martes, mayo 26, 2020

Un Astrobiólogo en la Corte del Coronavirus (entrevista a César Menor-Salván)

César Menor-Salván
El genial Mark Twain hizo viajar a un Yankee a la Corte del Rey Arturo, un viaje fantástico ya no solo por el desafío a la flecha del tiempo que supone viajar al pasado sino también por el aún más grande desafío de viajar de la realidad a la leyenda. 

En 1979, con los hitos de la carrera espacial presentes en el imaginario popular, y el cine en su apogeo, el Director Russ Mayberry decidió hacer una adaptación cinematográfica de la novela de Twain con un Astronauta como visitante de la imaginaria Corte Real del Rey Arturo. Aunque fuera sólo por la indumentaria del astronauta, y lo que representa en cuanto a avances tecno-científicos, el viaje en el tiempo se hacía más verosímil, siendo el viaje al mito para el espectador fabulador una experiencia fácilmente asimilable, a la que está acostumbrado por los relatos cotidianos.

Mark Twain pronunció una frase que, en el contexto del paso del tiempo, puede darnos una idea de la misma estructura de la realidad: "la historia no se repite, pero rima". Esto vale en alto grado en la Historia de la Humanidad, pero sorprendentemente (o quizás no tanto) en la de la vida en la tierra (y probablemente fuera de ella). 

Solamente hay que retrotraerse a los orígenes, y observando las moléculas orgánicas complejas y, dentro de estas, sus ladrillos más sencillos y los átomos que los componen, con reiterada asiduidad, no queda otra opción que concluir que la Sinfonía de la vida no tiene miríadas de notas....y sin embargo la música suena.

Los Astrobiólogos viajan al pasado de forma a la par más prosaica y más realista que el astronauta de la película de la que hablábamos. Y buscan el origen de la vida en el Cosmos. 

Uno de los ambientes en los que pudo originarse la vida y un experimento de simulación de condiciones de la Tierra primitiva 

Uno de ellos, El Doctor César Menor-Salván, ha estado trabajando en un equipo multidisciplinar en EEUU tratando de dar con algunas de las claves del "nacimiento" de la vida. Compagina esta empresa de largo recorrido en el NSF-NASA Center for Chemical Evolution Georgia Institute of Technology con la docencia e investigación de otras cuestiones propias de su especialidad como profesor de bioquímica en la Universidad de Alcalá de Henares.

Evolución del Covid-19 en España
Científico puro, con una curiosidad insaciable y un conocimiento enciclopédico, es más bien poco dado a los aspavientos y se centra por completo en sus investigaciones. No sería probablemente el candidato ideal para viajar en el tiempo, pero su mente especula con acontecimientos acaecidos miles de millones de años antes de los seres humanos reales (como quienes leen esto) y los imaginarios (El Rey Arturo), poblaran la tierra y las mentes del supuestamente sabio sapiens.

La actualidad, sin embargo, le ha golpeado, como a todos nosotros. Pero el puñetazo ha ido a parar a su mesa de laboratorio con especial fuerza. El virus "coronado" le ha traído por un tiempo del más remoto pasado a la actualidad. Ha viajado del origen de la vida a un tiempo en que reina un virus que de algún modo tiene mucho más parecido con los primeros replicantes que con los organismos que hace enfermar, pluricelulares de células eucariotas.

Y dado que su viaje de Astrobiólogo a la Corte del Coronavirus ha sido en el sentido de la flecha del tiempo, ha decidido hacer un seguimiento temporal de los avances de la Pandemia, haciendo predicciones dentro de los límites que permite la ciencia.

Gracias a dicho seguimiento un servidor le encontró en Facebook y quedó prendado de su capacidad sobresaliente no ya para modelizar la evolución del virus, sino para hablar de ciencia de modo ameno y profundo a la vez. 

No he querido hablar con él sólo del Sars-Cov2. Eso hubiera sido lo fácil, oportunista e injusto con su trabajo, y además no hubiera sido igual de divertido. Así que sobre eso sólo hay una pregunta. Le he preguntado sobre las maravillas que conoce del lejano pasado y que en la tierra del Coronavirus pocos conocen y comprenden.  Y sus respuestas son toda una lección de ciencia y humanidad. 


