No tiene ningun mérito la buena conducta que el PC y Carrillo tuvieron en la Transición del régimen de Franco a la democrácia. Carrillo estaba ya muy resabiado y sabía que la opción de la ruptura con lo anterior nunca iba a tener ningun eco popular.
Le ofrecieron salir de la clandestinidad, recibir pasta del Estado, y todo lo que viene con la legalidad a cambio de apoyar la transición a la democracia. Lo que le daba Adolfo Suarez no lo
iba a conseguir de otro modo. Lo mismo ocurrio con los cuatro Socialistas que habia entonces, con la diferencia de que no tenian que pagar ningun favor a Adolfo suarez ya que todo eso ya lo habian conseguido. Por eso se opusieron sin mucho convencimiento al proceso.
Pero ambos el PC y el PSOE tenian mucho que ganar con la reforma y mucho que perder si no entraban por el aro de la reconciliacion. No es que se hubieran vuelto buenos, ni que olvidaran el pasado ni que perdonaran. Simplemente esperaban la ocasión oportuna para volver a las andadas mientras reclutaban ex-franquistas y daban cuerda a su ala moderada para crecer y hacerse fuertes. El perdón de las ofensas recibidas solo lo enseña Cristo, Jeova y Confucio. Ni Lenin, ni Marx, ni El Pais enseñan esa cosa. El perdón no forma parte de la visión del mundo de la izquierda no cristiana.
Ahora si es su momento. Después del fracaso de la vía pacífica hacia el poder absoluto de Felipe Gonzalez, sabian, desde la mayoría absoluta de Aznar que por las buenas solo iban a conseguir derrotas en la urnas durante bastantes años. Este era el momento de ir por las malas.
Carrillo es ahora el que siempre fue y lo demuestra ante todos los que quieran escucharle: defiende a Sadam dice que la derecha es heredera directa del Franquismo cuando su propio partido si que es, no ya heredero, sino el mismísimo que cometió los golpes de estado, los crímenes y los robos de la Republica y la la actual democracia. Es y ha sido siempre el mismo Leninista que, siendo militante del PSOE y militante secreto del PC, siendo responsable de la junta de seguridad de Madrid (creo que ese era el cargo) ordenó la matanza de todos los presos, hasta que un anarquista, responsable de instituciones penitenciarias paralizó la orden. Ahora como entonces tuvo ese oportunismo y esa falta de escrúpulos propia del Leninismo. Pero no fue otra actitud la que le guió durante la Transición.
Y volviendo al la supuesta vía democrática de Gonzalez, quizá habría que matizarlo. Habria que considerar el extraño golpe del 23F, porque en la lista del General Armada para formar gobierno después del golpe, la mayoría de los nombres eran del PSOE. Que cosas.... no??. Además, Mugica, del PSOE y Solé Tura, del PC estuvieron implicados y hay pruebas contastadas.
Por cierto aqui hay una descripción de hasta que punto el PSOE estuvo implicado en el 11M:
...La primera denuncia pública que Suárez hizo de esos proyectos, la pronunció ante los periodistas que le acompañaban en su viaje a Lima el mes de julio de 1980: “Conozco la iniciativa del PSOE de querer colocar en la presidencia del gobierno a un militar. ¡Es descabellado!”
Sergio Vilar sigue anotando que, en los meses siguientes hubo diversas y sugestivas declaraciones —nunca desmentidas— más o menos alusivas a esos planes. Joan Raventós Carner, primer secretario del “Partit dels Socialistes de Catalunya-PSOE” (PSC-PSOE), confesó sus deseos de acabar con el gobierno de Suárez de la manera que fuese y “aunque el gobierno que vaya a sustituirle sea más de derechas”. Por su parte, Ramón Tamames, por entonces uno de los máximos jerarcas del PC, fue más explícito y directo al pedir que un militar presidiera el futuro gobierno.
El 22 de octubre de 1980, en Lérida, tuvo lugar el famoso almuerzo-entrevista del general Alfonso Armada con Enrique Múgica Herzog y Joan Raventós Carner en casa del alcalde socialista de esa ciudad, Antonio Ciurana. Unos y otros miembros del PSOE (sobre todo Múgica) redactaron informes de esta entrevista para entregárselos a Felipe González. No se ha aclarado todavía con detalle el contenido de tales informes, aunque todos ellos coincidieron en la formación de un gobierno de coalición al margen de cualquier consulta a los ciudadanos. Idéntico propósito se observaba en los movimientos de la derecha “democrática” De esa manera lo revelaba una conversación que el dirigente democristiano Fernando Álvarez de Miranda mantuvo en diciembre de 1980 con Adolfo Suárez, así como las declaraciones de un periodista atribuyendo a Alfonso Guerra la propuesta igualmente sediciosa de su partido días antes del 23-F:
“Le reiteré, finalmente, que en mi opinión la situación estaba muy mal; que se habían encendido hacía tiempo las señales de alerta para la democracia y que, no teniendo la mayoría absoluta en el Parlamento, debía buscarse la coalición con el partido de la oposición. Me miró con tristeza diciendo:
“Sí, ya sé que todos quieren mi cabeza y ése es el mensaje que mandan hasta los socialistas: un gobierno de coalición presidido por un militar: el general Armada. No aceptaré ese tipo de presiones, aunque tenga que salir de la Moncloa en un ataúd”, sentenció Suárez.
