Continuamos, con esta entrevista a Tim White, una serie sobre los orígenes de nuestro linaje evolutivo que comenzó con la entrevista a Michel Brunet, descubridor de en el Chad del misterioso, sugerente y difícilmente clasificable Sahelanthropus tchadensis.
En esta ocasión contamos con la inestimable colaboración de Mauricio Antón, ilustrador paleontológico sumamente ilustrado en paleontología, y dentro de esta en la vertiente que más nos atañe, querámoslo o no, de la paleoantropología. Mauricio nos presenta a Tim White -ese americano inquieto que ha estado directamente implicado en los más sorprendentes hallazgos paleoantropológicos realizados en el este de África- y a la que puede calificarse como su hija científica, aunque probablemente sea su lejanísima madre biológica (y la nuestra), Ardi, un ejemplar de la nueva especie Ardipithecus ramidus, una especie cuya existencia se halla muy cercana en el tiempo de la separación de nuestra rama del árbol de la vida de la de los chimpancés.
Agradecemos al Profesor White el que haya podido respondernos, en medio de sus incesantes viajes, las preguntas que Mauricio (8,9,11,12) y yo le hemos preparado, y que nos enviara la fotografía que encabeza este post, realizada por C. Pehlevan en enero de 2010, en la que el Profesor White (a la izquierda) estrecha la mano de Maurice Taieb, el descubridor del patrimonio paleoantropológico de la depresión de Afar, Aramis, del Awash medio. Agradezco asimismo a Mauricio su orientación y su introducción a White, y a Marzo la traducción al castellano de sus respuestas y algunas puntualizaciones finales que han resultado ser imprescindibles para enmarcar la entrevista. Asimismo les animo a ver El Documental sobre el descubrimiento de Ardi.
Desde sus inicios en el mundo de la paleoantropología a finales de los años 70, el trabajo del Dr. Tim D. White (Los Angeles, California, 1950) ha supuesto una aportación fundamental para el conocimiento de la evolución humana. En 1974, sus primeras campañas de campo en África oriental, (concretamente en Koobi Fora, Kenya), bajo la dirección de Richard Leakey convencieron a éste para recomendar a su madre, Mary Leakey, que contase con White como la persona idónea para estudiar los fósiles de homínidos que se descubrieron en Laetoli (Tanzania). En la universidad de California en Berkeley, White dirige el Human Evolution Research Center, mientras que, desde 1981, ha codirigido un proyecto de investigación en Etiopía (el Middle Awash Research Project) que ha proporcionado algunos de los descubrimientos más relevantes para la comprensión de las etapas tempranas de la evolución de nuestra familia biológica.
Tim White contribuyó al descubrimiento de las famosas pisadas de Laetoli, y junto con Donald Johanson estudió los fósiles de Australopithecus afarensis de Afar, Etiopía, incluyendo la famosa “Lucy”, que en los años 80 revolucionó el árbol genealógico de los homínidos. En los años 90 el equipo de White descubrió en Aramis, Etiopía, un nuevo género y especie de homínido, al que bautizaron como Ardipithecus ramidus, y que por aquél entonces era el miembro más antiguo conocido de nuestra familia. En campañas posteriores se encontraron nuevos restos de A. ramidus, incluyendo un esqueleto parcial de una hembra, pero la preservación de los fósiles era tan precaria que su preparación y análisis llevaron 15 años de trabajo, durante los cuales la comunidad científica internacional aguardaba expectante los resultados de su estudio.
En 2009 la publicación de un conjunto de artículos sobre A. ramidus y su entorno ecológico en un número especial de la revista Science justificó con creces la espera, proporcionando una descripción y análisis exhaustivos de los fósiles y unas interpretaciones en ocasiones provocadoras de la biología y evolución de este primitivo homínido. Todo descubrimiento relevente en el campo de la evolución humana genera polémica y el recién descrito esqueleto de A. ramidus, apodado “Ardi” por sus descubridores, no es una excepción. Las conclusiones del conjunto de estudios indican que A. ramidus era un homínido todavía próximo al antepasado común entre humanos y chimpancés, pero inequívocamente situado en nuestra rama del árbol evolutivo por rasgos distintivos como la reducción del tamaño de los caninos y la incipiente locomoción bípeda. Más aún, proponen que el bipedismo de “ardi” no era una adaptación a la sabana abierta como solía decirse, ya que su entorno sería más boscoso, y plantean que la locomoción bípeda fue una adaptación que permitía a los machos de la especie transportar alimentos con los cuales aprovisionarían a la hembra y las crías, dentro de un sistema social monogámico. Pero hay expertos que cuestionan tanto la interpretación de “Ardi” como animal bípedo, como la interpretación de su entorno como boscoso o semiboscoso, ambas elementos claves para la hipótesis del equipo de White sobre la evolución humana en el Mioceno tardío y el Plioceno. Pero lo que nadie pone en duda es la labor increíblemente concienzuda de White y sus colaboradores por extraer al yacimiento y a sus fósiles hasta la última gota de información.
En inglés:
1. What are, in your opinion, the major milestones in human evolution?
A. Bipedality and canine reduction, around 6-7 Ma
B. Lithic technology, brain, and geographic expansion, around 2.5-2.0 Ma
C. Agriculture
2.-What were the paths that human evolution followed, in your view, from the first African hominid to the current Homo sapiens?
The three genera, Ardipithecus, Australopithecus, and Homo are the three basic adaptive plateaus. At each plateau there was limited speciation and species diversity. The lineage leading to humans was, for the most part, African.
3. How is work organized in a paleontological excavation?
It really depends on the research question and the research site. It can range from very large such as the Middle Awash project, with about 800 people participating over the last thirty years, to a small test excavation in a cave.
4. What have been your most rewarding experiences in the field work?
Finding the evidence that we are seeking. I love working in the field in Africa, especially working with people from different cultures and different sciences.
5. What do we know by now about Ardiphitecus ramidus? Can you summarize the most important findings about its anatomy, its behaviour and its environment?
The best source for this is the author's summary that we wrote in Science for the overview paper in the series of 11 papers published last October. It is an early bipedal hominid with small brain, reduced canine, and grasping foot which ate an omnivorous diet in a woodland habitat in Africa 4.4 million years ago.
6. Is Ardiphitecus the most probable "first ancestor" of the human lineage?
Yes, I think that this genus gave rise to Australopithecus, although it is too early to say exactly which species of the genus.
7.-What is your view about Sahelanthropus tchadensis?
This is clearly a member of the hominid family, and clearly belongs to the genus Ardipithecus. Its cranium is surprisingly similar to Ardipithecus ramidus, as is the dentition.
8. We have noticed that artist Jay Matternes appears as co-author in one of the articles about Ardipithecus in "Science". How was the collaboration between the research team and Matternes during preparation of the artistic reconstructions of Ardipithecus ramidus?