1.- ¿Qué se conoce a día de hoy sobre el origen de la vida en la tierra? ¿Qué hipótesis principales existen? 

Cual fue el origen de la vida que conocemos es una de las grandes preguntas de la Humanidad, y de una gran complejidad. Su respuesta requiere unir el conocimiento de biólogos, geólogos, químicos, físicos, filósofos e ingenieros. Y lo cierto es que no tenemos una teoría que explique cómo podría haber sucedido, lo cual, ya adelanto, siempre va a tener algo de especulativo. Pero tenemos una idea general, compuesta por una serie de subteorías e hipótesis. 

Hay que tener en cuenta que nuestro estudio del origen de la vida tiene tres factores fundamentales: primero, que la mejor evidencia del origen de la vida en la Tierra es la vida actual; segundo, que no hay restos geológicos de la época del origen de la vida (que estimamos ocurrió hace unos 4000-4200 millones de años), por lo que, aparte de la información que nos puedan dar rocas extraterrestres (rocas lunares, meteoritos...), no podemos contar con esa información. Pero, como parte positiva, si que disponemos de evidencias geológicas muy próximas, lo que nos ha permitido seguir la evolución, a través de diferentes "biofirmas", casi desde el origen. Y, el tercer factor, que disponemos de un sólido conocimiento de la química de los componentes básicos de la vida y cómo pudieron éstos originarse en un entorno que podríamos asumir que pudo darse hace 4000 millones de años. Este conocimiento lo obtenemos en el laboratorio, a base de reacciones modelo y simulaciones de los ambientes de la Tierra primitiva. 

Lógicamente, estos trabajos de laboratorio están sujetos a discusiones constantes y a revisiones, según vamos conociendo más cosas. Ahora podemos añadir un cuarto factor cuya importancia vaya, espero, en aumento: la exploración espacial. 

Los proyectos de exploración de la geología y la astrobiología de otros cuerpos planetarios (Marte, Titán, Encelado, por poner tres ejemplos, y, esperemos, en el futuro la información que nos dará la espectroscopía de exoplanetas) nos darán pistas muy importantes acerca de nuestro propio origen. La exploración de Titán, por ejemplo, nos ha demostrado que muchos trabajos que los científicos hemos hecho en el laboratorio van en la buena dirección, lo cual es esperanzador.

¿Con éstos factores, que hacemos?

Estudiamos la vida que conocemos y, con ella, los científicos han hecho un descubrimiento fundamental: el enorme grado de preservación de muchas de sus estructuras. La evolución es tremendamente conservadora y cada célula viva conserva "fósiles vivientes" que las acompañan desde que se originó la vida: estructuras básicas que componen las proteínas o los ribosomas son esencialmente las mismas desde hace miles de millones de años. Esto acota el problema: ¿cómo se formaron y organizaron éstas estructuras? ahora que sabemos que, a partir de un set básico de estructuras, se originó toda la diversidad bioquímica, basta con descubrir cómo generar ese set básico, para construir el Lego de la vida. Parece una cuestión sencilla, pero no lo es. 

Yendo a otro factor, desde el laboratorio sabemos cómo se pudieron formar los componentes de ése set básico que comento, digamos las piezas esenciales del Lego de la vida. Y hay algo maravilloso: resulta que la química tiende a formar precisamente los componentes del set de estructuras del que parte la vida, en diferentes condiciones. Parece que la química determina qué componentes tienen las estructuras de la vida, no fue cuestión de azar. Así, nos quedan éstas cuestiones, para cada una de las cuales hay varias hipótesis y escenarios con respuestas parciales:

¿Cómo se unieron los componentes de los ácidos nucleicos (ARN y ADN)? Tenemos claro que el ARN es un antecesor del ADN, y (mas o menos) sabemos cómo se pudieron formar sus componentes. 

¿Cómo se formó el primer ARN? ¿Fue primero un ARN  (hipótesis ribocéntrica) o hubo un antecesor, un pre-ARN (hipótesis del "barco de Teseo" o "el hacha de mi abuelo"? 

¿Cómo se auto-organizaron esos primeros ARNs con los primeros péptidos? ¿Cómo se formaron éstos últimos? ¿como arrancó la herencia genética?

