</b> </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La psicología evolucionista es imperfecta e incompleta: es una ciencia joven, que todavía está en sus primeros años. Sin duda alguna tiene margen de mejora. Pero, al igual que muchas otras ciencias, se ha ido perfeccionando y aumentando su precisión y sus matices con el paso del tiempo, una tendencia positiva que podemos esperar que continúe. Por desgracia, una gran parte de la resistencia actual a este campo no se basa en una evaluación informada de sus deficiencias, sino en malentendidos. Y no le sorprenderá saber que las críticas basadas en errores de concepto a menudo no dan en el clavo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El argumento central de este ensayo ha sido que los enfoques evolucionistas nos guían hacia un número impresionante de nuevos descubrimientos sobre la mente humana, desmintiendo la opinión no por popular mejor informada, de que están plagados de cuentos. La mayoría de la gente está de acuerdo en que hacer nuevos descubrimientos es una de las tareas más importantes de la ciencia, y quizás incluso la principal. Según esta métrica, la psicología evolutiva ya es una evidente historia de éxito.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero la historia tiene también otras facetas. Más allá de los nuevos descubrimientos, los enfoques evolucionistas de la psicología tienen muchas otras virtudes científicas bien conocidas asociadas a un paradigma teórico sólido: explican hallazgos existentes que serían desconcertantes sin la luz de la evolución, apuntan a nuevas preguntas que antes ni habíamos pensado en plantearnos, integran hallazgos dispares existentes en un marco teórico coherente, <a href="https://areomagazine.com/2020/07/20/the-why-is-not-the-same-as-the-how-levels-of-analysis-and-scientific-progress-in-psychology/">construyen puentes conceptuales entre las ciencias sociales y las biológicas</a>, y derivan en aplicaciones prácticas en campos como la educación, la medicina y la salud mental. Los próximos ensayos se centrarán en estas contribuciones adicionales.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>Posdata</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Si está interesado en leer más sobre la idea de las narrativas ad hoc, puede consultar <a href="https://link.springer.com/content/pdf/10.1007%2F978-3-319-16999-6_1378-1.pdf">esta breve entrada de la enciclopedia</a> del preeminente etólogo John Alcock, <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2015/09/evolutionary_psychology_AP_2010.pdf">este influyente artículo</a> sobre las promesas y limitaciones de la psicología evolucionista, <a href="https://areomagazine.com/2019/08/20/seven-key-misconceptions-about-evolutionary-psychology/">este ensayo sobre los errores de concepto</a> que rodean a la psicología evolucionista (especialmente los errores de concepto #6 y #7), <a href="http://sites.oxy.edu/clint/evolution/articles/adaptationismhowtocarryoutanExaptationistProgram.pdf">este artículo</a> sobre cómo estudiar las adaptaciones y exaptaciones en psicología, este capítulo sobre las adaptaciones y subproductos en psicología, y <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2013/02/Lewis-Al-Shawaf-Conroy-Beam-Asao-and-Buss-2017.pdf">este artículo</a> sobre cómo aplicar los principios evolucionistas a la investigación psicológica de forma rigurosa -incluyendo cómo evitar incurrir en narrativas ad hoc.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ensayo publicado originalmente en inglés en <a href="https://areomagazine.com/"><b>Areo Magazine</b></a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"></span></p><h1 class="entry-title" style="-webkit-text-stroke: 0.5px rgb(0, 0, 0); background-color: white; box-sizing: border-box; color: white; line-height: 1em; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; position: relative; text-align: center; text-shadow: rgb(0, 0, 0) 1px 1px 0px;"><a href="https://areomagazine.com/2020/10/20/evolutionary-psychology-predictively-powerful-or-riddled-with-just-so-stories/"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Evolutionary Psychology: Predictively Powerful or Riddled with Just-So Stories?</span></a></h1><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Casualmente he encontrado otra traducción al castellano de este ensayo. <a href="https://carnaina.medium.com/psicolog%C3%ADa-evolucionista-es-poderosamente-predictiva-o-est%C3%A1-plagada-de-cuentos-de-as%C3%AD-fue-4bec18702b1d">Aquí</a> dejo el enlace por si quieren leerla.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM00DLWqYOLiWwvhzu0ZRNAYIkPWPBm95p_CpoU4KiVFRdF539c_sM2cITRsgTSJKn6H1rMrqWQouuF7MXtTbZ70rzcXWMl6CXM8rU1MNVcIlxByhUgByWAMjaX7k822MyMaLqplCd7-Kd3Tl73LCRfMa1XdNps6z2OC9juqzDhWxUivr_5g/s640/Laith%20Al-Shawaf%20-%20web%20(1).jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="480" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM00DLWqYOLiWwvhzu0ZRNAYIkPWPBm95p_CpoU4KiVFRdF539c_sM2cITRsgTSJKn6H1rMrqWQouuF7MXtTbZ70rzcXWMl6CXM8rU1MNVcIlxByhUgByWAMjaX7k822MyMaLqplCd7-Kd3Tl73LCRfMa1XdNps6z2OC9juqzDhWxUivr_5g/s320/Laith%20Al-Shawaf%20-%20web%20(1).jpg" width="240" /></span></a></b></div><p style="text-align: justify;"><b style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El Dr. Laith Al-Shawaf es profesor asociado del Departamento de Psicología de la Universidad de Colorado, en Colorado Springs. Antes de trasladarse a Estados Unidos, fue docente en una universidad de lengua inglesa en Turquía y fue becario visitante en el Instituto de Estudios Avanzados de Berlín. Laith ha sido premiado tanto por su investigación como por su labor docente. Es miembro de la Academia Árabe-Alemana de Jóvenes (AGYA) y asesor académico principal del Centro de Investigación de Cognición Social Aplicada (CASCR) del Líbano. Puede encontrar sus escritos populares <a href="https://www.laithalshawaf.com/popular-science.html">aquí</a>, y puede encontrarlo en Twitter <a href="https://twitter.com/LaithAlShawaf?t=ZS2qkQLUvFOrHw4vsJEkqA&s=09">aquí</a>.</span></b></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-14364532641937298042022-11-08T22:28:00.000+01:002022-11-08T22:28:56.361+01:00El sexo de los ángeles (entrevista a José Errasti)<p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: center;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgse6NRAS6dkWeJRWHIB0ttQZmG_HtHIJIs6OWKMspSBYVPSkwjEi4oeiSTwmMOB6LKstZg9MkfJtEyrw3G9J4SLsLPEHAr7G6IYSXyW459YDzJtktZ-jv1rNTYW4veGtCjbzOJgqLbbSIBkccibegntj1xyYbDYokJ1m-0hY8MGaTMUrY/s4543/PA279087.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="4543" data-original-width="3407" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgse6NRAS6dkWeJRWHIB0ttQZmG_HtHIJIs6OWKMspSBYVPSkwjEi4oeiSTwmMOB6LKstZg9MkfJtEyrw3G9J4SLsLPEHAr7G6IYSXyW459YDzJtktZ-jv1rNTYW4veGtCjbzOJgqLbbSIBkccibegntj1xyYbDYokJ1m-0hY8MGaTMUrY/s320/PA279087.JPG" width="240" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b>José Errasti</b></td></tr></tbody></table></p><div style="text-align: justify;">Nunca fue nuestro afán sembrar discordias o armar polémicas, menos aún con muecas y ademanes histriónicos, de ahí que nos hayamos dedicado durante tantos años a hablar de ciencia, es decir, del noble empeño humano por conocer y comprender los fenómenos de la naturaleza, paciente y circunspectamente. Sin embargo no somos tan ingenuos de creer que en el terreno presumiblemente aséptico de la ciencia no haya malas hierbas (sobre ello habla David G. Jara en su obra Ciencia Canalla), o que no existan encarnizadas disputas sobre cuestiones en las que no existe un consenso ni por aproximación, en las que los más eminentes Doctores se asesinan unos a otros, metafóricamente. De hecho la ciencia es una permanente revisión de sí misma, y la semilla de la disensión germina y puede terminar por ser el más elevado árbol del conocimiento si se abre paso a la luz.</div><p></p><p style="text-align: justify;">Pero el mayor enemigo de la ciencia siempre será la obstinada ignorancia, la necedad prepotente, la imposición categórica de ideas monolíticas y las creencias en cosas demostrablemente falsas. </p><p style="text-align: justify;">La ciencia evolucionista y la de la naturaleza humana, que son las que aquí más interesan, están siendo atacadas sin ningún pudor por grupos de presión que tratan de imponer agendas ideológicas al resto de la sociedad. Para estos grupos todo es una lucha de poder y todo discurso es susceptible de ser convertido en pura narración dentro de una gran corriente de narrativas que desembocan en el océano del relativismo y el subjetivismo. Y eso incluye al discurso científico.</p><p style="text-align: justify;">En el origen del evolucionismo moderno, Charles Darwin conocía bien a los enemigos que se iba a grangear con su hipótesis acerca de la explicación del misterio de los misterios: el origen de la vida y de las especies que la encarnan. </p><p style="text-align: justify;">El problema radicaba en que si hablaba de la vida y su desarrollo en el tiempo no era posible sacar de la ecuación al ser humano, y ello implicaba incluir nuestros más elevados ideales, nuestras mejores esencias y creaciones, dentro de la diversidad de expresiones de la vida en la tierra. La mente humana era la mente de un ser vivo que no estaba ni más ni menos vivo que cualquier otro ser. </p><p style="text-align: justify;">El cristianismo, bajo el signo de la cruz, debía anatemizar al evolucionismo darwiniano, a la idea misma de selección natural. Esto era así no tanto porque el ser humano fuera pariente del mono (aunque esta fuera un aspecto incómodo de aceptar) sino por las implicaciones que ello tenía sobre lo que era ser humano.</p><p style="text-align: justify;">A pesar de la resistencia a las ideas científicas naturalistas estas terminaron por imponerse, al menos en los reductos del saber universal, las Universidades, permeando a la sociedad bien formada e informada. La biología, tocada con la varita de la evolución, era una ciencia exuberante, y no sólo por la variedad y originalidad de sus objetos de estudio, sino por su potencial para dar cuenta de un innumerable número de fenómenos que, sin ella, no tendrían sentido. El genetista y evolucionista Theodosius Dobzhansky llegó a afirmar : "<i>Nada tiene sentido en biología si no es a la luz de la evolución</i>". Lo cual viene a ser un nada vivo, con su comportamiento o naturaleza, tiene sentido, o es explicable cabalmente si no es a la luz de la evolución. Y eso incluye al ser humano con su mente...y su cuerpo, biológicamente sexuado.</p><p style="text-align: justify;">Hoy, en nombre del sexo y de la independencia de la mente humana de toda raíz biológica en lo que al sexo se refiere, han surgido voces que gritan, incluso desde los mismos púlpitos de las áreas de ciencias sociales de las Universidades (por ahí empezaron, de hecho), que el género (ya ponderaremos el significado preciso del término) se elige, y que el sexo biológico al nacer es como el sexo de los ángeles, algo no determinable y por tanto no determinante....porque lo que hay es una autodeterminación de género.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYHNk64DZx9XlKitT6zxWoIOtXKrj7GAOdE24INyBC-_4ISUvCsLa_s7C3n-hBacLh_ok2gD71KnarQl9dt2UVVbKI7sfpC00vcPCpBJPX2JLvcNdfpDAkt2vjKyxAqyXPfF1NHNZuIkBgFArvHuKNDy4B84nIxmOuX-t1F0DASW7vT4I/s834/9788423433421.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="834" data-original-width="552" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYHNk64DZx9XlKitT6zxWoIOtXKrj7GAOdE24INyBC-_4ISUvCsLa_s7C3n-hBacLh_ok2gD71KnarQl9dt2UVVbKI7sfpC00vcPCpBJPX2JLvcNdfpDAkt2vjKyxAqyXPfF1NHNZuIkBgFArvHuKNDy4B84nIxmOuX-t1F0DASW7vT4I/s320/9788423433421.jpg" width="212" /></a></div><br />No hubieran querido tener que hablar de política José Errasti y Marino Pérez Álvarez, cuando escribieron conjuntamente la recientemente publicada obra <b><a href="https://www.amazon.es/Nadie-nace-cuerpo-equivocado-identidad/dp/8423433323/ref=mp_s_a_1_1?adgrpid=135510286695&gclid=EAIaIQobChMIg8zyucCf-wIVpQwGAB2nrwTCEAAYASAAEgIeF_D_BwE&hvadid=591004360492&hvdev=m&hvlocphy=9047045&hvnetw=g&hvqmt=b&hvrand=5030836978822577993&hvtargid=kwd-1660294773786&hydadcr=22287_1820698&keywords=nadie+nace+cuerpo+equivocado&qid=1667942087&qu=eyJxc2MiOiIwLjI2IiwicXNhIjoiMC4wOSIsInFzcCI6IjAuMTgifQ%3D%3D&sr=8-1">Nadie Nace en un Cuerpo Equivocado</a></b>. Pero estaban obligados, al combatir una ideología que sí es política, aunque se denomine mayestáticamente <i>Teoría de Género</i>, presumiéndose científica; combaten en nombre de la ciencia, pero también de los derechos y libertades en una sociedad democrática, lo cual les obliga a tomar un enfoque político, y no sólo científico "defensivo". <p></p><p style="text-align: justify;">Al final nos encontramos ante un enfrentamiento en las arenas sangrientas del Anfiteatro Posmoderno. Se han pasado tanto tiempo decostruyéndolo sus constructores, que ya no saben, desde un punto de vista intelectual, que es una construcción sólida y qué una ruina. Así que las equiparan. </p><p style="text-align: justify;">José Manuel Errasti, profesor de Psicología de la Universidad de Oviedo, y uno de los autores de este libro que era polémico ya antes de nacer y de haber sido siquiera concebido, ha conocido de primera mano lo que significa estar en el frente de una de las guerra culturales de nuestro tiempo. Pero persevera en su empeño, un empeño científico, un empeño por dilucidar la verdad "a la luz de la evolución" y defender la naturaleza humana de sus nuevos e insólitos enemigos.</p><p style="text-align: justify;">Ha tenido la inmensa amabilidad de responder unas preguntas para La Nueva Ilustración Evolucionista.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>1.- En un artículo, que recientemente tradujimos al castellano aquí, sobre el test de personalidad de Myers-Briggs, el psicólogo evolucionista Laith Al-Shawaf, argumentaba que no podían encajonarse las personalidades humanas en tipos fijos, dado que la personalidad es resultado del continuo de una serie de rasgos, y nadie es exactamente igual a cualquier otro. Desde la denominada teoría de género argumentan lo mismo sobre el sexo: no hay dos "tipos fijos", y la sexualidad es un continuo. Pero, como dice Steven Pinker: "Reality always reasserts itself", y la realidad es que hay sólo dos sexos. ¿Cómo explicar lo evidente?</b></p><p style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><p style="text-align: justify;">Recurriendo a la función del sexo. Tenemos que ser darwinistas. A partir de Darwin entendemos que los fenómenos biológicos sólo se entienden a la luz de la evolución. No son caprichosos ni aleatorios. No están ahí porque sí. Y la función filogenética del sexo es la reproducción. Hasta ahora nadie ha discutido que la especie humana es reproductivamente binaria —ojo, lo que es binaria es la especie, no los individuos—. ¿Cómo se entendería un sexo no binario como base de una reproducción binaria?</p><p style="text-align: justify;">Por supuesto que el aparato reproductor, como los demás aparatos del cuerpo humano, presenta ocasionalmente anomalías, que pueden ser genéticas o no. Alrededor de una cada coinco mil personas presentan un grupo amplio de variantes que denominamos “intersexualidad”. No es un nombre acertado, porque estas variantes no están entre los sexos. Son variantes de mujeres o de varones, que no permiten ser colocadas a lo largo de un continuo que tuviera a las mujeres y los varones prototípicos en los extremos. Una mujer con síndrome de Turner no es un 80% mujer y un 20% varón. Es una mujer. No hay mujeres más mujeres que otras mujeres, y lo mismo se puede decir de los varones.</p><p style="text-align: justify;">La falta de pigmentación en la piel en las personas que habitan latitudes muy altas es adaptativa. La falta de pigmentación en la piel de las personas que padecen albinismo no lo es. Es la ausencia de funcionalidad adaptativa lo que nos permite considerar a algunos fenómenos como anomalías. Es un juicio biológico, no moral. En su empeño anticientífico por convertir al sexo en una parodia del género, la ideología queer pretende aplicar al sexo la lógica continua y multidimensional del estereotipo sexual, del género. Pero los fenómenos gobernados por su función biológica no tienen la misma naturaleza que los fenómenos gobernados por su función social.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>2.- Otra cuestión es la del género donde existe una tremenda confusión hasta el punto de plantearnos si este concepto sirve para algo. <a href="https://debuk.wordpress.com/2016/12/15/a-brief-history-of-gender/">El término género tiene al menos 3 significados</a>: El primer uso es como sinónimo de sexo para referirse a masculino o femenino. El segundo uso, -roles o distinciones sociales o culturales que se adjudican o imponen desde el exterior (socialización, “Patriarcado”…) a cada sexo-, no procede de textos feministas de los años 60 o 70 sino de revistas de Psicología con referencias que datan de 1945 y 1950. pero es el sentido en el que usan el concepto de género las feministas. El tercer uso como una identidad interna del individuo -más que como algo impuesto desde el exterior- que se expresa en la conducta y en lo que dicen acerca de sí mismos, aparece en textos médicos sobre hermafroditas (intersexuales) y transexuales (los dos autores a los que se atribuye esta tercera acepción son los del psicólogo John Money y el psiquiatra Robert Stoller) . Este tercer sentido es el que usan los activistas trans.</b></p><p style="text-align: justify;"><b>Así que tenemos un conflicto entre los dos sentidos principales de género. Por un lado, algo que va de fuera a dentro: un estado social impuesto a la gente en virtud de su sexo. Por otro, algo que va de dentro a fuera: un sentido innato de identidad. Para las feministas, el género es lo que sucede debido a la crianza. Para los activistas trans, el género es lo que sucede a pesar de la crianza.” </b><b>Todo ello genera una gran confusión. El psicólogo Ray Blanchard ha propuesto que habría sido mejor usar la distinción “sexo objetivo” y sexo subjetivo” en lugar de sexo/género y propone que se retire el concepto de género (<a href="https://twitter.com/BlanchardPhD/status/825327178476875778?s=20&t=ktNSZxE55B0xl7QSTDUoSw">aquí</a>, <a href="https://twitter.com/BlanchardPhD/status/1564614984616779783?s=20&t=ktNSZxE55B0xl7QSTDUoSw">aquí</a>, <a href="https://twitter.com/BlanchardPhD/status/824646168621813760?s=20&t=ktNSZxE55B0xl7QSTDUoSw">aquí</a> y <a href="https://twitter.com/BlanchardPhD/status/1348343053334011909?s=20&t=ktNSZxE55B0xl7QSTDUoSw">aquí</a>). Según esta distinción de Blanchard, ciertas actividades podrían ir asociadas al sexo subjetivo (uso de pronombres o de baños, etc) mientras que otras actividades irían asociadas al sexo biológico u objetivo (competición en deportes por ejemplo)</b> <b>¿Qué piensas que podríamos hacer con el concepto género y qué te parece la propuesta de Blanchard de distinguir entre un sexo biológico u objetivo y un sexo subjetivo o social?</b></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">El concepto de “género” ha experimentado en las últimas décadas una inversión semántica curiosísima. No es la primera vez que ocurre algo así en el ámbito de la psicología. De referirse a los estereotipos sexuales socialmente determinados en donde se materializan relaciones de poder de tipo político, pasa a referirse a una esencia interna de naturaleza psicológica ahí dada. Lo político puede criticarse o combatirse. Lo psicológico sólo puede afirmarse. El lío termina de montarse al añadirse el concepto de “identidad”, al que le ocurre casi lo mismo: de ser un complejo concepto filosófico —la identidad sintética, la identidad fenoménica, la identitas en Tomás de Aquino…— pasa a ser un sentimiento íntimo indefinible.</p><p style="text-align: justify;">Si dos personas que no tienen ninguna característica en común pueden ser ambas mujeres, y dos personas que tienen todas las características en común pueden ser un varón y una mujer, entonces “varón” y “mujer” son palabra que han dejado de tener significado. El género es la nuevo alma, y comparte todos los problemas oscuros y metafísicos de la vieja. Todo eso se ve potenciado por el uso de una retórica metafísica que pretende ser solemne y gloriosa, pero a la que se le ve a la legua la banalidad de su demagogia —“estas personas sólo quieren que se les permitar existir”, cosas así—.</p><p style="text-align: justify;">Quizá la distinción de Blanchard pudiera, por ejemplo, resolver algún problema administrativo, ya que resulta obvio que el Registro Civil no se interesa por lo subjetivo, pero deja las grandes preguntas sin resolver: ¿qué es el sexo masculino subjetivo? ¿qué es sentirse mujer? ¿alguien puede sentir que tiene los ojos azules o que es de etnia caucásica? Aceptar un sexo subjetivo acabaría abriendo la puerta a la psicologización de los estereotipos sexuales sociales, y estaríamos en las mismas —“es que yo soy…”, “¡quiero existir!”—.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>3.- El movimiento feminista ha ido evolucionando, pasando por distintas etapas, pero en la actual ha llegado a un punto en el que a mucha gente le cuesta distinguir al feminismo del movimiento LGTBIQ+, pero, de hecho, existe una guerra abiertamente declarada entre ambos movimientos, al tiempo que convergen en algunos puntos. ¿Podrías deshacer la madeja de este batiburrillo de reivindicaciones sociales para señalar sus parecidos y diferencias?</b></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">La sigla LGTBIQ+ es otro batiburrillo difuso en donde se mezclan cuestiones tan diferentes como, por ejemplo, la orientación sexual y la identidad de género. ¿Qué sentido tiene agrupar estas condiciones bajo un mismo paraguas? Al final, el hilo agrupador del colectivo LGTBIQ+ es mucho más connotativo que denotativo: personas marginadas por cosas que tienen que ver con el sexo y a las que queremos ayudar en su normalización, respeto, visibilización, etc. Pero no podemos ayudar por igual, pongamos, a una lesbiana, a una persona que sufre el síndrome de Klinefelter y a un señor que tras su jubilación descubre que es mujer.</p><p style="text-align: justify;">Podría parecer que el feminismo comparte con el movimiento LGTBIQ+ este aire de familia, esta nube de connotaciones. Pero el feminismo es un movimiento riguroso, que analiza la realidad desde las coordenadas materiales y sociales del sexo para conseguir acabar con la injusta discriminación que han sufrido y sufren las mujeres. Tiene una agenda propia e independiente. Puede coincidir en ocasiones con la agenda LGTBIQ+, pero, en tanto que el movimiento transactivista vacía de contenido categorías como “mujer”, también puede enfrentarse frontalmente a la visión queer de la transexualidad, profundamente retrógrada y misógina. Como ha señalado Amelia Valcárcel, el movimiento queer es la contrafigura del feminismo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>4.- La denominada maternofobia es un signo de los tiempos que, como bien señaláis en vuestro libro, supone un serio problema demográfico, pero también refleja un cambio de actitud hacia la maternidad que puede tener relación, en muchos casos, con una percepción narcisista de la vida. ¿Qué cambios económicos, sociológicos y psicológicos podrían explicar esta tendencia?</b></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">El mercado del placer, la comodidad y la satisfacción inmediata de los deseos mueve tamtos millones al año como el mercado armamentístico o farmacéutico. Desde todas las instancias sociales se exhorta a un individualismo extremo, a la búsqueda de una felicidad ensimismada y narcisista, a la consecución de metas hedonistas a corto plazo. Todo esto, claro, casa mal con la maternidad. La natalidad se encuentra en cotas bajísimas desde hace años, y la gente tiene un hijo muchas veces porque no se puede tener medio. Creo haber leído hace poco que en muchas ciudades occidentales ya se mayor el número de mascotas que de niños.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>5.- Explicáis muy bien la evolución de la reproducción, la famosa replicación íntimamente vinculada a la vida misma como sistema autorregulado (autopoiético) a lo largo del tiempo geológico. El sexo es, visto desde este punto de vista en el que miles de millones de años nos contemplan, una realidad sujeta a imperativos biológicos. Pero aunque el mundo gire en torno al sexo como realidad biológica reproductiva, la teoría de género pone en el centro al sexo como identidad sexual. ¿No es la nuestra una sociedad obsesionada con el sexo como actividad recreativa?</b></p><p style="text-align: justify;">Es fundamental distinguir entre la finalidad filogenética biológica del sexo y la finalidad ontogenética psicológica del sexo. La primera es obviamente la reproducción. La segunda ya es mucho más variada, y la obtención de placer es uno de sus principales componentes, aunque no el único ni mucho menos. Una amplísima mayoría de nuestras conductas sexuales no tienen finalidad reproductiva —masturbación, prácticas sexuales no coitales…—, y eso ha sido siempre así. La función recreativa del sexo es una característica importante de la condición humana.</p><p style="text-align: justify;">El mercado hedonista lo potencia, claro. Ahora bien, el aumento de la presencia pública del sexo no necesariamente implica un aumento de su práctica real. Curiosamente, las investigaciones señalan un descenso de las relaciones sexuales entre los jóvenes. Poco a poco el sexo está dejando de ser algo que se hace para pasar a ser algo que se es. Paradójicamente, en la sociedad hedonista corren malos tiempos para el placer.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>6.- La mente humana no es ajena al dimorfismo sexual que nos caracteriza. Por otro lado cada vez más se evidencia que la mente y el cuerpo forman una indisoluble unidad. Y, aunque nadie nace en un cuerpo equivocado, la denominada disfória de género, podría tener un componente biológico. ¿Cómo separar ese componente biológico de las influencias sociales en la autopercepción?</b></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Desde una psicología materialista adualista no se niega la existencia de factores biológicos, pero sí se niega que éstos vengan dados ya a escala psicológica. Hay que hilar muy fino en estos temas. Llevamos casi cien años viendo cómo se encuentran las causas biológicas de la extraversión, del alcoholismo, de la homosexualidad, de las altas capacidades… y ahora de la disforia de género. Sin embargo, jamás se ha llegado a desarrollar una prueba neurofisiológica que a priori pueda predecir quiénes serán extravertidos, alcohólicos, homosexuales o tendrán altas capacidades. Tampoco va a desarrollarse esa prueba respecto de la disforia de género. Podemos esperar sentados.</p><p style="text-align: justify;">Buscar la disforia en la neurona es como buscar la forma de la Torre Eiffel en el hierro. Si en vez de hierro usamos madera, yeso o barro, no es posible la Torre Eiffel, pero lo relevante para entender la forma de la Torre Eiffel está en la historia del arte, la historia de la arquitectura, incluso el contexto sociopolítico del momento y la vida del propio Eiffel.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>7.- ¿En qué estás trabajando ahora? ¿Qué cuestión de nuestra psicología social humana te preocupa o intriga más?</b></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Siempre me ha interesado el valor operante que tienen las emociones humanas, que veo más como acciones realizadas por las personas que como meras reacciones que a la persona le suceden. El aprendizaje social de las emociones es fundamental para comprenderlas. En especial, es fundamental para entender las emociones problemáticas y aparentemente inexplicables.</p><p style="text-align: justify;">Y dentro de estos fenómenos emocionales difíciles de explicar, creo que pocos son tan interesantes como los atascos de la juventud femenina a lo largo de los últimos cien años. Eso que se llamó “histeria”, los problemas de personalidad múltiple, el trastorno de personalidad múltiple, los trastornos de la alimentación. Tuve ocasión de seguir muy de cerca el auge de la anorexia restrictiva hace unas décadas. Y ahora estamos con estos nuevos problemas, también mayoritariamente juveniles y femeninos. Siempre los mismos perfiles. Siempre los mismos atascos.</p><p style="text-align: justify;">Ahora estoy centrado en eso que algunos llaman “disforia de género de inicio rápido”. Creo que voy a quedarme un tiempo en él. Llegué a este tema casi de casualidad, pero su rabiosa irracionalidad y su actualidad política me mantiene atrapado en él. Se van a cometer graves errores políticos y clínicos, y hay que arrimar el hombro. Ojalá pronto podamos darlo por superado y podamos dedicarnos a cuestiones más genéricas y conceptuales, que son siempre en las que me han interesado más.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"> </p>Germánicohttp://www.blogger.com/profile/17058701287561040466noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-72300727862941174852022-11-07T21:39:00.001+01:002022-11-07T21:44:18.041+01:00No, La Evolución No es Aleatoria. Por Laith Al-Shawaf.<p> </p><div style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif;"><div><div style="background-color: #cfcfcf; border: 1px solid rgb(221, 221, 221); height: 50px; margin-bottom: 0px; margin-right: 0.5rem; max-height: 50px; width: 41px;"><a href="https://www.psychologytoday.com/us/contributors/laith-al-shawaf-phd" style="color: #477be4; display: block; font-family: "proxima nova semi bold", arial, sans-serif; height: 48px; text-decoration-line: none; width: 39px;"><img alt="" height="400" src="https://cdn2.psychologytoday.com/assets/styles/profile_teaser_micro/public/field_user_blogger_photo/headshot_1-removebg-preview.png.jpg?itok=N655URd0" style="height: auto; max-width: 100%; vertical-align: middle;" width="318" /></a></div><div style="margin-top: 10px;"><h3 style="font-family: "proxima nova semi bold", arial, sans-serif; font-size: 15px; font-weight: normal; line-height: 1.25; margin: 0px;"><a href="https://www.psychologytoday.com/us/contributors/laith-al-shawaf-phd" style="color: #2c2d30; text-decoration-line: none;">Laith Al-Shawaf Ph.D.</a></h3></div></div><div><h1 style="font-family: "proxima nova semi bold", arial, sans-serif; font-size: 42px; font-weight: normal; line-height: 1; margin: 0px 0px 0.5rem;">No, La Evolución No es Aleatoria </h1><h2 style="font-size: 22px; font-weight: normal; line-height: 1.25; margin: 0px 0px 0.5rem;">Y la selección natural no es un proceso casual.</h2></div></div><div dir="auto" style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif;"><br /></div><div style="font-family: sans-serif; font-size: large;"><div style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: medium;"></div><div><div style="border-bottom: 1px solid rgb(221, 221, 221); margin-bottom: 26px; padding-bottom: 26px;"><h3 style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova bold", arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 1.833; margin: 0px 0px 9px; text-transform: uppercase;">PUNTOS CLAVE:</h3><ul style="list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin-bottom: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 1.2rem;"><li style="line-height: 1.222; margin-bottom: 12px; padding-left: 0.2rem; text-align: justify;"><span face=""proxima nova semi bold", arial, sans-serif" style="color: #2c2d30;">La evolución no es aleatoria, y la selección natural no es un proceso fortuito.</span><br /></li><li style="line-height: 1.222; margin-bottom: 12px; padding-left: 0.2rem; text-align: justify;"><span face="proxima nova semi bold, arial, sans-serif" style="color: #2c2d30;">El principal error que se comete radica es confundir la selección natural con las mutaciones.</span></li><li style="line-height: 1.222; margin-bottom: 12px; padding-left: 0.2rem; text-align: justify;"><span face="proxima nova semi bold, arial, sans-serif" style="color: #2c2d30;">Resolver esta confusión resulta clave para poder entender correctamente la evolución y la selección natural.</span></li></ul></div><div><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;">¿Alguna vez se ha encontrado con una afirmación como ésta?</p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;">"No puedo creer que algo tan bello y complejo como el ojo humano pueda ser el resultado de un proceso <i>aleatorio</i> como la evolución".<br /></p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;">¿O esta?:<br /></p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;">"Parece inverosímil que la intrincada maquinaria molecular de la célula -una nanofábrica finamente ajustada de exquisita complejidad- pueda haber surgido por <i>casualidad</i>".</p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;">El argumento básico planteado es el siguiente:</p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><b>Premisa 1.</b> Estas complejas, organizadas y funcionales partes del cuerpo y del cerebro no pueden haber surgido por casualidad.</p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><b>Premisa 2. </b>La evolución es un proceso fortuito.</p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><b>Conclusión:</b> Por consiguiente, estas complejas partes del cuerpo y del cerebro no pueden ser producto de la evolución.</p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;">La fatal equivocación en este argumento es que su segunda premisa es errónea. La evolución no es un proceso impulsado por el azar; esta es una <a href="https://www.researchgate.net/publication/325999471_13_Misunderstandings_about_Natural_Selection">confusión muy extendida</a>.</p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;">Para apreciar por qué, podemos dividir la evolución en dos pasos:</p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><b>Paso 1</b>: Mutación. Este paso introduce nuevas variantes genéticas en la población.</p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><b>Paso 2: </b>Selección natural. En este paso, algunas de estas nuevas variantes genéticas pasan a la siguiente generación y otras no.</p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;">(Esto planteamiento simplificado es suficiente para nuestros actuales propósitos).</p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><b>El primer paso</b>, la mutación, es aleatorio. Las mutaciones no surgen para cubrir una "necesidad" actual del organismo. Son ciegas y carecen de previsión, por lo que tampoco pueden anticipar necesidades futuras. En este sentido, pueden describirse razonablemente como aleatorias. También pueden considerarse "aleatorias" en el sentido de que no son automáticamente útiles; una nueva mutación puede resultar beneficiosa, perjudicial o neutra.</p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;">Sin embargo:</p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><b>El segundo paso</b>, la selección natural, no es en absoluto aleatorio. De hecho, es justo lo diametralmente opuesto al azar. En este paso, las mutaciones que resultan beneficiosas para el organismo tienen más probabilidades de pasar a la siguiente generación <i>precisamente porque ayudan a la supervivencia o reproducción del organismo</i>. Las mutaciones perjudiciales tienen <i>menos</i> probabilidades de pasar a la siguiente generación, precisamente porque reducen la probabilidad de supervivencia o reproducción del organismo. Si lo piensan un momento, verán que esto es lo contrario de una relación aleatoria. Si algo es aleatorio, es intrínsecamente imprevisible y no está ordenado. La selección natural es lo contrario. Es lógica y predecible: la probabilidad de que una mutación pase a la siguiente generación depende, de forma predecible, de sus efectos sobre la supervivencia y la reproducción. Las mutaciones beneficiosas tienden a transmitirse, mientras que las perjudiciales son eliminadas. Se trata de una relación limitada y ordenada, lo contrario de la "aleatoriedad".</p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><span face=""proxima nova bold", arial, sans-serif"><a href="https://www.researchgate.net/publication/325999471_13_Misunderstandings_about_Natural_Selection">El principal error</a> en el que la gente a veces cae es el confundir las mutaciones (que son aleatorias) con la selección natural (que no es aleatoria). La evolución es un proceso en el que los genes mutados al azar pasan por el tamiz marcadamente no aleatorio de la selección natural.</span></p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><span face=""proxima nova bold", arial, sans-serif">Cabe señalar que una de las otras fuerzas evolutivas, la deriva genética, <i>es</i> aleatoria y puede provocar cambios evolutivos. El error clave radica en pensar que la selección natural, o la evolución en su conjunto, son procesos aleatorios.</span></p><p style="line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><span face=""proxima nova bold", arial, sans-serif" style="color: #2c2d30; font-size: 18px;">Y puesto que la selección natural es la quintaesencia de la no aleatoriedad, los productos funcionales que crea -como las espinas del puercoespín, <a href="https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.96.17.9705">las habilidades defensivas del escarabajo bombardero</a></span><span face=""proxima nova bold", arial, sans-serif" style="color: #2c2d30; font-size: 18px;"> o <a href="https://areomagazine.com/2020/07/20/the-why-is-not-the-same-as-the-how-levels-of-analysis-and-scientific-progress-in-psychology/">el secuestro casi de ciencia ficción de la mente de una cucaracha por parte de la avispa esmeralda</a>- tampoco son aleatorios.</span></p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><span face=""proxima nova bold", arial, sans-serif">Así pues, sí: éxitos biológicos como <a href="https://www.jstor.org/stable/26002713">el ojo</a>, <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5033709/">la placenta </a> y <a href="https://www.goodreads.com/book/show/28116739-other-minds?ac=1&from_search=true&qid=BChMHdttMK&rank=1">los tres corazones del pulpo</a> no podrían haber evolucionado por casualidad. En definitiva, no lo hicieron. La mutación es aleatoria, pero la selección natural no lo es.</span></p><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;">Artículo original en inglés publicado en <a href="https://www.psychologytoday.com/us">Psychology Today</a>.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3fkmQ5gmVIGnx-6GgK2N4_2zihSrwxcUXaQ0YxDzhNpgWZW-U0pvJmFMnMkIQi_VEYIsGt8c-PgRmA8mZkuOK4-us8xiwn-wfVqZtQ0elQuFEs8WDaT2OJJInjXkl6XtedUnhKQcnObSaAiabUsZH2WhX0cxCwZoIiVnwLXoRkUfPOqHyTA/s779/psychtoday.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="453" data-original-width="779" height="372" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3fkmQ5gmVIGnx-6GgK2N4_2zihSrwxcUXaQ0YxDzhNpgWZW-U0pvJmFMnMkIQi_VEYIsGt8c-PgRmA8mZkuOK4-us8xiwn-wfVqZtQ0elQuFEs8WDaT2OJJInjXkl6XtedUnhKQcnObSaAiabUsZH2WhX0cxCwZoIiVnwLXoRkUfPOqHyTA/w640-h372/psychtoday.png" width="640" /></a></div><p style="color: #2c2d30; font-family: "proxima nova regular", arial, sans-serif; font-size: 18px; line-height: 1.6; margin-bottom: 24px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM00DLWqYOLiWwvhzu0ZRNAYIkPWPBm95p_CpoU4KiVFRdF539c_sM2cITRsgTSJKn6H1rMrqWQouuF7MXtTbZ70rzcXWMl6CXM8rU1MNVcIlxByhUgByWAMjaX7k822MyMaLqplCd7-Kd3Tl73LCRfMa1XdNps6z2OC9juqzDhWxUivr_5g/s640/Laith%20Al-Shawaf%20-%20web%20(1).jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="480" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM00DLWqYOLiWwvhzu0ZRNAYIkPWPBm95p_CpoU4KiVFRdF539c_sM2cITRsgTSJKn6H1rMrqWQouuF7MXtTbZ70rzcXWMl6CXM8rU1MNVcIlxByhUgByWAMjaX7k822MyMaLqplCd7-Kd3Tl73LCRfMa1XdNps6z2OC9juqzDhWxUivr_5g/s320/Laith%20Al-Shawaf%20-%20web%20(1).jpg" width="240" /></a></b></div><b><br /><div style="text-align: justify;"><b>El Dr. Laith Al-Shawaf es profesor asociado del Departamento de Psicología de la Universidad de Colorado, en Colorado Springs. Antes de trasladarse a Estados Unidos, fue docente en una universidad de lengua inglesa en Turquía y fue becario visitante en el Instituto de Estudios Avanzados de Berlín. Laith ha sido premiado tanto por su investigación como por su labor docente. Es miembro de la Academia Árabe-Alemana de Jóvenes (AGYA) y asesor académico principal del Centro de Investigación de Cognición Social Aplicada (CASCR) del Líbano. Puede encontrar sus escritos populares <a href="https://www.laithalshawaf.com/popular-science.html">aquí</a>, y puede encontrarlo en Twitter <a href="https://twitter.com/LaithAlShawaf?t=ZS2qkQLUvFOrHw4vsJEkqA&s=09">aquí</a>.</b></div></b><p></p></div></div></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-34588005596956579182022-11-05T13:31:00.001+01:002022-11-05T20:05:13.864+01:00El lugar de la consciencia en el universo (una entrevista a Max Velmans)<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjto36Y-QpzsvIcqyJvmPKUaPpdXPu1w7cxuhy8FIvlrLYc26MnjuH_eYpYgAnt_At-H5vmGFiNYIE7aF5tNn9L5ziZndw82cCG5D3gGCuZ6cWQJJID7RgX3epEP_AW-jWcOSIgF9jrmWGrBl1gn7OZiRrxAIj3IQbyofwA1g4pG-RJaQ6aw/s624/max-velmans-photo-624x351.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="351" data-original-width="624" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjto36Y-QpzsvIcqyJvmPKUaPpdXPu1w7cxuhy8FIvlrLYc26MnjuH_eYpYgAnt_At-H5vmGFiNYIE7aF5tNn9L5ziZndw82cCG5D3gGCuZ6cWQJJID7RgX3epEP_AW-jWcOSIgF9jrmWGrBl1gn7OZiRrxAIj3IQbyofwA1g4pG-RJaQ6aw/w640-h360/max-velmans-photo-624x351.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b>Max Velmans</b></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-family: "Times New Roman",serif;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">El
problema mente-cuerpo ha sido uno de los más importantes temas filosóficos de
la historia. Tenemos una mente cuyos contenidos no parecen tener las mismas
cualidades que los demás objetos físicos. Mis pensamientos no parecen ocurrir
en ningún lugar concreto, no se ven ni se oyen ni se tocan, no llegan a mí a
través de los órganos de los sentidos como toda la información que recibo del
mundo. Mis estados mentales no parecen estar hechos de materia, no pesan, no
tienen longitud… Pero si no están hechos de materia… ¿de qué van a estar hechos?
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">Cuando
muevo mis dedos para teclear en el ordenador mi mente parece estar dando
órdenes para que estos dedos se muevan adecuadamente para escribir con sentido.
Se da aquí una problemática relación entre esta mente supuestamente inmaterial
y mis dedos completamente materiales: ¿Cómo mi mente interactúa con mis dedos?
Si todo fenómeno físico es causado por otro fenómeno físico (a esto se le llama
<i>el cierre causal de la física</i>) … ¿Cómo mi mente puede causar movimientos
en las fibras musculares de mis dedos?</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">A lo largo del siglo XX, con los
avances en la psicología y la emergencia de las neurociencias, la perspectiva
se volvió estrictamente materialista: mi mente es un fenómeno biológico tan
común como la digestión o la fotosíntesis y así debería explicarse. Sin
embargo, el problema no parecía solucionarse: mis pensamientos siguen sin
parecerse en nada a algo material. Por mucho que comencemos a tener
conocimientos acerca del funcionamiento del cerebro, no hay nada acerca de ese
supuesto proceso físico que es causa (o que </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif;">él mismo es</i><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">, si hablamos
desde un materialismo estricto o una teoría de la identidad) de los estados
conscientes. Cuando escaneamos el cerebro no encontramos un único lugar que se
active cuando estamos conscientes, además de que, dada la ubicuidad de la
consciencia, no podemos diferenciar con claridad la parte puramente consciente
de cualquier proceso mental. Por ejemplo, podemos ver qué área cerebral se activa
cuando un individuo hace un cálculo matemático pero, ¿qué parte de esa
activación corresponde al proceso consciente y qué parte al inconsciente? Entonces,
solo tenemos vagos correlatos neuronales de la consciencia, sucesos físicos que
parecen darse al mismo tiempo que los actos conscientes pero, claro está, correlación
no es lo mismo que causalidad ni que identidad ontológica.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">Muchos han intentado resolver el
problema eliminando, de alguna manera, la consciencia. Gilbert Ryle la entendió
como una especie de forma de hablar errónea fruto de una grave violación de la
lógica (un <i>error categorial</i>). Su discípulo, Daniel Dennett, lleva muchos años
intentando mostrarnos que la consciencia es una especia de ficción o ilusión; o
la neurocientífica Patricia Churchland, defenderá que el concepto de mente
terminará por quedar obsoleto tal y como han quedado los de flogisto o éter en
la física, pudiendo hablar de la mente absolutamente en términos neurológicos.
Sin embargo, por el otro bando nos encontramos famosos argumentos replicando
este intento: están los famosos </span><a href="https://pacotraver.wordpress.com/2010/04/11/%C2%BFque-se-siente-al-ser-un-murcielago/" style="font-family: "Times New Roman", serif;">murciélagos
de Nagel</a><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Habitaci%C3%B3n_china" target="_blank">la habitación china de Searle</a> o el experimento de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cuarto_de_Mary" target="_blank">la habitaciónde Mary de Franck Jackson</a>. Hay propiedades fenoménicas que no hay forma de
reducir al lenguaje de la ciencia ¿Quién tiene razón? Juzgue el lector mismo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">Max Velmans es un psicólogo
británico, profesor emérito en Goldsmiths, Universidad de Londres, muy conocido
por sus aportaciones a la filosofía de la mente y, más específicamente, al tema
de la consciencia. Ha sido tan amable de concedernos una entrevista y de
responder muy profusamente a nuestras cuestiones.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">En
español:<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">1.- El <i>problema difícil</i> de la conciencia parece haberse convertido en el
centro gravitacional de todo el debate filosófico sobre la conciencia. ¿Es el
problema difícil un falso dilema, una ilusión o un concepto erróneo? ¿Está mal
planeado? ¿O se resolverá?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">El
“problema difícil de la conciencia” surge de dos presupuestos: (a) que el
universo es físico y que la conciencia no es física; (b) que durante la mayor
parte de su historia evolutiva el universo fue completamente inconsciente, y que
solo con la evolución de formas de vida complejas como los seres humanos
apareció repentinamente la conciencia. Pero, como observó Parménides, “Nada
surge de la nada”, por lo que, si la conciencia surge repentinamente con un
cambio crítico en el estado físico o en el funcionamiento, eso es un problema.
Nadie tiene una teoría convincente de lo que podría ser ese cambio de estado o
funcionamiento. Cómo algo completamente no físico podría interactuar
causalmente con algo completamente físico, también ha sido reconocido como un
problema desde que la princesa Isabel de Bohemia lo planteó en 1643 en su
correspondencia personal con Descartes, y tanto filósofos como científicos han
debatido este tema durante más de 350 años.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">En
mi propio trabajo argumento que esta aparente separación de la conciencia de lo
que es físico (presuposición (a) anterior) surge, en parte, de una descripción
falsa de la fenomenología de la conciencia adoptada tanto por dualistas como
por reduccionistas, y cómo esa fenomenología se relaciona con lo que
normalmente consideramos al pensar en cómo es el "mundo físico"
externo. Por ejemplo, tanto los dualistas como los materialistas dan por
sentado que el mundo que vemos fuera de nuestros cuerpos está separado de
nuestra experiencia de ese mundo. Según los dualistas, esa experiencia es parte
de la <i>res cogitans</i> (materia pensante), que no tiene ubicación ni
extensión en el espacio, mientras que, según los materialistas, esa experiencia
es parte de la <i>res extensa</i> (materia extendida) ubicada y extendida en el
cerebro. Pero no hay evidencia de primera o tercera persona para ninguno de los
dos puntos de vista. Por ejemplo, cuando miro esta impresión en esta página, no
tengo una experiencia de la impresión ni "en ninguna parte" ni en mi
cerebro, ni ningún examen externo concebible de mi cerebro encontrará esa
experiencia. Mi única experiencia visual de la impresión es la impresión que
experimento aquí en esta página. Y lo mismo se aplica a todo el mundo
fenoménico que en la vida cotidiana consideramos como el "mundo
físico", que parece extenderse más allá de mi cuerpo percibido en el
espacio fenoménico tridimensional. Si es así, nunca hubo una separación entre
lo que normalmente pensamos como el “mundo físico” fenoménico y lo que normalmente
pensamos como “experiencia consciente”. El mundo físico fenoménico es parte de
la experiencia consciente, no aparte de ella, aunque, por supuesto, no es el
mundo tal como lo describe la física moderna. La segunda razón para el difícil
problema de la conciencia (presuposición (b) anterior) da por sentado que las
cosas materiales son básicas y que la conciencia es, de algún modo, emergente.
Pero eso no es más que una suposición (como continuamos discutiendo en mis
respuestas a las preguntas 2 y 4 a continuación). El <i>monismo reflexivo</i>
adopta una forma de monismo psicofísico de doble aspecto que evita ambas
presuposiciones. Si la conciencia es básica de la misma manera que la
energía/materia es básica, el problema de la emergencia no surge.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">2.- En los últimos tiempos, el <i>panpsiquismo</i> parece haberse puesto de moda.
Comenzando con la IIT (teoría de la información integrada) de Tononi, o el
famoso artículo "Monismo realista" de Strawson, muchos autores han
abrazado diferentes versiones del panpsiquismo: Philip Goff, Timothy Sprigge o
incluso el mismo David Chalmers. Sin embargo, parece una teoría descabellada,
alejada del sentido común. ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Puede un átomo
tener conciencia, aunque sea muy pequeña?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">De
nuevo, la moda actual del panpsiquismo tiene su origen en la intuición de
Parménides de que “Nada viene de la nada”, lo que, en el caso de la conciencia,
sugiere que no puede haber surgido de un cambio en los estados físicos o
procesos de los cuales, antes de ese cambio, estaba completamente ausente (una
posibilidad a la que los filósofos de la mente a veces se refieren como
“emergencia bruta”). Como argumenté en mi artículo de 2012 sobre "La
evolución de la conciencia", las muchas variaciones en el funcionamiento
biológico o cognitivo que se han sugerido como críticas para tal emergencia
siempre requieren que uno agregue un poco de 'magia' para obtener el ' genio de
la conciencia' de esa 'lámpara' física. Y eso se aplica en principio a
cualquier función emergente descriptible en tercera persona. La IIT, por
ejemplo, es una medida de la interconexión interna en un sistema físico y no,
como tal, una medida directa de la conciencia. Como se señaló en críticas
recientes, por ejemplo, el artículo objetivo de Merkel, et al. (2022) en <i>Behavioral
and Brain Sciences</i>, en realidad, es una medida de la eficiencia de los
flujos de información dentro de una red que puede aplicarse igualmente a
sistemas económicos, sociales y de transporte complejos que están muy alejados
de la conciencia. Entonces, aunque IIT podría describir una característica
estructural de los estados conscientes integrados internamente, no hay razón
para creer que explicaría la existencia de la conciencia como tal (ver mi
comentario de Merkel, et al., en <a href="https://www. researchgate.net/publication/359441405" target="_blank">https://www. researchgate.net/publication/359441405</a>).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">Si
tales teorías de discontinuidad "brutas" no funcionan, las
alternativas naturales son <i>las teorías de continuidad</i>, que sugieren que
la conciencia en alguna forma primordial es básica, y eso lleva a varias formas
de panpsiquismo, e incluso al <i>cosmopsiquismo</i> (que recientemente ha
atraído considerable atención dentro de la filosofía de la mente). Entonces,
según estos puntos de vista, podría ser algo que "es como" ser un
átomo, aunque eso, por supuesto, estaría muy lejos de cualquier cosa que los
humanos experimenten normalmente. Pero de tales teorías de la continuidad no se
sigue que todo sea consciente. La forma externa de una mesa, por ejemplo, no
proporciona la integración interna requerida para convertirla en un sujeto coherente
de conciencia, aunque puede tener varias formas de microconciencia dentro de
ella (ver, por ejemplo, Shani, 2015, para una discusión sobre este punto en </span><a href="https://www.academia.edu/10345490/"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">https://www.academia.edu/10345490/</span></a><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">3.- ¿Existen realmente los <i>qualia</i> o son una ilusión o un error de lenguaje,
como sugieren Gilbert Ryle o Dan Dennett?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">¡Por
supuesto que los <i>qualia</i> realmente existen! Y, desde mi punto de vista,
la opinión de que no lo hacen conduce a una <i>reductio ad absurdum</i> dentro
de la filosofía de la mente. Los reduccionistas materialistas como Dennett
asumen que la evidencia en primera persona de la existencia de los <i>qualia</i>
no es más que una ilusión precientífica. Sin embargo, la ciencia empírica se
basa en observaciones, y no existe tal cosa como una observación realizada por
un científico humano que esté libre de observadores (para un análisis, consulte
Velmans, 2007, 2017 "An epistemology for the study of freedom" en
<a href="https: //www.researchgate.net/publication/315425024" target="_blank">https: //www.researchgate.net/publication/315425024</a>). Cuando los científicos
humanos hacen observaciones, confían en lo que pueden ver, oír, etc., con la
ayuda de su equipo experimental. Eso se aplica igualmente a cómo se ven los
cerebros a través de técnicas de imagen, cómo se ven las neuronas bajo microscopios,
etc. Todas estas observaciones científicas involucran "qualia", y las
"declaraciones de observación" son descripciones de esos <i>qualia</i>.
Si es así, el materialismo eliminativista sierra la rama sobre la que se
asienta. He tenido el placer de debatir esto en persona con Dennett (ver
<a href="https://www.researchgate.net/publication/329040285">https://www.researchgate.net/publication/329040285</a>) y también he criticado su
heterofenomenología, contrastándola con una fenomenología crítica más
defendible en Velmans (2007) en </span><a href="https://www.researchgate.net/publication/226170348"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">https://www.researchgate.net/publication/226170348</span></a><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">4.- Desconcertados por el misterio de la conciencia, otros autores, como Collin
McGinn, han abrazado el <i>misterianismo</i>. Lo cierto es que llevamos más de
veinticinco siglos pensando en la mente sin haber resuelto el problema. ¿Cree
que algún día entenderemos claramente qué es la conciencia?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">Al
igual que la pregunta 1, la pregunta 4 (en mi opinión) contiene dos
presuposiciones no examinadas: (a) que la existencia y la naturaleza de la
conciencia son misteriosas, mientras que la existencia y la naturaleza del
mundo físico no son misteriosas; (b) que el “problema mente-cuerpo” occidental
clásico es el mismo que el “problema difícil” de la conciencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">Comencemos
con (a). Si uno asume que la existencia de materia no es problemática, cómo
surge la conciencia de ese material completamente material es un misterio por
las razones ya discutidas anteriormente. En verdad, sin embargo, la existencia
de cosas materiales es igualmente problemática. ¿Por qué debería haber algo en
lugar de nada? Sin embargo, ambas claramente existen ahora. Entonces, un
enfoque más racional sería una forma de ingeniería inversa en la que
preguntamos: "¿Qué tipo de condiciones iniciales podrían haber llevado, a
través de la evolución, a la forma en que existen ahora?" Según RM, estas
condiciones iniciales deben haber incluido la conciencia, la energía y el
procesamiento activo de la información requerido para moldearlos en infinitas
formas conscientes (ver Velmans, 2021 "¿Es consciente el universo?"
en <a href="https://www.researchgate.net/ publicación/351308047" target="_blank">https://www.researchgate.net/ publicación/351308047</a>).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">Volviendo
ahora a (b), si bien es común en la filosofía occidental de la mente usar los
términos "mente" y "conciencia" indistintamente en este
contexto (como lo ha hecho anteriormente), esa no es la forma en que estos
términos se han usado en ciencia cognitiva en los últimos 60 años. Más bien,
las operaciones de la mente se definen comúnmente como una forma de
"procesamiento de información humana" involucrada en el pensamiento,
la resolución de problemas, el uso del lenguaje, etc. Los estudios
experimentales del procesamiento mental han dejado en claro que casi todo ese
procesamiento de información es preconsciente o inconsciente, lo que lleva a la
aceptación generalizada de un "inconsciente cognitivo" en los
estudios científicos contemporáneos de la mente. Definido de esta manera, la
mente y el procesamiento mental pueden considerarse una forma sutil de
actividad física, en cuyo caso no surge el problema mente-cuerpo. Y,
curiosamente, la mente también se considera una forma sutil de actividad física
en la filosofía india clásica. Dicho esto, el "problema difícil" de
la conciencia permanece tanto en la psicología occidental como en el pensamiento
indio, aunque existen formas plausibles y convergentes de resolver ese problema
(en mi opinión) en ambos sistemas, por ejemplo, adoptando tanto la energía como
la conciencia como ingredientes básicos de la base del ser, como en el monismo
reflexivo y en formas más recientes del vedanta integral, desarrollado durante
los últimos 150 años por Ramakrishna, Vivekananda y Aurobindo, algo que,
nuevamente, no tengo espacio para examinar en profundidad aquí. Baste decir que
en la psicología occidental uno puede comenzar a refinar la comprensión de cómo
la "consciencia" se relaciona con la "mente" estudiando
cómo la fenomenología consciente se relaciona con las diferentes etapas del
procesamiento de la información humana, un tema que he examinado en profundidad
en mi artículo de 1991 en <i>Behavioral and Brain Sciences</i> sobre "¿Es
consciente el procesamiento de información humana?" (ver </span><a href="https://www.researchgate.net/publication/28762669"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">https://www.researchgate.net/publication/28762669</span></a><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">5.- ¿Podría, en pocas palabras, explicarnos qué tiene de nuevo o diferente su <i>monismo
reflexivo</i> con respecto a otras teorías sobre la naturaleza de la mente?
¿Cuál es la esencia de su enfoque? ¿Cuál es la diferencia entre su enfoque y el
<i>realismo externalista</i>?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">Como
probablemente pueda deducir de lo anterior, el <i>monismo reflexivo</i> es un
sistema complejo de pensamiento que trata de desenredar el intrincado nudo de
las relaciones conciencia/mente/materia de una manera que se evite las trampas
tanto del dualismo sustancial como del reduccionismo materialista. También
evita el idealismo, que enfrenta el “problema duro inverso” de las formas
materiales (para una discusión, ver la referencia anterior de Velmans, 2021).
En cambio, el monismo reflexivo adopta una forma de monismo de doble aspecto,
en el que las visiones de la mente en primera y tercera persona son
complementarias y mutuamente irreductibles. Para una descripción completa de la
mente humana, se necesitan ambos y, en consecuencia, la mente puede
considerarse psicofísica en lugar de meramente psicológica (consciente) o
meramente física. Y en las formas indicadas en mi respuesta a la pregunta 4,
esa combinación llega hasta el fondo del ser (los orígenes primordiales)
aunque, siendo anterior a las distinciones de primera y tercera persona, la
forma psicofísica de ese ser puede ser considerado como un campo unificado de
energía consciente. Su manifestación reflexiva también se puede resumir de la
siguiente manera:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">“En esta visión, hay un universo (la cosa en
sí), con partes relativamente diferenciadas en forma de seres conscientes como
nosotros, cada uno con una visión única y consciente del universo más grande
del que forma parte. En la medida en que somos partes del universo que, a su
vez, experimentamos el universo más grande, participamos en un proceso
reflexivo mediante el cual el universo se experimenta a sí mismo”. (Velmans
2009, <i>Comprender la conciencia</i>, p. 298)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">Mi
análisis detallado de esto abarca muchos temas adicionales a los abordados por
el <i>realismo externalista</i> dentro de la filosofía de la mente, aunque,
como habrás notado en mi respuesta a la pregunta 1, hay elementos externalistas
en mi análisis reflexivo de la percepción visual. De acuerdo con el monismo
reflexivo, el mundo externo cotidiano, tal como se percibe, es parte de nuestra
experiencia consciente, no <i>aparte de ella</i>. Eso implica una forma de
externalismo fenomenológico resultante del procesamiento visual exteroceptivo
(pero no para todas las formas de percepción o procesamiento cognitivo). Sin
embargo, no se sigue que el mundo tal como se percibe sea una percepción
verídica o directa de cómo es realmente el mundo, como sugiere el realismo
externalista. Más bien, el mundo fenoménico es una "realidad virtual"
biológicamente evolucionada o un modelo mental de cómo es el mundo, que sirve a
los propósitos humanos cotidianos, pero es muy diferente del mundo descrito por
la física moderna. Entonces, en este punto, el monismo reflexivo adopta una
forma muy convencional <i>de realismo representacional indirecto</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">6.- Su experimento mental del <i>cambio de lugares</i> es muy famoso. ¿Podría
explicarlo en términos simples para nuestros lectores? ¿A qué conclusión
pretende llegar con él?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">El
experimento mental del <i>cambio de lugares</i> ilustra una de las
consecuencias inmediatas del modelo reflexivo de percepción sobre cómo
comprender el estado científico de las "observaciones" de un
experimentador frente a las "experiencias" de un sujeto. En estudios
típicos de percepción visual, por ejemplo, un experimentador (E) le presenta a
un sujeto (S) un estímulo externo, y el sujeto debe informar lo que experimenta.
