jueves, julio 20, 2017

El último Primer Contacto

El 4 de Agosto de 1938 una expedición del American Museum of Natural History hizo un descubrimiento que aceleró el final de una larga fase de la historia humana. Esa fue la fecha en la que la avanzada de la Tercera Expedición Archibold (llamada así por su líder Richard Archibold) se convirtió en los primeros extranjeros que entraban en el Gran Valle del río Balim, una tierra supuestamente deshabitada de Nueva Guinea Occidental. Allí encontraron 50.000 papúes viviendo en la Edad de Piedra previamente desconocidos para el resto de la humanidad y lo que es todavía más sorprendente: 50.000 personas desconocedoras de la existencia de otra gente, de otras personas, de otros mundos.

Este acontecimiento es probablemente el último de lo que se llaman “primeros contactos”, el encuentro por primera vez de una población humana aislada con extranjeros, personas procedentes del exterior. Aunque nos consideramos muy viajeros -y es verdad que hay datos de grandes desplazamientos e intercambios culturales entre diferentes pueblos desde tiempos muy remotos- también es verdad que, en general, los grupos humanos han vivido  en su propia tierra ignorantes en muchos casos del mundo exterior; las personas han vivido hasta tiempos muy recientes en un espacio limitado a pocos kilómetros. Por supuesto, el descubrimiento de América y el avance tecnológico ha cambiado todo esto pero todavía hay personas en muchos lugares del mundo que no han salido muy lejos de su pueblo de origen.

Pero, ¿cómo pudieron vivir 50.000 personas en el Gran Valle sin que nadie supiera de su existencia hasta 1938? ¿Cómo pudieron estos papúes  vivir ignorando el mundo exterior? ¿Cómo cambiaron los “primeros contactos” las sociedades? Hay que tener en cuenta que el Gran Valle está a sólo 115 millas de la costa norte y de la costa sur de Nueva Guinea y que Nueva Guinea fue descubierta por los europeos en 1526. Misioneros holandeses empezaron a residir allí en 1852 y los gobiernos coloniales europeos se establecieron allí en 1884. ¿Por qué se tardó otros 54 años en encontrar el Gran Valle?

La respuesta es obvia cuando uno ve el terreno. En la tierras bajas hay pantanos, en las montañas cordilleras escarpadas  y la jungla hace que avanzar unas pocas millas requiera un gran esfuerzo. Jared Diamond, que cuenta esta historia en su libro The Rise and fall of the Third Chimpanzee, es un gran conocedor de Nueva Guinea donde ha pasado muchos años y dice que en una expedición en 1983 por las montañas Kumawa les costó a él y a un equipo de 12 personas dos semanas penetrar 7 millas en el interior. En 1910 una expedición del British Ornithologists´Union Jubilee tardó 13 meses en hacer 45 millas.

Además de este problema con la orografía, ocurre que es imposible alimentarse de la tierra. No hay grandes animales que cazar y tampoco hay plantas salvajes de las que alimentarse, así que hay que llevarse la comida. Una prueba de este problema es el descubrimiento por el explorador británico Alexander Wollaston de los cuerpos de treinta papúes fallecidos y dos niños moribundos que eran habitantes de las montañas y volvían de las tierras bajas a sus pueblos pero cometieron el error de no llevar suficiente comida. Un porteador puede llevar unas 40 libras de peso que es la comida necesaria para alimentarse unos 14 días. Así que hasta la existencia de aviones y el abastecimiento aéreo que permiten, todas las expediciones que querían penetrar más de 7 días de camino (14 días en total contando ida y vuelta) desde la costa lo hacían por equipos de hombres que hacían idas y venidas continuas y establecían depósitos de comida en ciertos puntos para ir haciendo trayectos por etapas, algo realmente costoso. La expedición que estuvo más cerca de descubrir el Gran Valle fue la expedición Kremer de 1921-22 y usó 800 porteadores, 200 toneladas de comida y 10 meses pero tuvieron la mala suerte de desviarse unas millas hacia el oeste.

Aparte de estas dificultades físicas, el interior de Nueva Guinea no atrajo a los misioneros o a los administradores coloniales porque se pensó que estaba deshabitado. Tanto vista desde el Norte como desde el sur la cordillera central que forma la columna vertebral de Nueva Guinmea  se ve igual de escarpada y se asumió que la parte norte y la sur se encontraban, eran continuas. Lo que no se esperaba nadie es que había valles entre las montañas que eran apropiados para la agricultura. Este error se subsanó en junio de 1938 cuando un vuelo de reconocimiento Archbold vio una tierra libre de jungla, aldeas y sistemas de regadío. Costo 6 semanas más establecer un campamento base en un lago cercano y desde allí acceder al valle. 