¿Cómo se organizó el metabolismo? ¿Hubo un pre-metabolismo o el metabolismo es producto de la emancipación de los enzimas desde el ribosoma primordial?

¿Cómo se organizaron los sistemas que componen lo vivo para dar lugar a los primeros organismos celulares?

Este conjunto de preguntas tiene hitos clave, como, por ejemplo, el paso de los nucleótidos a los ácidos nucleicos, o el origen de los péptidos y su asociación con los nacientes ácidos nucleicos. El lector, viendo las preguntas dirá: "pero, si estas son las preguntas clave y ¿aún no se han respondido? ¡pues vaya!".  En efecto, eso da idea de la magnitud del problema. Hay que tener en cuenta que el abordaje científico de la cuestión del origen de la vida tiene poco más de un siglo de antigüedad, y requiere un conocimiento profundo de la química orgánica, bioquímica, la biología molecular, la geología y la mineralogía... Para responder esta cuestión, necesitábamos primero desvelar las estructuras celulares más íntimas, comprender la termodinámica de lo vivo, con lo que habría que descubrir la termodinámica de los procesos lejos del equilibrio, entender la complejidad de las redes bioquímicas. 

El estudio del origen de la vida va de la mano con otras disciplinas, es una cuestión transversal. Y depende del desarrollo de ellas. Todas las respuestas con sentido a cualquier cuestión particular en esta gran aventura, que es el estudio de los orígenes, requiere la conjunción y conocimiento de diversas disciplinas, aparentemente dispares, como pueden parecer la mineralogía y la biología molecular, y que, en cambio, tienen un vínculo íntimo. Al fin y al cabo los organismos vivos formamos parte de la geoquímica de nuestro planeta. Otro ejemplo es el petróleo, cuyo estudio nos ha aportado mucho al conocimiento de la evolución de los ecosistemas y la vida. 

Lo importante, no obstante, para mí, no es poder disponer de una teoría sobre el origen de la vida. Lo importante es el camino que seguimos hacia ella, lo que aprendemos en la búsqueda de los orígenes, una de las últimas fronteras de la ciencia en éste momento de la evolución humana. La visión y perspectiva que puede aportar a los seres humanos sobre su verdadera posición en el mundo y cómo ayuda en nuestra visión de la realidad. Bajo ese punto de vista, personalmente, espero que el camino todavía sea largo.     


2.- Es inevitable preguntarse si se puede considerar la vida un fenómeno universal....

Esta cuestión tiene mucho de especulación, me temo. Voy a intentar dar mi opinión, bajo dos fundamentos: creo, por las evidencias de que disponemos (y un artículo publicado esta misma semana en PNAS con un abordaje matemático de ésta cuestión lo corrobora) que la vida se originó muy rápido en la Tierra. Teniendo en cuenta el determinismo químico en el origen de los componentes básicos de la vida, y la tendencia, precisamente, a formarse esos componentes en una variedad de ambientes, preguntarse si la vida es un fenómeno universal equivale a preguntarse si las condiciones para que tenga lugar el proceso lo son. Yo creo que si, que la vida debe ser relativamente frecuente en el Universo. 

Otra cosa distinta es la vida inteligente, o multicelular. Mucha gente asocia el concepto "vida extraterrestre" a aliens y marcianos, pero yo me refiero a formas de vida simples. Es más, apuntaría a que estas formas de vida simples no difieren demasiado de las que conocemos, al menos en sus componentes, dada la tendencia química hacia ésos componentes; no hablo de tendencia química sesgada porque son los que buscamos, sino que, realmente, haciendo simulaciones en ciego, es lo que encontramos: hay una interesante tendencia a formar el mismo espacio químico, con los mismos componentes que tienden al espacio químico fundamental que conocemos de la vida.