This is best seen in the documentary "Discovering Ardi" produced for the Discovery Channel. He worked with us from the beginning in reconstructing the portions that we could not restore, and visualizing the whole skeleton.
9. In view of the anatomy of Ardipithecus, do you think that reconstructions of Australopithecus and Paranthropus should show a human-like thorax instead of the funnel-shaped, ape-like thorax that many recent renditions give them?
Yes, but not necessarily in view of the anatomy of Ardipithecus. The funnel-shaped, ape-like thorax of modern apes has not been found in the osseous remains of Australopithecus, so reconstructions that show this kind of a thorax are simply incorrect, and rely too much on modern apes and pay too little attention to fossils. Soon there will be even more fossil evidence bearing on this question, and that is all I can say at the present time.
10. What was in your opinion the main selective pressure behind the evolution of bipedal terrestrial locomotion in Ardipithecus?
It had to do with carrying and reproductive fitness, so the ideas of Lovejoy are the ones that I find most supported by the preponderance of the available evidence.
11. What advantages could it have, compared to the quadrupedal terrestrial locomotion of baboons and other Old World monkeys, especially considering that these monkeys move efficiently in the trees and on the ground and they are able to manipulate food quite dexterously witht their hands?
It is not about manipulating food, it is about TRANSPORTING this food over long distances compared to what any other primates do. That is where the natural selection came in.
12. A recent criticism to your interpretations of the paleoenvironments at Aramis states that the area was not covered by extensive forests, and that instead there would be only patches of riparian woodlands, part of a mosaic of environments comparable to present-day savannahs. What do you think about that statement?
These isotope geochemists have deliberately chosen the most ambiguous data sets (soil isotopes and phytoliths), skewed their interpretations of them, ignored the obvious difference between "environment" and its subset "habitat," and worked closely with their local university media to deliberately misrepresent us as having reconstructed Ardi living in a grass-free forest. Even a cursory reading of our published original papers and our reply shows not only that they misrepresented what we published, but also that their own conclusions are incompatible with the largest combined datasets relevant to paleoecology for any African Pliocene site.
In 1994 we published in Nature (as we began to accumulate those data sets representing multiple independent lines of evidence) that Ardipithecus was a hominid and that it occupied a woodland. Those findings were not directly questioned by these respondents in the 15+ years following publication of the conclusions. However, both parties continued to publish extensively that Ardipithecus was an ape (S) and that early hominids arose in savannas (Cerling et al.). So the Sarmiento and Cerling et al. replies were absolutely predictable based on their long-held positions having been upset by the publication of much more detailed and diverse data last October.
They chose to focus on stable isotope studies and phytolith data presented in our Science article and supplementary. They presented no new ideas and no new data.
My hypothesis is that these authors seem so intent to ignore all of the other even more relevant data regarding this primate and its habitat because they find the Aramis/Ardipithecus data so threatening to their long-held and frequently published opinions. This is no different from some geologists who rejected the evidence for continental drift or K-T asteroid impact, even after that evidence had become overwhelming.
What is the most DIRECT evidence for Ardipithecus habitat, the 'smoking guns' of habitat choice in this primate?
1. Tooth anatomy and proportions
2. Microscopic tooth wear
3. Enamel isotopes
4. Masticatory apparatus
5. Locomotor adaptations, particularly hands, feet, pelvis
This primate was adapted to chewing softer, less abrasive foods than any other hominid ever found. This primate was better adapted to climbing trees than any other hominid ever found. We know its diet, and we know the landscape on which its remains are consistently found.
Now, given these biological facts firmly established by the data sets published last October, what indirect evidence is there for the habitat in which this primate most often died?
En esta ocasión contamos con la inestimable colaboración de Mauricio Antón, ilustrador paleontológico sumamente ilustrado en paleontología, y dentro de esta en la vertiente que más nos atañe, querámoslo o no, de la paleoantropología. Mauricio nos presenta a Tim White -ese americano inquieto que ha estado directamente implicado en los más sorprendentes hallazgos paleoantropológicos realizados en el este de África- y a la que puede calificarse como su hija científica, aunque probablemente sea su lejanísima madre biológica (y la nuestra), Ardi, un ejemplar de la nueva especie Ardipithecus ramidus, una especie cuya existencia se halla muy cercana en el tiempo de la separación de nuestra rama del árbol de la vida de la de los chimpancés.
Agradecemos al Profesor White el que haya podido respondernos, en medio de sus incesantes viajes, las preguntas que Mauricio (8,9,11,12) y yo le hemos preparado, y que nos enviara la fotografía que encabeza este post, realizada por C. Pehlevan en enero de 2010, en la que el Profesor White (a la izquierda) estrecha la mano de Maurice Taieb, el descubridor del patrimonio paleoantropológico de la depresión de Afar, Aramis, del Awash medio. Agradezco asimismo a Mauricio su orientación y su introducción a White, y a Marzo la traducción al castellano de sus respuestas y algunas puntualizaciones finales que han resultado ser imprescindibles para enmarcar la entrevista. Asimismo les animo a ver El Documental sobre el descubrimiento de Ardi.
Desde sus inicios en el mundo de la paleoantropología a finales de los años 70, el trabajo del Dr. Tim D. White (Los Angeles, California, 1950) ha supuesto una aportación fundamental para el conocimiento de la evolución humana. En 1974, sus primeras campañas de campo en África oriental, (concretamente en Koobi Fora, Kenya), bajo la dirección de Richard Leakey convencieron a éste para recomendar a su madre, Mary Leakey, que contase con White como la persona idónea para estudiar los fósiles de homínidos que se descubrieron en Laetoli (Tanzania). En la universidad de California en Berkeley, White dirige el Human Evolution Research Center, mientras que, desde 1981, ha codirigido un proyecto de investigación en Etiopía (el Middle Awash Research Project) que ha proporcionado algunos de los descubrimientos más relevantes para la comprensión de las etapas tempranas de la evolución de nuestra familia biológica.
Tim White contribuyó al descubrimiento de las famosas pisadas de Laetoli, y junto con Donald Johanson estudió los fósiles de Australopithecus afarensis de Afar, Etiopía, incluyendo la famosa “Lucy”, que en los años 80 revolucionó el árbol genealógico de los homínidos. En los años 90 el equipo de White descubrió en Aramis, Etiopía, un nuevo género y especie de homínido, al que bautizaron como Ardipithecus ramidus, y que por aquél entonces era el miembro más antiguo conocido de nuestra familia. En campañas posteriores se encontraron nuevos restos de A. ramidus, incluyendo un esqueleto parcial de una hembra, pero la preservación de los fósiles era tan precaria que su preparación y análisis llevaron 15 años de trabajo, durante los cuales la comunidad científica internacional aguardaba expectante los resultados de su estudio.