Convencionalmente, las observaciones de E sobre el estímulo y las consiguientes
actividades en el cerebro de S se consideran públicas y objetivas, mientras que
las experiencias de S sobre ese estímulo son privadas y subjetivas (lo que,
según los materialistas, las coloca más allá de la ciencia). Luego, sin alterar
el arreglo experimental, intercambian roles, y con eso el foco de su interés. S
se convierte en el experimentador interesado en lo que E experimenta, y E se
convierte en el sujeto. Siguiendo las convenciones actuales, las
"observaciones" de S del mismo estímulo ahora son públicas y
objetivas, mientras que las "experiencias" de E de ese estímulo son
privadas y subjetivas. ¡Pero la fenomenología del estímulo, visto desde la
perspectiva de E o S, no cambia a medida que cambian de roles! Entonces, debe
haber algo fundamentalmente erróneo en la forma en que normalmente pensamos
sobre la distinción público/objetivo <i>versus</i> privado/subjetivo. Y esto
requiere un análisis más refinado de estas distinciones que tiene consecuencias
inmediatas para la relación de la ciencia psicológica con la ciencia física,
que sigo desarrollando, por ejemplo, en mis capítulos de 2007, 2017 sobre “Una
epistemología para el estudio de la conciencia” (ver <a href="https://www.researchgate.net/publication/315425024">https://www.researchgate.net/publication/315425024</a>).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">7.- Llevamos mucho tiempo buscando conciencia en el cerebro. Se ha hablado del <i>claustrum</i>,
del sistema activador reticular ascendente, de las ondas gamma, de los
microtúbulos neuronales, de la totalidad del cerebro como sistema, etc. ¿Algún
día encontraremos la conciencia en el cerebro? ¿Tiene sentido seguir buscándola
allí?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">Creo
que la mayoría de los filósofos y científicos ahora aceptan que nunca
encontraremos la conciencia misma en el cerebro, por la sencilla razón de que
las experiencias conscientes observables en primera persona de un sujeto
determinado no pueden observarse desde una perspectiva externa en tercera
persona (el problema filosófico de “otras mentes”). Entonces, la visión
predeterminada actual es que, en algún momento futuro de la neurociencia, uno
podría encontrar los correlatos neuronales de experiencias conscientes dadas
(los NCC). Incluso eso ha resultado ser muy difícil, ya que se ha descubierto
que muchas regiones del cerebro contribuyen, de una forma u otra, a las muchas
variedades de experiencia consciente. Se ha descubierto mucho sobre las
operaciones cerebrales en esta investigación, y no tengo ninguna duda de que
este extenso campo seguirá floreciendo. Sin embargo, tenga en cuenta que
encontrar los correlatos neuronales (u otros físicos) de una experiencia
consciente dada no lo compromete con el fisicalismo, o con la opinión de que el
cerebro, de alguna manera, "produce" las experiencias, como muchas
opiniones de la relación conciencia-cerebro ( incluyendo el dualismo
interactivo, el monismo de doble aspecto e incluso el idealismo objetivo
contemporáneo) aceptaría que para las experiencias normales de la conciencia
humana, existe una relación íntima entre la conciencia y el cerebro. Como se
mencionó anteriormente, RM adopta una forma de monismo de doble aspecto sobre
este tema en el que se considera que la mente es fundamentalmente psicofísica,
lo que fomenta un examen detallado de cómo los detalles de las experiencias
conscientes pueden ir acompañados de procesos físicos detallados, por ejemplo,
en campos como la neurofenomenología y la neurociencia experiencial. Dado su
compromiso con la visión de que la conciencia es básica, RM también está abierto
a la existencia de la conciencia en una u otra forma en toda la naturaleza,
como lo sugieren el panpsiquismo y el cosmopsiquismo (en cuyo caso no puede
limitarse al cerebro).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">8.- Otras teorías que se han vuelto populares postulan un origen cuántico de la
conciencia. Autores como Stuart Kauffman, Henry Stapp o Johnjoe McFadden se han
sumado a la teoría clásica de Penrose y Hameroff. En un principio, la idea no
parece tan descabellada: si la física clásica aún no ha logrado explicar la
conciencia, quizás la física cuántica sí lo haga. ¿Crees que este enfoque tiene
futuro?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">Dado
el compromiso de RM con una forma psicofísica de cosmopsiquismo que tiene la
conciencia, la energía y la información activa como ingredientes mínimos,
esperaría que la mecánica cuántica y las teorías relacionadas fueran relevantes
para aspectos de las relaciones psicofísicas en microescalas correspondientes
(como sugiere, por ejemplo, Wolfgang Pauli en sus conversaciones con Karl
Jung). A menudo encuentro útil pensar en la mente humana como una especie de
iceberg, con la punta visible correspondiente a la conciencia normal, y la
mayor parte del iceberg debajo de la superficie representando las capas de la
mente normalmente inconscientes, conectadas en última instancia con el mar
circundante. De manera similar, somos emanaciones incrustadas en un mar
primordial de energía e información que, según la física contemporánea, se
vuelve cada vez más interconectado a microescala (entrelazamiento, teorías
cosmológicas holográficas, etc.). Eso, en mi opinión, tiene implicaciones para
la última interconexión de nuestras propias mentes y nosotros mismos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">Dicho
esto, sigo siendo cauteloso sobre la noción de que la mecánica cuántica pueda
de alguna manera "explicar" la conciencia, así como la moda actual de
vincular la conciencia con la mecánica cuántica de una manera muy literal. Por
ejemplo, se acepta en mecánica cuántica, en los experimentos de la doble
rendija, que antes de ser observados, los fotones no existen literalmente. Más
bien existen como una superposición de probabilidades descritas por la ecuación
de onda de Schrödinger. Pero una vez que se hace una observación, la
superposición se colapsa y, dependiendo de cómo se haga la observación, el
fotón puede comportarse como una partícula o como una onda. Según un punto de
vista, la interacción con un dispositivo de medición es suficiente para
actualizar el fotón; según otro punto de vista, la actualización solo ocurre
una vez que se experimenta conscientemente un fotón o el resultado de una medición.
Pero creo que hay un problema fundamental con el segundo punto de vista, que se
deriva de la naturaleza de la percepción visual. Aunque solo hace falta un
fotón que llega a la retina para desencadenar una experiencia visual, el humor
vítreo del ojo dispersa la luz, de modo que, incluso en condiciones óptimas,
requiere de 5 a 8 fotones para desencadenar esa experiencia. Un fotón que
alcanza la rodopsina o la yodopsina en la retina, desencadena un impulso neural
que viaja por el nervio óptico hasta la corteza occipital, pero después las
condiciones suficientes para una experiencia consciente necesitan tiempo para
formarse. Los experimentos revisados por Libet (1996), por ejemplo, sugieren
que se necesitan, al menos, 200 milisegundos para que los estados neuronales se
formen de una manera adecuada para soportar una experiencia consciente táctil.
En resumen, dentro de la neuropsicología, se cree que la conciencia de los
eventos externos tiene lugar más tarde que la ocurrencia de los eventos mismos
y, quizás, cientos de milisegundos más tarde que el tiempo de llegada de la
activación neuronal que producen en las cortezas sensoriales. La relevancia de
la mecánica cuántica para comprender cómo funcionan tales sistemas no es obvia.
Según la interpretación de Stapp/Von Neumann, un fotón solo se actualiza una
vez que da como resultado una experiencia visual. Pero, ¿cómo podría una
experiencia consciente resultante "actualizar" sus propias causas
neurofisiológicas previas? ¡Esto parecería requerir una causalidad regresiva en
el tiempo!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">9.- Tecnólogos famosos como Elon Musk o el ingeniero de Google Ray Kurzweil creen
que la mente es un hardware y que podemos descargarlo en una computadora,
logrando así la inmortalidad. También se cree que las máquinas sintientes
llegarán muy pronto, quizás en las próximas décadas. Parece curioso cómo esta
versión fuerte de la teoría computacional de la mente es aceptada acríticamente
por mucha gente. ¿Es la mente realmente una computadora? ¿Podemos diseñar
computadoras con conciencia? ¿Cómo podría lograrse?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">El
punto de vista de que la mente es un programa, conocido como funcionalismo
computacional dentro de la filosofía de la mente, y el punto de vista de que la
mente es un programa en el cerebro está implícito en la suposición generalizada
dentro de la ciencia cognitiva de que los procesos mentales son una forma de
“procesamiento de información humana”. (también conocido como
psicofuncionalismo dentro de la filosofía de la mente). En <i>Comprender la
conciencia</i>, mi capítulo sobre "¿Podrían los robots ser
conscientes?" considera las fortalezas y debilidades de estas posiciones
en detalle. No puedo entrar en estos detalles aquí porque los problemas son
bastante complejos, pero, una vez más, las diversas opiniones que uno podría
adoptar dependen completamente de las presuposiciones de cada uno. De acuerdo
con los funcionalistas computacionales, el procesamiento de información que
puede llevar a cabo lo que normalmente consideramos como "funciones
mentales" (memoria, lenguaje, resolución de problemas, etc.) es todo lo
que se necesita para tener una "mente consciente". Si ese
procesamiento puede especificarse de una manera lo suficientemente detallada
como para programarse en una máquina, esa máquina tendría mente y conciencia.
Pero, en los humanos, la mayoría de las operaciones mentales son no conscientes
o inconscientes. Por ejemplo, tenemos poca conciencia de cómo llevamos a cabo
tareas mentales complejas, como la capacidad de leer y comprender esta oración.
Si uno elaborara las operaciones requeridas y las programara en una máquina,
simplemente seguiría ese programa y se comportaría de manera apropiada,
independientemente de si alguno de esos procesos estuvo acompañado por la
conciencia. Si es así, pasar el “test de Turing" (no poder distinguir el
comportamiento de la máquina del humano) no sería suficiente para establecer la
conciencia de la máquina.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">Pero
eso no descarta la posibilidad de una conciencia artificial como tal,
particularmente si uno adopta el panpsiquismo o el cosmopsiquismo, los cuales
suponen que la conciencia está ampliamente distribuida por todo el universo.
Todo depende de cuáles sean las condiciones necesarias y suficientes para ser
un sujeto consciente y, en la actualidad, no sabemos realmente cuáles son. Una
integración de información interna suficiente para hacer de una entidad un
sujeto identificable, internamente coherente, distinto de otros sujetos sería
una característica probable (y alguna versión de IIT podría ayudar a definir
eso, incluso si IIT mismo resulta tener problemas). También tenemos que estar
abiertos a la posibilidad de que la naturaleza de cualquier sustancia
encarnante pueda influir en los <i>qualia</i> de cualquier conciencia asociada.
Por lo tanto, incluso una simulación perfecta del funcionamiento humano
incorporada en el silicio podría asociarse con <i>qualia</i> diferentes de las
incorporadas en formas de vida basadas en el carbono, como nosotros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">También
es necesario decir que, al estar encarnada e incrustada en una compleja red de
energía e información, la mente humana tiene muchas capas interconectadas, en
diferentes órdenes de escala (obsérvese el modelo mental del iceberg mencionado
anteriormente), lo que hace que la mente se “cargue” a una máquina o cualquier
replicación exacta artificial algo muy difícil y, posiblemente, imposible. Creo
que estamos hablando de ciencia ficción similar a un "teletransportador"
de <i>Star Treck</i> capaz de desmaterializar a un humano de una manera que
puede rematerializarse como un clon exacto en otro lugar. ¡Deseo a Musk y
Kurzweil buena suerte con eso!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">10.- ¿En qué estás trabajando ahora?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">Me
atrae siempre trabajar en el límite móvil de nuestra comprensión. Y, después de
haber trabajado en los detalles del monismo reflexivo desde 1975, todavía estoy
fascinado por sus implicaciones posmaterialistas junto con muchos otros
intentos actuales de desarrollar teorías más integradoras de la conciencia,
tanto en Oriente como en Occidente, que abarquen más plenamente nuestro sentido
de lo que es ser un ser humano consciente, junto con un sentido más profundo de
nuestro lugar en la evolución continua de la vida en nuestro planeta en el
universo. Estamos viviendo en un tiempo de desintegración de viejas certezas
sobre estos temas que están arriesgando nuestra propia destrucción, así como la
de muchas otras formas de vida en esta Tierra. Una comprensión más integradora
y conectada de nosotros mismos puede tener consecuencias sobre cómo gestionamos
nuestro futuro colectivo que van mucho más allá de las cuestiones de interés
puramente académicos para la filosofía y la ciencia. Si todavía puedo hacer una
pequeña contribución a eso, será tiempo bien invertido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">En
inglés:<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">1.- The <i>hard problem of consciousness</i> seems to have become the
gravitational center of the entire philosophical debate on consciousness. Is
the hard problem a false dilemma, an illusion or a misconception? Is it badly
planned? Or will it be solved?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">The “hard problem of consciousness” arises from two presuppositions: (a)
that the universe is physical, and that consciousness is non-physical; (b) that
for most of its evolutionary history the universe was entirely non-conscious,
and that it is only with the evolution of complex forms of life such as human
beings that consciousness suddenly appeared. But, as Parmenides observed,
“Nothing comes from nothing”, so if consciousness suddenly emerged with a
critical change of physical state or functioning that’s a problem. No one has a
convincing theory of what that change in state or functioning might be. How
something entirely non-physical could causally interact with something entirely
physical has also been recognised to be a problem ever since Princess Elizabeth
of Bohemia raised it in 1643 in her personal correspondence with Descartes—and
both philosophers and scientists have debated this issue for over 350 years.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">In my own work I argue that this apparent separation of consciousness
from what is physical (presupposition (a) above) arises partly from a false
description of the phenomenology of consciousness adopted by both dualists and
reductionists, and how that phenomenology relates to what we normally think of
as the external “physical world”. For example, both dualists and materialists
take it for granted that the world we see outside our bodies is separate from
our experience <i>of</i> that world. According to dualists that experience is
part of <i>res cogitans</i> (thinking stuff) that has no location or extension
in space, while, according to materialists that experience is part of <i>res
extensa</i> (extended stuff) located and extended in the brain. But there is no
first- or third-person evidence for either view. For example, when I look at
this print on this page, I don’t have an experience of the print either ‘nowhere’
or in my brain, nor will any conceivable external examination of my brain find
that experience. My <i>only</i> visual experience of the print is the print I
experience out-here on this page. And the same applies to the entire phenomenal
world that in everyday life we think of as the “physical world,” which appears
to extend beyond my perceived body in 3-D phenomenal space. If so, there never
was a separation between what we normally think of as the phenomenal “physical
world” and what we normally think of “conscious experience”. The phenomenal
physical world is <i>part of</i> conscious experience, not <i>apart from</i>
it—although it isn’t of course the world as-described by modern physics. The
second reason for the hard problem of consciousness (presupposition (b) above)
takes it for granted that material stuff is <i>basic</i> and that consciousness
is somehow <i>emergent</i>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>But that’s
nothing more than an assumption (as we go on to discuss in my answers to
questions 2 and 4 below). Reflexive monism adopts a form of psychophysical dual-aspect
monism which avoids both presuppositions. If consciousness is basic in the same
way that energy/matter is basic the problem of emergence doesn’t arise. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">2.- In recent times, <i>panpsychism</i> seems to have become fashionable.
Beginning with Tononi's IIT (<i>integrated information theory</i>), or
Strawson's famous article "Realistic Monism", many authors have
embraced different versions of panpsychism: Philip Goff, Timothy Sprigge or
even David Chalmers himself. However, it seems like a crazy theory, far removed
from common sense. What is your opinion about this? Can an atom have
consciousness, even if it is <i>very small</i>?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">The current fashion for <i>panpsychism</i>
again has its origins in Parmenides’ intuition that “Nothing comes from
nothing” which, in the case of consciousness, suggests that it cannot have
emerged from a change in physical states or processes from which, prior to that
change, it was entirely absent—a possibility which philosophers of mind
sometimes refer to as “brute emergence. As I have argued in my 2012 paper on
“The evolution of consciousness”, the many variations in biological or
cognitive functioning that have been suggested as being critical to such an
emergence always require one to add a bit of ‘magic’ to get the ‘genie of
consciousness’ out of that physical ‘lamp’.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>And that applies in principle to any emergent, third-person describable
function. IIT, for example, is a measure of internal interconnectedness in a
physical system and not, as such, a direct measure of consciousness. As noted
in recent critiques, e.g., the target article by Merkel, et al. (2022) in the <i>Behavioral
and Brain Sciences</i>, it’s actually a measure of the efficiency of information
flows within a network that can be equally applied to complex economic, social
and transportation systems that are far removed from consciousness. So,
although IIT might describe one structural feature of internally integrated
conscious states, there is no reason to believe that it would account for the
existence of consciousness as such (see my commentary of Merkel, et al., at
<a href="https://www.researchgate.net/publication/359441405">https://www.researchgate.net/publication/359441405</a>).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">If such “brute” <i>discontinuity</i>
theories don’t work, the natural alternatives are <i>continuity</i> theories,
which suggest that consciousness in some primordial form is basic—and that
leads one to various forms of panpsychism, and even to cosmopsychism (which has
recently attracted considerable interest within philosophy of mind).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>So, on these views, it might be something
that “it is like” to be an atom, although that would of course be far removed
from anything humans normally experience. But it doesn’t follow from such
continuity theories that <i>everything </i>is conscious. The external form of a
table for example doesn’t provide the internal integration required to make it
a coherent <i>subject</i> of consciousness, although it might have various
forms of micro-consciousness within it (see, e.g., Shani, 2015, for a
discussion of this point at </span><a href="https://www.academia.edu/10345490/"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">https://www.academia.edu/10345490/</span></a><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">3.- Do <i>qualia </i>really exist or are they an illusion or a language
error, as Gilbert Ryle or Dan Dennett suggest?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">Of course <i>qualia</i> really exist! And, in my view, the view that
they don’t leads to a <i>reductio absurdum </i>within philosophy of mind.
Materialist reductionists such as Dennett, assume that first-person evidence
for the existence of qualia is nothing more than a prescientific illusion.
However, empirical science relies on observations, and there is no such thing
as an observation made by a human scientist that is <i>observer-free </i>(for
an analysis, see Velmans, 2007, 2017 “An epistemology for the study of
consciousness” at</span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;"> </span><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;"><a href="https://www.researchgate.net/publication/315425024">https://www.researchgate.net/publication/315425024</a>).
When human scientists make observations, they rely on what they can see, hear,
and so on, aided by their experimental equipment. That applies equally to what
brains look like via imaging techniques, neurons look like under microscopes
etc. All these scientific observations involve “qualia”, and “observation
statements” are descriptions of those qualia. If so, eliminativist materialism
saws away the branch on which it sits. I’ve had the pleasure of debating this
in person with Dennett (see </span><a href="https://www.researchgate.net/publication/329040285"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">https://www.researchgate.net/publication/329040285</span></a><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">) and
have also critiqued his <i>heterophenomenology</i>, contrasting that with a
more defensible <i>critical phenomenology</i> in Velmans (2007) at </span><a href="https://www.researchgate.net/publication/226170348"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">https://www.researchgate.net/publication/226170348</span></a><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">4.- Puzzled by the mystery of consciousness, other authors, such as
Collin McGinn, have embraced <i>mysterianism</i>. The truth is that we have
spent more than twenty-five centuries thinking about the mind without having
solved the problem. Do you think that one day we will clearly understand what
consciousness is?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">Like question 1, question 4 (in my view) contains two unexamined
presuppositions: (a) that the existence and nature of consciousness is
mysterious, while the existence and nature of the physical world is
non-mysterious; (b) that the classical Western “mind-body problem” is the same
as the “hard problem” of consciousness. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">Let’s start with (a). If one assumes the existence of material stuff to
be non-problematic, how consciousness arises from that entirely material stuff
is mysterious for the reasons already discussed above. In truth, however, the
existence of material stuff is equally problematic. Why should there be
something rather than nothing? However, both clearly exist now. So, a more
rational approach would be a form of reverse engineering in which we ask, “What
kind of initial conditions might have led, through evolution, to the way these
exist now?” According to RM these initial conditions must have included
consciousness, energy, and the active information processing required to shape these
into infinitely many conscious forms (see Velmans, 2021 “Is the universe
conscious?” at <a href="https://www.researchgate.net/publication/351308047">https://www.researchgate.net/publication/351308047</a>)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">Turning now to (b), while it is common in Western philosophy of mind to
use the terms “mind” and “consciousness” interchangeably in this context (as
you’ve done above), that’s not the way these terms have been used in cognitive
science over the last 60 years. Rather, the operations of mind are commonly
defined as a form of “human information processing” involved in thinking,
problem solving, use of language and so on. Experimental studies of mental
processing have made it clear that nearly all of that information processing is
preconscious or unconscious, leading to the widespread acceptance of a
“cognitive unconscious” in contemporary scientific studies of the mind. Defined
this way, the mind and mental processing can be thought of a subtle form of
physical activity, in which case the mind-body problem doesn’t arise. And,
interestingly, the mind is also thought of as a subtle form of physical
activity in classical Indian philosophy. That said, the “hard problem” of
consciousness remains both in Western psychology and in Indian thought,
although plausible, converging ways of resolving that problem exist (in my
view) in both systems, for example by adopting both energy and consciousness as
basic ingredients of the ground of being, as in <i>reflexive monism</i> and in more
recent forms of <i>integral vedanta</i>, developed over the last 150 years or
so by Ramakrishna, Vivekananda, and Aurobindo—again something I have no space
to examine in any depth here. Suffice it to say, that in Western psychology one
can begin to refine one’s understanding of how “consciousness” relates to
“mind” by studying how conscious phenomenology relates to the different stages
of human information processing, a topic I have examined in depth in my 1991
target article in the <i>Behavioral and Brain Sciences</i> on “Is human
information processing conscious?” (see </span><a href="https://www.researchgate.net/publication/28762669"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">https://www.researchgate.net/publication/28762669</span></a><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">5.- Could you, in a few words, explain to us what is new or different
about your <i>reflexive monism</i> with respect to other theories of the nature
of mind? What is the essence of your approach? What is the difference between
your approach and <i>externalist realism</i>?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">As you can probably tell from the above, reflexive monism is a complex
system of thought that tries to unravel the tangled knot of
consciousness/mind/matter relationships in a way that avoids the pitfalls of
both substance dualism and materialist reductionism. It also avoids idealism,
which faces the “inverse hard problem” of material forms (for a discussion, see
the Velmans, 2021 reference above). Instead, RM, adopts a form of dual-aspect
monism, in which first- and third-person views of the mind are complementary
and mutually irreducible. For a complete account of the human mind, one needs
both, and mind can consequently be thought of as <i>psychophysical</i> rather
than merely psychological (conscious) or merely physical. And in the ways
indicated in my answer to question 4, that combination goes all the way down to
the ground of being (the primordial origins) although, being prior to first-
and third-person distinctions, the psychophysical form of that being can be
thought of as a unified field of conscious energy. Its reflexive manifestation
can also be summed up in the following way:<o:p></o:p></span></p>
<blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p class="MsoNormal" style="mso-hyphenate: none; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; tab-stops: -36.0pt; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“</span><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: EN-GB;">In this
vision, there is <i>one</i> universe (the <i>thing-itself</i>), with relatively
differentiated parts in the form of conscious beings like ourselves, each with
a unique, conscious view of the larger universe of which it is a part. In so
far as we are parts of the universe that, in turn, experience the larger
universe, we participate in a reflexive process whereby the universe
experiences itself.” (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Velmans</span>
2009, <i>Understanding Consciousness</i>, p. 298)<o:p></o:p></span></p></blockquote>
<p class="MsoNormal" style="mso-hyphenate: none; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; tab-stops: -36.0pt; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">My detailed analysis of
this ranges over many issues additional to those addressed by <i>externalist
realism</i> within philosophy of mind, although, as you will have noticed from
my answer to question 1, there are externalist elements in my reflexive
analysis of visual perception. </span><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: EN-GB;">According to reflexive monism,
the everyday external world-as-perceived is <i>part-of</i> our conscious
experience, not <i>apart-from</i> it. That entails a form of <i>phenomenological
externalism</i> resulting from exteroceptive visual processing (but not for all
forms of perception or cognitive processing). However, it doesn’t follow that
the world-as-perceived is a veridical or direct perception of what the world is
really like, as suggested by externalist realism. Rather, the phenomenal world
is a biologically evolved ‘virtual reality’ or mental model of what the world
is like, that serves everyday human purposes, but is very different from the
world described by modern physics. So, on this point, RM adopts a very
conventional form of <i>indirect representational realism</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">6.- Your thought experiment of <i>changing places</i> is very famous.
Could you explain it in simple terms for our readers? What conclusion do you
intend to reach with it? <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><a name="_Hlk118528728"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">The <i>changing places</i> thought experiment
illustrates one of the immediate consequences of the reflexive model of
perception for how to understand the scientific status of an experimenter’s
“observations” versus a subject’s “experiences”. In typical studies of visual
perception for example, an experimenter (E) presents a subject (S) with an
external stimulus, and the subject must report what they experience.
Conventionally, E’s observations of the stimulus and the consequent activities
in S’s brain are thought of as <i>public</i>, and <i>objective</i>, while S’s
experiences of that stimulus are <i>private</i> and <i>subjective</i> (which,
according to materialists, places these beyond science).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Then, without altering the experimental
arrangement, they switch roles, and with that the focus of their interest. S
becomes the experimenter interested in what E experiences, and E becomes the
subject. Following current conventions, S's “observations” of the same stimulus
are now <i>public</i> and <i>objective</i>, while E’s “experiences” of that
stimulus are <i>private </i>and <i>subjective</i>. But the phenomenology of the
stimulus, viewed from either E’s or S’s perspective, <i>does not change</i> as
they switch roles!<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>So, there must be
something fundamentally wrong with the way that we normally think about the
public/objective versus private/subjective distinction. And this requires a
more refined analysis of these distinctions that has immediate consequences for
the relationship of psychological science to physical science, which I go on to
develop in e.g., my 2007, 2017 chapters on “An epistemology for the study of
consciousness” (see </span></a><a href="https://www.researchgate.net/publication/315425024"><span style="mso-bookmark: _Hlk118528728;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">https://www.researchgate.net/publication/315425024</span></span><span style="mso-bookmark: _Hlk118528728;"></span></a><span style="mso-bookmark: _Hlk118528728;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">).<o:p></o:p></span></span></p>
<span style="mso-bookmark: _Hlk118528728;"></span>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">7.- We have been looking for consciousness in the brain for a long time.
There has been talk of the <i>claustrum</i>, of the ascending reticular
activating system, of gamma waves, of neuronal microtubules, of the totality of
the brain as a system, etc. Will we one day find consciousness in the brain?
Does it make sense to keep looking for it there?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><a name="_Hlk118529231"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">I think that most philosophers and scientists
now accept that we will never find consciousness itself in the brain, for the
simple reason that the first-person observable conscious experiences of a given
subject cannot be observed from an external third-person perspective (the
philosophical problem of “other minds”). So, the current default view is that
in some future state of neuroscience, one might be able to find the neural
correlates of given conscious experiences (the NCCs). Even that has turned out
to be very difficult, as many regions of the brain have been found to be contributory,
in one way or another, to the many varieties of conscious experience. But much
has been discovered about brain operations in this enterprise, and I have no
doubt that this extensive field will continue to flourish. Note though, that
finding the neural (or other physical) correlates of a given conscious
experience doesn’t commit one to physicalism, or to the view that the brain
somehow “produces” the experiences, as many views of the consciousness-brain
relationship (including interactive dualism, dual-aspect monism, and even
contemporary objective idealism) would accept that for normal human conscious
experiences, an intimate consciousness-brain relationship exists. As mentioned
above, RM adopts a form of dual-aspect monism on this issue in which the mind
is thought of as fundamentally <i>psychophysical—</i>which encourages a
detailed examination of how the details of conscious experiences might be
accompanied by detailed physical processes, for example in fields such as
neurophenomenology, and experiential neuroscience<i>. </i>Given its commitment
to the view that consciousness is basic, RM is also open to the existence of
consciousness in one or another form throughout nature, as suggested by
panpsychism and cosmopsychism (in which case it cannot be confined to the
brain).<o:p></o:p></span></a></p>
<span style="mso-bookmark: _Hlk118529231;"></span>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">8.- Other theories that have become popular posit a quantum origin of
consciousness. Other authors such as Stuart Kauffman, Henry Stapp or Johnjoe
McFadden have joined the classic theory of Penrose and Hameroff. At first, the
idea does not seem so crazy: if classical physics has not yet managed to
explain consciousness, perhaps quantum physics can. Do you think this approach
has a future?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">Given RMs commitment to a psychophysical form of cosmopsychism which has
consciousness, energy and active information as its minimal ingredients, I
would expect quantum mechanics and related theories to be relevant to aspects
of psychophysical relations at corresponding microscales (as suggested for
example by Wolfgang Pauli in his discussions with Karl Jung). I often find it
useful to think of the human mind as a kind of iceberg, with the visible tip
corresponding to normal consciousness, and the bulk of the iceberg below the
surface representing the normally unconscious layers of mind, ultimately
connected to the surrounding sea. We are similarly emanations of and embedded
in a primal sea of energy and information, which, according to contemporary
physics, becomes increasingly interconnected at microscales (entanglement,
holographic cosmological theories etc.). That, in my view, has implications for
the ultimate interconnectedness of our own minds and selves.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">That said, I remain cautious about the notion that quantum mechanics can
somehow ‘explain’ consciousness, as well as the current fashion of linking
consciousness to quantum mechanics in a very literal way. For example, it is
accepted in QM that prior to their being observed photons in two-slit
experiments do not literally exist. Rather they exist as a superposition of
probabilities described by the Schrödinger wave equation. But once an
observation is made the superposition collapses, and depending on how the
observation is made, the photon can behave either as a particle or wave.
According to one view, interaction with a measuring device is sufficient to actualize
the photon; according to another view, actualization only occurs once a photon
or the result of a measurement is consciously experienced. But I think there’s
a fundamental problem with the second view, that follows from the nature of
visual perception. </span><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; letter-spacing: -0.15pt; mso-ansi-language: EN-GB;">Although it only takes one
photon arriving at the retina to trigger a visual experience, the vitreous
humour of the eye scatters light, so that even under optimal conditions, it
requires from 5 to 8 photons to trigger that experience. A photon that does reach
the rhodopsin or iodopsin in the retina, then triggers a neural impulse that
travels up the optic nerve to the occipital cortex, and then conditions
sufficient for a conscious experience need time to form. Experiments reviewed
by Libet (1996), for example, suggest it takes at least 200 milliseconds for
neural states to form in a way that is adequate to support a tactile conscious
experience. In short, within neuropsychology, consciousness <i style="mso-bidi-font-style: normal;">of</i> external events is thought to take
place later in time than the occurrence of the events themselves and, perhaps,
hundreds of milliseconds later in time than the arrival time of the neural
activation they produce at the sensory cortices.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>T</span><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-US;">he relevance of quantum
mechanics to an understanding of how such systems operate is not obvious.
According to the Stapp/Von Neumann interpretation a photon is only actualized
once it results in a </span><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; letter-spacing: -0.15pt; mso-ansi-language: EN-GB;">visual experience. But how could
a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">resulting</i> conscious experience
“actualize” its own <i style="mso-bidi-font-style: normal;">prior
neurophysiological causes</i>?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>This
would seem to require backward causation in time!</span><span lang="EN-GB" style="letter-spacing: -0.15pt; mso-ansi-language: EN-GB;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><a name="_Hlk118535492"><b><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">9.- Famous technologists
like Elon Musk or, Google engineer, Ray Kurzweil believe that the mind is a
hardware, and that we can download it onto a computer, thus achieving
immortality. It is also believed that sentient machines will arrive very soon,
perhaps in the next few decades. It seems curious how this <i>strong version</i>
of the computational theory of mind is uncritically accepted among many people.
Is the mind really a computer? Can we design computers with consciousness? How
could it be achieved?<o:p></o:p></span></b></a></p>
<span style="mso-bookmark: _Hlk118535492;"></span>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">The view that the mind is a program, known as <i>computational
functionalism</i> within philosophy of mind, and the view that the mind is a
program in the brain is implicit in the widespread assumption within cognitive
science that mental processes are a form of “human information processing”
(also known as <i>psychofunctionalism</i> within philosophy of mind). In <i>Understanding
Consciousness, </i>my chapter on “Could robots be conscious?” considers the
strengths and weaknesses of these positions in detail. I can’t get into these
details here as the issues are quite complex—but, once again, the varied views
one might take depend entirely on one’s presuppositions. According to
computational functionalists, information processing that can carry out what we
normally think of as “mental functions’ (memory, language, problem solving
etc.,) is all there is to having a “conscious mind”. If that processing can be
specified in a way that is sufficiently detailed to be programmed on a machine,
that machine would have mind and consciousness. But, in humans, most mental
operations are nonconscious or unconscious. For example, we have little
conscious awareness of how we carry out complex mental tasks such as the
ability to read and understand this sentence. If one worked out the operations
required and programmed these into a machine, it would simply follow that
program and behave in an appropriate way, irrespective of whether any of that
processing was accompanied by consciousness.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>If so, passing the “Turing test” (being unable to distinguish machine
from human behaviour) would not suffice to establish machine consciousness.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">But that doesn’t rule out the possibility of artificial consciousness as
such, particularly if one adopts panpsychism or cosmopsychism, both of which
presume that consciousness is widely distributed throughout the universe. It
all depends on what the necessary and sufficient conditions are to be a
distinct <i>subject</i> of consciousness—and, at present, we don’t really know
what these are. Sufficient internal information integration to make an entity
an identifiable, internally coherent subject, distinct from other subjects
would be one likely characteristic (and some version of IIT might help to
define that, even if IIT itself turns out to have problems). We also have to be
open to the possibility that the nature of any embodying substance might
influence the qualia of any associated consciousness. So, even a perfect simulation
of human functioning embodied in silicon, might be associated with qualia
different from those embodied in carbon-based life-forms such as ourselves. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">It also needs to be said that, being embodied and embedded in a complex
web of energy and information, the human mind has many interconnected layers,
at different orders of scale (witness the iceberg model of mind mentioned
above), making mind “uploading” to a machine or any artificial exact
replication very difficult, and arguably impossible. I think we are talking
science fiction here akin to a <i>Star Treck</i> “transporter” able to
dematerialise a human in a way that can be rematerialized as an exact clone
somewhere else. I wish Musk and Kurzweil good luck with that!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><b><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">10.- What are you now working on? <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;">I’m perpetually attracted to working on the moving edge of our
understanding. And, having worked on the details of reflexive monism since
1975, I’m still fascinated by its post-materialist implications along with many
other current attempts to develop more integrative theories of consciousness
both East and West that more fully encompass our sense of what it is to be a
conscious human, along with a deeper sense of our place in the ongoing
evolution of life on our planet in the universe. We are living in a time of
disintegration of old certainties about these issues that are risking our own
destruction as well as that of many other life forms on this Earth. A more
integrative, connected understanding of ourselves can have consequences for how
we manage our collective future that go well beyond questions of purely
academic interest to philosophy and science. If I can still make any small
contribution to that, it will be time well spent. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-GB;"> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: EN-GB;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-77597632245207939162022-10-23T15:23:00.001+02:002022-10-23T22:25:22.421+02:00El número de Dunbar: sabiduría y desquicio de un mono cabezudo<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"></span></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTDDspLnClM2yetZOnTSg6TjvOr7HeHM_fO1XNOLWB2g4mQWbOJrkx_3iqz2tWdMBagGm3azpM5HADPLnr9qYp-NLp6i_rHcOFnY5xpog1Qkqzd82p4lqFd4eL2kJrpIRASSEaCw-xZlCmMN4rm9C7Iv-0vOeOMxadbKzeD_vfmnMEp2g5N74/s4096/GridArt_20221023_222005951.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="3072" data-original-width="4096" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTDDspLnClM2yetZOnTSg6TjvOr7HeHM_fO1XNOLWB2g4mQWbOJrkx_3iqz2tWdMBagGm3azpM5HADPLnr9qYp-NLp6i_rHcOFnY5xpog1Qkqzd82p4lqFd4eL2kJrpIRASSEaCw-xZlCmMN4rm9C7Iv-0vOeOMxadbKzeD_vfmnMEp2g5N74/w640-h480/GridArt_20221023_222005951.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><span style="font-size: large;">Autores <br /><br />Gregorio Montero: Doctor Psiquiatra Infantil y Juvenil en Bilbao.<br /><br />Emiliano Bruner: Investigador Paleoneurobiología de Homínidos en CENIEH.</span></b><br /><br /></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: large;"><br /><span style="text-align: justify;"><br /></span></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="text-align: justify;">Los primates
destacan, entre otras cosas, por la increíble complejidad de sus sistemas
sociales. En los años noventa, Robin Dunbar descubrió que en este grupo
zoológico (y solo en este), el tamaño del cerebro es proporcional al tamaño del
grupo social: cuanto más grande el cerebro, más capacidad tiene de gestionar
relaciones. La correlación era bastante patente para todas las especies del
grupo, así que evidentemente los antropólogos se preguntaron si la regla valía
también para el primate humano. Con un tamaño cerebral como el nuestro, un
primate debería tener un grupo social promedio de unos ciento cincuenta individuos.
Empezaron a contar y descubrieron que, efectivamente, este número funcionaba
para los núcleos de cazadores-recolectores, para los sistemas rurales, para las
agendas telefónicas de los empleados occidentales y, recientemente, incluso
para las redes sociales en internet. Hay también círculos de inclusión más
grandes y más pequeños, que van desde los amigos íntimos hasta los conocidos
sin más, pero el grupo de ciento cincuenta parece ser una constante bastante
estable de nuestros modelos sociales. Ciento cincuenta personas, lo que hoy se
conoce como </span><span style="text-align: justify;">«</span><a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1364661317302243?casa_token=0eF-iMV3C9IAAAAA:HLMyAuzdSrbajoQf02aeQ5soAH3Ce6AQ6gSGIdSCgwHA4HEsyu6fE_SUouIX_vWH_-DXt-xGsA" style="text-align: justify;">número
de Dunbar</a><span style="text-align: justify;">»</span><span style="text-align: justify;">. Parece entonces que el cerebro da para una cierta
cantidad de amigos, poniendo vínculos biológicos y evolutivos al número de
personas que somos capaces de gestionar con un apropiado nivel de cuidado mutuo.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: large;">Hacer amigos<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Los demás
primates hacen amigos con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">grooming</i>,
es decir, el acicalamiento social: cuanto más tiempo pase despulgando al
vecino, más amigos voy a tener. Pero, de esta forma, un día entero parece que
solo da para llegar a unos cincuenta amigos, así que el ser humano se inventó
un método más rápido y eficiente para tejer relaciones y mantenerlas: el
lenguaje. Y, sobre este núcleo de ciento cincuenta personas, ha construido sus
modelos sociales, a lo largo de cientos de miles de años. Ahora bien, aunque
respaldado por muchas evidencias, el número de Dunbar no hay que tomárselo demasiado
al pie de la letra. Primero, es un promedio, con sus variaciones para arriba y
para abajo. Segundo, la biología del cerebro es un factor importante, pero no
es el único, y hay que añadirle, por ejemplo, las influencias culturales y, por
qué no, el azar de los eventos históricos y personales. Tercero, hay que
considerar que este número se refiere a la cantidad de personas que nuestro
cerebro puede manejar. Otra cosa es que quiera. Así que, desde luego, es una
referencia importante, porque marca una tendencia y una limitación de nuestro
programa evolutivo de primates, pero entendiendo que se refiere a un valor
general, y no necesariamente a un umbral tajante e inamovible. Pero ahí está, y
nos recuerda que nuestra biología canaliza nuestras potencialidades y <a href="https://www.jotdown.es/2018/12/la-leyenda-del-hombre-mono-su-triunfo-y-su-maldicion/">nuestras
limitaciones</a>, una información relevante, y que es mejor no obviar a la hora
de planificar y diseñar nuestros comportamientos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: large;">Hordas anónimas<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Cuando hemos
empezado a vivir en grandes núcleos urbanos, evidentemente nos hemos llevado
esta limitación a un contexto muy diferente de lo que era su entorno
originario. Como matizaba Konrad Lorenz, hemos empezado a vivir en <a href="https://www.jotdown.es/2017/10/balada-para-una-horda/">hordas anónimas</a>
con miles de personas que no conocemos, teniendo que cambiar nuestras
costumbres y nuestras formas de relacionarnos. Y luego, con internet, la cosa
ha ido a más, proyectando nuestros sistemas sociales en una realidad virtual incluso
fuera del tiempo y del espacio. Las consecuencias son muchas. Antes, en las
tribus, nuestros ciento cincuenta amigos se conocían todos entre sí, mientras
que ahora muchos de ellos proceden de contextos diferentes, y no forman un
grupo. El océano social de una gran ciudad y de internet aumenta las
posibilidades, pero crea grupos dispersos, disminuye la fuerza de las
relaciones, desmonta la estructura social, y reduce el contacto local. Somos
primates sociales, necesitamos a este grupo, y no sabemos bien cómo coordinar
un programa prestablecido por la biología evolutiva con una cultura que
introduce muchas veces cambios drásticos y repentinos. Si obsesivamente nos
esforzamos por sobrepasar nuestro número de Dunbar, acabamos estresando mucho
nuestra capacidad mental. Y si no logramos alcanzarlo, nos sentimos solos. En
ambos casos, el primate social acaba siendo un primate extremamente
inteligente, pero triste.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;">¿El precio
por un cerebro más grande?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">A medida que
el grupo humano crecía en consonancia con el volumen cerebral, los humanos nos
enfrentábamos a un enorme desafío. ¿Cómo confiar en el compañero de tribu si no
tenemos tiempo para desparasitarnos o no estamos lo suficientemente cerca para
hacerlo? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Los registros
históricos se hacen eco de incontables batallas y guerras entre pueblos y
civilizaciones desde tiempos inmemoriales. ¿Ambición de poder? ¿O consecuencia de
cerebros y grupos más grandes que no podíamos gestionar y que nos hacían
desconfiar?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><b><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Esta
desconfianza no se relaciona solo con guerras y conflictos entre pueblos o
países. Impregna el día a día de las sociedades occidentales: celos en nuestras
relaciones de pareja, rivalidad entre hermanos, dentro de las familias o en
equipos de trabajo; <i>bullying</i>, acoso laboral, xenofobia, racismo… Y la
desconfianza es algo que caracteriza a uno de los trastornos mentales más
severos: la esquizofrenia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">A pesar de
que aún desconocemos la causa de la esquizofrenia, múltiples estudios han
revelado que podría tratarse de un <a href="https://academic.oup.com/schizophreniabulletin/article/35/3/509/1870881?login=false">problema
de conectividad</a> entre regiones cerebrales, más que de una pérdida de
neuronas, como se creyó en un principio. Ya sea por exceso, por defecto o
porque las <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32312577/">conexiones se
establecen de forma <i>diferente</i></a><i>.</i> Y varios autores establecen
que la esquizofrenia podría ser una patología más reciente de lo que creemos,
relacionada con el desarrollo del lenguaje, el crecimiento de los grupos
humanos y la <a href="https://www.uv.es/ramcv/2013/024_IV_Esquizofrenia_y_modernismo.pdf">vida
moderna</a>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Cerebros más
grandes, sociedades más grandes y menos cohesionadas… ¿caldo de cultivo idóneo
para que se desarrollara un trastorno mental como la esquizofrenia? No lo
sabemos, y parece altamente especulativo concluir algo así. Aunque desconocemos
la etiopatogenia de la esquizofrenia, sabemos que existen factores biológicos y
ambientales que aumentan el riesgo de desarrollarla. Sin embargo, quizás el
contenido de los síntomas sí guarde relación con esas sociedades más grandes,
pero menos cohesionadas. Porque la temática más frecuente con diferencia en las
alucinaciones y delirios de las personas con esquizofrenia son las vivencias
paranoides de estar siendo perseguido, amenazado o de que existe un complot
para acabar con tu vida. En una palabra: desconfianza. Una temática muy humana
y que, esta vez sí, podría relacionarse con la incapacidad de gestionar esos ciento
cincuenta individuos. Ciento cincuenta individuos que además desconfían entre
ellos. Porque no se conocen suficientemente entre sí. Y que, más allá de la
esquizofrenia, parece relacionarse con una de las epidemias más severas que
asolan nuestra sociedad: la depresión.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;">Grupos más
grandes y conectados, pero… ¿Más soledad, depresión y suicidios?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Vivimos en
una extraña paradoja: a pesar de que estamos más «hiperconectados» que nunca entre
nosotros, cada vez nos sentimos más solos, más vacíos y más tristes. El brillo
de smartphones, tablets y ordenadores, contrasta con la falta de luz que
sentimos en nuestras vidas. La promesa de estar más cerca de la familia y
amigos a través de videollamadas, redes sociales y correos electrónicos, da
paso a una sensación de profundo desarraigo que barre nuestra sociedad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Los índices
de depresión, ansiedad y estrés son cada vez mayores. Los estudios lo reflejan.
La experiencia clínica de médicos, psiquiatras y psicólogos lo confirma. Las
autolesiones e intentos de suicidio en <a href="https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2735809">población
adolescente han aumentado</a> en los últimos años en países como Estados Unidos.