La vida pluricelular y la vida inteligente, constituyen otra cuestión distinta. Hay otros científicos que piensan que la vida en sí debe ser muy rara, ya que opinan que, si bien el origen de sus componentes básicos puede estar determinado químicamente, los procesos que dieron lugar a la evolución química, el paso previo a la evolución celular, fueron azarosos y constituyen un escenario posible y muy raro, de entre innumerables escenarios donde la evolución química no sucedería o no llegaría a dar lugar a una biología viable. Es decir, hablamos de orígenes de la vida, en plural, considerando escenarios en los que la vida podría haber comenzado una trayectoria diferente y no haber llegado a la fase de evolución celular, o escenarios donde la vida no comenzó aunque se partiera de los mismos componentes. 

Para poder responder de modo más sólido a la cuestión sobre si la vida es un fenómeno universal, deberíamos encontrar un modelo que fuera lo suficientemente robusto como para imaginar que pueda darse fácilmente en muchos lugares del universo. Si el origen de la vida no es robusto, sino que depende de una secuencia azarosa de eventos con una probabilidad muy baja (el problema de algunos modelos ribocéntricos sobre el origen del ARN), entonces es difícil pensar que la vida pueda ser un fenómeno universal.
Aparte de tratar de razonar sobre ello, mi corazón me dice que, en un universo con millones de millones de sistemas solares, llenos de una inabarcable belleza y misterio, la vida debe ser parte integrante y natural, consecuencia misma de la evolución de esa belleza. Otro asunto es la vida inteligente. Hay que tener en cuenta que durante más de 2000 millones de años, la Tierra sólo estuvo habitada por procariotas. Y que la vida inteligente existe en éste planeta (aunque a veces lo dudemos, de que exista, me refiero) desde hace una infinitésima fracción de la edad del sistema solar. Parece que la vida multicelular es poco probable, y. aún menos probable la vida inteligente, con lo que, dadas las evidencias de que disponemos, la posibilidad de que no haya nadie más escudriñando el universo en busca de respuestas, y de que estemos solos es una posibilidad más que razonable. Y triste también.

3.- Hay células y células. Procariotas y eucariotas. Las que han dado origen a los linajes de vida pluricelular organizada son las eucariotas. ¿Se puede hablar de un punto de inflexión de la vida con el surgimiento de las células eucariotas?

Absolutamente. El origen de las células eucariotas, hace unos 1800 a 2000 millones de años, según las últimas referencias que recuerdo ahora, fue uno de los momentos más dramáticos de la evolución.

Hay, creo yo, un par de ideas erróneas respecto a la evolución biológica por parte del público.

La primera es que la evolución consiste en una "mejora", y, en consonancia con ello, se considera a las células eucariotas "mejores" que las procariotas, y ya la aparición de seres inteligentes (humanos) como el summum de la evolución. Esta idea antropocéntrica y también religiosa (el hombre a imagen de Dios) no es correcta: la evolución es terriblemente conservadora, no "intenta mejorar", sino que "intenta conservar lo que funciona", si se me permite humanizarla un poco añadiendo una intención.

De hecho, durante 2000 millones de años los eucariotas no progresaron. Recuerdo a quien nos lea, que los eucariotas resultan de la fusión de dos organismos: una arquea y una bacteria (posiblemente una proteobacteria). Estas fusiones se denominan "quimeras". Y es un buen nombre, pues probablemente hubo múltiples orígenes de los eucariotas a lo largo del tiempo, intentos que no progresaron, porque es muy difícil conseguir un organismo viable fusionando otros. 

Esto está relacionado con la segunda idea errónea: se considera el origen de los eucariotas como una agradable y provechosa simbiosis entre arqueas y bacterias. La idea que tenemos ahora es que dicha unión no fue amigable, sino que el linaje de eucariotas que consiguió sobrevivir a la fusión de arqueas y bacterias, tuvo que adaptarse para mantener su funcionalidad. La invasión de bacterias (que luego darían lugar a las mitocondrias) fue un evento catastrófico, no simbiótico. La quimera resultante sobrevivió gracias a una serie de cambios clave. La invasión del genoma arqueal por los intrones bacterianos, implicó que la célula que sobrevivió, lo hizo porque pudo desarrollar una compleja maquinaria de edición, que incluye mecanismos como el espliceosoma, la formación del núcleo, para regular el tráfico desde el genoma, la cola CTD de la polimerasa, un sistema de regulación esencial, y el mecanismo de pausado proximal al promotor. La cola CTD fue posiblemente el germen de los complejos sistemas de señalización celular eucarióticos, que facilitaron la aparición de la multicelularidad y la división de tareas en los nuevos organismos pluricelulares.  

