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De entre todo lo excelente que hay en el artículo, me impresiona sobretodo unas palabras del poeta:
The political-religious institution exercised its power as a faithful guardian of the Koranic Revelation. It possessed the absolute certitude that the Revelation spoke and wrote Man and the universe clearly, definitively and without error or imperfection. This certitude, in turn, demanded that the Muslim individual be formed around a faith in an absolute text, one which allowed no interrogation that might give rise on any doubt whatsoever. Under such conditions, alienation is inevitable; the skeptical individual no longer has the right to be a member of the society.
Because Islam - the last message sent by God to mankind - has placed the final seal on the Divine Word, successive words are incapable of bringing humankind anything new. A new message would imply that the Islamic message did not say everything, that it is imperfect. Therefore the human word must, on an emotional level, continually eulogize and celebrate that message; on an intellectual level, a fortiori it can only serve as an explication.
Ya escribí algo sobre eso anteriormente:
Segun la doctrina Islámica, El Corán es un libro divino cuyo original existe en los Cielos, dictado por el arcangel San Gabriel a Mahoma palabra por palabra. No hay razonamiento ni diálogo posible con el excéptico, ya que no hay posibilidad de referirse a otras premisas que expliquen las palabras del Coran, ya que éste es el mismo Big Bang del cual procede todo conocimiento. Contra el que no acepta lieralmente su palabra, el buen Islamista solo puede recurrir a la violencia para hacer que se acepte ese hecho de fe.
Ya que el Coran es fuente de todo bien y todo conocimiento, El buen Islamista solo piensa que obra en nuestro propio beneficio y en el de la Humanidad poniendonos entre la espada y la sumisión al Coran . Y esa conducta se deriva de la misma naturaleza divina y absoluta del Corán, no de las palabras que contenga. La referencia a la Yihad no es mas que algo necesario para mantener la coherencia con esa esencia.
La Yihad es tanto la guerra contra los infieles como a guerra contra la infidelidad propia, la guerra contra uno mismo para cumplir y hacer cumplir los preceptos del Coran. La Yihad no es más que una consecuencia de la naturaleza divina y absoluta del Corán.
Eso lo leí un día en La Ilustración Liberal en un artículo de Cesar Vidal, pero no esperaba leer prácticamente lo mismo de un poeta árabe.
El dogma de la naturaleza divina y absoluta del libro del Corán es una trampa memetica que impulsa a la expansión de la fe mediante la fuerza, en una guerra que no acaba con la conquista de toda la humanidad, porque hasta todo Musulman, incluido uno mismo, es, en potencia, un mal musulman que hay que someter. El verdadero Musulman por lo tanto no conoce la paz consigo mismo ni con los demás y por eso el mundo musulman ha conocido y conocerá movimientos fundamentalistas que se plantean perodicamente la re-conquista del propio mundo árabe que segun ellos ha caido en la infidelidad. Así sucedió con las re-invasiones de la península (almohader, almorabides, benimerines), Pero otras partes del mundo musulman han conocido re-invasiones similares. Bin Laden y los Taliban son una erupción más de ese proceso. El único freno de ambos para atacar paises musulmanes es la existencia todavía de infieles. De hecho no les importa matar musulmanes si no son puros, osea, de los suyos. El Coran es una garantía de guerra eterna por su propia naturaleza y si en su contenido no mencionara la Yihad, esto no cambiaría las cosas.
Por eso mismo, tampoco existe creación cultural Islámica, en todo caso creación árabe de espaldas al Corán. Averroes no era mas que un hereje estudiando a Aristóteles dentro de unos reinos herejes. No es extraño que la pretendida "creatividad del Mundo Musulman" se producía (y se produce) irónicamente, en la periferia de ese mundo.
El peligro del Islam está en el dogma de su naturaleza totalizadora y perfecta, no en sus palabras. En otras religiones, Dios habla a los hombres a través de otros hombres en distintas épocas, por eso sus palabras pueden ser adaptadas por otros hombres distintos a cada nuevo contexto. El Corán es, en cambio, el último mandato de Dios a los Hombres, El libro en el que el mismo Dios corrige los mensajes de Abraham, Jesucristo y todo los profetas a través de Mahoma, que actúa como instrumento de su comunicación. No hay interpretación posterior a ese mensaje.
La única esperanza que tienen los árabes para salir de su estancamiento es desterrar ese dogma. La otra opción es correr la suerte que han corrido las civilizaciones estancadas, como se transluce en el artículo . La civilización Islámica va hacia la desaparición a no ser que consiga antes la desaparición nuestra. El equilibrio inestable del pasado entre mundo Occidental e Islam no es una opción, porque Occidente ha cambiado. Por una parte a ojos musulmanes es cada vez mas despreciable y mas digno de destrucción. Por otra parte Occidente se cuela a través de los medios de comunicación, los aeropuertos, la inmigración de vuelta. En el mundo musulman hay una tensión cada vez mas fuerte. La natalidad esta bajando, crece la proporción de ancianos y sus economías arruinadas no pueden hacer frente a ese futuro. Les quedan unas pocas generaciones para echar los restos y el fin de esta civilización milenaria (o la nuestra) nos deparará cosas mucho mas graves que la civilización comunista, que fué apenas una anécdota en la historia, pero en la que se pueden encontrar no pocos paralelismos fanáticos.
2 comentarios:
El Dios del Corán es un auténtico macarra que no da al hombre nada de nada, ni explicaciones ni excusas.
Tienes Razón, en el cristianismo la opción de dar diferentes interpretaciones, es muuuuchhhooo mayor.
Esto hace que la tensión no se acumule, y se sea relativamente mas tolerante.
Muy buen articulo. Me gusto. Como siempre.
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