En 2009 la publicación de un conjunto de artículos sobre A. ramidus y su entorno ecológico en un número especial de la revista Science justificó con creces la espera, proporcionando una descripción y análisis exhaustivos de los fósiles y unas interpretaciones en ocasiones provocadoras de la biología y evolución de este primitivo homínido. Todo descubrimiento relevente en el campo de la evolución humana genera polémica y el recién descrito esqueleto de A. ramidus, apodado “Ardi” por sus descubridores, no es una excepción. Las conclusiones del conjunto de estudios indican que A. ramidus era un homínido todavía próximo al antepasado común entre humanos y chimpancés, pero inequívocamente situado en nuestra rama del árbol evolutivo por rasgos distintivos como la reducción del tamaño de los caninos y la incipiente locomoción bípeda. Más aún, proponen que el bipedismo de “ardi” no era una adaptación a la sabana abierta como solía decirse, ya que su entorno sería más boscoso, y plantean que la locomoción bípeda fue una adaptación que permitía a los machos de la especie transportar alimentos con los cuales aprovisionarían a la hembra y las crías, dentro de un sistema social monogámico. Pero hay expertos que cuestionan tanto la interpretación de “Ardi” como animal bípedo, como la interpretación de su entorno como boscoso o semiboscoso, ambas elementos claves para la hipótesis del equipo de White sobre la evolución humana en el Mioceno tardío y el Plioceno. Pero lo que nadie pone en duda es la labor increíblemente concienzuda de White y sus colaboradores por extraer al yacimiento y a sus fósiles hasta la última gota de información.
En inglés:
1. What are, in your opinion, the major milestones in human evolution?
A. Bipedality and canine reduction, around 6-7 Ma
B. Lithic technology, brain, and geographic expansion, around 2.5-2.0 Ma
C. Agriculture
2.-What were the paths that human evolution followed, in your view, from the first African hominid to the current Homo sapiens?
The three genera, Ardipithecus, Australopithecus, and Homo are the three basic adaptive plateaus. At each plateau there was limited speciation and species diversity. The lineage leading to humans was, for the most part, African.
3. How is work organized in a paleontological excavation?
It really depends on the research question and the research site. It can range from very large such as the Middle Awash project, with about 800 people participating over the last thirty years, to a small test excavation in a cave.
4. What have been your most rewarding experiences in the field work?
Finding the evidence that we are seeking. I love working in the field in Africa, especially working with people from different cultures and different sciences.
5. What do we know by now about Ardiphitecus ramidus? Can you summarize the most important findings about its anatomy, its behaviour and its environment?
The best source for this is the author's summary that we wrote in Science for the overview paper in the series of 11 papers published last October. It is an early bipedal hominid with small brain, reduced canine, and grasping foot which ate an omnivorous diet in a woodland habitat in Africa 4.4 million years ago.
6. Is Ardiphitecus the most probable "first ancestor" of the human lineage?
Yes, I think that this genus gave rise to Australopithecus, although it is too early to say exactly which species of the genus.
7.-What is your view about Sahelanthropus tchadensis?
This is clearly a member of the hominid family, and clearly belongs to the genus Ardipithecus. Its cranium is surprisingly similar to Ardipithecus ramidus, as is the dentition.
8. We have noticed that artist Jay Matternes appears as co-author in one of the articles about Ardipithecus in "Science". How was the collaboration between the research team and Matternes during preparation of the artistic reconstructions of Ardipithecus ramidus?
This is best seen in the documentary "Discovering Ardi" produced for the Discovery Channel. He worked with us from the beginning in reconstructing the portions that we could not restore, and visualizing the whole skeleton.
9. In view of the anatomy of Ardipithecus, do you think that reconstructions of Australopithecus and Paranthropus should show a human-like thorax instead of the funnel-shaped, ape-like thorax that many recent renditions give them?
Yes, but not necessarily in view of the anatomy of Ardipithecus. The funnel-shaped, ape-like thorax of modern apes has not been found in the osseous remains of Australopithecus, so reconstructions that show this kind of a thorax are simply incorrect, and rely too much on modern apes and pay too little attention to fossils. Soon there will be even more fossil evidence bearing on this question, and that is all I can say at the present time.
10. What was in your opinion the main selective pressure behind the evolution of bipedal terrestrial locomotion in Ardipithecus?
It had to do with carrying and reproductive fitness, so the ideas of Lovejoy are the ones that I find most supported by the preponderance of the available evidence.
11. What advantages could it have, compared to the quadrupedal terrestrial locomotion of baboons and other Old World monkeys, especially considering that these monkeys move efficiently in the trees and on the ground and they are able to manipulate food quite dexterously witht their hands?
It is not about manipulating food, it is about TRANSPORTING this food over long distances compared to what any other primates do. That is where the natural selection came in.
12. A recent criticism to your interpretations of the paleoenvironments at Aramis states that the area was not covered by extensive forests, and that instead there would be only patches of riparian woodlands, part of a mosaic of environments comparable to present-day savannahs. What do you think about that statement?
These isotope geochemists have deliberately chosen the most ambiguous data sets (soil isotopes and phytoliths), skewed their interpretations of them, ignored the obvious difference between "environment" and its subset "habitat," and worked closely with their local university media to deliberately misrepresent us as having reconstructed Ardi living in a grass-free forest. Even a cursory reading of our published original papers and our reply shows not only that they misrepresented what we published, but also that their own conclusions are incompatible with the largest combined datasets relevant to paleoecology for any African Pliocene site.
In 1994 we published in Nature (as we began to accumulate those data sets representing multiple independent lines of evidence) that Ardipithecus was a hominid and that it occupied a woodland. Those findings were not directly questioned by these respondents in the 15+ years following publication of the conclusions. However, both parties continued to publish extensively that Ardipithecus was an ape (S) and that early hominids arose in savannas (Cerling et al.). So the Sarmiento and Cerling et al. replies were absolutely predictable based on their long-held positions having been upset by the publication of much more detailed and diverse data last October.
They chose to focus on stable isotope studies and phytolith data presented in our Science article and supplementary. They presented no new ideas and no new data.
My hypothesis is that these authors seem so intent to ignore all of the other even more relevant data regarding this primate and its habitat because they find the Aramis/Ardipithecus data so threatening to their long-held and frequently published opinions. This is no different from some geologists who rejected the evidence for continental drift or K-T asteroid impact, even after that evidence had become overwhelming.
What is the most DIRECT evidence for Ardipithecus habitat, the 'smoking guns' of habitat choice in this primate?
1. Tooth anatomy and proportions
2. Microscopic tooth wear
3. Enamel isotopes
4. Masticatory apparatus
5. Locomotor adaptations, particularly hands, feet, pelvis
This primate was adapted to chewing softer, less abrasive foods than any other hominid ever found. This primate was better adapted to climbing trees than any other hominid ever found. We know its diet, and we know the landscape on which its remains are consistently found.
