lunes, diciembre 16, 2013

La mente virtuosa


Para Sigmund Freud, la moral era una especie de instancia intrapsíquica a la que llamó Superyó.
El Superyó a su vez tenia dos hijos, el "Yo ideal" y el Ideal del Yo". El Yo ideal representa a lo imaginario en el principio del placer ( es ideal en tanto en cuanto coincide con mis deseos, incluyendo a cómo me imagino los deseos de los demás), el Ideal del Yo sin embargo es algo impuesto que procede de un lugar ajeno al principio del placer y que contiene censura por parte de alguna instancia extrapsíquica.

Naturalmente Freud no conocía nada de psicología evolucionista y no sabía que en realidad la moral habia evolucionado como un constructo social destinado a limitar los beneficios del egoísmo individual (el principio de placer individual), uno de los problemas que todas la comunidades humanas han tenido que soportar desde el principio de los tiempos: lo que es ideal para el individuo puede ser letal para la comunidad.¿Cómo hacer a los grupos humanos laboriosos, cooperativos y cohesionados?

La moral emergió basicamente para controlar la conducta de los demás, pero no la conducta propia, y es ahi donde Freud se equivocó al situal al Superyó como un homúnculo interno hipervigilante. La verdad es que la mayor parte de los transgresores no reconocen su transgresión ni aun después de haber sido castigados por ella.

La forma en que controlamos la conducta ajena es diversa, por una parte están los códigos penales de los Estados modernos, antes códigos religiosos, pero tambien existen códigos no escritos de costumbres y usos, pragmáticos y no escritos destinados a regular las relaciones de unos con otros: el ninguneo social, el exilio emocional, el descenso de contractualidad social o la muerte civil son algunas de las condenas que estigmatizan a los incumplidores, y eso que hemos convenido en llamar reputación es su defensa.También existe otra forma más doméstica de controlar a los tramposos: el cotilleo, que algunos autores han correlacionado como un factor de salud mental (Brown 1991) y sobre todo un absoluto antropológico.

Es así como solemos enterarnos de quién y qué instancias morales ha transgredido nuestro vecino y de ahi que algunos autores supongan que cotillear es una tarea que ha evolucionado desde edad ancestral hasta nuestros dias debido a que contiene una ventaja social: la de señalar a los transgresores y burlarse de ellos con el fin de censurarlos publicamente o disminuir su rango o prestigio.

Lo cierto es que la moral es una forma de inteligencia emocional y no una categoría que se tiene o se carece de ella, además es una instancia dimensional y no categorial tal y como conté en  otro lugar. Al ser dimensional es frecuente que existan contradicciones y antagonismos entre ciertas dimensiones y otras. El ejemplo más frecuente es el de aquella persona conservadora que abomina de la infidelidad matrimonial pero es capaz de sustraer recursos colectivos a través de ciertas formas de corrupción. O el de aquella persona progresista que está a favor del aborto pero en contra del maltrato a los toros en la llamada "fiesta nacional".

De manera que para comprender mejor estos antagonismos y contradicciones vamos a repasar los cinco pilares de la moralidad descritos por Haidt, recordando que los dos primeros responden  a una ética individual (la etica de la autonomía), los dos segundos a una ética comunitaria o colectiva y el último a una ética de la divinidad o por decirlo de una manera más comprensible, una ética de lo sagrado.

Dimensiones de la ética individual.-

1.- Daño-cuidado. De todas las dimensiones de la ética, la del daño-cuidado es la que recoge un mayor numero de consensos. El 90% de la población estaria de acuerdo es que es bueno cuidar de los enfermos, los ancianos, los necesitados o los niños, asi como que es malo hacer daño a los demás, incluyendo a los daños que se inflingen de forma gratuita a los animales o al medio ambiente como quemar bosques, etc.
Algunas personas como las que nombré en el post anterior han edificado su moral alrededor de esta fundación o dimensión y se han especializado en el cuidado de otros o bien temen el daño propio o el ajeno, elaborando toda una teoria cognitiva alrededor del daño y el dolor o el sufrimiento ligado a la responsabilidades adquiridas por estos mandatos.
Los problemas morales que suelen atormentar a estas personas son los temas del sacrificio individual y los dilemas que proceden del altruismo: "o yo o él/ella".

