jueves, septiembre 03, 2020

El cambio climático (entrevista a Emilio de las Heras)

 

Emilio de las Heras

La acción humana en el medio ecológico tiene hoy más que ver con la adaptación del medio ecológico a nosotros que con nuestra adaptación, como una especie más, dentro de él.


Hemos levantado un muro muy alto que nos separa del resto de la naturaleza y, dentro de nuestras murallas sofisticadas tecnológica y económicamente, seguimos llevando en nuestro interior a un primate que aulla, aunque sintamos que somos, o bien distintos a los animales y otros seres vivos (con una naturaleza espiritual superior), o bien el primero y el mejor de entre ellos.


La relación de interdependencia con ellos sin embargo no ha desaparecido. Nos relacionamos con el medio ecológico que aún se sostiene sobre sus raíces o sus patas, pero como si fuéramos dueños de todo. Es más, dado el grado de distribución del trabajo en nuestras complejas sociedades, la mayoría de los humanos vemos la naturaleza como un paisaje, pero no interactuámos directamente con ella, y los que lo hacen solamente lo hacen en un contexto acotado de trabajo u ocio, sin poder tener una comprensión profunda y una visión global.


Dado que, pese a nuestra autoatribuida sapiencia, y a que somos capaces -con nuestro cerebro ocupando lo que Pinker denomina el nicho cognitivo- de mirar al pasado y al futuro y proyectar nuestra experiencia en forma de planes, la mayor parte de ellos son de muy corto alcance. Se puede decir que realmente no vemos mucho más allá de nuestras narices. Somos malos anticipando futuros, como ha comprobado la psicología. Creamos escenarios plausibles con la información limitada de la que disponemos y, llegado el momento, muy raramente acaecen las cosas según las imaginamos. De ahí el valor de la ciencia, creación cultural que depura al máximo lo que hay de conocimiento en nuestras inferencias. La ciencia hace predicciones, y si no se cumplen, se ajustan los métodos y se elaboran hipótesis complementarias que enmienden las predicciones falsadas, o se realiza una enmienda a la totalidad de las hipótesis definitivamente deshechables en su conjunto.


La climatología es una ciencia que estudia los cambios que se producen en el complejo sistema climático: complejo sistema que está inextricablemente unido al sistema ecológico, puesto que éste último abarca las relaciones de los seres vivos entre sí y con su medio físico, lo cual incluye el medio geológico, hidrológico y atmosférico.


En última instancia de lo que trata la climatología es de la parte física de la ecuación ambiental, y de cómo cambia y con sus cambios afecta a la biótica.


Es por ello que, además de la ciencia de los cambios físico-químicos en los ciclos naturales de los elementos no biológicos y cómo estos afectan a los biológicos y a su equilibrio, es también su legítimo campo de estudio cómo los seres vivos afectan a sus procesos, y en especial la acción humana, cómo afecta al medio físico y los efectos de dicha acción mensurables y predecibles científicamente para el futuro.


La climatología se ha asociado así, por razones obvias, con el estudio de los cambios en el clima y, en consecuencia, con las conclusiones a las que se ha ido llegando desde esta ciencia sobre las causas del cambio. 


Lo que hoy todos conocemos como Cambio Climático Global es, por decirlo de alguna manera, las conclusiones a las que han llegado en su mayoría los estudiosos del clima y de las ciencias que pueden aportar datos relevantes a la ciencia climática sobre el efecto en el clima de la acción humana. Estas conclusiones han sido expuestas en el IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático) de la ONU.


Se ha hecho hincapié fundamentalmente en el efecto de las emisiones de gases con efecto invernadero por parte de nuestra industria y nuestros artefactos (vehículos de gasolina o gasóleo, calefacciones etc. etc.) , muchos de los cuales provienen de la quema de combustibles fósiles para generar energía. Estas emisiones provocarían una elevación de las temperaturas medias en la tierra en un periodo de tiempo geológicamente fugaz, y cambiaría por completo el sistema tierra, a través de una complejísima cadena de acontecimientos. Y si hay algo que la termodinámica nos enseña es que los cambios suelen ser hacia el caos y en contra de la vida. De ahí que exista un miedo más que justificado a que el cambio climático provoque una catástrofe a la que quizás no sobreviviríamos como especie. Aunque el planeta no esté en peligro, dado que alcanzará un equilibrio distinto al actual; lo que sí lo está son las distintas especies que vivimos en el planeta, y que requerimos para sobrevivir de un delicado equilibrio de las condiciones climatológicas, de biodiversidad, de contención de eventos extremos, de regularidad de los ciclos de agua, de la existencia del control de enfermedades de manera natural, etc. etc. etc.