Now, given these biological facts firmly established by the data sets published last October, what indirect evidence is there for the habitat in which this primate most often died?
1. The other organisms it is associated with--both the species found with it consistently, and, even more importantly, the RELATIVE ABUNDANCE of those species of:
A. Plants. Abundant fossil wood and seeds, abundant large rootcasts. You know the isotopes and soils and sedimentology.
B. Animals. Full range of grazing, open country to closed woodland organisms present, the latter numerically abundant across snails to birds to micromammals to large mammals.
Cerling et al state: "More species of grazing ungulates have been recovered at Aramis than browsing ungulates." THIS IS DELIBERATE OBFUSCATION. They willfully ignored our Fig. 5 of the large mammal paper where we wrote in the caption: "Grazing and carnivorous species are abundant in the faunal list-based trophic structure, whereas browsers and frugivores dominate when NISP and MNI data are incorporated." See also the other histograms and pie diagrams where it is very obvious in the largest known African Pliocene fauna we consistently see this woodland signature, no matter what taxon or what evidence type is used.
Yes, presence/absence of species is important, and with it, we showed that in the general environment there were large numbers of grazing and browsing mammals. BUT TO ASCERTAIN WHERE ARDIPITHECUS WAS FOUND IN THE GENERAL ENVIRONMENT, TO FURTHER ILLUMINATE ITS HABITAT, WE NEEDED TO FIND OUT WHAT KIND OF ANIMALS IT WAS MOST FREQUENTLY FOUND WITH, AND HERE THE RELATIVE ABUNDANCE DATA ARE ABSOLUTELY CRITICAL. WE PRESENTED THESE DATA BUT THEY DELIBERATELY IGNORE THEM (see the large mammal histograms, particularly bovids, and the bovid postcranial ecomorphology showing that the overwhelming majority of all specimens and all elements analyzed are adapted to non-open grassland substrates, another fact IGNORED by these authors).
Note that Cerling et al ignore all of these data in favor or a riparian habitat for which there is no faunal or sedimentological evidence, all of which they attempt to explain by some speculative selective predation regime that had to apply across the 7km natural transect but has never been observed actualistically or evidenced paleontologically. And they never get around to saying exactly what BIOLOGICAL ADAPTATION the early hominids had to these open savanna settings. Probably precisely because there is no evidence for such adaptation in Ardipithecus (although there is for later Australopithecus). Aramis is not just another Plio-Pleistocene hominid waterside occurrence with a taphonomically and ecologically mixed fauna, and Ardipithecus is not just another Australopithecus.
In our replies to these critics, we could not merely repeat all the voluminous evidence that we had already PUBLISHED, in October, and that Cerling and co DELIBERATELY LEFT OUT in their effort to accommodate OUR data that they SELECTED to fit their PRECONCEIVED conclusions, MANIPULATING our words in the process. For example, whenever we used the word "forest" in our paper, it was accompanied with "patches," and a description of exactly what evidence we had for such patches of forest. But rather than report this, the critics attempt to mislead the scientific and public audiences by falsely stating that we placed Ardipithecus in a forest, WHICH WE NEVER DID--indeed, we deliberately and explicitly did NOT.
We agree that there was plenty of grass (duh, we published the data for it). But the abundant Aramis colobine monkeys and kudus cannot (and did not, by microwear, mesowear, isotopes, ecomorphology of postcrania) survive on grass. At Aramis there is a paucity of organisms who DO depend on C4 grass, for instance, the rare grazing horses and antelopes. If this grass was so abundant, this grass biomass was so high in the overall Ardipithecus habitat, then why are the organisms KNOWN to rely upon it and exploit it --wherever it is present--so RARE in the assemblage associated with Ardipithecus?
Furthermore, if Ardipithecus was depending on the open grassland habitat, then where is the evidence for this? The primate shows no evidence of such an adaptation in its toothwear, anatomy, or isotopes. Yes, the phytoliths and the soil isotopics show grass. Yes, the enamel isotopics from the RARE grazing mammals show that there were grasslands in the vicinity. And NO, we never said that this was a closed canopy tropical forest, but rather a grassy woodland. We said that based on the sum of the evidence.
Some of the indicators like parrots and bushy tailed porcupines and closed canopy isotopic signatures on two colobine monkeys suggested patches of forest. We reported that, in the Author summaries, texts, and supplementary information in 4 of the 11 papers. Some of the indicators such as much rarer grazing grassland ungulates and gerbils are clearly indicative of "savanna" open grasslands. But the overwhelming bulk of the sedimentological and paleontological and isotopic evidence suggests that the DOMINANT landscape occupied by Ardipithecus was woodland. The adaptations of the target organism, Ardipithecus, indicate the same thing.
We presented 600 submitted manuscript pages of data, all of the data, from all these lines of evidence, to Science. We did not select them, we did not bias them, and I do not believe that we misinterpreted them. Cerling et al. approached this with the intent to accommodate them, post-hoc, to their preconceived ideas that they have published repeatedly during the last 15 years. They focused on the isotopic and phytolith data, deliberately misusing ecological principles and terms, and deliberately ignoring far more important data that overwhelming reject their previously published ideas.
I hope that clarifies the published reply, which you should also consult and can also quote.
13. What are you now working on?
We are continuing with fieldwork and laboratory work in the Middle Awash. We are also working very hard with the Ethiopian, Japanese, French, and American Governments in the installation of Ethiopian antiquities heritage and donated scientific equipment in a magnificant new facility built by Ethiopia to house its precious fossils and artifacts. This involves curation, training, and outreach to many different communities involved in human evolution research around the world.
En castellano:A. Plants. Abundant fossil wood and seeds, abundant large rootcasts. You know the isotopes and soils and sedimentology.
B. Animals. Full range of grazing, open country to closed woodland organisms present, the latter numerically abundant across snails to birds to micromammals to large mammals.
Cerling et al state: "More species of grazing ungulates have been recovered at Aramis than browsing ungulates." THIS IS DELIBERATE OBFUSCATION. They willfully ignored our Fig. 5 of the large mammal paper where we wrote in the caption: "Grazing and carnivorous species are abundant in the faunal list-based trophic structure, whereas browsers and frugivores dominate when NISP and MNI data are incorporated." See also the other histograms and pie diagrams where it is very obvious in the largest known African Pliocene fauna we consistently see this woodland signature, no matter what taxon or what evidence type is used.
Yes, presence/absence of species is important, and with it, we showed that in the general environment there were large numbers of grazing and browsing mammals. BUT TO ASCERTAIN WHERE ARDIPITHECUS WAS FOUND IN THE GENERAL ENVIRONMENT, TO FURTHER ILLUMINATE ITS HABITAT, WE NEEDED TO FIND OUT WHAT KIND OF ANIMALS IT WAS MOST FREQUENTLY FOUND WITH, AND HERE THE RELATIVE ABUNDANCE DATA ARE ABSOLUTELY CRITICAL. WE PRESENTED THESE DATA BUT THEY DELIBERATELY IGNORE THEM (see the large mammal histograms, particularly bovids, and the bovid postcranial ecomorphology showing that the overwhelming majority of all specimens and all elements analyzed are adapted to non-open grassland substrates, another fact IGNORED by these authors).
