lunes, agosto 29, 2005

SOCIALISMO II

Como se apuntaba en SOCIALISMO I, El socialismo está vivo y con buena salud en todo el mundo. Me propongo visualizar sus efectos, que encontramos cada vez que miramos a nuestro alrededor.

Esta es una fotografía del mismo lugar, una zona relativamente céntrica de Alicante:


Los planificadores, no importa que fueran franquistas del PP o del PSOE o cualquier organización, ante la imposibilidad de continuar obteniendo una rentabilidad electoral, paternalista o de imagen y ante la negativa a obtener una rentabilidad en función de lo que realmente lo valoran sus visitantes (dinero) o también ante la negativa de vender los derechos de propiedad a alguien que haga algo que los demás valoren adecuadamente, Han optado por la solución intermedia típica de los proyectos socialistas: El letrero se puede parafrasear como: "Prohibido el paso. Esta propiedad esta vedada a sus supuestos legítimos dueños". El paso siguiente será por supuesto, otro despilfarro igual o mayor en rehacer el mismo proyecto u otro distinto igualmente costoso. El planificador socialista que gasta los recursos ajenos, no tiene reparos en buscar a esos recursos de los demás utilidades privadas espurias y sub-óptimas para la sociedad, como son el rédito político a corto plazo, propaganda, caciquismo, popularidad, influencia, comisiones, nepotismo etc.

Aunque en el proceso genera un valor social, como lo es por ejemplo un paseo y un parque público, su utilidad social a largo plazo es menos que la asignación de recursos óptima que genera el mercado. Una de las razones es la débil motivación del planificador para llevar la obra a cabo basada en intereses espurios y por otro lado en la ausencia de responsabilidad directa y concreta en caso de fracaso, lo que lleva cada vez a gastar el dinero público en proyectos megalómanos cada vez más efectistas: Una vez obtenida la rentabilidad espuria privada del planificador en su obra, no existe interés privado alguno en mantener y explotar esos recursos.

El siguiente despilfarro en el siguiente proyecto será mas rentable que el mantener el actual, ya que brindará más propaganda, más popularidad, más comisiones al mismo o al nuevo planificador.

Es la forma en que se mantienen las infraestructuras por parte del Socialismo: con un recurrente y enorme gasto de recursos, robados de todos. En el caso de que el planificador viva en el seno de una sociedad con algún residuo de capitalismo, como ocurre en Occidente, la abundancia de recursos que genera el capitalismo , su extracción de éste por parte del socialismo mediante la confiscación, limitación y regulación de la propiedad, se traducen en constantes remodelaciones de las infraestructuras muchas veces innecesarias junto con escasez de otras realmente necesarias, segun la rentabilidad privada respectiva y a corto plazo que puedan obtener los planificadores.

Y, como cómplice de toda esta irracionalidad tan aplastantemente evidente para cualquiera que quiera darse cuenta, está el consuelo bastardo y psicolóicamente primitivo de "al menos este terreno no es de nadie".

1 comentario:

Anónimo dijo...

como les duele que aún sigamos vivos.