viernes, agosto 14, 2020

Las sociedades primates (entrevista a Julia Fischer)


Julia Fischer en su campamento 
Supongo que a estas alturas del blog ningún lector habitual o esporádico podrá rasgarse las vestiduras si digo que nuestra sociedad, que tan perdida parece en los últimos tiempos, es una sociedad primate.


Y como el tema de hoy es ese, creo que no es preciso que en el título diga algo parecido a "la sociedad humana y otras sociedades primates", que aparte de alargar la frase no aporta, en lo esencial, ningún significado adicional. Todo lo más serviría en poner el énfasis en nuestra sociedad, y eso es del todo contrario al espíritu que nos alienta. Creo que no es necesario poner muchos ejemplos de personajes públicos o de comportamientos de gentes anónimas, por separado o en grupo, que hacen del todo elocuente de dónde venimos y, en consecuencia, qué somos. 

El enfoque evolucionista sirve precisamente para poner en contexto natural las cosas que consideramos naturales y hacemos con naturalidad dentro de marco más estrecho de nuestra vida cotidiana en una sociedad humana, rodeados de toda la parafernalia y todo el aparato y pompa propios de nuestra especie cultural y tecnológicamente avanzada.

La sociedad como tal le fascinaba a nuestra invitada de hoy. Soñaba con observarla y analizarla científicamente, desde el ámbito de la sociología. Pero una serie de "accidentes" de esos de los que está plagada la vida, la llevó a estudiar las sociedades primates. Y acabó en la cuna de nuestra especie, la gran África, estudiando la sociedad desde una perspectiva bastante más profunda y cuyo horizonte temporal y conceptual resulta ser mucho más amplio. 

Los babuínos de Guinea, del África occidental, eran un grupo más de babuinos aún no suficientemente estudiado cuando Julia Fischer llegó a Senegal para observarlos en su entorno natural. Venía del otro extremo del continente africano, de Botsuana, en uno de cuyos entornos naturales había estudiado a los babuinos chacma. Estos últimos representaban un menor reto para los primatólogos porque habían sido ya observados durante años. No así sus congéneres del noroeste.

Sabemos que en la evolución las barreras geográficas terminan por separar a especies hasta ese momento únicas. Y antes, o paralelamente a que esto suceda, pueden levantarse barreras de comportamiento y reproductivas entre miembros de una misma especie pertenecientes a grupos distintos que impidan su entrecruzamiento. 

Babuinos podemos encontrarlos por varias zonas de África, pero cada grupo difiere tanto de sus congéneres de otros lugares que podría decirse que se comportan como especies distintas. Cada grupo además, adaptándose a su medio ecológico y de acuerdo con los patrones de comportamiento heredados de los Babuinos ancestrales, crea su propia estructura social, y eso convierte a esta especie en algo tan fascinante: nos muestra los aspectos más flexibles y los más inamovibles de nuestra naturaleza social primate (si, también la nuestra). Quién manda, cómo se dustribuyen los recursos, como se dirimen las disputas, qué sexo es el que está en el centro de la organización social....son muchos los  aspectos de la naturaleza social que se ponen de manifiesto en las interacciones cotidianas de las distintas sociedades primates. 

Así, descubrir una nueva sociedad primate, en este caso de babuinos, la especie más prometedora para ver divergencias, es una empresa tremendamente atractiva para los que, como Julia Fischer, desean abrir nuevas perspectivas y nuevos horizontes en el conocimiento del comportamiento social de los primates. 

La aventura senegalesa de Julia Fischer tiene ya más de diez años, y ya ha arrojado resultados novedosos sobre los babuinos de Guinea y sobre su sociedad, que entran a formar parte del corpus de conocimiento que tienen los primatólogos sobre las sociedades y su funcionamiento en nuestras especies más cercanas. 

El trabajo de Fischer también abarca los llamados monos de Berbería, un grupo de macacos harto singular. De hecho comenzó con ellos su carrera de primatóloga, pero, en uno de esos "accidentes" tan habituales de la vida, fue llamada por Dorothy Cheney y Robert Seyfarth, dos reconocidos primatólogos, para su etapa en Botsuana con los babuinos chacma.

