viernes, octubre 14, 2022

El oráculo de la Razón (entrevista a Steven Pinker)

Steven Pinker

¿Cuánto hay de sapiens en el Homo? Es esta una pregunta que nos hemos formulado en muchas ocasiones en la nueva Ilustración evolucionista, en nuestro ya largo camino, que dista mucho de haberse recorrido ni siquiera mínimamente, en busca de la naturaleza humana. 

Confieso haber experimentado un cierto regocijo en ocasiones al pensar que los seres humanos éramos unos animales idiotas que se arrogaban de ser sabios. A fin de cuentas el resto de la fauna y flora de este complejo y maravilloso a la par que terrorífico y sórdido mundo tapizado de vida, se adaptaba a sus nichos y se limitaba a sobrevivir sin artefactos ni vanidades. 

Los ecosistemas de la biosfera parecían estar en un equilibrio fluctuante, nada idílico, nada parecido a un Edén, pero sólo expuesto a violentos cambios por fenómenos climáticos, sísmicos o cósmicos, antes de la llegada del Verbo.  

El Verbo lo cambió todo. Un primate se alejó tanto de su lugar en el orden de las cosas que sobrevivió incluso a la misma lucha por la supervivencia ancestral dotado con el Verbo. 

Desarrolló un cerebro mamífero más grande y al parecer complejo que el del resto de animales de su clase, y con él, paralelamente, el uso de herramientas cada vez más sofisticadas desde el primer "artefacto" lítico hasta la inteligencia "artificial". Y lo hizo conectando los nodos de los cerebros individuales en una cada vez mayor red de información y conocimientos, así como de emprendimientos y esfuerzos organizados para construir una prodigiosa fortaleza de civilización en medio de (y ganando terreno a) la naturaleza salvaje, y rompiendo unos lazos de miles de millones de años en apenas un par de millones de ellos.

Ya siendo cazadores-recolectores habíamos ganado la partida al resto de las especies. ¿Y qué nos hizo tan exitosos tan prematuramente, mucho antes de la Revolución Neolítica? La capacidad de nuestros cerebros de comunicarse y de razonar. Nuestro lenguaje y nuestro pensamiento abstracto, auténtico mundo de las ideas paralelo al mundo físico, se superpuso sobre él para crear categorías, para nombrar las cosas. Creamos cultura que necesariamente eran culturas, y seguimos ascendiendo a los cielos del "espíritu". Religión y Razón surgieron de una misma tendencia a la abstracción y al antropocentrismo. 

Inventamos a Dios del mismo modo que inventamos todo lo demás, combinando abstracciones y articulando relatos. 


Ahora la Racionalidad sigue presente, pero ha ido siendo depurada por generaciones de mentes pensantes que se subían sobre los hombros de las mentes pensantes de sus predecesores. ¿El resultado más depurado?: La lógica matemática. 

El Profesor Steven Pinker, de la Universidad de Harvard, comenzó hablándonos del instinto del lenguaje. De algo cultural con un origen y fundamento naturales. Habló del funcionamiento de la mente y, a principios de este siglo pegó un puñetazo sobre la tabla rasa de la mesa de las ciencias sociales para poner las cosas en su sitio: había una cosa llamada naturaleza humana que ningún galimatías teórico (con minúsculas) podía discutir. Desde entonces ha llovido mucho, y torrencialmente. El Profesor Pinker ha seguido escribiendo grandes obras ensayisticas de gran calado, decantándose cada vez más por una defensa del ideal ilustrado del conocimiento humano: el desarrollo de las ciencias, las artes y la Razón (con mayúsculas). De hecho su última obra es un canto a la racionalidad, que la llama y titula por su nombre: Racionalidad

En esta nueva obra de arte científica, Pinker expone los fundamentos de la Racionalidad humana, sus orígenes ancestrales y sus desarrollos culturales, que hacen de ella la navaja suiza de la resolución de los problemas a los que nos enfrentamos como individuos y como sociedades. 

Ciertamente ocupado, le ha sido difícil encontrar un hueco para atendernos, pero lo ha hecho, una vez más, haciendo gala de su gentileza y sabiduría, lo cual le agradecemos enormemente.

Les dejo con la entrevista.


En español:

1.- Los estoicos decían que el hombre sabio debe seguir la recta razón, es decir, hacer lo que la naturaleza (racional) le dicta. La razón tiene sus raíces en la selección natural. ¿Nos lleva esto a concluir que la racionalidad es una adaptación y que la evolución cultural y tecnológica sólo la ha dotado de herramientas para desarrollarse y alcanzar horizontes más profundos y lejanos en los que proyectarse?