2.-Justicia-equidad.- Venimos al mundo equipados con una fuerte sensibilidad a las injusticias y que procede del hecho de que bien pronto en nuestro desarrollo empezamos a compararnos con lo que otros tienen u obtienen, principalmente comparándonos con nuestros hermanos. Desarrollamos asi y de manera muy precoz un catálogo de injusticias percibidas con meridiana claridad. Lo curioso de esta percepción es que parece estar diseñada más bien para detectar las injusticias siempre y cuando nos perjudiquen a nosotros, pero somos ciegos para percibir aquellas que nos benefician. Asi pues, la ética de la justicia-equidad es poco de fiar y aunque representa fundamentalmente los derechos individuales lo cierto es que cuando nos confronta con los derechos de otros comienzan a aparecer las discrepancias.

Hay quienes son más "justicieros" que otros y hay quienes pelean por la igualdad toda su vida, algo que divide a las personas en dos grandes grupos: aquellos que prefieren la libertad y aquellos que prefieren la igualdad. Lo cierto es que libertad e igualdad son valores contradictorios y que dividen a la población en dos grandes grupos, aqui comienzan a haber distinciones y diferencias éticas entre unos y otros. En este post analicé precisamente esta cuestión y la relacioné con el proceso democrático que vivimos en España. Y como se puso fin a la dictadura eligiendo la libertad frente a la justicia.

En los Estados modernos existen muchas injerencias sobre la libertad individual, piense usted por ejemplo en la obligatoriedad de vacunarse contra la gripe en una supuesta epidemia o en abrocharse el cinturón de seguridad cuando conducimos. ¿Tiene el Estado derecho a meterse en estos asuntos?. Si usted valora más la igualdad dirá que si y si valora más su libertad dirá que no.

Paradójicamente esta escala de valores sufre algunas modficaciones en cuanto a gustos, por ejemplo los conservadores defensores de la libertad estarán de acuerdo en prohibir el uso y venta libre de drogas mientras los progresistas defensores en otro lugar de la equidad manifestarán quizá su tolerancia al uso libre de las mismas.

De manera que los consensos casi universales que se obtienen en la dimensión daño-cuidado parecen haberse roto en esta segunda dimensión: aqui ya no hay tanta homogeneidad ni acuerdos sobre qué conductas individuales son morales o no.

Como veremos a continuación en la proximas dimensiones todavia hay menos razones para el consenso.

Dimensiones éticas colectivas.-

3.- La dimensión lealtad-traición.-¿Hasta que punto estamos obligados a permanecer leales a las reglas de nuestro grupo de pertenencia? ¿hemos de seguir las reglas que nos marcan nuestros padres, nuestra etnia, pueblo, nación o cualquier otro colectivo al que pertenecemos? ¿Dónde queda pues nuestra libertad?
¿Hemos de renunciar a nuestros deseos de pertenencia para ser libres?

La mayor parte de la gente se adhiere de una forma casi "perruna" a los hábitos que aprendieron de niños a los que dan por buenos sin ninguna critica, salvo cuando interfieren con sus planes y entonces se permiten echar una cana al aire.

Uno de estos dilemas morales es el tema de la fidelidad a nuestra pareja. ¿Debemos renunciar a tener relaciones sexuales con otro/as solo por el hecho de estar casados o emparejados? ¿Qué grado de compromiso moral tenemos con nuestra pareja?

Se trata de un dilema muy frecuente y que da lugar a mucho sufrimiento e incluso patología. Lo cierto es que se trata -en cualquier caso- de una trangresión muy frecuente, tan frecuente que hemos desarrollado no sólo estrategias de cotilleo para desviar la atención del dilema a otras cuestiones sino que todos (los hombres más) somos complacientes con las escapadas.

Lo cierto es que la monogamia y el amor romántico son una imposición social. En realidad evolutivamente hablando somos bastante parecidos a los bonobos, pero tambien es cierto que una sociedad con libertad sexual total no hubiera sido capaz de medrar tanto como la nuestra. Se impuso pues alguna restricción para saber quién era el padre de quién y otras restricciones para que las mujeres tuvieran asistencia por parte de un grupo familiar potente y cohesionado que pudiera tomar el relevo ante la posible desaparición del hombre.

