Este es el interrogante
que da título a uno de los artículos fundacionales en el estudio
científico de la emoción [James, W. (1884), What is an emotion?,
Mind, 9, 188-205]. Las emociones son uno de los temas de
estudio tradicionales de la filosofía y de la historia filosófica
de la psicología (la psicología está plagada de conceptos con
profundas raíces filosóficas) que recientemente, a diferencia de
otros procesos psicológicos como la atención , el lenguaje, la
memoria..., se han convertido en objeto de investigación científica
desde una perspectiva biológica.
Cuando te preguntas qué
es una emoción ocurre lo mismo que describe S. Agustín en las
Confesiones (Libro 11) con respecto a la noción subjetiva del tiempo: todo el
mundo sabe lo que es una emoción, hasta que le preguntas. Las
emociones están dadas por sentado. En ausencia de una condición
clínica relevante que distorsione la percepción y experiencia
emocional todo el mundo cree saber qué es sentir algo. Pero no es
tan fácil definir lo que es una emoción. De hecho, uno de los
debates en el estudio científico de las emociones es definir de
forma adecuada qué es una emoción.
Aunque se sigue
discutiendo qué es una emoción un consenso mínimo existe. Si haces
una revisión de los principales modelos teóricos sobre la emoción
encuentras que:
- las emociones son fenómenos de corta duración a diferencia de otros procesos afectivos,
- son fenómenos multicomponenciales,
- son procesos duales: implican mecanismos de elicitación de emociones y mecanismos que producen la respuesta emocional,
- tienen un objeto que causa la emoción.
También hay un cierto
acuerdo entre la comunidad científica que investiga las emociones
acerca de su taxonomía. No hay una taxonomía completa y muchas emociones pueden aparecer dentro de más de una categoría, como por ejemplo la rabia que puede ser una emoción aversiva pero también moral. Sin embargo, es de utilidad distinguir los tipos de emociones. Hay emociones:
- negativas y positivas,
- básicas y complejas,
- aversivas y aproximativas
- epistémicas,
- estéticas,
- morales,
- sociales,
- quasiemociones (las que producen las obras de ficción),
- reflexivas
No obstante, todavía
queda mucho por conocer de las emociones y cómo estas influyen en
nuestra cognición y, en última instancia, en nuestra conducta.
Una verdadera revolución
en el conocimiento de las emociones la ha llevado a cabo el
nacimiento de una nueva disciplina que introduce las diversas
técnicas de la neurociencia (EEG, MEG,TEP, IRMf...) para investigar
el modo en que distintos canales sensoriales producen las emociones,
cómo las emociones interactúan con otros sistemas, así como
diferencias individuales en las respuestas emocionales. Esta nueva
disciplina se llama: neurociencia afectiva humana.
Tres de los grandes
investigadores en la neurociencia afectiva son Joseph LeDoux, Antonio
Damasio y Jaak Panksepp.
Para acercarte a los
progresos de esta nueva disciplina y al futuro de la investigación
afectiva quizá no haya en el mercado un manual tan comprensivo y
actualizado como The Cambridge Handbook of Human Affective
Neuroscience (2013) editado por Jorge
Armony y Patrick Vuilleumier. El propio Joseph
LeDoux otorga al manual su bendición con una reseña que aparece en la
contracubierta.
Veintiocho capítulos escritos por los investigadores en activo más relevantes,
incluidos los propios editores, y agrupados en 7 secciones: una
primera sección introductoria sobre la historia de las emociones,
una segunda sección dedicada a describirte detalladamente las
diversas técnicas utilizadas en la investigación para medir las
respuestas emocionales desde la EEG, indicadores periféricos de la actividad del sistema nervioso autónomo hasta IRMf, una tercera sección sobre la percepción y
las respuestas emocionales, una cuarta sección sobre las
interacciones entre cognición y emoción, una quinta sección sobre
el aprendizaje y memoria emocional, una sexta sección sobre
emociones sociales, y para acabar, una séptima sección sobre las
diferencias individuales en la emoción; te darán un buen mapa-guía
sobre la naturaleza de las emociones.
El
estudio científico de la emoción es un campo de estudio bastante
inclusivo y comprender las bases neurobiológicas de las emociones es
de interés para sociólogos, políticos, economistas y, por
supuesto, filósofos.
Más
de uno se preguntará pero qué es lo que pienso que es una emoción
después de hablar, brevemente, sobre la historia científica del
estudio de las emociones y recomendar un manual académico sobre el
tema. Pues bien, una definición neutra y bastante general es ésta:
una emoción es la actividad orquestada de procesos corporales y
mentales que crea una experiencia consciente fenomenológica.
Les
deseo que tengan una diversidad equilibrada de experiencias
emocionales en sus vidas.
4 comentarios:
"Una emoción es la actividad orquestada de procesos corporales y mentales que crea una experiencia consciente fenomenológica".