Note that Cerling et al ignore all of these data in favor or a riparian habitat for which there is no faunal or sedimentological evidence, all of which they attempt to explain by some speculative selective predation regime that had to apply across the 7km natural transect but has never been observed actualistically or evidenced paleontologically. And they never get around to saying exactly what BIOLOGICAL ADAPTATION the early hominids had to these open savanna settings. Probably precisely because there is no evidence for such adaptation in Ardipithecus (although there is for later Australopithecus). Aramis is not just another Plio-Pleistocene hominid waterside occurrence with a taphonomically and ecologically mixed fauna, and Ardipithecus is not just another Australopithecus.
In our replies to these critics, we could not merely repeat all the voluminous evidence that we had already PUBLISHED, in October, and that Cerling and co DELIBERATELY LEFT OUT in their effort to accommodate OUR data that they SELECTED to fit their PRECONCEIVED conclusions, MANIPULATING our words in the process. For example, whenever we used the word "forest" in our paper, it was accompanied with "patches," and a description of exactly what evidence we had for such patches of forest. But rather than report this, the critics attempt to mislead the scientific and public audiences by falsely stating that we placed Ardipithecus in a forest, WHICH WE NEVER DID--indeed, we deliberately and explicitly did NOT.
We agree that there was plenty of grass (duh, we published the data for it). But the abundant Aramis colobine monkeys and kudus cannot (and did not, by microwear, mesowear, isotopes, ecomorphology of postcrania) survive on grass. At Aramis there is a paucity of organisms who DO depend on C4 grass, for instance, the rare grazing horses and antelopes. If this grass was so abundant, this grass biomass was so high in the overall Ardipithecus habitat, then why are the organisms KNOWN to rely upon it and exploit it --wherever it is present--so RARE in the assemblage associated with Ardipithecus?
Furthermore, if Ardipithecus was depending on the open grassland habitat, then where is the evidence for this? The primate shows no evidence of such an adaptation in its toothwear, anatomy, or isotopes. Yes, the phytoliths and the soil isotopics show grass. Yes, the enamel isotopics from the RARE grazing mammals show that there were grasslands in the vicinity. And NO, we never said that this was a closed canopy tropical forest, but rather a grassy woodland. We said that based on the sum of the evidence.
Some of the indicators like parrots and bushy tailed porcupines and closed canopy isotopic signatures on two colobine monkeys suggested patches of forest. We reported that, in the Author summaries, texts, and supplementary information in 4 of the 11 papers. Some of the indicators such as much rarer grazing grassland ungulates and gerbils are clearly indicative of "savanna" open grasslands. But the overwhelming bulk of the sedimentological and paleontological and isotopic evidence suggests that the DOMINANT landscape occupied by Ardipithecus was woodland. The adaptations of the target organism, Ardipithecus, indicate the same thing.
We presented 600 submitted manuscript pages of data, all of the data, from all these lines of evidence, to Science. We did not select them, we did not bias them, and I do not believe that we misinterpreted them. Cerling et al. approached this with the intent to accommodate them, post-hoc, to their preconceived ideas that they have published repeatedly during the last 15 years. They focused on the isotopic and phytolith data, deliberately misusing ecological principles and terms, and deliberately ignoring far more important data that overwhelming reject their previously published ideas.
I hope that clarifies the published reply, which you should also consult and can also quote.
13. What are you now working on?
We are continuing with fieldwork and laboratory work in the Middle Awash. We are also working very hard with the Ethiopian, Japanese, French, and American Governments in the installation of Ethiopian antiquities heritage and donated scientific equipment in a magnificant new facility built by Ethiopia to house its precious fossils and artifacts. This involves curation, training, and outreach to many different communities involved in human evolution research around the world.
1. ¿Cuáles son, en su opinión, los principales hitos en la evolución humana?
A. El bipedismo y la reducción de los caninos, hace unos 6-7 millones de años
B. La tecnología lítica, el cerebro y la expansión geográfica, hace unos 2,5-2,0 millones de años
C. La agricultura
2.-¿Cuáles fueron los caminos que siguió la evolución humana, a su parecer, desde el primer homínido africano hasta el actual Homo sapiens?
Los tres géneros Ardipithecus, Australopithecus y Homo son las tres mesetas adaptativas básicas. En cada meseta hubo limitada especiación y diversidad de especies. El linaje que llevó a los humanos fue, en su mayor parte, africano.
3. ¿Cómo se organiza el trabajo en una excavación paleontológica?
En realidad depende de la cuestión y del sitio que se investiguen. Puede variar desde muy grande, como el proyecto del Awash Medio, en el que han participado unas 800 personas en los últimos treinta años, hasta una pequeña cata en una cueva.
4.-¿Cuáles han sido sus experiencias más satisfactorias en el trabajo de campo?
Hallar la evidencia que estamos buscando. Me encanta el trabajo de campo en África, especialmente colaborar con personas de diferentes culturas y diferentes ciencias.
5. ¿Qué sabemos por ahora sobre el Ardipithecus ramidus? ¿Puede usted resumir los hallazgos más importantes sobre su anatomía, su conducta y su entorno?
La mejor fuente sobre esto es el sumario de los autores que escribimos en Science para el artículo de recapitulación en la serie de once artículos publicados el pasado octubre. Es un homínido primitivo bípedo, de cerebro pequeño, caninos reducidos y pies prensiles, que ingería una dieta omnívora en un hábitat arbolado en África hace 4,4 millones de años.
6. ¿Es el Ardipithecus el "primer antepasado" más probable del linaje humano?
Sí, yo creo que de este género surgió el Australopithecus, aunque es demasiado pronto para saber exactamente de qué especie del género.
7.-¿Cuál es su opinión sobre el Sahelanthropus tchadensis?
Es claramente un miembro de la familia de los homínidos, y claramente pertenece al género Ardipithecus. Su cráneo es sorprendentemente similar al del Ardipithecus ramidus, como lo es su dentición.
8. Nos hemos fijado en que el artista Jay Matternes aparece como coautor de uno de los artículos sobre el Ardipithecus en "Science". ¿Cómo fue la colaboración entre Matternes y el equipo de investigación durante la preparación de las reconstrucciones artísticas del Ardipithecus ramidus?
Donde mejor se ve esto es en el documental "Descubriendo a Ardi", producido para el Canal Discovery. Trabajó con nosotros desde el principio en la reconstrucción de las partes que no podíamos restaurar y en la visualización del esqueleto completo.