«Las tasas de suicidio entre adolescentes y adultos jóvenes han aumentado
constantemente desde el año 2000», sostiene un <a href="https://www.latimes.com/espanol/eeuu/la-es-alcanzan-maximo-historico-los-indices-de-suicidio-de-adolescentes-y-adultos-jovenes-en-ee-uu-20190620-story.html">artículo</a>
de <i>Los Angeles Times</i>. El segmento de la población más expuesto al uso
indiscriminado de las nuevas tecnologías y redes sociales. Y el más sensible a
esos cambios sociales y patrones de relaciones más superficiales y anónimas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La
digitalización de nuestras relaciones y la extensión de nuestra tribu más allá
de esa cifra de ciento cincuenta individuos nos está dejando graves secuelas. Sabemos
que uno de los <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24534642/">principales
precipitantes de autolesiones e ideas de suicidio</a> en adolescentes y adultos
es haber sufrido alguna forma de rechazo social, ya sea el maltrato de pareja, el
<i>bullying</i> o el acoso laboral, el ciberacoso a través de redes sociales,
que aumenta en más del doble el riesgo de que los adolescentes se autolesionen
e intenten suicidarse, como recoge una <a href="https://www.jmir.org/2018/4/e129/">revisión sistemática reciente</a>. Una
realidad a la que asistimos de forma cada vez más habitual desde los servicios
de salud mental infanto-juvenil. Un problema que debería obligarnos a parar y
hacer una reflexión como sociedad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;">El lamento
del mono que llevamos dentro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">En definitiva,
al igual que las alteraciones en la conectividad entre regiones cerebrales
puede desembocar en esquizofrenia, ¿es probable que la sustitución de
conexiones sociales y vínculos significativos por conexiones más superficiales
e indiscriminadas nos esté haciendo funcionar como sociedades «esquizofrénicas»,
cada vez más aislados, preocupados, desesperanzados y paranoicos?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Evidentemente,
la pandemia de depresión, estrés y ansiedad que caracteriza nuestras sociedades
se debe a una serie de factores distintos, aunque relacionados. Nuestra misma
capacidad mental, una herramienta poderosa, es un superpoder difícil de
controlar, que conlleva <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0160289622000496?casa_token=AiR9YfpLKy4AAAAA:3rFKLpT-xL0jOzq8Z_sjnh-uVfYqK4tEOLFFaqlqDXME3vwdgiG-PN-YPZz2XNyZLqMgaJB0">ventajas
y riesgos</a>. En particular, el mismo lenguaje y nuestra increíble capacidad
de proyección en el pasado (recuerdos) y en el futuro (previsiones) nos hacen
sensibles a generar un mundo interno de rumiaciones, miedos e incertidumbres,
que acaban por agotar nuestro presente entre los fantasmas de lo que ya ha
ocurrido y de lo que podría llegar a ocurrir. Así que, quizá, podemos decir que
nuestro paquete cognitivo humano ya viene con una destacada sensibilidad o
vulnerabilidad a <a href="https://www.investigacionyciencia.es/blogs/medicina-y-biologia/80/posts/meditacin-y-neurociencia-aqu-y-ahora-20991">ciertos
tipos de desequilibrios</a>, que han caracterizado todas las culturas y
sociedades humanas desde sus orígenes. Pero, claro, si a esto le añadimos una
desestructuración social donde el núcleo de la tribu se vuelve disperso,
desconectado y virtual, generamos un cóctel realmente nefasto. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">En los
difíciles tiempos que vivimos, necesitamos escuchar al primate social que
llevamos dentro. Una voz que nos invita a preguntarnos si tanto sufrimiento es
el precio que estaremos pagando por vivir cada vez más hiperconectados, por intentar
superar <i>virtualmente</i> ese límite de ciento cincuenta individuos, pero con
relaciones menos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">reales</i>, profundas<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>y significativas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Otra historia
es posible. ¿Qué ocurriría si lográramos salir de esta horda anónima? ¿Cómo nos
sentiríamos si dedicáramos más tiempo a cultivar y cuidar las relaciones con
esas personas más cercanas a las que podemos ver, abrazar y sentir?</span><o:p></o:p></p><p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><!--StartFragment-->
<!--EndFragment--></p><p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Gregorio
Montero y Emiliano Bruner</span><o:p></o:p></p>
<!--EndFragment-->Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-12352259988324660112022-10-21T20:49:00.002+02:002022-10-21T23:32:31.178+02:00Desmontando supercherías. Por Laith Al-Shawaf<p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi59pnAXH0sfplufjO7cqqZEgyd-wd98a7yVaCG5RlMZnemL24k04rdGpHW2PgDEiQbmactdYgHjO8fZ3giYRZ2HkphQzofCgMZ3AEPUd9ADkAvDxAfTfFRf8K_-Ou8AOgyLgweyUrrmyUR4uFVHhCxOXARlhRJCjOA9aWxMyhy11N_sJpQtw/s820/69-699493_psychology-today-transparent-png.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="231" data-original-width="820" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi59pnAXH0sfplufjO7cqqZEgyd-wd98a7yVaCG5RlMZnemL24k04rdGpHW2PgDEiQbmactdYgHjO8fZ3giYRZ2HkphQzofCgMZ3AEPUd9ADkAvDxAfTfFRf8K_-Ou8AOgyLgweyUrrmyUR4uFVHhCxOXARlhRJCjOA9aWxMyhy11N_sJpQtw/w640-h180/69-699493_psychology-today-transparent-png.png" width="640" /></a></b></div><p></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;">Desmontando supercherías. Si te interesa la psicología, no caigas en la trampa de las pseudociencias colindantes. <a href="http://www.psychologytoday.com/us/blog/six-impossible-things-breakfast/202110/detecting-bullit%3famp">Artículo</a> publicado por el Profesor Laith Al-Shawaf en <a href="https://www.psychologytoday.com/us">Psychology Today</a>.</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><u></u></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><u><br /></u></b></div><p></p><p style="text-align: justify;"><b><u><span style="font-size: x-large;">PUNTOS CLAVE</span></u></b></p><p style="text-align: justify;"><b><u><span style="font-size: x-large;"><br /></span></u></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">• <b>Muchas personas que se sienten atraídas por la psicología también se sienten atraídas por las ideas parapsicológicas.</b></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;">• La astrología, la homeopatía, el Myers-Briggs y las ideas de El Secreto carecen de apoyo probatorio y pueden ser perjudiciales.</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;">• Si te interesa la psicología, deberías saber por qué estas ideas son falsas.</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;"><br /></span></b></p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">'"<i>No hace falta que sigas haciendo comentarios así"-dijo Humpty Dumpty-"No son sensatos, y me sacan de quicio</i>".</span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-size: large;">- Lewis Carroll, A través del espejo.</span></i></b></p></blockquote><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La psicología es la ciencia de la mente y del comportamiento. No tiene nada que ver con la astrología, <i>El Secreto</i> u otras tonterías de la Nueva Era. Sin embargo, muchas personas inteligentes que se sienten atraídas por la psicología a veces también se sienten atraídas por disparates psicológicos. ¿Deberíamos preocuparnos?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">¿Entonces qué?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Tal vez no importe. Algunos piensan que esas creencias son marginales y en su mayoría inofensivas, y además, la mayoría de la gente no cree en esas cosas de todos modos. Pero las encuestas sugieren lo contrario: la mayoría de nosotros no estamos completamente anclados en la realidad. <a href="https://news.gallup.com/poll/16915/three-four-americans-believe-paranormal.aspx">El 73% de los estadounidenses tiene al menos una creencia en fenómenos paranormales</a>. Un gran número de pseudociencias gozan de un <a href="https://web.archive.org/web/20130131050627/http:/www.nsf.gov/statistics/seind06/c7/c7s2.htm#c7s2l3">amplio atractivo</a> entre el público corriente. Pero la magufería <a href="http://whatstheharm.net/">mata a la gente</a>, literalmente. ¿<a href="https://www.azquotes.com/quote/1069554">El famoso presentimiento</a> de Carl Sagan? Ya ha pasado y se ha cumplido, maldita sea.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El objetivo de esta publicación es ofrecer a los lectores información sobre cinco ideas atractivas pero vacías de contenido y, de paso, divertirse un poco durante el proceso.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">1. Astrología</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;"><br /></span></b></p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><i><span style="font-size: large;"><span style="text-align: justify;">Penny: "Soy Sagitario, lo que probablemente te dice mucho más de lo que necesitas saber".<br /></span><span style="text-align: justify;">Sheldon: "Sí, nos dice que participas del engaño cultural masivo de que la posición aparente del sol en relación con constelaciones definidas arbitrariamente en el momento de tu nacimiento afecta de algún modo a tu personalidad."</span></span></i><p style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">-<b> The Big Bang Theory.</b></span></i></p></blockquote><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La astrología es la creencia de que la posición de los cuerpos celestes en el momento de tu nacimiento influye en tu personalidad y en el curso de tu vida.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">He aquí por qué esto no tiene sentido.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Primero de todo, las pruebas empíricas de las predicciones astrológicas demuestran que éstas no aciertan. <a href="https://www.ingentaconnect.com/contentone/imp/jcs/2003/00000010/F0020006/art00010?crawler=true&mimetype=application/pdf&casa_token=-nXLyQBUeM4AAAAA:IuotCr7MNS2EfvHrfYkpKKNmK5rNY1NUXI3dk3C6Smj3qHb22_N_o99dMEKIBYilYOA1w__azUvh4an24Ac">Un meta-análisis de más de 40 estudios controlados muestra que los astrólogos expertos no obtienen mejores resultados que los que pudieran obtenerse por puro azar</a>, incluso en la predicción de rasgos básicos de la personalidad como la extraversión. <a href="https://muller.lbl.gov/papers/Astrology-Carlson.pdf">Estudios de doble ciego muestran que las predicciones astrológicas no están respaldadas por la evidencia</a>. En segundo término, no se conoce ningún mecanismo a través del cual los planetas puedan influir en la personalidad. En tercer lugar, en caso de que piensen que la gravedad jugase algún papel, nada indica que sea así: la atracción gravitatoria del médico en la habitación justo en el momento de tu nacimiento era más fuerte que la atracción gravitatoria ejercida sobre ti por los planetas de nuestro sistema solar en el mismo momento. Cuarto, para que la astrología fuera correcta, tendríamos que negar casi todo lo que sabemos sobre física y psicología. Y en quinto y último lugar, hay buenas razones para pensar que la creencia en la astrología está impulsada por una combinación de sesgos cognitivos (como el <a href="https://www.researchgate.net/publication/258127972_Myside_Bias_Rational_Thinking_and_Intelligence">sesgo de confirmación</a>) y formulaciones ambiguas (como las <a href="https://nesslabs.com/barnum-effect#:~:text=According%20to%20the%20Encyclopedia%20Britannica,information%20that%20applies%20to%20everyone.%E2%80%9D">declaraciones de Barnum</a>). No hay ninguna auténtica conexión entre los planetas y nuestra personalidad, simplemente <a href="https://www.youtube.com/watch?v=FXIWyYtq85E">no existe ninguna salsa especial Szechuan aquí</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Hablando más en serio: es importante tener en cuenta que, como humanos, tenemos <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4141622/">tendencia a ver patrones</a> incluso donde no los hay. Esto puede entenderse gracias a las intuiciones matemáticas de la <a href="https://www.youtube.com/watch?v=88_C-fogY40">Teoría de Ramsey</a>, combinadas con la evidencia de que nuestras mentes son <a href="https://www.scientificamerican.com/article/patternicity-finding-meaningful-patterns/">promiscuas detectoras de patrones</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Por cierto que estos sesgos cognitivos son un <a href="https://areomagazine.com/2021/09/15/a-multicultural-psychologists-take-on-free-speech/">universal humano</a> contra los que todos luchamos. Nadie es inmune. Así que no se sienta mal si, como el resto de nosotros, a veces es presa de esta debilidad humana. La esperanza reside en que aprender cómo estos sesgos cognitivos nos llevan por el mal camino nos puede ayudar a estar más atentos cuando oigamos afirmaciones sobre cómo funciona el mundo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Si queréis una visión distópica de los peligros de tomarse la astrología demasiado en serio, echad un vistazo al episodio 5 de la segunda temporada de la serie de ciencia ficción <a href="https://www.hulu.com/series/the-orville-21e70fbf-6a51-41b3-88e9-f111830b046c">The Orville</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">2. El test de personalidad de Myers-Briggs</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El indicador de tipos de Myers-Briggs es el test de personalidad más popular del mundo, pero, por desgracia, es en su mayor parte una mierda. Ofrece resultados inconsistentes, no predice los resultados de la vida, ignora las variables clave de la personalidad y se basa en ideas sin fundamento empírico. La empresa Myers-Briggs sostiene que "la evaluación del MBTI está diseñada para ser descriptiva, no predictiva", pero se utiliza ampliamente para predecir el comportamiento en el lugar de trabajo. Consulta <a href="https://areomagazine.com/2021/03/09/should-you-trust-the-myers-briggs-personality-test/">este ensayo</a> para profundizar en el Myers-Briggs.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Como dice el famoso aforismo: es bueno que tengas la mente abierta, pero <a href="https://www.youtube.com/watch?v=RFO6ZhUW38w">si la abres demasiado, se te puede caer el cerebro</a> [1].</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">3. Homeopatía</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La homeopatía es una forma de <a href="alternative medicine">medicina alternativa</a> que se basa en la idea de que "lo semejante se cura con lo semejante" y que diluir las sustancias aumenta su potencia. (Oh sí, esto es muy fuerte).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Una buena forma de comprobar que esto es una mierda es 1) los <a href="https://www.smithsonianmag.com/smart-news/1800-studies-later-scientists-conclude-homeopathy-doesnt-work-180954534/">estudios</a> controlados demuestran que la homeopatía no supera al placebo, 2) <a href="https://www.statnews.com/2016/02/26/reject-pseudoscience-homeopathy/">contradice vastas áreas</a> de la física, la química, la biología y la medicina (y tú sabes que esas ciencias funcionan porque curan nuestras infecciones y nos proporcionan computadoras), y 3) <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2291211/">la evidencia muestra claramente</a> que los principios centrales de la homeopatía - por ejemplo, que lo similar cura lo similar y que la dilución aumenta la potencia - son, sencillamente, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1111/j.2042-7166.2012.01162.x?casa_token=583NLOgPaR4AAAAA:D0GKzXtg2aiay00ytWlJQtpoyhN-lvWxCDaRR_7ouDg-arrwqPuYGZXmy6snp4RT1WEWMJ8vJ5deer0">erróneos</a>. La creencia en la homeopatía parece estar motivada por la fuerza de las expectativas y del efecto placebo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">O, como dice Tim Minchin, de modo más elocuente, en este <a href="https://www.youtube.com/watch?v=HhGuXCuDb1U">marchoso poema beat</a>:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">"Se ha demostrado que la medicina alternativa no funciona, o bien no se ha demostrado que la medicina alternativa funcione. ¿Saben cómo llaman a la medicina alternativa que se ha demostrado que funciona? -<i>Medicina</i>".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">¿Te has preguntado alguna vez cómo sería una sala de urgencias homeopática? El dúo cómico Mitchell & Webb nos permiten hacernos una idea en <a href="https://www.youtube.com/watch?v=HMGIbOGu8q0&t=3s">este brillante sketch</a>. Y en <a href="https://www.youtube.com/watch?v=H7Xvqv6RZV0&t=1s">este</a> vídeo, aprendemos cómo funcionan los estudios de "doble ciego" en homeopatía: se hace el estudio, y luego no se miran los resultados.... ¡dos veces!</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El progreso fue lento durante mucho tiempo, pero ahora es mucha la gente que admite que la homeopatía no es una bobada inocua; es un desatino <a href="https://link.springer.com/content/pdf/10.1007/s11673-015-9682-0.pdf">peligroso</a> que <a href="https://jamanetwork.com/journals/jamaoncology/fullarticle/2687972">mata</a> mucha gente cada año al apartarla de los tratamientos médicos reales. Esta concienciación ha dado lugar a avances positivos como el<a href="https://pseudoscience-manifesto.apetp.com/"> Manifiesto Europeo contra las Pseudoterapias</a>, que merece la pena leer (pinchar aquí).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">4. El secreto</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">"Estas eran... las habituales tonterías de la Nueva Era... una papilla de psicobacilos, consejos de autoayuda, pseudoliteratura y Sopa de Pollo para el alma"<i>.</i></span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;"><i>- </i>Connie Willis. Infiltrado<i>.</i></span></b></p></blockquote><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Ah, <i>El Secreto</i>: una mierda de libro de los que te hacen caer en la trampa. Se basa en la idea de que con una visualización positiva lograrás que las cosas buenas ocurran en tu vida, e insinúa repetidamente que si en tu vida te ves castigado por desgracias y miserias, es porque te lo estás buscando al no pensar positivamente. Al igual que muchas otros productos del mercado de la charlatanería, <a href="https://www.scientificamerican.com/article/the-other-secret/">hace un pésimo uso de la física cuántica</a> para apoyar sus afirmaciones (¡es todo <a href="https://www.smbc-comics.com/comic/pp">un clásico</a>, te lo garantizo!), y su positividad tiene un <a href="https://skepticalinquirer.org/exclusive/secrets-and-lies/">reverso tenebroso</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">En <a href="https://www.nytimes.com/2010/09/26/books/review/Chabris-t.html">este artículo</a>, dos destacados psicólogos analizan la basura que nos vende el libro, prestando especial <a href="https://www.psychologytoday.com/us/basics/attention">atención</a> a cómo la gente puede sentirse atraída por él. En un análisis sin tapujos, <a href="https://markmanson.net/the-secret">este artículo</a> explica cómo toda la doctrina está basada en un único engaño central.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">5. Psíquicos, médiums, adivinos, clarividentes y psicoquinistas </span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">(estas son algunas de las cosas que menos me gustan)</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Esto, damas y caballeros y personas no binaria, es el Dream Team de la Primera División de los mierdas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Estafar a la gente a cambio de falsas esperanzas no es nada nuevo, por supuesto. Desenmascaradores como Harry Houdini y <a href="https://www.rollingstone.com/culture/culture-news/james-randi-obituary-1079316/">el Asombroso Randi</a> hicieron un excelente trabajo desenmascarando a los estafadores en su día.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Si eres estudiante de psicología, asegúrate de conocer al <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/James_Randi">Asombroso Randi</a>. Puedes empezar con <a href="https://www.youtube.com/watch?v=qk_NAUdVpko&list=PL_krQYPPG4VWJu19BM1j54r3H4bwo2j8U&index=8&t=1s">esta gran introducción</a>. También deberías ver <a href="https://www.amazon.com/Honest-Liar-James-Amazing-Randi/dp/B00Z9QEVVE">este documental</a> sobre su estelar carrera y su fascinante vida personal. Y puedes encontrar sus libros <a href="https://www.amazon.com/James-Randi/e/B000AQ26MO?ref=sr_ntt_srch_lnk_1&qid=1613265738&sr=8-1">aquí</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">"Difundiendo su perniciosa patraña del plano astral de sabiduría superior y sacándole los cuartos a su ingenuo público".</span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;">- Connie Willis. Infiltrado.</span></b></p></blockquote><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Si quieres embriagarte con la lectura, prueba con <a href="https://www.amazon.com/Inside-Job-Connie-Willis-ebook/dp/B004Q9TFP2">esta brillante novela ganadora del Premio Hugo, de Connie Willis</a>, la autora de ciencia ficción más premiada de todos los tiempos. Willis entreteje las sesiones de espiritismo, el escepticismo y el romance en una historia magníficamente elaborada y perfectamente estructurada que gira en torno a una paradoja central y termina de forma sorprendente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">A los estudiantes de Psicología: ¿Podría estar perdiéndose el sentido de la psicología?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">¿Eres un estudiante de psicología que cree en algunas de estas sandeces? Si es así, perdóname, pero hay un sentido en el que te estás perdiendo el espíritu que anima, y la columna vertebral metodológica, de esta disciplina. El progreso de la psicología -o, pudiera decirse, el objetivo de la psicología- consiste en explicar la mente humana desde una perpectiva naturalista, que no requiera de entidades o formas de causalidad para las que no tengamos pruebas. La psicología tiene éxito precisamente en la medida en que es capaz de naturalizar la mente y desarrollarse en el ámbito científico.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El objetivo es grandioso: entender la mente con todas sus bellas rarezas -el déjà vu, el efecto placebo, el picor inducido por el nerviosismo, los falsos recuerdos, la sinestesia, los sueños lúcidos, las experiencias cercanas a la muerte- de una forma totalmente natural que no viole ninguna ley conocida del universo, que no dependa de milagros y no proponga entidades que no son necesarias para explicar los fenómenos en cuestión. Si dejas que entren los espíritus o la adivinación o las personalidades forjadas por desplazamientos planetarios, te has rendido antes de que el juego haya realmente empezado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Las buenas noticias son que nunca es demasiado tarde para empezar a pensar en la mente de esta manera. Tu cerebro es un ordenador blando y húmedo que obedece a las leyes de la física y que fue moldeado por el ciego proceso algorítmico de la evolución. ¡Pásate al lado oscuro de la fuerza! No echarás de menos las falsas creencias, te lo prometo. Hay grandeza y asombro en esta visión naturalista de la mente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Y además, tenemos <a href="https://theoldvillage.wordpress.com/2004/01/28/douglas-adams-shares-a-true-story/">galletitas</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Fuentes para detectar el excremento bovino</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Carl Sagan, que era demasiado caballero y erudito como para llamarlo "estupidez", escribió este <a href="http://hermiene.net/essays-trans/fine_art_of_baloney_detection.html">famoso ensayo</a> sobre cómo detectar chorradas. Es una lectura intemporal para cualquier persona que esté dándole vueltas sobre cómo pensar en el mundo. También son muy recomendables el libro de Sagan <a href="https://amzn.eu/d/17BxOqU">El mundo y sus demonios</a> y <a href="https://amzn.eu/d/3vR5NU3">este libro para jóvenes adultos </a>de Richard Dawkins sobre cómo sabemos lo que es verdad.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Si estás interesado en fuentes generalistas de desmitificación, podrías considerar la lectura de la revista <a href="https://www.skeptic.com/">Skeptic Magazine</a> o acudir en busca de información al <a href="https://centerforinquiry.org/">Center for Inquiry</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Y si tienes especial curiosidad por desmitificar en psicología, <a href="https://www.amazon.com/Great-Myths-Popular-Psychology-Misconceptions/dp/1405131128/ref=sr_1_1?crid=2KGQ8CURF2IHA&dchild=1&keywords=50+great+myths+of+popular+psychology&qid=1603954606&sprefix=50+great+myth%2Caps%2C210&sr=8-1">aquí tiene un clásico</a> sobre 50 grandes mitos de la psicología popular.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">¿Y qué hay de las supersticiones? Puede que te guste este <a href="https://www.youtube.com/watch?v=quOdF1CAPXs&list=PL_krQYPPG4VWJu19BM1j54r3H4bwo2j8U&index=8&t=15s">breve vídeo educativo</a> sobre el tema, incluso si sólo eres <a href="https://www.youtube.com/watch?v=5s0nR1onJsE">un pelín maniático</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">También, si tienes dudas sobre la psicología de las teorías conspirativas, echa un vistazo a <a href="https://www.youtube.com/watch?v=5muY64Oyp10">esta divertida recopilación de vídeos</a> y a <a href="https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/0963721417718261">este artículo académico</a> sobre el pensamiento conspiranoico.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Y por último, porque la ciencia es impresionante, ahora tenemos investigaciones sobre <a href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b8/On_the_Reception_and_Detection_of_Pseudo-profound_Bullshit.pdf">cómo reacciona la gente ante las idioteces pseudoconspiratorias</a>. (Curiosamente, estar triste parece hacer que la gente sea más escéptica con ellas. Y parece que la <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/acp.3852">fuente</a> de la mentira también influye).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">A dónde ir a partir de aquí</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Sería gratificante, lo admito, que esta publicación sirviera como un kit de inicio para que los estudiantes pensaran de forma más crítica sobre los dislates relacionados con la psicología. La discusión en cada sección es corta y superficial, pero hemos dejado migas de pan para que puedan seguir muchos senderos y puedan acceder a una lectura más profunda. Si no lo consiguen, espero que al menos las canciones y los vídeos le hagan reír.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Por favor, recuerde: al evaluar las afirmaciones sobre la mente, las anécdotas no cuentan. Todas las pruebas que aportemos tienen que estar bien afianzadas, no contaminadas por el sesgo de confirmación, no contaminadas por el efecto placebo, y libres de los millones de otros errores que cometemos cuando intentamos comprender el mundo con nuestras mentes falibles y ávidas de significado. Por eso no podemos contar con las pruebas provienentes de anécdotas personales y no de estudios rigurosos con los debidos controles científicos. Puede sonar un tanto duro, pero añadir anécdotas personales filtradas por sesgos cognitivos no es más que sumar ceros.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Estando al servicio de la comprensión del mundo, nos aferramos al principio de que si no está respaldado por pruebas sistemáticas o no aporta nada al trabajo explicativo, simplemente no lo necesitamos. <a href="https://www.panmacmillan.com/blogs/general/hitchhiker-s-series-top-phrases">Douglas Adams</a> comentó una vez con nostalgia: "¿No basta con ver que un jardín es hermoso sin tener que creer que también hay hadas al fondo?".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Si nuestro objetivo es comprender la mente, deberíamos dejar de lado los fantasmas y las ilusiones. No los necesitamos y estaremos bien sin ellos. Hay más que suficiente majestuosidad y asombro en el mundo natural - bellamente capturado por Emily Dickinson en su intemporal poema:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-size: large;">El cerebro - es más amplio que el cielo -</span></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-size: large;">colócalos juntos-</span></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-size: large;">uno contendrá al otro</span></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-size: large;">holgadamente - y tú - también</span></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-size: large;">el cerebro es más profundo que el mar -</span></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-size: large;">reténlos - azul contra azul -</span></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-size: large;">absorberá el uno al otro -</span></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-size: large;">como la esponja - al balde -</span></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-size: large;">el cerebro es el mismo peso de Dios -</span></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-size: large;">pésalos libra por libra -</span></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-size: large;">se diferenciarán - si se pueden diferenciar -</span></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-size: large;">como la sílaba del sonido -</span></i></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Fuente: Emily Dickinson</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: justify;"><b><u><span style="font-size: large;">Referencias</span></u></b></p><p style="text-align: justify;"><b><u><span style="font-size: large;"><br /></span></u></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">[1] La versión de Lewis Carroll era: "Si te pones a trabajar para creerlo todo, cansarás los músculos creyentes de tu mente, y entonces serás tan débil que no podrás creer las cosas verdaderas más simples". (Cartas, vol. 1, p. 64)</span></p><p><br /></p><p><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjG4Xn2In7rfLQHCZjVfMu4VV1V_YcfpgoDvgSRDoB79d9nZQ5ldTAYhOp17cgLEAEs0EYnwiOw_cphsmH0ZDp8RQbv8QUbJzsT787_Sz4bOH1_z-qKtevg3KyiOAPD2pWK4kF_3ZIbryQclLsrmb4rSmiJwmlLD46tKJ1VD6iGidAptt8euQ/s640/Laith%20Al-Shawaf%20-%20web.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="480" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjG4Xn2In7rfLQHCZjVfMu4VV1V_YcfpgoDvgSRDoB79d9nZQ5ldTAYhOp17cgLEAEs0EYnwiOw_cphsmH0ZDp8RQbv8QUbJzsT787_Sz4bOH1_z-qKtevg3KyiOAPD2pWK4kF_3ZIbryQclLsrmb4rSmiJwmlLD46tKJ1VD6iGidAptt8euQ/w150-h200/Laith%20Al-Shawaf%20-%20web.jpg" width="150" /></a></b></span></div><span style="font-size: large;"><b><br />El Dr. Laith Al-Shawaf es profesor asociado del Departamento de Psicología de la Universidad de Colorado, en Colorado Springs. Antes de trasladarse a Estados Unidos, fue docente en una universidad de lengua inglesa en Turquía y fue becario visitante en el Instituto de Estudios Avanzados de Berlín. Laith ha sido premiado tanto por su investigación como por su labor docente. Es miembro de la Academia Árabe-Alemana de Jóvenes (AGYA) y asesor académico principal del Centro de Investigación de Cognición Social Aplicada (CASCR) del Líbano. Puede encontrar sus escritos populares <a href="https://www.laithalshawaf.com/popular-science.html">aquí</a>, y puede encontrarlo en Twitter <a href="https://twitter.com/LaithAlShawaf?t=ZS2qkQLUvFOrHw4vsJEkqA&s=09">aquí</a>.</b></span><p></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-1118833074637881992022-10-19T18:06:00.000+02:002022-10-19T18:06:15.873+02:00Mentes, cerebros, emociones y tribus (entrevista a Luis Aguado)<p style="text-align: justify;"><br /></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: justify;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjChxIV7kt34Y0XSgyaoHRNMyx3_uBSApSfYnK2_zXwJj55DkDzUDXVCOMWmTHTinUyduKFnoE3OgblTAKHA7LLeYV3TWiT7K5VbTrgcsg5AhuknTFuMrnd_xZSQ57VMmsTyG1CRm3ydWNPk5_jC5ksdvCLluyZHs4FpZSctQFjfzVKN7U/s1280/LA_02.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="854" data-original-width="1280" height="427" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjChxIV7kt34Y0XSgyaoHRNMyx3_uBSApSfYnK2_zXwJj55DkDzUDXVCOMWmTHTinUyduKFnoE3OgblTAKHA7LLeYV3TWiT7K5VbTrgcsg5AhuknTFuMrnd_xZSQ57VMmsTyG1CRm3ydWNPk5_jC5ksdvCLluyZHs4FpZSctQFjfzVKN7U/w640-h427/LA_02.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b>Luis Aguado presentando su última obra.</b></td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;"><br /></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Comprender la mente humana es algo a lo que probablemente ni siquiera la propia mente humana pueda aspirar, ni siquiera con la ayuda de sus ingenios más avanzados, con los que se sondea la actividad cerebral o los estudios experimentales donde busca las causas de los comportamientos. La psicología trata de acercarse a una comprensión aproximada que nos permita al menos conocer los fundamentos de la cognición, la percepción, la memoria y la prospección y, en fin, la conducta, y la neurociencia ha acudido en su ayuda con todo su aparato. Algo, que ahora a todos nos parece obvio, no lo fue durante casi toda nuestra historia conocida. Pero "<i>cuando la mente encontró a su cerebro</i>", por utilizar la frase que nuestro invitado de hoy puso como título a su primera incursión en la literatura divulgación científica, se pudo emprender la gran empresa conjunta de la ciencia del cerebro (y en general el sistema nervioso) y la del comportamiento. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinBLJ_p34gJwOGlZ8f5kLTMWP3Ff9bzmVd43nhdX-58uKp4ZwzimpoR2yPmkGzPxaMybAaqvODnECnAxpVMYKR2AWzgRo2_x-6qKZdIhfqvC35HaSmJ98bVy07csbMg025Icpe4_NgfEPOMJtgJIzvOY16AQ0ljHfmckLjkQLLJUbPaMk/s500/41osLLxy1bL.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="337" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinBLJ_p34gJwOGlZ8f5kLTMWP3Ff9bzmVd43nhdX-58uKp4ZwzimpoR2yPmkGzPxaMybAaqvODnECnAxpVMYKR2AWzgRo2_x-6qKZdIhfqvC35HaSmJ98bVy07csbMg025Icpe4_NgfEPOMJtgJIzvOY16AQ0ljHfmckLjkQLLJUbPaMk/w135-h200/41osLLxy1bL.jpg" width="135" /></a></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Luis Aguado, Catedrático de Psicología Experimental de la madrileña Universidad Complutense, ha investigado durante muchos años la mente humana, y hubo un momento en el que el objeto de su investigación pasaron a ser las emociones y los afectos, así como las motivaciones subyacentes. Dichas emociones podían dejarse entrever en gestos, ademanes y tonos de voz, entre otros comportamientos más o menos conscientes. </span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Publicó un manual universitartario: <a href="Emoción, afecto y motivación: Un enfoque de procesos https://amzn.eu/d/2HkjmYQ"><b>Emoción, afecto y motivación</b></a> que ha tenido una segunda edición muy recientemente (2018).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero su afán de trasladar la ciencia no se quedó en las aulas o en los artículos científicos. Decidido a contar lo que es la neurociencia al público en general de forma afable, amena y con un toque muy personal, escribió el libro citado anteriormente: <b><a href="Cuando la mente encontró a su cerebro: Escritos sobre neurociencia y psicología (Alianza Ensayo) https://amzn.eu/d/7dYoHoz">Cuando la mente encontró a su cerebro</a></b>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_E-o08J15a-x2YbSA0QrbhnFX2t3nuvzciBO1X9ica5-J0ds-U1xrecDSLnDpDkMlE5YsZwe6hH3GkGZ3dZ8cHNHmFJiR6raSWrz2fKzlXJiTp_UsCNnITIi9zgIsCykEjEPqNB_W49MX-fZZ9H3dnxKl4q3_XLFt6wrhbLsCN9iPDec/s1484/61aaZ20r6nL.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img border="0" data-original-height="1484" data-original-width="1000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_E-o08J15a-x2YbSA0QrbhnFX2t3nuvzciBO1X9ica5-J0ds-U1xrecDSLnDpDkMlE5YsZwe6hH3GkGZ3dZ8cHNHmFJiR6raSWrz2fKzlXJiTp_UsCNnITIi9zgIsCykEjEPqNB_W49MX-fZZ9H3dnxKl4q3_XLFt6wrhbLsCN9iPDec/s320/61aaZ20r6nL.jpg" width="216" /></a></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y este año, desde Alianza Editorial, que apoya sus iniciativas académicas y de divulgación, ha publicado una obra de rabiosa actualidad, aunque toque uno de los universales de siempre: <b><a href="https://amzn.eu/d/1vNSLCz">La Mente de la Tribu</a></b>. Incido muy especialmente en la rabiosa actualidad del libro más por lo necesario que es leerlo en las actuales circunstancias por las que está pasando nuestra sociedad que porque hable de los últimos acontecimientos que ya pueden conocerse (al menos parcial y sesgadamente) en los medios de comunicación. Y es que entender la mente de la tribu, la psicología social y sus dinámicas, ayuda, y mucho, a interpretar muchas de las noticias de ese "no parar" informativo de los medios de comunicación y las redes sociales. </span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Hemos planteado al Profesor Aguado preguntas de amplio espectro dentro de su disciplina. Para profundizar en los temas tratados en sus libros es recomendable (muy recomendable) leerlos. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Buscando información diversa sobre él, hace tiempo, descubrí además que es un músico excelente. Como nuestro colaborador Pablo Malo le da a la música muy bien. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Le agradecemos enormemente que haya podido dedicar un espacio en su agenda para responder nuestras preguntas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">1.- ¿Cuál cree que es la principal lección que nos enseña la neurociencia cognitiva sobre la naturaleza humana?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Igual que otras ciencias, la neurociencia rara vez nos enseña grandes lecciones, al menos en el sentido más rotundo del término. La ciencia trabaja poco a poco y sólo cuando miramos retrospectivamente podemos sacar conclusiones de largo alcance. Desde mi particular punto de vista, creo que una de las conclusiones más generales de más de un siglo de estudio de la mente y el cerebro es la indisoluble unidad del cuerpo y de lo que tradicionalmente llamamos “mente”. La acción del cerebro no sólo se encamina a pensar y crear abstracciones; afecta también al funcionamiento de todos los sistemas orgánicos, desde el sistema cardiovascular al sistema inmune, pero también es afectada por ellos de forma significativa. Por otra parte, lo “mental” es muchas veces una representación de lo más físico y corporal. Un ejemplo, el solo hecho de leer verbos de acción como “saltar” o “agarrar” pone en funcionamiento sistemas cerebrales encargados del control de las acciones motoras. Y las emociones, como han insistido neurocientíficos como Antonio Damasio, son en gran parte estados corporales. Todo ello quiere decir que la forma en que el cerebro genera nuestra experiencia consciente y representa el conocimiento no es tan abstracta e incorpórea como se creía. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Desde un punto de vista filosófico diría que la principal conclusión que podemos sacar de los avances de la neurociencia es que el dualismo, la distinción entre mente y cuerpo, entre lo físico y lo mental, es una posición radicalmente errónea. Nuestra naturaleza como especie, las posibilidades y limitaciones de nuestra mente, las necesidades básicas que nos motivan a actuar y el modo en que tratamos de satisfacerlas, todo ello está profundamente enraizado en nuestra biología. Y en esa raíz está también nuestra naturaleza como animales sociales. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">2.- Si nuestras mentes son órganos capaces de proyectarse en el futuro a partir del recuerdo de experiencias pasadas, ¿que sería el presente, en términos cognitivos? ¿Es factible eso que llaman "consciencia plena" del presente? </span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Cognitivamente el presente es percepción y el futuro es imaginación. Me explico, vivir el instante significa estar concentrado en la información que nos proporcionan nuestros sistemas sensoriales, como la visión y la audición, pero también el gusto, el tacto y los sistemas que nos informan constantemente del estado de nuestro cuerpo (la así llamada “interocepción”). Pero psicológicamente el presente absoluto no existe. Los datos de los sentidos son interpretados en el contexto de la información que nos proporciona nuestra memoria inmediata, modulados por nuestras expectativas y coloreados por nuestro estado emocional. Eso es precisamente lo que da a nuestra experiencia consciente un sentido de continuidad. La experiencia del presente no es posible sin la influencia del pasado. Cada estímulo que percibimos, cada reacción que manifestamos, deja en el cerebro una huella más o menos duradera que modula la forma en la que percibimos y en la que nos afecta lo que viene a continuación. Esto puede parecer muy abstracto, pero es algo que ha sido demostrado en cientos de estudios de laboratorio con procedimientos experimentales muy sofisticados y se podría resumir diciendo que la memoria, tanto la remota como la inmediata, es el contexto necesario del presente. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En cuanto al futuro, podemos “experimentarlo” de manera simulada imaginando escenarios hipotéticos a partir de la información que nos proporciona la memoria sobre las experiencias que hemos vivido anteriormente. La imaginación del futuro es como una hipótesis que planteamos a partir de lo que ya sabemos. Esa capacidad es parte de lo que llamamos “funciones ejecutivas”, quizá el conjunto de herramientas mentales más avanzadas que nos proporciona nuestro cerebro y que es posible gracias al espectacular desarrollo que en nuestra especie ha alcanzado la corteza prefrontal, un conjunto de redes neuronales con una compleja conectividad localizado en las zonas anteriores del cerebro. La capacidad de imaginar el futuro nos permite planificar nuestras acciones a corto y a largo plazo y hace posible algo tan importante como el autocontrol. Al ser capaces, por ejemplo, de imaginar cuál será la consecuencia a largo plazo de conductas poco saludables, como fumar o beber en exceso, podemos tomar decisiones que nos benefician, en vez ceder siempre a nuestros impulsos más inmediatos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En cuanto a la llamada “consciencia plena” o “mindfulness”, creo que en realidad es un método de entrenamiento de la atención destinado a evitar que la mente se enrede en pensamientos negativos recurrentes, como ocurre en personas que sufren depresión o trastornos de ansiedad. En esa medida, podría decirse que ese tipo de intervenciones pueden mejorar nuestra capacidad para centrarnos en el aquí y el ahora, aunque hay formas más sencillas de conseguir algo parecido. Cuando practicamos alguna actividad preferida, como pintar, tocar un instrumento musical o hacer deporte, muchas veces experimentamos lo que se conoce como “estados de flujo”, en los que la mente está abstraída y concentrada exclusivamente en la tarea que estamos realizando y en los que experimentamos una sensación de profundo bienestar y una alteración del sentido del tiempo que hace que las horas se nos pasen sin sentir. En esos momentos estamos literalmente inmersos en el presente más inmediato.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">3.- El ser humano es una especie social y tecnológica, y ello confluye en las redes sociales. ¿Cómo afectan estas redes sociales a las redes y circuitos neuronales? </span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Las redes sociales son tan antiguas como nuestra especie. Las tribus, las familias, los grupos de amigos y los clubes de fútbol son redes sociales, aunque ahora ese término parece remitir exclusivamente a las redes sociales virtuales que se forman en el entorno digital. La espectacular expansión de esas nuevas redes sociales se debe a que colman dos necesidades humanas que antes eran cubiertas por las redes sociales tradicionales, la conexión con los demás y la promoción de uno mismo. Usamos esas redes sociales por las mismas razones que antes nos reuníamos a pasar la tarde charlando en un café (algo que espero sigamos haciendo por muchos años): sentir que formamos parte de un grupo, que estamos conectados a los demás, y dar la mejor imagen posible de nosotros mismos al tiempo que nos enteramos de qué es lo que hacen o de cómo son los demás. En resumen, sensación de pertenencia y autopromoción. Según algunas estimaciones, el 80% de los mensajes que enviamos a través de las redes sociales se refiere a nosotros mismos. Sin embargo, las redes de comunicación virtual no son un simple remedo del patio de vecindad. La ventaja y el inconveniente de estas nuevas formas de interacción es que permiten satisfacer nuestras necesidades sociales de una forma tan eficaz en apariencia que puede, paradójicamente, llegar a ser nociva. Las nuevas redes sociales son como los “estímulos supernormales” de los que hablaban los etólogos clásicos, estímulos artificiales que replican las características de estímulos que son muy importantes en el entorno natural de una especie, como un huevo de tamaño desproporcionado en el caso de las aves, y que por esa exageración tienen un poder de atracción que puede superar al del correspondiente estímulo natural. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Dos características importantes que explican el atractivo de las redes sociales virtuales son la inmediatez y el número potencialmente infinito de destinatarios o espectadores. Si con un clic puedo conseguir llegar en un instante a cientos o miles de destinatarios que van a ver las fotos con mi nuevo look, o enterarse de mi última hazaña deportiva; si en vez de diez o doce amigos puedo tener cientos y recibir una lluvia de felicitaciones virtuales el día de mi cumpleaños, ¿para qué voy a molestarme en llamar a un amigo para tomar solos unas cañas en el bar de la esquina? Además de apartarnos de las formas de interacción natural basadas en la comunicación cara a cara, esas características hacen que las redes virtuales tengan un considerable potencial adictivo. Es algo parecido a lo que ocurre con las drogas, que producen de forma artificial estados físicos y mentales que nos resultan muy gratificantes saltándose las barreras naturales de tiempo y esfuerzo. Una pequeña dosis de droga puede producir en unos instantes un estado de euforia, de relajación o de seguridad en uno mismo que por otros medios nos costaría mucho conseguir. Del mismo modo, un aluvión de “likes” genera un subidón de satisfacción y autoestima que resulta mucho más incierto y difícil de lograr en un entorno natural. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Hay mucho interés por averiguar hasta qué punto el uso masivo y descontrolado de las nuevas redes sociales puede tener un impacto sobre nuestro cerebro. Igual que las drogas, las redes sociales proporcionan a nuestro cerebro potentes recompensas, en este caso recompensas sociales en forma de "likes", de influencia o de aumento de seguidores. Y como ocurre con las drogas, esas recompensas sociales artificiales actúan sobre el sistema cerebral se recompensa, el mismo que nos hace disfrutar del sexo, la comida o la compañía de los demás. De hecho, se ha demostrado que la respuesta neuronal de ciertas regiones del sistema de recompensa a las evaluaciones positivas sobre uno mismo permite predecir el nivel de uso de redes como Facebook, o que la densidad de materia gris en esas regiones está positivamente correlacionada con el número de amigos en las redes virtuales. Lo que esto nos indica es que la interacción social natural y la virtual actúan sobre un mismo substrato neuronal. El problema es que las características especiales de las redes virtuales les otorgan un potencial adictivo que puede hacer que perdamos fácilmente el control de nuestros actos y nos lleve a caer en un uso desmedido que a largo plazo puede tener consecuencias muy negativas sobre nuestro estado de ánimo y sobre nuestra capacidad para relacionarnos en el entorno social natural. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">4.- Como experto en motivación, afecto y emoción: ¿Qué diría que nos motiva, despierta nuestros afectos y nos emociona con mayor inmediatez, siendo la inmediatez en estas cuestiones quizás algo no necesariamente bueno? </span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Sin duda, la principal fuente de satisfacción y recompensa para los seres humanos procede de otros seres humanos. Siempre digo que los sentimientos son el truco que la evolución se ha inventado para mantenernos juntos. Sentimientos como el amor y el apego, la compasión o la empatía, son rasgos distintivos del comportamiento y de la experiencia de muchas especies precisamente por su utilidad para fomentar la formación de vínculos entre congéneres y la cohesión grupal. En nuestra especie esos sentimientos se han complicado y sofisticado enormemente. Por ejemplo, experimentamos bienestar al estar en contacto con un ser querido, pero también somos capaces de anticipar cómo nos sentiríamos si lo perdiésemos y hacer todo lo posible por evitar la soledad. Pero por mucho que sean influidos por la experiencia individual y la cultura, sentimientos y emociones son en el fondo rasgos básicos de nuestro diseño biológico. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Si los sentimientos de apego son una fuente esencial de afecto y felicidad, otra igualmente importante es la satisfacción de nuestra autoestima, especialmente cuando la alabanza y la confirmación de nuestra valía procede de los demás. Por supuesto, podemos obtener satisfacción de muchos otros modos que aparentemente están muy alejados de lo biológico, como la contemplación de la belleza en la naturaleza o en una obra de arte, pero creo que el contacto personal y el refuerzo externo de nuestra autoestima, son las fuentes de satisfacción irrenunciables para cualquier ser humano. De hecho, carecer de ellas, o creer que carecemos, es motivo de desdicha y de infelicidad y puede llevarnos a caer en estados patológicos como la depresión o los trastornos de ansiedad. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">5.- ¿Dónde podemos trazar la línea, acaso difusa, entre Identidad social e individual? Siendo la soledad terrible y formar parte de una tribu reconfortante ¿será cierto eso que decía Nietzsche de que es "mejor estar mal acompañado que solo" contraviniendo nuestro refranero? </span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Si por identidad entendemos la sensación que cada uno tenemos de quiénes y cómo somos, diría que la identidad es única y múltiple a la vez. Nuestra identidad es poliédrica. Nadie es sólo padre, católico, izquierdista o profesor de psicología. Distintos contextos y circunstancias pueden hacer más sobresaliente una u otra identidad. Por ejemplo, las situaciones en que un colectivo se ve amenazado hacen que la identidad correspondiente pase a primer plano y mantenga temporalmente “apagadas” las demás identidades. Pensemos en una situación de invasión de un país por una potencia enemiga, como ocurre actualmente en Ucrania. Quienes se alistan para el combate pasan a ser principalmente patriotas, deben suspender su identidad como padres o profesores y cambiar así temporalmente sus valores, intereses y prioridades. Pero siguen siendo la misma persona. Sin embargo, hay personas para quienes una identidad particular pasa a tener una presencia desproporcionada y casi exclusiva en su vida. Es lo que ocurre con quienes abrazan una causa social o religiosa de forma fanática. Para estas personas, su identidad como defensores de una causa o una fe particulares es su principal fuente de sentido e identificación, se convierten en lo que se ha llamado “actores devotos”, entregados incondicionalmente a lo que ven como una misión superior. Algunos especialistas han propuesto el término de “fusión de identidad” para referirse a la absoluta identificación con un grupo social, como la patria o la comunidad de creyentes, que se da en estos casos extremos. Yo soy mi grupo y mi grupo soy yo y estoy dispuesto a sacrificar mi vida por el grupo si es necesario. Algunos estudios demuestran que quienes experimentan estos sentimientos de fusión grupal son más proclives a conductas extremas que ponen en peligro su propia vida y la de los demás, como es el caso de los terroristas suicidas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>6.- El cerebro actúa como un todo unificado pero a distintos niveles, y en todo momento en conexión con el cuerpo. Y nosotros somos "agentes" conscientes y libres en mucho menor grado del que nos gustaría creer. ¿En que medida diría que nuestro yo es una ilusión?</b> </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Yo no diría que nuestro yo, ni siquiera que nada de lo que hace el cerebro, sea una ilusión. ¡Es simplemente la forma en que funciona el cerebro! Sólo podemos hablar de “ilusión” desde una perspectiva ingenua que parta de la premisa de que el cerebro es un reflejo de una supuesta realidad objetiva. El cerebro funciona de acuerdo con su diseño y este es el resultado de las particulares presiones selectivas que han actuado en el pasado de cada especie. Los delfines y los murciélagos son capaces de captar ultrasonidos que son simplemente inexistentes para nuestro oído y las abejas pueden percibir longitudes de onda de la luz que están fuera del rango perceptivo de nuestro sistema visual. En este sentido, cada especie habita mundos psicológicos diferentes, ¡pero es que no puede ser de otra forma! Lo mismo ocurre con la racionalidad. En sentido estricto, la racionalidad absoluta es simplemente imposible para nuestro cerebro y son bien conocidos los estudios del Nóbel Daniel Kahneman sobre los atajos y sesgos nada racionales que aplicamos continuamente al pensar y tomar decisiones. ¿Y qué es el yo? ¿o la conciencia? Son el resultado final de una miríada de procesos mentales cuyo funcionamiento escapa a nuestra introspección, que tienen lugar de forma automática pero extremadamente eficaz. Pero psicológicamente son totalmente reales. Un cerebro que fuese consciente de todos los procesos en que se basan el yo o la conciencia simplemente quedaría envuelto en un embrollo imposible de computaciones y no llegaría nunca a nada medianamente útil. La metáfora de un gran iceberg en el que la experiencia consciente no es más que su punta visible me parece muy acertada para entender esto. Esta metáfora es también útil para entender el tema de la libertad y la autodeterminación. Las decisiones que tomamos, incluso algo tan simple como flexionar un dedo, son el resultado de procesos previos automáticos que escapan a nuestra conciencia, lo que se conoce como “procesamiento implícito”. Esto fue ya demostrado en una serie de estudios realizados en los años 70 por el neurocientífico Benjamin Libett, en los que se observó que unos milisegundos antes de que los sujetos tomasen la decisión consciente de responder su cerebro ya mostraba una actividad que indicaba cuál iba a ser la respuesta. Todo esto no significa que dentro de nuestro cerebro haya oculto un sujeto misterioso que decide por nosotros. Los procesos que corren por debajo de nuestra conciencia están determinados por nuestra experiencia anterior, por nuestras motivaciones, por nuestras intenciones y nuestros deseos. No son aleatorios ni dictados por un controlador oculto. En ese sentido, saber que la causa inmediata de nuestras decisiones está en procesos de los que no podemos tener conciencia alguna no invalida la idea de autodeterminación ni nos hace irresponsables de nuestros actos. No puedo argumentar que mi decisión de agredir a otra persona se debe al procesamiento implícito y que por eso no soy responsable de ella. ¡Quizá el procesamiento implícito hubiera dado otro resultado si previamente yo no hubiese abrigado sentimientos injustificados de envidia o rencor hacia la persona agredida!</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">7.- ¿Qué misterios de nuestra naturaleza y nuestra psique le gustaría que la ciencia fuese capaz de desvelar?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Creo que la nueva frontera de las ciencias que estudian la mente, neurociencia y psicología principalmente, es la enfermedad mental. Sin duda hemos avanzado mucho en las últimas décadas en el conocimiento de las variadas formas que puede adoptar la enfermedad mental y en el modo de abordarla. Pero en la mayoría de los casos ese conocimiento es descriptivo y no causal y correspondientemente los tratamientos son paliativos. Más allá de los síntomas observables, de la conducta y de lo que nos dicen los pacientes, no tenemos marcadores fiables de la mayoría de los trastornos y psiquiatras y psicoterapeutas actúan a menudo por ensayo y error. Los propios sistemas diagnósticos están siendo puestos en cuestión por los especialistas más avanzados. Yo creo que estamos muy lejos de entender cuales son las causas de trastornos como la esquizofrenia o el autismo y, por supuesto, de dar a quienes padecen estas condiciones un tratamiento eficaz y definitivo a largo plazo. Algo parecido ocurre con los trastornos asociados al envejecimiento, como las demencias o la enfermedad de Alzheimer. Sinceramente creo que sólo una comprensión completa de la biología de los trastornos mentales permitirá abordarlos con la misma eficacia que la medicina aborda las enfermedades físicas. Y quizá eliminar la tradicional barrera entre lo “físico” y lo “mental” sea el primer requisito para lograrlo.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5tKjNqsD2hHwfqG3akc__4r8k7GgEvcT3UuBSFa9OjqyFF9DNhahFFtsheGsjg_L74Vrlw0lQI7ORylT7YHM-5epkWfvLRUINCuW8z9r4JjRW5AHcwVBa4EVHJw-Whs1Kg_Jqo_6z6gG0kPAjITiuL6pGZ1_jOljZ5F07L0VlCfIoJBk/s4096/GridArt_20221019_132758942.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3072" data-original-width="4096" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5tKjNqsD2hHwfqG3akc__4r8k7GgEvcT3UuBSFa9OjqyFF9DNhahFFtsheGsjg_L74Vrlw0lQI7ORylT7YHM-5epkWfvLRUINCuW8z9r4JjRW5AHcwVBa4EVHJw-Whs1Kg_Jqo_6z6gG0kPAjITiuL6pGZ1_jOljZ5F07L0VlCfIoJBk/w640-h480/GridArt_20221019_132758942.jpg" width="640" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><p></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Germánicohttp://www.blogger.com/profile/17058701287561040466noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-90276475372298927952022-10-14T16:08:00.002+02:002022-10-14T16:08:40.161+02:00El oráculo de la Razón (entrevista a Steven Pinker)<p></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1yIGa5ImRfJfdaWy6oaoS8k6-LnLHBjdoY9QMjR4dJeZklWpsYcOW5wDqArySR8csGyA3VnE4rLEuNKBbrMOEqvCg76rjhLneOc35xNuovUm-02f0XLH41sL0SvLUFqAGQ4OIROe7f1iwdbp53uWsXqolnko1gABfDg18ABuDH0nyYaY/s3052/steven_pinker_2021_portrait_by_rebecca_goldstein_2_square.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="3052" data-original-width="3052" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1yIGa5ImRfJfdaWy6oaoS8k6-LnLHBjdoY9QMjR4dJeZklWpsYcOW5wDqArySR8csGyA3VnE4rLEuNKBbrMOEqvCg76rjhLneOc35xNuovUm-02f0XLH41sL0SvLUFqAGQ4OIROe7f1iwdbp53uWsXqolnko1gABfDg18ABuDH0nyYaY/w640-h640/steven_pinker_2021_portrait_by_rebecca_goldstein_2_square.jpg" width="640" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>Steven Pinker</b></span></td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Cuánto hay de <i>sapiens</i> en el <i>Homo</i>? Es esta una pregunta que nos hemos formulado en muchas ocasiones en la nueva Ilustración evolucionista, en nuestro ya largo camino, que dista mucho de haberse recorrido ni siquiera mínimamente, en busca de la naturaleza humana. </span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Confieso haber experimentado un cierto regocijo en ocasiones al pensar que los seres humanos éramos unos animales idiotas que se arrogaban de ser sabios. A fin de cuentas el resto de la fauna y flora de este complejo y maravilloso a la par que terrorífico y sórdido mundo tapizado de vida, se adaptaba a sus nichos y se limitaba a sobrevivir sin artefactos ni vanidades. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los ecosistemas de la biosfera parecían estar en un equilibrio fluctuante, nada idílico, nada parecido a un Edén, pero sólo expuesto a violentos cambios por fenómenos climáticos, sísmicos o cósmicos, antes de la llegada del Verbo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El Verbo lo cambió todo. Un primate se alejó tanto de su lugar en el orden de las cosas que sobrevivió incluso a la misma lucha por la supervivencia ancestral dotado con el Verbo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Desarrolló un cerebro mamífero más grande y al parecer complejo que el del resto de animales de su clase, y con él, paralelamente, el uso de herramientas cada vez más sofisticadas desde el primer "artefacto" lítico hasta la inteligencia "artificial". Y lo hizo conectando los nodos de los cerebros individuales en una cada vez mayor red de información y conocimientos, así como de emprendimientos y esfuerzos organizados para construir una prodigiosa fortaleza de civilización en medio de (y ganando terreno a) la naturaleza salvaje, y rompiendo unos lazos de miles de millones de años en apenas un par de millones de ellos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ya siendo cazadores-recolectores habíamos ganado la partida al resto de las especies. ¿Y qué nos hizo tan exitosos tan prematuramente, mucho antes de la Revolución Neolítica? La capacidad de nuestros cerebros de comunicarse y de razonar. Nuestro lenguaje y nuestro pensamiento abstracto, auténtico mundo de las ideas paralelo al mundo físico, se superpuso sobre él para crear categorías, para nombrar las cosas. Creamos cultura que necesariamente eran culturas, y seguimos ascendiendo a los cielos del "espíritu". Religión y Razón surgieron de una misma tendencia a la abstracción y al antropocentrismo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Inventamos a Dios del mismo modo que inventamos todo lo demás, combinando abstracciones y articulando relatos. </span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJY89LRaIbFKM14PMLIeIZ1YLw6Jgp9uhUQW247LaRVWPUyAXBKT8dwgGF9X86RX1zUyraMLq7MXuxts7heWI0sAFkkSN43wF-AyOTXExGaExd5Fsvve6QnNYEy0jaTbuPvvXsRPs57wTcCKNA9vVnXf0vOTdkMwgFjOclUQGJl059lXk/s2560/81uUQovNDzS.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="2560" data-original-width="1726" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJY89LRaIbFKM14PMLIeIZ1YLw6Jgp9uhUQW247LaRVWPUyAXBKT8dwgGF9X86RX1zUyraMLq7MXuxts7heWI0sAFkkSN43wF-AyOTXExGaExd5Fsvve6QnNYEy0jaTbuPvvXsRPs57wTcCKNA9vVnXf0vOTdkMwgFjOclUQGJl059lXk/w270-h400/81uUQovNDzS.jpg" width="270" /></span></a></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ahora la Racionalidad sigue presente, pero ha ido siendo depurada por generaciones de mentes pensantes que se subían sobre los hombros de las mentes pensantes de sus predecesores. ¿El resultado más depurado?: La lógica matemática. </span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El Profesor Steven Pinker, de la Universidad de Harvard, comenzó hablándonos del instinto del lenguaje. De algo cultural con un origen y fundamento naturales. Habló del funcionamiento de la mente y, a principios de este siglo pegó un puñetazo sobre la tabla rasa de la mesa de las ciencias sociales para poner las cosas en su sitio: había una cosa llamada naturaleza humana que ningún galimatías teórico (con minúsculas) podía discutir. Desde entonces ha llovido mucho, y torrencialmente. El Profesor Pinker ha seguido escribiendo grandes obras ensayisticas de gran calado, decantándose cada vez más por una defensa del ideal ilustrado del conocimiento humano: el desarrollo de las ciencias, las artes y la Razón (con mayúsculas). De hecho su última obra es un canto a la racionalidad, que la llama y titula por su nombre: <a href="https://www.amazon.es/Racionalidad-escasea-c%C3%B3mo-promoverla-Contextos/dp/8449338611">Racionalidad</a>. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En esta nueva obra de arte científica, Pinker expone los fundamentos de la Racionalidad humana, sus orígenes ancestrales y sus desarrollos culturales, que hacen de ella la navaja suiza de la resolución de los problemas a los que nos enfrentamos como individuos y como sociedades. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ciertamente ocupado, le ha sido difícil encontrar un hueco para atendernos, pero lo ha hecho, una vez más, haciendo gala de su gentileza y sabiduría, lo cual le agradecemos enormemente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Les dejo con la entrevista.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="color: #660000; font-family: verdana; font-size: large;">En español:</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">1.- Los estoicos decían que el hombre sabio debe seguir la recta razón, es decir, hacer lo que la naturaleza (racional) le dicta. La razón tiene sus raíces en la selección natural. ¿Nos lleva esto a concluir que la racionalidad es una adaptación y que la evolución cultural y tecnológica sólo la ha dotado de herramientas para desarrollarse y alcanzar horizontes más profundos y lejanos en los que proyectarse?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span>Sí, lo que hace del </span><i>Homo sapiens</i><span> una especie tan inusual es que nuestra adaptación distintiva -como son la trompa del elefante o la cola del pavo real- es la racionalidad (junto con el lenguaje y la sociabilidad). Pero nuestra racionalidad innata es "ecológica" en el sentido de que está diseñada para funcionar en un entorno natural, sin estadísticas, matemáticas, ciencia, libros y registros escritos u otros inventos modernos. Razonamos sobre los objetos y acontecimientos concretos de nuestra vida, combinando todo lo que sabemos para obtener el mejor resultado. Los seres humanos lo tienen mucho más difícil con la racionalidad "formal": ecuaciones, algoritmos y fórmulas expresadas en variables como </span><i>p</i><span> y </span><i>q</i><span> o </span><i>x</i><span> e y, que son extremadamente potentes -no hay que estar familiarizado con el tema sobre el que se razona, sino que basta con introducir los valores de </span><i>x</i><span> e </span><i>y</i><span>-, pero son cognitivamente poco naturales y hay que aprenderlas y practicarlas.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">2.- ¿Qué ocurre cuando la Razón se vuelve contra sí misma, cuando se "argumenta" que todo obedece a una "lógica" de poder, por ejemplo? </span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La respuesta adecuada ante esa actitud es: "¿Es racional el argumento que acabas de exponer?". Si no lo es, ¿por qué deberíamos creerlo? Si lo es, entonces has concedido que la racionalidad es el criterio por el que decidimos qué creer.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">3.- Los llamados "sesgos cognitivos" son poderosos atractores del pensamiento ilógico, pero no necesariamente del pensamiento racional. Por lo que se está evidenciando en investigaciones recientes, no son una condena ni una trampa de la que nos sea imposible escapar y, además, somos capaces, en el contexto adecuado (uno más relacionado con aquel en el que hemos evolucionado) de evitarlos, ¿no?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Sí, algunos tipos de falacias características del ser humano se reducen mucho cuando el problema se replantea en términos más familiares para la gente. Por ejemplo, la gente tiene problemas para tratar la probabilidad de un solo evento, como "Si la probabilidad de tener una enfermedad es de 0,01, la sensibilidad de una prueba médica es de 0,9 y la tasa de falsos positivos es de 0,09, ¿cuál es la probabilidad de que alguien que dé positivo tenga la enfermedad?" Pero si se traducen las probabilidades abstractas en números concretos, se vuelve intuitivo: "Diez de cada mil tienen la enfermedad. De estos 10, 9 darán positivo. De las 990 personas sanas, 89 también darán positivo. Juan da positivo. ¿Cuáles son las probabilidades de que tenga la enfermedad?".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">4 - La educación formal de nuestros jóvenes está sometida a una fuerte presión para adaptarse a los nuevos tiempos de la digitalización y a las nuevas demandas sociales y políticas que poco o nada tienen que ver con los conocimientos propiamente dichos y las habilidades para adquirirlos. Usted habla de algunas asignaturas esenciales en cualquier educación que aspire a crear una sociedad más abierta, libre y justa ¿Cuáles serían estas materias?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Una persona educada debería tener cierta familiaridad con la lógica, la probabilidad, la regla de Bayes (cómo calibrar el grado de creencia en una idea), la estadística, la teoría de juegos, la teoría de la elección racional y cómo distinguir correlación y causalidad. Estas son las herramientas que intento explicar en <b><a href="https://www.amazon.es/Racionalidad-escasea-c%C3%B3mo-promoverla-Contextos/dp/8449338611">Racionalidad</a></b>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">5.- Usted afirmó que la violencia había disminuido con el progreso de la civilización. Sin embargo, parece que hoy nos encontramos en una encrucijada en nuestro Progreso como Civilización con profundas crisis económicas, nuevas pandemias, la aparición de populismos y sus propagandas y creencias identitarias, y el triunfo de pseudoideas pseudorracionales (relativismos, teorías críticas, posmodernismo, wokismo...). ¿Cómo podemos, como sociedad, derribar este muro que se ha interpuesto entre nosotros y el retorno a la libertad de expresión y a la "recta razón", para seguir el camino de la Ilustración?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La razón, la objetividad y la verdad llevan una ventaja incorporada: son racional y objetivamente verdaderas. La realidad siempre se reafirma, aunque la gente tarde en darse cuenta. Los líderes de la corriente dominante abandonaron muchas de las supersticiones del pasado -el derecho divino de los reyes, la sangría como tratamiento médico, ver presagios en cometas y eclipses- y con la suficiente perseverancia en la racionalidad, puede que acaben abandonando las del presente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">6.