R.A. Fisher es uno de los padres de la genética de poblaciones y de la estadística moderna. En su libro The Genetical Theory of Natural Selection esbozó una explicación del fenómeno heroico desde la perspectiva evolucionista. Según Fisher la evolución del heroísmo en las sociedades tribales fue posible al otorgar este un especial status a la familia del héroe, que se traduciría en prestigio y poder, siendo por tanto la pérdida del héroe, si se produjera, sobradamente compensada por la mejor posición social de sus parientes (útil para proyectar los genes de héroe en el futuro).
Al margen de cuales sean las causas últimas del comportamiento heroico, la causas más inmediatas también tienen que ver con el poder y el prestigio. Quien afronta grandes y graves peligros en defensa de un grupo será invariablemente reconocido por este. La asunción de elevados costes y riesgos por otros conlleva la obtención de un éxito social proporcional (al menos en la medida en que dicha proporción pueda ser inconsciente, subjetiva y aproximadamente medida).
Pero ¿y los 300?. ¿No se enfrentaban Leónidas y sus hombres a una muerte segura en el desfiladero de las Termópilas, y, aún así, la afrontaron?. También el coste del deshonor y la derrota era muy alto. Saberse vencido y subyugado o muerto suponía una alternativa en la que, con la muerte, al menos se salvaba el honor y el recuerdo en la mente de quienes les sobreviviesen, siendo cualquier vida de vencido humillante e ignominiosa. Si a esto le sumásemos la fe en otra vida es posible que entregar el alma a los dioses se antojase claramente como la mejor solución.
Al margen de cuales sean las causas últimas del comportamiento heroico, la causas más inmediatas también tienen que ver con el poder y el prestigio. Quien afronta grandes y graves peligros en defensa de un grupo será invariablemente reconocido por este. La asunción de elevados costes y riesgos por otros conlleva la obtención de un éxito social proporcional (al menos en la medida en que dicha proporción pueda ser inconsciente, subjetiva y aproximadamente medida).
Pero ¿y los 300?. ¿No se enfrentaban Leónidas y sus hombres a una muerte segura en el desfiladero de las Termópilas, y, aún así, la afrontaron?. También el coste del deshonor y la derrota era muy alto. Saberse vencido y subyugado o muerto suponía una alternativa en la que, con la muerte, al menos se salvaba el honor y el recuerdo en la mente de quienes les sobreviviesen, siendo cualquier vida de vencido humillante e ignominiosa. Si a esto le sumásemos la fe en otra vida es posible que entregar el alma a los dioses se antojase claramente como la mejor solución.
Los trescientos espartiatas de las Termópilas eran voluntarios con dos hijos varones.
ResponderEliminarLos tal vez mil ilotas ya no sé si consta...
Ay, los pobre ilotas. Habría que ver cuantos de los que se pasean ahora por el mundo son descendientes suyos.
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