9. A la vista de la anatomía del Ardipithecus, ¿piensa usted que las reconstrucciones del Australopithecus y el Paranthropus deberían mostrar un tórax humanoide en lugar del tórax antropoide, en forma de embudo, que les atribuyen muchas ilustraciones recientes?
Sí, pero no necesariamente en vista de la anatomía del Ardipithecus. El tórax en forma de embudo de los antropoides modernos no se ha hallado en los restos óseos de Australopithecus, así que las reconstrucciones que muestran esta clase de tórax son simplemente incorrectas, y confían demasiado en los antropoides modernos y prestan demasiado poca atención a los fósiles. Pronto habrá aún más evidencia fósil sobre esta cuestión; y esto es todo lo que puedo decir por ahora.
10. ¿Cuál fue en su opinión la principal presión selectiva en la evolución de la locomoción terrestre bípeda en el Ardipithecus?
Tuvo que ver con el acarreo y con la aptitud reproductiva, así que son las ideas de Lovejoy las que encuentro que más apoya la preponderancia de la evidencia disponible.
11. ¿Qué ventajas pudo tener en comparación con la locomoción terrestre cuadrúpeda de los babuinos y otros monos del Viejo Mundo, especialmente si consideramos que estos monos se mueven con eficiencia en los árboles y sobre el terreno y son capaces de manipular muy diestramente alimentos con sus manos?
No se trata de manipular alimentos, se trata de TRANSPORTAR estos alimentos a largas distancias en comparación con lo que hacen cualesquiera otros primates. Ahí es donde entró la selección natural.
12. Una crítica reciente de su interpretación del antiguo ambiente de Aramis afirma que el área no estaba cubierta por extensos bosques, sino que en lugar de esto habría sólo retazos de arboleda ribereña, parte de un mosaico de ambientes comparables a las sabanas de hoy. ¿Qué opina usted de esto?
Estos geoquímicos isotópicos han elegido deliberadamente los conjuntos más ambiguos de datos [isótopos del suelo y fitolitos], sesgado sus interpretaciones de estos datos, ignorado las obvias diferencias entre "entorno" y su subconjunto "hábitat", y colaborado estrechamente con los medios locales de su universidad para hacer creer deliberada y falsamente que habíamos reconstruido a Ardi viviendo en un bosque sin pastos. Aun una lectura rápida de nuestras publicaciones originales y nuestra respuesta muestra no sólo que que han falseado lo que publicamos, sino también que sus propias conclusiones son incompatibles con los más amplios conjuntos combinados de datos pertinentes a la paleoecología que hay para cualquier sitio del Plioceno africano.
En 1994 publicamos en Nature (cuando empezábamos a acumular esos conjuntos de datos que representan múltiples líneas de evidencia independientes) que el Ardipithecus era un homínido y que ocupaba un terreno arbolado. Estos oponentes no cuestionaron directamente esos hallazgos durante más de quince años tras la publicación de las conclusiones. Sin embargo, ambos grupos siguieron publicando extensamente que el Ardipithecus era un antropoide (S.) y que los homínidos primitivos surgieron en sabanas (Cerling et al.). Así que las réplicas de Sarmiento y de Cerling et al. eran absolutamente predecibles sobre la base de que sus posiciones, largamente sostenidas, habían sido perturbadas por la publicación el pasado octubre de datos mucho más diversos y detallados.
Eligieron centrarse en los estudios de isótopos estables y los datos de fitolitos presentados en nuestro artículo y suplemento de Science. No presentaron nuevas ideas ni nuevos datos.
Mi hipótesis es que estos autores parecen tan decididos a ignorar todos los otros y aún más relevantes datos relativos a este primate y su hábitat porque encuentran los datos de Aramis y el Ardipithecus muy amenazadores para sus inveteradas y frecuentemente publicadas opiniones. No es diferente del caso de algunos geólogos que rechazaron la evidencia en favor de la deriva continental o el impacto asteroidal K-T aun después de que esa evidencia hubiese devenido abrumadora.
¿Cuál es la evidencia más DIRECTA acerca del hábitat del Ardipithecus, las 'pistolas humeantes' de la elección de hábitat de este primate?
1. La anatomía y proporciones de los dientes
2. El desgaste microscópico de los dientes
3. Los isótopos del esmalte
4. El aparato masticatorio
5. Las adaptaciones locomotrices, en particular manos, pies, pelvis
Este primate estaba mejor adaptado a masticar alimentos blandos, poco abrasivos, que cualquier otro homínido jamás hallado. Este primate estaba mejor adaptado a trepar a los árboles que cualquier otro homínido jamás hallado. Conocemos su dieta y conocemos el paisaje en el que consistentemente se hallan sus restos.
Luego, dados estos hechos biológicos, firmemente establecidos por los conjuntos de datos publicados el pasado octubre, ¿qué evidencia indirecta hay del hábitat en el que este primate moría más a menudo?
1. Los otros organismos con los que está asociado; tanto las especies que consistentemente se hallan con él como, lo que es aún más importante, la ABUNDANCIA RELATIVA de esas especies de:
A. Plantas. Abundantes madera y semillas fósiles, abundantes grandes moldes de raíces. Ya sabe los isótopos y los suelos y la sedimentología.
B. Animales. Está presente el abanico completo desde organismos pastadores, de campo abierto, hasta los de bosque cerrado, estos últimos numéricamente abundantes desde caracoles pasando por aves hasta mamíferos pequeños y grandes.
Cerling et al. afirman: "Se han recuperado en Aramis más especies de ungulados pastadores que de ungulados ramoneadores." ESTO ES OFUSCACIÓN DELIBERADA. Ignoraron intencionadamente nuestra figura 5 del artículo sobre grandes mamíferos, en cuyo pie escribimos: "En la estructura trófica de la fauna basada en la lista de especies son abundantes las pastadoras y carnívoras, mientras que ramoneadores y frugívoros dominan cuando se incorporan los datos de número de especímenes identificables (NISP) y mínimo número de individuos (MNI)". Veánse también los otros histogramas y diagramas de sectores, en los que es muy obvio que en la más amplia fauna conocida del plioceno africano vemos consistentemente esta firma de arbolado, no importa qué taxón o qué tipo de evidencia se use.
Sí, la presencia o ausencia de especies es importante, y con ella mostramos que en el entorno general había gran número de mamíferos pastadores y ramoneadores. PERO PARA DETERMINAR DÓNDE SE ENCONTRABA EL ARDIPITHECUS EN EL ENTORNO GENERAL, PARA ARROJAR MÁS LUZ SOBRE SU HÁBITAT, NECESITÁBAMOS AVERIGUAR CON QUÉ CLASE DE ANIMALES SE LE HALLABA MÁS FRECUENTEMENTE, Y AQUÍ LOS DATOS DE ABUNDANCIA RELATIVA SON ABSOLUTAMENTE CRÍTICOS. NOSOTROS PRESENTAMOS ESTOS DATOS PERO ELLOS DELIBERADAMENTE LOS IGNORAN (véanse los histogramas de grandes mamíferos, en particular los bóvidos, y la ecomorfología postcraneal de los bóvidos que muestra que la abrumadora mayoría de todos los especímenes y todos los elementos analizados están adaptados a sustratos de praderas no abiertas, otro hecho que estos autores IGNORAN).
