Freud intentó siempre dotar de bases biológicas al psicoanálisis y, lógicamente y dados los años en los que escribió, estuvo influenciado por la teoría de la Evolución. Lo que ocurre es que se apoyó en dos teorías, la de la recapitulación y las teorías de Lamarck que han quedado desacreditadas por el avance de la ciencia.
La teoría de la recapitulación, formulada en su forma definitiva por Haeckel, sostiene que la ontogenia recapitula la filogenia pero de manera que igualaba al individuo joven de una especie avanzada con los antepasados adultos de las especies precursoras. Por ejemplo, el embrión humano con sus hendiduras braquiales representa a los peces ancestrales y a los peces actuales. Freud hacía también el paralelismo de que el neurótico actual representa a un adulto primitivo o a un adulto actual de culturas primitivas. En sus conferencias de introducción al Psicoanálisis dice: “Con los neuróticos es como si nos encontráramos en un paisaje prehistórico, por ejemplo en el Jurásico. Los grandes saurios todavía están corriendo por aquí; los equisetos crecen tan altos como palmeras”.
La teoría de la recapitulación - en la que estuvo muy influenciado por Ferenczi- ocupó un lugar central en todo el pensamiento de Freud y en una carta a Wilhem Fliess de 1897 le dice que la represión sexual de los estímulos olfativos representaba nuestra transición filogenética a la postura erecta: “Se adoptó el porte erecto, la nariz se elevó del suelo y, al mismo tiempo, varias sensaciones conectadas con la tierra que anteriormente habían resultado interesantes se volvieron repelentes”. Posteriormente Freud basó en la recapitulación sus teorías de las fases psicosexuales: los estadios anal y oral representan nuestro pasado de cuadrúpedos, cuando los sentidos del tacto, el gusto y el olfato predominaban. Cuando adoptamos la bipedestación la vista se convirtió en nuestro sentido predominante y reorientó los estímulos sexuales a la fase genital.
La teoría de la recapitulación es un tema central en libros posteriores de Freud como “Moisés y la religión monoteísta” y “Tótem y Tabú”. En este último describe una sociedad primitiva de hordas patriarcales con una organización similar a la de los gorilas donde el macho dominante acapara a todas las hembras y expulsa a los hijos los cuales se rebelan y matan al padre, pero por su sentimiento de culpa no podían poseer a las mujeres (tabú del incesto). Para vencer este remordimiento identifican al padre con un animal totémico y celebran su triunfo durante la fiesta totémica anual.
Pero hay un escrito de Freud en el que se acerca extraordinariamente al enfoque de la Psicología Evolucionista. Se trata de la Fantasía Filogenética que tiene una historia muy curiosa. En 1983, Ilse Grubrich-Simitis, psicoanalista dedicada al estudio de la obra de Freud, encontró en Londres un escrito hasta entonces perdido, pero de cuya existencia se sabía por la correspondencia de Freud. El texto —un borrador manuscrito de poco más de 20 carillas— fue hallado en un baúl, anteriormente propiedad de Anna la hija de Freud, que estaba lleno de artículos de Sandor Ferenczi, a quien Freud había seguramente enviado el borrador durante los años de la primera Gran Guerra de 1914–18. El propio Ferenczi había entregado la maleta con sus papeles a su compatriota Michael Ballint, quien la había a su vez trasladado a Londres consigo. Una carta de Freud escrita en el reverso de la última página (con fecha 28 de julio de 1915) acompaña el texto y allí se dice que es copia fiel de uno de los 12 ensayos metapsicológicos que el maestro vienés escribiera entre 1914 y 1915 y de los cuales publicaría solamente 5 (“Las pulsiones y sus destinos”, “Lo inconsciente”, “La Represión”, “Adición metapsicológica a la doctrina de los sueños” y “Duelo y melancolía”). La serie completa iba a ser un libro, “La Metapsicología”, que resumiría los fundamentos teóricos de su obra.
