Las reuniones organizadas por empresas de internet para búsqueda de pareja son un pobre sucedáneo del baile a-lo-agarrao, que llamaré baile a secas, para distinguirlo del baile a-lo-suelto, que llamaré danza.
En esas reuniones, se trata de hablar frente a frente en una mesa durante unos pocos minutos. Esto sirve para evaluar los tonos de voz que indican seguridad, la belleza/salud de cada uno y la conversación interesante, sentido del humor etc.
En el baile, siempre con música poco estridente, se realiza también un encuentro de corta duración que parece diseñado para realizar un intercambio intenso de información: además de las cosas anteriores, se puede evaluar la coordinación muscular y el olor, importantísimo para sentirse a gusto y detectar la compatibilidad inmunológica y por tanto tener hijos más sanos. Esto último es la causa última de lo primero. En evolucionismo, la causa última es el efecto deseado, que es por lo que un instinto ha sido seleccionado, normalmente desconocido para el que ejecuta el instinto y la causación próxima es lo que uno desea y lo que uno experimenta.
La comunicación en el baile también incluye el grado de aceptación de la mujer cuando permite acercarse más o menos. Y también y sobre todo, el baile sirva para evaluar la conducta de cada uno y cada una a lo largo del baile con los demás. Las mujeres tienen mucho interés en los hombres que se portan de forma especial con ellas y los hombres necesitan discriminar dos tipos de mujeres: las fáciles para acostarse y las difíciles para tomarlas como pareja. Como segunda derivada, Las mujeres, sabiéndolo instintivamente, se hacen las fáciles para conseguir favores de los hombres, y los hombres fingen seriedad, compromiso e interés. Las derivadas son infinitas, pero no es el objetivo hablar de esto.
En el baile, el hombre coge a la mujer por la cadera y la mujer se apoya las manos en el pecho o en los hombros. Eso a pesar de que por altura relativa de ambos, debería ser al revés. Con ello, ambos “verifican” aspectos clave: la mujer evalúa la fuerza, la anchura real de hombros y la salud que pueden ocultar la ropa. El hombre ausculta la curva de las caderas, que según su forma predice la fertilidad.
En los bailes en los que es obligatorio el cambio con el que se tenga más al lado cada cierto tiempo el intercambio de información es más óptimo.
El baile es una actividad diseñada de forma increíblemente óptima para proporcionar información sobre el aspecto más importante de la vida, con diferencia. Es una institución socio-biológica importantísima, cuya decadencia puede que haya degradado de forma importante los estilos de vida.
Al parecer, no hemos ganado tanto con el progreso informativamente hablando y sería muy, muy interesante el conocer las causas de que el baile haya desaparecido. Respecto a esto tengo dos hipótesis que se complementan: La primera está relacionada con la cada vez mayor liviandad de los compromisos de pareja: Yo de ser mujer u hombre en los años en que el matrimonio era indisoluble, no me hubiera casado sin bailar con cuantas más personas del sexo opuesto que pudiera. Era un paso crucial y la vida, y para tomarlo era necesario tener la mayor información posible. Hoy el casarse con la persona equivocada es un error que se puede subsanar. A menos compromiso, menos necesidad de información, pero también ocurre lo contrario: a menor información, menos posibilidad de que la pareja sea satisfactoria y por tanto menor duración del compromiso, por lo que hay una realimentación negativa hacia menor información y menor compromiso.
Alternativamente a la hipótesis anterior, el baile puede que sea una institución óptima para grupos humanos de tamaño medio, donde, por una parte, ni se conoce en detalle a todos y cada uno, como ocurre en las tribus y por otra no ocurre como en las ciudades, donde hay tantas posibles parejas como para conocerlas una a una de esta manera. En ese último caso, quizá es mejor reducir la profundidad del escrutinio y abarcar más individuos: Ese es el objetivo de la danza. Al evolucionar la población, de pequeños nucleos rurales hacia núcleos urbanos, se ha perdido el baile.
En la danza se evalúa simultáneamente a varios individuos en algunos de los aspectos anteriores, pero no todos ni los más importantes. Es lógico que los aspectos que se pueden evaluar a distancia, mediante la vista y el oído, cobren más importancia en las sociedades urbanas: ropa, aspecto, armonía de movimientos, voz, locuacidad.
