La enfermedad y la muerte son el reverso de la moneda lanzada al aire de la salud y la vida. En ese casino de la evolución en el que al final siempre ganan los más aptos, a falta de banca, de acuerdo con principios estadísticos abstractos y por ello imperceptibles a simple vista -y más dadas las ilusiones visuales y cognitivas a las que somos tan dados- los juegos son variaciones cada vez más finas de los mismos temas. La gran diversidad de la vida obedece a los múltiples pequeños canales por los que se desliza la corriente vital hacia adelante en el tiempo.
Siendo la selección natural el supremo juez en el teatro de la historia de la vida, el dictamen de un médico que trata el cuerpo de un único paciente no debe desoír las sentencias que esta ha ido dejando grabadas a lo largo de eones en la forma, estructura y función de todos los organismos, incluido el que el doctor tiene entre sus manos, como si fuera un objeto.
Se tiende a ver cada vez con mayor claridad la continuidad entre los procesos de vida y muerte, y los de salud y enfermedad. Se tiende a ver también la importancia del elemento subjetivo en la medicina, del factor psicológico, y, tratándose de nosotros, -con más razón-, del factor humano.
Animales irracionales, como cualquier otro, es decir, que trabajan por y para su supervivencia sin necesidad de saberlo o pensar en ello, pero con un barniz de racionalidad, nosotros tenemos que aplicar ese barniz sobre los viejos muebles que adornaban los laboratorios científicos o los lugares de estudio y trabajo para que pueda apreciarse en todo su esplendor no su brillo, al cual se han dedicado loas sin fin, sino especialmente la compatibilidad que tiene con -y las imperfecciones que deja sobre- los objetos a los que se aplica.
La medicina, que trata de promover la salud, de prevenir o curar o corregir los daños y disfuncionalidades que se producen en nuestros cuerpos y, como parte de ellos, en nuestras mentes, tiene que ser aplicada por doctores que sean conscientes de las restricciones y potencialidades impuestas y otorgadas respectivamente por la selección natural a nuestro funcionamiento orgánico y social.
Ya en su momento entrevistamos al Doctor Mel Greaves, experto oncólogo que había decidido emprender la aventura de explicar el cáncer, la enfermedad más temida de nuestro tiempo, y una de las más frecuentes, como un legado de la evolución.
Pero la medicina, vista desde una óptica evolucionista, esto es, la medicina evolucionista, abarcar mucho más que el estudio de las razones últimas de la existencia de los cánceres. Toda enfermedad puede someterse a un análisis evolucionista, y verse como producto directo o indirecto de la selección natural, o incluso como una adaptación a ambientes particulares (véase el caso de la anemia falciforme y la malaria, contado por Santiago Merino). También puede encontrarse que la enfermedad es, al final, simplemente una de las manifestaciones del proceso de deterioro conocido como envejecimiento que, más que favorecido por la selección natural, sencillamente se debería a que cae fuera del ámbito de influencia de esta, y dentro del de los fenómenos físico-químicos de deterioro. Sobre ello hablamos extensamente en nuestra anterior entrevista al científico portugués João Pedro Magalhães.
La medicina evolucionista es una disciplina relativamente joven que se enfrenta al desafío de encontrar las huellas dejadas por lo indudablemente viejo en nuestros relativamente jóvenes organismos que envejecen aceleradamente, tras dejar una descendencia que permite que la función representada por nuestra especie continúe. En ella la supervivencia diferencial de la selección natural se entremezcla con la de las vidas de los individuos enfermos, y la enfermedad contingente se sitúa en el contexto más amplio y profundo de una historia natural que sólo merced a la salud, a la funcionalidad de los sistemas vivos, pudo ser posible.
El Doctor Randolph M. Nesse, de la Universidad de Michigan, médico especialista en psiquiatría y psicología, fue, junto con el biólogo evolucionista George C. Williams, el fundador de este campo de la ciencia, conocido como Medicina Darwinista o Medicina Evolucionista. Junto con Williams publicó el libro Why we get sick? (¿Por qué enfermamos?). Sus investigaciones en este campo sobre la neuroendocrinología de la ansiedad sirvieron para contribuir a desvelar cómo la selección natural pudo haber dado forma a mecanismos fisiológicos que regulan defensas tales como la tos, el dolor, la fiebre, la ansiedad o la depresión. Se puede seguir su trabajo en su sitio web, así como el de la medicina evolucionista en The Evolution and Medicine Review.