La libertad y la pertenencia son pues polos en continua dialéctica, existe pues también una ética de la traición, fundacional en los humanos.

4.-La dimensión autoridad-sumisión.- No cabe ninguna duda de que estamos insertados en una sociedad fuertemente jerarquizada y donde la distribución de oportunidades, riqueza, poder y distintas prebendas ofrecen un modelo de pirámide cuya base está ocupada por una mayoria de personas desprovistas de bienes y que en cuya cuspide una pequeña minoria. Desde el punto de vista evolucionista la pregunta seria la siguiente nuestras mentes están estructuradas “con anterioridad a la experiencia social” para la jerarquía o para la igualdad?
Aqui existe un debate interesante porque los datos antropológicos de los que disponemos son más bien confusos, como puede verse en este gráfico, en tanto en cuanto a nuestra procedencia ancestral parece que nuestros origenes simiescos están relacionados con una fuerte jerarquía, sin embargo con el tiempo estas jerarquías fueron debilitándose y convirtiéndose en una sociedad mas igualitaria y cooperativa.
Pero en el Neolitico, la cosa comenzó a torcerse y la curva de la jerarquía comenzó de nuevo a crecer hasta nuestros dias. Todo parece indicar que la aparición de la agricultura y la acumulación de excedentes alimentarios supusieron un cambio radical en las sociedades de cazadores-recolectores, un cambio que precisó de nuevas reediciones de las antiguas jerarquías a fin de asegurar la convivencia. Naturalmente este hecho es interpretable.
En cualquier caso, todo parece indicar que nuestra mente está tan acostumbrada a las jerarquías como a detectar los abusos de la misma, tal y como podemos leer en este post. Algo que nos amarga la existencia a todos con continuos conflictos con la autoridad a la que siempre percibimos como abusiva, incapaz o incoherente.

Etica de la divinidad.-

Pureza-santidad.-La etica de la divinidad o de lo sagrado existe porque existe descomposición, degradación y corrupción en las cosas y hemos desarrollado profundas defensas de repugnancia frente a las mismas, incluyendo la repugnancia moral. Defensas que son inconscientes y fuera de toda lógica racional, se trata de una repugnancia que procede de las tripas y no de la razón, razones que buscan la recomposición, la integración de los restos y los detritus. Es por eso que a esta fundación se le conoce como ética de la divinidad o de lo sagrado, pues opera con entidades incomensurables, invisibles, con algo que se situa mas allá de la reflexión o del raciocinio.
Por eso pueden existir repugnancias morales y no sólo alimentarias, pues ha habido un proceso de moralización y de desmoralización en la genealogia de nuestra concepción de la moral.

Un dilema moral.-

Dos hermanos muy unidos entre sí y adultos deciden en un viaje al extranjero tener una relación sexual. Se protegen para evitar un embarazo doblemente, con píldoras y con condones. Deciden igualmente no volver a hablar de este tema y no volver a repetir la experiencia jamás a fin de no sucumbir a “enamoramientos” más o menos letales que pudieran oscurecer aquella experiencia, para ellos imborrable.

La pregunta que hace Haidt a sus alumnos es ésta. ¿Qué opina usted de esta decisión? ¿La condena o la tolera? Y ¿por qué?

Naturalmente casi todo el mundo condena esta historia, pero lo que Haidt pretende averiguar es en nombre de qué lo hacemos.

Como el lector ya habrá podido entender el experimento (mental) se hace en unas condiciones casi quirúrgicas, evitándose los embarazos (que pudieran dar pábulo a las explicaciones sobre malformaciones) y evita tambien la repetición de la conducta que pudiera llevar a la pareja a un callejón social sin salida. Lo que Haidt quiere saber es qué hacemos para justificar ciertas decisiones.

Más concretamente Haidt quiere saber ¿por qué aceptamos la prohibición, el tabú del incesto de una forma casi universal y sin rechistar?