El pausado proximal al promotor hizo posible el desarrollo de las estructuras de los organismos pluricelulares, los planes arquitectónicos con los que se construyen animales, plantas... La pluricelularidad no es una mejora, sino una adaptación para la supervivencia de un tipo celular, el eucariota, que tiene muchas desventajas frente a las bacterias. 

La evolución tampoco tiene un "plan", y, de hecho, la célula eucariótica no tiene un diseño óptimo. Mas bien al contrario, es como una máquina de Rube-Goldberg, llena de pasos redundantes e incomprensibles, conceptualmente absurdos, para hacer lo mismo que hace una bacteria de un modo más sencillo, óptimo y directo. 

Si volvemos a la idea religiosa, si hubo un diseño divino, este se correspondería con la bacteria, no con el eucariota. Tras toda la complejidad eucariótica, encontramos que, en el fondo, siguen ahí, exactamente igual que hace millones de años, las estructuras originales que compartimos con nuestros procariotas antecesores, preservadas. Yo les hablo a los estudiantes del "ribosoma egoísta": los genes cambian, pero el objetivo (si podemos hablar de objetivo) de toda la complejidad eucariótica es mantener funcionando el mismo ribosoma que surgió hace 4000 millones de años. Toda esta que hemos liado no es mas que el resultado de unas células eucarióticas que sobrevivieron añadiendo maquinarias a lo loco. Ahora vivimos las consecuencias de la imperfección eucariótica: enfermedades como el cáncer son el resultado de tener estos complejos sistemas de señalización. Los retrovirus, relacionados con un tipo de intrones, son el resultado posiblemente de toda la maquinaria adaptativa de los eucariotas que sobrevivieron en un mundo procariota. 

Visto más positivamente, el mundo eucariótico y la vida pluricelular nos muestran la enorme flexibilidad y las posibilidades de un sistema que parte de un set muy simple de piezas fundamentales. Las posibilidades que nos ofrecen las proteínas, polímeros que combinan un set de 20 aminoácidos, en cuanto a interacciones es tan vasta, que no hay mas que ver la increible diversidad biológica para fascinarse con esta idea. Pero, tras esta enorme diversidad, en el fondo, sigue preservada la estructura original de la que parte todo. Igual que podemos trazar la evolución estudiando el medio geológico, también podemos trazarla estudiando las células vivas. 

A la izquierda una imagen de un ribosoma, el verdadero corazón de la vida, que posiblemente fuera la primera estructura biológica y un fósil viviente que nos da pistas sobre el origen de la vida. A la derecha un mineral formado en condiciones de la tierra primitiva y que pudo estar relacionado con el origen del RNA.  

4.- De un "simple" virus a un gran mamífero, toda la diversidad de la vida terrestre está hecha con los mismos ladrillos moleculares. Eso hace posible una interacción entre especies que no se aprecia a simple vista. ¿Cómo dirías que han fluido las moléculas orgánicas e inorgánicas a través de la evolución desde el primer conato de vida a la presente biosfera?

Es una pregunta difícil, vamos a ver si entiendo el sentido. La vida es interacción. No podemos desligarla del entorno geológico, de hecho es un agente geológico. Desde el origen de la vida, ésta ha tenido una influencia clave en la geología, en la química atmosférica, en la hidrosfera. No hay contraposición ni unidireccionalidad. Los organismos vivos cambian las rocas, generan nuevas rocas y nuevos paisajes, cambiaron y cambian la composición de la atmósfera, de las aguas naturales, y, a su vez, el medio geológico condiciona la vida. Nosotros no somos diferentes: hacemos lo mismo que ya hacían las cianobacterias hace más de 2000 millones de años, o que hacen las plantas, que es cambiar la composición de la atmósfera. Los ladrillos moleculares son una consecuencia de la propia geología y geoquímica del planeta. Por ello toda la vida es una, ya que la vida se basa en la interacción, entre organismos y con su entorno. Hay una unidad indesligable. No existe la contraposición entre natural o no-natural. No vivimos aqui porque el planeta es habitable, sino que el planeta es habitable porque vivimos en él. No hay dualidad, planeta y vida es uno. Por ello el flujo molecular desde la biosfera y la geosfera es constante desde hace millones de años, hizo la vida y la vida lo condiciona. 