El Professor Nesse ha tenido la amabilidad de responder unas preguntas para La Nueva Ilustración Evolucionista. Las preguntas fueron puestas en inglés por el también médico, Marzo Varea.
En inglés:
1. How can differences in people's vulnerability to disease be evolutionarily explained?
They can’t, usually. Differences in vulnerability is the topic for traditional medical and epidemiological research. But there are evolutionary explanations for why we are all the same in ways that make us vulnerable to disease. We do humans have traits like a narrow birth canal, a detachable retina, narrow coronary arteries, and aging? George Williams and I have suggested there are six main kinds of possible explanations.
1.1. Mismatch of the body with the current environment.
1.2. Pathogens evolve faster than we can.
1.3. Constraints on what natural selection can do it inevitably leave the body imperfect.
1.4. Trade-offs characterize every trait in the body, nothing can be perfect, because making it better would make something else worse.
1.5. Natural selection shapes bodies that maximize reproductive success, not health.
1.6. Defenses, such as fever, cough, and vomiting, are useful traits shaped by natural selection to cope with certain threats; they are diseases only when they are dysregulated.
2. What makes some infections more virulent than other? How do both highly virulent and mildly virulent pathogens evolve?
For decades most physicians and scientists believed that pathogens became benign after long association with a host, after all, why bother killing your host? However, thanks to basic advances in evolutionary biology, especially those from George Williams, and from applications by researchers like Paul Ewald, it became clear in the 1970s that natural selection shapes pathogens to be whatever level of virulence maximizes their spread. Even if this means killing the host. One generalization, emphasized by Ewald, is that pathogens that spread only when hosts are up and about, such as the common cold, have to be relatively mild in order to spread effectively. Others, that spread via doctor’s hands, or via diarrhea to a public water supply, or via mosquitoes, may well spread fastest if they are more virulent. This has huge public health implications. What we do changes the environment in ways that select for more or less virulent pathogens.
3. Can we say that our ancestors' infections remain written in our genomes? How did we coevolve with our parasites?
One of the surprising discoveries made possible by new genetic analyses, is that genomes are full of sequences from viruses; the human genome is about 8% derived from virus sequences. Many have their expression suppressed by methyl groups on the DNA at that location, others are expressed. Expression of sequences that are normally suppressed may be important for understanding disease.
We co-evolve with pathogens, creating arms races with dire consequences. Every time we erect better defenses, pathogens evolve to outflank them. This sets up new selection forces for new, more effective defenses, and on and on it goes. The resulting defenses are costly and dangerous to both host and pathogen. For humans, this explains why the immune system is so dangerous, as well as so useful. Also, slow tissue damage caused by inflammation is one of the causes of aging.
4. Psychosocial health approaches seek to change attitudes and behaviors in patients or potential patients in order to make them lead lives less prone to disease. In order to change these attitudes and behaviors we should first understand their causes. So, should not psychosocial health advocates pay attention to what is being discovered in evolutionary medicine?
I am skeptical that the effects of stress are as important to physical health as some suggest. In my research on the effects of intense anxiety on cortisol, many subjects showed no response at all. They had much bigger responses to new situations. Certainly there can be of psychosocial stress, but the capacity for stress exists only because it has been useful. For details, see Evolutionary Origins and Functions of the Stress Response. Stress responses are normal, if your stress responses inadequate, as in Addison's disease, you are likely to die very quickly in response to even a cold or minor injury.
Aside from stress, evolution has a great deal to offer to psychiatry. Perhaps the most important contribution is to note that emotions, even negative emotions such as anxiety, anger, and low mood, exist only because they were useful in some circumstances. Anxiety and depression are not abnormal unless they are dysregulated. Of course, natural selection shapes regulation mechanisms not for our health, but to maximize reproductive success. This is so unfortunate. Especially for men! It is explains why men live so much shorter lives than women. However, the Smoke Detector Principle means that it usually is safe to reduce or block these aversive emotions. Because cough, fever and panic are not expensive, the normal regulation system expresses them in many instances when they are not essential. This makes life far more full of suffering than it needs to be, and it make it possible to safely block defensive responses. When is it safe? Your doctor had better understand evolution to make good decisions about this.