Hoy podría decirse que ha ascendido en la escala jerárquica de la sociedad primate humana dentro del ámbito científico, en el área de la primatología. Su emprendimiento y determinación le hicieron viajar a un lugar desconocido, apenas hoyado por el ser humano, y construir un campamento de observación permanente para seguir los pasos a un "nuevo" grupo de primates particularmente tímido y escurridizo, los babuinos de Guinea. Muchas horas de duro trabajo dieron sus frutos y hoy el campamento es uno de los centros de investigación primatógica más importantes en la red que forman estos por todo el orbe.

Para saber más sobre las sociedades primates y sobre el trabajo de Fischer recomendamos lean su libro Monkeytalk, traducido al castellano como La Sociedad de los Primates.

Julia Fischer ha tenido la inmensa amabilidad de responder unas preguntas para La Nueva Ilustración Evolucionista. Agradecemos también a su colaboradora Irene Gutiérrez Díez por ayudarnos con la correcta traducción y por orientarnos en el proceso.

En inglés:

Grupo de Babuinos de Guinea
1.- In how many ways can a primate society be organized?

Primates can live in an astonishingly wide variety of different societies, ranging from small family groups to large and complex groups with highly differentiated relationships among group members. One important facet is dispersal behavior, that is, whether males or females remain in their natal group, while the other sex disperses. A really interesting type of societies are ‘multi-level societies’ with different tiers of association. At the base, there is typically a breeding unit composed of one reproductively active male, a small number of females, and their offspring. Several units form a second level in the society, and then there may be further levels of aggregation. For instance, in the West African Guinea baboons that we study in Senegal, reproductively active males maintain friendships with each other and with males that are not associated with females. These friendships give rise to ‘parties’, where everyone is together most of the time. Two or three parties spend about half of their time together, we call these a gang. But when lions are in the area, then everybody hangs out together. In the case of the Guinea baboons, males are philopatric, that is, they stay in the area, while females disperse. Geladas, these fabulous hairy creatures living in the highlands of Ethiopia, also live in a multi-level society, but here, females are philopatric, while males disperse. In addition to looking at temporary and spatial association and mating patterns, primatologists are also interested in the quality of relationships between group members, and whether or not other animals than the mother invest into the care of young. In most African and Asian species, mothers are the key care-takers, but in the South American marmosets and tamarins, other family members are heavily involved in carrying offspring. So we see a lot of variation in all of these dimensions, which allows us to ask which factors promote which type of society. It appears that variation in ecological conditions explains less of the diversity of different societies than initially assumed, while the evolutionary heritage plays a greater role. 

2.- What is unique about human societies, compared to those of other primates?

The most striking difference is that we have social institutions. Social institutions are forms of conventions among the members of a society. They often involve the transfer of power and the use of symbols. I’ll let you wear a blue police cap and now you can detain me, but not the other way around. Furthermore, humans have religious beliefs; these typically also involve social institutions. One may say that humans are particularly prone to charge their environment with symbolic meaning. This symbolic meaning is culturally transmitted, with language but also nonverbal rituals playing a key role. In addition, cumulative culture gives rise to technological development at an unprecedented scale. 

Amistad juvenil entre Babuinos de Guinea


3.- You say that you are more interested in the ape in humans than in the human in the ape. When it comes to social cognition, do you appreciate differences?

I think we tend to underestimate to which degree we humans are indeed animals, while we tend to overestimate the linguistic or cognitive abilities of our closest living relatives. For instance, our physiology, the strong bond between mother and child, the importance of friendships, this can all be considered ‘old primate heritage’. Yet in terms of our abilities to express ourselves, to create highly elaborate symbol systems, to share our knowledge and dreams and ideas, and build on the innovations of others – in this regard our species appears to be truly unique. And yes, it may be true that under very specific circumstances, some apes may be able to consider what someone else knows. But overall, I would say that monkeys and apes mostly rely on what others are doing, and this allows them to make pretty good predictions about what another subject will likely do in the future. And if watching others is sufficient to make predictions about their future behavior, then why bother to fret about what someone else is thinking? The interesting question is therefore: under which conditions does it pay off to go beyond observing others, and start reasoning about their intentions, knowledge, and beliefs? 

4.- Where could we find the origin of language and of the so-called superior cognitive capacities of humans?