Sí, lo que hace del Homo sapiens una especie tan inusual es que nuestra adaptación distintiva -como son la trompa del elefante o la cola del pavo real- es la racionalidad (junto con el lenguaje y la sociabilidad). Pero nuestra racionalidad innata es "ecológica" en el sentido de que está diseñada para funcionar en un entorno natural, sin estadísticas, matemáticas, ciencia, libros y registros escritos u otros inventos modernos. Razonamos sobre los objetos y acontecimientos concretos de nuestra vida, combinando todo lo que sabemos para obtener el mejor resultado. Los seres humanos lo tienen mucho más difícil con la racionalidad "formal": ecuaciones, algoritmos y fórmulas expresadas en variables como p y q o x e y, que son extremadamente potentes -no hay que estar familiarizado con el tema sobre el que se razona, sino que basta con introducir los valores de x e y-, pero son cognitivamente poco naturales y hay que aprenderlas y practicarlas.


2.- ¿Qué ocurre cuando la Razón se vuelve contra sí misma, cuando se "argumenta" que todo obedece a una "lógica" de poder, por ejemplo? 


La respuesta adecuada ante esa actitud es: "¿Es racional el argumento que acabas de exponer?". Si no lo es, ¿por qué deberíamos creerlo? Si lo es, entonces has concedido que la racionalidad es el criterio por el que decidimos qué creer.


3.- Los llamados "sesgos cognitivos" son poderosos atractores del pensamiento ilógico, pero no necesariamente del pensamiento racional. Por lo que se está evidenciando en investigaciones recientes, no son una condena ni una trampa de la que nos sea imposible escapar y, además, somos capaces, en el contexto adecuado (uno más relacionado con aquel en el que hemos evolucionado) de evitarlos, ¿no?


Sí, algunos tipos de falacias características del ser humano se reducen mucho cuando el problema se replantea en términos más familiares para la gente. Por ejemplo, la gente tiene problemas para tratar la probabilidad de un solo evento, como "Si la probabilidad de tener una enfermedad es de 0,01, la sensibilidad de una prueba médica es de 0,9 y la tasa de falsos positivos es de 0,09, ¿cuál es la probabilidad de que alguien que dé positivo tenga la enfermedad?" Pero si se traducen las probabilidades abstractas en números concretos, se vuelve intuitivo: "Diez de cada mil tienen la enfermedad. De estos 10, 9 darán positivo. De las 990 personas sanas, 89 también darán positivo. Juan da positivo. ¿Cuáles son las probabilidades de que tenga la enfermedad?".


4 - La educación formal de nuestros jóvenes está sometida a una fuerte presión para adaptarse a los nuevos tiempos de la digitalización y a las nuevas demandas sociales y políticas que poco o nada tienen que ver con los conocimientos propiamente dichos y las habilidades para adquirirlos. Usted habla de algunas asignaturas esenciales en cualquier educación que aspire a crear una sociedad más abierta, libre y justa ¿Cuáles serían estas materias?


Una persona educada debería tener cierta familiaridad con la lógica, la probabilidad, la regla de Bayes (cómo calibrar el grado de creencia en una idea), la estadística, la teoría de juegos, la teoría de la elección racional y cómo distinguir correlación y causalidad. Estas son las herramientas que intento explicar en Racionalidad.


5.- Usted afirmó que la violencia había disminuido con el progreso de la civilización. Sin embargo, parece que hoy nos encontramos en una encrucijada en nuestro Progreso como Civilización con profundas crisis económicas, nuevas pandemias, la aparición de populismos y sus propagandas y creencias identitarias, y el triunfo de pseudoideas pseudorracionales (relativismos, teorías críticas, posmodernismo, wokismo...). ¿Cómo podemos, como sociedad, derribar este muro que se ha interpuesto entre nosotros y el retorno a la libertad de expresión y a la "recta razón", para seguir el camino de la Ilustración?


La razón, la objetividad y la verdad llevan una ventaja incorporada: son racional y objetivamente verdaderas. La realidad siempre se reafirma, aunque la gente tarde en darse cuenta. Los líderes de la corriente dominante abandonaron muchas de las supersticiones del pasado -el derecho divino de los reyes, la sangría como tratamiento médico, ver presagios en cometas y eclipses- y con la suficiente perseverancia en la racionalidad, puede que acaben abandonando las del presente.


6.- Las emociones están en los cimientos motivacionales de la razón, como sugería Hume, pero a un tiempo tienen que ser contenidas por ella, de modo que la razón haría de árbitro y modulador de las diversas emociones y deseos asociados. ¿Podría ser este el origen evolutivo de la racionalidad, ser un sofisticado mecanismo de selección y filtrado de impulsos también evolucionados, para una mejor adaptación al medio, particularmente al social, en nuestra especie dotada de lenguaje? 


Sí, nuestra especie tiene lóbulos frontales sobredimensionados que nos ayudan a modular nuestros impulsos para que sean más probables de alcanzar nuestros objetivos en diferentes entornos. Pero la racionalidad también evolucionó para dominar el mundo físico, y para actuar en coordinación con otras personas.


7.- Estos días se plantea la amenaza nuclear rusa, en la que Putin juega al juego del loco. Es evidente que la Real Politik puede ser un terreno muy peligroso. ¿No estamos jugando con fuego cuando nuestras vidas dependen de la racionalidad "estratégica"?