- Las emociones están en los cimientos motivacionales de la razón, como sugería Hume, pero a un tiempo tienen que ser contenidas por ella, de modo que la razón haría de árbitro y modulador de las diversas emociones y deseos asociados. ¿Podría ser este el origen evolutivo de la racionalidad, ser un sofisticado mecanismo de selección y filtrado de impulsos también evolucionados, para una mejor adaptación al medio, particularmente al social, en nuestra especie dotada de lenguaje? </span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Sí, nuestra especie tiene lóbulos frontales sobredimensionados que nos ayudan a modular nuestros impulsos para que sean más probables de alcanzar nuestros objetivos en diferentes entornos. Pero la racionalidad también evolucionó para dominar el mundo físico, y para actuar en coordinación con otras personas.</span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">7.- Estos días se plantea la amenaza nuclear rusa, en la que Putin juega al juego del loco. Es evidente que la Real Politik puede ser un terreno muy peligroso. ¿No estamos jugando con fuego cuando nuestras vidas dependen de la racionalidad "estratégica"?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Muy al contrario, sólo la racionalidad estratégica nos permitirá disuadir a Putin sin provocar un catastrófico intercambio nuclear. Jugamos con fuego cuando desarrollamos y desplegamos las armas de destrucción masiva, pero ese fue un error estratégico, dado que nuestros adversarios podían hacer lo mismo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">8.- ¿En qué proyectos está trabajando ahora? </span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Mi próximo libro tratará sobre el "conocimiento común" (conocimiento de dominio público) -el estado en el que todo el mundo sabe que todo el mundo sabe algo- y las implicaciones que tiene para las relaciones sociales, las emociones, la economía y la política.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoVN5RLP7yRmYDOkr8eAeHRfA-b2QHCuyNVAY5p2EGuXHIvQKwC2_YKrRGOHSPdk9Avm0kG9RcHBEsKsD4YrahreLoJ4typwT1maGb9ckPfFXTWl4WYL71a89I4C0JzBGWU4ry4orLVxwhUS0oRz8GVGKdstsnxfpGwDmsS2_bmr1xP9s/s960/the-thinker-692959_960_720.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoVN5RLP7yRmYDOkr8eAeHRfA-b2QHCuyNVAY5p2EGuXHIvQKwC2_YKrRGOHSPdk9Avm0kG9RcHBEsKsD4YrahreLoJ4typwT1maGb9ckPfFXTWl4WYL71a89I4C0JzBGWU4ry4orLVxwhUS0oRz8GVGKdstsnxfpGwDmsS2_bmr1xP9s/w640-h480/the-thinker-692959_960_720.jpg" width="640" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>El Pensador. Autor: Auguste Rodin.</b></span></td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="color: #660000; font-family: verdana; font-size: large;">En inglés:</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">1.- The Stoics said that the wise man should follow right reason, that is, do what nature (rational) dictates. Reason has its roots in natural selection. Does this lead us to conclude that rationality is an adaptation and that cultural and technological evolution has only provided it with tools to develop and reach deeper and farther horizons on which to project itself?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Yes, what makes <i>Homo sapiens</i> such an unusual species is that our distinctive adaptation – like the elephant’s trunk or the peacock’s tail – is rationality (together with language and sociality). But our innate rationality is “ecological” in the sense that it is designed to work in a natural environment, one without statistics, mathematics, science, written books and records, and other modern inventions. We reason about the concrete objects and events in our lives, combining everything we know to derive the best outcome. Humans have a much more difficult time with “formal” rationality—equations, algorithms, and formulas expressed in variables like <i>p</i> and <i>q</i> and x and y. These are extremely powerful – you don’t have to be familiar with the subject you’re reasoning about, but just plug in the values of <i>x</i> and<i> y</i> – but they are cognitively unnatural and have to be learned and practiced.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">2.- What happens when Reason turns against itself, when it is "argued" that everything obeys a "logic" of power, for example? </span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">The appropriate response is: “Is the argument you just made rational?” If it isn’t, why should we believe it? If it is, then you have conceded that rationality is the criterion by which we decide what to believe.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">3.- The so-called "cognitive biases" are powerful attractors of illogical thinking, but not necessarily of rational thinking. From what is being evidenced in recent research, they are not a condemnation or a trap from which it is impossible for us to escape and, moreover, we are able, in the right context (one more related to that in which we have evolved) to avoid them, aren't we?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Yes, some kinds of typical human fallacies are greatly reduced when the problem is restated in terms that are more familiar to people. For example, people have trouble dealing with the probability of a single event, such as “If the probability of having a disease is .01, the sensitivity of a medial test is .9, and the false positive rate is .09, what is the probability that someone who tests positive has the disease?” But if you translate the abstract probabilities into concrete numbers, it becomes intuitive: “Ten out of every thousand have the disease. Of these 10, 9 will test positive. Out of the 990 healthy people, 89 will also test positive. John tests positive. What are the chances he has the disease?”</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">4 - The formal education of our young people is under strong pressure to adapt to the new times of digitalization and new social and political demands that have little or nothing to do with knowledge per se and the skills to acquire it. You speak of some essential subjects in any education that aspires to create a more open, free and fair society. What would these subjects be?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">An educated person should have some familiarity with logic, probability, Bayes’s Rule (how to calibrate one’s degree of belief in an idea), statistics, game theory, the theory of rational choice, and how to distinguish causation from correlation. These are the tools I try to explain in <b><a href="https://www.amazon.es/Racionalidad-escasea-c%C3%B3mo-promoverla-Contextos/dp/8449338611">Rationality</a></b>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">5.- You stated that violence had decreased with the Progress of Civilization. However, it seems that today we are at a crossroads in our Progress as Civilization with deep economic crises, new pandemics, the emergence of populisms and identity propagandas and its beliefs, and the triumph of pseudorational pseudo-ideas (relativisms, critical theories, postmodernism, wokism...). How can we, as a society, tear down this wall that has come between us and return to freedom of expression and "right reason", to follow the path of the Enlightenment?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Reason, objectivity, and truth and have a built-in advantage – they’re rationally and objectively true. Reality always reasserts itself, even if it takes time for people to realize it. Mainstream leaders abandoned many of the superstitions of the past – the divine right of kings, bloodletting as a medical treatment, seeing omens in comets and eclipses—and with enough insistence on rationality, they may eventually abandon those of the present.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">6.- Emotions are the motivating foundation of reason, as Hume suggested, but at the same time they must be contained by it, so that reason would be the arbiter and modulator of the diverse emotions and associated desires. Could this be where the evolutionary origin of rationality lies, in being a sophisticated mechanism of selection and filtering of impulses also evolved, for a better adaptation to the environment, particularly the social one, in our species endowed with language? </span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Yes, our species does have oversized frontal lobes that help us modulate our urges so they are likelier to bring about our goals in different environments. But rationality also evolved to master the physical world, and to act in coordination with others.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">7.- These days the Russian nuclear threat is raised, in which Putin plays the game of the madman. It is obvious that Real Politik can be a very dangerous terrain. Are we not playing with fire when our lives depend on "strategic" rationality?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Quite the contrary, it’s only strategic rationality that will allow us to deter Putin without bringing on a disastrous nuclear exchange. We play with fire when develop and deploy weapons of mass destruction, but that was a strategic error, given that our adversaries were likely to do the same.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">8.- What projects are you working on now?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">My next book will be on “common knowledge”—the state where everyone knows that everyone knows something—and its implications for social relations, the emotions, economics, and politics.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></p>Germánicohttp://www.blogger.com/profile/17058701287561040466noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-79400004507160186482022-10-12T13:09:00.000+02:002022-10-12T13:09:26.336+02:00La gran borrachera de la civilización (entrevista a Edward Slingerland)<p style="text-align: justify;"></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0V028dxJ5PszbOmisce_Huc_VoB5F1yj_6UzOV7OOwqpWmxUHR0Sr5i7wtc24lvQ3Q-musPP-4LbD71spux8vKTUH2tkAjUffaWtGRUOKznmn0680pxWIoseuNkgDAy8nRQclQJS5JULBLnl_oX4n6wQCQV4R6E97mfuyYeGo_X7c8cY/s1377/09639E32-8FFA-47D4-B823-2DC2A7DFC954.jpeg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: justify;"><img border="0" data-original-height="1377" data-original-width="1149" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0V028dxJ5PszbOmisce_Huc_VoB5F1yj_6UzOV7OOwqpWmxUHR0Sr5i7wtc24lvQ3Q-musPP-4LbD71spux8vKTUH2tkAjUffaWtGRUOKznmn0680pxWIoseuNkgDAy8nRQclQJS5JULBLnl_oX4n6wQCQV4R6E97mfuyYeGo_X7c8cY/w267-h320/09639E32-8FFA-47D4-B823-2DC2A7DFC954.jpeg" width="267" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b>Edward Slingerland</b></td></tr></tbody></table><span style="font-family: verdana;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Los seres humanos dependemos de otros seres humanos y no podemos permitir que</span><span style="font-size: large;"> <i>el hombre sea un lobo para el hombre</i>, ni es concebible una vida solitaria sin los medios culturales y tecnológicos que nos proporciona nuestra civilización. ¿Cómo ha podido nuestra especie evolucionar a partir de unos antepasados laxamente sociales hasta el actual primate separado del medio ecológico y absolutamente dependiente de su medio social para sobrevivir y desarrollarse de forma exitosa? Los lazos que nos unen son en parte misteriosos, así como su formación y el modo en que fue posible desarrollarlos. ¿Cómo puede alguien pasear por una calle céntrica de una gran ciudad y entrar en una cafetería de un centro comercial sin espantarse frente a tanto extraño, frente a tanto potencial competidor por la vida?</span></div></span><p></p><div dir="auto"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Recuerdo un chiste, bastante malo, pero que nos puede hacer reflexionar sobre esta cuestión. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Un tipo entra en una cafetería y ve a una vaca sentada en un taburete tomando un café. Se queda literalmente alucinado. La mira de hito en hito y la vaca, pausadamente, se vuelve hacia él y le espeta: "¿Qué pasa? ¿Es que nunca ha visto a <i>nadie</i> tomando un café?".</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Está claro que ha habido transiciones de fase evolutivas, pero también artefactos o herramientas culturales que nos han convertido en el primate hipersocial que somos -a pesar de muchas de nuestras tendencias innatas en contra. Son muchos los estudiosos que han apuntado hacia el poder cohesionador de las religiones organizadas con sus normas morales y sus rituales de grupo. Y no creo que se pueda pasar por alto la importancia de este factor cultural en nuestra evolución propiamente cultural a la ligera. Pero, al igual que contamos con numerosos vestigios arqueológicos de los ritos asociados a nuestras creencias y cosmovisiones sobrenaturales, también los tenemos del consumo de sustancias intoxicantes desde hace miles de años. Y esto nos lleva a preguntarnos por qué nuestros antepasados lejanos tenían ese "vicio" de colocarse. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijKw6-jlXKwFA2ApiX3tBM8s9onx6vYDMbggSxbw76VTx9-ALoyzeDCCoEswn_G0dhGnJ0V_Z1u-mLM523fkRzUo_14iinZJucB-affsuOE9JvZNhKIcDjDHP5BDH4WS6AOXAUQlxb8mQZ8SFE4VT1dVqh6TobcxwC3gxjOelPG5HgyI8/s3027/9788423433803.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="3027" data-original-width="2000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijKw6-jlXKwFA2ApiX3tBM8s9onx6vYDMbggSxbw76VTx9-ALoyzeDCCoEswn_G0dhGnJ0V_Z1u-mLM523fkRzUo_14iinZJucB-affsuOE9JvZNhKIcDjDHP5BDH4WS6AOXAUQlxb8mQZ8SFE4VT1dVqh6TobcxwC3gxjOelPG5HgyI8/s320/9788423433803.jpg" width="211" /></span></a></div><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Incluso se ha llegado a pensar que el origen de la agricultura en oriente medio pudo tener más que ver con nuestro deseo de cultivar plantas para su fermentación posterior en alcohol que con ese otro deseo más obvio de obtener el <i>pan de la tierra</i>.</div></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Acaso "colocarse" nos ayudó, en el origen de las civilizaciones, e incluso nos sigue sigue ayudando hoy a ser más sociales, creativos y culturales?</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En el libro Drunk (traducido por la Editorial Debate al español: <a href="https://www.amazon.es/Borrachos-bebimos-bailamos-tropezamos-nuestro/dp/8423433803"><b>Borrachos</b></a>), el filósofo y sinólogo Edward Slingerland expone esta sorprendente hipótesis, apoyado en un conjunto de evidencias extraídas de estudios antropológicos y paleoantropológicos, arqueológicos, históricos, literarios, sociológicos, psicológicos y neurocientíficos, etológicos y evolucionistas. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Resulta paradójico que una sustancia que provoca desórdenes sociales y graves daños de salud a los individuos pueda haber desempeñado un papel clave en el desarrollo de nuestra civilización, que haya podido constituir el <i>imperfecto</i> lubricante de la maquinaria social a gran escala.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Edward Slingerland, acostumbrado a lidiar con paradojas en sus trabajos anteriores, ha tenido la inmensa amabilidad de responder unas preguntas sobre <b><i><a href="https://www.amazon.es/Borrachos-bebimos-bailamos-tropezamos-nuestro/dp/8423433803">Borrachos</a></i></b> a La Nueva Ilustración Evolucionista.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="color: #990000; font-family: verdana; font-size: large;">En español:</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="color: #990000; font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="color: #990000; font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">1.- El Progreso de nuestra especie y de nuestra Civilización no ha sido lineal y parsimoniosamente progresivo. Ha habido zig zags y grandes saltos. Pero nadie hubiera pensado en un principio que el alcohol hubiera jugado un papel central. ¿Cuándo surgió esta idea en la mente de un profesor de sinología y filosofía como usted? </span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Anteriormente he trabajado sobre el ideal del wu-wei, o "acción sin esfuerzo", del pensamiento chino primitivo. Se trataría de un estado ideal de espontaneidad sin esfuerzo, en el que uno pierde el sentido del yo como agente y tiene mucho éxito, tanto en el mundo físico como en el social. Los primeros taoístas y confucianos querían que sus seguidores alcanzasen ese estado, pero, debido a ello se enfrentaban a la "paradoja del wu-wei" o (por utilizar el título de mi popular libro sobre el tema) a cómo es posible intentar no intentarlo: parece ser que esforzarse conscientemente por no hacer esfuerzos resulta psicológicamente imposible. Esto es debido a que, al intentar ser espontáneo, se está activando la misma parte del cerebro (a grandes rasgos, el córtex prefrontal o CPF) que se intenta apagar. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En un momento dado, se me ocurrió que una forma de evitar esta paradoja psicológica sería utilizar una sustancia externa, como el alcohol, que llegaría al cerebro para hacer el trabajo de apagar el CPF por nosotros. Así que me interesé en cómo y por qué las culturas desarrollarían tecnologías culturales, como los intoxicantes químicos, para lograr estados psicológicos que son deseables desde una perspectiva social y/o individual. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="color: #990000; font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">2.- Desde una perspectiva evolucionista, está claro que las explicaciones dadas hasta ahora para la persistencia de una sustancia tan tóxica y dañina como el alcohol en las sociedades humanas como bebida ritual y recreativa no se sostienen (la hipótesis del hackeo y la de la resaca de las que hablas en tu libro, por ejemplo). ¿Qué fuerzas evolutivas hicieron del alcohol un mal necesario, o incluso un elemento indispensable y claramente benigno (por sorprendente que parezca) para la sociedad humana?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los humanos somos un primate extraño, y ocupamos un nicho ecológico único, en el que dependemos por completo de la tecnología y de las herramientas, la cooperación a gran escala y la transmisión cultural. Aunque tenemos ADN de primate, cooperamos a una escala, y con una intensidad, que se asemeja más a la de los insectos sociales que, pongamos por caso, a la de los chimpancés. Hemos desarrollado muchas innovaciones culturales que nos han ayudado a tener éxito dentro de este nicho, incluyendo ciertas formas de creencias y prácticas religiosas, pero los intoxicantes químicos, como el alcohol, han demostrado ser una herramienta crucial. El alcohol potencia la creatividad individual y la innovación en grupo, ayuda a crear vínculos sociales y nos permite superar los dilemas de la cooperación, y tiene otras funciones como reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Son estos beneficios positivos y adaptativos los que esencialmente "pagan" los ciertamente elevados costes fisiológicos y sociales. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">3.- En efecto hay costes. El coste en términos de relaciones sociales, salud y supervivencia de los consumidores abusivos de alcohol es extraordinariamente alto. Y existe una predisposición genética al abuso en ciertos individuos. ¿Cómo no ha habido una selección negativa de estos individuos potencialmente adictos dentro de la población humana?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Como el consumo de alcohol proporciona beneficios tanto individuales como sociales, se ha mantenido el gusto por él en nuestra reserva genética, a pesar de sus graves costes. Por qué no ha habido presión evolutiva para que los humanos converjan en un gusto moderado por el alcohol es una cuestión abierta; es un poco un rompecabezas el por qué una proporción tan grande de la población, quizás hasta del 15%, tiene propensión al alcoholismo. Sin embargo, cabe señalar que las normas culturales, como la cultura de la bebida en el "sur (de Europa)" que podemos encontrar en países como España o Italia, parecen proporcionar una protección significativa contra el alcoholismo: en Italia, por ejemplo, aunque el consumo de alcohol per cápita es bastante alto, las tasas de alcoholismo son muy bajas. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">4.- La altricidad, la neotenia, el lento desarrollo del lóbulo prefrontal del cerebro y el largo periodo de vulnerabilidad, irresponsabilidad y aprendizaje, nos convierten en el animal más "inteligente" (resolución de problemas) pero a la vez más "tonto" (infantiloide). ¿Cómo se explica esto? ¿Qué papel juega el alcohol aquí?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Somos tontos desde una perspectiva individual y acultural, pero nos volvemos muy inteligentes cuando crecemos dentro de una cultura determinada, adquirimos su sabiduría acumulada y tenemos la capacidad de aprender de los demás y colaborar para resolver problemas. El alcohol ha sido una herramienta fundamental en todos nuestros esfuerzos de emprendimiento culturales. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">5.- Es interesante la naturaleza humana que, como bien señalas, es la de un chimpancé agresivo e individualista que se ve obligado a entenderse y colaborar con extraños, casi tanto como si fuéramos, los Homo sapiens, insectos sociales, superorganismos. ¿Cómo ha colaborado el alcohol (y otras sustancias psicoactivas en su defecto) a conciliar nuestros diferentes impulsos a lo largo de nuestra historia? </span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ha sido una herramienta crucial para, como cuento en <b><i>Borrachos</i></b>, meter la figurita cuadrada del primate dentro del agujero redondo del insecto social que requiere ser capaz de vivir en sociedades a gran escala, junto con otras herramientas como la religión. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">6.- ¿En qué estás trabajando ahora? ¿Qué otras grandes ideas están en el fondo de tu mente, en forma de borrador, y estás sopesando o planeando desarrollar?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Actualmente estoy trabajando en un libro de corte más académico centrado en la percepción moral, la ética de la virtud y el primer confucianismo. Mi próximo libro de divulgación, al que también estoy deseando llegar, se centrará en la importancia que tiene para los seres humanos el contacto con el mundo físico/natural, y en cómo nuestras vidas, cada vez más mediadas por la tecnología digital, sufren un desajuste con nuestra naturaleza evolucionada.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #990000; font-family: verdana; font-size: large;"><b>En inglés: </b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #990000; font-family: verdana; font-size: large;"><b><br /></b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">1.- The Progress of our species and of Civilization has not been linear and parsimoniously progressive. There have been zig zags and great leaps. But nobody would have thought at first that alcohol would have played a central role. When did this idea arise in the mind of a Professor of Sinology and Philosophy like you? </span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #990000; font-family: verdana; font-size: large;"><b><br /></b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #990000; font-family: verdana; font-size: large;"><b><br /></b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="color: #990000; font-family: verdana; font-size: large;"><b><br /></b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">I have previously worked on the ideal of wu-wei, or “effortless action,” in early Chinese thought. This is an ideal state of effortless spontaneity, where one loses a sense of oneself as an agent and is extremely successful, in both the physical and social worlds. The early Daoists and Confucians want their followers to achieve this state, but therefore face the “paradox of wu-wei” or (to use the title of my popular book about the topic) how one can try not to try: it seems that consciously striving to be effortless is psychologically impossible. This is because, in attempting to be spontaneous, you are activating the very part of the brain (roughly, the prefrontal cortex or PFC) that you are trying to shut down. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">At a certain point it occurred to me that a way around this psychological paradox is to use an external substance, like alcohol, to essentially reach into your brain and do the job of shutting down the PFC for you. So I got interested in how and why cultures would develop cultural technologies, like chemical intoxicants, to achieve psychological states that are desirable from a social and/or individual perspective. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">2.- From an evolutionary point of view, it is clear that the explanations given to date for the persistence of a substance as toxic and harmful as alcohol in human societies as a ritual and recreational drink do not hold up (the hacking and hangover hypothesis you talk about in your book, for example). What evolutionary forces made alcohol a necessary evil, or even an indispensable and clearly benign element (surprising as it may seem) for human society?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Humans are an odd primate, and occupy a unique ecological niche whereby we are completely dependent on technology/tools, large-scale cooperation, and cultural transmission. Although we have primate DNA, we cooperate on a scale, and with an intensity, that looks more like social insects than, for instance, chimpanzees. There are many cultural innovations we have developed to help us succeed in this niche, including certain forms of religious belief and practice, but chemical intoxicants like alcohol have proven to be a crucial tool. Alcohol enhances individual creativity and group innovation, helps to create social bonds and allow us to get past cooperation dilemmas, and has other functions such as reducing stress and improving mood. It is these positive, adaptive benefits that essentially “pay for” the admittedly heavy physiological and social costs. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">3.- There are indeed costs. The cost in terms of social relations, health and survival of abusive consumers of alcohol is extraordinarily high. And there is a genetic predisposition to abuse in certain individuals. How has there not been a negative selection of these potencially addicted individuals within the human population?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Because the consumption of alcohol provides both individual and social benefits, a taste for it has been maintained in our gene pool, despite its serious costs. Why there hasn’t been evolutionary pressure to have humans converge on a moderate taste for alcohol is an open question—it is a bit of a puzzle why such as large proportion of the population, perhaps up to 15%, has a propensity to alcoholism. It is worth noting, however, that cultural norms, such as the “Southern (Europe)” drinking culture that one finds in countries like Spain or Italy, seems to provide significant protection against alcoholism: in Italy, for instance, although per capita alcohol consumption is quite high, rates of alcoholism are very low. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">4.- Altriciality, neoteny, the slow development of the prefrontal lobe of the brain and the long period of vulnerability, irresponsibility and learning, make us the "smartest" animal (problem solving) but at the same time the "dumbest" (infantiloid). How can this be explained? What role does alcohol play here? </span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">We are dumb individually and a-culturally, but become very smart when we grow into a given culture, acquire its accumulated wisdom, and have the ability to learn from others and collaborate to solve problems. Alcohol has been a crucial tool in all of these corporate endeavours. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">5.- It is interesting the human nature that, as you rightly point out, is that of an aggressive and individualistic chimpanzee that is forced to understand and collaborate with strangers, almost as much as if we were, the Homo sapiens, social insects, superorganisms. How has alcohol (and other psychoactive substances in its absence) collaborated to reconcile our different impulses throughout our history? </span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">It has been a crucial tool to, as I put it in Drunk, hammer the square primate peg of human nature into the round social insect hole that living in large-scale societies requires, along with other tools such as religion.<b> </b></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">6.- What are you working on now? What other great ideas are in the back of your mind, in draft form, and are you weighing or planning to develop?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">I am currently working on an academic book focused on moral perception, virtue ethics and early Confucianism. My next trade book, which I am also eager to get to, will focus on the importance for humans of contact with the physical/natural world, and how our increasingly digitally-mediated lives are a poor fit for our evolved natures. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><span style="color: #990000;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtpwMR6JU_rpmBplrpFcIZGJDZKDj7Jb5tQ6jvI0_EYXLI6dea15a-dlUYakq8dkb1Dt97BpIpPq6DILmsqXmGyD326pvAr3d5k-LjHy9-HF-YKqK_WzoL0TBp_x55X87mIch-2Py_xPO6bR807Qj0sm9IaM0Ywrvr3C5sZHp9zQYfrxQ/s991/Los_borrachos_o_el_triunfo_de_Baco_1629_Vel%C3%A1zquez.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="991" height="465" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtpwMR6JU_rpmBplrpFcIZGJDZKDj7Jb5tQ6jvI0_EYXLI6dea15a-dlUYakq8dkb1Dt97BpIpPq6DILmsqXmGyD326pvAr3d5k-LjHy9-HF-YKqK_WzoL0TBp_x55X87mIch-2Py_xPO6bR807Qj0sm9IaM0Ywrvr3C5sZHp9zQYfrxQ/w640-h465/Los_borrachos_o_el_triunfo_de_Baco_1629_Vel%C3%A1zquez.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>Cuadro: El triunfo de Baco. Autor: Diego Velázquez.</b></span></td></tr></tbody></table><br /><b><br /></b></span></div>Germánicohttp://www.blogger.com/profile/17058701287561040466noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-91567327722680337912022-10-09T15:21:00.004+02:002022-10-09T17:19:51.088+02:00¿Deberíamos confiar en el test de personalidad de Myers-Briggs?<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNh1KV6dLmznkgXU5YGYKGe_Azs6srh0Jdb0j3iK4h9BCS8GCF5BjzhcJ_4eYJY9B7RaYePN9jnA3l5lrAh_M5rTyI564Jg17LbC2hTcnMjLSFKQ37epq9Czs9bHjdqsnfbSlzPFoaWPCRckOAZzcDuvDK55MvXXwxEo_s_MbWIATOCsnPCQ/s1000/CognitiveFunctions.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="1000" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNh1KV6dLmznkgXU5YGYKGe_Azs6srh0Jdb0j3iK4h9BCS8GCF5BjzhcJ_4eYJY9B7RaYePN9jnA3l5lrAh_M5rTyI564Jg17LbC2hTcnMjLSFKQ37epq9Czs9bHjdqsnfbSlzPFoaWPCRckOAZzcDuvDK55MvXXwxEo_s_MbWIATOCsnPCQ/w640-h640/CognitiveFunctions.png" width="640" /></a></span></div><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /><div style="text-align: justify;">El inventario tipológico de Myers-Briggs es el test de personalidad más popular del mundo, el favorito de las empresas de la lista Fortune 100, de los organismos gubernamentales y de la gente normal. Más de 1,5 millones de personas lo realizan cada año. Genera una próspera industria multimillonaria al año y, como le dirá cualquier psicólogo que se precie es, básicamente, una mierda.</div></span><p></p><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">He aquí el porqué.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><u>Razón 1:</u> Está basado en las ideas de Carl Jung.</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esta primera razón es una de las menos importantes, pero es bueno empezar contando la historia. El test de personalidad de Myers-Briggs se basa en ideas de Jung, que, por decirlo suavemente, carecen de fundamento empírico. Jung fue un psiquiatra y psicoanalista suizo que trabajó en la primera mitad del siglo XX. Tenía un permanente interés por la religión, la mitología, la alquimia y la astrología. Y estos intereses afectaron a sus ideas, algunas de las cuales estaban más cerca de las afirmaciones místicas o sobrenaturales que de las científicas. Jung no puso mucho énfasis en poner a prueba sus ideas mediante estudios empíricos rigurosos, un problema que, hay que reconocerlo, no era exclusivo de su época.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Tras la muerte de Jung, dos personas no expertas y con escasa formación en psicometría o construcción de pruebas crearon el Indicador Tipológico de Myers-Briggs (MBTI), un test de personalidad basado en las ideas de Jung sin fundamento empírico.<br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esta no es razón suficiente para rechazar el MBTI, ya que es posible que un test creado por personas no expertas y basado en ideas sin fundamento sea capaz de medir con precisión la personalidad humana.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero, y de esto no cabe duda, es una buena razón para ser precavidos.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><u>Razón 2: </u>El test carece de validez predictiva, luego no sirve para predecir resultados en el mundo real.</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El objetivo de los tests de personalidad no es sólo que quien los realice nos hable de sí mismo, sino también poder predecir a partir de sus respuestas los resultados que tendrá su acción en el mundo real. Pero una y otra vez, los estudios realizados han demostrado que el MBTI no es un buen predictor de los resultados de una carrera profesional, de unas relaciones románticas o de cualquier otra cosa que nos pudiera interesar.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En cambio, hay tests de personalidad validados científicamente que predicen de forma útil todo tipo de cosas, desde el rendimiento profesional hasta la probabilidad de divorcio o la probabilidad de padecer un trastorno psicológico (por ejemplo, <a href="https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1111/j.1745-6916.2007.00047.x?casa_token=4_oPXbWzYO4AAAAA%3AOz0ZHWKISGOHLmeoxmn33Y1321N7e-UKNDaVqF_Gpdc4Aiq8cQ6oSb3m9WxTeB7H5WIRxqMTsfLpHQ&journalCode=ppsa">véase aquí</a>).</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Existen tests con éxito predictivo pero, lamentablemente, el de Myers-Briggs no es uno de ellos.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><u><br /></u></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><u>Razón 3:</u> La personalidad humana es un proceso continuo, no una categoría fija.</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esto tiene implicaciones importantes.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Algunas variables son continuas: se sitúan en un continuo o espectro. Otras variables son categóricas: caen en categorías o tipos claros y discretos. Por ejemplo, la estatura es continua: cae en algún lugar de un espectro que va de extremadamente bajo a extremadamente alto. Un sujeto puede estar en cualquier lugar de ese espectro, por ejemplo, 1,60, 1,70 o 1,80. En cambio, la religión es una variable categórica: o eres judío, o cristiano, o musulmán, o ateo, o jainista (o lo que sea).</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Si mido lo lejos que puedes lanzar una moneda, la respuesta está en un continuo, porque la distancia en la que puede caer forma un espectro, y la moneda caerá en cualquier punto de ese espectro. Si mido de qué lado cae esa moneda, la respuesta es categórica: sólo puede caer por la cara, por la cruz o de canto. No hay más opciones, y la respuesta entra limpiamente en una de esas categorías.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La personalidad humana está en un espectro continuo, no en un conjunto categorial. Es como la altura, no como la religión. Es como lo lejos que se pueda lanzar una moneda, no como de que lado podría caer la moneda. El problema es que el marco de referencia del test de Myers-Briggs parte audazmente de que la personalidad se divide en categorías o tipos. Y además establece, sin ningún aporte o prueba real, que hay exactamente 16 tipos.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Existen diferentes modelos de personalidad humana. Uno de los modelos más destacados, denominado "<a href="https://www.psychologistworld.com/personality/five-factor-model-big-five-personality">Los 5 grandes</a>", sugiere que cada persona se sitúa en algún lugar de un continuo de apertura a la experiencia que va de bajo a alto, en algún lugar de un continuo de baja a alta conciencia, en algún lugar del continuo de la introversión a la extraversión, en algún lugar del continuo de agradabilidad y en algún lugar del continuo de neuroticismo (OCEAN para abreviar). <a href="https://www.verywellmind.com/the-big-five-personality-dimensions-2795422">Cada persona tiene una puntuación en estos cinco continuos</a>. Si se hace un test a una persona y se obtiene su puntuación en las cinco dimensiones, se obtiene un buen esbozo (aunque <a href="https://psychology.okstate.edu/faculty/jgrice/psyc4333/Personology_McAdams.pdf">incompleto</a>) de su personalidad general, es decir, de quién es y de en qué se diferencia de los demás.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Un modelo diferente de personalidad, denominado <a href="https://hexaco.org/">HEXACO</a>, sugiere que la personalidad puede captarse mejor estadísticamente con seis dimensiones clave, no con cinco. Estos seis rasgos son la honestidad-humildad, la emocionalidad, la extraversión, la amabilidad, la conciencia y la apertura a la experiencia.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los dos modelos difieren, pero coinciden en el hecho fundamental: la personalidad se divide en varios continuos, no en tipos distintos. Por ejemplo, la mejor manera de conceptualizar la introversión/extraversión es situándola en un espectro, no imaginando que las personas caen en uno de los dos tipos llamados <i>introvertidos</i> y <i>extravertidos</i>. Ambos modelos tienen más evidencias a su favor que el Myers-Briggs.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Un continuo tiene un número infinito de puntos en él, y aquí estamos tratando con cinco o seis continuos. Así que si realmente quisiéramos contar cuántos tipos de personalidad diferentes hay, la respuesta sería: infinito multiplicado por sí mismo cinco o seis veces. Si eso le parece una forma perversamente poco útil de describir las cosas, tiene razón. Dado que los rasgos de personalidad se sitúan en un continuo, no deberíamos hablar nunca de tipos de personalidad discretos.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El método Myers-Briggs toma la hermosa y rica complejidad de la personalidad humana y la divide en 16 tipos. El cuadro es claro y fácil de recordar, y la taxonomía de los tipos de personalidad suena elegante. Pero la imagen resultante de la personalidad humana es por completo infiel a la realidad.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><u>Razón 4: </u>Los tipos de personalidad utilizados por el MBTI tienen límites arbitrarios.</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El hecho de meter la personalidad con calzador en unos tipos crea el problema de los límites arbitrarios: una vez que se han especificado los tipos que supuestamente existen, hay que definir sus límites. Pero es muy difícil definir los límites de forma no arbitraria. Por ejemplo, imagine que tomo la variable de la altura, que es continua en el mundo real, y trato de colocarla en categorías. Podría afirmar que hay tres categorías de altura y etiquetarlas como <i>baja</i>, <i>media</i> y <i>alta</i>. Pero ahora tengo un problema: ¿cuáles deberían ser los límites de las categorías? ¿Una persona que mida 1,75 metros entra en la categoría media o en la alta? ¿Y alguien que mida 1,58 metros, cuenta como bajo o mediano? ¿Y en qué me baso para tomar esta decisión? No hay ningún principio que me permita definir los límites de las categorías, y cualquier método que elija será arbitrario. En la naturaleza no hay un verdadero tamaño <i>medio</i> o <i>alto</i>, así que no puedo mirar al mundo exterior para que me ayude a decidir. Tengo que decidir cómo definir los límites de mis categorías utilizando la intuición, el voto de la mayoría o algún otro método arbitrario.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El MBTI trata de resolver este problema utilizando una división media. Esto significa que se evalúa a muchas personas y sus puntuaciones en un rasgo como la extraversión se ordenan desde la más baja hasta la más alta. Por ejemplo, si evaluamos a 50 personas, terminamos con una lista de las 50 puntuaciones de extraversión, que van de la más baja a la más alta en orden secuencial. El método de división de la mediana dice: dividamos esta lista por la mitad. Consideraremos que todas las puntuaciones por encima de la media (la mediana) son extravertidas, y que todas las puntuaciones por debajo de la mediana son introvertidas. Pero el problema sigue siendo: ¿por qué utilizar la mediana? ¿Por qué no la media? ¿Por qué no otro método? La respuesta es que no hay una forma de decidir de entrada que no sea arbitraria. Y ningún método resolverá el problema clave: se ha tomado una variable que es de naturaleza continua y se ha tratado de encajarla en el lecho de Procusto. Esto crea muchos problemas ulteriores, de los cuales la cuestión de los límites arbitrarios es sólo el primero. El siguiente tiene que ver con la fiabilidad del test.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><u>Razón 5: </u>El Myers-Briggs tiene poca fiabilidad.</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los psicólogos miden si un test es bueno o no de varias maneras. Una medida importante es la llamada fiabilidad test-retest. Esto significa que el test debería dar más o menos los mismos resultados si se hace una vez y se vuelve a hacer unas semanas después. Un poco de fluctuación es normal, porque todo el mundo cambia un poco según el contexto. Pero tu personalidad no fluctúa mucho de una semana a otra, así que un buen test no debería ofrecer resultados muy diferentes de una sesión de pruebas a la siguiente.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El MBTI viola esta regla estruendósamente, a bombo y platillo. Tiene una pésima fiabilidad entre pruebas, y a menudo, a los participantes clasificados en un tipo de personalidad en una sesión de pruebas, los reclasifica en el tipo de personalidad opuesto en la siguiente sesión. Por ejemplo, algunos estudios han descubierto que, <a href="http://aminaramesh.ir/wp-content/uploads/2019/01/Cautionary_comments_regarding_the_Myers-Briggs_Typ.pdf">en un periodo de cinco semanas, reclasifica a un 50% de los participantes en un tipo de personalidad diferente</a>. Una fiabilidad tan baja se considera inaceptable en psicología.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Al igual que el problema de los límites arbitrarios, el problema de la baja fiabilidad es una consecuencia de tomar una variable continua y tratar de convertirla en una categorial. Te ves obligado a definir los límites de tus categorías, así que decides utilizar la mediana. Pero esto crea un nuevo problema: muchas personas puntúan justo por encima o por debajo de la mediana. De hecho, son muchos más los que se agrupan en torno a la mediana que los que se sitúan en los extremos. Si estas personas vuelven a realizar el test tres semanas después y se sienten un poco más gregarias (o enérgicas o ansiosas), el test podría reclasificarlas fácilmente en el tipo de personalidad opuesto. Esto es exactamente lo que hace el MBTI de forma recurrente.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><u>Razón 6: </u>El Myers-Briggs da a entender de forma engañosa que hay grandes diferencias entre los tipos y diferencias nimias dentro de cada tipo.</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La clasificación de las personas dentro de distintos tipos de personalidad en el test de Myers-Briggs tiene dos implicaciones más.<br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En primer lugar, implica que las personas que se sitúan justo por debajo del límite de un tipo determinado son fundamentalmente diferentes de las que se sitúan justo por encima: el test las sitúa en tipos de personalidad diferentes. Pero en realidad, los introvertidos y los extravertidos que se aproximan al límite arbitrario son muy similares entre sí.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En segundo lugar, al clasificar a las personas en tipos, el test implica que todas las personas de un tipo determinado son razonablemente similares: todos los extravertidos comparten una cualidad esencial, al igual que todos los introvertidos. Esto implica que las personas con puntuaciones extremas en un tipo son razonablemente similares a las personas con puntuaciones cerca del límite establecido para el mismo tipo, lo cual constituye un error: los introvertidos extremos son en realidad muy diferentes de los introvertidos limítrofes a los extravertidos.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por ejemplo, imagine que su límite de extraversión está en el 50%. Esto nos llevaría a clasificar a alguien con una puntuación del 10% o del 45% como introvertido, y a alguien con una puntuación del 55% como extravertido. Pero, en realidad, la persona introvertida cercana al límite por debajo (que obtuvo un 45%) está mucho más cerca de la persona extravertida que se aproxima al límite por arriba (55%) que de la persona introvertida extrema (10%). Y, sin embargo, el test mete en el mismo saco a los introvertidos limítrofes y a los extremos, a pesar del enorme abismo que separa a ambos (una diferencia de 35 puntos), y considera al introvertido limítrofe totalmente diferente del extravertido limítrofe a pesar de su obvia similitud (reflejada por una diferencia de sólo 10 puntos entre ellos).</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Al igual que los dos problemas que le preceden, este nuevo problema es consecuencia de la misma cuestión central: tratar de forzar una variable continua dentro de un conjunto discreto de categorías. En los tests basados en el tipo, como el Myers-Briggs, los que apenas entran en una categoría se consideran miembros de pleno derecho e iguales en la categoría, nada menos que de los que obtienen puntuaciones extremas en la misma categoría. Y los que apenas logran entrar en una categoría se consideran totalmente diferentes de los que apenas logran entrar en la otra categoría. Pero, conceptualmente, es exactamente al revés.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><u>Razón 7: </u>Cuando se convierte una variable continua en categórica, se desecha información.</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Hay otra razón por la que la mayoría de los investigadores desaconsejan dicotomizar una variable continua: hacerlo implica descartar información valiosa.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Digamos que mido la altura de todos los estudiantes de mis clases. Obtengo una rica gama de estaturas exactas que van desde 1,50 hasta 1,90 metros. Entonces decido clasificar a las personas en las categorías de bajo, medio y alto. Para ello, tengo que desechar información. Acabo pasando de la altura exacta de cada persona (precisa) a las descripciones aproximadas de bajo, medio y alto (menos precisas). He optado por descartar la rica complejidad y los matices de las diferencias entre mis alumnos en favor de una atribución de categorías más burda y menos precisa. He elegido, dicho de otra manera, desechar información.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Hay algunas circunstancias muy concretas en las que puede ser útil hacer esto. Pero estas circunstancias son raras, y no son aplicables a la medición de la personalidad. La mayoría de las veces, convertir por la fuerza una variable continua en una categórica no es buena idea.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Algunas variables del comportamiento humano <i>son</i> categóricas (por poner un ejemplo: ¿mató a esa persona o no?). En estos casos, algunos de los cuales caen en el área de la psicopatología, los enfoques basados en tipos pueden ser de utilidad. Pero la evidencia sugiere que esto no es aplicable a la mayor parte de los rasgos de personalidad.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><u>Razón 8: </u>El MBTI no mide el neuroticismo.</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El neuroticismo es una variable muy importante de la personalidad. Describe el ámbito de la vida mental de una persona gobernado por las emociones negativas, especialmente los sentimientos de ansiedad, tristeza y vulnerabilidad. Las personas que puntúan más alto en <a href="https://psycnet.apa.org/buy/2009-06923-002">neuroticismo</a> experimentan episodios de emociones negativas más frecuentes, más intensos y más duraderos que las personas que puntúan más bajo en este rasgo. Las personas con un alto nivel de neuroticismo están más atentas a los peligros del mundo y ven más amenazantes los estímulos ambiguos, <a href="https://www.staff.ncl.ac.uk/daniel.nettle/american%20psychologist.pdf">lo que puede ser bueno o malo</a>, dependiendo de si se encuentran en un entorno seguro o inseguro. El neuroticismo es uno de los predictores más importantes de las relaciones románticas (por término medio, predice una <a href="https://www.jstor.org/stable/pdf/353567.pdf?casa_token=T_ZAWhciSb0AAAAA:DF2yP4XJaYLSNf-Yc5uuKRXFwBfeCSEvJl3GjXGMey_NwcXhJoT-TsHF9QWPPIsulvhXgL6_IZc1VLTOzgj_reMOz5QGz9yGedJB50vWxY9UaUMRILre">mayor insatisfacción y la ruptura de la relación</a>). También predice -en promedio- peores resultados profesionales, <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2882529/">peores resultados de salud y el padecimiento de una amplia gama de psicopatologías</a>. Es <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5428182/#wps20411-bib-0002">universal en todas las culturas</a> y no es exclusivo de los humanos: <a href="https://www.staff.ncl.ac.uk/daniel.nettle/american%20psychologist.pdf">existe en numerosas especies</a>.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Todo el mundo se encuentra en algún punto del continuo del <i>neuroticismo</i>. El modelo de los 5 grandes mide este rasgo y lo denomina neuroticismo. El modelo HEXACO lo mide y lo llama <i>emocionalidad</i>. Es una dimensión crucial en la variabilidad humana. Hay otros modelos de personalidad que no se tratan en este ensayo y que también miden el neuroticismo. La única excepción es el Myers-Briggs, que ignora por completo el neuroticismo y opta por no medirlo en absoluto. Si el objetivo es captar la personalidad humana, este es a todas luces un fallo asombroso.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Por qué el Myers-Briggs ignora una variable de la personalidad que está relacionada con los resultados de las personas en la vida, desde los logros profesionales hasta los problemas de salud y los divorcios? Tal vez porque los responsables del test están incentivados para que los resultados resulten ampliamente atractivos. Si no se mide el neuroticismo, nunca hay que dar malas noticias a los participantes del test al finalizar el mismo, de modo que no se corre el riesgo de perder clientes.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Dicho esto, es imposible saber con certeza por qué el Myers-Briggs ignora el neuroticismo. Lo que <a href="https://www.staff.ncl.ac.uk/daniel.nettle/american%20psychologist.pdf">sí</a> sabemos es que el neuroticismo brilla por su ausencia en el test, a pesar de que es un rasgo que sirve para predecir importantes resultados en la vida. Observe también que de los 16 tipos de personalidad sugeridos por el MBTI, ninguno es negativo. (Puede echar un vistazo a la positividad desenfrenada de los 16 tipos <a href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/1f/MyersBriggsTypes.png">aquí</a>). El Myers-Briggs se encuentra en la cómoda -y económicamente sensata- posición de no ser nunca portador de malas noticias.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero mis resultados siguen pareciendo bastante precisos.</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La mayoría de las personas que oyen hablar de estos problemas están de acuerdo con que son graves. Un test que descuida el neuroticismo, mete con calzador los continuos en categorías, tiene poca fiabilidad y no predice los resultados de la vida es el producto de una mala combinación. Pero incluso para algunas personas muy brillantes, persiste un problema: a pesar de todos estos defectos, los resultados que arroja el MBTI les parecen bastante precisos.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Se siente así con los resultados de su test de Myers-Briggs? Si es así, considere lo siguiente.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">De entrada, por ejemplo, la gente tiende a creer que su horóscopo les describe bien, <a href="https://www.youtube.com/watch?v=qk_NAUdVpko&list=PL_krQYPPG4VWJu19BM1j54r3H4bwo2j8U&index=6&t=1s">incluso cuando están leyendo el horóscopo equivocado</a>. Pareciera que <a href="http://psych.fullerton.edu/mbirnbaum/psych101/barnum_demo.htm">la gente quisiera verse reflejada a sí misma en las cosas</a>.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y al igual que los horóscopos, el test de Myers-Briggs parece explotar esta tendencia ofreciendo a las personas descripciones de su personalidad que contienen afirmaciones de Barnum. Un enunciado Barnum es una descripción estratégicamente vaga que dice poco de lo esencial, pero que está escrita con la cantidad justa de ambigüedad, para que la gente pueda leer y llegar a la conclusión de que le describe maravillosamente. Se llama así por el famoso showman P. T. Barnum, que, supuestamente, dijo que nacía un imbécil cada minuto (realmente nunca lo dijo: es una <a href="https://www.legacy.com/news/culture-and-history/p-t-barnums-greatest-hoaxes/">atribución errónea</a>).</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Si el Myers-Briggs parece describirle bien, es porque está diseñado para hacerlo, porque quiere leerse a si mismo en él, porque guarda un discreto silencio sobre el neuroticismo y porque si ya cree parcialmente en él, el sesgo de confirmación no hará más que afianzar su creencia.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por el contrario, considere los principales defectos del MBTI: límites arbitrarios, escasa fiabilidad, incapacidad para predecir los resultados en la vida, omisión del neuroticismo, etc. Para conocer estos fallos, tendría que ser un apasionado analista o haber investigado seriamente los estudios empíricos sobre el tema.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Bien, pero es mejor que nada, ¿no?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Si esto le parece una réplica razonable, considere lo siguiente.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En primer lugar, <a href="https://quoteinvestigator.com/2016/07/20/knowledge/">como ya han señalado muchos pensadores</a>, la ilusión de conocimiento es más insidiosa que la falta de conocimiento, y más difícil de superar. Al pintar una imagen inexacta y crudamente pixelada de la personalidad humana, el MBTI es un obstáculo para una comprensión más precisa de la misma. Y en este sentido puede ser mucho peor que nada.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En segundo lugar, si se toma en serio, esta información errónea podría perjudicar a las personas. Podría alejar a las personas de carreras o parejas que supuestamente no se ajustan a su tipo de personalidad. Si la base de estos consejos es inexacta, corremos el riesgo de hacer un daño irreparable en la vida de las personas.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En tercer lugar, la elección no es entre el Myers-Briggs y nada. La elección es entre el Myers-Briggs y los modelos basados en el continuo, que tienen éxito en la predicción, como el HEXACO y el de los 5 Grandes. Ambos modelos de personalidad humana <a href="https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/0956797619831612?casa_token=rGxgG-_OLB4AAAAA:pfQulCpDZTCuOTEFjhlgzf8jCPAGKHxaizysQDgEjMxbv7zoktKWqyMhiXJ4jhjvS_Sf8NhQosseEw">predicen de forma fiable importantes resultados en la vida</a> y evitan el error clave de meter variables continuas dentro de monolíticas categorías.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Por qué es entonces tan popular el Myers-Briggs?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">No estoy muy seguro de por qué el Myers-Briggs ha resultado ser tan popular a pesar de sus evidentes defectos. Pero las razones candidatas incluyen: (1) que tiene una excelente publicidad y financiación que lo respalda; (2) que el test es fácil de realizar, fácil de administrar y fácil de calcular; (3) que los resultados son fáciles de interpretar y comprender; (4) que el test evita con tacto sugerir a quien vea sus resultados algo negativo; y (5) y que algunas pruebas insinúan que podríamos estar cognitivamente predispuestos a pensar en términos <a href="https://www.mitpressjournals.org/doi/pdf/10.1162/0011526042365645?casa_token=tZtsdnMEa-EAAAAA%3AVpV0WC_3nCyNUH_j8pAnkYacGUbMwD4ZxWrAJal14psBWyHCaDRGztaHs1wVZKzueO2A-Xy7FGGv&">dicotómicos</a> y <a href="https://www.edge.org/conversation/paul_bloom-natural-born-dualists">dualistas</a> en lugar de en términos de continuidad (la división <i>introvertido vs. extravertido</i> es más intuitiva y menos racional que lo anterior; es más intuitivo y menos exigente desde el punto de vista cognitivo que un continuo con un número infinito de puntos), lo que nos lleva a preferir el modelo más simple y menos preciso.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><u>Observaciones finales</u></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Qué deberíamos concluir de todo esto?</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La psicología de la personalidad es un campo floreciente que ha llevado a importantes descubrimientos sobre cómo los seres humanos se diferencian entre sí y en qué son iguales. A diferencia de algunos subcampos de la psicología, <a href="https://funderstorms.wordpress.com/2016/05/12/why-doesnt-personality-psychology-have-a-replication-crisis/">le ha ido excepcionalmente bien en la crisis de la replicabilidad</a>. La personalidad puede parecer difusa e intangible, pero puede medirse con rigor si se dispone de las herramientas adecuadas. Y tiene una gran importancia práctica: predice (por término medio) <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1111/1467-6494.7106010?casa_token=kQArBxVbLnwAAAAA:1RvE_L9-Y4_4TI1HJP164b21xkfCEt52LOMMPVAZMsGlP6eSIpGHeAX76SwMqf5K3auTUidmN6ckrAo">todo, desde el salario hasta el rendimiento profesional, pasando por las relaciones románticas y de amistad, y las infracciones de la ley</a>.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero el Myers-Briggs no es la herramienta adecuada para este trabajo, ya que falla estrepitosamente en estas tareas de medición y predicción. Si las empresas y los gobiernos quieren tomar decisiones basadas en la evidencia, deberían evitar el MBTI y optar por modelos de personalidad humana y de propensión profesional que tengan mayor validez y fiabilidad.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En cuanto a las personas normales como usted y yo, no debemos dejarnos llevar por la creencia fácil de que el Myers-Briggs pueda decirnos mucho sobre nosotros mismos, o que pueda ayudarnos a encontrar la carrera profesional o la pareja adecuadas. Tendremos que confiar en nuestra propia mente para ello, además de ponderar las contingencias de un universo indiferente.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En definitiva el test de Myers-Briggs sólo ofrece una ilusión del autoconocimiento que nada tiene que ver con la realidad. Un examen más detallado nos revela que se apoya en una base de junguianismos sin fundamento empírico y en prácticas psicométricas poco sólidas.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ensayo original en <a href="https://areomagazine.com/"><b>Areo Magazine</b>.</a></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: center;"><a href="https://areomagazine.com/2021/03/09/should-you-trust-the-myers-briggs-personality-test/"><span style="font-family: verdana; font-size: x-large;"><b>Should You Trust the Myers-Briggs Personality Test?</b></span></a></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El Dr. Laith Al-Shawaf es profesor asociado del Departamento de Psicología de la Universidad de Colorado, en Colorado Springs. Antes de trasladarse a Estados Unidos, fue docente en una universidad de lengua inglesa en Turquía y fue becario visitante en el Instituto de Estudios Avanzados de Berlín. Laith ha sido premiado tanto por su investigación como por su labor docente. Es miembro de la Academia Árabe-Alemana de Jóvenes (AGYA) y asesor académico principal del Centro de Investigación de Cognición Social Aplicada (CASCR) del Líbano. Puede encontrar sus escritos populares <a href="https://www.laithalshawaf.com/popular-science.html">aquí</a>, y puede encontrarlo en Twitter <a href="https://twitter.com/LaithAlShawaf?t=ZS2qkQLUvFOrHw4vsJEkqA&s=09">aquí</a>.</span></b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-8177643493322255412022-09-30T21:01:00.003+02:002022-10-02T13:16:13.429+02:00Los hechiceros del control mental, o de cómo los parásitos manipulan el comportamiento de sus hospedadores<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvV6bVjs-fJJ7MIC2fMmJpRUifIW8GPQtwtzPdN8vGxiLlqH8ITjaX8IlfM1mZLrqdEeuRMQevrFtnzpBZm7kc3Tyb8CtKAcBdBR8v5Ywiq5ZTGTNOZxvZFwNnZghAqTgV_Zj12f4FWX-sGtfB7HukJ2UaIgqBHXTAr92LffNB3F_0ui-pLQ/s5072/Al-Shawaf_HERO%20(1).jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="1444" data-original-width="5072" height="182" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvV6bVjs-fJJ7MIC2fMmJpRUifIW8GPQtwtzPdN8vGxiLlqH8ITjaX8IlfM1mZLrqdEeuRMQevrFtnzpBZm7kc3Tyb8CtKAcBdBR8v5Ywiq5ZTGTNOZxvZFwNnZghAqTgV_Zj12f4FWX-sGtfB7HukJ2UaIgqBHXTAr92LffNB3F_0ui-pLQ/w640-h182/Al-Shawaf_HERO%20(1).jpeg" width="640" /></span></a></div><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Se han parado a pensar qué ocurriría si una fuerza exterior a nosotros pudiera controlar nuestras mentes y hacernos actuar en contra de nuestros propios intereses? La perspectiva es aterradora, tanto que atrae perversamente nuestra imaginación y en consecuencia se repite con frecuencia en nuestras obras de ficción. Controlar la mente es el objetivo de una de las tres maldiciones imperdonables de <i>Harry Potter</i>, es el objetivo del Neolenguaje, el lenguaje ficticio de la novela distópica 1984, de George Orwell, y de otros clásicos como <i>Un Mundo Feliz</i>, de Aldoux Huxley (con el soma, o pastilla de la felicidad, como controlador) y de la toma del poder gubernamental a través de un candidato asimismo mentalmente controlado, en la película <i>El Mensajero del Miedo</i> (<i>The Manchurian Candidate</i>). </div></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En la década de 1950, la CIA estaba tan preocupada por el hecho de que los comunistas pudieran haber desarrollado técnicas de control mental eficaces, que puso en marcha su propio programa secreto llamado MK-ULTRA, cuyo propósito era utilizar drogas alucinógenas y manipulación biológica para lograr el control mental de forma que pudiera utilizarse contra los enemigos de Estados Unidos. No funcionó, pero el control mental es algo real, tanto que se puede observar en la misma naturaleza: los parásitos lo utilizan permanentemente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los parásitos son organismos que viven "en" o "sobre" otras criaturas, alimentándose de sus anfitriones y robándoles sus recursos. Una vez infectan a los animales, se las ingenian para mover los hilos de su comportamiento, manipulándolos como si fueran marionetas. Estos parásitos son "<i>esencialmente neuroingenieros</i>", tal como dice un artículo reciente son "<i>capaces de controlar el sistema nervioso central de los hospedadores a los que infectan</i>"<b>(1)</b>. Y sus tácticas son sorprendentes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><u>El control mental neuroquímico no es sólo cosa de la ciencia ficción.</u></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Consideremos el parásito <i>Dicrocoelium dendriticum</i>. Este parásito tiene un ciclo vital que comienza en el hígado de un animal con pezuñas, una vaca o una oveja. Lo primero pone huevos que acabarán en el sistema digestivo del animal, como veremos siguiendo el ciclo completo. Cuando los huevos son expulsados en las heces, un caracol se alimenta de ellos. Los huevos del parásito eclosionan dentro de los intestinos del caracol. Una vez que las larvas están preparadas, perforan el intestino del caracol hasta alcanzar su tracto digestivo, donde se convierten en juveniles. Los parásitos salen cuando el caracol excreta una bola de baba.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Las hormigas se tragan esas bolas de baba de caracol cargadas de gusanos. El parásito necesita ahora que su nuevo anfitrión, la hormiga, sea comido por un animal ungulado para poder reiniciar el ciclo, pero esto es un problema porque los animales ungulados comen hierba, no hormigas. ¿La solución del parásito? Lograr que la hormiga se suba a la punta de una brizna de hierba y quede inmovilizada allí, en el lugar exacto en el que tiene más probabilidades de ser ingerida por una vaca u oveja. Pero como estar expuesta al sol del mediodía podría quemar y matar a la hormiga antes de que tenga la oportunidad de ser comida, el parásito, <i>D. dendriticum</i>, resuelve el problema haciendo que la hormiga se retire por la hoja de hierba hacia abajo cuando hace demasiado calor y regrese a la parte superior cuando el tiempo se enfría, una vez pasado el riesgo de muerte por quemadura. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero no todos los parásitos son microbianos. Por ejemplo, los parásitos de la crianza, aves que dejan sus huevos en los nidos de otras aves para que una vez eclosionen sus descendientes puedan ser criados por unos involuntarios padres adoptivos. Algunos parásitos de la crianza utilizan estrategias de manipulación mafiosas: Si los padres adoptivos rechazaran el huevo ajeno, el parásito de la cría vuelve al nido ajeno y castiga a los anfitriones destruyéndolo completamente. <a href="https://www.pnas.org/doi/pdf/10.1073/pnas.0609710104">En un estudio</a>, los investigadores manipularon experimentalmente si los huevos del parásito (el tordo negro) eran rechazados de los nidos del hospedador (la curruca), y descubrieron que los parásitos del tordo negro volvían y destruían el 56 por ciento de los nidos en los que sus huevos habían sido rechazados, en comparación con sólo el 6 por ciento de los nidos en los que fueron aceptados <b>(2)</b>. La clave de esta estrategia del parásito es que incentiva la conformidad de los padres hospedadores: Si el anfitrión tolera un huevo extraño, se le permitirá criar varias de sus propias crías. Si rechaza el huevo extraño, perderá toda su descendencia. Por tanto, el hospedador se ve presionado a tolerar los huevos del parásito. Los investigadores aún no saben si los parásitos normales, que no son parásitos de cría, utilizan alguna vez estrategias "mafiosas" similares para hacer que sus hospedadores se pongan a la cola.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: justify;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuSFQQv4lYuwfe98v8P6XecFGKHwpCCT9GS0Jk1BD_KCzdeu5VonPVRWcsqUgNTF5x-XUZbz0YHnbKTEibehTyPiGZ5fJwKckcalqENFB4C6bhLyVUC8UK3wbgL3FXDSK-YgoZwf3eKfIb-4UfDve3GTAQa1kT5h--mtDQhIPeEm0zzFDhSw/s800/7pU1PH9I-Al-Shawaf_BREAKER.jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="533" data-original-width="800" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuSFQQv4lYuwfe98v8P6XecFGKHwpCCT9GS0Jk1BD_KCzdeu5VonPVRWcsqUgNTF5x-XUZbz0YHnbKTEibehTyPiGZ5fJwKckcalqENFB4C6bhLyVUC8UK3wbgL3FXDSK-YgoZwf3eKfIb-4UfDve3GTAQa1kT5h--mtDQhIPeEm0zzFDhSw/s16000/7pU1PH9I-Al-Shawaf_BREAKER.jpeg" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><b><u>HORMIGA ZOMBIFICADA:<br /></u></b>El hongo que crece en la cabeza de esta hormiga muerta se había apoderado de la mente del insecto, dirigiéndolo a masticar una planta colocada sobre un camino de hormigas, para que sus esporas pudiesen infectar a más víctimas. <i><b>Foto de David Hughes</b></i>.</span></td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El gusano plano parásito <i>Euhaplorchis californiensis</i> adopta un prisma más sorprendente. Su misión: Infectar a un pez, secuestrar su mente, y forzarlo para actuar de modo que se lo coma un pájaro, que es donde el gusano plano puede completar su ciclo vital. El gusano plano <a href="https://esajournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.2307/2265536">manipula</a> al pez para que pase más tiempo por la superficie del agua, lugar perfecto para un pez que quiera convertirse en la cena de un pájaro.3 El parásito también tiene un segundo as en la manga: logra que el pez se gire repetidamente de lado, mostrando el vientre, con lo que emite un llamativo brillo plateado que atrae la atención de los pájaros depredadores que lo sobrevuelan.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Cómo se las apaña <i>E. californiensis</i>? Se instala en el cerebro del pez y <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2679081/?_escaped_fragment_=po=58.6420">altera</a> su neuroquímica <b>(4)</b>. Aunque los mecanismos exactos aún no se han descubierto, las pruebas demuestran que el parásito modula los niveles de dopamina y serotonina del pez -neurotransmisores relacionados con la excitación y la locomoción, respectivamente- inhibiendo su respuesta natural al estrés. En esencia, el parásito anima al pez a seguir moviéndose y llamando la atención, lo que hace tanto más probable que sea devorado por sus depredadores. El control mental neuroquímico no es solamente cosa de la ciencia ficción. Es una estrategia exitosa que algunos parásitos han convertido en todo un arte perfectamente refinado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Al igual que el <i>E. californiensis</i>, el gusano plano <i>Leucochloridium</i> también manipula a su hospedador para que sea devorado por sus depredadores naturales. Este astuto gusano plano infecta a los caracoles imprimiéndole un toque artístico a su obra. Para conseguir que su huésped se parezca lo más posible a una sabrosa oruga -extraordinariamente jugosa y atractiva para las aves-, el parásito convierte los tallos de los ojos del caracol en una palpitante y pulsante danza de colores.