Lo cierto es que sea como sea no existe ninguna otra prohibición que haya tenido tanto éxito como la del incesto, aunque es cierto que existen excepciones, la mayor parte de las personas comunes aceptamos sin pestañear y casi sin pensar esta prohibición, casi tanto como la del parricidio. Pero
Haidt lo que quiere es precisamente hacerles pensar. Saber por qué respetamos esa prohibición de forma casi universal, es decir en todas las culturas humanas.

Lo que Haidt pretende demostrar es que existe un juicio moral desconcertado cuando se hacen ciertas preguntas como ésta, aparece una especie de disonancia cognitiva pues el individuo no puede dar razones racionales para justificar su rechazo. Es por eso que Haidt apela a la intuición: hay algo en nuestra intuición que nos hace rechazar este tipo de relaciones, primero las rechazamos y después las racionalizamos con argumentos racionales.

Para Haidt la mayor parte de nuestras decisiones morales se encuentra en nuestras intuiciones automáticas, Más concretamente se encuentra en nuestras tripas, hay algo en el incesto que nos repugna.

Ahora supongamos que un hombre (o mujer ) casado, se siente profundamente atraido por una tercera persona. Ambos pactan encontrarse en un hotel y tener una relación sexual, mantienen entre sí una relación de amistad duradera con algunos encuentros puntuales. Entre sus condiciones se encuentra el pacto de que ninguno quiere divorciarse de su pareja actual, de manera que mantienen su relación de una manera discreta. Nunca nadie supo, intuyó o sospechó nada, ni por parte de ella ni por parte de él.
¿Como valora usted desde el punto de vista moral este supuesto?

Es casi seguro de que en este segundo caso ya no haya tanto consenso. No voy a dar cifras y me conformo con que cada lector saque sus propias conclusiones y encuentre diferencias y similitudes con el supuesto anterior. Aqui no vendría la repugnancia al rescate de la moral salvo en algunas personas muy pulcras. El adulterio ya ni siquiera es un delito en nuestro mundo, de manera que los que categoricen esta actitud como inmoral tienen un problema adherido: ¿Por qué es inmoral esta conducta? ¿A quién perjudica?

Si pongo estos dos dilemas morales como ejemplo es para señalar que las cuestiones morales tienen al menos dos ejes de torsión, uno que está en las tripas, como ya dije antes y otro es la razón aunque se trate de una razón irrazonable. Y no cabe duda de que en el mundo actual donde cualquier cosa es posible, la repugnancia (la fundacion pureza-santidad) es la ultima trinchera que nos queda para moralizar ciertas conductas.

La clave del asunto es que la moral cambia con la sociedad y aunque ciertas conductas como el homicidio, el maltrato, el robo o el abandono de bebés,(daño-cuidado) siguen siendo penalizadas por casi la mayor parte de la población, ciertas cuestiones han sufrido amplios procesos de desmoralización o naturalización miientras que otras conductas han sufrido el proceso inverso: la moralización.

Conductas que han sufrido procesos de desmoralización.- Se trata de conductas que otrora eran consideradas profundamente inmorales, sobre todo mientras la religión fue la guía de estos preceptos y que hoy han pasado a formar parte de decisiones biomédicas o bien se han separado del todo de un cuestionamiento moral pasando a formar parte de eso que se llama vida privada.
1.- El aborto.
2.-El adulterio.
3.-El alcoholismo.
4.-La toxicomanias incluyendo la ludopatía.
5.-La obesidad.

Conductas que han sufrido procesos de moralización.- Se trata de conductas que otrora eran neutras desde el punto de vista moral, (aunque algunas religiones las recogían entre sus preceptos) y que hoy se plantean como opciones morales en algunas formas de vida como por ejemplo el vegetarianismo.
1.-Comer carne
2.- Fumar cigarrillos o cigarros en publico.
3.-La prescripción de hacer ejercicio.
4.-El animalismo y las causas de defensa de los animales.
5.-Los alimentos ecológicos.
6.- Cierto tipo de terapias y de tratamientos alternativos.
7.-El amamantamiento prolongado.