Advierta que Cerling et al. ignoran todos estos datos en favor de un hábitat ribereño del cual no hay ninguna evidencia faunística o sedimentológica, todo lo cual intentan explicar por algún especulativo régimen de predación selectiva que hubo de aplicarse a todo el transecto natural de 7 kilómetros, pero que jamás se ha observado directamente ni evidenciado paleontológicamente. Y nunca se detienen a explicar exactamente qué ADAPTACIÓN BIOLÓGICA tenían los homínidos primitivos a estos entornos de sabana abierta. Probablemente, precisamente porque no hay ninguna evidencia de tal adaptación en el Ardipithecus (aunque sí la hay para el más tardío Australopithecus). Aramis no es tan sólo otro ejemplo ribereño de un homínido pliopleistocénico con una fauna tafonómica y ecológicamente mixta, y el Ardipithecus no es tan sólo otro Australopithecus.
En nuestras réplicas a estos críticos, no podíamos meramente repetir toda la voluminosa evidencia que ya habíamos PUBLICADO, en octubre, y que Cerling y compañía DELIBERADAMENTE OMITIERON en su esfuerzo por acomodar los datos NUESTROS que ellos SELECCIONARON para encajar en sus conclusiones PRECONCEBIDAS, MANIPULANDO nuestras palabras en el proceso. Por ejemplo, dondequiera que usábamos la palabra "bosque" en nuestro trabajo iba acompañada de "retazos" y de una descripción de qué evidencia teníamos exactamente de tales retazos de bosque. Pero en lugar de informar de esto, los críticos intentaron despistar a las audiencias científicas y públicas afirmando falsamente que situábamos al Ardipithecus en una selva, LO QUE NUNCA HICIMOS; en verdad, deliberada y explícitamente hicimos OTRA COSA.
Estamos de acuerdo en que había abundancia de gramíneas (vaya, nosotros publicamos los datos en favor de ello). Pero los abundantes monos colobinos y kudus de Aramis no pueden sobrevivir sólo de gramíneas (y no lo hicieron, según el microdesgaste, el mesodesgaste, los isótopos, la ecomorfología postcraneal). En Aramis hay escasez de organismos que SÍ pueden depender de gramíneas C4, por ejemplo los raros caballos y antílopes pastadores. Si estas gramíneas eran tan abundantes, su biomasa tan alta en el conjunto del hábitat del Ardipithecus, entonces ¿por qué son tan RAROS en el ensamblaje asociado con él los organismos que SE SABE que viven de ellas y las explotan dondequiera las hay?
Además, si el Ardipithecus dependía del hábitat de praderas abiertas ¿dónde está la evidencia? El primate no muestra evidencia alguna de una tal adaptación en su desgaste dental, anatomía o isótopos. Sí, los fitolitos y la isotópica del suelo muestran gramíneas. Sí, la isotópica del esmalte de los RAROS mamíferos pastadores muestra que había praderas en la vecindad. Y NO, jamás dijimos que esto fuera un bosque tropical de dosel cerrado, sino un terreno arbolado con pastos. Dijimos esto basándonos en el conjunto de la evidencia.
Algunos de los indicadores como los loros y los puercoespines de cola de cepillo y las firmas isotópicas de un dosel cerrado en dos monos colobinos sugieren retazos de bosque. Informamos de esto en los resúmenes de autor, en los textos y en la información suplementaria en cuatro de los once artículos. Algunos de los indicadores como los mucho más raros ungulados pastadores de pradera y los gerbos señalan claramente a praderas abiertas tipo "sabana". Pero la abrumadora mayoría de la evidencia sedimentológica y paleontológica e isotópica sugiere que el paisaje DOMINANTE que el Ardipithecus ocupaba era arbolado. Las adaptaciones del organismo objeto de estudio, el Ardipithecus, indican lo mismo.
Los manuscritos que enviamos a Science incluían 600 páginas de datos, todos los datos, de todas estas líneas de evidencia. No los seleccionamos, no los sesgamos, y no creo que los malinterpretáramos. Ceiling et al. se plantearon esto con la intención de acomodarlos, post-hoc, a las ideas preconcebidas que han publicado repetidamente durante los últimos quince años. Se centraron en los datos de isótopos y fitolitos, malempleando deliberademente principios y términos ecológicos, e ignorando deliberadamente datos mucho más importantes que rechazan abrumadoramente sus ideas previamente publicadas.
Espero que esto aclare la respuesta publicada, que debería usted consultar también y puede también citar.
13. ¿En qué trabaja ahora?
Seguimos con el trabajo de campo y de laboratorio en el Awash Medio. También trabajamos muy intensamente con los gobiernos etíope, japonés, francés y estadounidense en la instalación de antiguo patrimonio etíope y equipo científico donado en una magnífica instalación nueva construída por Etiopía para albergar sus preciosos fósiles y artefactos. Esto incluye gestión, formación y relaciones con muchas diferentes comunidades ocupadas en la investigación de la evolución humana en todo el mundo.
A. Plantas. Abundantes madera y semillas fósiles, abundantes grandes moldes de raíces. Ya sabe los isótopos y los suelos y la sedimentología.
B. Animales. Está presente el abanico completo desde organismos pastadores, de campo abierto, hasta los de bosque cerrado, estos últimos numéricamente abundantes desde caracoles pasando por aves hasta mamíferos pequeños y grandes.
Cerling et al. afirman: "Se han recuperado en Aramis más especies de ungulados pastadores que de ungulados ramoneadores." ESTO ES OFUSCACIÓN DELIBERADA. Ignoraron intencionadamente nuestra figura 5 del artículo sobre grandes mamíferos, en cuyo pie escribimos: "En la estructura trófica de la fauna basada en la lista de especies son abundantes las pastadoras y carnívoras, mientras que ramoneadores y frugívoros dominan cuando se incorporan los datos de número de especímenes identificables (NISP) y mínimo número de individuos (MNI)". Veánse también los otros histogramas y diagramas de sectores, en los que es muy obvio que en la más amplia fauna conocida del plioceno africano vemos consistentemente esta firma de arbolado, no importa qué taxón o qué tipo de evidencia se use.