Me parece una descripción muy atinada. En efecto es algo en lo que participa el cuerpo. Hay que aclararlo precisamente por lo que Damasio llamó "error de Descartes", que consiste en considerar que cuerpo y mente están en dos planos distintos. Si la mente surge de procesos neurológicos del cerebro (órgano corporal) y estos están finamente imbricados con los demás procesos corporales, la mente puede también ser la expresión de un cuerpo sufriente, de un cuerpo bien nutrido, de un cuerpo que interactúa con el entorno como un todo, y no como carcarsa de la mente.
Me gusta lo de "actividad orquestada", y me trae a la memoria lo más curioso de la entrevista que hicimos aquí a Damasio. Propuse al autor el título para el artículo-entrevista a partir de un texto de su paisano portugués y conciudadano lisboeta Fernando Pessoa: "La Sinfonía del alma". Reza, el texto de Pessoa: "Mi alma es una orquesta oculta;
no sé qué instrumentos tañe o rechina,
cuerdas y harpas, timbales y tambores, dentro de mí.
Sólo me conozco como sinfonía". Y así además introduje la entrevista. Él me dijo que tenía entre manos un libro sobre la consciencia....y cuando lo compré, una vez publicado en castellano, me encontré con esa cita al principio del mismo, lo cual me produjo una extraña emoción, ya que incluso jugaba con la idea de la orquesta en la introducción del libro.
Me alegra (emoción) ver a tres de nuestros entrevistados como principale autores del estudio científico-biológico de la emoción.
Me parece fantástico que te parezca acertada la definición de emoción. Un dualismo metafísico (creer en dos entidades separadas, por un lado, Cuerpo, y por el otro, Mente)es insostenible a la luz de las evidencias de influencias bidireccionales entre los tres sistemas que integran el cuerpo humano (el sistema nervioso, endocrino e inmunológico) como remarcó Antonio Damasio en su obra más popular.
Aún así las emociones como señales homeostáticas que se relacionan con el bienestar personal con funciones que varían desde servir de guía a la conducta hasta modular el procesamiento sensorial, siguen siendo un aspecto de nuestra vida mental poco conocido.
Quizá es por su carácter eminentemente subjetivo que a muchos investigadores les cohíbe o sienten rechazo de tener a las emociones como tópico de investigación científica. Pero se puede objetivar e investigar experimentalmente las emociones.
Y sí, es un gran acierto que estén recogidas en este blog colectivo tres entrevistas a tres de los grandes investigadores sobre la emoción para que todo aquel interesado pueda conocer más acerca de las emociones.
"Una emoción es la actividad orquestada de procesos corporales y mentales que crea una experiencia consciente fenomenológica".
Eso no es una definición. Es un pleonasmo. Y no se sale un milímetro del dualismo. La orquesta es una metáfora sugerente, pero los términos que relaciona siguen siendo agua extensa y aceite pensante. Searle presenta un esquema más interesante. Dice que no son una orquestación de dos tipos de procesos, sino un solo proceso con varios niveles de descripción. Sin embargo no es reduccionista. No está diciendo que una hipotética descripción física completa del sistema natural que es una persona (o una comunidad de hablantes, para ser más precico) aportaría toda la información necesaria para entender su aspecto biológico, psíquico, social... porque la descripción del nivel de organización que supone la experiencia consciente no es un mero resumen de las anteriores. Si es precisa una descripción de la experiencia consciente en sus propios términos es porque lo que describe es la emergencia de una propiedad inédita en ciertos sistemas naturales. No es epifenómeno. Nuestra experiencia consciente organiza efectivamente nuestra conducta. Y no se le puede poner el dedo encima. El aspecto material de un sistema natural consciente no agota su realidad, porque su aparición en el escenario supone la emergencia de un orden ontológico nuevo, el de las realidades relativas a sujetos. En su apuesta por el realismo, Searle habla de realidades absolutas (como átomos o estrellas) y realidades relativas a sujetos (que un trozo de papel sea dinero. Los ejemplos son suyos). Yo, como buen relativista, lo de las realidades absolutas no me lo trago. Átomos y estrellas son realidades relativas a sujetos humanos, personajes de nuestra literatura científica, pero no voy a liarla más de la cuenta.
Yo diría que la emoción es una de las propiedades del aspecto subjetivo de ciertos procesos naturales (dejo para quien tenga ganas la descripción de las, a su vez, diversas características de esa propiedad). Pero me extraña que digas que es un asunto poco atractivo para la experimentación, porque la posibilidad de inducir emociones sin contenido (mediante la administración de distintas drogas), simplifica enormemente el estudio de sus manifestaciones más básicas.
Para que quede constancia no pienso contestar nunca más a trols, gente anónima, o a personas cuya actitud sea poco menos que constructiva.
Pero hagamos por última vez una excepción. Mosguel por como te diriges a mi con esa actitud solo puedo recomendarte que leas primero el libro que cito y luego hablemos.
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