Mi cara —sigue diciendo Álvarez de Miranda— reflejó de tal manera la sorpresa, que no tuve que insistir en que no era ésa mi propuesta. Más de un año después de imprimir las anteriores líneas, nadie ha desmentido su contenido; como tampoco se han negado estas otras que firma el periodista Antxon Sarasqueta:
“El nacionalista vasco Marcos Vizcaya me llegaría a confesar meses después que, veinte días antes del 23-F, Alfonso Guerra le llamó por teléfono para interrogarle sobre la disposición de su partido a participar en un gabinete de concentración presidido por un militar”
Estas consultas de Guerra, así como algunos comentarios que Felipe González hizo en público [...], prueban que la participación en la conspiración militar era una actividad que se desarrollaba desde las máximas alturas del PSOE y por tanto desresponsabiliza en parte el papel que en ello jugaron otros socialistas, como Múgica, Raventós o Ciurana. El diputado comunista Jordi Solé Tura también tuvo relaciones con el general Armada, y, al parecer, en el gobierno que éste “había de formar”, el representante del PCE-PSUC iba a asumir la cartera del Ministerio de Trabajo”
Le ofrecieron salir de la clandestinidad, recibir pasta del Estado, y todo lo que viene con la legalidad a cambio de apoyar la transición a la democracia. Lo que le daba Adolfo Suarez no lo
iba a conseguir de otro modo. Lo mismo ocurrio con los cuatro Socialistas que habia entonces, con la diferencia de que no tenian que pagar ningun favor a Adolfo suarez ya que todo eso ya lo habian conseguido. Por eso se opusieron sin mucho convencimiento al proceso.
Pero ambos el PC y el PSOE tenian mucho que ganar con la reforma y mucho que perder si no entraban por el aro de la reconciliacion. No es que se hubieran vuelto buenos, ni que olvidaran el pasado ni que perdonaran. Simplemente esperaban la ocasión oportuna para volver a las andadas mientras reclutaban ex-franquistas y daban cuerda a su ala moderada para crecer y hacerse fuertes. El perdón de las ofensas recibidas solo lo enseña Cristo, Jeova y Confucio. Ni Lenin, ni Marx, ni El Pais enseñan esa cosa. El perdón no forma parte de la visión del mundo de la izquierda no cristiana.
Ahora si es su momento. Después del fracaso de la vía pacífica hacia el poder absoluto de Felipe Gonzalez, sabian, desde la mayoría absoluta de Aznar que por las buenas solo iban a conseguir derrotas en la urnas durante bastantes años. Este era el momento de ir por las malas.
Carrillo es ahora el que siempre fue y lo demuestra ante todos los que quieran escucharle: defiende a Sadam dice que la derecha es heredera directa del Franquismo cuando su propio partido si que es, no ya heredero, sino el mismísimo que cometió los golpes de estado, los crímenes y los robos de la Republica y la la actual democracia. Es y ha sido siempre el mismo Leninista que, siendo militante del PSOE y militante secreto del PC, siendo responsable de la junta de seguridad de Madrid (creo que ese era el cargo) ordenó la matanza de todos los presos, hasta que un anarquista, responsable de instituciones penitenciarias paralizó la orden. Ahora como entonces tuvo ese oportunismo y esa falta de escrúpulos propia del Leninismo. Pero no fue otra actitud la que le guió durante la Transición.
Y volviendo al la supuesta vía democrática de Gonzalez, quizá habría que matizarlo. Habria que considerar el extraño golpe del 23F, porque en la lista del General Armada para formar gobierno después del golpe, la mayoría de los nombres eran del PSOE. Que cosas.... no??. Además, Mugica, del PSOE y Solé Tura, del PC estuvieron implicados y hay pruebas contastadas.
Por cierto aqui hay una descripción de hasta que punto el PSOE estuvo implicado en el 11M:
...La primera denuncia pública que Suárez hizo de esos proyectos, la pronunció ante los periodistas que le acompañaban en su viaje a Lima el mes de julio de 1980: “Conozco la iniciativa del PSOE de querer colocar en la presidencia del gobierno a un militar. ¡Es descabellado!”
Sergio Vilar sigue anotando que, en los meses siguientes hubo diversas y sugestivas declaraciones —nunca desmentidas— más o menos alusivas a esos planes. Joan Raventós Carner, primer secretario del “Partit dels Socialistes de Catalunya-PSOE” (PSC-PSOE), confesó sus deseos de acabar con el gobierno de Suárez de la manera que fuese y “aunque el gobierno que vaya a sustituirle sea más de derechas”. Por su parte, Ramón Tamames, por entonces uno de los máximos jerarcas del PC, fue más explícito y directo al pedir que un militar presidiera el futuro gobierno.