5. Which mental illnesses could be considered more a product of evolution and which ones could be more a result of developmental trauma?
Diseases are not shaped by natural selection. Schizophrenia, bipolar disorder and autism are not shaped by natural selection. Failure to understand this is the most common mistake made by my students, and it proves remarkably difficult to get them to think clearly. Vulnerability to schizophrenia, cancer and depression is shaped by natural selection. Not vulnerability in certain individuals, but why all of us have bodies that can go wrong in those particular ways.
This said, it is important also to note that some psychiatric disorders arise from dysregulation of normal responses (anxiety disorders and mood disorders) while others reflect abnormalities that are not related to ordinary responses (schizophrenia and autism). It is terribly hard for people to think clearly about evolution and mental disorders. I recently wrote an article in the journal Evolutionary Applications that lists 10 questions to ask when you are trying to investigate an evolutionary explanation for disease. I insist that my students follow these when they write their papers; it seems to help them keep their thinking clear.
6. What does evolutionary medicine teach us about the old mind-body problem?
Evolutionary medicine does not address the mind-body problem. A general evolutionary view of human cognition does, however, suggest that our brains simply never evolved to cope with such concepts. We have strong tendencies to create mutually exclusive categories where they do not exist, and our minds are very poor at grasping how phenomenon at different levels can all be the same thing. This is especially a problem in psychiatry, where the current ideology is committed to radical reductionism, more so even than in physiology or the rest of medicine. It is pretty obvious to clinicians that many problems arise at the level of systems conflicts in relationships or emotions, but some researchers seem to imagine that causation is all at the brain level. Some is, but many brain changes are secondary effects, not causes.
7.-There seems to be a relationship between social isolation and general susceptibility to disease, and the same happens with stress. Does this, in your opinion, talk of us as social primates who fight for status?
The data showing loneliness and social isolation associated with disease is clear, but the direction of causation and the mechanisms are not. People who are sick often don't go out much, or their friends simply stop calling them because they can do fewer things. Or, being sick makes them not want to socialize as much. It is also true, however, that low levels of social support are correlated with poor health outcomes. People who live alone tend to exercise less, eat poor diets, and be employed in professions that may be associated with ill health, or to be unemployed. All of this said, it is also possible that being socially isolated has an independent influence on health. It is also possible that being of low status influences risk of disease. This is a great example of an area of research fraught with complexity that our human minds are ill-prepared to cope with.
8.- An aging population brings an increasing incidence of certain diseases. What does evolutionary medicine teach us about aging and aging-related disease?
I first got interested in evolution and medicine when I began trying to understand aging. Genes influence variations in rates of aging, so I wondered why natural selection didn't select for genes that made us live longer, healthier lives. I came up with the wrong answer; I thought that aging might somehow benefit the species. I later learned, thanks to reading George Williams, that this whole class of explanations, based on group selection, is wrong. He suggested that a gene causing aging could nonetheless be selected for if it benefited functioning earlier in life, the so-called antagonistic pleiotropic theory. This opened my mind to the possibility that natural selection could help to explain disease. This theory also revolutionized the study of aging in ways that are now beginning to influence gerontology. Previously people thought that aging was a coordinated system control by some kind of clock, but the work by Williams and others showed that it is simply that things deteriorate in coordination because of how natural selection shape systems.
9. What are you now working on?
Much of my work now is trying to help find ways to provide education for physicians and medical researchers so they can make full use of evolutionary biology. Evolutionary medicine is a field like genetic medicine, except that the basic science is evolutionary biology instead of genetics. The other difference is that genetics has long been a recognized foundation for medicine, while the value of evolutionary biology is just now being recognized. I'm confident that as doctors and researchers learn more about evolutionary biology, they will use this knowledge to improve human health.