Esta es la visión desde fuera, la explicación de por qué el mundo exterior no conocía el Gran Valle, pero lo que realmente llama la atención es por qué la gente del Gran Valle, se les llama los Dani, no sabía nada del mundo exterior, a fin de cuentas llegaron desde él en tiempos remotos a vivir en esa tierra. ¿No permaneció ese recuero en leyendas o tradiciones orales? Parte de la razón es la misma, los problemas logísticos que hemos comentado, pero al revés. Para ellos también era imposible llevar suficiente comida para llegar a la costa. Nueva Guinea es bastante especial en este sentido. Esta geografía que hemos comentado ha hecho que los habitantes de las montañas hayan vivido toda su vida a veinte millas de su lugar de nacimiento y se ha producido un aislamiento muy grande entre las diferentes tribus nativas de Nueva Guinea y muchos conflictos bélicos entre ellos.

El miedo a los otros pueblos es una parte de la explicación. Esta gente pensaba que eran los únicos humanos que existían. Quizás alguna vez vieron humo en la lejanía o una canoa vacía bajar por el río que sugería que  había más humanos pero aventurarse fuera de su territorio a conocer a esos supuestos humanos era un suicidio. Un poblador de las montañas dijo en 1930 a los primeros blancos que llegaron: “no hemos visto lugares lejanos, y pensábamos que éramos la única gente viva”. ¿Cómo puede ser la sensación de creer que perteneces al único pueblo que existe en este mundo?

Una consecuencia de este aislamiento y de la endogamia que genera es la predisposición a distintas enfermedades genéticas en cada valle, en cada tribu. Por ejemplo en el valle de los Foré existe el kuru. En Karimui a 60 millas al oeste no hay kuru pero se da una de las mayores incidencia del mundo de lepra o en otras tribus hay mucho pseudo-hermafroditismo. Pero en lo que Nueva Guinea es también única es en su gran riqueza lingüística. En Europa hay unas 50 lenguas y la mayoría de ellas pertenecen al grupo indo-europeo. Nueva Guinea es la  décima parte de Europa y tiene 1.000 lenguas. Pero, además, no es que se trate de variaciones dialectales sino que muchas de esta lenguas no están relacionadas entre sí y no tienen relación con lenguas que se hablen en ningún otro lugar del mundo. Hay tanta diferencia entre unas lenguas y otras como entre el inglés o el chino. La lengua tipo de Nueva Guinea es hablada por unos pocos miles de personas en un radio de 10 millas. En un viaje que hizo Diamond de 60 millas pasó por seis lenguas desde el Foré (una lengua con post-posiciones como el finlandés) hasta acabar en el Tudawhe (una lengua tonal y con vocales nasales como el chino).

Por supuesto, los primeros contactos suponen el final de un mundo y el final de la diversidad tanto cultural, como de costumbres, lingüística y de todo tipo, lo cual tiene ventajas e inconvenientes. El rango de prácticas culturales en Nueva Guinea ha sido enorme, desde el canibalismo y automutilaciones hasta diferentes formas de criar a los hijos (algunas tan duras que llevaban a los niños al suicidio), de sexualidad, etc. 

Después de este último contacto se han descubiertos pequeños pueblos en remotos lugares de Perú o Brasil, en el Amazonas, pero la época de los primeros contactos ya pasó. Y ahora somos todos los humanos en general los que tenemos la duda de si somos los únicos habitantes de este Universo. Cuando se les ha preguntado a algunos científico cuál creen ellos que sería el descubrimiento científico que podría cambiarlo todo algunos contestaron que el contacto con seres extraterrestres.  Nada podría arrojar tanta luz sobre nuestra existencia como contactar con seres vivos procedentes de otros planetas, con vida evolucionada en otros lugares del espacio exterior. ¿Se han acabado de verdad los primeros contactos? ¿Llegará alguna expedición Archbold procedente de otras galaxias a sacarnos de nuestro aislamiento? ¿O seremos nosotros los que encontraremos algún día otros Grandes Valles en planetas desconocidos?

@pitiklinov

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