Finding the origin of language – that’s a one-million-dollar question. Yes, monkeys and apes are able to process the signals or their conspecifics and all sorts of other information, and they can draw conclusions and respond flexibly, but in terms of signaling, there is such a wide gulf: the structure of vocalizations is largely hard-wired and shows hardly any differences between populations or even closely related species. Gestures, in contrast, are often highly idiosyncratic and not conventionalized either. And this is one of the key elements of linguistic communication: conventionalized mapping of which signal refers to what, and conventionalized grammar systems that provide additional layers of meaning. I assume that these abilities evolved much later than the split between the last common ancestor of chimpanzees and humans (who lived about 6 million years ago). I would date the emergence of linguistic communication to the time when the first symbolic pieces of art work appeared – may be during the Upper Paleolithic, around 70,000 years ago, give or take a few ten-thousand years. Importantly, the evolution of linguistic abilities was most likely closely intertwined with the evolution of socio-cognitive abilities, which form the basis for the motivation to share information and to form shared intentionality. 


Macacos de Berbería
5.- Wild baboons of "different fur" in Africa, Barbary Macaques in a park in Europe and in North Africa in the wild .... each primate species requires "specific" field work. How is the field work organized? How is the presence of the observer prevented from affecting the behavior of the observed species?

With regard to the external conditions, the field work differs considerably: when we watched wild Barbary macaques in the Atlas Mountains of Morocco, we were standing in deep snow and the monkeys looked like fur balls. In Senegal, in contrast, you need to be heat resistant, as it can get really very hot and it does not cool off at night. When we work in the park in France, you can go to a nice restaurant afterwards and enjoy the French cuisine. The most memorable place, however, was the Okavango delta, where we lived for 18 months in the deep wilderness, with giraffes floating by in the distance. There were also elephants, lions, buffalo, hippos, snakes … so we had to pay constant attention to not get in the way of these animals while following the troop of chacma baboons we were studying. 

Yet, when it comes to the actual methods, the work does not differ that much. Key is the patient observation of the monkeys’ behavior. The handheld devices we are using have become fancier over the last decades, but the principle is the same: follow a specific individual and record its behavior as scrupulously as possible. These observations form the basis for characterizing the social relationships, including the dominance relations. We also make recordings of vocalizations that are later analyzed using computer-based methods, to assess variation in calls between individuals, contexts, species, or physiological states. We collect poop, to extract the DNA and estimate relatedness patterns or to determine hormonal state, or parasite load. 

Finally, we do field experiments. The mainstay are playback experiments where we broadcast vocalizations from a hidden speaker. The classic case is to play back an alarm call and see whether the monkeys run away even if there is no predator in sight (they do). You can also play back the alarm calls of another species. Or the call of the mother to the infant – there are very many options, depending on what you are trying to figure out. The most elaborate experiments involve the playback of interactions between others, to see whether your subjects detect anomalous patterns – for instance, if two subjects are interacting in a friendly manner that typically only fight. In addition to playbacks, you can also present models of a predator. Recently, we flew a drone over green monkeys living at our field station in Senegal. The monkeys produced the same type of alarm call that the East African relatives make when they see an eagle. In summary, while the external conditions may vary, the work program is largely the same, and in any case, you need a lot of stamina and frustration tolerance. 


Mono verde de Senegal. Si le sobrevuela
 un dron, avisa de la llegada de un águila.
 
6.- What are you working on now? What research project would you like to carry out? 

The central project of our group is the study the West African Guinea baboons, as I mentioned before. We started this project in 2007. After three years of getting the baboons used to us, we began systematic collection of their social behavior and communication. They are an absolutely fascinating species – the males are highly tolerant of one another, and maintain friendships. The females are rather aloof but can rather freely decide with which male they associate and mate. This is all completely different from the chacma baboons that I studied before in Southern Africa in the Okavango delta. There, the females form strong bonds, mostly with their kin, while the males are super competitive and fight over females. The chacma males are just terrible bullies, and the Guinea baboon males are mostly very easy and relaxed. We had just begun to study how these different social environments shape the development of young baboons. And then Corona hit. We had to evacuate all the personnel from the field station, and the long-term data collection has come to a halt. 