Dada la complejidad del asunto muchos han optado por poner en solfa los escenarios más agoreros. Por otro lado hoy tenemos un problema añadido de no pequeña envergadura, que es la Pandemia que nos asola y que amenaza de forma  imposible de eludir todo el entramado económico e incluso político sobre el que caminamos como sobre un terreno resbaladizo. Tenemos un abismo más cerca, y las prioridades son otras. Pero eso no va a cambiar que hay un problema con nuestra forma de vida moderna que está generando problemas y que va a generar más y más graves según avance el tiempo implacablemente.


Algunos confían en la capacidad del ser humano de salir de grandes atolladeros. Pero a mi juicio esa confianza tiene un sesgo, que es el no ver a los que quedaron en el camino y lo cerca que estuvimos de un fatal desenlace (glaciaciones, peste negra, crisis de los misiles...etc).


Emilio de las Heras es experto en el Cambio Climático, y desde su blog en Expansión trata de persuadir al público sobre la emergencia existente, sobre las ventajas cada vez mayores de las energías verdes y sobre la necesidad de una rápida transición energética que nos permita seguir con nuestra avanzada tecnología sin una espada de Damocles climática sobre nuestras cabezas.


Emilio ha respondido muy amablemente a las preguntas planteadas desde La Nueva Ilustracion Evolucionista. Desde aquí nuestro agradecimiento.





1.- Una expresión que se está haciendo popular últimamente para referir la ignorancia de otro es: "no te enteras ni del clima", que supongo sustituye a la vieja y anacrónica: "no te enteras ni del NODO". Pero debemos preguntarnos por lo que sabemos y no sabemos del clima, que no debe confundirse con el tiempo meteorológico, del que, en efecto, puede que algunos no se enteren, pero que es más medible y predecible. Fuera de los expertos climatólogos ¿Se entera alguien del clima?


Este es uno de los problemas. La mayoría confunde clima con meteorología. Yo no me canso de repetir en mi Blog que los datos de un mes, incluso de un año, no son representativos. Menos aun, los datos de un país o región. Que lo representativo es la tendencia de varios años o décadas y con datos medios globales. Va calando el mensaje, pero es vulnerable a demagogia basada en hechos puntuales como una gran nevada en Washington en Marzo.


2.- Los fenómenos complejos como el clima o la ecología, requieren un abordaje multidisciplinar. Las evidencias que permiten adquirir una perspectiva y tener un mínimo poder de inferencia y predicción se encuentran en múltiples campos. ¿Cómo trabajan los científicos climáticos?


Hay una gran variedad de campos en los que trabajan los científicos del clima. Desde los que utilizan los datos de las temperaturas medias en estaciones terrestres, en la red marina Argos, los que estudian el hielo en el Ártico, la Antártida, los glaciares terrestres. O los que estudian sedimentos en lagos y mares, los anillos de árboles, las barreras de coral y muchos otros. Estamos acostumbrados al dato de la anomalía de temperatura media en la superficie terrestre. Pero eso es un solo dato, es la punta del iceberg. Como si fuera la temperatura del paciente de Covid-19. Hay muchas más pruebas, como la pérdida permanente de hielo en la criosfera, el aumento del nivel del mar, la modificación del régimen de precipitaciones, el aumento de la acidez de los mares o el aumento de la acumulación de calor en los océanos.


3.- Se habla indistintamente de cambio climático y de calentamiento global pero, obviamente, ambos conceptos se solapan, pero no coinciden. ¿Qué los diferencia y que los iguala?


El calentamiento promedio del planeta fue la primera predicción de los científicos que dedujeron que ocurriría como consecuencia de una atmósfera con mayor contenido en CO2, CH4 y otros gases que atrapan calor.


Pero se comprobó que hay muchos otros efectos, como una mayor absorción de vapor de agua por parte de una atmósfera más cálida y unos océanos que acumulan calor. Esa atmósfera con más energía produce mayores precipitaciones en lugares que ya eran lluviosos y menores precipitaciones en lugares tradicionalmente secos. Pues bien, eso puede producir lluvias torrenciales y menores temperaturas en algunos lugares. O nevadas tardías en otros.