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los parásitos tienen más de un método para salirse con la suya. A veces manipulan a su hospedador para que busque el entorno que precisan para reproducirse o para liberar sus huevos. Cuando un parásito del gusano del pelo infecta a un grillo, le impulsa a hacer algo impactante: suicidarse, saltando al agua. Aunque esto mate al grillo beneficia al gusano: El parásito puede salir de su grillo anfitrión y comenzar la siguiente etapa de su ciclo vital, que consiste en encontrar una pareja y liberar sus huevos parásitos, en el agua. Si creen que esto parece demasiado extraño para ser real, créanme, lo comprendo. Pero las pruebas demuestran que esta estrategia -llevar al huésped a un suicidio en el agua- es tan eficaz que ha evolucionado más de una vez entre diferentes linajes de parásitos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los hongos parásitos tienen una estratagema similar. Su manipulación no implica el ahogamiento, pero es igual de dramática. El hongo obliga a su huésped, una hormiga infectada por él, a subir a una rama elevada de un árbol para que la hormiga pueda morir allá donde las condiciones son mejores para el parásito. Desde el punto de vista del parásito, una rama elevada es el punto de vista perfecto para hacer llover esporas de hongos sobre los nuevos huéspedes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Para apreciar mejor lo sofisticado de esta táctica, ayuda saber que las hormigas son expertas en detener la propagación de enfermedades infecciosas. Ponen en cuarentena a los miembros enfermos de su grupo, y cuando un compañero de nido muere, retiran rápidamente el cadáver del nido. Al obligar a las hormigas infectadas a abandonar el nido y morir en otro lugar, el hongo consigue burlar las prácticas de cuarentena de las hormigas. Como la hormiga infectada muere fuera de su base, a sus compañeras de nido les resulta imposible deshacerse de su cadáver de forma segura. Sorprendentemente, esta táctica -manipular a los huéspedes para que abandonen su colonia y puedan morir en un lugar que se adapte mejor a las necesidades del parásito- es tan exitosa que ha evolucionado al menos cuatro veces de forma independiente entre los organismos vivos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><u>Los parásitos superan a nuestra neurociencia más avanzada por lo que respecta a la manipulación del comportamiento.</u></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">"Hay algo a la vez desconcertante y fascinante en el espectáculo de un animal moviéndose en contra de su instinto al ritmo de los tambores de un parásito alohado dentro de su cuerpo", escriben el neuroetólogo Frederic Libersat y su coautor David Hughes en <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0960982218316026">un artículo</a> de 2019 en Current Biology <b>(1)</b>. "Para los biólogos, el hecho de que tales maquinaciones hayan evolucionado repetidamente en el mundo natural ofrece grandes oportunidades para entender el por qué y el cómo de la manipulación e incluir tales impresionantes adaptaciones en nuestro marco para entender la evolución por selección natural." La selección natural: el más maravilloso de los algoritmos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Otra forma que tienen los parásitos de pasar de un hospedador a otro es infectar a otro organismo y utilizarlo como vehículo o vector para servir a la propagación del parásito. El parásito <i>Plasmodium</i>, causante de la malaria, es maestro en esta táctica. Cuando se instala dentro de los mosquitos, interfiere en su capacidad de beber adecuadamente. La cosa es que si el mosquito sigue teniendo sed, necesitará <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0065308X08006039?casa_token=CCLw4WAEwygAAAAA:WPZrVBdxYSQqD-zmPokdhqX-jmXL5_nuHu8eNXeNgSIx_fII9hjHp9Hw8L1wQMWWdIvcRAhsvA">extraer sangre</a> de un mayor número de hospedadores, lo que permitirá al parásito introducirse en un mayor número de ellos <b>(5)</b>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En cuanto a nosotros, el parásito perjudica la capacidad de coagulación de nuestra sangre, lo que le ayuda a pasar más fácilmente de nuestro torrente sanguíneo a los mosquitos. Algunos estudios sugieren que el parásito de la malaria puede incluso hacer que las personas infectadas tengan un <i>olor más atractivo</i> para los mosquitos. De ser cierto, no sería la única especie que hace algo así: El parásito que causa la <i>leishmaniasis</i>, una enfermedad tropical que puede provocar llagas en la piel, <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7971543/">altera el olor de sus hospedadores</a>, y el virus que causa el dengue manipula genes en la antena del mosquito, que afectan a los receptores olfativos, mejorando el sentido del olfato del mosquito <b>(6)</b>. Los parásitos pueden ser pequeños o incluso invisibles a simple vista, pero son poderosos manipuladores.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixN1RI3umyMHIVuX9XsqcJuh34ptLFmd71JWA_IBaKAN1t7EYwtwGyCAIJ8uKxXCFKXD2Ikoe_Ga5s2TjWhGFYpm94yDGTuW1bO0tkdHkO0Nfa6Hwk26vPSieyru5eVLbIy5xlC6pS4zeeM6ZrLEDiLASsHrJb9b-OKHVbYSziE-Vjizt12A/s800/Al-Shawaf_BREAKER-2%20(1).jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="505" data-original-width="800" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixN1RI3umyMHIVuX9XsqcJuh34ptLFmd71JWA_IBaKAN1t7EYwtwGyCAIJ8uKxXCFKXD2Ikoe_Ga5s2TjWhGFYpm94yDGTuW1bO0tkdHkO0Nfa6Hwk26vPSieyru5eVLbIy5xlC6pS4zeeM6ZrLEDiLASsHrJb9b-OKHVbYSziE-Vjizt12A/s16000/Al-Shawaf_BREAKER-2%20(1).jpeg" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium; text-align: left;"><b><u>EL DR. WASP:<br /></u></b>La avispa esmeralda Ampulex compressa puede hacer una operación de neurocirugía en una cucaracha para volverla dócil, lo que permite a la avispa acompañar a la cucaracha de vuelta a su guarida, para utilizarla como alimento para sus crías. <b>Foto de Scadidi / Shutterstock</b>.</span></td></tr></tbody></table><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Otra vía parasitaria es la favorita de las avispas: pasar algún tiempo <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0065345410410050?casa_token=hDpp8x5bI1oAAAAA:55dW3SR_Hye0TMEeiXIgq2H5c-usEa-Nh0JnbgyV2gX3rGCnBUvbeNj7-_nSIIK7bZaTssoh9w">madurando</a> dentro de su hospedador, emerger cuando esté lista, poner sus huevos cerca, y luego manipular al hospedador para que cuide de ella y de sus crías <b>(7)</b>. Las avispas parasitoides utilizan esta estrategia clásica, o una variante de ella, con sus hospedadores, arañas y orugas. En algunos casos, la avispa hace que su hospedador actúe como guardaespaldas. Un estudio de 2008 concluye que, después de que las larvas de la avispa abandonen al hospedador para iniciar la etapa de pupa, "el hospedador deja de alimentarse, permanece cerca de las pupas, ahuyenta a los depredadores con violentos golpes de cabeza y muere antes de alcanzar la edad adulta" <b>(8)</b>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En otros casos, la avispa convierte a su hospedador en un obrero de la construcción zombi. La araña u oruga secuestrada se esfuerza por tejer una telaraña o un capullo que proteja a la avispa y a sus crías en lugar de a sí misma, para acabar asesinada una vez termina de tejer. En <a href="https://www.nature.com/articles/35018636">un estudio</a> publicado en 2000 en Nature, el ecologista del comportamiento William Eberhard demuestra que "el mecanismo empleado por la larva para manipular el comportamiento de la araña es de acción rápida, aparentemente química, y tiene efectos a largo plazo" <b>(9)</b>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Una advertencia importante: cuando los hospedadores infectados tienen un comportamiento extraño, no siempre se debe a la manipulación parasitaria. Pensemos en uno de ellos, infectado, que se traslada a un nuevo microhábitat. Esto <i>podría</i> deberse a una manipulación: el parásito podría necesitar el nuevo hábitat para entrar en su siguiente fase vital, como ocurre con el gusano del pelo que emerge del grillo en el agua. Sin embargo, los hospedadores infectados suelen buscar microhábitats más calientes para <a href="https://www.jstor.org/stable/pdf/1312610.pdf?casa_token=x_XzjiJdwu4AAAAA:i0iLd7WG7Fc5vcE1iM-YOx4Vjh2fRwUOCWf9fYfi7J8caFatJI7LI6QUrI5vOQw5qe2zGzlzt9vP5B3sVBlVlJXmjbAXFeSu4a8AYPG-aVUWE4JUs9Q">matar</a> a los parásitos que los infectan <b>(10)</b>. Para matar a los invasores extraños, los animales de sangre caliente suelen tener fiebre, mientras que los de sangre fría utilizan fuentes de calor externas para aumentar su temperatura corporal, buscando una roca caliente al sol, por ejemplo. Y ambas estrategias <a href="https://www.amazon.com/Why-We-Get-Sick-Darwinian/dp/0679746749/ref=sr_1_2?crid=1WU3BA7V16EAY&keywords=why+we+get+sick&qid=1653450915&sprefix=why+we+get+sick%2Caps%2C187&sr=8-2">matan con éxito a los parásitos</a> <b>(11)</b>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El resultado es que cuando los hospedadores infectados se comportan de forma extraña, no podemos deducir automáticamente una manipulación parasitaria. El comportamiento extraño después de la infección podría ser <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0065345410410050?casa_token=5k08o0SRnYAAAAAA:cpFB90ieTzrDa_dmV4oDuWiwMFl2Xrv7IcmibnqX7ejeuJJq8whOKhfcSnsLPNJll8nv5vzMTQ">una de estas tres cosas</a>: por la propia manipulación parasitaria, como un simple subproducto de la enfermedad o por una respuesta adaptativa del hospedador a la infección, como en el ejemplo de la fiebre anterior <b>(7)</b>. Dado que existen las tres posibilidades, los biólogos tratan de ser lo más cuidadosos posible a la hora de descifrar los mecanismos de las interpretaciones alternativas.</span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Sin embargo, está bastante claro que la avispa esmeralda <i>Ampulex compressa</i> está logrando el control mental con la pequeña operación de neurocirugía que perpetra en su víctima, una cucaracha. La avispa localiza una región específica del cerebro de su hospedador y le inyecta un cóctel neuroquímico que parece elaborado con un propósito específico. La inyección precisa de la avispa no paraliza a la cucaracha, pero le quita la <i>voluntad</i> de escapar, una discriminación <a href="https://areomagazine.com/2020/07/20/the-why-is-not-the-same-as-the-how-levels-of-analysis-and-scientific-progress-in-psychology/">crucial</a> para el éxito del parásito <b>(12)</b>. Si la cucaracha estuviera paralizada, sería demasiado grande para que la avispa la arrastrara. Como la cucaracha no está paralizada, la diminuta avispa es capaz de arrastrarla a la víctima que se mueve con su ayuda como un animal entrenado con una correa. De este modo, la avispa lleva a la cucaracha zombi a su guarida, pone un huevo sobre ella y la entierra viva. Durante todo este macabro proceso, la cucaracha no muestra ningún interés por escapar. Al utilizar la neurocirugía para privar a la cucaracha de la voluntad de escapar -aunque evitando paralizarla físicamente- la avispa ha elaborado la solución exacta que necesita.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La solución es tan precisa que resulta chocante. Pero tal vez no debería sorprendernos que los parásitos superen a nuestra neurociencia más vanguardista cuando se trata de manipular el comportamiento. Después de todo, la evolución les ha dado una ventaja de millones de años. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><u><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Referencias:</span></u></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(1)</b><i>. Hughes, D.P. & Libersat, F. Parasite manipulation of host behavior. Current Biology 29, R45-R47 (2019).</i></span></p><p style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(2)</b><i>. Hoover, J.P. & Robinson, S.K. Retaliatory mafia behavior by a parasitic cowbird favors host acceptance of parasitic eggs. Proceedings of the National Academy of Sciences 104, 4479-4483 (2007).</i></span></p><p style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(3)</b><i>. Lafferty, K.D. & Morris, K.A. Altered behavior of parasitized killifish increases susceptibility to predation by bird final hosts. Ecology 77, 1390-1397 (1996).</i></span></p><p style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(4)</b><i>. Shaw, J.C., et al. Parasitic manipulation of brain monoamines in California killifish (Fundulus parvipinnis) by the trematode Euhaplorchis californiensis. Proceedings of the Royal Society B 276, 1137-1146 (2009).</i></span></p><p style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(5)</b><i>. Lefèvre, T., et al. Chapter 3 Invasion of the Body Snatchers: The diversity and evolution of manipulative strategies in host-parasite interactions. Advances in Parasitology 68, 45-83 (2009).</i></span></p><p style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(6)</b><i>. Staniek, M.E. & Hamilton, J.G.C. Odour of domestic dogs infected with Leishmania infantum is attractive to female but not male sand flies: Evidence for parasite manipulation. PLoS Pathogens 17, e1009354 (2021).</i></span></p><p style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(7)</b><i>. Poulin, R. Chapter 5 – Parasite manipulation of host behavior: An update and frequently asked questions. Advances in the Study of Behavior 41, 151-186 (2010).</i></span></p><p style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(8)</b><i>. Grosman, A.H., et al. Parasitoid increases survival of its pupae by inducing hosts to fight predators. PLoS One 3, e2276 (2008).</i></span></p><p style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(9)</b><i>. Eberhard, W.G. Spider manipulation by a wasp larva. Nature 406, 255-256 (2000).</i></span></p><p style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(10)</b><i>. Moore, J. The behavior of parasitized animals. BioScience 45, 89-96 (1995).</i></span></p><p style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(11)</b><i>. Neese, R.M. & Williams, G.C. Why We Get Sick: The New Science of Darwinian Medicine Vintage Books, New York, NY (1996).</i></span></p><p style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(12)</b><i>. Al-Shawaf, L. The why is not the same as the how: Levels of analysis and scientific progress in psychology. Areo (2020).</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Artículo publicado originalmente en <b><a href="https://nautil.us/?_sp=158208d0-277b-43b5-923a-179c08e7903e.1664564214463">Nautilus</a></b>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><h1 class="h1 article-title" style="background-color: white; box-sizing: border-box; font-family: "FreightSans Pro Book", Helvetica, Arial, sans-serif; line-height: 1.2; margin: 0px 0px 5px; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://nautil.us/the-wizards-of-mind-control-238543/">The Wizards of Mind Control</a></span></h1><p class="article-deck" style="background-color: white; box-sizing: border-box; font-family: "FreightSans Pro Book", Helvetica, Arial, sans-serif; font-style: italic; line-height: 1.1; text-align: center;"></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; font-family: "FreightSans Pro Book", Helvetica, Arial, sans-serif; line-height: 1.1; text-align: center;"><b><span style="font-size: x-large;"><a href="https://nautil.us/the-wizards-of-mind-control-238543/">How parasites manipulate the behavior of their hosts.</a></span></b></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; font-family: "FreightSans Pro Book", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 1.1; text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El Dr. Laith Al-Shawaf es profesor asociado del Departamento de Psicología de la Universidad de Colorado, en Colorado Springs. Antes de trasladarse a Estados Unidos, fue docente en una universidad de lengua inglesa en Turquía y fue becario visitante en el Instituto de Estudios Avanzados de Berlín. Laith ha sido premiado tanto por su investigación como por su labor docente. Es miembro de la Academia Árabe-Alemana de Jóvenes (AGYA) y asesor académico principal del Centro de Investigación de Cognición Social Aplicada (CASCR) del Líbano. Puede encontrar sus escritos populares <a href="https://www.laithalshawaf.com/popular-science.html">aquí</a>, y puede encontrarlo en Twitter <a href="https://twitter.com/LaithAlShawaf?t=ZS2qkQLUvFOrHw4vsJEkqA&s=09">aquí</a>.</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-64928372594660790812022-09-26T20:56:00.000+02:002022-09-26T20:56:01.233+02:00El Porqué no es lo mismo que el Cómo: Niveles de análisis y progreso científico en psicología<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzqfN6GAD6PDOJ_-Nj5YAiE8bm_gERSm6mQ9AQK6omd7rG4IUieSnod_qKx8vpYSXD1IhawFSPwm6tqAaWuXCiDJ0Eop07Q11HPufx7aboEnYYuaMdc8sqfKclMBIIhJzDZpkQ3IRMEqdAoqlyWgL0uDEo8edCRXYeAKo8GRtydoGvdu4OFA/s1626/16120179397_f6087988e1_o.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="1221" data-original-width="1626" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzqfN6GAD6PDOJ_-Nj5YAiE8bm_gERSm6mQ9AQK6omd7rG4IUieSnod_qKx8vpYSXD1IhawFSPwm6tqAaWuXCiDJ0Eop07Q11HPufx7aboEnYYuaMdc8sqfKclMBIIhJzDZpkQ3IRMEqdAoqlyWgL0uDEo8edCRXYeAKo8GRtydoGvdu4OFA/w640-h480/16120179397_f6087988e1_o.jpg" width="640" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: large; text-align: left;"><b>Ampulex Compressa (avispa esmeralda)</b></span></td></tr></tbody></table><p></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><a href="https://www.scientificamerican.com/article/how-a-wasp-turns-cockroaches-into-zombies1/">La avispa esmeralda</a> (<i>Ampulex compressa</i>) parasita a la cucaracha común con una sofisticación difícil de imaginar. Narremos cómo se desarrolla la perturbadora escena. La avispa inyecta un compuesto venenoso en el cuerpo de la cucaracha, que queda temporalmente paralizada. A continuación, busca dos regiones específicas del cerebro de la cucaracha donde inyecta un cóctel neuroquímico especialmente preparado para su víctima. Esta segunda inyección tiene un efecto de precisión quirúrgica: mantiene intactas las capacidades motoras de la cucaracha, pero arrebata a ésta la voluntad de escapar, una combinación sorprendente que resultará ser, más adelante, de gran importancia. En el acto final, la avispa da el <i>golpe de gracia</i>: arrastra a la cucaracha convertida en un dócil zombi hasta su propia tumba, deposita un huevo sobre ella y la entierra viva. Pero ¿por qué la avispa se molesta en realizar estos actos específicos con esa secuencia exacta?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Hace sesenta años, el gran etólogo Niko Tinbergen sostenía que, <a href="https://www.esf.edu/efb/faculty/documents/tinbergen1963onethology.pdf">para lograr una comprensión completa de cualquier rasgo o sistema biológico, tenemos que responder a cuatro preguntas distintas</a>: </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(1)</b> Cómo se desarrolla el sistema durante la vida de un organismo (lo que se conoce como <i>ontogenia</i> o desarrollo).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(2)</b> Cómo funciona el sistema en el presente inmediato (con qué <i>mecanismo</i>, o causa próxima).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(3)</b> Cómo evolucionó el rasgo a lo largo del tiempo (<i>filogenia</i>).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>(4)</b> Por qué evolucionó el rasgo (su <i>función</i> o valor adaptativo).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Estos cuatro ámbitos -ontogenia, mecanismo, filogenia y función- representan diferentes "niveles de análisis". La idea clave de Tinbergen era que si se quiere entender bien algo sobre un organismo, es necesario comprenderlo en los cuatro niveles de análisis.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y estos cuatro niveles pueden agruparse en dos categorías más amplias conocidas como <a href="https://academic.oup.com/emph/article/2019/1/2/5232207">niveles de análisis próximos y últimos</a> (véase también <a href="https://www.jstor.org/stable/1707986?casa_token=g-du33rjga0AAAAA:er2wxaIuTjVtaSkLzQeDydkt7piveKRwnjUAap9H1sqbJtobA5D7bRK2yAa9tU4PK4MSGdb2fucknf25btmecXAgMAr6ST6eEAq5JdoV094FIQEVcK_q&seq=1">Mayr 1961</a>). <i>El nivel próximo</i> consiste en la ontogenia y el mecanismo, que se ocupan de cómo se ha desarrollado el rasgo durante la vida de un organismo y cómo funciona en el presente inmediato. <i>El último nivel</i> consiste en la filogenia y la función, que tratan de cómo y por qué evolucionó el rasgo. Las explicaciones próximas explican <i>cómo</i> funciona algo, por ejemplo, cómo funciona el hígado o qué causa el reflejo de succión en los bebés. Las explicaciones finales explican <i>por qué</i> el sistema funciona así o por qué existe, por ejemplo, por qué tenemos hígado (para filtrar la sangre, desintoxicarnos de los venenos y facilitar la digestión) o por qué evolucionó el reflejo de succión (para facilitar la lactancia). Los niveles de análisis próximo y último responden a diferentes preguntas sobre el mismo fenómeno, y ambos son cruciales para una comprensión completa del mismo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">No sería muy exagerado decir que la confusión entre niveles de análisis próximos y últimos es uno de los mayores problemas de la psicología actual, a la par que cuestiones como la <a href="https://www.psychologytoday.com/us/blog/the-nature-nurture-nietzsche-blog/201509/quick-guide-the-replication-crisis-in-psychology">crisis de la replicabilidad</a> de los experimentos (véase también <a href="https://funderstorms.wordpress.com/2016/05/12/why-doesnt-personality-psychology-have-a-replication-crisis/">aquí</a> y <a href="https://replicationindex.com/2020/02/21/replicability-rankings-of-120-psychology-journals-2010-2019/?fbclid=IwAR3GSlmI8RIU1MwAUUpWoKtV05ixUbSJPFtZSwKwMMWmZ6yazpfk-JCcBIk">aquí</a>), <a href="http://michael.muthukrishna.com/wp-content/uploads/2019/02/Muthukrishna-A-problem-in-theory.pdf">la ausencia de un marco teórico global para la disciplina</a> y <a href="http://matchism.org/refs/Henrich_2010_WeirdestPeople.pdf">la gran dependencia de las muestras de psicología WEIRD</a> (con experimentos no representativos). Abordar esta cuestión es fundamental para hacer avanzar el campo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La espeluznante escena descrita más arriba explica <i>cómo</i> la avispa parasíta a su huésped: este es el nivel de análisis próximo. Un análisis completo de la proximidad explicaría la base fisiológica del comportamiento, cómo se desarrollan los mecanismos responsables del comportamiento durante la vida de la avispa, etc.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pero el nivel de análisis final es diferente. Explica el <i>por qué</i> de estos pasos: ¿por qué la avispa realiza estos comportamientos específicos? La respuesta: la primera inyección sirve para paralizar temporalmente a la cucaracha, dándole a la avispa el tiempo suficiente para localizar las zonas precisas del cerebro de la cucaracha a las que debe dirigirse a continuación.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Por qué la segunda inyección deja intactas las capacidades motoras de la cucaracha, pero suprime su voluntad de escapar? Porque la diminuta avispa se enfrenta a un problema: tiene que arrastrar a la cucaracha hasta un lugar de enterramiento, pero es demasiado pequeña para conseguirlo si la cucaracha está paralizada. Así que la inyección de la avispa <i>anula la capacidad de la cucaracha para iniciar el movimiento, pero no paraliza las patas de la cucaracha</i>; de este modo, cuando la avispa empieza a arrastrar la cucaracha hasta su nido, las patas de la cucaracha se mueven automáticamente junto con el resto del cuerpo, facilitando el proceso. Otras soluciones no habrían funcionado: si la cucaracha se hubiera paralizado, la avispa no habría podido arrastrarla, y si la cucaracha hubiera conservado su capacidad de iniciar sus propios movimientos, habría escapado. La solución de la avispa -eliminar la capacidad de la cucaracha de iniciar su propio movimiento, dejando a un tiempo intacta la movilidad de sus patas- evita brillantemente ambos problemas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por último, al final del proceso, ¿por qué la avispa deposita un huevo en la cucaracha y luego la entierra viva? Porque cuando la larva de la avispa eclosione de su huevo, necesitará una víctima <i>viva</i> de la que alimentarse. De hecho, la avispa madre hace otra cosa notable para facilitar esto: su inyección ralentiza el metabolismo de la cucaracha, manteniéndola viva durante más tiempo. Esto garantiza que la cucaracha seguirá fresca cuando la cría eclosione de su huevo, hambrienta de un truculento banquete de pesadilla.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Para entender bien lo que hace la avispa, debemos responder a dos preguntas diferentes: una sobre la causa próxima (¿cómo lo logra la avispa?) y otra sobre las causas últimas (¿<i>por qué</i> hace la avispa esas cosas?). Cualquier respuesta que no aborde ambos niveles de análisis se antoja incompleta.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Este es un principio bien establecido en biología, y sería difícil exagerar el alcance de sus implicaciones. Sirve de marco teórico de fondo para toda la investigación sobre el comportamiento animal. Su creador, Niko Tinbergen, fue co-receptor del <a href="https://www.nobelprize.org/prizes/medicine/1973/summary/">único Premio Nobel concedido al estudio del comportamiento animal</a> (en 1973). No hay un solo biólogo que estudie el comportamiento que no esté familiarizado con las cuatro preguntas y su agrupación en las dos categorías más amplias de próximas y últimas. En la disciplina de la que vengo, la psicología, la situación es muy diferente: el principio tiene la misma enorme validez científica y conlleva las mismas implicaciones de largo alcance, pero sólo una minoría de los psicólogos está familiarizada con él.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Durante más de un siglo, la psicología ha estado dominada por un enfoque casi exclusivamente centrado en el nivel próximo de análisis. Los tipos de explicación más conocidos en psicología, en su totalidad, son próximos, incluidas las explicaciones cognitivas, neurofisiológicas, socioculturales, de aprendizaje y de desarrollo. Todas son importantes, por supuesto, y todas son necesarias para una ciencia integral de la mente. Pero dejan fuera todo un nivel de análisis.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u>Las causas últimas (*) son necesarias para una ciencia completa de la mente:</u></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Por qué esta división explicativa de los fenómenos en diferentes niveles de análisis se aplica sólo a la biología y no a la psicología? Al igual que sirven para tratar de explicar el corazón y el hígado, buscar la respuesta a las mismas cuatro preguntas es necesario para comprender bien los distintos aspectos de la mente: cómo se desarrollan durante la vida del organismo (<i>ontogenia o desarrollo</i>); cómo funcionan en el momento presente (cuál es el <i>mecanismo</i>); cómo evolucionaron a lo largo del tiempo (<i>filogenia</i>); y por qué evolucionaron (<i>función</i>).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los científicos saben desde hace tiempo que no pueden omitir el nivel de análisis próximo ni el último si quieren tener una comprensión completa de nuestros órganos corporales. Lo mismo ocurre con nuestros <i>órganos mentales</i>: si queremos comprender completamente, por ejemplo, la atención, la memoria y la emoción, tendremos que abordar estos aspectos de la mente tanto en el nivel de análisis próximo como en el último.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esto no implica que cada aspecto de nuestra mente obedezca a una función evolucionada. Los psicólogos evolucionistas sostienen también que nuestras mentes contienen muchos <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/2015ToobyCosmides%20BussEPHandbook.pdf">subproductos (efectos secundarios) que no responden a ninguna función evolucionada</a>. Pero incluso estos subproductos sin función requieren pasar por el último nivel de análisis: han evolucionado con el tiempo (por lo que requieren el nivel filogenético de análisis) y son subproductos de adaptaciones que sí tienen una función biológica (por lo que requieren el nivel funcional de análisis). Simplemente no hay modo de eludir la conclusión de que el nivel de análisis último es de entera aplicación a la mente y a su funcionamiento.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los psicólogos que se centren únicamente en las causas próximas pueden hacer grandes progresos en el descubrimiento del funcionamiento de la mente. La historia de la psicología en el siglo XX es testimonio de ello. Pero el progreso es más rápido cuando se incorpora el último nivel de análisis al proceso investigador. Y, lo que es más reseñable, es imposible construir una ciencia completa de la mente si se ignora una de las dos cuestiones básicas que atañen a todos los organismos vivos. Las explicaciones evolucionistas no son un añadido opcional en psicología, como muchos parecen pensar; son, por el contrario, indispensables. Si queremos tener una ciencia de la mente más fructífera y plena, no podemos omitir la mitad de la ecuación explicativa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u>Las causas últimas arrojan nueva luz:</u></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Las causas últimas arrojan nueva luz, ofreciendo una perspectiva distinta de la que ofrecen las causas próximas. Consideremos la siguiente pregunta: <a href="https://science.sciencemag.org/content/156/3774/477">en la mayoría de las especies que se reproducen sexualmente, ¿por qué la proporción de sexos ronda el 1:1?</a> En especies como la humana, con un sistema de determinación del sexo XY, la respuesta próxima es bien conocida: a grandes rasgos, cada descendiente heredará un cromosoma sexual X de su madre y uno X o uno Y de su padre, con una probabilidad del 50% de cada uno. Así, cada nuevo cigoto tiene aproximadamente un 50% de posibilidades de ser XY (masculino) y un 50% de posibilidades de ser XX (femenino), lo que hace que la proporción de sexos de la población se aproxime a 1:1. Aunque esta explicación sea convincente, sólo es la mitad de la respuesta, la causa más próxima.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Qué más podría aportar una respuesta evolucionista? Podría parecernos que no hay nada más que explicar. Pero las causas últimas desmienten esta perspectiva. <a href="http://zoo-web02.zoo.ox.ac.uk/group/west/pdf/West_13.pdf">Sería mas o menos así</a>: imaginemos que los nacimientos de mujeres son menos frecuentes que los de hombres en una población, por lo que hay menos mujeres adultas en la población. Como las hembras son más escasas, por término medio tienen un mayor éxito reproductivo que los hombres. Al tener un mayor éxito reproductivo las hembras, los individuos que están genéticamente predispuestos a tener hijas acaban teniendo más descendencia, por término medio. Esto hace que los genes que predisponen a producir hijas aumenten su frecuencia en la población. Esto, a su vez, hace que los nacimientos de mujeres sean más comunes. A medida que los nacimientos de hembras se hacen más frecuentes, el mayor éxito reproductivo asociado a ser hembra se reduce, hasta desaparecer cuando la proporción de sexos llegar a la proporcion 1:1. Y de ése modo, una población con un sesgo inicial hacia un menor número de hembras acabará gravitando hacia una proporción de sexos equilibrada en 1:1. El mismo argumento es válido si se sustituyen a las hembras por los machos en el ejemplo. En otras palabras, una población que comienza con menos nacimientos de varones también tenderá a converger hacia una proporción de sexos de 1:1.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Lo más importante de esta explicación última es que no constituye una <i>alternativa</i> a la respuesta genética próxima, sino un <i>complemento</i>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Obsérvese también que la causa última arroja nueva luz sobre la proporción de sexos 1:1. Cuando se descubre por primera vez la causa última de un fenómeno de la fisiología, la psicología o el comportamiento, se aprende algo realmente nuevo, aunque ya se conozca la causa próxima de ese mismo fenómeno. Y, lo que es más importante, el nuevo nivel de comprensión no implica ni redundancia ni conflicto con la comprensión próxima ya existente. Por el contrario, complementa lo que se sabe, completando el cuadro. La causa última también deja claro que cualquier sensación de plenitud epistémica que tuviéramos antes era una ilusión: en realidad, sólo teníamos una de las mitades de la explicación.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span>Los análisis finales también ofrecen ventajas explicativas y predictivas adicionales. Por ejemplo, este análisis de la proporción de sexos 1:1 nos <a href="https://www.cell.com/current-biology/pdf/S0960-9822(06)01991-9.pdf">permite predecir qué especies no presentarán esta proporción y por qué</a>. Las explicaciones completas en psicología tienen las mismas virtudes científicas: arrojan nueva luz, explican los hallazgos existentes y predicen otros nuevos. Esto es cierto para una gran variedad de fenómenos psicológicos, como <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/2017Sell%20et%20al_The%20grammar%20of%20anger_Cognition.pdf">la ira</a>, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/2017Sznycer%20et%20al_Cross-cultural%20regularities%20in%20pride%20with%20SI%20Appendix_PNAS.pdf">el orgullo</a>, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/Shame%20traditional%20societies%20PNAS%20Szyncer%202018%20+SI.pdf">la vergüenza</a>, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/Evol%20Moral%20Cognition%2029%20Sept%202018%20proofs.pdf">la cognición moral</a>, <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2019/03/mate-preferences-and-their-behavioral-manifestations-FINAL-PUBLISHED-2019.pdf">las preferencias de pareja</a>, <a href="http://www-personal.umich.edu/~nesse/Articles/Nesse-EvolMentHlth-Buss-HBEvPsy-2005.pdf">la salud mental</a>, <a href="https://www.nature.com/articles/s41562-019-0730-3">la personalidad</a>, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1111/pops.12237?casa_token=0Crsk7O7Zi0AAAAA:4QBxenvcO7WJpfXgPJ6RjE0omRu8uYvYTAJjU5vMmNwVTUEmqxFulcj2zFrbL8ruWbpqHByNX7nUhHQ">la política</a>, <a href="http://www.dan.sperber.fr/wp-content/uploads/2010_claidiere_the-natural-selection-of-fidelity-in-social-learning.pdf">el aprendizaje social</a>, <a href="http://www.dan.sperber.fr/wp-content/uploads/2010_clement-et-al_epistemic-vigilance.pdf">la vigilancia epistémica</a>, <a href="https://www.cell.com/trends/cognitive-sciences/fulltext/S1364-6613(10)00216-0">el pensamiento espacial y numérico</a>, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/j.1467-7687.2007.00569.x?casa_token=hve45DOoisMAAAAA:CXsaVpQNZ8l_XylsGzir5x3yJtlu9I-RTzAS4RbUR3RXeZ9KgGWL42z0LQXjn6R5KuwxBY8HQL1DQZk">el conocimiento básico</a>, <a href="https://www.researchgate.net/profile/Joshua_Schrock/publication/335769130_Lassitude_The_emotion_of_being_sick/links/5dc2efcc299bf1a47b1bed95/Lassitude-The-emotion-of-being-sick.pdf">la enfermedad</a>, <a href="http://faculty.missouri.edu/~gearyd/GearyEvoEd.pdf">la educación</a>, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/GroupsInMind2010.pdf">la guerra</a>, <a href="http://yoksis.bilkent.edu.tr/pdf/files/12716.pdf">el hambre</a>, <a href="https://royalsocietypublishing.org/doi/pdf/10.1098/rstb.2010.0117">el asco</a>, <a href="https://www.oxfordclinicalpsych.com/view/10.1093/med-psych/9780190246846.001.0001/med-9780190246846">la psicopatología</a>, <a href="http://www.dan.sperber.fr/wp-content/uploads/2012_mercier_reasoning-as-a-social-competence.pdf">el razonamiento</a>, <a href="http://info-centre.jenage.de/assets/pdfs/library/williams_EVOLUTION_1957.pdf">el envejecimiento</a>, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1111/eva.12034">el cáncer</a>, <a href="https://aglenn.people.ua.edu/uploads/1/4/1/8/14182546/glenn_kurzban_raine_-_2011_-_evolutionary_theory_and_psychopathy.pdf">la psicopatía</a>, <a href="http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.115.3891&rep=rep1&type=pdf">las creencias religiosas</a>, <a href="https://www.oxfordhandbooks.com/view/10.1093/oxfordhb/9780199738182.001.0001/oxfordhb-9780199738182">la cognición animal</a>, <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-019-11786-6?fbclid=IwAR27VnUXg_liKxASBWnncj8WM2hn9tA0Qq6lKBcZyxIuvN9bAEEZJU8eLAc">el aprendizaje de las máquinas</a></span><a href="https://www.nature.com/articles/s41467-019-11786-6?fbclid=IwAR27VnUXg_liKxASBWnncj8WM2hn9tA0Qq6lKBcZyxIuvN9bAEEZJU8eLAc"> y la inteligencia artificial</a>, <a href="https://www.researchgate.net/profile/David_Bjorklund/publication/319609675_Evolutionary_Developmental_Psychology/links/5a6093a145851517c7ad63f1/Evolutionary-Developmental-Psychology.pdf">el desarrollo infantil</a>, <a href="https://www.tandfonline.com/doi/pdf/10.1080/15298868.2017.1356366?casa_token=GMWHWOno_eUAAAAA:2v0VK7WHbpcBionPmlWewcE-xW-JEowuZf8LkMUdzm0fQ_LyGvTX8A0N7Nk5KyiXv5Wte8qHf7yJZQ">la crianza de los hijos</a>, <a href="https://www.researchgate.net/profile/Aaron_Lukaszewski/publication/333937250_Pride_and_shame_Key_components_of_a_culturally_universal_status_management_system/links/5d261aff458515c11c242387/Pride-and-shame-Key-components-of-a-culturally-universal-status-management-system.pdf">el manejo del estatus</a>, <a href="https://www.researchgate.net/publication/331903155_The_reality_and_evolutionary_significance_of_human_psychological_sex_differences">las diferencias sexuales</a>, <a href="https://www.penguinrandomhouse.com/books/572584/this-is-your-brain-on-birth-control-by-sarah-e-hill-phd/">el control de la natalidad</a>, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1348/147608305X42929?casa_token=A6SwTUQk9ycAAAAA%3ANpfzz1A-ii1AaUbPwFg6MQxhrw_iTP2YQNEe7OGGKlzuGSlGkIzPRhOR3wmnn21aD9WkCHzI19ewjzk">los trastornos alimentarios</a>, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1111/mila.12000?casa_token=lzIMKJCliBoAAAAA:OOlSjcWvT2CXsbHETt_YS9tTSYmm0N9B98TxAYm-bCeIumwSf2nG_ovlBeAOCVCtCOJBWkhlodnXxx8">la reputación</a>, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/2012KrasnowEtAl_WhyPunish.pdf">el castigo</a>, <a href="https://www.researchgate.net/profile/Michael_Mccullough2/publication/255581893_Evolved_Mechanisms_for_Revenge_and_Forgiveness/links/00b7d53ba879e28b1c000000/Evolved-Mechanisms-for-Revenge-and-Forgiveness.pdf">la venganza</a>, <a href="https://www.thebritishacademy.ac.uk/pubs/proc/files/88p119.pdf">el altruismo</a>, <a href="https://www.annualreviews.org/doi/abs/10.1146/annurev.psych.59.103006.093625?casa_token=Cojp6VtqJrwAAAAA%3AUAs6DKCRANrSJBRMumW29pikdxYB4_hbW0KHSdm7JOb350iibtNcMcNaFmtwLKwBANHrHlMQqiIinig&journalCode=psych">la empatía</a>, <a href="https://www.researchgate.net/publication/269096347_Human_Emotions_An_Evolutionary_Psychological_Perspective">la emoción</a>, <a href="http://www-personal.umich.edu/~nesse/Articles/SmokeDetectorPrin-Nesse-NYAS-2000.pdf">la ansiedad</a>, <a href="https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0005802">la amistad</a>, <a href="https://greatergood.berkeley.edu/images/application_uploads/McCullough-AdaptationAltuism.pdf">la gratitud</a>, <a href="http://www-personal.umich.edu/~nesse/Articles/Nesse-EvolutionBereavement-2005.pdf">el duelo</a>, <a href="https://www.semanticscholar.org/paper/The-ease-and-extent-of-recursive-mindreading%2C-and-O%E2%80%99Grady-Kliesch/cad01725331f9e2d7d511e2d380317dbe728640d">el pensamiento recursivo</a>, <a href="https://www.staff.ncl.ac.uk/daniel.nettle/the%20paranoid%20optimist.pdf">los sesgos cognitivos</a>, <a href="https://www.pnas.org/content/pnas/105/3/833.full.pdf">el estilo indirecto en el lenguaje</a>, <a href="http://pdescioli.com/papers/thomas.etal.common.knowledge.jpsp14.pdf">el conocimiento compartido</a> y <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/PNASCosmidesBarrettTooby2010_wSI.pdf">nuestra capacidad para detectar a quienes violan los contratos sociales</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u>La distinción entre causas próximas y causas últimas puede dejar de ser un conflicto innecesario para convertirse en un intercambio productivo:</u></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Aceptar la distinción próximo-último tiene otro efecto saludable: puede convertir un conflicto innecesario en un intercambio productivo. Por ejemplo, una de las falsas dicotomías más comunes en psicología es la<a href="https://www.researchgate.net/publication/330211651_Context_Environment_and_Learning_in_Evolutionary_Psychology"> falacia de la evolución frente al aprendizaje</a>. Se corresponde directamente con la distinción entre las causas últimas y las próximas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Según la sabiduría convencional de las ciencias sociales, si un comportamiento o rasgo psicológico es aprendido, entonces no ha evolucionado, y viceversa. <a href="https://areomagazine.com/2019/08/20/seven-key-misconceptions-about-evolutionary-psychology/">Esta es una forma inexacta y profundamente engañosa de enfocar la cuestión</a>. La falacia radica en la distinción entre causas últimas y proximas como contrapuestas: las explicaciones evolucionistas se sitúan en el nivel último de análisis, mientras que el aprendizaje se sitúa en el nivel próximo. Por tanto, no entran en conflicto. De hecho, no sólo son perfectamente compatibles, sino que en muchos casos <i>tendremos que recurrir a ambas</i> para explicar de forma exhaustiva los hechos de la psicología y del comportamiento.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La distinción próximo-último (explicaciones/causas próximas vs explicaciones/causas últimas) ayuda, por tanto, a disolver la falacia que enfrenta la evolución al aprendizaje, un viejo impedimento para el progreso de la psicología. En las antiguas iteraciones nativistas vs. empiristas de este debate, los errores clave de los respectivos campos eran (1) la noción errónea de que el aprendizaje es relativamente poco importante, y los organismos nacen con todo el conocimiento que necesitan, y (2) la noción igualmente incorrecta de que los organismos aprenden todo lo que saben, y la explicación evolucionista no es necesaria para explicar los comportamientos aprendidos. La adopción de una única herramienta conceptual (la distinción proximo-última) nos aleja de ese dilema explicativo del tipo Escila y Caribdis. Y una vez que nos hemos deshecho de esas afirmaciones inexactas, somos libres de sustituirlas por las siguientes ideas mutuamente compatibles: (1) el aprendizaje es muy importante, (2) <a href="https://www.researchgate.net/publication/330211651_Context_Environment_and_Learning_in_Evolutionary_Psychology">los mecanismos de aprendizaje existen porque han evolucionado</a> y (3) sus patrones de funcionamiento <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1090513812000049">reflejan el tipo de problemas para los que han evolucionado</a>. Estudiar el funcionamiento de la mente resulta más fácil y fructífero sin dicotomías conceptualmente confusas que enturbien nuestro pensamiento. La distinción próximo-último contribuye a la consecución de este objetivo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span>Merece la pena detenerse a puntualizar que, al igual que las explicaciones basadas en el aprendizaje, las explicaciones socioculturales también se sitúan en el nivel próximo de análisis. Esto significa que las explicaciones evolucionistas y las socioculturales <i>además</i> suelen ser compatibles. Es habitual pensar que existe algún tipo de tensión inherente entre estos dos tipos de explicaciones, pero no es así, al menos no necesariamente (véase <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2013/02/Lewis-Al-Shawaf-Conroy-Beam-Asao-and-Buss-2017.pdf">este artículo</a> </span>para más detalles sobre cuándo <i>pueden</i> entrar en conflicto las explicaciones próximas y las últimas). Cuanto más se extienda esta idea en las ciencias sociales, más se podrá fomentar la colaboración entre investigadores con trayectorias y enfoques teóricos muy diferentes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Así pues, si se entiende correctamente, esta herramienta conceptual podría ser un catalizador que facilite tender puentes entre las distintas ciencias sociales y las ciencias de la vida. La distinción próximo-último nos ayuda a dar un empujón en esta dirección, hacia una unión de científicos de formación dispar que estudien la evolución y las influencias socioculturales de la mente y el comportamiento de forma colaborativa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u>Conclusión:</u></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u><br /></u></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La distinción entre causas próximas y causas últimas es clave para el progreso de la psicología por al menos tres razones. En primer lugar, la psicología no puede aspirar a ser una ciencia integral de la mente si sigue ignorando la mitad de la ecuación que la explica. En segundo lugar, las explicaciones últimas proporcionan una capa adicional de comprensión, distinta de la ofrecida por las próximas. Y en tercer lugar, aceptar la distinción entre los dos niveles de análisis puede convertir un conflicto innecesario en un intercambio productivo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">William James -uno de los fundadores de la psicología moderna- fue a menudo un adelantado. Ya a finales del siglo XIX destacó la importancia del pensamiento evolucionista en la psicología. Más de un siglo después, estamos haciendo verdaderos progresos haciendo realidad la visión de James. El objetivo final es construir una ciencia madura de la mente que explique no sólo cómo funcionan nuestros mecanismos psicológicos, sino también <i>por qué</i> funcionan así y, en primer término, por qué existen.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Así que la próxima vez que se encuentre con una explicación evolutiva de un fenómeno para el que ya ha oído una explicación próxima plausible, recuerde que ambas no suelen ser alternativas. Son explicaciones <i>complementarias</i> que <a href="https://www.researchgate.net/publication/333015559_Tinbergen's_Four_Questions">responden a diferentes preguntas en distintos niveles de análisis</a>. La explicación próxima con la que está familiarizado probablemente se centre en el aprendizaje, la cultura, las hormonas, el cerebro o una combinación de ellos. En cambio, la explicación última podría centrarse en cómo evolucionó el comportamiento a partir de una forma ancestral, o por qué evolucionó en primer término. No sólo no hay un conflicto inherente en juego, sino que sólo cuando combinamos los dos niveles de análisis -cómo funciona el sistema y por qué evolucionó de esa manera- podemos finalmente acercarnos a una comprensión completa del fenómeno en cuestión.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u>Nota del Traductor:</u> Al hablar de niveles de análisis próximos y últimos conforme al planteamiento de Niko Tinbergen, hemos utilizado en la traducción, en las ocasiones que era factible, los conceptos <i>causas próximas</i> y <i>causas</i> <i>últimas</i>. En español, y principalmente en los análisis de psicología evolucionista, suele hablarse de causas próximas y causas últimas del comportamiento, y aunque explicación y causa no sean lo mismo, pueden usarse indistintamente en algunos casos</b>. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ensayo original en <a href="https://areomagazine.com/"><b>Areo Magazine</b></a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"></span></p><h1 class="entry-title" style="-webkit-text-stroke: 0.5px rgb(0, 0, 0); background-color: white; box-sizing: border-box; color: white; line-height: 1em; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; position: relative; text-align: center; text-shadow: rgb(0, 0, 0) 1px 1px 0px;"><a href="https://areomagazine.com/2020/07/20/the-why-is-not-the-same-as-the-how-levels-of-analysis-and-scientific-progress-in-psychology/"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">The Why is Not the Same as the How: Levels of Analysis and Scientific Progress in Psychology</span></a></h1><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>El Dr. Laith Al-Shawaf es profesor asociado del Departamento de Psicología de la Universidad de Colorado, en Colorado Springs. Antes de trasladarse a Estados Unidos, fue docente en una universidad de lengua inglesa en Turquía y fue becario visitante en el Instituto de Estudios Avanzados de Berlín. Laith ha sido premiado tanto por su investigación como por su labor docente. Es miembro de la Academia Árabe-Alemana de Jóvenes (AGYA) y asesor académico principal del Centro de Investigación de Cognición Social Aplicada (CASCR) del Líbano. Puede encontrar sus escritos populares <a href="https://www.laithalshawaf.com/popular-science.html">aquí</a>, y puede encontrarlo en Twitter <a href="https://twitter.com/LaithAlShawaf?t=ZS2qkQLUvFOrHw4vsJEkqA&s=09">aquí</a>.</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-29330033072123610022022-09-25T15:43:00.005+02:002022-09-25T19:33:36.820+02:00El mito de Wöhler: El fin del vitalismo y el nacimiento de la abiogénesis<p style="text-align: justify;"> <span style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px;">En 1824, un joven químico alemán, Friedich Wöhler, estudiaba en el laboratorio del gran Jakob Berzelius en Suecia. Allí descubrió que podía sintetizar el ácido oxálico, un producto natural presente</span><span style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px;"> </span><a href="http://espiadellabo.com/2015/01/noticia-no18-cebolla/" rel="noreferrer noopener" style="color: #3590ea; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-decoration-line: none;" target="_blank">en muchas plantas</a><span style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px;">, a partir de dos gases:</span><span style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px;"> </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cian%C3%B3geno" rel="noreferrer noopener" style="color: #3590ea; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-decoration-line: none;" target="_blank">cianógeno</a><span style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px;"> </span><span style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px;">y amoniaco (actualmente consideramos esta síntesis parte de la Química Prebiótica). Junto al ácido oxálico se formaba en abundancia un segundo producto, un sólido blanco cristalino. Poco tiempo después, Wöhler identificó ese segundo producto, llevándose una gran sopresa: era</span><span style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px;"> </span><strong style="color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px;">urea</strong><span style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px;">. En 1828 publicó otro resultado inesperado, y era que,</span><span style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px;"> </span><strong style="color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px;">al intentar obtener cianato amónico a partir de cianato de plata y cloruro amónico, siempre obtenía urea</strong><span style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px;">.</span></p><div class="wp-block-image" style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; margin: 0px 0px 1em;"><figure class="aligncenter size-full is-resized" style="clear: both; display: table; margin: 0px auto;"><img alt="" class="wp-image-10463" height="541" sizes="(max-width: 482px) 100vw, 482px" src="https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/Friedrich_Wohler_Litho-1.jpg" srcset="https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/Friedrich_Wohler_Litho-1.jpg 800w, https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/Friedrich_Wohler_Litho-1-267x300.jpg 267w, https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/Friedrich_Wohler_Litho-1-768x862.jpg 768w" style="border-radius: inherit; height: auto; max-width: 100%; vertical-align: bottom;" width="482" /><figcaption style="caption-side: bottom; display: table-caption; margin-bottom: 1em; margin-top: 0.5em;">Friedich Wöhler en 1856. Pionero de la Química cuya síntesis de urea aún resuena incluso en nuestro propio trabajo.</figcaption></figure></div><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">Este experimento ha pasado a la Historia como un momento revolucionario que marcó el origen de la Química Orgánica moderna y el fin de la <strong>teoría del vitalismo</strong>, que afirmaba que había una diferencia fundamental entre los compuestos llamados inorgánicos y los orgánicos: La ‘fuerza vital’ que hace posible el origen de los últimos. Así se cuenta la síntesis de urea de Wöhler en infinidad de libros de texto, clases y conferencias. De hecho, recientemente he podido leer la idea común que se ha establecido sobre el trabajo de Wöhler: «<em>Este <a href="https://www.facebook.com/hashtag/descubrimiento?__eep__=6&__cft__[0]=AZUR9IMI9xmiAz8A0AYvvwhYPIrKSRV0b6zogKNprFikGNDDxWY5-djwrzak2-0NIVhhj2ylw_B0Wu-rb2U4Fook3txKw9x0Qh2BbqH0HRFKET2K-_wTJo-SrvJZPQJbSK8&__tn__=*NK-R" style="color: #3590ea; text-decoration-line: none;">descubrimiento</a> se convirtió en una <a href="https://www.facebook.com/hashtag/refutaci%C3%B3n?__eep__=6&__cft__[0]=AZUR9IMI9xmiAz8A0AYvvwhYPIrKSRV0b6zogKNprFikGNDDxWY5-djwrzak2-0NIVhhj2ylw_B0Wu-rb2U4Fook3txKw9x0Qh2BbqH0HRFKET2K-_wTJo-SrvJZPQJbSK8&__tn__=*NK-R" style="color: #3590ea; text-decoration-line: none;">refutación</a> del <a href="https://www.facebook.com/hashtag/vitalismo?__eep__=6&__cft__[0]=AZUR9IMI9xmiAz8A0AYvvwhYPIrKSRV0b6zogKNprFikGNDDxWY5-djwrzak2-0NIVhhj2ylw_B0Wu-rb2U4Fook3txKw9x0Qh2BbqH0HRFKET2K-_wTJo-SrvJZPQJbSK8&__tn__=*NK-R" style="color: #3590ea; text-decoration-line: none;">vitalismo</a>, la <a href="https://www.facebook.com/hashtag/hip%C3%B3tesis?__eep__=6&__cft__[0]=AZUR9IMI9xmiAz8A0AYvvwhYPIrKSRV0b6zogKNprFikGNDDxWY5-djwrzak2-0NIVhhj2ylw_B0Wu-rb2U4Fook3txKw9x0Qh2BbqH0HRFKET2K-_wTJo-SrvJZPQJbSK8&__tn__=*NK-R" style="color: #3590ea; text-decoration-line: none;">hipótesis</a> de que lo que mantiene la actividad de los seres vivos es una «<a href="https://www.facebook.com/hashtag/fuerza?__eep__=6&__cft__[0]=AZUR9IMI9xmiAz8A0AYvvwhYPIrKSRV0b6zogKNprFikGNDDxWY5-djwrzak2-0NIVhhj2ylw_B0Wu-rb2U4Fook3txKw9x0Qh2BbqH0HRFKET2K-_wTJo-SrvJZPQJbSK8&__tn__=*NK-R" style="color: #3590ea; text-decoration-line: none;">fuerza</a> <a href="https://www.facebook.com/hashtag/vital?__eep__=6&__cft__[0]=AZUR9IMI9xmiAz8A0AYvvwhYPIrKSRV0b6zogKNprFikGNDDxWY5-djwrzak2-0NIVhhj2ylw_B0Wu-rb2U4Fook3txKw9x0Qh2BbqH0HRFKET2K-_wTJo-SrvJZPQJbSK8&__tn__=*NK-R" style="color: #3590ea; text-decoration-line: none;">vital</a>» <a href="https://www.facebook.com/hashtag/especial?__eep__=6&__cft__[0]=AZUR9IMI9xmiAz8A0AYvvwhYPIrKSRV0b6zogKNprFikGNDDxWY5-djwrzak2-0NIVhhj2ylw_B0Wu-rb2U4Fook3txKw9x0Qh2BbqH0HRFKET2K-_wTJo-SrvJZPQJbSK8&__tn__=*NK-R" style="color: #3590ea; text-decoration-line: none;">especial</a></em>«</p><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">Sin embargo, ¿realmente fue la urea de Wöhler tan revolucionaria que supuso el fin del vitalismo?. La verdad <strong>es que no</strong>, <strong>la síntesis de Wöhler no influyó decisivamente en la percepción del vitalismo</strong>, sino que este mito parte de un análisis <em>a posteriori</em> de su trabajo, cuando el vitalismo estaba recibiendo los últimos clavos de su ataúd. Como siempre, la Historia es mucho más complicada que lo que se cuenta.</p><h3 style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; line-height: 1.7em; text-align: justify;">La verdadera importancia de la urea de Wöhler en su tiempo</h3><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">La teoría del vitalismo sugería que los organismos vivos se diferenciaban de los objetos inanimados en que los primeros poseen una ‘fuerza vital’ que impulsa procesos químicos que no pueden explicarse con la química ‘inorgánica’ conocida. Así, los compuestos químicos que se pueden encontrar en plantas o animales no podrían generarse en el laboratorio a partir de precursores o de sus elementos constituyentes. Este concepto llevo a <strong>diferenciar la Química Inorgánica de la Química Orgánica,</strong> que estudiaba los compuestos químicos generados por los organismos vivos. Esta diferenciación aún se mantiene, aunque no por la misma razón; la frontera entre las dos es difusa, y útil mas por razones educativas y prácticas que real. El propio Berzelius nos explica el concepto del vitalismo en 1837, en su <em>Lehrbuch der Chemie:</em></p><blockquote class="wp-block-quote" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; overflow-wrap: break-word;"><p style="text-align: justify;">Los elementos obedecen leyes diferentes en los compuestos orgánicos de las que obedecen en los compuestos inorgánicos; el cuerpo vivo es la fábrica en la que tienen lugar los procesos químicos.</p></blockquote><div class="wp-block-image" style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; margin: 0px 0px 1em;"><figure class="aligncenter size-full" style="clear: both; display: table; margin: 0px auto;"><img alt="" class="wp-image-10465" height="507" loading="lazy" sizes="(max-width: 773px) 100vw, 773px" src="https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/image-16.png" srcset="https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/image-16.png 773w, https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/image-16-300x197.png 300w, https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/image-16-768x504.png 768w" style="border-radius: inherit; height: auto; max-width: 100%; vertical-align: bottom;" width="773" /><figcaption style="caption-side: bottom; display: table-caption; margin-bottom: 1em; margin-top: 0.5em;">Laboratorio personal de Jakob Berzelius, uno de los más grandes químicos del siglo XIX, en Estocolmo (Suecia). Berzelius dijo «un laboratorio ordenado es indicio de un químico perezoso». Recordadlo cuando veáis mi laboratorio.</figcaption></figure></div><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">Durante la primera mitad del siglo XIX nadie dudaba del vitalismo. Cuando Wöhler presentó su síntesis de urea, un producto que sólo podía aislarse de la orina, fue una gran sorpresa. Nadie imaginaba que podría generarse en el laboratorio. Berzelius, el maestro de Wöhler, mostró gran entusiasmo y no era para menos: la síntesis de la urea abría la posibilidad de que la formación de compuestos orgánicos pudiera estudiarse en el laboratorio. La urea sintética tuvo eco y recibió muchos comentarios de todos los grandes químicos del momento. Por ejemplo, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Justus_von_Liebig" rel="noreferrer noopener" style="color: #3590ea; text-decoration-line: none;" target="_blank">Justus Liebig</a> escribió:</p><blockquote class="wp-block-quote" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; overflow-wrap: break-word;"><p style="text-align: justify;">La extraordinaria y hasta cierto punto <strong>inexplicable producción de urea sin la ayuda de las funciones vitales</strong>, por la que estamos en deuda con Wöhler, debe considerarse uno de los descubrimientos con los que ha comenzado una nueva era en la ciencia. Hay muchos cuerpos similares a la urea, todos los cuales probablemente en un período futuro serán producidos por medios artificiales; Estoy seguro de que se logrará este objetivo.</p><cite><div style="text-align: justify;">Justus Liebig, Report of the Seventh Meeting of theBritish Association for the Advancement of Science: Notes and Abstracts, 7 (1837)</div></cite></blockquote><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">Claramente Liebig, como el propio Wöhler, vislumbraba que, aunque de momento no lo tenían claro, era posible que los postulados del vitalismo podrían quedar atrás. Con el paso de los años se sobredimensionó la importancia de la síntesis de urea de Wöhler en el fin del vitalismo y el nacimiento de la Química Orgánica en sentido moderno. Sin embargo, en su momento no fue así. <strong>Wöhler no sólo no acabó con el vitalismo; ni siquiera se enfrentó a ello</strong>, y la teoría vitalista siguió en plena vigencia al menos durante los diez años siguientes. La clave es que l<strong>os reactivos que usó Wöhler procedían de fuentes biológicas</strong>. Él mismo lo explicaba en una carta a Berzelius:</p><blockquote class="wp-block-quote" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; overflow-wrap: break-word;"><p style="text-align: justify;">Esta formación artificial de urea: ¿se puede considerar como un ejemplo de formación de una sustancia orgánica a partir de sustancias inorgánicas? Es peculiar que la producción de ácido ciánico (y también de amoníaco), <strong>siempre requiere una sustancia originalmente orgánica</strong>; un <em>Naturphilosoph </em>diría que <strong>lo orgánico aún no ha desaparecido</strong> ni del carbón animal, ni en los compuestos ciano formados a partir de ellos, y por lo tanto siempre se puede reproducir un cuerpo orgánico a partir de otros cuerpos orgánicos.</p><cite><div style="text-align: justify;">Wöhler a Berzelius, 22 de Febrero de 1828.</div></cite></blockquote><figure class="wp-container-2 wp-block-gallery-1 wp-block-gallery aligncenter has-nested-images columns-default is-cropped" style="--wp--style--unstable-gallery-gap: var( --wp--style--gallery-gap-default, var( --gallery-block--gutter-size, var( --wp--style--block-gap, 0.5em ) ) ); align-items: normal; background-color: white; clear: both; color: #999999; display: flex; flex-wrap: wrap; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; gap: var( --wp--style--gallery-gap-default, var( --gallery-block--gutter-size, var( --wp--style--block-gap, 0.5em ) ) ); justify-content: center; margin: 5px auto;"><figure class="wp-block-image size-large" style="align-self: inherit; display: flex; flex-direction: column; flex-grow: 1; justify-content: center; margin: 0px; max-width: 100%; position: relative; width: calc(50% - var(--wp--style--unstable-gallery-gap, 16px)*0.5);"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMR_XoZ-aUKY2Z0mr0KcYqhPF3dFIM44mUBxjTIj7pUc2ku9UECUbm6K6JeCVhGxl6fQ_NYaC53LsMAZ2JH-S-o3Y7eScoHDd5elgXXx9aA1TGhcnqRsTRiqcG1gyJm7l7cqsnRPNkivSAt5z4JZZiNaPdoqpBX2DWrprFjKTyvjAWJps/s4096/GridArt_20220925_192342055.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="3072" data-original-width="4096" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMR_XoZ-aUKY2Z0mr0KcYqhPF3dFIM44mUBxjTIj7pUc2ku9UECUbm6K6JeCVhGxl6fQ_NYaC53LsMAZ2JH-S-o3Y7eScoHDd5elgXXx9aA1TGhcnqRsTRiqcG1gyJm7l7cqsnRPNkivSAt5z4JZZiNaPdoqpBX2DWrprFjKTyvjAWJps/w640-h480/GridArt_20220925_192342055.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cristales de urea obtenidos en el laboratorio. La urea se forma en diversas condiciones prebióticas y a partir del cianato.</td></tr></tbody></table><span style="text-align: justify;"><br /></span><span style="text-align: justify;"><br /></span><span style="text-align: justify;">Asi que, no, <strong style="display: inline;">Wöhler no acabó con el vitalismo </strong>en absoluto. Ni su experimento fue planteado o inicialmente interpretado como una refutación del vitalismo. ¿por qué tuvo tanto impacto y aceptación en su momento? Ciertamente no por refutar una teoría dominante, algo que no suele acarrear buenas críticas. La clave fue otro aspecto tanto o más importante, que suele pasarse desapercibido: </span><strong style="text-align: justify;">Wóhler había descubierto los isómeros</strong><span style="text-align: justify;">. </span><span style="text-align: justify;"><br /></span><span style="text-align: justify;"><br /></span><span style="text-align: justify;">La urea y el cianato amónico son dos compuestos isómeros, es decir, tienen los mismos átomos (la misma composición) pero ordenados de manera diferente, resultando en compuestos con la misma fórmula empírica, pero propiedades distintas. Además, podían interconvertirse. Para Wöhler y los grandes químicos de su tiempo esto era lo verdaderamente excitante de la síntesis de la urea.</span></figure></figure><div class="wp-block-image" style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; margin: 0px 0px 1em;"><figure class="aligncenter size-full" style="clear: both; display: table; margin: 0px auto;"><img alt="" class="wp-image-10461" height="401" loading="lazy" sizes="(max-width: 640px) 100vw, 640px" src="https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/640px-DBP_1982_1148_Friedrich_Wohler.jpg" srcset="https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/640px-DBP_1982_1148_Friedrich_Wohler.jpg 640w, https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/640px-DBP_1982_1148_Friedrich_Wohler-300x188.jpg 300w" style="border-radius: inherit; height: auto; max-width: 100%; vertical-align: bottom;" width="640" /><figcaption style="caption-side: bottom; display: table-caption; margin-bottom: 1em; margin-top: 0.5em;">Sello conmemorativo del centenario de la muerte de Wöhler, en el que se muestra la urea y la isomerización del cianato amónico.</figcaption></figure></div><h3 style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; line-height: 1.7em; text-align: justify;">Del fin del vitalismo a la abiogénesis</h3><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">Si Wöhler no puso fin al vitalismo, al menos si marcó el principio del fin de aquella teoría. Su muerte definitiva podríamos fecharla en 1845. En ese momento, otro químico alemán relevante, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Adolph_Wilhelm_Hermann_Kolbe" rel="noreferrer noopener" style="color: #3590ea; text-decoration-line: none;" target="_blank">Hermann Kolbe</a>, logró obtener ácido acético, un compuesto típicamente biológico, que se obtenía del vinagre. El logro de Kolbe fue generarlo a partir de compuestos inorgánicos, sin precursores de procedencia biológica, en una compleja síntesis, usando disulfuro de carbono como producto de partida. <strong>La síntesis de ácido acético de Kolbe, era, pues, la primera demostración de la producción completamente artificial e ‘inorgánica’ de un compuesto orgánico</strong>. Con ello se ponía fin al vitalismo y comenzaba la edad de oro de la Química Orgánica.</p><div class="wp-block-image" style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; margin: 0px 0px 1em;"><figure class="aligncenter size-full is-resized" style="clear: both; display: table; margin: 0px auto;"><div style="text-align: justify;"><img alt="" class="wp-image-10466" height="132" loading="lazy" src="https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/images_medium_9789812839732_0008f001.gif" style="border-radius: inherit; height: auto; max-width: 100%; vertical-align: bottom;" width="643" /></div><figcaption style="caption-side: bottom; display: table-caption; margin-bottom: 1em; margin-top: 0.5em; text-align: justify;">Dando la puntilla a una teoría errónea con un experimento: la síntesis de ácido acético de Kolbe a partir de carbono y agua, usando cloro, pirita y una nueva tecnología en aquel momento: la electricidad.</figcaption></figure></div><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">El final del vitalismo, que no fue resultado de un simple experimento, sino del esfuerzo colectivo en el desarrollo de la Química actual, supuso destruir la barrera entre la Química de los compuestos inorgánicos y los de origen biológico: Todos los compuestos químicos, incluyendo los compuestos que forman parte de los organismos vivos, siguen las mismas reglas. No hay una misteriosa ‘fuerza vital’ que regule las combinaciones químicas del carbono. Ello llevó, junto con el descubrimiento de las enzimas, a la Bioquímica moderna, que creció en paralelo con la Química Orgánica.</p><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">La siguiente pregunta, entonces, era obvia, máxime tras el planteamiento de la teoría evolucionista de Darwin: <strong>Si los compuestos orgánicos pueden sintetizarse a partir de precursores inorgánicos, ¿es posible que, originalmente, los componentes de los primeros seres vivos tuvieran también un origen inorgánico?</strong>. ¿sería posible que aún hoy dia los compuestos orgánicos generados por plantas tengan un origen inorgánico que pueda reproducirse en el laboratorio?. <strong>Si no hace falta una ‘fuerza vital’ (de origen posiblemente divino) y los elementos siguen reglas fijas que pueden estudiarse, tal vez el mismísimo origen de la vida hubiera seguido esas mismas reglas</strong>. Nacía la hipótesis de la <strong>abiogénesis</strong>.</p><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">En este momento el lector pensará en el famoso <strong>experimento de Miller-Urey </strong>de 1953, pero lo cierto es que este experimento no fue el pionero en el estudio experimental de la abiogénesis, enclavado en lo que actualmente denominamos Química Prebiótica. Estamos aquí ante otro mito, debido a que la popularidad del experimento de Miller eclipsó las aproximaciones anteriores. Lo cierto es que el primer experimento de Química Prebiótica realizado con la intención de entender el origen inorgánico de los compuestos biológicos lo hizo otro químico alemán casi olvidado, <strong>Walter Löb, en 1913</strong>. En su experimento, preparó lo que se pensaba que era una atmósfera primitiva, compuesta de dióxido de carbono, agua y amoniaco, y simuló los rayos de una tormenta en ella, usando descargas eléctricas. Obtuvo glicina y formamida, además de lo que luego Carl Sagan denominó <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Tholin" rel="noreferrer noopener" style="color: #3590ea; text-decoration-line: none;" target="_blank">tholin</a>. Dejemos que Löb nos lo explique:</p><blockquote class="wp-block-quote" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; overflow-wrap: break-word;"><p style="text-align: justify;">Entonces, por primera vez, un aminoácido ha sido producido artificialmente a partir de los precursores de su síntesis natural, que, en su fase mas simple, juegan un papel en el origen de las proteínas naturales como el producto final de la <strong>reaccion del ácido carbónico, amoniaco y agua, sin aplicación de otros materiales</strong>, únicamente a través de la aplicación de una energía especial que está en conexión próxima con las radiaciones naturales.