My more specific current work is about how natural selection shapes mechanisms that regulate defenses. This is crucial for clinicians for making wise decisions about when to use drugs to block defenses, such as cough, fever, and nausea. It is also the foundation for my more specific work on evolution and the emotions. Many scientists are looking for reductionist brain mechanisms to explain emotional variations, but an evolutionary view also encourages attention to the individual motivational structures of individuals, that is, what they're trying to do in life and how things are going. A truly biological psychiatry will pay close attention to the aspects of a person's social life that are likely to be arousing negative emotions. It encourages a more personalized and humanistic perspective on mental disorders and the people who suffer from them.
En castellano:
1. ¿Cómo pueden explicarse las diferencias en la vulnerabilidad a la enfermedad de las personas desde una perspectiva evolucionista?
En general no pueden. Las diferencias en la vulnerabilidad son el tema de las investigaciones médica y epidemiológica tradicionales. Pero existen explicaciones evolucionistas sobre porqué somos todos iguales en las formas en las que nos volvemos vulnerables a las enfermedades. Nosotros, los humanos, tenemos rasgos tales como un estrecho canal de parto, una retina desprendible, estrechas arterias coronarias y ¿el envejecimiento? George Williams y yo hemos sugerido que hay principalmente seis posibles maneras de darle una explicación:
1.1. Por desajustes corporales con el entorno actual.
1.2.Porque los patógenos evolucionan más rápido de lo que nosotros podemos hacerlo.
1.3. Porque las limitaciones inherentes a lo que puede hacer la selección natural, inevitablemente dejan cuerpos imperfectos.
1.4. Por los balances característicos en cada rasgo corporal, nada puede ser perfecto, porque mejorar algo conllevaría hacer que otra cosa fuera peor.
1.5. Porque la selección natural dio forma a cuerpos que maximizaran el éxito reproductivo, no la salud.
1.6. Porque las defensas, tales como la fiebre, la tos y los vómitos, son rasgos útiles moldeados por la selección natural para afrontar ciertas amenazas; estas últimas se convierten en enfermedades sólo cuando las primeras son disfuncionales.
2.-¿Qué hace que algunas infecciones sean más virulentas que otras? ¿Cómo evolucionan ambos tipos de agentes patógenos, los de mediana y alta virulencia?
Durante décadas, la mayoría de los médicos y científicos creían que los patógenos se volvían benignos después de una larga asociación con un hospedador, después de todo, ¿por qué molestarse en matar a tu anfitrión? Sin embargo, gracias a los avances fundamentales en biología evolutiva, especialmente los de George Williams, y a las aplicaciones realizadas por investigadores como Paul Ewald, se hizo evidente en la década de 1970 que la selección natural daba forma a patógenos con cualquier nivel de virulencia que máximizara su propagación. Incluso si esto significa matar al anfitrión.
Una generalización enfatizada por Ewald, es la de que los patógenos que se diseminan sólo cuando los hospedadores se encuentran bien y activos, como el resfriado común, tienen que ser relativamente suaves a fin de difundirse con eficacia. Otros, que se propagan a través de las manos del médico, o por medio de la diarrea en un suministro público de agua, o a través de los mosquitos, pueden dispersarse más rápido si son más virulentos.Esto tiene enormes implicaciones de salud pública. Que hacemos cambios en el entorno de forma que se seleccionan patógenos más o menos virulentos.
3. ¿Podemos decir que las infecciones de nuestros ancestros permanecen escritas en nuestros genomas? ¿Cómo hemos coevolucionado con nuestros parásitos?
Uno de los sorprendentes descubrimientos hechos posibles gracias a los nuevos análisis genéticos, es que los genomas están llenos de secuencias de virus; el genoma humano proviene de secuencias de virus aproximadamente en un 8%.Muchas ven su expresión reprimida por grupos metilo en su lugar del ADN , otras se expresan. La expresión de secuencias que normalmente están suprimidas puede ser importante para comprender las enfermedades.