El 22 de octubre de 1980, en Lérida, tuvo lugar el famoso almuerzo-entrevista del general Alfonso Armada con Enrique Múgica Herzog y Joan Raventós Carner en casa del alcalde socialista de esa ciudad, Antonio Ciurana. Unos y otros miembros del PSOE (sobre todo Múgica) redactaron informes de esta entrevista para entregárselos a Felipe González. No se ha aclarado todavía con detalle el contenido de tales informes, aunque todos ellos coincidieron en la formación de un gobierno de coalición al margen de cualquier consulta a los ciudadanos. Idéntico propósito se observaba en los movimientos de la derecha “democrática” De esa manera lo revelaba una conversación que el dirigente democristiano Fernando Álvarez de Miranda mantuvo en diciembre de 1980 con Adolfo Suárez, así como las declaraciones de un periodista atribuyendo a Alfonso Guerra la propuesta igualmente sediciosa de su partido días antes del 23-F:
“Le reiteré, finalmente, que en mi opinión la situación estaba muy mal; que se habían encendido hacía tiempo las señales de alerta para la democracia y que, no teniendo la mayoría absoluta en el Parlamento, debía buscarse la coalición con el partido de la oposición. Me miró con tristeza diciendo:
“Sí, ya sé que todos quieren mi cabeza y ése es el mensaje que mandan hasta los socialistas: un gobierno de coalición presidido por un militar: el general Armada. No aceptaré ese tipo de presiones, aunque tenga que salir de la Moncloa en un ataúd”, sentenció Suárez.
Mi cara —sigue diciendo Álvarez de Miranda— reflejó de tal manera la sorpresa, que no tuve que insistir en que no era ésa mi propuesta. Más de un año después de imprimir las anteriores líneas, nadie ha desmentido su contenido; como tampoco se han negado estas otras que firma el periodista Antxon Sarasqueta:
“El nacionalista vasco Marcos Vizcaya me llegaría a confesar meses después que, veinte días antes del 23-F, Alfonso Guerra le llamó por teléfono para interrogarle sobre la disposición de su partido a participar en un gabinete de concentración presidido por un militar”
Estas consultas de Guerra, así como algunos comentarios que Felipe González hizo en público [...], prueban que la participación en la conspiración militar era una actividad que se desarrollaba desde las máximas alturas del PSOE y por tanto desresponsabiliza en parte el papel que en ello jugaron otros socialistas, como Múgica, Raventós o Ciurana. El diputado comunista Jordi Solé Tura también tuvo relaciones con el general Armada, y, al parecer, en el gobierno que éste “había de formar”, el representante del PCE-PSUC iba a asumir la cartera del Ministerio de Trabajo”
Sin embargo la historia la cuentan ellos. Ahora casi todo el mundo cree que fue un golpe de la ultraderecha reaccionaria franquista asentada en un ejército todavía no renovado, que no asumía la llegada de la democracia, dirigida por mansos políticos amantes de las ideas y el consenso.
ResponderEliminarPero en fin, solamente viendo cómo se las gasta el PSOE hoy puede uno deducir fácilmente el más tenebroso de los pasados (politología evolucionista). Esa corruptela y esa perversión no surgen por generación espontánea, son algo inherente al desarrollo de su credo nihilista (discúlpese la contradicción en los términos, pero es que se corresponde con su realidad contradictoria).
Increíble país... al final lo que para mí se salvan son las personas (la masa jeje) que son los verdaderos demócratas, que en su mayoría han perdonao, cohabitan, hacen sus negocios, se van de cena, follan entre ellos y pista...
ResponderEliminarPara mí la verdad y la responsabilidad política deberían estar a la altura... vaya país.
Juan
Framling: ¿En que estaría yo pensando? ;-)
ResponderEliminarBueno, lo dejo así como está, para dejar constancia de mi lapsus, por otra parte lógico.
Germánico: así es. Por cierto, la mano ejecutora, Tejero si que era alguien así, pero estaba utilizado por ciertos militares y por el PSOE. Hasta el punto de que cuando se enteró en el mismo Congreso (que había tomado) de los que formarían el gobierno del general Armada, entonces decidio rendirse diciendo que "para esto yo no he entrado en el congreso".
ResponderEliminarEl PSOE desde su fracaso el 34, no va de frente nunca. Así ocurrió durante el 36, el 23F, el GAL y el 11M, tratando echar la culpa a otros.
¿Nos puede extrañar que el PSOE esté en el plan que está ahora, con toda esa impunidad que los pasapágina que la derecha ha otorgado a los sociatas?.
Para mi, cuando una familia tiene un hijo tonto o con tendencia a delinquir, la responsabilidad de sus actos es de los demás miembros de la familia. La sociedad Española, entre todos los hijos tontos o delincuentes, tiene uno que es especialmente fuerte, que es el PSOE.