Because of the striking variation in their social systems, baboons are such a great model to study the link between communication, cognition, and social behavior. What we found so far is that despite the variation in social system characteristics, the structure of their calls does not differ substantially between the species. In other words, there is greater plasticity is the propensity to show a specific type of behavior than in the structure of this behavior pattern. Furthermore, using playback experiments, we have shown that the Guinea baboons pay more attention to what they already know compared to anomalous patterns. This is the opposite of what we see in chacma baboons, who are very sensitive to violations in social patterns. Perhaps the Guinea baboons initially have a confirmation bias, as they are very gregarious and there may be a lot of social noise. But then how do they ultimately find out that something has changed? We do not know the answer. So, we really hope that we can go back soon and resume our studies. There are simply too many interesting questions that we want to address. 

Imagen tomada del libro de Julia Fischer. Distribución de los Babuinos.

En español:

1.- ¿De cuántas formas se puede organizar una sociedad primate?

Los primates pueden vivir en una asombrosamente amplia variedad de sociedades diferentes, que abarcan desde pequeños grupos familiares hasta grandes y complejos grupos con relaciones muy diferenciadas entre sus miembros. Un aspecto importante es el del comportamiento de dispersión, esto es, si son los machos o las hembras los que permanecen en su grupo natal, mientras que los miembros del otro sexo lo abandonan. Un tipo realmente interesante de sociedades son las "sociedades multinivel", en las que se dan distintos niveles de asociación. En su base hay, típicamente, una unidad reproductiva compuesta por un macho reproductivamente activo, un número reducido de hembras y su descendencia. Varias unidades formarían un segundo nivel de la sociedad, y a partir de ahí puede haber más niveles de agregación. Por ejemplo, entre los babuinos de Guinea, de África Occidental, que estamos estudiando en Senegal, los machos reproductivamente activos mantienen amistades entre ellos y con otros machos que no están vinculados con ninguna hembra. Estas amistades dan lugar a "partidas", en las que todos van juntos la mayor parte del tiempo. A dos o tres partidas que pasen aproximadamente la mitad del tiempo juntas, las llamamos bandas. Ahora, cuando hay leones en la zona, todas se juntan. En el caso de los babuinos de Guinea, los machos son filopátricos, es decir, que se quedan en la zona mientras que las hembras la abandonan. 

Los Geladas, estas fabulosas criaturas peludas que viven en las tierras altas de Etiopía, lo hacen igualmente en una sociedad de varios niveles, pero en su caso son las hembras las filopátricas, mientras que los machos abandonan el grupo. 

Además de observar las asociaciones temporales y espaciales y los patrones de apareamiento de los grupos primates, los primatólogos también se interesan por la calidad de las relaciones entre los miembros de dichos grupos, y si en ellos invierten o no en el cuidado de las crías otros miembros del grupo. En la mayoría de las especies africanas y asiáticas, las madres son las principales cuidadoras, pero entre los titíes y tamarinos de Sudamérica, otros miembros de la familia están poderosamente involucrados en sacar adelante a los infantes. De modo que asistimos a una gran variedad en todas estas dimensiones, lo que permite que nos preguntemos qué factores son los que promueven cada tipo de sociedad. Y parece que la variación en las condiciones ecológicas explica menos la diversidad de las diferentes sociedades de lo que se suponía inicialmente, mientras que la herencia evolutiva juega un papel más destacado.  

 
Macho, hembra y cría de Babuinos de Guinea
2.- ¿Qué tienen de singular las sociedades humanas, en comparación con las de otros primates?

La diferencia más llamativa es que tenemos instituciones sociales. Las instituciones sociales son formas convencionales entre los miembros de la sociedad. A menudo implican traspasos de poder y uso de símbolos. Permitiré qué me detengas cuando lleves puesta una gorra de policía azul, pero no a la inversa. Además, los humanos tienen creencias religiosas; lo cual también suele involucrar instituciones sociales. Se puede decir que los humanos son particularmente propensos a proyectar en su entorno un significado simbólico. Este significado simbólico se transmite culturalmente, a través no sólo del lenguaje, sino también de rituales no verbales, que juegan un papel fundamental. A esto le podemos sumar que la cultura acumulativa da lugar a un desarrollo tecnológico a una escala sin precedentes.  

3.- Dice estar más interesada por el simio en los humanos que por los humano en los simios. Cuando se trata de cognición social, ¿aprecia las diferencias?