Muy al contrario, sólo la racionalidad estratégica nos permitirá disuadir a Putin sin provocar un catastrófico intercambio nuclear. Jugamos con fuego cuando desarrollamos y desplegamos las armas de destrucción masiva, pero ese fue un error estratégico, dado que nuestros adversarios podían hacer lo mismo.


8.- ¿En qué proyectos está trabajando ahora? 


Mi próximo libro tratará sobre el "conocimiento común" (conocimiento de dominio público) -el estado en el que todo el mundo sabe que todo el mundo sabe algo- y las implicaciones que tiene para las relaciones sociales, las emociones, la economía y la política.


El Pensador. Autor: Auguste Rodin.


En inglés:


1.- The Stoics said that the wise man should follow right reason, that is, do what nature (rational) dictates. Reason has its roots in natural selection. Does this lead us to conclude that rationality is an adaptation and that cultural and technological evolution has only provided it with tools to develop and reach deeper and farther horizons on which to project itself?


Yes, what makes Homo sapiens such an unusual species is that our distinctive adaptation – like the elephant’s trunk or the peacock’s tail – is rationality (together with language and sociality). But our innate rationality is “ecological” in the sense that it is designed to work in a natural environment, one without statistics, mathematics, science, written books and records, and other modern inventions. We reason about the concrete objects and events in our lives, combining everything we know to derive the best outcome. Humans have a much more difficult time with “formal” rationality—equations, algorithms, and formulas expressed in variables like p and q and x and y. These are extremely powerful – you don’t have to be familiar with the subject you’re reasoning about, but just plug in the values of x and y – but they are cognitively unnatural and have to be learned and practiced.


2.- What happens when Reason turns against itself, when it is "argued" that everything obeys a "logic" of power, for example? 


The appropriate response is: “Is the argument you just made rational?” If it isn’t, why should we believe it? If it is, then you have conceded that rationality is the criterion by which we decide what to believe.


3.- The so-called "cognitive biases" are powerful attractors of illogical thinking, but not necessarily of rational thinking. From what is being evidenced in recent research, they are not a condemnation or a trap from which it is impossible for us to escape and, moreover, we are able, in the right context (one more related to that in which we have evolved) to avoid them, aren't we?


Yes, some kinds of typical human fallacies are greatly reduced when the problem is restated  in terms that are more familiar to people. For example, people have trouble dealing with the probability of a single event, such as “If the probability of having a disease is .01, the sensitivity of a medial test is .9, and the false positive rate is .09, what is the probability that someone who tests positive has the disease?” But if you translate the abstract probabilities into concrete numbers, it becomes intuitive: “Ten out of every thousand have the disease. Of these 10, 9 will test positive. Out of the 990 healthy people, 89 will also test positive. John tests positive. What are the chances he has the disease?”


4 - The formal education of our young people is under strong pressure to adapt to the new times of digitalization and new social and political demands that have little or nothing to do with knowledge per se and the skills to acquire it. You speak of some essential subjects in any education that aspires to create a more open, free and fair society. What would these subjects be?


An educated person should have some familiarity with logic, probability, Bayes’s Rule (how to calibrate one’s degree of belief in an idea), statistics, game theory, the theory of rational choice, and how to distinguish causation from correlation. These are the tools I try to explain in Rationality.


5.- You stated that violence had decreased with the Progress of Civilization. However, it seems that today we are at a crossroads in our Progress as Civilization with deep economic crises, new pandemics, the emergence of populisms and identity propagandas and its beliefs, and the triumph of pseudorational pseudo-ideas (relativisms, critical theories, postmodernism, wokism...). How can we, as a society, tear down this wall that has come between us and return to freedom of expression and "right reason", to follow the path of the Enlightenment?


Reason, objectivity, and truth and have a built-in advantage – they’re rationally and objectively true. Reality always reasserts itself, even if it takes time for people to realize it. Mainstream leaders abandoned many of the superstitions of the past – the divine right of kings, bloodletting as a medical treatment, seeing omens in comets and eclipses—and with enough insistence on rationality, they may eventually abandon those of the present.


6.- Emotions are the motivating foundation of reason, as Hume suggested, but at the same time they must be contained by it, so that reason would be the arbiter and modulator of the diverse emotions and associated desires. Could this be where the evolutionary origin of rationality lies, in being a sophisticated mechanism of selection and filtering of impulses also evolved, for a better adaptation to the environment, particularly the social one, in our species endowed with language? 


Yes, our species does have oversized frontal lobes that help us modulate our urges so they are likelier to bring about our goals in different environments. But rationality also evolved to master the physical world, and to act in coordination with others.


7.- These days the Russian nuclear threat is raised, in which Putin plays the game of the madman. It is obvious that Real Politik can be a very dangerous terrain. Are we not playing with fire when our lives depend on "strategic" rationality?


Quite the contrary, it’s only strategic rationality that will allow us to deter Putin without bringing on a disastrous nuclear exchange. We play with fire when develop and deploy weapons of mass destruction, but that was a strategic error, given that our adversaries were likely to do the same.


8.- What projects are you working on now?

 

My next book will be on “common knowledge”—the state where everyone knows that everyone knows something—and its implications for social relations, the emotions, economics, and politics.

 

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