Tampoco hay concepto de "bueno y malo" desde este punto de vista global. La oxigenación de la atmósfera fue mala desde el punto de vista de las ignotas especies que se extinguieron a consecuencia de ella. El dominio de las angiospermas es malo desde el punto de vista de las gimnospermas, que vieron reducido su dominio de los ecosistemas terrestres, y así todo. 

Pretender que vivamos en el planeta y no haya flujo de moléculas y materiales desde la geosfera y biosfera hacia nosotros y viceversa, es una veleidad, ya que, y esto es un imperativo termodinámico, cuanto más suntuoso es un palacio, más basura genera.  La vida y la evolución es flujo y cambio. Sin flujo molecular ni cambio, no hay vida.

5.- Los virus no están claramente definidos como vida, por sus peculiares características. Pero acaso puedan arrojar información sobre el mismo fenómeno vital. ¿Que nos dicen los virus sobre qué es la vida?

Los virus nos hablan de la vida desde dos puntos de vista: el de la evolución y el del propio concepto de vida. 

Un virus no es un ser vivo, sino, mas bien, un pequeño autómata. Un fragmento de información con las instrucciones para replicarse. Un pequeño robot que, una vez activado su programa, simplemente lo ejecuta. El virus nos ayuda a ilustrar las características que nos permiten reconocer lo vivo, que son, precisamente, de las que carece: autopoyesis y la presencia de un sistema energético y molecular que le da unas características termodinámicas peculiares: la capacidad para disipar entropía. 

Un virus es un agregado supramolecular en estado de equilibrio, por eso podemos hacer cosas como cristalizarlo. Es dependiente de la vida para existir, nace de ella y es esencial para ella. No podemos decir que un virus es un parásito, pues, primero, la mayor parte de los virus existentes no tienen efectos dañinos y, segundo, son y han sido esenciales en la evolución biológica. 
Desde el punto de vista de la evolución, los virus aún tienen mucho que contar. Pensamos por ejemplo que una molécula fundamental de los virus RNA como el coronavirus, la RNA polimerasa dependiente de RNA, es una molécula ancestral que parte desde el mismo origen de la vida. 

Por otro lado, un tipo de virus distinto, como son los retrovirus, están más íntimamente relacionados con la evolución eucariótica y muy relacionados con los "genes saltarines" que llevamos en nuestro genoma y que han sido esenciales en la evolución de la complejidad biológica.  

6.- Con la llegada de una de las pandemias de la que alertaban los virólogos, la del Sars-Cov-2, has hecho un seguimiento epidemiológico diario. ¿Cuál ha sido hasta la fecha la evolución de la Pandemia del Coronavirus, desde sus orígenes en Wuhan, y que predicciones pueden hacerse de su ulterior desarrollo? 

Hay que tener en cuenta que yo trabajo con moléculas, con lo que aquí ya nos vamos saliendo de mi "vecindario" de conocimientos. Por ello, para mi es muy difícil hablar de predicciones. 

Lo que he hecho, para ir siguiendo la situación, es un modelo fenomenológico. Afortunadamente para nosotros, la vida sigue en ocasiones una serie de funciones matemáticas. Por ejemplo, la progresión de una infección en una población (ya sea un virus de plantas en un campo, un virus de bacterias en un cultivo o un virus humano en un país) sigue unas ecuaciones matemáticas definidas llamadas curvas logísticas. Si podemos trazar la ecuación de la infección, podremos ir siguiendo y, hasta cierto punto, prediciendo su desarrollo, viendo cuando llega a diferentes fases. Esto funciona mas o menos bien en el sentido de que nos permite predecir, aproximadamente, una vez acumulados una serie de datos (y dependiendo de éstos datos) por ejemplo cuando vamos a llegar al final del brote (en España estamos muy cerca de ello) o cuantas personas van a fallecer. 