La idea central de este escrito es precisamente una explicación evolucionista de los trastornos mentales, o de las neurosis, en terminología freudiana. Según este punto de vista, los acontecimientos evolutivos de la especie humana establecieron las neurosis porque las personas neuróticas quedan fijadas en un estadio del crecimiento que las personas normales superan. Dado que el crecimiento individual recapitula el desarrollo evolutivo de la especie cada neurosis se fija en un periodo evolutivo de nuestra especie. Según Freud, estos comportamientos fueron apropiados y adaptativos entonces pero ahora producen neurosis en nuestro mundo moderno. “Lo que ahora son neurosis fueron antaño fases de las condiciones humanas”, dice.
Podemos ver aquí la gran semejanza con las teorías de la Psicología Evolucionista acerca del Ambiente Evolutivo Ancestral (AEA) y sus propuestas de que existe un desajuste entre nuestros mecanismos psicológicos adaptativos y el mundo moderno. Pero el Ambiente Evolutivo Ancestral que imagina Freud es un poco diferente al que imagina la Psicología Evolucionista. El de Freud tiene tres etapas o épocas: Primero existió una época dorada en la que todas las necesidades estaban satisfechas. Después vinieron las penurias y dificultades, que Freud sitúa en la época de las glaciaciones. La tercera etapa es cuando se conforma la horda patriarcal y el padre pasa a ser el objeto a temer en vez de la naturaleza. A partir de ahí hace una clasificación de las neurosis según su aparición en el individuo y las va situando en ese contexto ancestral. En el individuo la aparición de las neurosis sería primero las transferenciales (neurosis de ansiedad, histeria, trastorno obsesivo, en ese orden) seguidas de las tres neurosis narcisistas (demencia precoz, paranoia y melancolía-manía) y en este orden las sitúa Freud con las más leves (las de transferencia) siendo las más arcaicas. Para observar hasta qué punto se acerca Freud al lenguaje evolucionista vamos a ver lo que dice de las neurosis de transferencia: “Es muy grande la tentación de reconocer en las tres disposiciones a la histeria de ansiedad, la histeria de conversión y la neurosis obsesiva regresiones a fases a través de las cuales tuvo que pasar toda la raza humana en algún momento desde el principio al final de la Edad del Hielo, de modo que en aquel tiempo todos los seres humanos eran de la manera que en la actualidad son sólo algunos de ellos." La histeria de ansiedad es la primera en aparecer al llegar los problemas: "La humanidad, bajo la influencia de las privaciones que la Edad de Hielo que iba acercándose le imponía, se ha convertido generalmente en ansiosa. El mundo exterior, que hasta entonces era predominantemente amigable y que concedía todas las satisfacciones, se transformó en una masa de peligros amenazadores".
Para un recorrido por las diferentes hipótesis que explican la aparición de cada trastorno, leed la referencia, el libro de Stephen Jay Gould “Acabo de llegar”, donde podéis encontrar más detalles. Solamente comentar que las explicaciones de Freud necesitan que los acontecimientos vividos por nuestros antepasados (ansiedad ante la aproximación de los casquetes de hielo, la castración de los hijos y asesinato del padre, etc.) se conviertan en hereditarios y para ello sigue las ideas de Lamarck que consideraba que se podían heredar los caracteres adquiridos. El ejemplo clásico es el de las jirafas que a base de esforzarse y estirar los cuellos para llegar a las hojas más altas habrían pasado un cuello cada vez más largo a las generaciones posteriores. Esta visión de la evolución no se puede sostener con los conocimientos actuales.
Pero aparte de esta fantasía evolucionista de Freud hay que decir que Darwin tuvo una gran influencia en Freud como él mismo señala en su estudio autobiográfico: “las teorías de Charles Darwin me atrajeron fuertemente porque contenían la esperanza de un avance extraordinario en nuestro entendimiento del mundo”. Al contrario que el resto de la psicología del siglo XX, que ignoró a Darwin, Freud aplicó los principios de Darwin –por ejemplo los de su libro La Expresión de las Emociones- al tratamiento de la histeria, donde Breuer y Freud citan varias veces a Darwin y su obra.
