Un hijo o hija se beneficia evolutivamente eligiendo buenos genes para el otro 50% de los genes de sus hijos que no son propios. Si se empareja con alguien con buenas características innatas, es decir, fuerte, guapo, locuaz, simpatico etc, su 50% de genes propios viajará al futuro con esos otros genes de buena calidad. Si sobreviven. En cambio en esa tercera generación solo viaja el 25% de los genes de cada abuelo.
Para los padres, por tanto, esa elección de genes no es tan critica. En lugar de elegir unos genes óptimos para sus nietos, los padres pueden preferir una compensación en forma de regalo o de alianzas con una familia con buen estatus a cambio de ofrecer su hija en matrimonio. Esos recursos pueden transformalos a continuación en mas hijos, en lugar de nietos, con lo que se aseguran un viaje del 50% de genes hacia el futuro, en lugar de un 25%.
Esa diferencia de intereses genera uno de los muchos conflictos entre padres e hijos que tienen su raiz en las distintas estrategias innatas para la optimización de descendencia. Ni los padres ni los hijos son conscientes de esa optimización. Simplemente se comportan asi porque los que adquirieron esas conducta innatas para cada papel social en el pasado han tenido mas descendencia con esa conducta heredada. Esos descendientes somos nosotros.
¿Que ha ocurrido con ese conflicto a lo largo de la historia evolutiva?. la hipótesis es que, como ocurre con las sociedades tradicionales, en las sociedades de cazadores-recolectores en las que hemos evolucionado, los padres organizaban los casamientos en función de las alianzas que les interesaban. Para evitar interferencias, lo hacian antes de que los hijos alcanzaran la pubertad. Esto tiene profundas consecuencias, ya que los hijos, emparejados de forma no óptima para ellos, pero asegurado su bienestar material, buscaban su propia optimización genética fuera del matrimonio en base al mecanismo de detección explicado al principio.
Que ha ocurrido en definitiva con ambas tendencias innatas? La coevolución de las conductas de padres e hijos ha conducido a una exacerbación de ambas tendencias: Dado que los hijos optimizan el rendimiento genético de los nietos, los padres se especializan en buscar buenas alianza y la seguridad económica. Por su parte los hijos, dado que los padres se ocupan de la seguridad económica de su pareja estable, sus psicología y conducta innatas se dirijen a la detección de buenos genes.
O al menos esas son las hipótesis de este estudio: Parent-offspring conflict over mating: The case of family background
Aparecido en EP Journal
Cual es el resultado actual? Al parecer, esa necesidad imperiosa de alianzas que sienten los padres no es tan acuciante cuando el factor limitante del numero de hijos no es la pobreza, como ocurre en las sociedades industriales. Sin embargo, el deseo de los hijos por buenos genes sigue intacto, ahora sin la contraposición y el balance de la politica de alianzas tipica de los padres tendente a la estabilidad, seguridad y natalidad.
Para los padres, por tanto, esa elección de genes no es tan critica. En lugar de elegir unos genes óptimos para sus nietos, los padres pueden preferir una compensación en forma de regalo o de alianzas con una familia con buen estatus a cambio de ofrecer su hija en matrimonio. Esos recursos pueden transformalos a continuación en mas hijos, en lugar de nietos, con lo que se aseguran un viaje del 50% de genes hacia el futuro, en lugar de un 25%.
Esa diferencia de intereses genera uno de los muchos conflictos entre padres e hijos que tienen su raiz en las distintas estrategias innatas para la optimización de descendencia. Ni los padres ni los hijos son conscientes de esa optimización. Simplemente se comportan asi porque los que adquirieron esas conducta innatas para cada papel social en el pasado han tenido mas descendencia con esa conducta heredada. Esos descendientes somos nosotros.
¿Que ha ocurrido con ese conflicto a lo largo de la historia evolutiva?. la hipótesis es que, como ocurre con las sociedades tradicionales, en las sociedades de cazadores-recolectores en las que hemos evolucionado, los padres organizaban los casamientos en función de las alianzas que les interesaban. Para evitar interferencias, lo hacian antes de que los hijos alcanzaran la pubertad. Esto tiene profundas consecuencias, ya que los hijos, emparejados de forma no óptima para ellos, pero asegurado su bienestar material, buscaban su propia optimización genética fuera del matrimonio en base al mecanismo de detección explicado al principio.
Que ha ocurrido en definitiva con ambas tendencias innatas? La coevolución de las conductas de padres e hijos ha conducido a una exacerbación de ambas tendencias: Dado que los hijos optimizan el rendimiento genético de los nietos, los padres se especializan en buscar buenas alianza y la seguridad económica. Por su parte los hijos, dado que los padres se ocupan de la seguridad económica de su pareja estable, sus psicología y conducta innatas se dirijen a la detección de buenos genes.
O al menos esas son las hipótesis de este estudio: Parent-offspring conflict over mating: The case of family background
Aparecido en EP Journal
Cual es el resultado actual? Al parecer, esa necesidad imperiosa de alianzas que sienten los padres no es tan acuciante cuando el factor limitante del numero de hijos no es la pobreza, como ocurre en las sociedades industriales. Sin embargo, el deseo de los hijos por buenos genes sigue intacto, ahora sin la contraposición y el balance de la politica de alianzas tipica de los padres tendente a la estabilidad, seguridad y natalidad.
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