Sí, la presencia o ausencia de especies es importante, y con ella mostramos que en el entorno general había gran número de mamíferos pastadores y ramoneadores. PERO PARA DETERMINAR DÓNDE SE ENCONTRABA EL ARDIPITHECUS EN EL ENTORNO GENERAL, PARA ARROJAR MÁS LUZ SOBRE SU HÁBITAT, NECESITÁBAMOS AVERIGUAR CON QUÉ CLASE DE ANIMALES SE LE HALLABA MÁS FRECUENTEMENTE, Y AQUÍ LOS DATOS DE ABUNDANCIA RELATIVA SON ABSOLUTAMENTE CRÍTICOS. NOSOTROS PRESENTAMOS ESTOS DATOS PERO ELLOS DELIBERADAMENTE LOS IGNORAN (véanse los histogramas de grandes mamíferos, en particular los bóvidos, y la ecomorfología postcraneal de los bóvidos que muestra que la abrumadora mayoría de todos los especímenes y todos los elementos analizados están adaptados a sustratos de praderas no abiertas, otro hecho que estos autores IGNORAN).
Advierta que Cerling et al. ignoran todos estos datos en favor de un hábitat ribereño del cual no hay ninguna evidencia faunística o sedimentológica, todo lo cual intentan explicar por algún especulativo régimen de predación selectiva que hubo de aplicarse a todo el transecto natural de 7 kilómetros, pero que jamás se ha observado directamente ni evidenciado paleontológicamente. Y nunca se detienen a explicar exactamente qué ADAPTACIÓN BIOLÓGICA tenían los homínidos primitivos a estos entornos de sabana abierta. Probablemente, precisamente porque no hay ninguna evidencia de tal adaptación en el Ardipithecus (aunque sí la hay para el más tardío Australopithecus). Aramis no es tan sólo otro ejemplo ribereño de un homínido pliopleistocénico con una fauna tafonómica y ecológicamente mixta, y el Ardipithecus no es tan sólo otro Australopithecus.
En nuestras réplicas a estos críticos, no podíamos meramente repetir toda la voluminosa evidencia que ya habíamos PUBLICADO, en octubre, y que Cerling y compañía DELIBERADAMENTE OMITIERON en su esfuerzo por acomodar los datos NUESTROS que ellos SELECCIONARON para encajar en sus conclusiones PRECONCEBIDAS, MANIPULANDO nuestras palabras en el proceso. Por ejemplo, dondequiera que usábamos la palabra "bosque" en nuestro trabajo iba acompañada de "retazos" y de una descripción de qué evidencia teníamos exactamente de tales retazos de bosque. Pero en lugar de informar de esto, los críticos intentaron despistar a las audiencias científicas y públicas afirmando falsamente que situábamos al Ardipithecus en una selva, LO QUE NUNCA HICIMOS; en verdad, deliberada y explícitamente hicimos OTRA COSA.
Estamos de acuerdo en que había abundancia de gramíneas (vaya, nosotros publicamos los datos en favor de ello). Pero los abundantes monos colobinos y kudus de Aramis no pueden sobrevivir sólo de gramíneas (y no lo hicieron, según el microdesgaste, el mesodesgaste, los isótopos, la ecomorfología postcraneal). En Aramis hay escasez de organismos que SÍ pueden depender de gramíneas C4, por ejemplo los raros caballos y antílopes pastadores. Si estas gramíneas eran tan abundantes, su biomasa tan alta en el conjunto del hábitat del Ardipithecus, entonces ¿por qué son tan RAROS en el ensamblaje asociado con él los organismos que SE SABE que viven de ellas y las explotan dondequiera las hay?
Además, si el Ardipithecus dependía del hábitat de praderas abiertas ¿dónde está la evidencia? El primate no muestra evidencia alguna de una tal adaptación en su desgaste dental, anatomía o isótopos. Sí, los fitolitos y la isotópica del suelo muestran gramíneas. Sí, la isotópica del esmalte de los RAROS mamíferos pastadores muestra que había praderas en la vecindad. Y NO, jamás dijimos que esto fuera un bosque tropical de dosel cerrado, sino un terreno arbolado con pastos. Dijimos esto basándonos en el conjunto de la evidencia.
Algunos de los indicadores como los loros y los puercoespines de cola de cepillo y las firmas isotópicas de un dosel cerrado en dos monos colobinos sugieren retazos de bosque. Informamos de esto en los resúmenes de autor, en los textos y en la información suplementaria en cuatro de los once artículos. Algunos de los indicadores como los mucho más raros ungulados pastadores de pradera y los gerbos señalan claramente a praderas abiertas tipo "sabana". Pero la abrumadora mayoría de la evidencia sedimentológica y paleontológica e isotópica sugiere que el paisaje DOMINANTE que el Ardipithecus ocupaba era arbolado. Las adaptaciones del organismo objeto de estudio, el Ardipithecus, indican lo mismo.
Los manuscritos que enviamos a Science incluían 600 páginas de datos, todos los datos, de todas estas líneas de evidencia. No los seleccionamos, no los sesgamos, y no creo que los malinterpretáramos. Ceiling et al. se plantearon esto con la intención de acomodarlos, post-hoc, a las ideas preconcebidas que han publicado repetidamente durante los últimos quince años. Se centraron en los datos de isótopos y fitolitos, malempleando deliberademente principios y términos ecológicos, e ignorando deliberadamente datos mucho más importantes que rechazan abrumadoramente sus ideas previamente publicadas.
Espero que esto aclare la respuesta publicada, que debería usted consultar también y puede también citar.
13. ¿En qué trabaja ahora?
Seguimos con el trabajo de campo y de laboratorio en el Awash Medio. También trabajamos muy intensamente con los gobiernos etíope, japonés, francés y estadounidense en la instalación de antiguo patrimonio etíope y equipo científico donado en una magnífica instalación nueva construída por Etiopía para albergar sus preciosos fósiles y artefactos. Esto incluye gestión, formación y relaciones con muchas diferentes comunidades ocupadas en la investigación de la evolución humana en todo el mundo.
5 comentarios:
Interesantísima entrevista
¿Habéis visitado ya el Museo de la Evolución Humana de Burgos?
Noradrenalina, me alegro de que te haya interesado.
McCourtain, ¿me invitas? Estoy deseando verlo!!
El otro día fue ZP y le guiaron Arsuaga y Bermúdez de Castro por allí.
Me gustó la visita. Imprescindible dedicar 4 horas. A los que ya llevamos buceando tiempo en el tema no nos va a aportar nada nuevo, mas que ver in situ huesos fósiles ¿originales? y unos estupendos modelos a escala real, pero está explicado de una manera muy divulgativa, que es lo importante para los legos en la materia.
A ver si lo visitan muchos colegios. Pánico me da la visita de ZP ¿Evolución o involución? :-)
No pude evitar escribir dos hojas de sugerencias entre las que expresaba mi sorpresa por el poco espacio físico que han dedicado a la primatología, esencial para el estudio de nuestra evolución y condición.
Por cierto, la parte dedicada al cerebro es pésima.
Tengo que ir algún día con mi mujer y con mi hijo.
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