Los liberal-conservadores valoramos las convenciones sociales. El conservador desconfía instintivamente del uso de la razón para todo. el conservador obra de acuerdo con las convenciones porque si, porque es costumbre. Hay alguna explicación razonable de la desconfianza natural hacia la Razón? Si.
La esencia del por qué del miedo a la razón está en el dilema del prisionero: El Dilema del Prisionero encierra en si la razón de por qué actuar irracionalmente obrando de acuerdo con una convención común es mejor que obrar racionalmente; Si yo colaboro con el otro de acuerdo con una convención mútua que supone un límitación para ambos, aun sabiendo que doy al otro una baza que me pone en sus manos, ambos podemos salir beneficiados. Pero si el otro actúa razonáblemente de acuerdo con su interés inmediato, el ganará mucho mas y yo perderé. todas las convenciones cuya razón de su existencia conocemos, se pueden reducir al juego del prisionero: Por ejemplo: decir la verdad: yo digo la verdad, y si tu dices la verdad en asuntos que nos interesan a ambos, entonces ambos, o la sociedad en general, sale beneficiada. Si yo digo la verdad y tu mientes, tu puedes beneficarte mucho a costa mia. Por ejemplo, en el caso de hacer un trabajo común tu puedes mentir al capataz diciendo que has trabajado lo mismo que yo cuando he sido yo el que lo ha hecho todo. Tu recibes un beneficio a cambio de nada. A corto plazo, es mejor que si hubieras cavado, pero a la larga sin embargo, nadie colaborará contigo.
Otro ejemplo: ser justo y fiable en las transacciones: Un vendedor puede conseguir un gran beneficio inmediato mintiendo acerca de la calidad de un producto y venderlo por mucho mas de su precio de mercado, pero a la larga los clientes lo abandonarán. Si el vendedor actua con ética y renuncia al beneficio inmediato, los clientes volverán a comprarle y ambos se beneficiarán.
La paradoja del prisionero es la razón de lo perturbador que es, para los demás, el utilizar la razón siempre y en todo lugar. Los delincuentes y los psicópatas son seres mas racionales que la media, porque en ellos hay un cálculo de coste-benefico inmediato. Un vendedor que actúa buscando el beneficio a corto plazo es eficiente a corto plazo, pero a la larga es peor vendedor que uno que actúa sinceramente para satisfacer al cliente.
Se me puede objetar que esa forma de razonar es miope ya que alguien racional debería estimar también los beneficios y los costes a largo plazo. Mirado de esta manera, si que es racional que un vendedor se preocupe lo mas sinceramente en satisfacer a sus clientes mas que de preocuparse de su cuenta inmediata de resultados. Si, de acuerdo, pero este es un ejemplo en el que se conocen las razones a largo plazo: Al satisfacer a sus clientes como primera prioridad, éstos se fian de el y eligen a ese vendedor mas que a otros. El comprador por su parte tiene que mostrar confianza de entrada. Ninguna de las dos actitudes son razonables a corto plazo, pero si ambos cumplen sus convenciones, ambos se benefician perdiendo mucho menos tiempo y esfuerzo (algo que los economistas llaman "costes de transacción").
Pero, ¿Estamos seguros de conocer siempre las razones a largo plazo para todos los casos?. O dicho de otra forma: las convenciones, tradiciones por sistema limitan nuestros impulsos inmediatos. ¿Estamos seguros de que cuando una convención o regla social no tiene razones lógicas conocidas entonces esa convención es supérflua y nos la podemos saltar sin más?. Por ejemplo: ¿hay alguna razón para ir a trabajar con el cuello anudado por una corbata ?. ¿Y sobre los costosos preparativos de una boda?¿Para que el Matrimonio? ¿que sentido tiene el creer en Dios? ¿ No es algo inutil o incluso pernicioso porque implica aspectos morales oscuratistas? ¿Son oscurantistas y negativos los preceptos morales heredados de generaciones anteriores?. Por ejemplo, la monogamia ¿para que? ¿no es una limitación arbitraria?.
Estos y otros aspectos de las convenciones sociales que alegremente estamos eliminando, a pesar de que aparentan ser limitaciones arbitrarias y no tienen beneficios aparentes, quizá tiene n beneficios a a largo o muy largo plazo que han hecho que esas convenciones se hayan decantado en nuestra sociedad. Lo desastroso del caso es que, al tener efectos a largo o muy largo plazo, su supresión no tiene efectos en el momento presente, sino que los perjuicios pueden aparecer después de generaciones. Teniendo en cuenta que nuestra sociedad es la que ha tenido mas éxito, ¿no estaremos tirando por la borda gran parte de la base de nuestra civilización en nombre de aquello que sabemos, despreciando aquello que no sabemos?. El hecho es que incluso la moda de no tener principios, sino solo razones, esta dañando algunos preceptos éticos necesarios y evidentes como en el ejemplo de la ética de la compra-venta o el decir la verdad.
En este blog trato de encontrar esas razones a largo plazo. Es urgente rescatar este capital social que constituyen nuestras convenciones y tradiciones, nuestra moral y nuestra ética derivada del sentido común, que estamos perdiendo a marchas forzadas. En estos tiempos de radicalismo de la razón, ese rescate solo puede llegar a través de la razón, a la luz de disciplinas científicas que por definición no son muy conocidas, mas bien ocultadas y combatidas (ya que en caso contrario, no habría tal peligro).
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