Cuestiones nuevas.-
1.- Todo lo relacionado con las tecnologías reproductivas plantea innumerables enigmas biomédicos. ¿Qué hacer con los embriones congelados? ¿Es moral embarazarse estando soltera? por no hablar de todas las tecnologias futuras que aparecerán como posibilidades técnicas y que aun no hemos sido capaces de plantearnos siquiera su existencia.

En conclusión:
1.- Todo parece indicar que la moral no es un órgano del cerebro como supuso Freud, sino un almacén de posibilidades interpersonales de convivencia con cargas de prohibición/tolerancia que se encuentran dispersas en la cultura y que cada individuo introyecta "para sí" de acuerdo con sus preferencias de vida o concepción del mundo. Del mismo modo es necesario decir que este "Superyó" virtual es muy sobornable y basta con que aparezcan ventajas adheridas a la transgresión para que el individuo incumpla su propio código moral.

2.- La caida de las religiones como guardianas de los preceptos morales ha conformado un desorden moral en el mundo de tal modo que cada persona ha construido una guia moral a su medida no necesariamente vinculada con el bien social sino con su propia percepción de lo que es motivo de sanción y lo que es tolerable.
Sin embargo la desaparición de las religiones no ha impedido que nuevas prohibiciones con carga moralizante hayan aparecido en escena bajo la tutela médica, alimentaria o reproductiva, un ejemplo desconcertante de ello es la prohibición de fumar en lugares publicos bajo el pretexto del daño a los "fumadores pasivos" y cuya contraparte es la tolerancia que se tiene con las drogas ilegales o los contaminantes industriales, de los motores de los automoviles o de la industria textil. La paradoja de este enredo es que usted puede ser multado por fumarse un cigarrillo y es probable que cobre una pensión si tiene un diagnóstico de cocainomania.

3.-Todo parece indicar que ha habido un corrimiento de escenas con carga moral, una vez abolidos el sexo, el alcohol y la comida como vicios eternos del hombre y desplazados a la biomedicina, es necesario inventar otros símbolos sagrados que adorar: el culto por lo natural, el aspecto y modificación del cuerpo por la cirugía o el fitness o el rechazo de las proteinas animales por impuras parecen haber tomado el relevo a las impurezas de antaño.

4.- Todo ello tiene consecuencias para el tratamiento de las desviaciones, aquellos que traspasaron determinados umbrales de tolerancia en la convivencia social pueden ser etiquetados como enfermos mentales, adictos, es decir irresponsables, lo que es lo mismo que decir alienados o inocentes. La mayor parte de los sufrimientos humanos están bien contabilizados, sin embargo las soluciones que se proponen para su atención parecen estar desviadas de su epicentro. Asi no es raro que un problema fundamentalmente moral se despiste en un tratamiento médico que por supuesto no aporta nada sino irresponsabilidad. En este post podemos ver cuales son las causas del sufrimiento de los humanos y las soluciones que se proponen.
Tambien puede el lector visitar este enlace donde el autor se pregunta ¿Son las adicciones enfermedades cerebrales?

En esta misma entrada deje mi opinión sobre este asunto:

"Lo que diferencia una enfermedad verdadera de una adicción, es el hecho de que las enfermedades son espontáneas, es decir suceden más allá de la voluntad del propio sujeto. Algo que se encuentra bastante alejado de la “voluntariedad” que manifiestan las adicciones. En cualquier caso se trata de una “enfermedad” autoinducida lo que la diferencia de las demás y no sólo eso sino que una adicción supone siempre el quebrantamiento de un consenso moral: las drogas son ilegales (casi todas) porque el Estado las ha prohibido por sus efectos adversos y visibles con rapidez, los que caen en ellas antes de ser enfermos son transgresores de una norma civica.

Por otro lado el criterio de cambios cerebrales por sí mismo no justifica el calificativo de “enfermedad”.