</p><cite><div style="text-align: justify;">Walter Löb, 1913.</div></cite></blockquote><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">Así, el trabajo de Löb terminaba el camino iniciado por Wöhler, demostrando finalmente que los componentes de las biomoléculas podían generarse únicamente con compuestos inorgánicos simples, y, además, de un modo que podría haber ocurrido fácilmente en la Naturaleza sin intervenciones ‘inteligentes’.</p><div class="wp-block-image" style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; margin: 0px 0px 1em;"><figure class="aligncenter size-full is-resized" style="clear: both; display: table; margin: 0px auto;"><div style="text-align: justify;"><img alt="" class="wp-image-10460" height="496" loading="lazy" sizes="(max-width: 716px) 100vw, 716px" src="https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/image-15.png" srcset="https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/image-15.png 819w, https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/image-15-300x208.png 300w, https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/image-15-768x532.png 768w" style="border-radius: inherit; height: auto; max-width: 100%; vertical-align: bottom;" width="716" /></div><figcaption style="caption-side: bottom; display: table-caption; margin-bottom: 1em; margin-top: 0.5em;">Imagen de un experimento de descargas que hicimos en nuestro laboratorio. Es un abordaje clásico para generar compuestos orgánicos a partir de gases simples</figcaption></figure></div><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">Las ideas de la abiogénesis tuvieron eco en España. En 1920, el bioquímico y farmacéutico <a href="https://dbe.rah.es/biografias/4704/jose-rodriguez-carracido" rel="noreferrer noopener" style="color: #3590ea; text-decoration-line: none;" target="_blank">José Rodríguez Carracido</a> publicó su<strong> <em>teoría de la filogenia química</em></strong>. En ella proponía que:</p><blockquote class="wp-block-quote" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; overflow-wrap: break-word;"><p style="text-align: justify;">En las épocas previas a la aparición de la vida, la composición atmosférica pudo permitir una mayor incidencia de radiación ultravioleta sobre la Tierra, que pudo hacer posible la síntesis de cianhidrinas que pudieron generar los primeros aminoácidos. […]Análogamente a la serie filogenética de los organismos que se desarrolla desde los unicelulares hasta los multicelulares, debe admitirse otra serie filogenética química que, desde el término inicial de una sencilla combinación carbo-nitrogenada, el HCN, vaya creciendo gradualmente hasta las proteínas y los proteidos de mayor magnitud molecular, articulando las piezas en el complejísimo mosaico</p><cite><div style="text-align: justify;">J. R. Carracido, 1920</div></cite></blockquote><div class="wp-block-image" style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; margin: 0px 0px 1em;"><figure class="aligncenter size-large is-resized" style="clear: both; display: table; margin: 0px auto;"><div style="text-align: justify;"><img alt="" class="wp-image-10467" height="465" loading="lazy" sizes="(max-width: 626px) 100vw, 626px" src="https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/Dr_Jose_Rodriguez_Carracido_recteur_...Marin_Luis_btv1b531947562-1024x761.jpeg" srcset="https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/Dr_Jose_Rodriguez_Carracido_recteur_...Marin_Luis_btv1b531947562-1024x761.jpeg 1024w, https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/Dr_Jose_Rodriguez_Carracido_recteur_...Marin_Luis_btv1b531947562-300x223.jpeg 300w, https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/Dr_Jose_Rodriguez_Carracido_recteur_...Marin_Luis_btv1b531947562-768x571.jpeg 768w, https://chemevol.web.uah.es/wp/wp-content/uploads/2022/09/Dr_Jose_Rodriguez_Carracido_recteur_...Marin_Luis_btv1b531947562.jpeg 1418w" style="border-radius: inherit; height: auto; max-width: 100%; vertical-align: bottom;" width="626" /></div><figcaption style="caption-side: bottom; display: table-caption; margin-bottom: 1em; margin-top: 0.5em; text-align: justify;">José R. Carracido en su laboratorio, en una foto tomada por el reportero <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Ram%C3%B3n_Mar%C3%ADn" rel="noreferrer noopener" style="color: #3590ea; text-decoration-line: none;" target="_blank">Luis Ramón Marín</a>. Carracido fue uno de los impulsores del evolucionismo en España, ideas que incluso llevó a la química, con su teoría de la filogenia química, con la que se podría sustanciar la abiogénesis. Y pensar que Carracido pudo haber sido el Stanley Miller español, pero nadie hizo (o publicó) los experimentos que propuso. Dos décadas después, y siendo su trabajo desconocido, Miller y Juan Oró mostraron que su predicción era correcta.</figcaption></figure></div><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">Carracido, dos décadas antes del experimento de Miller-Urey y de la síntesis de adenina de Juan Oró, predijo esos resultados, propuso el mecanismo de formación de los aminoácidos y propuso <strong>la importancia del cianuro de hidrógeno y de la urea en el proceso de ‘filogenia química’ que actualmente denominamos Química Prebiótica y Evolución Química</strong>. Carracido no pudo poner en marcha la investigación experimental de su teoría, y nadie en España tuvo interés en ello, en otra prueba del mal endémico que sufre la ciencia experimental en nuestro país. Si hubiera sido de otra manera, el experimento de Miller podría haber llevado un nombre español.</p><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">Sea como fuere,<strong> la urea, de nuevo, aparecía como uno de los protagonistas en el desarrollo de una nueva Química</strong>, cerrando el ciclo que comenzó Wöhler. Ahora sabemos, a través de multitud de resultados experimentales, que <strong>la urea pudo ser un componente clave en el origen inorgánico de la vida</strong>, idea que llevamos defendiendo desde que publicamos nuestro primer trabajo al respecto en 2009.</p><h3 style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; line-height: 1.7em; text-align: justify;">Algunas referencias</h3><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;"><a href="https://analesranf.com/wp-content/uploads/2010/76_04/7604_02.pdf" style="color: #3590ea; text-decoration-line: none;">https://analesranf.com/wp-content/uploads/2010/76_04/7604_02.pdf</a></p><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">Ramberg, P. J. (2000) ‘The Death of Vitalism and the Birth of Organic Chemistry: Wöhler’s Urea Synthesis and the Disciplinary Identity of Organic Chemistry’, Ambix, 47(3), pp. 170–195. doi: 10.1179/amb.2000.47.3.170.</p><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">Menor-Salván, C. (2018) ‘From the Dawn of Organic Chemistry to Astrobiology: Urea as a Foundational Component in the Origin of Nucleobases and Nucleotides’, in Menor-Salván, C. (ed.) Prebiotic Chemistry and Chemical Evolution of Nucleic Acids. Basel: Springer International Publishing, pp. 85–142. doi: 10.1007/978-3-319-93584-3_4.</p><p style="background-color: white; color: #999999; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: justify;">Michele Fiore (Ed.). Prebiotic Chemistry and Life’s Origin. Chemical Biology series Nº 20. RSC (2022).</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-41307633402035672342022-09-21T19:03:00.000+02:002022-09-21T19:03:59.684+02:00Siete errores de concepto clave sobre la psicología evolucionista <p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh12RhhMPKl0H_B1GJedYFEWP-Mh09FlJc_4Qikoy47IAHfy5oBXKMfjBqS33DB7wic5iQeWvC7pORCx6YOECXCWQNxRnNf4zPRSoVJVZ1OgFzei77uUFaEx-WBpnGnoxaFFaFhgdKvWmuWxewmi91tK7vp6XXH7k5-9ac6-EKr3RMMjK_N8Q/s3300/AdobeStock_193759941.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="2475" data-original-width="3300" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh12RhhMPKl0H_B1GJedYFEWP-Mh09FlJc_4Qikoy47IAHfy5oBXKMfjBqS33DB7wic5iQeWvC7pORCx6YOECXCWQNxRnNf4zPRSoVJVZ1OgFzei77uUFaEx-WBpnGnoxaFFaFhgdKvWmuWxewmi91tK7vp6XXH7k5-9ac6-EKr3RMMjK_N8Q/w640-h480/AdobeStock_193759941.jpeg" width="640" /></span></a></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El enfoque evolucionista de la psicología promete revolucionar el campo y unificarlo con el de las ciencias biológicas. Pero tanto entre académicos como entre el público en general, existen algunos errores de concepto clave que impiden la aplicación de este enfoque al estudio de la psicología y del comportamiento. En este ensayo abordaremos los errores de concepto más extendidos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u>Primer error: </u> Evolución y Aprendizaje ofrecen explicaciones contradictorias del comportamiento.</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La gente suele asumir que si algo se ha aprendido es porque no tiene raíces evolutivas, y a la inversa. Esta es una forma equivocada de enfocar la cuestión, por tres motivos fundamentales.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En primer término, muchas hipótesis evolucionistas están relacionadas directamente con el aprendizaje. Por ejemplo, cuando afirmamos que <a href="https://psycnet.apa.org/buy/2001-07628-001"><span style="color: #783f04;">los humanos tienen un miedo evolucionado a las serpientes y las arañas</span></a> no significa que estemos sugiriendo que la gente nazca con este miedo. Por contra lo que significa es que los humanos están dotados de un mecanismo de aprendizaje evolucionado que permite adquirir el miedo a las serpientes con más facilidad y fluidez que otros miedos.<span style="color: #783f04;"> <a href="https://psycnet.apa.org/fulltext/1991-03463-001.html"><span style="color: #783f04;">Muchos estudios clásicos de psicología</span></a></span> demuestran que los monos pueden adquirir el miedo a las serpientes mediante el aprendizaje por observación, y tienden a adquirirlo más rápidamente que un miedo similar a otros objetos, como los conejos o las flores. También es más difícil para los monos desaprender el miedo a las serpientes que otros miedos adquiridos. Al igual que en el caso de los monos, la hipótesis de que los humanos tienen un miedo evolucionado a las serpientes no significa que nazcamos con este miedo. Mas bien significa que aprendemos este miedo a través de un mecanismo de aprendizaje evolucionado que está <a href="https://psycnet.apa.org/record/1973-26422-000"><span style="color: #783f04;">biológicamente preparado</span></a> para adquirir algunos miedos más fácilmente que otros.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En segundo lugar, <span style="color: #783f04;"><a href="https://www.researchgate.net/publication/330211651_Context_Environment_and_Learning_in_Evolutionary_Psychology"><span style="color: #783f04;">el aprendizaje es posible gracias a mecanismos evolucionados ubicados en el cerebro</span></a>.</span> Somos capaces de aprender porque estamos dotados de mecanismos neurocognitivos que permiten el aprendizaje, y estos mecanismos neurocognitivos se desarrollaron por evolución. Pensemos en el hecho de que tanto los niños como los cachorros pueden aprender, pero si se les intenta enseñar lo mismo -francés, por ejemplo, o teoría de juegos- acaban aprendiendo cosas diferentes. ¿Por qué? Porque los mecanismos de aprendizaje evolucionados del perro son diferentes de los del niño. Lo que los organismos aprenden, y cómo lo aprenden, depende de la naturaleza de los mecanismos de aprendizaje evolucionados alojados en sus cerebros.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Una analogía con la percepción ayuda a ilustrar este punto. Los organismos perciben en virtud de los mecanismos perceptivos de sus cerebros y órganos sensoriales. Para entender cómo funcionan estos mecanismos perceptivos y qué tipo de resultados producen, debemos buscar el proceso causal que les dio origen: la evolución. Se trata de una idea incontrovertible cuando se habla de la percepción, pero se aprecia menos cuando el mismo razonamiento se aplica al aprendizaje. Los organismos aprenden, y el aprendizaje es crucial para el comportamiento, pero el aprendizaje es posible gracias a los mecanismos de aprendizaje asentados en el cerebro, cuyo surgimiento se debe a la evolución. El aprendizaje y la evolución no son explicaciones contradictorias de ninguna cosa, más bien se pueden considerar socios explicativos naturales.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En tercer lugar, interpretar que evolución y aprendizaje entran automáticamente en conflicto es un error porque ni siquiera se sitúan en el mismo nivel de análisis: el aprendizaje de algo es una explicación próxima, mientras que la evolución es una explicación última. (<a href="https://academic.oup.com/emph/article/2019/1/2/5232207?login=false" style="color: #783f04;"><span style="color: #783f04;">El nivel de análisis próximo explica cómo funciona algo, mientras que el nivel último explica por qué funciona así</span></a>,<span style="color: #783f04;"> </span>o<span style="color: #783f04;"> <a href="https://www.researchgate.net/publication/333015559_Tinbergen's_Four_Questions"><span style="color: #783f04;">por qué el sistema se formó así en primer término</span></a></span>). Decir que algo es producto de la evolución no nos dice nada sobre cómo se producirá el comportamiento durante la vida del organismo: este puede implicar algo de aprendizaje, ningún aprendizaje o mucho aprendizaje. Por tanto, los dos tipos de explicaciones son compatibles. (Es posible que determinadas hipótesis evolutivas entren en conflicto con determinadas hipótesis de aprendizaje, como cuando una determinada hipótesis evolutiva arroja predicciones próximas que entran en conflicto con las realizadas por una determinada hipótesis de aprendizaje. Sin embargo, la cuestión a aclarar aquí es que no es necesario que las dos entren en conflicto, y hay muchos ejemplos en los que <a href="https://www.researchgate.net/publication/330211651_Context_Environment_and_Learning_in_Evolutionary_Psychology"><span style="color: #783f04;">la aproximación evolucionista y la del proceso de aprendizaje son perfectamente compatibles</span></a>. El error consiste en pensar que las dos explicaciones están automáticamente en conflicto, simplemente porque una implique aprendizaje y la otra evolución).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u>Segundo error:</u> Los productos de la evolución deben estar presentes desde el nacimiento (o cuando menos deben manifestarse muy pronto en el desarrollo biológico).</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Un segundo error de concepto es considerar que los productos de la evolución deben estar presentes al nacer el individuo o, al menos, deben surgir en las primeras fases de su desarrollo. <a href="https://www.researchgate.net/publication/325999471_13_Misunderstandings_about_Natural_Selection"><span style="color: #783f04;">Pero no es así como funciona la selección natural</span></a>: es fuente de adaptaciones que aparecen durante la fase de desarrollo en la que son necesarias, no sólo de adaptaciones que están presentes en el momento arbitrariamente seleccionado del nacimiento. Los dientes, los pechos y el vello facial lo ilustran bien: todos son productos indiscutibles de la evolución, pero no están presentes al nacer. Del mismo modo, nadie duda de que en las aves han evolucionado la capacidad de ver y de volar, a pesar de que muchas crías no son capaces de hacer ninguna de las dos cosas. <a href="https://www.cep.ucsb.edu/primer.html"><span style="color: #783f04;">Afirmar que una tendencia psicológica o un comportamiento es producto de la evolución</span></a> no es afirmar que esté presente al nacer, sino que se desarrolla de forma fiable en todos o la mayoría de los miembros de la especie durante la etapa de desarrollo correspondiente de la vida del organismo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y para desarrollarse adecuadamente, los productos de la evolución suelen requerir ciertas aportaciones del ambiente, lo cual conduce directamente al siguiente error común de concepto.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u>Tercer error:</u> La evolución implica determinismo genético.</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por muy extendida que esté la creencia, un enfoque evolucionista de la psicología no implica que se considere que el comportamiento viene determinado genéticamente. Y hay dos maneras de apreciar este punto.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En primer lugar, al igual que el resto de los científicos de la vida, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/primer.html"><span style="color: #783f04;">los psicólogos evolucionistas se adhieren a una visión interaccionista que afirma que todo en la mente, el cuerpo y el cerebro está codeterminado conjuntamente por los genes y el entorno</span></a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En segundo lugar, <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2015/10/Buss-1995-EP-a-new-paradigm.pdf">una perspectiva evolucionista destaca la centralidad del entorno</a>, señalando que es crucial en cada fase del proceso causal: la evolución inicial de las adaptaciones, su desarrollo a lo largo de la vida y sus desencadenantes en el presente inmediato. En otras palabras, un enfoque evolucionista sugiere que:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">a) Las presiones ambientales impulsan la evolución de las adaptaciones en primer lugar.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">b) Las adaptaciones requieren la presencia del medio ambiente para desarrollarse adecuadamente durante la vida de un organismo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">c) Los desencadenantes ambientales son necesarios para activar la adaptación en el momento presente. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En las tres escalas de tiempo importantes, una perspectiva evolucionista sitúa al medio ambiente en el centro del escenario.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Entonces, <a href="https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/147470490500300124">¿por qué (algunos) persisten en la creencia de que los psicólogos evolucionistas son deterministas genéticos?</a> Una posibilidad es que los críticos no sepan distinguir entre el hecho de que las adaptaciones tienen una base genética y la idea de que las adaptaciones están determinadas genéticamente (todas las adaptaciones tienen una base genética, pero no tienen por qué estár determinadas genéticamente). Es posible que muchos críticos desconozcan también la opinión generalizada entre los científicos evolucionistas de que los mecanismos evolutivos típicos de las especies suelen tener una <a href="http://human.projects.anth.ucsb.edu/epfaq/heritability.html">heredabilidad nula</a>. Al igual que ocurre con otros errores de concepto sobre la psicología evolucionista, <a href="https://www.researchgate.net/publication/228984612_Making_Hay_Out_of_Straw_Real_and_Imagined_Controversies_in_Evolutionary_Psychology">los críticos parecen haber formulado sus opiniones sin haber estudiado la literatura básica en este campo</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u>Cuarto error:</u> Si un comportamiento varía entre culturas, no es producto de la evolución.</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esta idea tiene sentido intuitivamente, pero, a pesar de todo, es errónea. El problema es el siguiente: el pensamiento evolucionista no sugiere que el comportamiento sea uniforme en todas las culturas, sino que la maquinaria neurocognitiva que produce el comportamiento es uniforme en todas las culturas. Estamos ante una afirmación muy diferente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pensemos en el lenguaje. Las personas que crecen en culturas diferentes aprenden idiomas diferentes. ¿Significa esto que las habilidades lingüísticas no son un producto de la evolución? No. Simplemente significa que <a href="https://stevenpinker.com/files/pinker/files/pinker_bloom_1990.pdf">la selección natural ha esculpido una capacidad universal para aprender idiomas, pero el idioma que se aprende depende del lugar donde se crezca</a>. Del mismo modo, <a href="http://www2.psych.ubc.ca/~henrich/pdfs/Gaze%20allocation%20_Cognition.pdf">todos los miembros de nuestra especie están equipados con mecanismos que nos orientan hacia la búsqueda de un estatus social</a> pero, como los marcadores de estatus pueden diferir según la cultura o subcultura, <a href="https://www.researchgate.net/profile/Nancy_Blaker/publication/271014414_The_Status-Size_Hypothesis_How_Cues_of_Physical_Size_and_Social_Status_Influence_Each_Other/links/54bbdc2b0cf253b50e2d12ab/The-Status-Size-Hypothesis-How-Cues-of-Physical-Size-and-Social-Status-Influence-Each-Other.pdf">crecemos prestando atención a los marcadores de estatus locales de nuestra cultura y aprendemos a valorarlos y a emularlos</a>. Algunas evidencias apuntan a que un proceso similar podría estar funcionando con el <a href="https://psycnet.apa.org/fulltext/2014-25367-001.html">asco</a> y con las <a href="https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/053901898037004003?casa_token=M2fmkZRC6QMAAAAA%3AsYt9plFtNVXNEdW7Kg24tSEkLXRde_aUzAOMpm59iPPgw8Vo5pk1QgeDRQpShbdKWgouW5nISCi2kg&journalCode=ssic">preferencias alimentarias</a>. El hecho de que los resultados -qué alimentos se comen o qué idioma se habla- difieran entre culturas, no significa que los mecanismos psicológicos subyacentes que generaron esos comportamientos también difieran entre culturas. La variabilidad transcultural del comportamiento puede estar, y a menudo lo está, basada en la uniformidad transcultural de los mecanismos neurocognitivos que generan esos comportamientos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esta es una distinción clave que merece ser repetida: la mayoría de los enfoques evolucionistas de la psicología y del comportamiento predicen la <a href="https://www.researchgate.net/publication/314737751_Evolutionary_Psychology_and_the_Emotions">universalidad en el nivel de la estructura de procesamiento de la información de los mecanismos neurocognitivos que producen el comportamiento</a>, no en el nivel de los resultados finales del comportamiento propiamente dicho.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Una forma de entender esto es por referencia a la <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1207/s15327965pli1702_1?casa_token=TFty5be8CKMAAAAA%3AW3jZ94K5Kl-29pEaEF2mJiPH2MDcAiYYvkS2gkiOhekDGxw3shTtoKiJ6fXH_nSOaxd8aigXBnZ5Ig&journalCode=hpli20">cultura evocada</a>. La cultura evocada se referiría a las diferencias culturales entre los grupos que surgen de la combinación de un mecanismo psicológico universal con factores ambientales que difieren entre las culturas. Esto puede expresarse claramente como una especie de ecuación informal: mecanismos psicológicos universales + factores ambientales que difieren según la cultura = resultados de comportamiento que difieren según la cultura.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Las diferencias culturales en las estrategias de emparejamiento ilustran este punto. <a href="https://www.researchgate.net/publication/7564691_Sociosexuality_from_Argentina_to_Zimbabwe_A_48-Nation_Study_of_Sex_Culture_and_Strategies_of_Human_Mating">Los estudios transculturales</a> demuestran que las diferencias en las estrategias de emparejamiento entre culturas pueden predecirse en función de la proporción de sexos. En los países con escasez de hombres, la cultura tiende a inclinarse más hacia el emparejamiento a corto plazo. En los países con escasez de mujeres, la cultura tiende a inclinarse más hacia el emparejamiento a largo plazo. ¿Por qué? Esta dinámica puede entenderse en términos económicos: el mercado del emparejamiento es una especie de mercado biológico en el que el sexo más escaso tiene mayor poder de negociación. Como los hombres, por término medio, tienen un mayor deseo que las mujeres de mantener relaciones sexuales ocasionales, las culturas con menos hombres tienden a inclinarse por el emparejamiento a corto plazo. Y como las mujeres, por término medio, tienen un mayor deseo que los hombres de mantener relaciones sexuales con compromiso, las culturas con menos mujeres tienden a inclinarse hacia el mayor compromiso (nótese la salvedad de que, por término medio, hay mucha variación dentro de cada sexo, pero <a href="https://www.researchgate.net/publication/327759539_Mate_Preferences_and_Their_Behavioral_Manifestations">los estudios muestran, no obstante</a>, una clara y sólida diferencia media entre los sexos).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esto es lo que se entiende por cultura evocada: un mecanismo psicológico universal, combinado con los aportes del entorno que difieren según la cultura, produce un comportamiento que difiere según la cultura. Lo más importante es que la variación cultural en el comportamiento de emparejamiento <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2013/02/Lewis-Al-Shawaf-Conroy-Beam-Asao-and-Buss-2017.pdf">no sólo no entra en conflicto con una explicación evolucionista</a>, sino que, de hecho, se predijo antes de constatarse utilizando el razonamiento evolucionista. Este fenómeno -la cultura evocada- también parece explicar parcialmente las <a href="https://www.researchgate.net/publication/49822934_The_Origins_of_Extraversion_Joint_Effects_of_Facultative_Calibration_and_Genetic_Polymorphism">diferencias culturales en rasgos de personalidad como la extraversión, la apertura a la experiencia y la sociosexualidad</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La sabiduría convencional en las ciencias sociales es que las diferencias culturales en un comportamiento implican que el comportamiento en cuestión no tiene base evolutiva. Esto intuitivamente parece válido, pero la conclusión es injustificada porque los enfoques evolucionistas de la psicología predicen la universalidad transcultural al nivel de los mecanismos de procesamiento de la información, no al nivel del comportamiento. La variación transcultural del comportamiento no sólo es coherente con una perspectiva evolucionista, sino que a menudo puede predecirse a<i> priori</i> utilizando un pensamiento evolucionista cuidadoso.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u>Quinto error:</u> La psicología evolucionista no presta suficiente atención a las diferencias individuales.</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esta idea tiene algo de cierto, siempre que se retroceda veinte años en el tiempo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La psicología evolucionista comenzó centrándose en los mecanismos característicos de la especie y en las diferencias entre los sexos. A primera vista, las diferencias individuales -especialmente las hereditarias- parecen más desafiantes desde una perspectiva evolucionista, así que los investigadores tardaron un tiempo en empezar a investigar el tema en serio. Algunos de los primeros intentos fueron artículos como <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2015/09/american-psychologist-1984.pdf">éste</a>, <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2015/09/dekay-and-buss-1992.pdf">éste</a>, <a href="https://pdfs.semanticscholar.org/003e/e2e4790ab83ee6ebf9d88264060806ef9171.pdf">éste</a> y <a href="http://www2.psych.ubc.ca/~schaller/Psyc591Readings/GangestadSimpson2000.pdf">éste otro</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Más recientemente, el interés de los psicólogos evolucionistas por las diferencias individuales ha ido creciendo a un buen ritmo, y estamos viendo como se producen avances tanto en las explicaciones como en las predicciones. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ejemplos de trabajos teóricos recientes que abordan las diferencias individuales serían <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2015/09/evolution-personality-and-individual-differences-2009.pdf">éste</a>, <a href="https://www.researchgate.net/profile/Daniel_Nettle/publication/6835926_The_Evolution_of_Personality_Variation_in_Humans_and_Other_Animals/links/0f31752e7ea22cac8f000000/The-Evolution-of-Personality-Variation-in-Humans-and-Other-Animals.pdf">éste</a>, <a href="https://www.researchgate.net/publication/285931832_Explaining_Individual_Differences_in_Personality_Why_We_Need_Modular_Theory">éste</a>, <a href="https://www.researchgate.net/publication/242223181_Bridging_the_Gap_Between_Modern_Evolutionary_Psychology_and_the_Study_of_Individual_Differences">éste</a> y <a href="https://www.toddkshackelford.com/downloads/Michalski-Shackelford-PAID-2010.pdf">éste</a>. Ejemplos de trabajos empíricos recientes que abordan diferencias individuales específicas son <a href="https://www.researchgate.net/profile/Aaron_Lukaszewski/publication/49822934_The_Origins_of_Extraversion_Joint_Effects_of_Facultative_Calibration_and_Genetic_Polymorphism/links/00b7d533c24a43aa47000000/The-Origins-of-Extraversion-Joint-Effects-of-Facultative-Calibration-and-Genetic-Polymorphism.pdf">éste sobre la extraversión</a>, <a href="https://www.researchgate.net/publication/311161202_Integrating_molecular_genetics_and_evolutionary_psychology_Sexual_jealousy_and_the_androgen_receptor_AR_gene">éste</a> sobre los celos sexuales, <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2015/09/Disgust-and-mating-strategy-EHB-2015.pdf">éste</a> sobre el asco y la estrategia de apareamiento, <a href="https://www.researchgate.net/publication/327594190_The_scent_of_attractiveness_Levels_of_reproductive_hormones_explain_individual_differences_in_women%27s_body_odour">éste sobre el olor corporal</a>, <a href="https://1c28e2be-a-62cb3a1a-s-sites.googlegroups.com/site/chrisvonrueden/SocioecologicalComplexityHypothesis.pdf?attachauth=ANoY7crb9MzXnThVW66L7i_ciBad1bJlGd2i75Gygx-ridc4uHGgtYYEk-TsK19OjI7UbJ6gCOSGkiSRGrGlQeh5Kc581kkE2KDVpHRFLn2y38_ycXYh5CRcQEhP1GkOpUgyih_Tv2UUgGUbNF8AJtKxF0LT4ubQDSEpW8Q_6i3cYMZ9zV6YfT2DIcecSRZ0_zyYtZN6s7NJuM9ymrWz7Kzm8bSuPIU_U6JPghVtv2pF5ZD0BQKPbDxOPAgfhe9TJvD1UiqoaLPe&attredirects=1">éste sobre la covariación de los rasgos de personalidad</a>, <a href="https://www.semanticscholar.org/paper/Differences-in-Cooperation-1-Individual-Differences-Kurzban/29118b4443ffcfe427c414de075e9640fd1025c8">éste sobre las contribuciones al bien público</a>, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1090513812000955">éste sobre el comportamiento moralizador</a>, <a href="https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/147470491000800201">éste sobre el efecto de los parásitos</a> y <a href="https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/147470491000800201">éste sobre las diversas variables de diferencias individuales</a>. También es habitual ver secciones dedicadas a las diferencias individuales en otros trabajos más amplios, como <a href="https://www2.psy.uq.edu.au/~uqbziets/MillerS2009_Sex_difference_in_sexual_vs_emotional%20jealousy_role_of_ind_diffs.pdf">éste sobre las diferencias de sexo en los celos</a> y <a href="https://www.researchgate.net/publication/314737751_Evolutionary_Psychology_and_the_Emotions">éste</a> sobre las emociones, o trabajos que avanzan hipótesis sobre las diferencias individuales, como <a href="http://yoksis.bilkent.edu.tr/pdf/files/12716.pdf">éste sobre la psicología del hambre</a>. Y <a href="https://www.researchgate.net/publication/330211651_Context_Environment_and_Learning_in_Evolutionary_Psychology">aquí</a> hay un artículo entero dedicado a los efectos del contexto, que son un auténtico motor para generar diferencias individuales en el comportamiento.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ahora se dedican volúmenes<a href="https://global.oup.com/academic/product/the-evolution-of-personality-and-individual-differences-9780195372090?cc=us&lang=en&"> enteros</a> a la psicología evolucionista, así como <a href="https://www.researchgate.net/publication/333220572_Evolutionary_Personality_Psychology">capítulos en manuales de psicología de la personalidad y las diferencias individuales</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Sí, es cierto que los enfoques evolutivos de la psicología comenzaron con los mecanismos universales y típicos del sexo, pero en los últimos veinte años se ha producido un renacimiento del interés por las diferencias individuales, incluyendo un mayor énfasis en la investigación de las variaciones dentro de cada sexo. Y esta tendencia no da señales de disminuir, siendo más probable que vaya a más en alcance, importancia y resultados empíricos en los próximos años.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u>Sexto error:</u> Los psicólogos evolucionistas piensan que todo es una adaptación.</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Esta idea falsa no muere, aunque sólo sea sostenible tras leer <a href="https://www.cep.ucsb.edu/buller.htm">críticas mal informadas en lugar de la literatura primaria real de la materia</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En sus publicaciones, los psicólogos evolucionistas suelen afirmar explícitamente que <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/bussconceptual05.pdf">la evolución genera tres tipos de productos: adaptaciones, subproductos y ruido</a>. Más allá de esta afirmación teórica, los investigadores también proponen hipótesis sobre los subproductos y realizan estudios sobre los mismos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por ejemplo, <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/2015ToobyCosmides%20BussEPHandbook.pdf">aquí</a>, <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2013/02/Lewis-Al-Shawaf-Conroy-Beam-Asao-and-Buss-2017.pdf">aquí</a> y <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/emotion.html">aquí</a> hay tres artículos teóricos que rechazan explícitamente la noción de que todos los aspectos de nuestra psicología son adaptaciones. <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2015/09/Adaptations_Exaptations_Spandrels_1998.pdf">Este artículo</a> sobre adaptaciones, exaptaciones y extensiones analiza explícitamente los subproductos en profundidad. <a href="http://www.cbs.umn.edu/sites/cbs.umn.edu/files/public/downloads/2002ZukBehavBrainSci.pdf">Este artículo</a> aborda de forma reflexiva la cuestión de cómo llevar a cabo un programa exaptacionista en psicología. <a href="https://www.pnas.org/content/pnas/98/26/15387.full.pdf">Aquí</a> hay un estudio que sugiere que el racismo es un subproducto evolutivo, no una adaptación, y que puede ser suprimido. <a href="https://www.researchgate.net/publication/269096347_Human_Emotions_An_Evolutionary_Psychological_Perspective">Aquí</a> hay un artículo que sugiere que la mayor prevalencia del fetichismo sexual entre los hombres es un subproducto de unos umbrales de excitación sexual (más fáciles de cruzar), combinados con mecanismos de aprendizaje sexual sesgados. <a href="https://www.goodreads.com/book/show/816602.Homicide">Aquí</a> hay un ejemplo de dos prominentes psicólogos evolucionistas que afirman que el homicidio es un subproducto, no una adaptación, y <a href="https://www.martindaly.ca/uploads/2/3/7/0/23707972/wilson_daly_daniele_1995_familicide.pdf">aquí</a> están los mismos dos investigadores (junto con un tercer coautor) que afirman que el uxoricidio y el filicidio también son subproductos. <a href="http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.115.3891&rep=rep1&type=pdf">Aquí</a>, <a href="https://pdfs.semanticscholar.org/d057/ca809600bb069e12b4fcc7c87bbf90197d96.pdf">aquí</a> y <a href="http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.694.9075&rep=rep1&type=pdf">aquí</a> hay ejemplos de investigadores que explican la religión y la creencia en agentes sobrenaturales como un subproducto de otros mecanismos, como los mecanismos de detección de agencia que están sesgados hacia los falsos positivos, los mecanismos de la teoría de la mente y <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1207/s15327582ijpr0201_2">el sistema de apego</a>. Mis colegas y yo hemos presentado recientemente un capítulo titulado "Los productos de la evolución" en un nuevo manual de psicología evolucionista, y, como era de esperar, los subproductos son una parte central del capítulo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La disparidad entre esta crítica a la psicología evolucionista y lo que los psicólogos evolucionistas dicen realmente en sus trabajos publicados es notable. La única razón por la que no es sorprendente es que hay muchos otros ejemplos de tergiversaciones en este campo de estudio - se pueden encontrar algunos buenos ejemplos de tales tergiversaciones <a href="https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/147470491401200301">aquí</a>, <a href="https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/147470490600400122">aquí</a>, <a href="https://www.questia.com/magazine/1G1-83804916/alas-poor-evolutionary-psychology-unfairly-accused">aquí</a> y <a href="https://www.cep.ucsb.edu/critical_eye/">aquí</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Parte del problema radica en un desacuerdo filosófico sobre lo que significa el adaptacionismo. Como muchos psicólogos evolucionistas entienden el término, el adaptacionismo no es un compromiso con la idea de que todas o la mayoría de las características de nuestra psicología resultarán ser adaptaciones una vez que hayamos terminado de estudiarlas. Se trata más bien de una <a href="https://link.springer.com/article/10.1023/A:1017936706537">heurística</a> y un enfoque metodológico que consisten en poner a prueba las hipótesis sobre posibles adaptaciones, y luego rechazarlas si las pruebas no están a su favor. En otras palabras, el adaptacionismo es un punto de partida de trabajo y una <a href="http://www.cbs.umn.edu/sites/cbs.umn.edu/files/public/downloads/2002ZukBehavBrainSci.pdf">estrategia de investigación</a> que produce <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/2013Lukaszewski_TraitCovariation.pdf">hipótesis comprobables</a>, no una especie de compromiso religioso con la noción de que un rasgo particular resultará ser una adaptación antes siquiera de que el rasgo en cuestión haya sido investigado. Como método de trabajo y estrategia de investigación, <a href="https://books.google.com/books?hl=en&lr=&id=P1TYDZ_9e5EC&oi=fnd&pg=PR5&dq=the+triumph+of+sociobiology&ots=1MEqfaNfCg&sig=Lwf9r0v_OMaVGGp4PCi--6JMwbk#v=onepage&q=the%20triumph%20of%20sociobiology&f=false">ha dado muchos frutos</a>. Como suposición incuestionable, sería efectivamente terrible, pero <a href="https://www.cep.ucsb.edu/papers/Toward.pdf">los que trabajan en psicología evolucionista no parecen utilizarla de esa manera</a>. Se puede perdonar fácilmente a los observadores que piensen que sí lo hacen, porque así se lo han dicho en repetidas ocasiones <a href="http://cogweb.ucla.edu/Debate/CEP_Gould.html">autores destacados como Stephen Jay Gould</a>, que tenía una tendencia documentada a <a href="https://quillette.com/2019/03/19/the-mismeasurements-of-stephen-jay-gould/">tergiversar las opiniones de sus interlocutores</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u>Séptimo error: </u>Las hipótesis de la psicología evolucionista son "fábulas ad hoc".</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es mucho más fácil perseverar en este error <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3153735/">si no se revisa la literatura básica de la psicología evolucionista</a>. He discutido este malentendido <a href="https://www.researchgate.net/publication/325999471_13_Misunderstandings_about_Natural_Selection">aquí</a>, pero me gustaría abordarlo de nuevo para una audiencia más amplia en este ensayo. Para aquellos que no estén familiarizados con el término, la narración de hipótesis se refiere a un proceso no científico por el cual un psicólogo observa algo sobre el comportamiento humano, inventa una explicación conveniente para ello (en este caso, una evolucionista) y luego decide creerse esa explicación sin más investigaciones o evidencias.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Hay dos enfoques básicos para comprobar las hipótesis en la ciencia. El primero es el método descendente: el investigador utiliza una teoría para generar una hipótesis, deriva predicciones específicas de esa hipótesis y procede a probar esas predicciones específicas. Es casi imposible cometer el error de contar "fábulas ad hoc" utilizando el enfoque descendente, porque el investigador está haciendo predicciones a priori sobre la base de la teoría. <a href="https://labs.la.utexas.edu/buss/files/2013/02/Lewis-Al-Shawaf-Conroy-Beam-Asao-and-Buss-2017.pdf">Gran parte de la investigación en psicología evolucionista emplea este enfoque, empezando pues por la teoría y procediendo a partir de ella</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El segundo enfoque para la comprobación de hipótesis es el enfoque ascendente: el investigador se da cuenta de algo sobre el comportamiento humano o la psicología, plantea una hipótesis que podría explicar ese comportamiento, luego utiliza esta hipótesis para generar nuevas predicciones y, finalmente, pone a prueba esas predicciones. Ambos enfoques se emplean de forma normal y productiva en la ciencia, pero este segundo (el ascendente) puede <i>potencialmente </i>incurrir en las fabulaciones ad hoc <i>si el investigador se detiene a mitad de camino y se limita a aceptar la explicación que ha inventado sin molestarse en derivar y probar nuevas predicciones a partir de ella</i>. Un investigador que hace esto es culpable de contar cuentos de "así fue" sin más. Afortunadamente, sin embargo, son muy pocos los investigadores de <i>cualquier</i> disciplina científica que cometen este grave error (y, según mi experiencia, con un poco de esfuerzo, se puede conseguir incluso que los estudiantes de psicología de primer ciclo lo eviten).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Si se examina la literatura fundamental de la psicología evolucionista, se notarán dos cosas: 1) gran parte de los trabajos de psicología evolucionista emplean el enfoque descendente, lo que hace que esta investigación sea esencialmente inmune a la acusación de inventar historias a medida. Y 2) la mayor parte de la investigación evolucionista ascendente no se detiene a mitad del proceso; más bien, los investigadores suelen generar nuevas predicciones a partir de la hipótesis que acaban de inventar, y proceden a probar esas nuevas predicciones en nuevos estudios empíricos. Esto significa que la mayor parte de los trabajos ascendentes en psicología evolutiva tampoco parecen caer en la fabulación ad hoc.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Entonces, ¿por qué hay tanta gente que persiste en la idea de que las hipótesis psicológicas evolucionistas son como cuentos de niños? He aquí una posible explicación parcial: la gente puede tener la impresión de que, dado que 1) la psicología evolucionista implica un elemento histórico y 2) no podemos mirar directamente al pasado, esto significa que las hipótesis psicológicas evolucionistas son, en última instancia, incomprobables y, por tanto, deben ser fabulaciones sin más. Este modo de pensar resulta tentador, pero es erróneo y parte de la incapacidad de comprender la naturaleza de la contrastación de hipótesis.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Comencemos por considerar que sucedería si fuera efectivamente cierto que la contrastación de hipótesis, en última instancia, es imposible en cualquier campo de estudio que contenga un elemento histórico; esto haría que en todos los siguientes campos las hipótesis fueran infalsificables y que estuvieran plagados de tonterías: cosmología, astrofísica, paleontología, arqueología, geología y biología evolutiva. Esto es, obviamente, absurdo, y debería servir como señal de advertencia para aquellos que piensan que la historicidad de la psicología evolucionista hace automáticamente que sus hipótesis sean irrebatibles (al no poder ser contrastadas).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Además, desde este planteamiento, se malinterpreta la naturaleza de los contrastes de hipótesis. Los psicólogos evolucionistas no necesitan viajar al pasado para probar sus hipótesis, sino que sus hipótesis pueden basarse en su conocimiento (ciertamente incompleto) del pasado, pero <i>estas hipótesis producen predicciones empíricas sobre lo que deberíamos esperar ver en el mundo de hoy</i>. En otras palabras, una hipótesis de psicología evolucionista arroja predicciones sobre <i>lo que deberíamos encontrar cuando ponemos a prueba a los humanos modernos</i> <i>bajo la condición X</i>. Por ejemplo, si queremos poner a prueba la hipótesis de que el asco evolucionó para protegernos de las enfermedades, no necesitamos viajar en el tiempo ni tener un conocimiento perfecto y completo del pasado. Más bien, para probar esta hipótesis hay que salir y hacer experimentos con humanos <i>modernos</i> para ver si, por ejemplo, las personas muestran una respuesta mayor de asco en respuesta a los productos más patógenos en comparación con los menos patógenos (<a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1810028/pdf/15252963.pdf">lo hacen</a>), si los que tienen un mayor asco y una mayor sensibilidad a la contaminación son menos propensos a haber enfermado recientemente (<a href="https://www.researchgate.net/profile/Trevor_Case/publication/237929523_Frequency_and_recency_of_infection_and_their_relationship_with_disgust_and_contamination_sensitivity/links/5a25e1fdaca2727dd880ec08/Frequency-and-recency-of-infection-and-their-relationship-with-disgust-and-contamination-sensitivity.pdf">lo son</a>), si los humanos pueden detectar la enfermedad en otros a través del olor corporal (<a href="https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/0956797613515681">pueden</a>), si el asco se regula a la baja cuando se cuida de los propios parientes (<a href="https://www.researchgate.net/profile/Trevor_Case/publication/257491997_My_baby_doesn't_smell_as_bad_as_yours_The_plasticity_of_disgust/links/5a25e1fda6fdcc8e866ba126/My-baby-doesnt-smell-as-bad-as-yours-The-plasticity-of-disgust.pdf">así es</a>), si el asco está vinculado con el comportamiento de apareamiento de la manera esperada (<a href="https://www.researchgate.net/publication/329779660_Experimentally_Inducing_Disgust_Reduces_Desire_for_Short-Term_Mating">así es</a>), si activa una respuesta inmunitaria (<a href="https://www.semanticscholar.org/paper/Response-Mere-Visual-Perception-of-Other-People-'-s-Schaller-Miller/3c68fb5a56ead9f5ca43772c5dcb3d2d34dc2bf6">así parece</a>), si se regula a la alza durante los períodos de inmunosupresión (<a href="http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.498.5410&rep=rep1&type=pdf">así parece</a>) y si la exposición de las personas a las emanaciones de los patógenos hace que adopten el tipo de comportamiento que reduce su probabilidad de infección (<a href="https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/0956797610361706?casa_token=Er8OermGD40AAAAA:Zgrry-LcKQs-HrY0nfHxZXbEfa-8dT_NNu9pH-b7IQUTmchLHT_d4xd0H303anADwcB3nXfxmNvIhA">así es</a>). Sí, la hipótesis de que el asco evolucionó para protegernos de las enfermedades contiene un elemento histórico implícito. Pero para poner a prueba la hipótesis no es necesario que el investigador viaje en el tiempo o se asome a la historia, sino simplemente <i>que derive nuevas predicciones de la hipótesis y las ponga a prueba en la actualidad</i>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Este es, en mi opinión, el quid de la cuestión. Es tentador pensar que la historicidad parcial de las hipótesis evolutivas las hace infalsificables, pero esto malinterpreta la noción de falsabilidad y la naturaleza de la comprobación de hipótesis. Siempre que las hipótesis evolucionistas ofrezcan predicciones sobre los seres humanos que puedan ponerse a prueba en el entorno moderno -y lo hacen- <a href="https://www.tandfonline.com/doi/pdf/10.1207/S15327965PLI1101_01?casa_token=tqs3Tjt5I-YAAAAA:Dlha4zIy4567yvsacyx-T92NwoU2d3mcD8XGw7WQ87_FeUjOZifqgVIu5E5P67QDs2hx9TH9CaueAw">son eminentemente falsables</a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u>Conclusión:</u></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><u><br /></u></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El objetivo de este ensayo no es sugerir que los enfoques evolucionistas de la psicología sean perfectos. No lo son y, sin duda, pueden mejorarse. Sin embargo, los errores de concepto generalizados que se han discutido en este ensayo han impedido la aceptación de este campo de estudio entre los académicos y el público en general. Y dado que estas reticencias son en gran medida infundadas, el rechazo de muchas personas a la psicología evolucionista tiene poco que ver con sus méritos y limitaciones reales, y se basa por el contrario en un conjunto de ideas erróneas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y, lo que es más importante, estos errores de concepto impiden el progreso de la psicología en su conjunto, porque la ciencia de la mente y del comportamiento no puede alcanzar su pleno potencial si ignora la evolución. Simplemente no se puede escapar al hecho de que nuestros cerebros son un producto de la evolución, y que esto tiene importantes consecuencias en el funcionamiento de nuestras mentes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La mayoría de los científicos coinciden en que la teoría de la evolución es el paradigma integrador de las ciencias de la vida: une muchas disciplinas diferentes, explica una enorme variedad de descubrimientos conocidos y predice una vertiginosa serie de otros nuevos. La psicología también es una ciencia de la vida. Inevitablemente se encuentra bajo este paraguas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los enfoques evolutivos de la psicología siguen realizando avances teóricos cada año y aportando nuevos descubrimientos empíricos cada mes. En lugar de luchar contra los molinos de viento de la psicología evolucionista, vale la pena hacer un esfuerzo de buena fe para participar en lo que los investigadores de este campo están diciendo y haciendo. Los lectores que lo hagan pueden sorprenderse al ver que lo que encuentran es a menudo sorprendentemente diferente de los hombres de paja que uno encuentra tan a menudo en la literatura barata. También pueden recoger una maravillosa cosecha teórica y empírica, que les permita empezar a entender la psicología humana bajo una nueva luz.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Ensayo original en <a href="https://areomagazine.com/"><b>Areo Magazine</b></a>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"></span></p><h1 class="entry-title" style="-webkit-text-stroke: 0.5px rgb(0, 0, 0); background-color: white; box-sizing: border-box; color: white; font-family: lemonde-journal, serif; line-height: 1em; margin-bottom: 1rem; margin-top: 0px; position: relative; text-align: center; text-shadow: rgb(0, 0, 0) 1px 1px 0px;"><a href="https://areomagazine.com/2019/08/20/seven-key-misconceptions-about-evolutionary-psychology/"><span style="font-size: large;">Seven Key Misconceptions about Evolutionary Psychology</span></a></h1><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><i><b>El Dr. Laith Al-Shawaf es profesor asociado del Departamento de Psicología de la Universidad de Colorado, en Colorado Springs. Antes de trasladarse a Estados Unidos, fue docente en una universidad de lengua inglesa en Turquía y fue becario visitante en el Instituto de Estudios Avanzados de Berlín. Laith ha sido premiado tanto por su investigación como por su labor docente. Es miembro de la Academia Árabe-Alemana de Jóvenes (AGYA) y asesor académico principal del Centro de Investigación de Cognición Social Aplicada (CASCR) del Líbano. Puede encontrar sus escritos populares <span style="color: #6aa84f;"><a href="https://www.laithalshawaf.com/popular-science.html">aquí</a></span>, y puede encontrarlo en Twitter <span style="color: #6aa84f;"><a href="https://twitter.com/LaithAlShawaf?t=ZS2qkQLUvFOrHw4vsJEkqA&s=09">aquí</a></span>.</b></i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-22284851747665583662022-09-19T18:39:00.003+02:002022-09-19T22:54:22.015+02:00El gran salto hacia la humanidad (entrevista a William von Hippel)<p></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; font-family: sans-serif; font-size: large;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNsFmKRwjnS5PtgwL14oJ0lWA4SArT7M7WC2bFU0X_ElrRFwM3OPGPkfBUOGGJMp3dmPMC-p_e3coTGhU6lDDZ7NzgIf4ybtD1Z1ySWSH_h7u2-jmeaJPQiEmlQ_GYsMhPfZ9NrHC7UTbFdfxznTHsBj3S_hGqTW1b0jKJA4aLBPxwOzA/s5537/BvH%20Medium.jpeg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="5537" data-original-width="4480" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNsFmKRwjnS5PtgwL14oJ0lWA4SArT7M7WC2bFU0X_ElrRFwM3OPGPkfBUOGGJMp3dmPMC-p_e3coTGhU6lDDZ7NzgIf4ybtD1Z1ySWSH_h7u2-jmeaJPQiEmlQ_GYsMhPfZ9NrHC7UTbFdfxznTHsBj3S_hGqTW1b0jKJA4aLBPxwOzA/w518-h640/BvH%20Medium.jpeg" width="518" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>William von Hippel</b></span></td></tr></tbody></table><span style="font-family: verdana; font-size: large;"></span><p></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Los primates que comenzaron a vivir el los bordes de una selva menguante del África Oriental hace varios millones de años, tras un evento geológico y climático de grandes consecuencias, y de los cuales desciende el linaje que condujo a nosotros, así como probablemente un gran número de linajes de los cuales, con seguridad, no han llegado representantes a nuestro tiempo, se vieron progresivamente expuestos a un ambiente cada vez más hostil para su naturaleza. Esta clase de circunstancias cambiantes e inestables constituyen en sí mismas una poderosa presión evolutiva para que a lo largo de unas cuantas generaciones desarrollaran por selección natural, aquellos más expuestos a ellas, cambios en su anatomía y en su comportamiento.</span></div><p></p><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Algunos primates arborícolas y fruguívoros comenzaron a recorrer un nuevo camino evolutivo, con los pies. Esto fue posible por todo un conjunto de cambios en su sistema motor, músculo-esquelético, que también permitieron el uso de las extremidades delanteras para coger y agarrar, e incluso tirar....lo que tuvieran a mano. Simultáneamente su comportamiento se hizo más prosocial, puesto que el trabajo en equipo resultó ser de lo más eficaz para salir adelante. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Cuando se habla de evolución humana siempre se considera un gran hito el comienzo en el uso y posteriormente fabricación de herramientas líticas. Sin embargo es altamente probable que el gran hito evolutivo de aquellos ancestrales primates fuera el ser los primeros en matar a distancia, y en grupo, a pedrada limpia.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Un simio en la sabana era carne fresca fácil de cazar. Decenas o cientos de ellos con piedras y capacidad motora para arrojarlas certeramente a un objetivo en movimiento, eran el mayor peligro que pudiera imaginarse, aparte de una manada de elefantes desbocados o alguna fuerza de la naturaleza también incontrolable. Los primates de sabana no eran ni rápidos, ni fuertes, simplemente estaban coordinados, cooperaban para protegerse mutuamente y matar conjuntamente, y tenían buena puntería. Sobrevivían bien juntos. Y de eso, de sobrevivir y de prosperar, trataba la historia, sin la cual ahora no habría historia que contar....</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y es que dado que el grupo funcionaba más eficaz y eficientemente cuanto mayor y mejor fuera la comunicación entre sus miembros, hubo ulteriores adaptaciones cognitivas y en consecuencia comportamentales que condujeron entre otras cosas al lenguaje, al cuidado mutuo y a la unidad de objetivos que podían concretarse en distribución de tareas y ciertas jerarquías y liderazgos suaves asentados sobre algún símbolo sagrado y creencias compartidas. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwNTadPymgGHprYqLe7SjDKYjJuEV3s37fjgwotr5ICFnnMK1q3BobQaDSh16dPgWBcpA-BehFAX13waXw7Fm6T5Hh3aFDhwAWqlAf0ciUAaxv1YNuIZzJUUAzPztFSn5pXNhSAl9_91VLOmG5vmGBz9qRNON9jgI2WbIv0y6iPDV9gwc/s1228/poridentidad.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="1228" data-original-width="780" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwNTadPymgGHprYqLe7SjDKYjJuEV3s37fjgwotr5ICFnnMK1q3BobQaDSh16dPgWBcpA-BehFAX13waXw7Fm6T5Hh3aFDhwAWqlAf0ciUAaxv1YNuIZzJUUAzPztFSn5pXNhSAl9_91VLOmG5vmGBz9qRNON9jgI2WbIv0y6iPDV9gwc/s320/poridentidad.jpeg" width="203" /></span></a></div><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El gran salto hacia la hominización se produjo en un lapso de tiempo breve en términos geológicos. Y llegado un punto la competencia en la naturaleza se dio también entre grupos de homíninos, que competían ya en gran medida al margen del juego interespecífico de la vida y los ecosistemas. Lo intraespecífico cobró una mayor relevancia. La sociedad pasó a ser el medio inmediato. El salto social se había completado.</div></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Familia extensa, amigos, tribus, aliados, pueblos, civilizaciones....y hoy algunos se creen independientes y autosuficientes, desconociendo sus orígenes y lo enraizados que están en su mente. Los demás están presentes en casi todo lo que pensamos y hacemos, y especialmente aquellos a los que nos unen lazos de nacimiento y aquellos con los que vamos formando lazos en el camino de nuestras vidas eminentemente sociales.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Qué somos?: animales.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¿Quiénes somos?: nos define nuestra sociabilidad. Intente usted definir quién es sin mencionar a otros.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Bill von Hippel es un psicólogo social que ha aplicado un enfoque de biología evolucionista para desentrañar cómo evolucionó nuestra sociabilidad. En su libro The Social Leap, traducido al castellano por la editorial Kairós (<a href="https://amzn.eu/d/7PdiSa4"><b><i>El Salto Social</i></b></a>), explora los orígenes de nuestra cognición social y encuentra respuestas que pueden no resultar intuitivas, pero eso es así porque estamos tan adaptados a nuestro nuevo medio ambiente social que nos cuesta relacionarlo con los entornos más naturales y diversos en los que surgieron los antecesores de nuestra especie.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Agradecemos al Profesor Von Hippel que nos haya concedido, con una cortesía y amabilidad enteramente sociables, esta entrevista.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="color: #f44336;">In english:</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">1.- It is not possible to speak of a moment in time in which a social leap occurred, which caused us to form united groups. How did the social leap come about? What evolutionary pressures and what specific adaptations were necessary? </span></b></div></span></b><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Keeping in mind that any answer to this question requires a fair bit of speculation and conjecture, I believe that two factors came together to cause our “Social Leap”. The first was geological change along the East African Rift Valley, that led to the upwelling of the land on the eastern side of the rift. Over many millions of years, the increasing altitude of much of East Africa led to the drying out of the rain forest and its replacement by savannah. That, in turn, forced our chimp-like ancestors out of the trees and onto the open grasslands.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">For a few million years after that our ancestors appear to have spent most of their time skulking around the edges of the savannah, as they tried to stay away from the big cats and near enough to the trees to allow them to run for safety. But eventually we evolved to be bipedal – to walk upright on two legs – which led to all sorts of biomechanical changes in our bodies. Those changes enabled us to develop the capacity for accurate and powerful throwing, which represented the first time any species on this planet could kill at a distance. And that, in turn, increased the value of cooperation, as one lone hominin would have little chance throwing stones at a leopard or lion, but a group of hominins who were throwing stones could drive away any predator. Once we learned to cooperate in this manner, we began our lengthy journey to the top of the food chain as we leveraged our increasing intelligence to become more effective predators.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">2.- What are the psychobiological mechanisms that have kept us together so successfully in evolutionary terms?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">The key to the human success story is the incredibly positive-sum nature of our cooperation. All animals leverage the positive-sum nature of cooperation when they work together, but humans have turbocharged that process through the evolution of language and our exploitation of the cognitive niche. If a vampire bat wants to help another vampire bat who was unable to hunt successfully, it can regurgitate some of its food into its friend’s mouth. This process is positive sum, as the extra food is less important to the well-fed bat than to the bat who is starving. But nonetheless, to give up extra food is to take a risk of starving oneself, as now the helpful bat has less reserves when it goes out hunting the next night.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">In contrast to this situation, humans rely on information to survive and thrive, and information is incredibly easy to share for those of us who are blessed with language. My offhand utterance – “be careful, there is a bear on the trail ahead” – costs me almost nothing to convey and can be lifesaving for you to hear.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">3.- If we talk about human beings, in the singular, we can be wrong. The Portuguese poet Fernando Pessoa said: "I contain multitudes", and in social psychology Gordon W. Allport's famous definition of this field as the "scientific study of how people's thoughts, feelings and behaviour are influenced by the real, imagined or implied presence of other people" is well known. Our mind is really primarily social, and inseparable from the human group. What, in short, is the individual?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Great question. Humans evolved to be group living because that strategy was so successful for our ancestors on the savannah. As a consequence, we also evolved a tendency to share the contents of our minds with each other, because we were more effective as a group when we all shared the same information and goals. The end result of this process is that human minds are pretty impressive on their own, but they become something really special when they are connected to others. You need only imagine how you’d feel if you were stranded alone in the jungle vs. lost in the jungle with 20 of your friends to realize the power of connection. We would soon be dinner if we were lost in the jungle by ourselves, but we would soon be eating dinner if we were lost with a group of friends. It is for this fundamental reason that we only feel complete when we are connected to others.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">4.- It is clear in your work that we have not evolved to be happy, but to obtain basic gratification and motivation, especially rewards within the human group of which we form an inseparable part. How can we explain this to the champions of positive psychology and self-help focused on personal self-realisation, or rather to those who allow themselves to be persuaded by its false promises? </span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">This is a very difficult problem. In our modern world, everyone thinks they should be able to be happy all the time. On the one hand, that’s not an unreasonable expectation: we have amazing opportunities to learn, work, and entertain ourselves in ways that our ancestors couldn’t have imagined, we don’t need to worry that we’ll starve to death if the hunt doesn’t go well, and we no longer bury nearly half of our children before they reach adulthood. But at the same time, as you note, we didn’t evolve to be happy. Rather, we evolved to pursue our goals and to be momentarily happy when we achieve them. Thus, it seems to me that the goal is to convince people that the temporary increase in happiness that comes with goal achievement is what we should really be striving for. If we’re lucky, we’ll also gain the long-term contentment that comes with good relationships and a life that gives us opportunities to make a difference for others.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">5.- Language, the common story, persuasion serve for the coordination of our efforts, ...we need social glue, unity of purpose on some basic issues, and this is good for establishing lasting collaborations and orderly and coherent social organisations, which are what ultimately allow adaptation to the natural environment. How have human beings come to make the mechanisms of communication and organisation into double-edged weapons, endangering the very subsistence of social groups and the species itself?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Unfortunately, humans are not only great communicators, we’re also highly tribal. Our tribalism is understandable, given that once we started working together effectively as groups, the only real threat to our survival was other groups of humans. As a consequence, we evolved to cooperate with members of our own group, but not necessarily with members of other groups. Indeed, the sense of morality that we evolved to help us internalize the goal of treating each other well only applies to members of our own group; it's not part of our nature to inherently care about members of other groups. So we can regard it as important progress that, on average, humans have become so kind to members of other countries, religions, and ethnic groups. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Nonetheless, because tribalism is part of our evolved heritage, whenever there is conflict or whenever people perceive life as a zero-sum game, the possibility emerges that we’ll use our extraordinary communicative abilities not to make the world a better place, but to pit us against them. Right now we’re in an unfortunate point in history where many established democracies are under threat from these very processes, as populist leaders attempt to benefit at the expense of their country by creating unnecessary conflicts with others. I remain hopeful that this is just a momentary blip in an otherwise strong history of progress and increasing democracy, but of course that’s an empirical question to which we will eventually have an answer.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">6.- The Greek philosopher Plato spoke of the "world of ideas" as the true reality. Humans only perceived shadows of that reality, never the true reality. From an evolutionary perspective it could be said that humans have created a parallel world that we perceive as more real than what is outside it, with language and its abstractions. We mark reality with the imprint of our "categories" in order to better communicate with each other and adapt to that reality, as a group. And in fact we end up moulding reality "in our own image and likeness". Is language the seat of the human "soul", of self-consciousness?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Language is so important that it shapes thought. We know from the study of different cultures that words make it easier to think in some ways than others. For example, there are a few cultures that rely exclusively on cardinal directions to refer to whether something is in front of you, behind you, or to the left or right. Members of those language groups have no difficulty deciding if something is in front of them or behind them, so the fact that they don’t have words for “in front” or “behind” doesn’t prevent them from thinking those thoughts. But at the same time, they have an amazing ability to know and remember cardinal directions, by virtue of the fact that their language requires that they think in these terms rather than in terms of where objects are in comparison to their bodies. Based on studies such as these, I would agree with you (and Plato) – we create the world that we populate. But, of course, those mental creations have limits, and reality will rear its head if we stray too from the world that is actually out there. Our minds have evolved to minimize prediction errors, meaning that we strive to create the best model of reality that we can, even if that model is often self-serving or biased in favor of our motives or perspective.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">7.- What are you working on now? What great mystery of evolution or of the human mind would you like to unveil?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">I am pulled in a million directions, as there are so many interesting problems I’d like to attack. But I’m trying to stay focused on the topic that will become my next book, which is the motivational conflict that evolution baked into us by giving us the competing needs for autonomy and connection. These motives were instilled in us to support two key goals our distant ancestors needed to achieve to succeed in their world: to bond with others for their mutual protection and to develop their own unique skills to make them valuable to their group. Unfortunately, when we pursue either need, we have no choice but to sacrifice the other. Our ancestors faced this same trade-off, of course, but their life provided a very different balance between autonomy and connection than ours does today. My interest lies in whether our modern world might have overweighted autonomy in our lives, at the expense of insufficient connection.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPbZbFINBuVlR0_-pZJETV3yTCMRmJOLlq0PpH1eCIoq3MdmrNjbwTHuRQdYiJd3ooI76Q5pwp5WB-dpzSlvkNrgD6OM2g26G8knP7OSjTrxEYpqNA7K_ACo4TYb_xb2jzSv5Qt0ROGSsjbNPZtUodGzvzsUJALrCT8f6L7bWMgmKXrTk/s602/main-qimg-78115d92b821d118e5ee779e89842acd-lq.