En la danza, mi hipótesis es que la armonía percibida en los movimientos es inversamente proporcional a la energía consumida. Un movimiento no armonioso es agarrotado, que quiere decir que hay cambios bruscos de dirección y velocidad (aceleraciones). Eso físicamente significa que los músculos están aplicando fuerzas en distintas direcciones de forma no eficiente, con el consiguiente consumo de energía adicional. En cambio, una persona con una coordinación neuromuscular que detecta el sentido de movimiento y aprovecha esa inercia para efectuar el movimiento siguiente, utilizando la fuerza elástica de los tendones, sus movimientos lo percibimos como armoniosos. Esa coordinación neuromuscular, encaminada al ahorro de energía, era vital para la supervivencia de los seres humanos cuando éramos cazadores-recolectores. El gusto selectivo para emparejarse con los que poseían esas características y la consecuente exhibición de ello es lo que creó la danza.
Las demostraciones como la danza son fundamentales en las tribus porque las actividades de cada sexo están separadas y, por tanto, no se observan los unos a los otros en los momentos donde muestran cualidades muy importantes. . En las sociedades de tamaño medio o grande, esa necesidad de exhibición se debe al gran número de personas.
Una buena coordinación neuromuscular no solo se puede medir por la cantidad de caza aportada, sino que incluso un mal cazador con buena coordinación puede sobrevivir situaciones extraordinarias, como persecuciones, guerras etc. Y, por lo tanto, la coordinación neuromuscular debe ser seleccionada por sí misma, y no por sus efectos, tanto en hombres como en mujeres. De ahí las exhibiciones de danza y el atractivo de los buenos danzantes. La danza sería tan antigua como la división del trabajo entre homínidos machos y hembras.
Volviendo al tema general, La hipótesis de que el baile de salón desaparece por la mayor liviandad del contrato matrimonial y la hipótesis de que el baile solo es óptimo para los núcleos de población de tamaño medio son en realidad una única hipótesis si suponemos que una mayor cantidad de opciones dificulta la permanencia del vínculo de pareja, lo cual es bastante plausible.
De todas formas, las empresas de internet que se dedican a los encuentros de solteros, si quieren mejorar la satisfacción de los clientes y les recuerden toda la vida, mejor que dejen los encuentros de la mesa y organicen bailes de salón.
En esas reuniones, se trata de hablar frente a frente en una mesa durante unos pocos minutos. Esto sirve para evaluar los tonos de voz que indican seguridad, la belleza/salud de cada uno y la conversación interesante, sentido del humor etc.
En el baile, siempre con música poco estridente, se realiza también un encuentro de corta duración que parece diseñado para realizar un intercambio intenso de información: además de las cosas anteriores, se puede evaluar la coordinación muscular y el olor, importantísimo para sentirse a gusto y detectar la compatibilidad inmunológica y por tanto tener hijos más sanos. Esto último es la causa última de lo primero. En evolucionismo, la causa última es el efecto deseado, que es por lo que un instinto ha sido seleccionado, normalmente desconocido para el que ejecuta el instinto y la causación próxima es lo que uno desea y lo que uno experimenta.
La comunicación en el baile también incluye el grado de aceptación de la mujer cuando permite acercarse más o menos. Y también y sobre todo, el baile sirva para evaluar la conducta de cada uno y cada una a lo largo del baile con los demás. Las mujeres tienen mucho interés en los hombres que se portan de forma especial con ellas y los hombres necesitan discriminar dos tipos de mujeres: las fáciles para acostarse y las difíciles para tomarlas como pareja. Como segunda derivada, Las mujeres, sabiéndolo instintivamente, se hacen las fáciles para conseguir favores de los hombres, y los hombres fingen seriedad, compromiso e interés. Las derivadas son infinitas, pero no es el objetivo hablar de esto.
En el baile, el hombre coge a la mujer por la cadera y la mujer se apoya las manos en el pecho o en los hombros. Eso a pesar de que por altura relativa de ambos, debería ser al revés. Con ello, ambos “verifican” aspectos clave: la mujer evalúa la fuerza, la anchura real de hombros y la salud que pueden ocultar la ropa. El hombre ausculta la curva de las caderas, que según su forma predice la fertilidad.
En los bailes en los que es obligatorio el cambio con el que se tenga más al lado cada cierto tiempo el intercambio de información es más óptimo.