Además, hay otros fenómenos como el blanqueamiento de corales, o pérdida de oxígeno disuelto en el mar más cálido. Subidas del nivel del mar y huracanes más violentos. Más intensos, duraderos y con mayores precipitaciones.


Todo eso es algo más que "calentamiento global". Por lo que "cambio climático" (o mejor, emergencia climática) explican mejor lo que está sucediendo.


4.- Las mediciones y estimaciones realizadas de los cambios en el clima en los últimos siglos han llevado a los climatólogos a considerar que la tierra se está calentando por las emisiones de gases de efecto invernadero antropogénicas. Pero divergen entre ellos en los tiempos y los grados de subida, así como de los efectos sobre la biosfera. ¿Dónde encuentran los climatólogos el consenso y en qué puntos están los debates "calientes"?


Yo no soy la persona adecuada para responder a esto. Mi opinión es que la inmensa mayoría de la comunidad científica coincide en lo importante: La acumulación de gases que atrapan calor, debida a la actividad humana, produce un calentamiento progresivo de la atmósfera, que induce un calentamiento del planeta, que encuentra una capa más cálida para disipar el calor que recibe del sol. Hay cientos de formas de predecir cuál será el calentamiento debido al incremento de esos gases. Al final, se hacen medias de los procedimientos mejor documentados. Se perfeccionan los modelos climáticos. Yo creo que las discrepancias son menores.


Lo importante es el consenso casi aplastante de que los gases antropogénicos se siguen acumulando, atrapan calor y, si no erradicamos las causas (emisiones), las siguientes generaciones corren un grave riesgo de tener unas condiciones climáticas incompatibles con una sociedad humana organizada.



5.- Negacionismo es un término duro. Comenzó aplicándose a los que banalizaban el mal del Holocausto Judío perpetrado por los Nazis o directamente lo "negaban". Hoy se aplica a aquellos que niegan o bien el cambio climático antropogénico, el calentamiento global, o bien pudieran estar banalizando su impacto. ¿Qué diferencia a un negacionista de un escéptico acaso mal informado?


El escéptico mal informado puede serlo un tiempo. Al cabo de ese tiempo, si sigue siendo escéptico, me temo que es un negacionista. Yo he impartido docenas de conferencias y tenido estas discusiones cientos de veces, con amigos o en las redes sociales. Muchos escépticos mal informados, al cabo de los años, van aceptando las evidencias. Otros siguen erre que erre, como los que niegan el Holocausto, ponen en duda el efecto terapeutico de las vacunas o acusan a "la ciencia de estar al servicio del Nuevo Orden Mundial". Algunos ponen en duda el alunizaje del programa Apollo...


Desgraciadamente, muchos de los negacionistas que yo conozco apoyan todas o casi todas esas teorías.


Hay otro grupo de negacionistas. Suelen ser personas que han trabajado toda su vida en la industria del carbón, gas o petróleo. Y se sienten en la obligación de rechazar que eso pueda ser la causa de semejante amenaza existencial para la humanidad. Razonan que la humanidad ha alcanzado las actuales cotas de bienestar gracias a esa energía abundante y barata...lo cual es cierto, pero ahora sabemos que había un precio: el cambio climático.


6.- El escéptico Michael Shermer dudaba en el pasado de los efectos del cambio climático, pero fue con unos climatólogos a recorrer el mundo y ver las evidencias del cambio climático. Al volver ya no era escéptico, y fue muy duramente atacado por ello. Pero su cambio de posición es particularmente significativo. Otros escépticos famosos, como Bjørn Lomborg, autor de El Ecologista Escéptico, también modificaron su posición ante nuevas evidencias. ¿Qué hace falta para convencer a todos de algo abstracto (aunque muy real) que está sucediendo delante de sus narices pero no pueden ver ni "olerse"?


Algunos han cambiado de opinión ante la acumulación abrumadora de pruebas de que el cambio climático está ocurriendo y se debe a la acumulación de esos gases que atrapan calor. Y, si no evitamos la causa, puede poner al planeta en condiciones incompatibles con una sociedad humana organizada.


Otros han hecho de su negación una forma de vida. Simplemente, están a sueldo de organizaciones negacionistas.