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="452" data-original-width="602" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPbZbFINBuVlR0_-pZJETV3yTCMRmJOLlq0PpH1eCIoq3MdmrNjbwTHuRQdYiJd3ooI76Q5pwp5WB-dpzSlvkNrgD6OM2g26G8knP7OSjTrxEYpqNA7K_ACo4TYb_xb2jzSv5Qt0ROGSsjbNPZtUodGzvzsUJALrCT8f6L7bWMgmKXrTk/w640-h480/main-qimg-78115d92b821d118e5ee779e89842acd-lq.jpeg" width="640" /></span></a></div><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="color: #f44336; font-family: verdana; font-size: large;">En español:</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">1.- No nos sería posible hablar de un momento en el tiempo en el que se produjera un salto social que nos hiciera formar grupos unidos. ¿Cómo se produjo el salto social? ¿Qué presiones evolutivas y qué adaptaciones específicas fueron necesarias? </span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Partiendo de la base de que cualquier respuesta a esta pregunta requeriría un tanto de especulación y conjeturas, yo creo que hubo dos factores que confluyeron para provocar nuestro "salto social". El primero fue un cambio geológico que se produjo a lo largo del Valle del Rift, en el África Oriental, que condujo a la elevación del terreno en el lado oriental del rift. A lo largo de muchos millones de años, este aumento de la altitud en gran parte de África Oriental condujo a la desecación de la selva tropical y a su sustitución por la sabana. Esto, a su vez, obligó a nuestros antepasados similares a los chimpancés a salir de la arboleda para entrar en las praderas abiertas.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Durante unos cuantos millones de años a partir de ahí, nuestros ancestros parecen haber pasado la mayor parte de su tiempo merodeando por los bordes de la sabana, tratando de mantenerse alejados de los grandes felinos y lo suficientemente cerca de los árboles para poder correr hacia ellos para estar a salvo. Pero eventualmente evolucionamos para el bipedismo, es decir, para caminar erguidos sobre dos piernas, lo que generó todo tipo de cambios biomecánicos en nuestro cuerpo. Y esos cambios nos permitieron desarrollar la capacidad de realizar lanzamientos precisos y potentes, lo que supuso la primera vez que una especie de este planeta podía matar a distancia, lo que a su vez, aumentó el valor de la cooperación, ya que un solo homínido tendría pocas posibilidades de lanzar piedras a un leopardo o un león, pero un grupo de homínidos que lanzara piedras podría ahuyentar a cualquier depredador. Una vez que aprendimos a cooperar de esta manera, comenzamos nuestro largo viaje hacia la cima de la cadena alimentaria, ya que aprovechamos nuestra creciente inteligencia para convertirnos en depredadores más eficaces.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">2.- ¿Cuáles son los mecanismos psicobiológicos que nos han mantenido unidos con tanto éxito en términos evolutivos?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La clave del éxito de los humanos es la increíble naturaleza de suma positiva de nuestra cooperación. Todos los animales aprovechan la naturaleza de suma positiva de la cooperación cuando trabajan juntos, pero los humanos han turboalimentado ese proceso mediante la evolución del lenguaje y nuestra explotación del nicho cognitivo. Si un murciélago vampiro quiere ayudar a otro de su especie que no pudo cazar con igual éxito que él, puede regurgitar parte de su comida en la boca de su amigo. Este proceso es de suma positiva, ya que la comida extra es menos importante para el murciélago bien alimentado que para el murciélago que está hambriento. Pero, sin embargo, renunciar a la comida extra también supone arriesgarse a morir de hambre, ya que ahora el murciélago generoso tiene menos reservas para cuando salga a cazar la noche siguiente.<br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En contraste con esta situación, los humanos dependemos de la información para sobrevivir y prosperar, y la información es increíblemente fácil de compartir para aquellos que estamos bendecidos con el lenguaje. Mi frase improvisada - "ten cuidado, hay un oso en el camino" - apenas me cuesta emitirla y, si la escuchas, te puede salvar la vida.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">3.- Si hablamos de seres humanos, en singular, podemos equivocarnos. El poeta portugués Fernando Pessoa decía: "Yo contengo multitudes", y en psicología social es bien conocida la famosa definición de Gordon W. Allport de este campo como el "estudio científico de cómo los pensamientos, sentimientos y comportamientos de las personas son influenciados por la presencia real, imaginaria o implícita de otras personas". En realidad, nuestra mente es primordialmente social, e inseparable del grupo humano. ¿Qué es, en definitiva, el individuo?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Gran pregunta. Los humanos evolucionamos para vivir en grupo porque esa estrategia constituyó un gran éxito para nuestros ancestros en la sabana. Como consecuencia, también evolucionamos hacia una tendencia a compartir lo que teníamos en mente entre nosotros, porque éramos más eficaces como grupo cuando todos compartíamos la misma información y los mismos objetivos. El resultado final de este proceso es que las mentes humanas son bastante impresionantes ya por sí solas, pero se convierten en algo realmente especial cuando están conectadas con otras. Basta con imaginar cómo te sentirías si estuvieras solo en la selva en contraste con cómo te sentirías si estuvieras en la misma circunstancia, pero acompañado de veinte de tus amigos, para darte cuenta del poder de la conexión. No tardaríamos en ser cenados si estuviéramos perdidos en la selva solos, pero tampoco tardaríamos en cenar si estuviéramos perdidos con un grupo de amigos. Es fundamentalmente por esta razón que sólo nos sentimos completos cuando estamos conectados con otros.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">4.- En su obra queda claro que no hemos evolucionado para ser felices, sino para obtener gratificaciones y motivaciones básicas, especialmente recompensas dentro del grupo humano del que formamos parte indisoluble. ¿Cómo explicar esto a los adalides de la psicología positiva y de la autoayuda centrada en la autorrealización personal, o más bien a quienes se dejan persuadir por sus falsas promesas?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> Este es un problema muy difícil. En el mundo moderno, todo el mundo cree que debería ser capaz de ser feliz todo el tiempo. Por un lado, no es una expectativa irrazonable: tenemos increíbles oportunidades para aprender, trabajar y entretenernos de formas que nuestros antepasados no podrían ni haber imaginado, no tenemos que preocuparnos de morir de hambre si la caza no va bien, y ya no enterramos a casi la mitad de nuestros hijos antes de que lleguen a la edad adulta. Pero al mismo tiempo, como señalas, no evolucionamos para ser felices. Más bien, evolucionamos para perseguir nuestros objetivos y ser momentáneamente felices cuando los conseguimos. Por lo tanto, me parece que el objetivo es convencer a la gente de que el aumento temporal de la sensación de felicidad que conlleva la consecución de nuestros objetivos es lo que realmente deberíamos perseguir. Y si somos afortunados, también obtendremos la satisfacción a largo plazo que acompaña a las buenas relaciones y a una vida que nos da oportunidades para hacernos valer con los demás.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">5.- El lenguaje, el relato común, la persuasión sirven para la coordinación de nuestros esfuerzos, ...necesitamos pegamento social, unidad de propósito en algunas cuestiones básicas, y esto es bueno para establecer colaboraciones duraderas y organizaciones sociales ordenadas y coherentes, que son las que en definitiva permiten la adaptación al medio natural. ¿Cómo ha llegado el ser humano a convertir los mecanismos de comunicación y organización en armas de doble filo, poniendo en peligro la propia subsistencia de los grupos sociales y de la propia especie?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Desgraciadamente, los humanos no sólo somos grandes comunicadores, sino que también somos muy tribales. Nuestro tribalismo es comprensible, dado que una vez que empezamos a trabajar juntos de forma eficaz como grupos, la única amenaza real para nuestra supervivencia pasaron a ser otros grupos humanos. Como consecuencia, evolucionamos para cooperar con miembros de nuestro propio grupo, pero no necesariamente con miembros de otros grupos. De hecho, el sentido de la moralidad que hemos desarrollado para ayudarnos a interiorizar el objetivo de tratarnos bien unos a otros sólo se aplica a los miembros de nuestro propio grupo; no forma parte de nuestra naturaleza preocuparnos intrínsecamente por los miembros de otros grupos. Así que podemos considerar un progreso importante el hecho de que, por término medio, los humanos se hayan vuelto tan amables con los miembros de otros países, religiones y grupos étnicos.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">6.- El filósofo griego Platón hablaba del "mundo de las ideas" como la verdadera realidad. Los humanos sólo percibían sombras de esa realidad, nunca la verdadera realidad. Desde una perspectiva evolutiva podría decirse que los humanos hemos creado un mundo paralelo que percibimos como más real que lo que hay fuera de él, con el lenguaje y sus abstracciones. Marcamos la realidad con la huella de nuestras "categorías" para comunicarnos mejor entre nosotros y adaptarnos a esa realidad, como grupo. Y de hecho acabamos moldeando la realidad "a nuestra imagen y semejanza". ¿Es el lenguaje la sede del "alma" humana, de la autoconciencia?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">El lenguaje es tan importante que da forma al pensamiento. Sabemos, por el estudio de las diferentes culturas, que las palabras hacen más fácil pensar de unas maneras que de otras. Por ejemplo, hay algunas culturas que se basan exclusivamente en los puntos cardinales para referirse a si algo está delante, detrás o a la izquierda o a la derecha. Los miembros de esos grupos lingüísticos no tienen ninguna dificultad para decidir si algo está delante o detrás de ellos, por lo que el hecho de que no tengan palabras para "delante" o "detrás" no les impide pensar así. Pero, al mismo tiempo, tienen una capacidad asombrosa para conocer y recordar los puntos cardinales, en virtud del hecho de que su lenguaje requiere que piensen en esos términos y no en términos de dónde están situados los objetos en relación con sus cuerpos. Basándome en estudios como éste, estoy de acuerdo contigo (y con Platón): hemos creado el mundo que poblamos. Aunque por supuesto, esas creaciones mentales tienen límites, y la realidad se asoma si nos alejamos demasiado del mundo que realmente existe ahí fuera. Nuestras mentes han evolucionado para minimizar los errores de predicción, lo que significa que nos esforzamos por crear el mejor modelo de la realidad que podemos, incluso si ese modelo es a menudo egoísta o está sesgado a favor de nuestras motivaciones o perspectivas.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: verdana; font-size: large;">7.- ¿En qué está trabajando ahora? ¿Qué gran misterio de la evolución o de la mente humana le gustaría desvelar?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Disparo en un millón de direcciones, dado que hay muchos problemas interesantes a los que me gustaría atacar. Pero intento mantenerme centrado en el tema que se convertirá en mi próximo libro, que es el conflicto motivacional que la evolución nos ha generado al darnos las necesidades contrapuestas de la autonomía y la conexión. Estas motivaciones se han grabado en nuestras mentes para apoyar dos objetivos clave que nuestros lejanos antepasados necesitaban alcanzar para tener éxito en su mundo: vincularse con otros para su protección mutua y desarrollar sus propias habilidades únicas para hacerlas valiosas para su grupo. Por desgracia, cuando perseguimos cualquiera de las dos necesidades, no tenemos más remedio que sacrificar la otra. Nuestros antepasados se enfrentaban a esta misma disyuntiva, por supuesto, pero su vida ofrecía un equilibrio muy diferente entre la autonomía y la conexión que el nuestro. Mi interés radica en saber si nuestro mundo moderno puede haber sobredimensionado la autonomía en nuestras vidas, a expensas de una conexión insuficiente.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnh6sVCk64Vjo7lb3b-7DX10vtjWi9KkGk4Lww7Pt2GIRLXzpHYGuaUakNf46LlLP-F23UwpYdjSstsHY-suaDwpfdfEhgBkrWG8emIFRfbuPxJs8S5UcKnspUumL6SKyPg7guJ3EvdpH2YwK_PnEhzXSwLmtETbk9mN4ImtVknjXDlqw/s720/Screenshot_20220919-224738_WhatsApp.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="699" data-original-width="720" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnh6sVCk64Vjo7lb3b-7DX10vtjWi9KkGk4Lww7Pt2GIRLXzpHYGuaUakNf46LlLP-F23UwpYdjSstsHY-suaDwpfdfEhgBkrWG8emIFRfbuPxJs8S5UcKnspUumL6SKyPg7guJ3EvdpH2YwK_PnEhzXSwLmtETbk9mN4ImtVknjXDlqw/s16000/Screenshot_20220919-224738_WhatsApp.jpg" /></a></div><br /><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></div>Germánicohttp://www.blogger.com/profile/17058701287561040466noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-40246079075822483922022-09-14T21:16:00.003+02:002022-09-14T21:21:53.182+02:00 El Dilema Humano (entrevista a David Benatar)<p><span face="sans-serif"></span></p><div class="separator" style="clear: both; font-size: large; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGz-NgB_NQIyGH84jt7UOmtXNgZYK8GSTVQiqojy00lEXLAk8m4Dq2-x-L1wLKqneiR2SCPhYRa7uLm48NU-VAO5sw2PodmlHK4H7Da-mDZFY6YTUOEDFgo2CmkHeo7_WdvyokRvF3OccBU_17bbfd5V1pJ0Rs2TwSwqC2W0gdsPaNVyI/s1484/9788413627038-el-dilema-humano.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1484" data-original-width="1000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGz-NgB_NQIyGH84jt7UOmtXNgZYK8GSTVQiqojy00lEXLAk8m4Dq2-x-L1wLKqneiR2SCPhYRa7uLm48NU-VAO5sw2PodmlHK4H7Da-mDZFY6YTUOEDFgo2CmkHeo7_WdvyokRvF3OccBU_17bbfd5V1pJ0Rs2TwSwqC2W0gdsPaNVyI/s320/9788413627038-el-dilema-humano.jpg" width="216" /></a></div><br /><div style="text-align: right;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;">"El objetivo de la vida es la vida misma".</span></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span><div style="text-align: right;"><b><span style="font-size: medium;">-Johann W. Goethe.</span></b></div><span style="font-size: medium;"><br /><br /></span><div style="text-align: right;"><span style="font-size: medium;">“Hay que darle<i style="font-family: sans-serif;"> un sentido a la vida porque evidentemente no lo tiene.</i><span face="sans-serif">” </span></span></div></div><p></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: right;"><b><span style="font-size: medium;">-Henry Miller, La sabiduría del corazón.</span></b></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: right;"><span style="font-size: medium;"> </span></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: right;"><span style="font-size: medium;">“<i>No aspiro a alcanzar la inmortalidad a través de mi obra…sino simplemente no muriendo.</i>”</span></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: right;"><b><span style="font-size: medium;">-Woody Allen.</span></b></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> </span></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">David Benatar es profesor de filosofía en la universidad de Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Es famoso fundamentalmente por su postura antinatalista. Ya <a data-saferedirecturl="https://www.google.com/url?q=https://ilevolucionista.blogspot.com/2016/04/mejor-no-haber-existido-nunca.html?m%3D0&source=gmail&ust=1663267971787000&usg=AOvVaw2xZE2xDkMcyTwKlIh9yzM8" href="https://ilevolucionista.blogspot.com/2016/04/mejor-no-haber-existido-nunca.html?m=0" rel="noreferrer noreferrer noreferrer" target="_blank">le entrevistamos aquí en su momento</a> acerca de esa cuestión a propósito de su libro Better Never to Have Been. La tesis central del libro de David Benatar es que venir a este mundo es siempre un daño y que todos hemos sufrido un perjuicio por haber sido traídos a la existencia. Por ello defiende una postura anti-natalista, es decir procrear es causar un daño y está mal moralmente: no se debe tener hijos. Uno no debe nunca traer un niño al mundo por el supuesto bien de ese niño. Además, su punto de vista no es aplicable sólo a los seres humanos sino a todos los seres sintientes. Aunque no podamos decir que no existir sea bueno, sí podemos decir que existir es malo.</span></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> </span></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En esta ocasión ha tenido la amabilidad de volver a concedernos una entrevista a propósito de su libro <a href="https://amzn.eu/d/g3Xunsg"><b><i>El Dilema Humano</i></b></a>, publicado recientemente por Alianza Editorial, una traducción de su libro The Human Predicament. A Candid Guide to Life Biggest Questions, de 2017. Es un libro donde se abordan las grandes preguntas de la vida y la condición humana, básicamente si la vida tiene sentido. Y la respuesta de Benatar no es muy alentadora: “Sostengo que las respuestas (correctas) a las grandes preguntas de la vida revelan que la condición humana es un dilema trágico del que no hay forma de escapar. Resumido en una frase: la vida es mala pero también lo es la muerte. Los capítulos del libro abordan cuestiones tan trascendentales como el sentido de la vida, la muerte, la inmortalidad o el suicidio.</span></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> </span></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Con respecto al sentido de la vida entiende el sentido de la vida como trascender los límites. Una vida con sentido es una que trasciende los propios límites e influye significativamente en otros o bien sirve a unos fines que van más allá de uno mismo. Esta cuestión, por tanto, se puede abordar desde diferentes perspectivas. Una es la que llama <i>sub specie hominis</i>, es decir si la vida tiene sentido desde la perspectiva del individuo. La pregunta en este caso sería si la vida de alguien tiene sentido desde la perspectiva de otro, es decir, si esta personas influye de forma suficientemente positiva en otra para hacer que la vida de la primera tenga sentido desde la perspectiva de la segunda. Desde esta perspectiva hay buenas noticias, la mayoría de nosotros influye al menos en otra persona. Otra perspectiva es la que llama <i>sub especie communitatis</i>, es decir, si nuestra vida influye en un grupo humano. Aquí también tenemos buenas noticias porque la mayoría influimos en amigos y familiares y podemos decir que nuestra vida tiene sentido contemplada de esta manera. Otra perspectiva es la llamada sub especie humanitaria, es decir que la vida de una persona tenga sentido para toda la humanidad. No es algo al alcance de la mayoría pero sí hay personas que han tenido una gran influencia en toda la humanidda: Einstein, Alexander Fleming, Buda, etc. Por último, tendríamos el sentido sub specie aeternitatis. Aquí las noticias son malas, la vida no tiene sentido en esta enfoque “cósmico”, nuestra vida es totalmente indiferente para el universo y no vamos a tener ninguna influencia en él. Vamos a quedarnos con lo positivo, que nuestra vida puede tener sentido desde algunas perspectivas. En una terminología diferentes, que no es la que usa Benatar, podríamos hablar del <i>sentido de la vida</i> y del <i>sentido en la vida</i>. La vida en un sentido amplio no tiene sentido pero podemos tener un sentido en la vida.</span></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> </span></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDPebHQST1Fmf2y5lZddxZkqaaYn8xTaWqDc5FqyLTFREiDYoNeDI1y4VvzfVoDTvH0a68rpqeun_9m3OrgmC7qYT7NU4unegsZxDfbt4RVA2f5Svw_-ffbMv4RLS9ldlTcklBKaOG8iFHYVdZ3MjSbjWfxGyKrHbUDaLhxRw3Ww-gv1g/s500/41ay+qa8lsL.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="332" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDPebHQST1Fmf2y5lZddxZkqaaYn8xTaWqDc5FqyLTFREiDYoNeDI1y4VvzfVoDTvH0a68rpqeun_9m3OrgmC7qYT7NU4unegsZxDfbt4RVA2f5Svw_-ffbMv4RLS9ldlTcklBKaOG8iFHYVdZ3MjSbjWfxGyKrHbUDaLhxRw3Ww-gv1g/s320/41ay+qa8lsL.jpg" width="212" /></span></a></div><span style="font-size: medium;"><br />Otro capítulo de la vida está dedicado al tema de la muerte y un apartado muy interesante está dedicado a la cuestión de si la vida es mala para el que se muere. Os remito a <a data-saferedirecturl="https://www.google.com/url?q=https://evolucionyneurociencias.blogspot.com/2022/07/es-mala-la-muerte-para-la-persona-que.html&source=gmail&ust=1663267971787000&usg=AOvVaw0dKFdA2hzNsKS8npL-bLgz" href="https://evolucionyneurociencias.blogspot.com/2022/07/es-mala-la-muerte-para-la-persona-que.html" rel="noreferrer noreferrer noreferrer" target="_blank">esta entrada de mi blog</a> donde resumo la postura de Benatar. Otro capítulo está dedicado a la inmortalidad. La muerte es mala pero la inmortalidad podría ser todavía peor o por lo menos tremendamente aburrida, como planteó el filósofo Bernard Williams. El último capítulo está dedicado al suicidio y analiza la cuestión de si el suicidio puede ser racional.</span><p></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> </span></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La conclusión del libro es que el dilema humano es, de hecho, un dilema inhumano por lo espantoso, es decir, estamos entre la espada y la pared. La vida es mala pero también lo es la muerte.</span></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> </span></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Pero para no acabar de forma tan dramática merece la pena recordar que David Benatar es también autor de un estupendo libro: El Segundo Sexismo. Es un estupendo libro donde Benatar trata con la solidez y rigurosidad que le caracterizan, las desventajas y discriminaciones que sufren los hombres. Así que también le hemos hecho un par de preguntas sobre el tema. Muy agradecidos a David por su amabilidad, os dejamos con la entrevista.</span></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><b><span style="color: #f44336; font-size: medium;"><u>In english:</u></span></b></p><p style="font-family: sans-serif; text-align: justify;"><b><span style="color: #f44336; font-size: medium;"><u><br /></u></span></b></p><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; overflow-wrap: break-word;"><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">1.- We would like to start with a thought experiment based on something of your invention. You mention in passing in your book that there are real and imaginary organisms in which nociceptive pathways detect and transmit harmful stimuli that generate a response without the need for pain. This occurs perhaps in plants and in simple organisms. We can also imagine beings much more rational than humans in which nociception and aversive response would be mediated by a rational faculty rather than by a capacity to feel pain. What is relevant is that in these beings a harmful stimulus would be received but not felt. Now imagine that the evolution of the human being goes in that direction and that we can -technologically or otherwise- end all kind of pain. And even that we discover c<ins datetime="2022-09-11T21:51">h</ins>ronic pleasure. You say also that a life without pain is not a human life but imagine that we become this new species of Homo analgesis. Would you be antinatalist in this painless world? Would you think that H. analgesis´s life would be good and worth living? Would H. analgesis be free of the human prediment?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">You are asking whether a rational sentient being, incapable of feeling pain, but who does feel significant pleasure would be free of the predicament that humans currently face. The condition of the beings you envisage would obviously be much less bad than the condition of humans. However, there are evils other than pain that can and do befall people. This is especially true on non-hedonistic accounts of well-being. Even according to a hedonistic account, the kind of beings you imagine could die, and thereby be deprived, by death, of further pleasures.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">2.- We agree that life in a “cosmic sense” has no meaning but do you think that more earthly or parochial<ins datetime="2022-09-11T22:28"> </ins>meanings (individual or familiar meanings) are enough to live a good life? Is it possible to live a “good enough life” being cosmically irrelevant?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">A “good enough life” seems to be a claim about the <i>quality</i> of life. According to many taxonomies, life’s <i>meaning</i> is separate from its <i>quality</i>. According to such taxonomies there is no tension at all between thinking that a life with (only) parochial meaning could nonetheless have a (relatively) good quality. However, it is worth noting that the phrase “a good <i>enough</i> life” (my emphasis), invites the question “good enough <i>for what</i>?”. I don’t see any problem in saying that many lives are, at least temporarily, good enough to continue living. I just don’t think that any lives are “good enough” to start.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">3.- The discussion in chapter 5 about the question of when is death bad for the one who dies is very interesting. We are more on the side of Epicurus. You claim that if we accept the epicurean view we should change our values and for example we should rethink if painless homicide is bad. It would be the harm to the family and friends enough to condemn this kind of homicide?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">I addressed this very issue in the <i>The Human Predicament</i>. I said that it would be “hard to justify taking murder quite as seriously as we do if its badness consists only in what it does to those who are left behind”. I then offered various thoughts in support of this claim.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">4.- When you discuss the asymmetry problem and Lucretius you say that it is not possible for a person to be born before the actual moment when she was born. But perhaps it is also true that we cannot die later (or sooner) than when we do. There are genetic factors that influence whether we suffer a heart attack or dementia, and as for environmental factors, it is true that if a certain person had not drunk so much alcohol or had a different diet or lifestyle, he or she would have enjoyed greater longevity. Yes, but that person would have had to be very different to have behaved differently, another person really. What do you think? Can we die at a different time (before or after) than when we do?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">First, I do not say “that it is not possible for a person to be born before the <i>actual moment</i> when she was born” (my emphasis). Instead, I am of the view that a person could not have come into existence “<i>much</i> earlier” than when he or she did come into existence. Second, I deny your claim that a person who led a healthier life would have been an entirely different person. Your view of personal identity leaves too little flexibility for the preservation of a person’s identity conditions. For example, we can say quite meaningfully that an alcoholic’s life would have gone better if he had not consumed so much alcohol. That implies that it would still have been <i>his </i>life. He would not have been a different person (in anything other than a metaphorical sense) if he had imbibed less.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> </span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">5.- If life is the problem why death is not the solution? or at least the best solution at hand? No life, no pain? Is it because the annihilation problem?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">When we come into existence we become vulnerable to harm, including death. It is better never to be. However, once we come into existence, we have an interest in continuing to exist. Sometimes that interest can be overridden by an interest in avoiding serious harms other than death that are avoidably only by death, but life has to have become very bad in order for death to be the lesser of two evils.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">6.- Can you tell us something positive, uplifting or encouraging for us to take the human predicament<ins datetime="2022-09-12T20:53"> </ins>and live our lives in the best possible way?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">While the human predicament is an unfortunate one, some lives are clearly worse than others. As bad as your life may be, it could (almost) always be worse. Moreover, we can react to our predicament in better and worse ways. While it would have been better never to have been, once we are here we should strive to do the least amount of harm, to improve our own lives and those of others where we can, and to create as much meaning as we can, despite the obvious limits on our capacity to generate to meaning.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">7.- If you don’t mind, we would like to make two questions about the problems you tackled in your book The Second Sexism. The first question would be how did you become interested in this topic. Secondly, it seems that the empathy for the disadvantages and discriminations that men suffer has not increased since you published your book. Why do you think this is so? Do you think this could change in the near future? What is needed for this change in empathy to occur?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">I became interested in this topic because it is a greatly neglected truth. While anti-female sexism is now widely recognized, sexism against males is either ignored or vehemently denied. You are quite correct that nothing has changed since I published my book. There are many reasons for this. One important reason is that the book has been widely ignored, especially by the very people most in need of reading it. However, even if it were read more widely, it is difficult for one book to compete against an avalanche of media propagating the view that females are the only victims of sexism. I am not optimistic that this will change anytime soon. For it to change, the facts and arguments in my book would have to reach a much larger audience and also be taken up by others.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">8 - What are you working on now? In what topics or questions are now interested?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">I am completing a book on ethical problems confronted by ordinary people in everyday life. These are not ethical problems in law or public policy. Nor are they the problems that people face in their professional capacities, or the problems that ordinary people encounter only rarely in their lives. They are ethical issues that they face often. They include ethical questions about sex, forgiveness, bullshit, humour, language, and the duties of individuals towards animals and the environment.<span> </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgijHFSo0QEEi7V_m9Al7LD-Uix-CC9L8e3mv2zJRHob9gA2wQy7l7Lzv4vTk0AKRxd9pMSmKAhgB7glDpexsd8wE6O4RH2wZmNU-xcVSF18sI7JJwUkjvAtcYLkegfthC4LMFVh7mB98z6Y1VcUGdZO4qFEWzqkfM1j0SjIYUWLsQcAp0/s3840/6469500-David-Benatar-Quote-In-a-sentence-Life-is-bad-but-so-is-death-Of.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="2160" data-original-width="3840" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgijHFSo0QEEi7V_m9Al7LD-Uix-CC9L8e3mv2zJRHob9gA2wQy7l7Lzv4vTk0AKRxd9pMSmKAhgB7glDpexsd8wE6O4RH2wZmNU-xcVSF18sI7JJwUkjvAtcYLkegfthC4LMFVh7mB98z6Y1VcUGdZO4qFEWzqkfM1j0SjIYUWLsQcAp0/w640-h360/6469500-David-Benatar-Quote-In-a-sentence-Life-is-bad-but-so-is-death-Of.jpg" width="640" /></span></a></div><span style="font-size: medium;"><br /><span><br /></span></span><p></p><p style="text-align: justify;"><b><u><span style="color: #f44336; font-size: medium;">En español:</span></u></b></p><p style="text-align: justify;"><b><u><span style="color: #f44336; font-size: medium;"><br /></span></u></b></p><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">1.- Nos gustaría empezar con un experimento mental basado en una ocurrencia suya. Usted menciona de pasada en su libro que hay organismos reales e imaginarios en los que las vías nociceptivas detectan y transmiten estímulos nocivos que generan una respuesta sin necesidad de dolor. Esto ocurre quizás en las plantas y en los organismos simples. También podemos imaginar seres mucho más racionales que los humanos en los que la nocicepción y la respuesta aversiva estarían mediadas por una facultad racional y no por la capacidad de sentir dolor. Lo relevante es que en estos seres se recibiría un estímulo nocivo pero no se sentiría. Ahora imaginemos que la evolución del ser humano va en esa dirección y que podemos -tecnológicamente o no- acabar con todo tipo de dolor. E incluso que descubrimos el placer crónico. Dice también que una vida sin dolor no es una vida humana pero imagine que nos convirtiéramos en esta nueva especie de Homo analgesis. ¿Sería usted antinatalista en ese mundo sin dolor? ¿Pensaría que la vida del H. analgesis sería buena y digna de ser vivida? ¿Estaría H. analgesis libre del dilema humano?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me pregunta si un ser racional sintiente, incapaz de sentir dolor, pero que sí siente un placer significativo, estaría libre del dilema al que se enfrentan los seres humanos de ahora. La condición de los seres que usted imagina sería obviamente mucho menos mala que la de los humanos. Sin embargo, hay otros males, además del dolor, que pueden sucederles y de hecho les suceden a las personas. Esto resulta especialmente cierto echando las cuentas no hedonistas del bienestar. Incluso según un relato hedonista, el tipo de seres que imagina podrían morir, y por tanto verse privados, por la muerte, de más placeres.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">2.- Estamos de acuerdo en que la vida en un "sentido cósmico" no tiene sentido, pero ¿cree que los significados más terrenales o parroquiales (significados individuales o familiares) son suficientes para vivir una buena vida? ¿Es posible vivir una "vida suficientemente buena" siendo cósmicamente irrelevante?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Hablar de una "vida suficientemente buena" parece ser hacer una afirmación sobre la calidad de la vida. Según muchas taxonomías, el significado de la vida está separado de su calidad. Según estas taxonomías, no hay ninguna tensión en pensar que una vida con (sólo) un significado parco pueda tener, sin embargo, una calidad (relativamente) buena. Sin embargo, cabe señalar que la frase "una vida suficientemente buena" (énfasis mío), invita a la pregunta "¿bastante buena para qué?". No veo ningún problema en decir que muchas vidas son, al menos temporalmente, lo suficientemente buenas para seguir viviendo. Mas simplemente no creo que ninguna vida sea "suficientemente buena", de entrada.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">3.- La discusión en el capítulo 5 sobre la cuestión de cuándo la muerte es mala para el que muere es muy interesante. Nosotros estamos más del lado de Epicuro. Usted afirma que si aceptamos la visión epicúrea deberíamos cambiar nuestros valores y por ejemplo deberíamos replantearnos si el homicidio indoloro es malo. ¿No sería el daño a la familia y a los amigos suficiente para condenar este tipo de homicidio?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">He abordado esta misma cuestión en el libro El Dilema Humano. Apunto que sería "difícil justificar que se tome el asesinato tan en serio como lo hacemos si su maldad consiste sólo en lo que hace a los que quedan atrás". A continuación, ofrezco varias reflexiones en apoyo de esta afirmación.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">4.- Cuando habla del problema de la asimetría de Lucrecio dice que no es posible que una persona nazca antes del momento en que nace. Pero quizás también es igualmente cierto que no podemos morir más tarde (o más pronto) que cuando lo hacemos. Hay factores genéticos que influyen en que suframos un infarto o una demencia, y en cuanto a los factores ambientales, es cierto que si cierta persona no hubiera bebido tanto alcohol o hubiera tenido una dieta o un estilo de vida diferentes, habría gozado de una mayor longevidad. Sí, pero esa persona tendría que haber sido muy diferente para haberse comportado de otra manera, otra persona en realidad. ¿Qué opina usted? ¿Podemos morir en un momento diferente (antes o después) que cuando lo hacemos?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En primer lugar, no digo "que no sea posible que una persona nazca antes del momento en que nació" (énfasis mío). Por el contrario, soy de la opinión de que una persona no podría haber llegado a existir "mucho antes" de cuando llegó a existir. En segundo lugar, niego su afirmación de que una persona que llevara una vida más sana habría sido una persona totalmente diferente. Su visión de la identidad personal deja muy poca flexibilidad para la conservación de las condiciones de identidad de una persona. Por ejemplo, podemos decir con bastante sentido que la vida de un alcohólico habría ido mejor si no hubiera consumido tanto alcohol. Eso implica que seguiría siendo su vida. No habría sido una persona diferente (en otro sentido que no sea el metafórico) si hubiera bebido menos.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">5- Si la vida es el problema ¿por qué la muerte no es la solución? o al menos la mejor solución a mano? Sin vida no hay dolor ¿Es por el problema de la aniquilación?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Cuando llegamos a la existencia nos volvemos vulnerables a los daños, incluida la muerte. Es mejor no existir nunca. Sin embargo, una vez que llegamos a la existencia, tenemos interés en seguir existiendo. A veces ese interés puede ser anulado por el interés en evitar daños graves distintos de la muerte que sólo se pueden evitar con la muerte, pero la vida tiene que haberse vuelto muy mala para que la muerte sea el menor de los males.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">6- ¿Puede decirnos algo positivo, edificante o alentador para que aceptemos el dilema humano y vivamos nuestra vida de la mejor manera posible?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Aunque el dilema humano es lamentable, algunas vidas son claramente peores que otras. Por muy mala que sea tu vida, (casi) siempre podría ser peor. Además, podemos reaccionar ante nuestro dilema de formas mejores y peores. Aunque sería mejor no haber estado nunca, una vez que estamos aquí debemos esforzarnos por hacer el menor daño posible, por mejorar nuestra vida y la de los demás en lo que podamos, y por crear todo el sentido que podamos, a pesar de los límites obvios de nuestra capacidad de generar sentido.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">7-Si no le importa, nos gustaría hacerle dos preguntas sobre los problemas que abordó en su libro El segundo sexismo. La primera pregunta sería cómo se interesó por este tema. En segundo lugar, parece que la empatía por las desventajas y discriminaciones que sufren los hombres no ha aumentado desde que publicó su libro ¿Por qué cree que esto es así? ¿Cree que esto podría cambiar en un futuro próximo? ¿Qué hace falta para que se produzca este cambio de empatía?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me interesé por este tema porque es una verdad muy olvidada. Mientras que el sexismo contra las mujeres es ahora ampliamente reconocido, el sexismo contra los hombres es ignorado o negado con vehemencia. Tiene razón en que nada ha cambiado desde que publiqué mi libro. Hay muchas razones para ello. Una razón importante es que el libro ha sido ampliamente ignorado, especialmente por las personas que más necesitarían leerlo. Sin embargo, aunque se leyera más, es difícil que un libro compita con una avalancha de medios de comunicación que propagan la opinión de que las mujeres son las únicas víctimas del sexismo. No soy optimista en cuanto a que esto vaya a cambiar pronto. Para que cambie, los hechos y los argumentos de mi libro tendrían que llegar a un público mucho más amplio y también ser asumidos por otros.</span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">8-¿En qué está trabajando ahora? ¿En qué temas o cuestiones está interesado?</span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Estoy terminando un libro sobre los problemas éticos a los que se enfrenta la gente corriente en la vida cotidiana. No se trata de problemas éticos de derecho o de política pública. Tampoco son los problemas a los que se enfrenta la gente en sus capacidades profesionales, ni los problemas a los que la gente corriente se enfrenta sólo en contadas ocasiones de su vida. Son problemas éticos a los que se enfrentan a menudo. Incluyen cuestiones éticas sobre el sexo, el perdón, las gilipolleces, el humor, el lenguaje y los deberes de los individuos hacia los animales y el medio ambiente. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> </span></div></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-26886124120254027272022-09-11T12:00:00.110+02:002022-09-13T23:12:38.079+02:00Y en el principio fueron las plantas (Entrevista a Aina S. Erice)<p style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"></span></span></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6eua2dA9GPce7jYQazRb1XLLGUmt4HduEccCFunF0uumdz4zEuW4NQfkHC2psPf12EQGakCdsnnKOCjmSt17PXK5solBpNk5Stq_czEI58oBV9eYqkuP3W4O5hUgY9MC4lKgFHy2-lUYjGs-3qinDkeW9gOqmsSfkc0Prt4gLOLldrPM/s2400/AlcornocAina%20(1).jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1800" data-original-width="2400" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6eua2dA9GPce7jYQazRb1XLLGUmt4HduEccCFunF0uumdz4zEuW4NQfkHC2psPf12EQGakCdsnnKOCjmSt17PXK5solBpNk5Stq_czEI58oBV9eYqkuP3W4O5hUgY9MC4lKgFHy2-lUYjGs-3qinDkeW9gOqmsSfkc0Prt4gLOLldrPM/w640-h480/AlcornocAina%20(1).jpeg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b>Aina S. Erice tratando de abarcar con sus brazos el tronco de un Alcornoque.</b></td></tr></tbody></table><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /><br /></span></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Los metazoos,
o, dicho en un lenguaje perfectamente inteligible para cualquiera, los
animales, conquistaron de forma consistente la tierra firme, desde el inmenso oc</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">ano, hace en torno a 360 y 300 millones de años, según las estimaciones científicas prevalecientes hasta hace muy poco tiempo. Fueron penetrando </span><span lang="ES-TRAD">profundamente en
ella hasta ocupar todos los espacios disponibles. Pero dichos espacios no podían ser solamente un conglomerado de rocas, como cabr</span>í<span lang="ES-TRAD">a esperar si la
vida no hubiese "florecido" en ellos. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Siendo los metazoos heterótrofos (que se alimentan de otros seres vivos) llegaron después de los productores primarios de nutrientes, en menor número al principio y luego, más adelante, en tropel.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Antes pues que los animales
hubieran penetrado t</span>í<span lang="ES-TRAD">midamente en los litorales, hab</span>í<span lang="ES-TRAD">an llegado
desde el mar otros seres vivos cuyas caracter</span>í<span lang="ES-TRAD">sticas
les distingu</span>í<span lang="ES-TRAD">an claramente de ellos y de su voracidad y fren</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">tico movimiento (ambos muy vinculados). Se sabe que entre 480 y 450
millones de años, plantas y hongos tomaron tierra, pausada pero tenazmente, y a la zaga fueron los metazoos (<a href="https://www.cell.com/current-biology/fulltext/S0960-9822(13)00029-8?_returnURL=https%3A%2F%2Flinkinghub.elsevier.com%2Fretrieve%2Fpii%2FS0960982213000298%3Fshowall%3Dtrue">recientes estudios apuntan a que no muy a la zaga</a>). Y
se va sabiendo que ya desde entonces establecieron relaciones mutuamente
beneficiosas entre s</span>í dichas plantas y hongos para hollar y abonar la tierra para hacerla habitable, <span lang="ES-TRAD">penetrando horizontal y verticalmente, la dura roca, creando redes y simbiosis.</span> <span lang="ES-TRAD">Sin
duda era un gran reto encontrar nutrientes para crecer y expandirse <a href="https://www.science.org/content/article/land-plants-arose-earlier-thought-and-may-have-had-bigger-impact-evolution-animals">en la
primera gran expedición <i>fructífera</i> a tierra firme</a>. Los microorganismos extremófilos quiz</span>á<span lang="ES-TRAD">s pudieron habitar desde mucho antes la tierra porque su vers</span>á<span lang="ES-TRAD">til metabolismo le</span><span lang="PT">s permit</span>í<span lang="ES-TRAD">a adaptarse a los entornos m</span>á<span lang="ES-TRAD">s hostiles para
la vida, pero no parece que fueran mucho m</span>á<span lang="EN-US">s all</span>á
<span lang="ES-TRAD">de colonias dispersas de solitarias bacterias y
virus, que no prosperaron mucho por su propia naturaleza procariota (bacterias) y cuasi abiótica (virus). </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Las asociaciones celulares de microorganismos eucariotas pod</span>í<span lang="ES-TRAD">an crear algo m</span>á<span lang="ES-TRAD">s que estos, reparti</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">ndose
el trabajo entre las c</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">lulas
para hacer posible una comunidad org</span>á<span lang="ES-TRAD">nica mayor. Los
seres pluricelulares surgieron de entre las c</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">lulas eucariotas, y pronto empezaron a crecer y a multiplicarse,
muchos, y cada vez m</span>á<span lang="PT">s, predominantemente, a trav</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">s
del sexo -hasta ese punto llegaron en su división del trabajo de la dura lucha
por la obtención de recursos en competencia con los dem</span>á<span lang="ES-TRAD">s organismos que los buscaban.</span> </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Pero algunos de
estos organismos proced</span>í<span lang="ES-TRAD">an de linajes evolutivos de c</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">lulas eucariotas autótrofas, unas muy particulares que creaban su
propio sustento y material de construcción para crecer y expandirse: los
organismos fotosint</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">ticos.
A partir de CO2, les bastaba la energ</span>ía prov<span lang="ES-TRAD">eniente
de la luz solar, agua y algunos otros elementos qu</span>í<span lang="ES-TRAD">micos disponibles en su ambiente para "hacerse a s</span>í <span lang="ES-TRAD">mismos". Estos eran las plantas, y con ese poder que otorga el
valerse en gran parte de sus propias fuerzas y "herramientas"
evolutivas, llegaron a la tierra y la tapizaron toda de verde, de un verde
clorofila. Ser</span>í<span lang="ES-TRAD">a largo de relatar todo el proceso de la fotos</span>í<span lang="ES-TRAD">ntesis, pero en resumen se puede afirmar que solamente los organismos
capaces de realizar este proceso a trav</span><span lang="FR">é</span><span lang="IT">s del pigmento clorof</span>í<span lang="ES-TRAD">lico dentro de unos org</span>á<span lang="ES-TRAD">nulos celulares
llamados cloroplastos pod</span>í<span lang="ES-TRAD">an adentrarse con seguridad en tierra firme.</span> <span lang="ES-TRAD">Y acompañados acaso un poco m</span>á<span lang="ES-TRAD">s tarde, pero
necesariamente en todo caso por los hongos, que no eran ni animales ni plantas
pero constitu</span>í<span lang="ES-TRAD">an tambi</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">n un Reino, las
plantas pudieron finalmente triunfar sobre el m</span>á<span lang="ES-TRAD">s
hostil de los medios.</span> </span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Siendo los hongos muy adaptable y muy capaces de conectar (formaban largas hileras de celulas interconectadas (hifas) que avanzaban allá donde hubiera un espacio, por pequeño que fuese, para desintegrar hasta la roca más dura, penetrándolo todo y descomponiéndolo. Muchas rocas se erosionaron convirtiéndose en tierra, y otras fueron erosionadas para extraer de ellas sus minerales. </span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Las plantas ascend</span>í<span lang="ES-TRAD">an hacia arriba en busca de la luz solar, creaban su propia estructura
y reservas de alimento, y subterr</span>á<span lang="ES-TRAD">neamente los
hongos que todo lo penetraban obten</span>í<span lang="ES-TRAD">an elementos qu</span>í<span lang="ES-TRAD">micos que la planta necesitaba para sus procesos metabó</span><span lang="PT">licos</span><span lang="ES-TRAD">…y establecían intercambios con resultados
satisfactorios</span><span lang="PT"> para ambas formas de vida.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="PT">El papel de los primeros metazoos y su adaptación a un medio cambiante lo ignoramos, aunque cabe imaginar que los que llegaran poco después de plantas y hongos contribuirían a la creación de los primeros ecosistemas terrestres no microbianos.</span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Podría decirse que cuando los
animales llegaron a la tierra desde el mar en una "oleada", ya ten</span>í<span lang="ES-TRAD">an un primer
jard</span>í<span lang="ES-TRAD">n del Ed</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">n. Y los ecosistemas
fueron haci</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">ndose cada vez m</span>á<span lang="ES-TRAD">s complejos por pura competencia y evolución, igual que ocurr</span>í<span lang="ES-TRAD">a en el oc</span><span lang="FR">é</span><span lang="IT">ano, de modo </span><span lang="ES-TRAD">que el flujo de energ</span>í<span lang="ES-TRAD">a llegase desde los
productores primarios, las plantas de la tierra, hasta todos los organismos de
la creciente y cada vez m</span>á<span lang="IT">s diversa biosfera.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="IT"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Las plantas,
con su aparente quietud (se mueven much</span>í<span lang="IT">simo m</span>á<span lang="ES-TRAD">s lentamente que nosotros, pero no dando puntada sin hilo, e hilo no
les falta) son la base de la vida de los macroorganismos terrestres. Y eso nos
incluye a nosotros, los humanos.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Maravillarse
ante su diversidad, ante su geometr</span>í<span lang="ES-TRAD">a fractal, ante
su complejidad y su incre</span>í<span lang="ES-TRAD">ble forma de obtener de nuestra estrella m</span>á<span lang="ES-TRAD">s cercana el "pan de la tierra" es muy conceptual. El hecho
es que sencillamente no podemos obviarlas f</span>á<span lang="ES-TRAD">cilmente. Su
presencia nos transmite tranquilidad y una conexión con la vida dif</span>í<span lang="ES-TRAD">cil de explicar, quiz</span>á<span lang="ES-TRAD">s porque la mayor</span>í<span lang="ES-TRAD">a de las veces se produce a nivel subconsciente. Hemos evolucionado
dentro de su regazo protector, y las hemos utilizado como alimento, como omn</span>í<span lang="ES-TRAD">voros con antepasados frug</span>í<span lang="ES-TRAD">voros. Cuando
nos vimos parcialmente aislados de ellas al pasar de un ambiente selv</span>á<span lang="ES-TRAD">tico a uno de sabana desarrollamos todas las adaptaciones que nos
convirtieron en los omn</span>í<span lang="ES-TRAD">voros "civilizados" que ahora somos. ¿Pero con tanta urbe, a
qui</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">n no le gusta un jard</span>í<span lang="ES-TRAD">n o un parque? ¿Y una escapada al campo o a la montaña? Ese impulso
que preservamos lo han bautizado como biofilia, y el estar lejos de entornos
naturales parece ser el reverso, conocido como d</span><span lang="FR">é</span>ficit de naturaleza. </span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="FR">En </span><i><span lang="ES-TRAD"><a href="https://www.planetadelibros.com/libro-el-instinto-del-arte/117225"><b>El Instinto del Arte</b></a></span></i><span lang="ES-TRAD">, Denis Dutton
relataba un estudio realizado transculturalmente para determinar qué tipo de
cuadros nos gustaban m</span>á<span lang="IT">s. La conclusi</span><span lang="ES-TRAD">ón era que, frente al arte
abstracto, los retratos, las escenas de vida cotidiana,</span> etc.<span lang="ES-TRAD">, lo que gustaba m</span>á<span lang="ES-TRAD">s eran paisajes verdes
despejados con </span>á<span lang="ES-TRAD">rboles cerca y tambi</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">n
un curso de agua. En nuestro cerebro qued</span>ó <span lang="ES-TRAD">grabado un
entorno en el que pudimos sobrevivir y prosperar, y eso era para nosotros la
belleza.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Una apasionada
de esa belleza, que lo es hasta el punto de empaparse de ella, palp</span>á<span lang="ES-TRAD">ndola y palade</span>á<span lang="ES-TRAD">ndola, estudi</span>á<span lang="ES-TRAD">ndola, y admir</span>á<span lang="ES-TRAD">ndose y emocion</span>á<span lang="ES-TRAD">ndose conforme la comprende y conoce,</span> es <a href="https://www.ainaserice.com/">Aina S. Erice</a>.</span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Ha escrito unos
libros de divulgación de obligada lectura sobre el Reino Vegetal. Le preocupa
la p</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">rdida de su
diversidad, y quiere transmitir lo mucho que representan las plantas en
nuestras vidas y cómo nuestra historia misma no puede explicarse bien sin
ellas, o debiera decirse que no puede explicarse en absoluto.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Animada por la
inteligencia creadora de nuestro gran pensador Jos</span><span lang="FR">é </span><span lang="ES-TRAD">Antonio Marina se lanz</span>ó <span lang="ES-TRAD">a la escritura de su
primer libro: <i><a href="https://amzn.eu/d/14drpve">La Invención del Reino Vegetal</a></i>. Era una obra que muestra cómo
nos hemos relacionado siempre con las plantas, cómo nuestro ingenio creador se
ha servido de ellas, y cu</span>á<span lang="ES-TRAD">n necesarias nos h</span><span lang="DA">an sid</span><span lang="ES-TRAD">o y siguen siendo.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Siguió un álbum
ilustrado infantil sobre las plantas que viven en los cuentos de hadas (<i><a href="https://amzn.eu/d/h14O4i7">Cuéntame, Sésamo: 9 historias sobre los poderes mágicos y reales de las plantas</a></i>),
porque la curiosidad hacia el reino vegetal puede, y debe, cultivarse ya desde
nuestra infancia.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Despu</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">s escribi</span>ó <i><span lang="ES-TRAD"><a href="https://amzn.eu/d/8GF63PZ">El Libro de las Plantas Olvidadas</a></span></i><span lang="ES-TRAD">, en el que se pone de
manifiesto, entre otras cosas,</span><span lang="FR"> la pé</span><span lang="ES-TRAD">rdida de especies por cambios culturales humanos. Elige varias
especies cuyo "olvido" le causa particular tristeza.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Y tambi</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">n ha publicado <i><a href="https://amzn.eu/d/2KKvqM5">Senderos de Savia</a></i>, libro que
acabo de adquirir… deseando estoy de mover sus "hojas".</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Aina S. Erice
ha tenido una amabilidad infinita y nos ha respondido unas preguntas para La
Nueva Ilustració</span><span lang="PT">n Evolucionista.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWTTQDkzvcfvFzQze__qYM50sNjonH1BI6Wn5gCbmHwy24HXtM-CZIzowxoDruGwYCKr_PIMoIEJbPrlIy29vX2VV3hPfS3UAfcKZb7j-I0nBVsYzekB6dfuaqpqU1L6wcEIHd3hcbRQV92i_e8CUD0hW6r2e188wFo53gqW6Ue52hGMw/s4096/GridArt_20220911_114657076.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3072" data-original-width="4096" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWTTQDkzvcfvFzQze__qYM50sNjonH1BI6Wn5gCbmHwy24HXtM-CZIzowxoDruGwYCKr_PIMoIEJbPrlIy29vX2VV3hPfS3UAfcKZb7j-I0nBVsYzekB6dfuaqpqU1L6wcEIHd3hcbRQV92i_e8CUD0hW6r2e188wFo53gqW6Ue52hGMw/w640-h480/GridArt_20220911_114657076.jpg" width="640" /></a></span></div><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><span lang="ES-TRAD">1.- El Reino
Vegetal (y ciertamente con</span> é<span lang="ES-TRAD">l el F</span>ú<span lang="ES-TRAD">ngico, tan "enraizados" ambos) se presentan como telón de
fondo "inanimado" en la representación que constituye la Historia
humana (sólo para espectadores humanos). T</span>ú <span lang="ES-TRAD">hablas de
"ceguera al verde", pero la deprivación sensorial del "hombre
medio" respecto a su medio natural parece ser "omn</span>í<span lang="IT">vora".</span><span lang="ES-TRAD"> ¿</span>C<span lang="ES-TRAD">ómo podemos preservar la biodiversidad sin sentir su latido?</span></b></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">No estoy muy
segura de que la mayor</span>í<span lang="PT">a de seres humanos</span> <span lang="EN-US">deseemos</span> <span lang="ES-TRAD">no sentir ese latido, y m</span>á<span lang="EN-US">s a</span>ú<span lang="ES-TRAD">n cuando sabemos (y tenemos estudios cient</span>í<span lang="ES-TRAD">ficos que lo avalan) que no solo puede actuar como empuje emotivo
hacia la conservació</span>n
biol<span lang="ES-TRAD">ógica, sino que nos beneficia tanto a nivel f</span>í<span lang="ES-TRAD">sico como psicoló</span><span lang="IT">gico.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="IT"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">¿</span><span lang="IT">Qui</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">n se muere de ganas
por sentir las consecuencias del</span> sí<span lang="PT">ndrome de d</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">ficit de naturaleza, o de la</span> <span lang="ES-TRAD">soledad de especie? (Tal vez haya personas que no eviten activamente
tales males, pero dudo mucho que alguien los persiga adrede, como un objetivo
deseable en s</span>í
<span lang="ES-TRAD">mismo.)</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Otra cosa es
que hayamos olvidado la forma de sentir ese latido, como quien olvida un idioma
de infancia, y que no sepamos bien cómo volver a aprenderlo, cómo entrenar la
percepción y la sensibilidad para re-encantar la mirada y reconocer ese latido.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Pero
supongamos, como experimento acad</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">mico,
que ni lo sentimos, ni queremos sentirlo. ¿Podemos preservar la biodiversidad
en una situación semejante?</span> </span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">En primer
lugar, no s</span>é <span lang="ES-TRAD">hasta qu</span>é <span lang="ES-TRAD">punto se nos ocurrir</span>í<span lang="ES-TRAD">a la peregrina idea de
preservar la biodiversidad. ¿Por beneficio económico? Quiz</span>á<span lang="PT">s.</span><span lang="ES-TRAD"> ¿Por un imperativo</span> é<span lang="ES-TRAD">tico
racional? Podr</span>í<span lang="ES-TRAD">a ser. Sin embargo, y tal y como est</span>á <span lang="ES-TRAD">el
mundo ahora mismo, se me antoja una v</span>í<span lang="ES-TRAD">a muy, muy
cuesta arriba.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Si preservar la
biodiversidad fuese un efecto secundario e involuntario que derivase de
nuestras acciones, sin ning</span>ú<span lang="ES-TRAD">n tipo de esfuerzo por
nuestra parte, entonces s</span>í<span lang="ES-TRAD">, imagino que ser</span>í<span lang="ES-TRAD">a posible. As</span>í<span lang="ES-TRAD">, deber</span>í<span lang="ES-TRAD">amos diseñ</span><span lang="IT">ar un sistema socioecon</span><span lang="ES-TRAD">ómico que tuviese como consecuencia natural y autom</span>á<span lang="IT">tica
la conservaci</span><span lang="ES-TRAD">ón de la biodiversidad. Por
desgracia, estamos muy lejos de esta utop</span>í<span lang="ES-TRAD">a, y alcanzarla
requerir</span>í<span lang="ES-TRAD">a una cantidad de esfuerzo tan grande, que no s</span>é <span lang="ES-TRAD">si una persona que ni siente, ni desea sentir el latido de la
biodiversidad, ser</span>í<span lang="ES-TRAD">a capaz de comprometerse con un proyecto semejante.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Entonces,
resumiendo: creo que debemos esforzarnos para hacer que seamos cada vez m</span>á<span lang="ES-TRAD">s quienes sentimos el latido de la biodiversidad. Creo que eso nos dar</span>á <span lang="ES-TRAD">las energ</span>í<span lang="ES-TRAD">as y la convicción necesarias para rediseñar sistemas (a nivel
individual, familiar, local, global) cuyo</span> é<span lang="ES-TRAD">xito
no solo nos tenga en cuenta a</span> <i><span lang="IT">Homo sapiens</span></i><span lang="ES-TRAD">, sino tambi</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">n
al resto de seres vivos con quienes convivimos.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><span lang="ES-TRAD">2.- El ser
humano ha evolucionado biológicamente, siendo moldeado por el medio, para
terminar con su "inteligencia creadora" moldeando el medio a su
antojo. En su relación con las plantas ha llevado a una progresiva y acelerada
sustitución de ecosistemas biodiversos a monocultivos. Se ha perdido lo que
denominas muy acertadamente "agrodiversidad". Diez mil millones de
humanos podr</span>í<span lang="ES-TRAD">an poblar la tierra sobre el añ</span>o 2050, segú<span lang="ES-TRAD">n
algunas estimaciones. ¿No es eso, aunque suene mal, dici</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">ndolo de la especie a la que pertenecemos, una plaga?</span></b><o:p></o:p></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><span lang="ES-TRAD"><br /></span></b></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Ay, s</span>í <span lang="ES-TRAD">suena mal, ¿verdad? Mal que nos pese, si consultamos la definición de
diccionario de lo que es una plaga, la cosa no pinta bien. Las primeras l</span>í<span lang="ES-TRAD">neas de la primera acepción dicen:</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="FR">«</span><i><span lang="ES-TRAD">Aparición
masiva y repentina de seres vivos de la misma especie que causan graves daños a
poblaciones animales o vegetales (</span>…).</i><span lang="IT">»</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="IT"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Quiz</span>á<span lang="ES-TRAD">s lo de</span><span lang="RU"> «</span><span lang="IT">repentino</span><span lang="RU">» </span><span lang="ES-TRAD">sea discutible, pues depende en buena parte de la
escala temporal que tomemos en cuenta (supongo que para las rocas que conforman
los Pirineos, cuya existencia se mide a ritmo geoló</span><span lang="IT">gico,
s</span>í <span lang="ES-TRAD">somos muy repentinos, mientras que para una mosca de la fruta o un
paramecio, nuestro crecimiento poblacional es lent</span>íiisimo).</span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">El resto de la
definición, por desgracia, nos calza como anillo al dedo.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Con todo, me
gusta pensar que llegar</span>á
<span lang="ES-TRAD">el momento en que podremos escurrirnos fuera de esta
descripción, y para ello no hace falta imaginar un colapso poblacional dram</span>á<span lang="ES-TRAD">tico. Podemos ser un montón de millones sin ser plaga, siempre y
cuando</span> <span lang="PT">no causemos da</span><span lang="ES-TRAD">ños al resto del ecosistema.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Claro que, por
el mero hecho de existir, alteramos el ecosistema, como todo ser vivo que se
precie: el planeta entero es un reflejo de la intrincada red de relaciones entre
la materia viva y la materia no-viva. Y, cuantos m</span>á<span lang="ES-TRAD">s seamos, m</span>á<span lang="ES-TRAD">s grande es esa huella que dejamos a nuestro paso. Aunque la idea de</span><span lang="RU"> «</span><span lang="ES-TRAD">no dejar huella</span><span lang="RU">» </span>sea metaf<span lang="ES-TRAD">órica y po</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">ticamente
hermosa, en sentido biológico estricto, no es factible</span><span lang="RU"> —</span><span lang="ES-TRAD">ni para nosotros, ni para los algarrobos, los</span> shiitake <span lang="ES-TRAD">o las lombrices de tierra. Para m</span>í <span lang="ES-TRAD">la clave est</span>á <span lang="ES-TRAD">en preguntarnos: ¿</span>c<span lang="ES-TRAD">ómo es la huella que
dejamos?</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Creo firmemente
que no estamos condenados a ser siempre los malos de la pel</span>í<span lang="ES-TRAD">cula</span><span lang="RU"> —</span><span lang="FR">es m</span>á<span lang="ES-TRAD">s, esta convicció</span>n podrí<span lang="ES-TRAD">a resultar
contraproducente y hacernos caer en el derrotismo o el fatalismo. Existen
ejemplos que muestran cómo el impacto humano no tiene por qu</span><span lang="FR">é ser da</span><span lang="ES-TRAD">ñino para el ecosistema</span>… <span lang="ES-TRAD">siempre y cuando nos preocupemos de crear y mantener entornos
biodiversos, y sostener la complejidad biológica en lugar de atentar contra
ella.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>3.- <span lang="ES-TRAD">¿</span>Cuá<span lang="ES-TRAD">les son los grandes hitos de la evolució</span><span lang="EN-US">n
bot</span>á<span lang="ZH-TW">nica?</span><span lang="ES-TRAD"> ¿</span>Cuá<span lang="ES-TRAD">les los de la evolució</span>n etnobotá<span lang="ZH-TW">nica?</span></b></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><span lang="ZH-TW"><br /></span></b></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Si nos
concentramos primero en las plantas, y en las</span> “<span lang="ES-TRAD">invenciones</span>” <span lang="ES-TRAD">clave que les abrieron mundos de posibilidades inimaginables hasta
aquel momento, quiz</span>á<span lang="FR">s la m</span>á<span lang="ES-TRAD">s reciente haya sido la invención de las flores (o, en t</span><span lang="FR">é</span><span lang="PT">rminos t</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">cnicos,
la aparición de las</span> <span lang="PT">angiospermas, o plantas con flor). Seg</span>ú<span lang="ES-TRAD">n el registro fósil,
las primeras flores aparecen durante el Mesozoico, tiempo de dinosaurios, y se
convierten en elementos absolutamente dominantes de la flora a partir de
finales del Cret</span>á<span lang="IT">cico.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="IT"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Sin embargo,
las plantas con flor se apoyan sobre los logros conseguidos a partir de otro</span> <span lang="NL">Top Hit</span> <span lang="ES-TRAD">evolutivo en bot</span>á<span lang="ES-TRAD">nica: la invención de la semilla. Los cipreses, el ginkgo, las efedras
o las cicad</span>á<span lang="ES-TRAD">ceas carecen de flores (y, por tanto, de frutos verdaderos tambi</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">n), pero tienen semillas que funcionan
estupendamente y les permiten habitar entornos mucho m</span>á<span lang="ES-TRAD">s secos que sus antecesoras.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Pero antes de
inventar la semilla, tuvieron que inventar un sistema vascular que facilitase
el flujo de agua y nutrientes en los tejidos vegetales. Parece una tonter</span>í<span lang="ES-TRAD">a, pero sin tejido vascular, no existir</span>í<span lang="ES-TRAD">an
los </span>á<span lang="ES-TRAD">rboles, pues la planta no podr</span>í<span lang="ES-TRAD">a transportar
agua a grandes distancias a la velocidad y en cantidad necesarias para
garantizar su supervivencia.</span><o:p></o:p></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Claro que
inventar un sistema vascular solo tiene sentido una vez que las plantas han
superado la frontera acu</span>á<span lang="ES-TRAD">tica y se han instalado en tierra firme, otro gran hito bot</span>á<span lang="ES-TRAD">nico que no debemos olvidar; y, enfund</span>á<span lang="ES-TRAD">ndonos
un bañador, podemos seguir tirando del hilo hasta llegar a la mism</span>ísima invenci<span lang="ES-TRAD">ón de la fotos</span>í<span lang="ES-TRAD">ntesis, que los estudios m</span>á<span lang="ES-TRAD">s recientes sit</span>ú<span lang="ES-TRAD">an en alg</span>ú<span lang="ES-TRAD">n momento hace m</span>á<span lang="ES-TRAD">s de 3400 millones de añ</span><span lang="PT">os.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="PT"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Aú<span lang="ES-TRAD">n no eran
plantas, pero la semilla (o la espora) del reino plantae ya estaba ah</span>í<span lang="ES-TRAD">, en potencia</span>…</span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">En cuanto a la
evolució</span>n
etnobotánica<span lang="RU"> —</span><span lang="ES-TRAD">es decir, aquella que
traza la relación entre los seres humanos y el reino vegetal</span><span lang="EN-US">—</span><span lang="ES-TRAD">, es dif</span>í<span lang="ES-TRAD">cil marcar
hitos, porque es una historia poli</span><span lang="FR">é</span><span lang="IT">drica,
incre</span>í<span lang="ES-TRAD">blemente ramificada, donde cada rama podr</span>í<span lang="ES-TRAD">a cubrir un tipo de relació</span><span lang="IT">n (gastron</span><span lang="ES-TRAD">ó</span><span lang="IT">mica, simb</span><span lang="ES-TRAD">ó</span><span lang="PT">lica, medicinal, etc.) distinta.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="PT"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Podemos intentar
trazar, por ejemplo, la historia de</span> <span lang="IT">una</span> <span lang="ES-TRAD">rama de la evolució</span>n etnobotá<span lang="ES-TRAD">nica que ha marcado
profundamente el devenir de las culturas y civilizaciones humanas: la
agricultura (que el Neol</span>í<span lang="ES-TRAD">tico llevar</span>á
<span lang="ES-TRAD">nombre de piedra, por comodidad arqueológica, pero
el proceso que marca su desarrollo es la agricultura). Se han escrito magn</span>í<span lang="PT">ficas
historias agr</span>í<span lang="ES-TRAD">colas, detallando el paso (a menudo muy borroso) de la caza y
recolección al cultivo, as</span>í <span lang="ES-TRAD">como la invenció</span><span lang="NL">n de t</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">cnicas como los
sistemas de irrigación, la rotación de cultivos (que puede declinarse de
distintas formas), los aperos de labranza (la azada y el arado tienen
consecuencias distintas a corto y a largo plazo), etc..</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Sin embargo, en
el resto de relaciones es dif</span>í<span lang="ES-TRAD">cil establecer hitos.