Estamos coevolucionando con los patógenos, creando una carrera armamentística de graves consecuencias. Cada vez levantamos mejores defensas, y los patógenos evolucionan para flanquearlas. Esto crea nuevas presiones selectivas para nuevas y más efectivas defensas, y sigue así sucesivamente. Las defensas resultantes son costosas y peligrosas tanto para hospedador como para el patógeno.En los humanos, esto explica por qué el sistema inmunológico es tan peligroso, así como tan útil. Por otra parte, los lentos daños tisulares causados por la inflamación son una de las causas del envejecimiento.
4.-Las aproximaciones psicosociales a la salud tratan de cambiar las actitudes y los comportamientos de los pacientes o posibles pacientes con el fin de hacerles llevar una vida menos expuesta a la enfermedad. Con el fin de cambiar estas actitudes y comportamientos, deberíamos primero entender sus causas. Por lo que ¿no debería la psicología social de la salud prestar atención a lo que está siendo descubierto por la medicina evolucionista?
Soy escéptico con la idea de que los efectos del estrés sean tan importantes para la salud física como algunos sugieren. En mi investigación sobre los efectos de una intensa ansiedad sobre el cortisol, muchos sujetos no presentaron ninguna respuesta en absoluto. Tuvieron respuestas mucho mayores a situaciones nuevas. Ciertamente, pudieran ser por estrés psicológico, pero la capacidad para el estrés existe sólo porque ha sido útil. Para obtener más información, consulte Orígenes evolutivos y funciones de la respuesta al estrés. Las respuestas de estrés son algo normal, si tu respuesta al estrés es inadecuada, como en la enfermedad de Addison, es probable que mueras muy rápidamente, incluso por un resfriado o una lesión menor.
Aparte del estrés, la evolución tiene mucho que ofrecer a la psiquiatría. Quizás la contribución más importante sea la observación de que las emociones, incluso las emociones negativas como la ansiedad, la ira, y el bajo estado de ánimo, sólo existen porque fueron útiles en algunas circunstancias.
La ansiedad y la depresión no son anormales a menos que estén desreguladas. Por supuesto, la selección natural ha creado los mecanismos de regulación no para nuestra salud, sino para maximizar el éxito reproductivo. Es lamentable. ¡Especialmente para los hombres! Esto explica que los hombres vivan vidas mucho más cortas que las de las mujeres. Sin embargo, el Principio de Detector de Humo implica que por lo general es seguro reducir o bloquear estas emociones desagradables. Debido a que la tos, la fiebre y el pánico no son caros, este sistema normal de regulación los expresa en muchos casos cuando no son esenciales. Esto hace que la vida esté mucho más llena de sufrimiento del necesario, y nos permite bloquear de forma segura las respuestas defensivas. ¿Cuando es seguro? Su médico tendría que entender mejor la evolución para tomar buenas decisiones a este respecto.
5.¿Qué enfermedades mentales podrían ser consideradas más un producto de la evolución y cuáles más el resultado de un trauma en el desarrollo?
Las enfermedades no fueron moldeadas por la selección natural. La esquizofrenia, el trastorno bipolar y el autismo no están moldeados por la selección natural. La incapacidad para comprender esto es el más común de los errores cometido por mis estudiantes, y prueba lo extraordinariamente difícil que es hacerles pensar con claridad. La vulnerabilidad a la esquizofrenia, el cáncer y la depresión toma forma por selección natural. No la vulnerabilidad de ciertos individuos, pero sí por qué todos tenemos cuerpos que pueden ir mal por esos particulares derroteros.
Dicho esto, es además importante tener en cuenta que algunos trastornos psiquiátricos surgen de la desregulación de las respuestas normales (trastornos de ansiedad y trastornos del estado de ánimo), mientras que otros reflejan anomalías que no están relacionadas con las respuestas ordinarias (la esquizofrenia y el autismo). Es terriblemente difícil para la gente pensar con claridad sobre evolución y trastornos mentales. Hace poco escribí un artículo en la revista Evolutionary Applications que listaba 10 preguntas para formularse cuándo se trata de investigar una explicación evolucionista de la enfermedad. Insisto en que mis alumnos las sigan cuando escriban sus artículos, lo que parece ayudarles a mantener su claridad de pensamiento.
6. ¿Qué nos enseña la medicina evolucionista sobre el viejo problema cuerpo-mente?