Creo que tendemos a subestimar hasta qué punto los humanos somos realmente animales, mientras tendemos a sobreestimar las habilidades lingüísticas o cognitivas de nuestros parientes vivos más cercanos.  Por ejemplo: nuestra fisiología, el fuerte vínculo madre-hijo o la importancia de las amistades puede considerarse "herencia de primates ancestrales ". Sin embargo, en términos de nuestra habilidad para expresarnos, para crear sistemas de símbolos altamente elaborados, para compartir nuestros conocimientos, sueños e ideas, y para construir sobre las innovaciones de otros... en este sentido nuestra especie parece ser genuinamente única. Y sí, puede que sea cierto que bajo determinadas circunstancias muy particulares, algunos simios puedan formarse una idea sobre qué es lo que el otro conoce. Pero, en general, yo diría que los monos y los simios se basan principalmente en lo que hacen los demás, lo cual les permite hacer predicciones bastante certeras sobre lo que probablemente hará el otro sujeto en el futuro. Y si observar a los demás es suficiente para hacer predicciones sobre su comportamiento futuro, ¿por qué molestarse en indagar lo que otros estén pensando? Por consiguiente, la pregunta interesante es: ¿bajo qué condiciones vale la pena ir más allá de la observación de los demás y comenzar a razonar sobre sus intenciones, conocimientos y creencias?

4.- ¿Dónde podríamos encontrar el origen del lenguaje y de las llamadas capacidades cognitivas superiores de los humanos?

Descubrir el origen del lenguaje - la cuestión del millón de dólares. Sí, a los monos y a los simios les es posible procesar las señales de sus congéneres y todo tipo de información adicional, y pueden sacar conclusiones y responder de manera flexible, pero en términos de uso de señales ¡existe  un abismo tan amplio! : la estructura de las vocalizaciones es un gran  cableado que apenas muestra diferencias entre poblaciones o incluso entre especies estrechamente relacionadas. Por el contrario, los gestos son a menudo muy idiosincrásicos, además de no convencionalizados. Y  este es precisamente uno de los elementos clave de la comunicación lingüística: el mapeo convencionalizado de qué señal se refiere a qué, y los sistemas gramaticales convencionalizados que proporcionan capas adicionales de significado. Supongo que estas habilidades evolucionaron mucho después de la separación de chimpancés y humanos a partir de su último ancestro común  (que vivió hace unos 6 millones de años). Yo fecharía el surgimiento de la comunicación lingüística en el momento en que aparecieron las primeras obras de arte simbólicas; pudo ser durante el Paleolítico Superior, hace unos 70.000 años, diez mil años arriba o abajo. Es importante destacar que la evolución de las habilidades lingüísticas probablemente estuvo estrechamente entrelazada con la evolución de las habilidades sociocognitivas, que forman la base de la motivación para compartir información y para formar una intencionalidad compartida.

DPZ field station Simenti in Senegal
5.- Babuinos salvajes de "diferente pelaje" en África, Macacos de Berbería en un parque en Europa y en el norte de África en estado salvaje ... cada especie de primate requiere un trabajo de campo "específico". ¿Cómo está organizado el trabajo de campo? ¿Cómo se evita que la presencia del observador afecte el comportamiento de las especies observadas?

Con respecto a las condiciones externas, el trabajo de campo difiere considerablemente: cuando vimos macacos de Berbería salvajes en las montañas del Atlas de Marruecos, estábamos sobre una nieve profunda y los monos parecían bolas de piel. En Senegal, por el contrario, es necesario ser resistente al calor, ya que puede hacer mucho calor, y no refresca por la noche. Cuando trabajamos en el parque, en Francia, podemos ir a un buen restaurante después y disfrutar de la cocina francesa. El lugar más memorable, sin embargo, fue el delta del Okavango, donde vivimos durante 18 meses en la naturaleza profunda, con jirafas flotando en la distancia. También había elefantes, leones, búfalos, hipopótamos, serpientes… así que teníamos que estar atentos para no estorbar a estos animales mientras seguíamos a la tropa de babuinos chacma que estábamos estudiando.