A lo sumo, quiz</span>á<span lang="ES-TRAD">s pueden destacarse descubrimientos importantes, como por ejemplo la
existencia de plantas psicoactivas con efectos enteog</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">nicos, que pueden tener un peso notable a nivel medicinal, ritual y
simbólico, incluso identitario, en una comunidad humana. Pero ¿</span>c<span lang="ES-TRAD">ómo no considerar tambi</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">n
un hito el descubrimiento de las fibras vegetales, de su extracción, purificación,
hilado y transformació</span><span lang="FR">n en textiles</span><span lang="RU"> —</span><span lang="IT">o, m</span>á<span lang="ES-TRAD">s adelante, en l</span>á<span lang="PT">minas de papel?</span><span lang="ES-TRAD"> ¿O la magia de
las plantas del </span>í<span lang="ES-TRAD">ndigo, cuya forma de tinción es tan singular como misteriosa para las
sociedades tradicionales?</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">E hitos son,
tambi</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">n, los casos en que la
relación entre personas y plantas se rompe o se debilita. El abandono o la
sustitución de un producto vegetal por productos sint</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">ticos, o la mecanización (y, por tanto, deshumanización) de un proceso
que antañ</span><span lang="PT">o nos manten</span>í<span lang="ES-TRAD">a cerca de las
plantas, son verdaderos hitos (buenos o malos) que han marcado los </span>ú<span lang="ES-TRAD">ltimos dos siglos de nuestra historia.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><span lang="ES-TRAD">4.- Nos hablas
de plantas olvidadas, plantas que una vez el ser humano cultiv</span>ó <span lang="ES-TRAD">y valor</span>ó
<span lang="ES-TRAD">y que ahora se pisotean sin contemplaciones o se
ignoran (y crecen lejos de nuestras miradas). ¿</span>Cuá<span lang="ES-TRAD">les
destacar</span>í<span lang="ES-TRAD">as especialmente y por qu</span><span lang="FR">é</span><span lang="ZH-TW">?</span></b></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><span lang="ZH-TW"><br /></span></b></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">El concepto de
planta olvidada se relaciona con la memoria colectiva de una sociedad, pero
tambi</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">n con la memoria y las
experiencias de cada persona, conque es necesariamente subjetivo. No creo que
ello le reste valor, pero siempre tengo presente que no es una definición cient</span>í<span lang="ES-TRAD">fica, y que el</span><span lang="RU"> «</span><span lang="PT">olvido
cultural</span><span lang="RU">» </span><span lang="ES-TRAD">tampoco es una
magnitud que podamos medir f</span>á<span lang="IT">cilmente.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="IT"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Por ello,</span><span lang="RU"> «</span>mis<span lang="RU">» </span><span lang="ES-TRAD">plantas olvidadas, de las que me gusta hablar, est</span>á<span lang="PT">n
ligadas a mis pesquisas etnobot</span>á<span lang="ES-TRAD">nicas, pero tambi</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">n a mi historia y mis experiencias personales.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Le tengo
especial cariño a los preciosos membrilleros (</span><i>Cydonia oblonga</i><span lang="ES-TRAD">), que dan frutos hermosos y perfumados y tienen an</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">cdotas fascinantes que contar, pero tambi</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">n a los serbales, integrantes del (hoy taxonó</span><span lang="PT">micamente desmembrado) g</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">nero</span> <i>Sorbus</i><span lang="ES-TRAD">, como los jerbos o los cerbellanos, por su simbolog</span>í<span lang="ES-TRAD">a, su follaje otoñal que me enamora. Quiero mucho a los acerolos (</span><i>Crataegus azarolus</i><span lang="ES-TRAD">) y sus hermanos majuelos (</span><i>C. monogyna</i><span lang="ES-TRAD">),
y a los nispoleros (</span><i><span lang="DA">Mespilus germanica</span></i><span lang="ES-TRAD">), y en general a todos los frutales antiguos que han ido cayendo en
el abandono.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Y, en función
del momento, tengo a algunas m</span>á<span lang="ES-TRAD">s presentes que a
otras; ahora pienso a menudo en las verdolagas (</span><i>Portulaca oleracea</i><span lang="ES-TRAD">) porque me las encuentro en descampados y aceras, maravillas gastronómicas
a las que tan poco caso hacemos; y en los hinojos (</span><i><span lang="IT">Foeniculum
vulgare</span></i><span lang="ES-TRAD">), que crecen altos y hermosos en el descampado con
sus umbelas de flores amarillas que huelen a gloria, y que me hacen pensar en
maratones y en licores anisados.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">¿</span>Son má<span lang="ES-TRAD">s importantes o dignas de mencionar que las dem</span>á<span lang="ES-TRAD">s? Probablemente no, pero son aquellas que hoy tengo m</span>á<span lang="ES-TRAD">s presentes, cuyo latir, jeje, siento m</span>á<span lang="FR">s pr</span><span lang="ES-TRAD">óximo en estos momentos. Y por eso me hace ilusión compartirlas por
aqu</span>í :)<o:p></o:p></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b> </b></span></o:p></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><span lang="ES-TRAD">5.- La fotos</span>í<span lang="ES-TRAD">ntesis es la savia de la vida. Se ha intentado replicar
artificialmente sin, de momento, demasiado</span> é<span lang="ES-TRAD">xito.
Los ingenieros aeron</span>á<span lang="ES-TRAD">uticos analizan las alas de algunas semillas para mejorar sus diseños
pero son incapaces de replicar sus propiedades. El Reino Vegetal es una fuente
inagotable y primaria no ya de vida, sino de ingenios que superan nuestra
comprensión y a veces nuestra imaginació</span>n. <span lang="ES-TRAD">¿</span><span lang="IT">Qu</span>é <span lang="ES-TRAD">hay de la inteligencia vegetal?</span> </b></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><br /></b></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Hay personas
reacias a aplicar el t</span><span lang="FR">é</span><span lang="PT">rmino</span><span lang="RU"> «</span><span lang="ES-TRAD">inteligencia</span><span lang="RU">» </span><span lang="ES-TRAD">a seres tan distintos de nosotros como los vegetales, los hongos o las
bacterias; este no es mi caso. Creo que una definición flexible y bioló</span><span lang="IT">gicamente</span> ú<span lang="DA">til de</span><span lang="RU"> «</span><span lang="ES-TRAD">inteligencia</span><span lang="RU">» </span><span lang="ES-TRAD">no debe tomar como referencia a una especie (la
nuestra) y obsesionarse con la modalidad animal y cerebro-c</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">ntrica de existir sobre el planeta.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28479977/ "><span lang="ES-TRAD">En un art</span>í</a><span lang="ES-TRAD"><a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28479977/ ">culo de 2017 sobre la inteligencia vegetal</a>, Anthony Trewavas recog</span>í<span lang="ES-TRAD">a los puntos comunes que suelen atribuirse a la inteligencia, definida
como una propiedad que los seres vivos ponen (o no) de manifiesto al interaccionar
con su(s) entorno(s), relacionada con el grado de</span> é<span lang="ES-TRAD">xito
con que alcanzan determinados objetivos (generalmente, la adecuació</span>n o <span lang="EN-US">fitness</span> biol<span lang="ES-TRAD">ó</span><span lang="PT">gica), as</span>í <span lang="ES-TRAD">como con la capacidad
para adaptarse a distintos objetivos o entornos. Y, si uno examina con cuidado
estas caracter</span>í<span lang="ES-TRAD">sticas, y luego examina a las integrantes del reino vegetal</span>… <span lang="ES-TRAD">no cabe duda de que las plantas, aun declin</span>á<span lang="ES-TRAD">ndola a su manera, son perfectamente capaces de mostrar inteligencia.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="PT">A d</span>í<span lang="ES-TRAD">a de hoy tenemos una cantidad de experimentos acumulados que muestran
la capacidad de las plantas de percibir, responder a est</span>í<span lang="ES-TRAD">mulos, modificar su respuesta en función de las condiciones
ambientales e incluso de las experiencias que han vivido antes (¡aprendizaje y
memoria vegetal!), y de lograr as</span>í <span lang="ES-TRAD">un mayor</span> é<span lang="ES-TRAD">xito biológico en su entorno. Si eso no es inteligencia, que baje
Darwin (que era muy vegetófilo, por cierto) y lo vea</span>…</span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Otro asunto
distinto y, en mi opinión, a menudo mal entendido, es la consciencia vegetal,
que discurre por una v</span>í<span lang="ES-TRAD">a paralela pero que suele mezclarse con los discursos sobre la
inteligencia de las plantas, sus capacidades sensoriales, elaboración de la
informació</span><span lang="FR">n, etc.</span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><span lang="ES-TRAD">6.- Respecto a
la comunicación, muy vinculada a la inteligencia, en particular en nuestra
especie social dotada del lenguaje simbólico, ya exist</span>í<span lang="ES-TRAD">a en las plantas hace cientos de millones de años. Ahora se habla de
señales qu</span>í<span lang="PT">micas a</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">reas y redes subterr</span>á<span lang="ES-TRAD">neas, de la Wood Wide Web. No hay Tabla Rosetta ni Champolion para ese
lenguaje. ¿</span>Cuá<span lang="ES-TRAD">nto hemos llegado a entender del mismo?</span></b></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><span lang="ES-TRAD"><br /></span></b></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">No s</span>é <span lang="IT">si alg</span>ú<span lang="DE">n d</span>í<span lang="ES-TRAD">a llegaremos a responder a esa pregunta, porque para ello deber</span>í<span lang="ES-TRAD">amos tener una idea de qu</span>é <span lang="ES-TRAD">alcance
tiene el lenguaje (o los lenguajes) vegetales: si desconocemos cu</span>á<span lang="ES-TRAD">n grande es el oc</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">ano
que tenemos por delante, ¿</span>c<span lang="ES-TRAD">ómo asignar un valor
porcentual a la parte que creemos conocer?</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Tenemos, por
supuesto, indicios, datos, modelos que parecen explicar razonablemente bien
determinados procesos de comunicació</span><span lang="PT">n vegetal. Sabemos qu</span>é <span lang="IT">mol</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">culas se liberan en
ciertos contextos (¡</span><span lang="PT">nos atacan!</span><span lang="ES-TRAD"> ¡Falta
agua! ¡Busco novia!), y cómo responden las cong</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">neres vegetales que</span><span lang="RU"> «</span><span lang="ES-TRAD">huelen</span><span lang="IT">» la mol</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">cula
en cuestió</span><span lang="PT">n. Sabemos a qu</span>é <span lang="ES-TRAD">tipo
de est</span>í<span lang="ES-TRAD">mulos responden, podemos medir el fluir de ciertas sustancias a trav</span><span lang="FR">é</span><span lang="ES-TRAD">s del sistema radicular de especies conectadas entre
s</span>í<span lang="ES-TRAD">, pero</span>…
<span lang="ES-TRAD">nuestro conocimiento es incomplet</span>í<span lang="IT">simo.</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="IT"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Debemos tener
en cuenta, adem</span>á<span lang="ES-TRAD">s, que solemos extrapolar descubrimientos realizados en un puñado de
especies vegetales al reino vegetal entero, y, aunque es razonable pensar que
buena parte de estos mecanismos tienen, efectivamente, amplia validez, a menudo
no tenemos pruebas duras que lo demuestren. Teniendo en cuenta, por ejemplo,
que nos faltan datos sobre la polinización para 9 de cada 10 plantas con flor
actualmente descritas… ¡</span><span lang="IT">imagina cu</span>á<span lang="ES-TRAD">ntas cosas fascinantes nos quedan a</span>ú<span lang="ES-TRAD">n por
investigar!</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Lo cual es fant</span>á<span lang="ES-TRAD">stico, porque no alcanzo a imaginar un mundo m</span>á<span lang="ES-TRAD">s triste que aquel en el que ya lo sabemos todo y lo entendemos todo.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><o:p> </o:p> </span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b>7.- <span lang="ES-TRAD">¿En qué proyectos
est</span>á<span lang="ES-TRAD">s embarcada en estos momentos? ¿</span><span lang="IT">Qu</span>é <span lang="ES-TRAD">misterios del Reino Vegetal te gustar</span>í<span lang="ES-TRAD">a
desvelar?</span><o:p></o:p></b></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Dado que no
estoy formalmente asociada a ninguna institución que se dedique a la
investigación, poco voy a desvelar en primera persona respecto a las maravillas
que a</span>ú<span lang="ES-TRAD">n nos depara el reino vegetal, pero si pudiese escribir una lista de
deseos de misterios que me muero por saber, incluir</span>í<span lang="ES-TRAD">a cosas como:</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">-<span lang="ES-TRAD"> ¿Hasta qu</span>é <span lang="ES-TRAD">punto podemos decir que los habitantes de un bosque est</span>á<span lang="ES-TRAD">n integrados y funcionan como un </span>ú<span lang="IT">nico macro-organismo?</span><span lang="ES-TRAD"> ¿</span><span lang="IT">Qu</span>é está
<span lang="ES-TRAD">pasando bajo tierra?</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">-<span lang="ES-TRAD"> ¿De qu</span>é <span lang="ES-TRAD">forma(s) concreta(s) han influido las plantas en la evolució</span><span lang="ZH-TW">n humana?</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">-<span lang="ES-TRAD"> ¿</span>C<span lang="ES-TRAD">ómo y cu</span>á<span lang="ES-TRAD">ndo llegaron los pl</span>á<span lang="PT">tanos a</span> Á<span lang="ES-TRAD">frica,
exactamente? ¿Y el caf</span>é <span lang="ES-TRAD">a la pen</span>í<span lang="ES-TRAD">nsula ar</span>á<span lang="ZH-TW">biga?</span></span></p><p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"> </span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">-<span lang="ES-TRAD"> ¿</span><span lang="IT">Qu</span>é <span lang="ES-TRAD">se siente siendo una planta? (Un array</span>á<span lang="ES-TRAD">n,
por ejemplo, o una ceiba, aunque me conformar</span>í<span lang="ES-TRAD">a
incluso con una</span> <i><span lang="ES-TRAD">Arabidopsis</span></i><span lang="ES-TRAD">. Esto es
absolutamente imposible de averiguar, ahora y siempre, ¡pero no pod</span>í<span lang="ES-TRAD">a faltar en la lista de deseos!)</span></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">En este preciso
momento estamos dando los </span>ú<span lang="ES-TRAD">ltimos toques a</span> <i>Viriditas</i><span lang="DE">, un</span> á<span lang="ES-TRAD">lbum ilustrado sobre mujeres y bot</span>á<span lang="ES-TRAD">nica, editado
por A fin de cuentos; y me dispongo a inaugurar la octava temporada del pó</span>dcast etnobotá<span lang="ES-TRAD">nico de mis desvelos,</span> <span lang="ES-TRAD"><a href="https://imaginandovegetales.wordpress.com/sendaplantasperdidas/"><b><i>La senda de las plantas perdidas</i></b></a>, un proyecto de larga duración que empec</span>é <span lang="ES-TRAD">en 2019, y que me alegra descubrir est</span>á <span lang="ES-TRAD">llegando
a mucha gente vegetófila por todo el mundo.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><br /></p>
<p class="Default" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD">Hay m</span>á<span lang="ES-TRAD">s libros en el vivero literario, jeje, algunos m</span>á<span lang="ES-TRAD">s crecidos y otros en estado m</span>á<span lang="ES-TRAD">s embrionario,
pero les dejo que vayan a su ritmo, sin meterles mucha prisa, y a</span>ú<span lang="ES-TRAD">n no s</span>é <span lang="IT">cu</span>á<span lang="ES-TRAD">ndo van a florecer.</span></span><o:p></o:p></p>
<!--EndFragment-->Germánicohttp://www.blogger.com/profile/17058701287561040466noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7159529.post-2426950855370669352022-09-06T22:52:00.001+02:002022-09-07T09:29:28.111+02:00La decadencia hipermoralista (entrevista a Pablo Malo)<p style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkOIVJ3u-k9A9G9LchO3WZ08_G3h3m5q_ETQA_QY-e8DokRmijYCZ-44mk5fFxHzKVCeFjcC0IaDTj8h2rekjEIkLR7GL0NGO1vWbUxs2q9Zg4i8fTEhOrWwDYQu7V837AI5jB_85yl4vYxt9DG3NFLJ3u6ARp_WsafcBAcdkN3BlzxwA/s3648/IMG_20220524_191040.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1680" data-original-width="3648" height="294" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkOIVJ3u-k9A9G9LchO3WZ08_G3h3m5q_ETQA_QY-e8DokRmijYCZ-44mk5fFxHzKVCeFjcC0IaDTj8h2rekjEIkLR7GL0NGO1vWbUxs2q9Zg4i8fTEhOrWwDYQu7V837AI5jB_85yl4vYxt9DG3NFLJ3u6ARp_WsafcBAcdkN3BlzxwA/w640-h294/IMG_20220524_191040.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Pablo Malo Ocejo.</td></tr></tbody></table><br /> <i style="font-family: sans-serif; font-size: large;">"¡Y guárdate de los buenos y justos! Con gusto crucifican a quienes se inventan una virtud para sí mismos, – odian al solitario.</i><p></p><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><i><br /></i></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><i>¡Guárdate también de la santa simplicidad! Para ella no es santo lo que no es simple; también le gusta jugar con el fuego – con el fuego de las hogueras para quemar seres humanos".</i></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b><i>Friedrich Nietzsche. Así Habló Zaratustra.</i></b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">En el Edén bíblico, Dios prohibió a Adán y a Eva probar el fruto del árbol del bien y del mal, constituyendo e instituyendo el pecado original llevárselo a la boca. Al parecer todas nuestras miserias comenzaron, según la Biblia, con un inocente incumplimiento de unas muy pocas y muy explícitas normas. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Lo que parece claro, desde una perspectiva evolucionista, es que categorizar las cosas, los seres y los sucesos como buenos o malos nos permitió, a lo largo de nuestra historia evolutiva, discriminar en abstracto y de forma un tanto rudimentaria e imperfecta, pero en conjunto acertada, aquello que nos dañaba de aquello que nos favorecía en nuestras vidas en común, como especie social. El baremo a aplicar no era otro que el de la supervivencia de los grupos en los que estábamos integrados. Un mal comportamiento podía ser castigado con el ostracismo, es decir, la expulsión del grupo, lo cual era equivalente a la muerte, en un ambiente ecológico hostil en el que un individuo solitario no podía valerse mucho tiempo por si mismo. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">La moral evolucionó cuando nuestros cerebros capaces de conceptualizar con el lenguaje y la comunicación todas esas categorías, crearon jerarquías y distinciones nítidas, que tomaban la forma de normas de comportamiento sancionadas por el grupo, primero transmitidas por tradición oral y, andado el tiempo, codificadas en leyes escritas. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Luego llegaría la ética, de corte más abstracto y filosófico, con la que se juzgarían también moralmente, y con el deseo de lograr objetividad e imparcialidad las propias normas morales.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Pero el estudio científico de la moral sólo muy recientemente ha empezado a tomar forma, y comienza a dar grandes resultados. Algunos de ellos nos llevan a plantearnos las contradicciones de la moral, y sus peligros. ¿Cómo, se dirán, puede desprenderse algo malo de aplicar códigos morales testados por la experiencia, basados asimismo en una ampliación del círculo moral de la humanidad y encaminados a la liberación del oprimido y la protección de la víctima frente a sus victimarios?</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Mucha de la evolución moral de los últimos milenios ha sido cultural, conforme las civilizaciones crecían y el mundo se globalizaba y se encontraban los distintos grupos humanos (violentamente con guerras o pacíficamente comerciando). </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Hoy hemos llegado a un grado de desarrollo tecnológico y económico sin precedentes en la historia de nuestra especie, pero acaban o se aminoran algunos grandes problemas y llegan otros. Existen nuevas sensibilidades que vienen acompañadas de nuevas morales y el universalismo se resquebraja con las identidades. Grupos formales e informales de todo tipo defienden causas variopintas y se caracterizan por estar ungidos con la verdad autorrevelada. Aplican categorías morales de forma tal que distorsionan los significados de términos antes asumidos y relativamente claros. Y surge lo que podría denominarse como hipermoralismo, que no sería otra cosa que una histeria moral de masas que juzga y sentencia sumariamente por cualquier nimiedad al margen de la auténtica ley y del estado de derecho, garantes de que grupos fanatizados y organizados no se impongan a individuos y pequeños grupos dispersos e indefensos. Pero el hipermoralismo se ha infiltrado en los medios, en las instituciones educativas y políticas y ha terminado con la ley de la mejor forma -convirtiéndose en ley.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Y mientras, la ciencia profundiza cada vez más en el estudio de la moral para lo cual no ha tenido más remedio que analizar la naturaleza moral humana a la luz de la evolución. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Pablo Malo Ocejo es un Psiquiatra miembro de la Txori-Herri Medical Association. Desde hace años ha estudiado los trastornos psiquiátricos desde una óptica evolucionista, para mejor entender sus causas lejanas (que se encuentran en los origenes y evolución de nuestro cerebro social en diferentes contextos ecológicos) que se distinguen de las cercanas (que residen en nuestro cerebro y nuestro entorno tal y como son aquí y ahora). Estas últimas tenía que abordarlas y tratarlas del mejor modo posible, clínicamente. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Por otro lado desarrolló un gran interés por la gran paradoja del suicidio. Como psiquiatra admite que es muy difícil predecir qué paciente puede acabar suicidándose y cual no, y eso conociendo bastante bien sus personalidades y comportamientos, creencias y actitudes habituales. Esto le adentró en el estudio científico del suicidio, dentro del cual continúa.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Pero entre su interés por profundizar en la evolución de las enfermedades y perturbaciones de la mente y el que le surgió por el suicidio como acto supremo y final de una vida sufriente, y como objeto científico, una zozobra le consumía. Como científico no terminaba de entender algunos fenómenos sociales nacientes que se aproximaban más a la locura que a la cordura en sus manifestaciones. Él razonablemente consideraba que tras la publicación de la Tabla Rasa de Steven Pinker en el 2002 nadie iba ya a poner en duda nuestra naturaleza, y en estos fenómenos sociales existía una raíz ideológica que negaba la naturaleza humana o, cuando menos la consideraba irrelevante para determinar algunas de nuestras más ancestrales costumbres. ¿Cómo habían cambiado nuestras costumbres y comportamientos como para que fueramos por completo ciegos a su parte biológica y sólo consideráramos nuestro entorno social y sus influencias y nuestra capacidad de elegir libremente según nuestras sensibilidades y las débiles ideas que las justificaban?</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitqHZePZkiUHEk08PrBPNLoFXqiyPQ7hWwHd_ppv0q1sTwC7r80I6XA0d5nCQaFFDKyqLP64LnVM75S6Qg3NDZyqJVKltVQEeDaTyXAfnu_gPe7uBMw7P1XCFraBqWISPRtYUssh0SLpM56_mhfRfQHwjWMGMr0sGsx9EIi13qRFP4CgY/s2560/81f956BPagS.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="2560" data-original-width="1691" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitqHZePZkiUHEk08PrBPNLoFXqiyPQ7hWwHd_ppv0q1sTwC7r80I6XA0d5nCQaFFDKyqLP64LnVM75S6Qg3NDZyqJVKltVQEeDaTyXAfnu_gPe7uBMw7P1XCFraBqWISPRtYUssh0SLpM56_mhfRfQHwjWMGMr0sGsx9EIi13qRFP4CgY/s320/81f956BPagS.jpg" width="211" /></a></div><br />El Doctor Malo observó que el componente moral de estas nuevas realidades sociales era uno de sus ejes vertebradores. Se trataba de un conjunto de luchas por la libertad en nombre de la justicia social...el planteamiento se había llevado a los extremos y se había planteado un nefando maniqueismo entre los buenos que estaban con la causa y los malos que estaban contra ella (muchos de los cuales solamente dudaban, pero no estaba permitido dudar).</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">En la medida en la que los autodenominados empoderados iban ganando poder, la hipermoralidad se asentaba: ellos eran los buenos y los justos, y todo aquel que osase hacer una objeción, por pequeña o inocente que fuera, era objeto de escarnio público, de señalamiento, de persecución....¿recuerdan las cazas de brujas? La locura colectiva se había desatado a partir de una moral hipertrofiada, grotesca, que como un cáncer había perdido su conexión con la organización y el orden natural al que servían para ir por libre destruyendo todo a su paso.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Ante esta locura colectiva, como psiquiatra, y centrado en su dimensión moral, como científico, Pablo Malo trabajó en comprender lo que representaba la moral en la cohesión y en el enfrentamiento de los grupos sociales, llegando a una inquietante conclusión: la moralidad puede ser peligrosa si va por libre y se cae en un subjetivismo moral a ultranza. Porque la moral es fundamental para la cooperación. Una sociedad en la que se pierden instituciones y formas saludables de cooperar está condenada a desaparecer.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">En su libro <a href="https://amzn.eu/d/69iZgi3">Los Peligros de la Moralidad</a>, editado por Deusto, Pablo Malo expone lo que se va sabiendo de la naturaleza moral humana, como una adaptación biológica y cultural, y señala los peligros del mal uso de nuestra moral instintiva, y de cómo estos instintos morales ancestrales mal canalizados pueden llevar a sancionar o censurar comportamientos arbitrariamente, sin aportar un ápice de racionalidad.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Agradecemos todos sus amigos y colaboradores del blog que nos haya respondido unas preguntas difíciles y retorcidas con gran solvencia y claridad. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>1.- Me gustaría empezar hablando de "Progreso". Ya sabes esa frase tópica y manida, y falsa en sus presupuestos básicos, que dice que "¡Parece mentira que en pleno siglo XXI suceda X!". Se da por sentado un Progreso (con mayúsculas mayestáticas) moral, pero se ha observado más claramente un Progreso tecnológico y científico, mientras los fundamentos de nuestra moral residen en mayor grado en nuestra naturaleza. ¿Cómo ha progresado la moralidad, si es que lo ha hecho?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"> </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Empezamos fuerte…Con este tema del progreso moral tenemos para unas veinte entrevistas :). La respuesta corta sería que no existe el progreso moral, lo que existe es cambio moral. Sería algo similar a preguntarnos ¿existe un progreso estético? ¿Es el cubismo un progreso estético respecto al impresionismo? Hay cambios estéticos y hay cambios morales pero decir que la moral o la estética mejoran o se perfeccionan es muy arriesgado.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Para comparar moralidades o épocas morales hay que establecer un criterio de medida que siempre será arbitrario. No existe una moral ahí fuera que podamos medir. Ahora bien, una vez establecido y aceptado un criterio o un esquema de referencia por un grupo de personas o una comunidad moral, pues sí se puede juzgar si hay progreso.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Si miramos la historia del siglo XX con el Holocausto, el Gulag, la guerra y atrocidades de la antigua Yugoslavia, etc., -y aceptándo los criterios más amenos aceptados de progreso moral-, el panorama no sugiere un gran progreso. En los países más desarrollados en teoría a todos los niveles (tecnológico, político, educativo, etc.) y con las religiones más avanzadas (cristianismo de diferentes tipos, islamismo…) con ello y con todo, la gente cometió las mayores barbaridades.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Pero todo es complicado, como suele decir Sapolsky. Frente a este planteamiento inicial que acabo de hacer, mucha gente argumentaría que claro que ha habido un progreso moral y citaría la abolición de la esclavitud o el avance en los derechos de las mujeres y de las minorías para apoyarlo. Cualquiera de nosotros desearía vivir en el Occidente actual y disfrutar de estos derechos y no en la Edad Media o en La Antigüedad, dicen.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">El problema es que para hablar de un progreso moral tenemos que hablar de una ciencia de la moral. Tendríamos que tener una definición de moral y un instrumento de medida para comprobar si ha habido un progreso y en determinado momento hay más moral que en otro. No creo que exista tal cosa.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Hay diversas definiciones de progreso moral. Para algunos es cualquier cambio moral deseable. Pero claro, no todas las personas ni todas las comunidades desean lo mismo, por lo que sólo podríamos hablar de progreso moral para una población que tenga unas determinadas normas y deseos morales y con esa vara de medir se puede objetivar si esa población avanza o no en su idea del progreso. Pero otro comunidad puede tener justo la idea contraria de lo que es progreso moral. Tomemos el tema del aborto. Las leyes pro-aborto son un progreso para las personas partidarias del aborto pero son un retroceso para las personas contrarias al aborto.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Para otros autores, progreso moral significa incluir cada vez más gente (o seres) en el grupo de aquellos cuyos intereses hay que respetar. El círculo moral en Occidente se ha ido ampliando para incluir a las mujeres, las minorías, los primates y cada vez más a todos los seres sintientes. Volvemos al mismo problema. En el Islam no están de acuerdo con esa ampliación del círculo. Nosotros diremos que ellos están más atrasados moralmente. Ellos dirían que nosotros estamos desviándonos y alejándonos de lo moralmente correcto.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">El criterio probablemente más acertado para medir la moral, por lo menos en Occidente, es el dolor y el sufrimiento. No sólo los utilitaristas sino la sociedad en su conjunto se guía por el principio de que lo que aumenta el dolor y el sufrimiento es malo moralmente y lo que lo disminuye es bueno. La moneda o la divisa de la moralidad es el dolor. Pero esto tiene muchos problemas.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Para empezar, el dolor es una adaptación producto de la selección natural. Estamos elevando una adaptación surgida por selección natural como valor o principio máximo (un caso de falacia naturalista que es algo en lo que se supone no se debe incurrir). Esto es totalmente arbitrario. A un nivel profundo, si fuéramos plantas, o seres derivados de ellas y en nuestra naturaleza estuviera vivir a cuenta de la fotosíntesis, consideraríamos moralmente bueno todo lo que aumentara la fotosíntesis y moralmente malo todo lo que la disminuyera.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">También podemos tomar otros valores que no sean el dolor para construir nuestra moral. Podríamos tomar, por ejemplo, el conocimiento. Todo lo que aumente el conocimiento sería bueno y todo lo que lo disminuya sería malo. Es posible incluso que estos dos valores entraran en conflicto. En un futuro hipotético podríamos disponer de una tecnología que eliminara el dolor pero para conseguir ese conocimiento imaginemos que tenemos que hacer experimentos que impliquen un sufrimiento para animales de experimentación…¿qué debemos elegir?</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">También podemos imaginar un mundo sin dolor que fuera moralmente malo. Un totalitarismo tipo <i>Un Mundo Feliz</i>, donde a la gente le das soma o alguna droga que les haga sentirse felices. ¿Un mundo donde la gente se siente feliz y sin sufrimiento -aunque esté explotada y oprimida- sería un mundo moralmente mejor que otro donde haya libertad pero la gente sufra y muera?</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">El principio del dolor se está llevando a extremos que algunos podrían considerar exagerados. Por ejemplo, tenemos la corriente anti-natalista representada por David Benatar y otros autores. Según ellos, no traer más gente al mundo sería moralmente bueno porque disminuiría el sufrimiento en el mundo. También hay autores preocupados por el sufrimiento de los animales salvajes. Vivimos en un mundo donde la mayoría de las criaturas sintientes son heterótrofas, es decir, viven a costa de otros seres vivos. Dicho de una manera cruda: vivir es sinónimo de matar. Si eliminamos la vida salvaje, eliminamos sufrimiento. Si llevamos todo esto al extremo, tal vez destruir toda la vida heterótrofa o sintiente sería moralmente bueno. Es más, tal vez mejor destruir toda la vida -incluida la no sintiente- ya que si no hay vida no hay sufrimiento. Y mejor destruirla por completo porque la vida no sintiente puede evolucionar a vida sintiente y regresaría el sufrimiento al mundo.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"> </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">En Los Peligros de la Moralidad cuento que la moralidad desde el punto de vista evolucionista es un instrumento para la cooperación. Podríamos tomar este criterio y decir que hay progreso moral cuando un cambio moral ayuda a que una comunidad coopere mejor. Una manera de medir si esa comunidad coopera mejor sería con el criterio último en evolución: la reproducción. La moral que haga que una población se reproduzca más sería mejor -o un progreso- respecto a la que disminuya la reproducción. Con esta vara de medir, la moral de las grandes religiones (cristianismo, Islam, confucianismo…) ha resultado bastante exitosa. Pero tal vez los últimos cambios morales en Occidente (que nosotros generalmente consideramos como progreso moral) se están traduciendo en una disminución de la natalidad y es posible que las sociedades occidentales sean desplazadas por otras sociedades que tienen un nivel de progreso moral más bajo que el nuestro (según nuestros criterios).</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">También es interesante comentar los cambios que estamos viviendo ahora con la transformación de la izquierda tradicional en otra izquierda posmodernista, con una política de identidades, toda esa corriente que se se denomina Justicia Social Crítica o wokismo, de la que hablo en el libro. Se está produciendo una “transmutación de todos los valores” que diría Nietzsche. Donde antes había derechos individuales ahora hay derechos colectivos y se juzga a la gente por el grupo al que pertenece (étnico, sexual, de orientación o identidad sexual); donde antes había universalismo y los valores se consideraban aplicables a todo el mundo ahora tenemos relativismo cultural (y cada cultura tiene sus valores) y la apropiación cultural está mal; donde antes teníamos a la libertad de expresión como piedra angular de las sociedades democráticas, ahora resulta que esa libertad es opresora y de derechas; donde antes teníamos la objetividad y la razón -o la ciencia-, ahora tenemos la subjetividad como criterio de valoración de la realidad…etc, etc. etc. Como digo en el libro, estamos en un proceso de cambio del sistema operativo con el que funcionan nuestras sociedades, del sistema operativo “OS Ilustración” estamos pasando al “OS Posmodernismo” u “OS Wokismo”…pero ¿son los valores del posmodernismo un progreso con respecto a la Ilustración? ¿Es la postura antinatalista un progreso con respecto a la postura pro-natalista? Son preguntas que creo que no tienen respuesta más que desde un esquema de valores determinado y para la gente que comparta esa visión del mundo.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">En resumen, viendo estos aspectos que he tocado -y seguro que se me escapan muchos más- observamos que la cuestión es endiabladamente complicada. Pero, a modo de resumen yo concluiría lo siguiente: nuevas formas de vida -producto muchas veces del progreso tecnológico- van a dar lugar a nuevos problemas de cooperación. Estos nuevos problemas de cooperación van a dar lugar a nuevas normas morales que son formas de resolver esos problemas de cooperación. ¿Es esto progreso? Probablemente no, simplemente lo que requiere la situación. Y algunas sociedades acertarán con sus nuevas moralidades y sobrevivirán y otras sociedades colapsaran. Está por ver lo que va a ocurrir en Occidente. En cualquier caso, lo que sí parece claro es que el cambio moral es inevitable. Juzgar si ese cambio es progreso, a mi modo de ver, implica siempre un componente de subjetividad y arbitrariedad.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>2.- La moral sería pues no algo objetivo, sino una adaptación al medio social para la prevalencia y supervivencia del grupo. Esto nos lleva a la "verdad". William James, como filósofo pragmatista, sostenía que era "verdadero" aquello que nos conviniera fuera tal. Pero al tener la piedra de toque de la realidad, la "verdad", al igual que la conveniencia, en todo su recorrido, y la propia "moralidad" derivada de ellas, se ven limitadas. Con la llamada posverdad se superan esos límites y se entra en un subjetivismo moral absoluto. ¿Qué "mal" entraña el subjetivismo a ultranza?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Nuestros comportamientos morales responden a lo que nosotros creemos que es la realidad. Para que una situación tenga consecuencias morales no es necesario que la situación sea real sino que la gente -especialmente los miembros de nuestro grupo- crea que lo es. No hay manera de saber las intenciones que albergan nuestros adversarios del grupo exterior rival. Tenemos que leer la mente a nuestros enemigos y actuar de forma coordinada lo antes posible y muchas veces el mejor momento par actuar es cuando parece que es demasiado pronto. Han salido unos estudios realizados en EEUU recientemente donde se pedía a los participantes puntuar cuánto creían ellos que los miembros del parido contrario (republicanos versus demócratas) les odiaban o les gustaban. Lo que han encontrado es que la gente sobreestima el grado en el que son odiados por sus enemigos. También, y simplificando mucho- la izquierda norteamericana cree que hay una conspiración de la derecha de QAnon, trumpistas y supremacistas para dar un golpe de estado. Y la derecha cree que los comunistas quieren imponer un totalitarismo en EEUU. Sobre esta polarización tenemos el problema de la desinformación, las fake news y a unos líderes que pueden alimentar los miedos de su partidarios inflando el peligro que suponen los adversarios. Si pensamos que el enemigo nos va a hacer daño tenemos un caldo de cultivo muy adecuado para que se moralicen conductas y comportamientos dado el problema de cooperación planteado.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">No hace falta insistir en el formidable problema que la dificultad de definición de la realidad y la subjetividad suponen para la convivencia. Como digo, nuestra actuación en el mundo, guiada por la moral, es una respuesta a los que creamos que es la realidad, no a la realidad objetiva si es que existe. Si yo creo que los judíos están oprimiendo a los alemanes y llevando Alemania a la ruina, pues me voy a sentir justificado moralmente para actuar contra ellos. Si yo creo que los burgueses impiden la consecución de una utopía socialista donde todo el mundo viva feliz, pues consideraré que su exterminio está justificado moralmente. Los animales ejercen una violencia instrumental, es decir, pelean y matan por algo objetivo: parejas, comida, territorio. Los humanos tenemos el triste privilegio de matar por algo abstracto, unas ideas…y las ideas pueden estar equivocadas.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>3.- Mi tercera pregunta versa sobre las fuerzas individualistas/grupalistas que anidan en nuestro interior. Hoy, con la pérdida de señas de identidad los grupos son más (o se perciben más) como una "elección" individual, personal, subjetiva. ¿Cómo influyen esas tensiones entre las tendencias egoístas e individualistas, y las tendencias a la coordinación, colaboración y cooperación dentro de los grupos, sobre las nuevas identidades surgidas de las caídas de las grandes religiones (sacras o laicas) de nuestro tiempo?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">La polarización ideológica y política es un fenómeno que se retroalimenta. Me explico: si los miembros de un grupo artificial o natural denigran o agreden en nombre de su grupo a algunos de los miembros de otro grupo artificial o natural, real o imaginario, este otro "grupo" reaccionará bien tomando conciencia de grupo o agrupándose más, si ya tuviera dicha conciencia grupal, para defenderse, y pasará al contraataque, lo cual incitará al grupo agresor originario a reafirmarse en su identidad y antagonismo, sintiéndose legitimado en su odio al segundo grupo, de modo que, al final, se llega a un punto en el que no se sabe exactamente dónde está el origen del conflicto, pero los grupos están bien formados, cohesionados y enfrentados y entran en una espiral de odio, desprecio y violencia, física o verbal, o al ostracismo mutuo ¿Estamos condenados a no entendernos por nuestra naturaleza grupal y nuestra tendencia (también natural) a luchar por los recursos?</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">No creo que hayan cambiado esas tensiones entre lo individual y lo grupal, al contrario, actualmente tenemos tal vez mayor necesidad de pertenencia a un grupo dado nuestro aislamiento, nuestra desconexión, esa situación de anomia de la que hablaba Durkheim.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Nuestra psicología tribal no cambia sea cual sea el mecanismo por el que llegamos a la formación de los grupos. Aunque sea por mecanismo tan triviales como los que descubrió Tajfel en sus estudios -como ser sobreestimadores o subestimadores de los puntos que hay en una pantalla-, una vez que aparecen los grupos tendemos a una fusión de identidad con el grupo. Y esto lo vemos continuamente en la actualidad a nivel político o con las diversas conspiranoias.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Estamos viendo, por ejemplo, que la verdad es tribal. Los humanos somos animales ultrasociales. Somos el tipo de primate que sobrevive formando y manteniendo grupos. Gran parte de nuestra psicología innata tiene que ver con formar un grupo y el cuidado de ese grupo, con el trabajo de mantener la cohesión. Si el grupo sobrevive, nosotros sobrevivimos. Así que muchos de nuestros impulsos, nuestras motivaciones, como la vergüenza, el ridículo, el ostracismo, etc., tienen más que ver con mantener al grupo fuerte que con mantener sano a cualquier miembro, incluidos nosotros mismos. Los seres humanos valoran mucho más ser buenos miembros de sus grupos que tener razón, hasta el punto de que, mientras el grupo satisfaga esas necesidades, elegiremos estar equivocados si eso nos mantiene en buena posición con nuestros compañeros. Lo vemos en la polarización política en la mayoría de países. Si tenemos que elegir entre la verdad o el grupo, elegiremos el grupo.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"> </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>4- Los científicos tratan de dilucidar cuáles son los universales de la naturaleza humana, así como de encontrar sus equivalentes en otras especies para, a la luz de la evolución, dar una explicación lo más omnicomprensiva y clara posible. Respecto a la moral ¿Qué universales se podrían indicar? ¿Qué origen podrían tener y qué extensión en la naturaleza?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"> </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Parece que la investigación está convergiendo en la idea de que la moralidad es una tecnología biocultural, una herramienta, para promover la cooperación, como antes comentaba: una psicología humana evolucionada con una serie de emociones junto con unas normas que nos ayudan a trabajar juntos, llevarnos bien, mantener la paz y promover el bien común. Y es muy interesante que como ha habido diferentes problemas de colaboración esto habría dado lugar a diferentes tipos de moralidad, es decir, que la moralidad sería múltiple. Jonathan Haidt habla de seis fundamentos de la moralidad pero a mí me gusta especialmente la teoría de Oliver Scott Curry.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Según Oliver Scott Curry y la Teoría de la Moralidad Como Cooperación, hay al menos 7 tipos diferentes de cooperación:</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">1) La selección de parentesco.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">2) El mutualismo.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">3) La reciprocidad o cooperación condicional -ayudar a quien te ayuda y perjudicar a quien te perjudica.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">4) El heroísmo.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">5) La sumisión a los superiores, admitir con humildad la derrota y someterse a las personas poderosas.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">6) La justicia, repartir los recursos de forma equitativa en lugar de intentar monopolizarlos. </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">7) respetar la propiedad, reconocer y respetar la posesión previa de los recursos.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Por lo tanto, siete tipos de cooperación explican siete tipos de moral: el amor, la lealtad, la reciprocidad, el heroísmo, la deferencia, la equidad y los derechos de propiedad. Así, según esta teoría, es moralmente bueno en todas las sociedades que ellos han han estudiado (más de 60 de todo el mundo):</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">1) Amar a tu familia.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">2) Ser leal a tu grupo.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">3) Devolver favores </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">4) Ser heroico.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">5) Respetar a los superiores.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">6) Ser justo.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">7) Respetar la propiedad.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"> </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Y es moralmente malo:</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"> </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">1) Descuidar a tu familia.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">2) Traicionar a tu grupo.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">3) Engañar.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">4) Ser cobarde.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">5) Faltar al respeto a la autoridad.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">6) Ser injusto.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">7) Robar.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Es muy interesante que no hay contraejemplos, es decir, en ningún lugar del mundo se consideraba por ejemplo que ser cobarde o descuidar a tu familia es bueno. Y también es muy interesante otra conclusión que podemos sacar de estas teorías (tanto la de Haidt como la de Scott Curry). Si estas teorías evolucionistas tienen razón, se desprende de ellas una consecuencia muy importante con implicaciones prácticas: la moral es múltiple y consistiría en un racimo de módulos con entradas y salidas diferentes que pueden entrar en conflicto entre ellas, y esto es algo que vemos en la vida real. Estas teorías nos señalan que las decisiones morales humanas son tomadas por diferentes “voces morales” dentro de nosotros o por diferentes mecanismos psicológicos que responden a diferentes tipos de problemas de cooperación y en un momento dado el principio de ayudar a la familia puede chocar con el de la justicia o el de respetar la propiedad. Por ejemplo, ¿debo robar o perjudicar a otros para salvar a mi amigo, a mi hermano o a un compañero que lo necesita? Tenemos normas y predisposiciones para no robar comida a los otros, pero ¿qué pasa si mi hijo o mi amigo se están muriendo de hambre? Muchas situaciones morales en el mundo real contienen complejas combinaciones de todos estos intereses o preocupaciones y a veces crean dilemas morales muy difíciles de resolver porque chocan en ellos diferentes componentes de nuestra moralidad. Esta visión de la moral como múltiple nos ayuda a entender la existencia de estos dilemas morales.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>5.- Se supone que la Civilización progresa, como antes comentábamos. Pero no hay necesariamente un "progreso moral", aunque sí uno "moralista", que es más bien un retroceso. Fenómenos como el postmodernismo o el wokismo no serían, en cierto modo, síntomas agudos de una desconexión con la naturaleza (en este caso tanto ecológica como social) del ser humano?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Hablar de progreso moral es meternos en un campo de minas, como ya comenté antes en la pregunta sobre el particular. Es un terreno en el que no hay un acuerdo entre los autores. Algunos han tomado el concepto de inclusividad como medida y en ese sentido parece que se van ampliando los círculos morales e incluyendo a más sujetos de derechos: abolición de la esclavitud, derechos de las mujeres, derechos de homosexuales, derechos de los animales…Pero por otro lado tenemos los genocidios y guerras del siglo XX, por ejemplo, que no dejan muy bien la idea de un progreso moral. Desde luego, lo que sí hay es un progreso tecnológico que tiene repercusiones morales, como es el caso de la píldora anticonceptiva y tantos otros.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">En cuanto a lo que comentas de la desconexión con la naturaleza creo que la situación es más grave, lo que me parece que existe es una desconexión con la realidad. Son muchos los que han comentado que la situación que vimos en Occidente es similar a la de la caída del Imperio Romano: decadencia, pérdida de valores y de fe en nosotros mismos. Nos encontramos tal vez en una situación parecida a la que cuentan de Constantinopla, tratando el sexo de los ángeles. Y el pronóstico es muy negativo porque están ocurriendo cosas que muchos pensamos que iban a restablecer las prioridades y a hacernos despertar (la pandemia, la guerra de Ucrania, crisis económica…) pero que desafortunadamente no parece que consigan traernos de vuelta a la naturaleza y a la realidad.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>6-¿Qué valor adaptativo tiene la moral? ¿Cómo opera en los distintos niveles en la selección? ¿Cúales pudieran ser sus formas más elementales en la naturaleza? </b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Bueno, la visión más aceptada, como he dicho, es que la moral sería una herramienta biocultural para favorecer la cooperación de los grupos. Se supone que los grupos que supieron coordinarse y colaborar desplazaron a los que no lo hicieron. Es bastante claro que si no tuviéramos unas normas, una especie de código de circulación, que nos impiden matar al primero que nos cae mal o tener sexo con el primero que nos apetezca, etc. la convivencia humana sería imposible.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Puede ser complicado determinar qué parte de esta herramienta es biológica y qué parte es cultural y aquí podemos debatir bastante. Pero parece claro que existen las dos cosas, una parte que es innata, biológica, con un componente genético y con una emociones innatas; y luego hay una parte donde la racionalidad y la cultura juega un papel importante, una capacidad para el razonamiento moral. Algunos autores han comparado la moralidad con el lenguaje en el sentido de que existiría una predisposición humana a hablar y luego la lengua que se habla depende de la cultura. De la misma manera tendríamos una predisposición a diferenciar entre bien y mal y luego la cultura nos diría qué es el bien y el mal en cada cultura concreta (ya hemos hablado de que hay unos universales). Elementos que apoyan que se trata de una adaptación en el sentido biológico, y que trato en el libro, serían que es universal, que aparece ya en niños antes de socializarse, que lesiones cerebrales la alteran, etc.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">En cuanto a las formas más elementales de la moralidad tendríamos la simpatía por el propio grupo y la lealtad al grupo, que son fenómenos que ya vemos en los chimpancés y que son emociones que unen al grupo. Estas emociones habrían sido seleccionadas por la selección de parentesco y el altruismo recíproco. Por encima de este nivel estarían otras emociones como la confianza y el respeto ya exclusivas de los humanos, que son “emociones colaborativas”. Y en otro escalón por encima estarían “emociones reactivas” como la culpa o el resentimiento. Estas emociones y un sentido de la justicia aparecen ya en los niños, como decía. Las normas morales y el razonamiento moral como tal no podrían funcionar sin todo este hardware biológico evolucionado.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"> </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>7.- Uno se pregunta, buscando los fundamentos de la moral, si esta no es, a fin de cuentas, un mecanismo egoísta y etnocéntrico que sirve a la supervivencia dentro del grupo de los individuos, por un lado, y de los grupos en el entorno de diversos grupos que compiten por los recursos, por otro. ¿Tiene la moral en su raíz una forma de hipocresía o autoengaño?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"> </div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Como ya hemos dicho, la moral sería un instrumento para la cooperación de los grupos y los grupos colaboran normalmente para competir con otros grupos. Si entendiéramos la moral como hacer el bien de forma universal, ser altruista con todo el mundo o algo en ese sentido entonces igual sí podríamos pensar que la moral tiene elementos de hipocresía y autoengaño. Pero si aceptamos la visión evolucionista, entonces creo que no hay lugar para la hipocresía, veremos que hacer lo que favorece la cooperación de un grupo va a ser bueno, aunque sea matar a otros seres humanos ajenos al grupo o a miembros del grupo considerados traidores.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>8-¿Cómo explicar el sacrificio por extraños por parte de algunos (algo así como el altruismo puro) o la crueldad extrema con los demás por parte de otros (algo así como el mal absoluto)?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">La respuesta corta sería que no sabemos muchas cosas acerca del altruismo (y del altruismo extremo en concreto) ni tampoco sobre el mal, pero voy a intentar decir algo sobre ello. En lo que respecta al altruismo tenemos explicaciones como el parentesco de grupo o el altruismo recíproco que nos ayudan a entenderlo. La teoría de juegos también explica que en interacciones repetidas las estrategias que triunfan son las de reciprocidad -tit for tat- y que ayudar tiene ventajas a largo plazo.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Un problema distinto es el del altruismo extremo, el caso de gente que ayuda a extraños con alto riesgo para su vida, personas que se tiran a las vías del tren a ayudar a alguien que se ha caído cuando el tren se aproxima, o los casos de donantes de riñón a extraños de forma gratuita y altruista. Puede haber diversas explicaciones. Una de ellas podría ser que estas personas altruistas han sufrido alguna experiencia transformadora en su vida con anterioridad. Hay algunos datos de que cuando alguien ha sobrevivido a un cáncer o a un accidente grave, se hacen menos materialistas, más espirituales y más altruistas. Es como si fueran conscientes de su buena suerte y de que otros tienen menos suerte y quisieran compensarlo. Pero muchas veces cuando se pregunta a personas que se lanzaron a ayudar a otros con grave riesgo para su vida, suelen decir que no pensaron ni calcularon nada sino que simplemente lo hicieron, que les salió así.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Puede ayudar parcialmente a entender este problema una característica de la selección natural que es la diferencia entre el dominio propio de una capacidad o mecanismo psicológico y el dominio real. Me explico. Tenemos un mecanismo psicológico para identificar caras porque somos animales sociales y es necesario identificar con quién actuamos y reconocerles. Y hay gente que tiene problemas con este mecanismo y le cuesta identificar las caras, sufren una prosopagnosia. El dominio propio de esta adaptación son las caras. Pero este mecanismo se nos dispara a veces y vemos caras en las nubes, en un enchufe o en un trozo de pan. Esto ocurre por una asimetría en el coste de los errores desde el punto de vista de la evolución. Si me paso y veo caras en las nubes será divertido y nos hacemos unas risas pero no pasa nada. Pero si no identifico la cara de un enemigo que está agazapado en el bosque, puedo acabar muerto. Por tanto, el dominio real de un mecánismo psicológico evolucionado puede ser más amplio que la razón inicial para la que evolucionó.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">El dominio propio del amor materno filial son los bebés humanos pero las crías de otras especies como gatos o perros también despiertan instintos maternales de cuidado y protección. Y en este sentido habría que señalar que el amor materno-filial es el origen de todos los altruismos posteriores. El amor romántico y el amor a amigos y familiares y luego a extraños serían evoluciones posteriores de este primer altruismo.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Pero a donde quería llegar es a que una vez de que tenemos un mecanismo psicológico producto de la selección natural es posible que se dispare por inputs o estímulos para los que no estaba pensado inicialmente. Tenemos el caso del cotilleo de la TV acerca de famosos que en realidad no tienen nada que ver con nuestras vidas. El ser humano es cotilla y le interesa la información social referente a la gente de su tribu o su grupo. Peo ahora ocurre que con la TV tenemos en el salon de nuestra a casa a los famosos (con los que no interactuamos ni conocemos en la vida real) y eso hace que nos interesen sus vidas porque si están en el salon de nuestra casa es como si estuvieran alrededor del fuego en tiempos ancestrales, si están ahí con nosotros es que son de los nuestros, por así decir.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Volviendo al altruismo, una vez que existe el instinto de ayudar a una persona que sufre o está en peligro es posible que se dispare por estímulos más amplios que los que dieron lugar a la adaptación. Alguien que veo en peligro, aunque sea un extraño, va a ser alguien de mi grupo y alguien que a lo mejor puede ayudarme a mí en el futuro. Soy consciente de que esta explicación se queda corta pero puede tener algún punto de verdad.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Pasando al tema del mal absoluto nos metemos en otro tema fascinante y difícil. Las definiciones del mal o de la maldad nos dicen que la “Maldad” es una etiqueta que la gente aplica a cualquier conducta que percibe como:</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">-Dañina (que causa un daño).</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">-Intencionada.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">-Injustificable (no se puede justificar por las circunstancias).</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">El problema de esta definición es la tercera característica, la de que sea injustificable: ¿quién dice si algo es justificable o no? Podemos pensar que el Gulag era injustificable pero Stalin y los suyos pensaron que las medidas que tomaron (contra burgueses, agricultores, etc) estaban justificadas porque buscaban una utopia socialista y un mundo mejor y feliz para todos. Así que nunca nos vamos a poner de acuerdo y dependerá, como venimos diciendo, del grupo al que pertenezcamos. A nosotros no nos va a parecer nunca justificado lo que un grupo rival haga contra nosotros pero probablemente sí lo que nosotros hagamos contra ellos.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Pero la pregunta última sería por qué el ser humano tiene esa capacidad de hacer daño de forma no justificada, gratuita, es decir, no por un beneficio instrumental (comida, dinero o una pareja, etc.) sino por puro placer, por sadismo, por el placer de hacer sufrir y la sensación de poder que ello produce. Hasta donde yo llego sólo veo una explicación desde el punto de vista evolucionista y tiene que ver con el hecho de que somos depredadores que han tenido que cazar y matar presas, por un lado, y guerreros que han tenido que matar a otros miembros de su especie, por el otro. La selección natural suele marcar con placer las cosas que son buenas para nuestra supervivencia como el sexo o la comida para que las llevemos a cabo. Estas actividades disparan nuestros circuitos cerebrales de recompensa. Es plausible suponer que matar una presa o matar a un enemigo haya podido quedar marcado como algo placentero y lo mismo que podemos comer sin tener realmente hambre, por puro placer, podemos también matar sin que existe la necesidad inmediata de hacerlo, por puro placer también.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>9-En psicología social se han realizado estudios transculturales sobre el modo de percibir la realidad social de las personas: hay culturas más individualistas y otras más colectivistas. También se ha investigado la soledad, como falta de conexión humana, como una enfermedad o detonante de enfermedad (más habitual en sociedades individualistas) y la conformidad y el pensamiento grupal y la alienación como problemas (más probables en sociedades colectivistas). Todo esto tiene enormes implicaciones políticas, sociales, económicas y....morales....de hecho se suele hablar de moral individualista vs moral colectivista. ¿Qué hay de moral en las diferencias en la orientación del individuo frente a la comunidad?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">La moral va en el fondo de someter los deseos e intereses egoístas de los individuos al bien común, al bien del grupo. Se trata de una “aplicación” instalada en nuestro polo frontal para que el sujeto no siga sus impulsos egoístas y ponga en peligro al grupo, aplicación dicho sea de paso que los psicópatas no tienen.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">Evidentemente hay diferencias entre culturas en la concepción y manejo de esta tensión individuo-grupo y esto puede generar matices morales diferentes en cada cultura. En las sociedades colectivistas a los individuos no se les concibe como sujetos o agentes separados sino como miembros de su familia, de su tribu o de su clan que son los verdaderos agentes. Por eso, por ejemplo, en las rencillas entre familias se mata a un miembro de una familia rival que ha matado a uno de los nuestros aunque ese sujeto no sea el autor del crimen. El responsable no es solo el sujeto individual sino toda la familia. Pero, como digo, en todas partes, en todas las sociedades, el grupo está por encima del individuo. Y al manejo de la pandemia me remito para ilustrar este punto. En una sociedad como la nuestra (tremendamente individualista) hemos visto cómo han ido cayendo uno tras otro todos los derechos y libertades individuales ( la libertad de movimiento, la libertad de decidir sobre tu propio cuerpo, etc.) porque se entendía que esas libertades ponían en peligro al grupo y el grupo tiene prioridad. Podemos maquillarlo y presumir de derechos individuales en el día a día pero no hemos podido mantener ese decorado en una situación de “emergencia” o de crisis. Hemos convertido de hecho la emergencia sanitaria en una emergencia moral, en un problema de buenos y malos (los buenos los que se vacunan y llevan mascarillas, etc.). Se ha moralizado la respuesta a la pandemia porque la pandemia suponía un problema de cooperación y la moral es una herramienta para la cooperación, como hemos repetido sin cesar en esta entrevista.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">De manera que hay diferencias entre culturas pero, a mi modo de ver, el núcleo fundamental de todo lo que estamos tratando en esta conversación se aplica en lo esencial en todas partes.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b><br /></b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b>10- Sobre el suicidio como cuestión moral, desde la perspectiva de la sociedad y del suicida ¿qué sugieren los estudios?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">La posición mayoritaria actualmente -que no comparto- es que el suicidio es un trastorno mental, pero históricamente se ha considerado un delito y un pecado. Es por tanto evidente que se ha juzgado como algo malo desde el punto de vista moral. Lo cual tiene su lógica desde esa tensión grupo-individuo que comentábamos: el grupo que tenga un alto número de suicidios se va a ver desplazado por grupos que tengan menos suicidios. Así que la mayoría de sociedades han puesto barreras culturales, religiosas y legales frente al suicidio. La nueva concepción del suicidio como trastorno mental supone levantar estas barreras y estamos viendo la aparición de políticas de eutanasia y de suicidio, aunque acompañadas también de una gran preocupación por el suicidio y por la creación de planes nacionales de prevención del suicidio. Estamos en el proceso de definir como sociedad cómo enfrentarnos a este problema del suicidio con posturas a veces contradictorias y habrá que ver cómo sedimenta moralmente este problema.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><b> 11- ¿Qué proyectos futuros tienes? ¿Qué misterio te gustaría resolver?</b></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">El misterio que me gustaría resolver es cómo podemos entendernos personas que pensamos de forma diferente, cómo podemos convivir personas que tenemos creencias diferentes. Me parece un problema más acuciante que el del cambio climático porque, igual exagero, pero creo que nos puede llevar incluso a la extinción. Convivir es la cosa más difícil del mundo, que dos personas o un grupo de personas, o las naciones, puedan convivir es incomparablemente más difícil que poner un ser humano en Marte.</div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: sans-serif; font-size: large; text-align: justify;">En cuanto a proyectos estoy contemplando la posibilidad de escribir algo sobre el suicidio. Como decía en la pregunta anterior, me parece que la prevención del suicidio tal como se concibe actualmente se apoya en unos principios que son simplistas y parcialmente erróneos. Por no alargar todavía más la entrevista, podéis ver a lo que me refiero leyendo la última entrada en mi blog. Así que si escribo algún otro libro en el futuro probablemente sea sobre el suicidio.</div>Germánicohttp://www.blogger.com/profile/17058701287561040466noreply@blogger.com2