La medicina evolucionista no aborda el problema mente-cuerpo. Una panorámica general de la evolución de la cognición humana, sin embargo, sugiere que nuestro cerebro sencillamente no evolucionó para hacer frente a tales conceptos. Tenemos una fuerte tendencia a crear categorías mutuamente excluyentes donde no las hay, y nuestras mentes son muy deficientes para comprender cómo un fenómeno en sus diferentes niveles puede ser la misma cosa. Esto es especialmente problemático en psiquiatría, donde la actual ideología está comprometida con el reduccionismo radical, incluso más que en la fisiología o en el resto de la medicina.
Es bastante obvio para los clínicos que muchos problemas surgen en el nivel de conflictos de sistemas en las relaciones y las emociones, pero algunos investigadores parecen creer que todas las causas se encuentran a nivel cerebral. Y algunas sí, pero muchos de los cambios cerebrales son los efectos secundarios, no las causas.
7. Parece que hay una relación entre el aislamiento social y la susceptibilidad general a las enfermedades, y lo mismo sucede con el estrés. ¿Esto, en su opinión, nos habla de nosotros como de primates sociales que luchan por el estatus?
Los datos que muestran que la soledad y el aislamiento social están asociados con la enfermedad son claros, pero la dirección de la causalidad y los mecanismos no lo son. Las personas que están enfermas no salen muy a menudo, o sus amigos simplemente dejar de llamarles, porque pueden hacer menos cosas. O bien, estar enfermos les hace no querer socializarse tanto. También es cierto, sin embargo, que los bajos niveles de apoyo social se correlacionan con malos estados de salud. Las personas que viven solas tienden a hacer menos ejercicio, a consumir dietas deficientes, y a trabajar en profesiones que pueden estar asociadas a la enfermedad, o desempleadas. Dicho todo esto, también es posible que estar socialmente aislados tenga una influencia independiente sobre la salud. También es posible que el ser de bajo estatus influya en el riesgo de enfermedad. Este es un claro ejemplo de un área de investigación cargada de una complejidad para la que nuestras mentes humanas no están preparadas.
8. Una población en envejecimiento lleva a un aumento en la incidencia de ciertas enfermedades. ¿Qué nos enseña la medicina evolucionista sobre el envejecimiento y las enfermedades relacionadas con el mismo?
Me interesé por primera vez por la conjunción de evolución y medicina cuando comencé mis intentos por comprender el envejecimiento. Los genes influyen en las variaciones de las tasas de envejecimiento, así que me preguntaba por qué la selección natural no había seleccionado genes que nos hicieran vivir vidas más largas y más saludables. Se me ocurrió la respuesta equivocada; pensé que el envejecimiento podría beneficiar de algún modo a la especie. Después aprendí, gracias a la lectura de George Williams, que todo este tipo de explicaciones basadas en la selección de grupo eran incorrectas. El sugería que un gen que causara el envejecimiento no podría ser seleccionado en ningún caso si no beneficiara el funcionamiento temprano en la vida, la así llamada teoría del antagonismo pleiotrópico. Esto abrió mi mente a la posibilidad de que la selección natural pudiera ayudar a explicar las enfermedades. Esta teoría revolucionó también el estudio del envejecimiento de una manera que ahora está empezando a influir en la gerontología.
Anteriormente se pensaba que el envejecimiento era un sistema de control coordinado por algún tipo de reloj, pero el trabajo de Williams y otros, demostró que se trata simplemente de que las cosas se deterioran en la coordinación porque es así cómo la selección natural moldeó los sistemas.
9. ¿En qué está trabajando ahora?
Gran parte de mi trabajo ahora es tratar de ayudar a encontrar formas de proporcionar educación a los médicos e investigadores médicos de forma que puedan hacer un uso completo de la biología evolutiva. El campo de la medicina evolucionista es como el de la medicina genética, excepto por el hecho de que la ciencia de base es la biología evolutiva en lugar de la genética. La otra diferencia es que la genética ha sido durante mucho tiempo un fundamento reconocido por la medicina, mientras que el valor de la biología evolutiva es ahora cuando está siendo reconocido. Estoy seguro de que a medida que los médicos y los investigadores aprendan más sobre biología evolutiva, utilizarán este conocimiento para mejorar la salud humana.