Otros han hecho de su actitud una especie de "religión".


Estos dos grupos, muy reducidos, no tienen fácil cambiar de opinión.


7.- El libro Merchants of Doubt, de Erik M. Conway y Naomi Oreskes, luego convertido en un fantástico documental dirigido por Robert Kenner, pone sobre el tapete el juego sucio de algunos científicos y no tan científicos a sueldo de grandes empresas petroleras para sembrar la duda sobre el cambio climático. Muchos de esos individuos fueron reciclados de los que negaron que el tabaco perjudicara seriamente a la salud hace unas décadas, a sueldo de las Tabacaleras. Aquí ya se puede hablar de un negacionismo orquestado desde intereses económicos y no basado en evidencias científicas. ¿Cómo frenar el poder de los lobbies que compran la opinión e incluso tergiversan la ciencia?


Conozco el libro y otros de los mismos autores. No se puede impedir que las tabaqueras, las petroleras y sus lobbies compren científicos o pseudocientíficos que "siembren la duda". Lo hicieron firmando informes que decían que "no queda suficientemente demostrado que el fumador pasivo sufra una incidencia representativa de enfermedades cardiopulmonares..." Unos sinvergüenzas, sin paliativos.


Con el clima, la estrategia es similar. Ponen en duda que el clima esté cambiando. Si cambia, alegan que siempre ha cambiado. Si ahora cambia más rápido, alegan que no está suficientemente demostrado que no sea por el Sol, por los volcanes o por cualquier otra causa. Si se demuestra que no es por el Sol, ni por los volcanes, razonan que hay una base de datos de una Universidad en Alabama que demuestra que la troposfera.... Si se demuestra que esa universidad ha ido modificando sus mediciones porque sus satélites perdían altura y medían en diferentes lugares,... Entonces dicen que no está suficientemente demostrado que ese CO2 no sea beneficioso como fertilizante natural, que tampoco está claro que ese "pequeño" incremento de las temperaturas no sea beneficioso para la parte norte del hemisferio norte... Si se les razona que eso no será bueno ni en Siberia, con la fusión del permafrost, razonan que las emisiones de China e India en 2020 son el problema y que de poco sirve reducir emisiones en Occidente, si no lo hacen los grandes países emergentes... Y si se comprueba que China e India son líderes mundiales en energías renovables, dicen que es muy caro y nos nos va a dar tiempo.


La única forma de combatir esos lobbies es ignorarles. No se puede impedir que publiquen. Pero se puede tanto publicar lo contrario como, sobre todo, no reproducir sus mensajes. Tratarles como si no existieran.


8.- En su obra La Venganza de la Tierra, el científico James Lovelock apostaba por la energía nuclear para un futuro más sostenible. Ahora se está produciendo una disrupción tecnológica que está permitiendo romper Paradigmas del pasado sobre la dependencia de los combustibles fósiles por razones económicas. La economía verde ya no es cara ni destruye empleos. Pero la energía está en el centro del debate sobre cómo ralentizar, atenuar o frenar el cambio climático. A día de hoy ¿con qué tecnologías y energías salimos beneficiados a medio y largo plazo?


Lovelock... Un pionero de todo esto. Desgraciadamente, yo creo que perdió un poco la cabeza. Llegó a defender una especie de Brexit energético británico: Carbón, nuclear...y cerrar las fronteras ante la avalancha de refugiados climáticos.


La nuclear de fisión está desapareciendo del mundo. 


Cada década futura se cerrarán diez veces más centrales de las que se inaugurarán... Hay proyectos de reactores modulares, la cuarta generación, nuclear de fusión... Ver para creer.


Hoy por hoy, las energías más baratas son las renovables. 


Las últimas subastas en todo el mundo las están ganando proyectos fotovoltaicos y eólicos terrestres. Tienen alguna pega de intermitencia y ese es el reto, complementar esas renovables con tecnologías que gestionen esa intermitencia: interconexiones, bombeo, almacenamiento, hidrógeno, termosolar, baterías, algo de biomasa, geotérmica, olas, mareas, eólica marina, gestión de la demanda, uso masivo de las baterías de millones de vehículos eléctricos y un largo etcétera.


Todo esto implica generación de millones de empleos locales y sustitución de importaciones de hidrocarburos por mano de obra local.  Con elevados ahorros en la factura energética y en la balanza de pagos de los países importadores, que son la mayoría.