El baile es una actividad diseñada de forma increíblemente óptima para proporcionar información sobre el aspecto más importante de la vida, con diferencia. Es una institución socio-biológica importantísima, cuya decadencia puede que haya degradado de forma importante los estilos de vida.
Al parecer, no hemos ganado tanto con el progreso informativamente hablando y sería muy, muy interesante el conocer las causas de que el baile haya desaparecido. Respecto a esto tengo dos hipótesis que se complementan: La primera está relacionada con la cada vez mayor liviandad de los compromisos de pareja: Yo de ser mujer u hombre en los años en que el matrimonio era indisoluble, no me hubiera casado sin bailar con cuantas más personas del sexo opuesto que pudiera. Era un paso crucial y la vida, y para tomarlo era necesario tener la mayor información posible. Hoy el casarse con la persona equivocada es un error que se puede subsanar. A menos compromiso, menos necesidad de información, pero también ocurre lo contrario: a menor información, menos posibilidad de que la pareja sea satisfactoria y por tanto menor duración del compromiso, por lo que hay una realimentación negativa hacia menor información y menor compromiso.
Alternativamente a la hipótesis anterior, el baile puede que sea una institución óptima para grupos humanos de tamaño medio, donde, por una parte, ni se conoce en detalle a todos y cada uno, como ocurre en las tribus y por otra no ocurre como en las ciudades, donde hay tantas posibles parejas como para conocerlas una a una de esta manera. En ese último caso, quizá es mejor reducir la profundidad del escrutinio y abarcar más individuos: Ese es el objetivo de la danza. Al evolucionar la población, de pequeños nucleos rurales hacia núcleos urbanos, se ha perdido el baile.
En la danza se evalúa simultáneamente a varios individuos en algunos de los aspectos anteriores, pero no todos ni los más importantes. Es lógico que los aspectos que se pueden evaluar a distancia, mediante la vista y el oído, cobren más importancia en las sociedades urbanas: ropa, aspecto, armonía de movimientos, voz, locuacidad.
En la danza, mi hipótesis es que la armonía percibida en los movimientos es inversamente proporcional a la energía consumida. Un movimiento no armonioso es agarrotado, que quiere decir que hay cambios bruscos de dirección y velocidad (aceleraciones). Eso físicamente significa que los músculos están aplicando fuerzas en distintas direcciones de forma no eficiente, con el consiguiente consumo de energía adicional. En cambio, una persona con una coordinación neuromuscular que detecta el sentido de movimiento y aprovecha esa inercia para efectuar el movimiento siguiente, utilizando la fuerza elástica de los tendones, sus movimientos lo percibimos como armoniosos. Esa coordinación neuromuscular, encaminada al ahorro de energía, era vital para la supervivencia de los seres humanos cuando éramos cazadores-recolectores. El gusto selectivo para emparejarse con los que poseían esas características y la consecuente exhibición de ello es lo que creó la danza.
Las demostraciones como la danza son fundamentales en las tribus porque las actividades de cada sexo están separadas y, por tanto, no se observan los unos a los otros en los momentos donde muestran cualidades muy importantes. . En las sociedades de tamaño medio o grande, esa necesidad de exhibición se debe al gran número de personas.
Una buena coordinación neuromuscular no solo se puede medir por la cantidad de caza aportada, sino que incluso un mal cazador con buena coordinación puede sobrevivir situaciones extraordinarias, como persecuciones, guerras etc. Y, por lo tanto, la coordinación neuromuscular debe ser seleccionada por sí misma, y no por sus efectos, tanto en hombres como en mujeres. De ahí las exhibiciones de danza y el atractivo de los buenos danzantes. La danza sería tan antigua como la división del trabajo entre homínidos machos y hembras.
Volviendo al tema general, La hipótesis de que el baile de salón desaparece por la mayor liviandad del contrato matrimonial y la hipótesis de que el baile solo es óptimo para los núcleos de población de tamaño medio son en realidad una única hipótesis si suponemos que una mayor cantidad de opciones dificulta la permanencia del vínculo de pareja, lo cual es bastante plausible.
De todas formas, las empresas de internet que se dedican a los encuentros de solteros, si quieren mejorar la satisfacción de los clientes y les recuerden toda la vida, mejor que dejen los encuentros de la mesa y organicen bailes de salón.
1 comentario:
Brillante, demasiado brillante tu análisis. Lo repito, alumbras cuando escribes.
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