Como digo, aproximadamente y tras acumular una serie de datos. Hay que tener en cuenta que una epidemia es un sistema caótico. Por caos aquí no quiero decir azaroso, sino que es un sistema altamente dependiente de las condiciones iniciales y que puede seguir múltiples trayectorias en las que hay tantos factores que es extremadamente difícil hacer predicciones. Como el tiempo meteorológico, otro sistema caótico, en el que las predicciones funcionan muy bien de un dia para otro o para una semana, pero empiezan a llenarse de incertidumbre cuanto más nos adelantamos en el tiempo. Así, lo que al principio parecía que se ajustaba una curva logística conocida (modelo de Richards), en realidad ha resultado ser un sistema multifásico y con ciclos subyacentes en la generación de los propios datos, con lo que las previsiones iniciales fueron cambiando. Pero, desde el punto de vista global, la infección en cada país ha ido siguiendo mas o menos el modelo fenomenológico previsto y, seguro que, cuando ya haya pasado y tengamos todos los datos, los expertos sacarán trabajos muy interesantes sobre ello. Pero el público debe ser consciente de la enorme dificultad que tiene una epidemia de un virus nuevo a la hora de hacer predicciones y recomendaciones, ya que todo va cambiando según van apareciendo nuevos datos. 

En cuanto a rebrotes, no me atrevo a decir nada. Los expertos discuten sobre ello y, es normal, pues hay muchas cosas que hay que ir conociendo poco a poco, como la evolución del propio virus, que va sufriendo pequeños cambios al ir replicándose y aparecen nuevas cepas. El conjunto de cambios en el genoma viral y en la presión selectiva que ejercemos sobre las cepas virales es un factor esencial en el futuro del Sars-Cov-2. 

7.- ¿En qué proyectos de investigación estás trabajando ahora? Qué misterio de la naturaleza te gustaría desvelar?

Fundamentalmente, sigo trabajando en un gran proyecto en el que me incorporé hace años, en el Georgia Institute of Technology de EEUU, para explorar la evolución química y el origen de los ácidos nucleicos. Una tarea magna, en el ámbito del origen de la vida.

Para mi ha sido fundamental, desde un punto de vista personal, pues pude aprender de gente con muchos conocimientos y experiencia en diversos ámbitos, y me ha dado una perspectiva del fenómeno de la vida que me ha enriquecido mucho. 

Con la vuelta a España (volvi en 2018), el trabajo tiene enormes dificultades, a veces, simplemente, insalvables. No puedo desarrollar mis proyectos aquí por falta de financiación y equipamiento, además de que la docencia absorbe gran parte de mi tiempo. Pero eso no es malo, pues la docencia me parece una de las tareas mas enriquecedoras y satisfactorias que un científico puede hacer. De hecho, me parece mi mejor contribución como científico, si ello ayuda a otros a entender mejor el mundo o a ser científicos a su vez. Cuando veo sonreir a mis alumnos porque han entendido algo del mundo molecular de la célula, y dicen ese "aaah" que te muestra que han sentido ese pequeño momentito luminoso, es una gran felicidad.

Aun así, sigo intentando desarrollar diversos proyectos: continuar con el gran proyecto vital del Origen de la Vida, esto gracias a mis colaboradores en EEUU básicamente. Por otro lado, otro de mis temas de hace tiempo es el estudio de las biofirmas moleculares en diversos registros geológicos para entender aspectos como por ejemplo de qué modo influyen los organismos vivos para configurar la mineralogía de un yacimiento. Un proyecto bonito que tenemos es el estudio de las biofirmas moleculares del ámbar para entender cómo eran los bosques de hace millones de años. 

Y actualmente estamos intentando desarrollar nuevos métodos de diagnóstico de cáncer, basado en la misma idea de las biofirmas. 

Y un misterio pequeñito que me gustaría desvelar tiene relación con una proteína que existe en todos los seres vivos, con la que trabajé en mi tesis y cuya función biológica aún se desconoce.

No obstante, no aspiro a desvelar muchos misterios. Me basta con seguir fascinándome con la ciencia y la naturaleza y poder compartir y transmitir a otras personas esa fascinación y esos pequeños momentos luminosos que tienes cuando aprendes algo, ya sea algo que has aprendido a través del laboratorio o a través del trabajo de los colegas.

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