No debemos perder de vista que ciertos procesos han sido sometidos a una “moralización” por ejemplo la prohibición de comer carne en ciertas religiones o en los vegetarianos, mientras que otras conductas han sido sometidas a una desmoralización (o una naturalización), significa que las adicciones han pasado de considerarse “vicios” a considerarse “enfermedades”. Mi opinión es que al sustraerles la parte moral a este tipo de conductas les hemos quitado tambien la posibilidad de redimirlas a través de otra conducta moral. Por ejemplo el alcoholismo se cura a través de una especie de “religión” como la que proponen las ordenanzas de “alcoholicos anonimos” que prescriben una supresión del alcohol de por vida (similar a la que postulan las religiones). En mi opinión estas técnicas tienen más éxito que las medicas pues devuelven al individuo cierto control sobre su conducta, mientras que la medicalización de las mismas tiene un éxito muy relativo y menor".
El tratamiento moral que inventó Pinel no ha sido explorado lo suficiente por las sociedades modernas y nos encontramos hoy con que casi cualquier conducta irrazonable es susceptible de ser catalogada o bien por la psiquiatria o bien por la medicina en general.

Como si no hubieran otros modos de redimir al hombre de sus errores o de su tendencia a saltarse ciertos limites.

5.- La proliferación de morales individuales operan descontextualizando la moral colectiva y los consensos alcanzados sobre las normas colectivas para hacer de las comunidades entidades laboriosas y cooperativas. Ciertamente muchas de esas normas eran posiblemente injustas o están obsoletas por el cambio de mentalidad o los hallazgos de la ciencia o las normas de higiene, lo que explica que ciertas costumbres sexuales se hayan generalizado (felación, cunnilingus, coito anal) y hayan perdido su cualidad defensiva frente al contagio de enfermedades infecciosas.
Actualizar estas normas parece sensato dado los cambios culturales y sociales que se han producido al menos en las sociedades avanzadas. Lo paradójico sin embargo es que pareciera como si una vez que se ha superado un tabú inútil aparece en otro lugar y con otra forma un tabú similar que vuelve a imponerse a los demás como una verdad revelada aunque con otros argumentos distintos a los religiosos.

A propósito de:

8 comentarios:

Masgüel dijo...

La voz de Jonathan Haidt es el canto del cisne del conservadurismo. Básicamente defiende que las reticencias conservadoras al experimento liberal contemporáneo están justificadas. La apuesta por la autonomía del individuo en sus relaciones comerciales y políticas erosiona el sustrato comunitarista de la moral. Haidt habla de los motivos del conservadurismo como si no fueran suyos, como un espectador neutral, pero no hace sino justificarlos. En mi opinión, participa de la desazón conservadora ante la inevitable consecuencia de esta aventura cultural y política: La acelerada complejidad y diversidad de las sociedades cosmopolitas. Y por el motivo que él mismo indica. La vecindad con lo plural pone a prueba todas tus repugnancias.

Masgüel dijo...

Acabo de leer el artículo que enlazas de Leon Kass. Si el de Haidt es un conservadurismo disimulado, el de Kass es explícito.

Paco traver dijo...

Pues si son conservadores estan equivocados sin duda.

Germánico dijo...

Yo creo, Masgüel, que Jonathan Haidt es liberal (en el sentido americáno del término). Precisamente lo que defienden los allí llamados libertarios o a veces, paradójicamente, ultraconservadores, es la autonomía de los individuos en sus relaciones comerciales y políticas. Lo hacen hasta extremos que erosionan la institución estatal hasta reducirla al polvo en sus versiones más extremas. Se considera al Estado como fuente de gran parte de los males de las comunidades como monopolista de la fuerza y como poseedor del Rayo Jupiteríno de las leyes y regulaciones, que ellos consideran constriñen las libertades de los agentes para el comercio y en general, para la vida.

Autores literarios, pero bastante formados científicamente, del otro lado del charco, y bastante "neutrales" al estilo de Haidt, como Houellebecq, defienden una idea parecida, que el individualismo moderno erosiona la comunidad, y en definitiva tiende a destruir la sociedad, poco a poco, subterráneamente.

Yo pienso que no. Nuestra naturaleza no va a cambiar. Tal individualismo desaparece ante la necesidad, y la necesidad jamás desaparecerá. "Autonomía" es un palabro que no refleja más que la total falta de comprensión de nuestra naturaleza social, y que puede conducir a más de uno al abismo de la soledad o a una vida social llena de altibajos desequilibrantes. Puede usarse con moderación, pero yo no la prescribiría en una consulta médica.