Mi trabajo actual más específico es sobre cómo la selección natural ha moldeado los mecanismos que regulan las defensas. Esto es crucial para los clínicos para tomar decisiones sabias sobre cuando usar drogas para bloquear defensas tales como la tos, la fiebre o la náusea. para tomar decisiones sabias acerca de cuándo utilizar medicamentos para bloquear las defensas, tales como tos, fiebre y náuseas. También están los fundamentos de mi trabajo más específico sobre la evolución y las emociones. Muchos científicos están buscando mecanismos cerebrales reduccionistas para explicar las variaciones emocionales, pero un punto de vista evolucionista también llama la atención sobre las estructuras motivacionales individuales de las personas, esto es, lo que están tratando de hacer en la vida y cómo les van las cosas. Una psiquiatría realmente biológica prestará especial atención a los aspectos de la vida social de las personas que sean probablemente los que susciten en ellas emociones negativas. Esto alienta una perspectiva más personalizada y humanista sobre los trastornos mentales y las personas que los padecen.
4 comentarios:
Formidable entrevista, para variar. Me han impactado varias frases (una la he tuiteado enlazando aquí):
- 1.4. Por los balances característicos en cada rasgo corporal, nada puede ser perfecto, porque mejorar algo conllevaría hacer que otra cosa fuera peor.
- Por lo general es seguro reducir o bloquear estas emociones desagradables. Debido a que la tos, la fiebre y el pánico no son caros, este sistema normal de regulación los expresa en muchos casos cuando no son esenciales. Esto hace que la vida esté mucho más llena de sufrimiento del necesario.
Un buen comienzo de año, Germánico, espero que siga así de potente en todos los ámbitos de tu vida.
Hola Santiago,
La idea de que mejorar algo podía llevar a que otra cosa fuera peor fue utilizada por eminentes antievolucionistas como Cuvier.
Cuvier, experto en anatomía comparada, no concebía como un rasgo pudiera cambiar en una máquina tan perfecta como un cuerpo sin dar al traste con la funcionalidad biológica del mismo.
Creo que la cosa se explica porque los cambios genéticos deletéreos o generadores de graves disfuncionalidades se expresan pronto en el desarrollo y dan lugar a abortos espontáneos, algunos de los cuales ni se notan.
Los sistemas corporales son redes complejas finamente imbricadas y el cuerpo mismo es un sistema homeostático bastante perfecto dentro de su imperfección. Mejorarlos es algo que necesariamente lleva muchas tentativas (y generaciones), pero una vez se ha producido esa mejora, sin que haya sido digamos fenotípicamente expresada, una última pieza del engranaje puede producir una explosión, un gran avance evolutivo, una especiación, lo que explicaría observaciones como la del equilibrio puntuado.
En lo que se refiere a las defensas innatas del organismo frente a la infección y otros peligros ambientales, es su parte cognitiva y consciente la sufriente. El dolor es esencial como información sobre daños tisulares, por ejemplo, pero el dolor crónico no aporta, que se sepa, otra cosa que no sea dolor crónico.
Gracias Santiago. Intentaremos tener para este final de semana o comienzos de la que viene a un Nobel que ha creado otra disciplina nueva. Seguiremos imperfectamente intentando cerrar un círculo pristíno, aunque nos salga una albóndiga evolucionada.
Un abrazo.
El Dr Randolph Nesse es un gran conocedor de esta disciplina cientifica naciente y ha sido encomiado y entrevistado por Richard Dawkins el famoso cientifico que propuso la hipotesis del gen egoista para explicar la seleccion natural que permite entender muchos fenomenos medicos y problemas de salud a traves de una seleccion natural a multiples niveles como el procariota,el celular el molecular,el organico etc.El meme imitador del gen a nivel cultural para trasmitir informacion permitiria a los humanos modificar su ritmo evolutivo y es posible que acelerarlo tal cual parece esta sucediendo a nivel cientifico
Si, Ovejo, de hecho han trabajado juntos en algún paper, Dawkins y Nesse.
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