En movilidad eléctrica y calefacción por bomba de calor ocurre lo mismo: Son cuatro veces más eficientes que las equivalentes basadas en hidrocarburos. Acabarán por imponerse.


9.- Michael T.Osterholm, un epidemiólogo conocido por muchos de su gremio como "Mike el agorero" señalaba, casi siempre acertando, la que se venía encima con distintos brotes epidémicos. Ahora llegó el Sars-Cov-2, que también vio venir. ¿Cómo distinguir el alarmismo de la buena ciencia, y más con el cambio climático, donde es tan necesaria la segunda?(Porque entre los excesivos alarmismos y los negacionismo solo puede darse una dialéctica perniciosa). 


Una pandemia como la que nos asola se temía. Pero no se sabía a ciencia cierta que vendría ni que sería como la Covid-19. Y ha puesto en jaque a la economía mundial.


La amenaza del cambio climático es bastante peor: Sabemos que está ocurriendo... Y si no se toman las medidas a tiempo, será cien veces peor que la Covid. No habrá vacuna. La inercia de los fenómenos subyacentes (acumulación de calor en el mar, acidificación y cambio del régimen de precipitaciones) durará muchas décadas después de que se tomen las medidas para evitar las causas...


Realmente, el mensaje alarmista puede ser contraproducente (si el mal es inevitable, "relájate y disfruta el momento"). Pero no hacer nada NO es una opción. Afortunadamente, la tecnología va ganando todas las batallas (fotovoltaica, eólica, coche eléctrico, bomba de calor, hidrógeno renovable, etc. etc). Solo nos falta el impulso legislativo que acelere la implantación global de las tecnologías sin emisiones y acelere la erradicación de las tecnologías sucias.


10.-¿Qué externalidades está generando el cambio climático en nuestra economía, nuestro medio ambiente y la salud global del planeta? La factura de los costes generados por la producción y consumo de combustibles fósiles ¿Quién la paga?


Las externalidades son estratosféricas: destrucción aplazada de las condiciones de vida de la humanidad, con millones de muertes por contaminación que ya están ocurriendo y cientos de millones de emigración presente y futura. Pérdidas de cosechas por exceso de calor, por exceso o falta de lluvias... Quién lo paga? Los ciudadanos. Hoy la factura es solo por mortalidad y morbilidad evitables y pérdida de cosechas y daños costeros e inundaciones. Esta factura será creciente y podría llegar a ser inmensa, si se rebasa algún punto de no retorno.


Esas externalidades deberían internalizarse en el precio de los combustibles fósiles. Sin embargo, se están subvencionando...


11.- ¿Cómo ve el panorama? ¿Qué paisaje imagina para el día de mañana?


El cerebro me muestra un panorama negro como el carbón y el petróleo.

La voluntad me muestra un futuro verde, en base a las tecnologías sin emisiones que he enumerado anteriormente. Es posible y rentable.

12.-¿Y qué crees que podemos hacer para impedir el cambio climático? 

Hay un millón de cosas que podemos hacer. Con estos tres niveles de acción:

1- Lo más sencillo, a nivel personal: Difundir el mensaje de que esta tarea es urgente, reducir la huella de carbono de cada uno, cambiar a coche eléctrico, comer menos carne roja, viajar menos, utilizar más Skype, transporte público, andar, bicicleta. Aislar paredes y ventanas. Renovar la caldera a base de hidrocarburos por bomba de calor. Contratar a comercializadoras de electricidad 100% renovable. En una frase, ser más eficiente en nuestro consumo de energía y tratar de que ésta sea 100% renovable.

2- A nivel estatal: votar por los partidos más responsables climáticamente hablando, apoyar legislaciones como el PNIEC, la LCCTE y las legislaciones Europeas por una Europa Verde. Apoyar legislaciones como el Cargo al Carbono con Devolución, también conocido como renta Climática.

3- A nivel de cooperación internacional: Exigir a todos los gobiernos que se aprueben, ratifiquen e implementen tratados de reducción de emisiones como el Acuerdo de París. Y exigir que los compromisos de reducción de emisiones se incrementen año tras año, hasta la total erradicación de los combustibles fósiles.

No parece que sea una tarea fácil. Pero este es el camino.

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