Los cambios que se están produciendo en el mundo, estoy de acuerdo, son enormes y apabullantes. Pueden dar miedo. Es natural, también. Buscamos predecibilidad, y esto que pasa nos lleva hacia la incertidumbre permanente. Pero eso no está empujado por "fuerzas del progreso", sino por la tecnología, las pujantes naciones que se industrializan a toda velocidad y el comercio y movimiento de personas global a un nivel jamás visto en nuestra especie (única, por cierto, que está en todas partes, aparte de ciertos olvidados microorganismos). El sueño liberal "europeo" se está convirtiendo en una pesadilla, y ahora resulta que es preciso algún dique que pare, aunque sea parcialmente, este desbordamiento: quizás rayos jupiterinos de leyes y regulaciones, quizás equilibrios de fuerzas menos inestables. Ya lo veremos. Pero el mundo es más impredecible que nunca.

Por cierto, voy a escribir a Haidt.

Germánico dijo...

Aclaro un punto, porque puede ser confuso. Digo que Haidt es liberal para a continuación hablar de los libertarios. En realidad son dos grupos distintos y, digamos, radicalmente opuestos. Los libertarios de allí son la expresión extrema de los liberales de aquí en Europa.

Masgüel dijo...

Soy un poco injusto con Haidt. Él se define como liberal y ateo. Yo estoy de acuerdo con su propuesta de tratar la religión y la moral como formas de organización social. Se trata de atender a su función, no al conjunto de creencias que cada cultura inventa para satisfacerla. También estoy de acuerdo en que el contractualismo liberal deja de lado aspectos que son muy importantes en las sociedades basadas en el comunitarismo moral. Y él mismo no considera que esto sea un problema. Dice: "My conclusion is not that secular liberal societies should be made more religious and conservative in a utilitarian bid to increase happiness, charity, longevity, and social capital. Too many valuable rights would be at risk, too many people would be excluded, and societies are so complex that it's impossible to do such social engineering and get only what you bargained for. My point is just that every longstanding ideology and way of life contains some wisdom, some insights into ways of suppressing selfishness, enhancing cooperation, and ultimately enhancing human flourishing." El problema es que su acertado diagnóstico sirve de munición a las propuestas terapéuticas del conservadurismo más rancio, que solo ve vicio y corrupción moral en la aventura liberal. Así, Leon Kass, utiliza el recurso a la repugnancia, a la moral de las tripas como garante de la cohesión social, para justificar su oposión al aborto, la investigación con células madre embrionarias o la clonación humana.

Paco traver dijo...

El problema no es que haya liberales o libertarios o conservadores o tea partys, el problema es que están los "beatos" por un lado y los "progres" por otro, precisamente lo que dice Haidt es que vale la pena escuchar los argumentos de los demás, incluyendoa Kass. Personalmente no soy ni una cosa ni otra pero este continuo zarandeo entre "progres" y "beatos" a mi me tiene hasta los eggs. Hace algun tiempo publiqué esto sobre el aborto que creo viene a cuento porque el disenso sobre este tema se traduce en una nueva ley que viene a hacer buena a la anterior:
http://carmesi.wordpress.com/2010/01/10/o-aborto-u-orfanato/

Masgüel dijo...

Efectivamente la distinción entre liberales y libertarios no venía a cuento. Haidt trata extensamente, y si te tiene hasta los eggs, díselo a él, la distinción entre liberales y conservadores de acuerdo a su esquema de dimensiones éticas. Dice que el contractualismo liberal atiende en exclusiva a los dos primeros, mientras el conservadurismo moral atiende a las cinco. También añade, quizá para disgusto de quien quien, como Kass, pretenda justificar sus miedos en "la sabiduría de las emociones morales", que entender los motivos del conservadurismo precisa tener en cuenta esas dimesiones éticas del comunitarismo moral, no que haya que compartirlos o que sus recetas sean deseables para las sociedades liberales contemporáneas.

P.D. Tampoco viene a cuento, pero he leído la entrada que enlazas y no estoy de acuerdo con ninguna de tus objeciones a "los pro-elección". Pero podemos dejar el tema para cuando sí venga a cuento.