Sin embargo, cuando se trata de los métodos reales, el trabajo no difiere mucho. La clave es la paciente observación del comportamiento de los monos. Los dispositivos portátiles que utilizamos se han vuelto más elegantes en las últimas décadas, pero el principio es el mismo: seguir a un individuo específico y registrar su comportamiento de la manera más escrupulosa posible. Estas observaciones constituyen la base para caracterizar las relaciones sociales, incluidas las relaciones de dominancia. También realizamos grabaciones de vocalizaciones que luego se analizan mediante métodos informáticos, para evaluar la variación en las llamadas entre individuos, contextos, especies o estados fisiológicos. Recolectamos heces, para extraer ADN y estimar patrones de parentesco o para determinar el estado hormonal o la carga de parásitos.

Y, finalmente, hacemos experimentos de campo. El pilar son los experimentos de reproducción de sonido en los que transmitimos vocalizaciones desde un altavoz oculto. El experimento clásico es reproducir el sonido de una llamada de alarma y ver si los monos huyen incluso si no hay un depredador a la vista (lo hacen). También pueden reproducirse las llamadas de alarma de otra especie. O la llamada de la madre al bebé: hay muchas opciones, dependiendo de lo que intentes averiguar. Los experimentos más elaborados implican la reproducción del sonido de interacciones entre otros, para ver si tus sujetos detectan patrones anómalos, por ejemplo, si otros dos sujetos están interactuando de una manera amigable cuando normalmente solo pelean. 

Además de las reproducciones, también se pueden presentar modelos de depredador. Recientemente, volamos un dron sobre los monos verdes que viven en nuestra estación de campo en Senegal. Los monos produjeron el mismo tipo de llamada de alarma que hacen sus parientes de África Oriental cuando ven un águila. 

En resumen, aunque las condiciones externas puedan variar, el programa de trabajo es prácticamente el mismo y, en cualquier caso, se necesita mucha resistencia y tolerancia a la frustración.

Cría de Babuino de Guinea
6.- ¿En qué está trabajando ahora? ¿Qué proyecto de investigación le gustaría realizar?

El proyecto central de nuestro grupo es el estudio de los babuinos de Guinea, de África Occidental, como mencioné anteriormente. Comenzamos este proyecto en 2007. Después de tres años para lograr que los babuinos se acostumbrasen a nosotros, empezamos a recopilar sistemáticamente información sobre su comportamiento social y su comunicación. Son una especie absolutamente fascinante: los machos son muy tolerantes entre sí y mantienen amistades. Las hembras son bastante distantes, pero pueden decidir libremente con qué macho se relacionan y se aparean. Todo esto difiere completamente en los babuinos chacma, que estudié antes en el sur de África, en el delta del Okavango.  Allí, las hembras forman fuertes lazos, principalmente con sus parientes, mientras que los machos son extremadamente competitivos y pelean por las hembras.  Los machos chacma son, sencillamente, terribles matones, y los machos babuinos de Guinea son en su mayoría muy tranquilos y relajados.

Apenas habíamos comenzado a estudiar cómo estos diferentes entornos sociales dan forma al desarrollo de los jóvenes babuinos. Y entonces el Corona nos golpeó. Tuvimos que evacuar a todo el personal de la estación de campo y la recolección de datos a largo plazo se detuvo.

Debido a la sorprendente variación en sus sistemas sociales, los babuinos son un inmejorable modelo para estudiar el vínculo entre la comunicación, la cognición y el comportamiento social. Lo que hemos encontramos hasta ahora es que, a pesar de la variación en las características de los sistemas sociales, la estructura de sus llamadas no difiere sustancialmente entre las especies. En otras palabras, hay mayor plasticidad en la propensión a mostrar un tipo específico de comportamiento que en la estructura de este patrón de comportamiento. Además, utilizando experimentos de reproducción sonora, hemos demostrado que los babuinos de Guinea prestan más atención a lo que ya saben que a los patrones anómalos. Justo lo contrario de lo que vemos en los babuinos chacma, que son muy sensibles a cualquier violación de los patrones sociales. Quizás los babuinos de Guinea inicialmente tienen un sesgo de confirmación, ya que son muy gregarios y puede haber mucho ruido social. Pero entonces, ¿cómo descubren finalmente que algo ha cambiado? no sabemos la respuesta. 

Y ahora, lo que realmente esperamos es poder regresar pronto y reanudar nuestros estudios. Simplemente hay demasiadas cuestiones interesantes que queremos abordar.

Babuino de Guinea esperando la vuelta de Julia


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