Como dato curioso concluyo con una cita del libro de Badcock donde Freud se apunta a la idea del gen egoísta y anticipa la visión moderna del sexo según la psicología evolucionista: “ El individuo contempla la sexualidad como uno de sus propios fines; mientras que desde otro punto de visto no es más que un apéndice de su plasma germinal, al servicio de la cual pone sus energías a cambio de una prima de placer. El individuo es el vehículo mortal de una sustancia (posiblemente) inmortal –como el heredero que disfruta en usufructo de una propiedad que le sobrevivirá”. (Freud 1957). Es curioso que en la traducción inglesa de este texto se utiliza la palabra “vehículo” que es la misma que Dawkins utilizaría 60 años después en El Gen Egoista. Freud está siguiendo aquí, sin embargo, a August Weismann que fue quien distinguió entre la línea germinal y la línea somática, señalando la inmortalidad del plasma germinal.
No es de extrañar por todo lo anterior que haya quien proponga que Freud es el padre fundador de la Psicología Evolucionista (Stevens y Price, McGuire y Troisi), pero creo que ese honor le corresponde a Darwin, el psicólogo más grande que ha existido.
@pitiklinov
Referencias
Gould SJ (2002/2007). Acabo de llegar. Barcelona: Crítica
Badcock C (2000). Evolutionary Psychology. A critical introduction. Polity Press.
El autor defiende a Freud y realiza una lectura de muchas de sus ideas (inconsciente, importancia del sexo, la fase oral, el conflicto de Edipo…) desde una óptica evolucionista, relacionando por ejemplo la fase oral con las teorías de Trivers (conflicto padres-hijos). Esta síntesis de Freud y Darwin es la que desarrolla en su libro:
Badcock C ( 1998) PsychoDarwinism: The new synthesis of Darwin and Freud. In Handbook of evolutionary psychology:Ideas,issues and applications, ed. C. Crawford and D. Krebs, Hillsdale, N.J.: Lawrence Earlbaum
Muy interesante el post, particularmente por lo que en él se cuenta de la histeria (digo historia) del psicoanálisis y, en especial, de su figura principal, el excelente neurólogo y titánico literato llamado Sigmund Freud.
ResponderEliminarA finales del siglo XIX Freud ejerció como neurólogo y, quizás por su vinculación cotidiana con el cerebro (ese órgano) y sus patologías asociadas, por poner sus manos sobre la masa biológica que daba lugar a nuestros pensamientos, sentimientos y conductas, fue entonces cuando escribió sus mejores obras -desde el punto de vista científico.
Después abrió su consulta privada en la que durante el tiempo que vivió del siglo XX ejerció como analista de la mente, simultaneándo dicha labor con su obra propiamente literaria, llena de algunas grandes ideas, como toda buena obra literaria, aplicables a la ciencia, acompñando a una trama más o menos fantasiosa (en el caso de Freud yo juzgo que bastante, con un abuso de lo que denomino "fantaciencia", que es algo muy distinto de la ciencia ficción, pues en ella lo contado se pretende verdadero, objetivo, fruto del conocimiento y la observación).
Darwin hizo numerosas observaciones atinadas sobre nuestra naturaleza (sobre nuestra compleja psicología) en su obra, pero en particular en "El Origen del Hombre y la Selección por razón del Sexo". Sobre esto recomiendo encarecidamente la lectura de la obra de Manuel Martin-Loeches, recientemente entrevistado aqui, y Arsuaga, "El Sello Indeleble").
Nietzsche fue, a mi juicio también, un gran psicólogo evolucionista. Pero eso merecería como mínimo un post, y creo que aún eso sería insuficiente. Muchas de sus intuiciones son ahora hipótesis de trabajo de la psicología evolucionista. Gran parte se pueden encontrar en su obra "Aurora".
A Nietzsche le interesaba sobre todo el origen de la moral, y, ciertamente, su interés le llevó a lo más profundo de la naturaleza humana......
Buen artículo, como siempre.
ResponderEliminarUn saludo.