Alguien dijo alguna vez que las grandes revoluciones de la ciencia tenían algo en común: haber bajado al hombre del pedestal en el que se había subido. Copérnico, Freud y Darwin es lo que hicieron. De todos ellos, es Darwin, discutiblemente el mayor revolucionario de la historia, el que cambió (aunque muchos no quieren enterarse, claro) la visión que tenemos de nosotros mismos y el lugar que ocupamos en la naturaleza. Nos dejó huérfanos de sentido.
Darwin ataca nuestra vanidad humana, que es muy grande, nos dice que somos animales, todo lo especiales que queramos, pero animales, y eso duele. Nos gusta creer que somos diferentes, que somos ángeles creados a semejanza de Dios, que somos la guinda de la "Creación", no nos gusta que nos recuerden que tenemos tripas e instintos y que somos un animal más en el árbol de la vida. Se cuenta la anécdota de que la mujer del obispo de Worcester al publicarse el Origen de las Especies exclamó: “¡Dios mío, que descendemos de los simios!, esperemos que no sea cierto, y si lo es, recemos para que no se sepa”
Cuando queremos entender un fenómeno, casi siempre empezamos por Platón y Aristóteles. Pero Darwin nos dice que si queremos entender la naturaleza humana hay que ir más atrás que Platón y Aristóteles, que todo no empieza con ellos, que el que entendiera al mandril haría más por la metafísica que Locke. Hay que ir a nuestros primos primates y estudiarlos, como hacen los primatólogos. Hay que ir a nuestros primos segundos los mamíferos y estudiar muchas de sus conductas para entender las nuestras...y en muchas otras cosas tenemos que ir incluso más atrás, a los reptiles, e incluso a las bacterias y los virus.
Esta idea está muy bien recogida en este poema de Jesús Lizano, al que el profesor Pitiklinov se ha animado a poner ritmo de blues:
MAMÍFEROS (Jesús Lizano)
Yo veo mamíferos.
Mamíferos con nombres extrañísimos.
Han olvidado que son mamíferos
y se creen obispos, fontaneros,
lecheros, diputados. ¿Diputados?
Yo veo mamíferos.
Policías, médicos, conserjes,
profesores, sastres, cantoautores.
¿Cantoautores?
Yo veo mamíferos…
Alcaldes, camareros, oficinistas, aparejadores
¡Aparejadores!
¡Cómo puede creerse aparejador un mamífero!
Miembros, sí, miembros, se creen miembros
del comité central, del colegio oficial de médicos…
académicos, reyes, coroneles.
Yo veo mamíferos.
Actrices, putas, asistentas, secretarias,
directoras, lesbianas, puericultoras…
La verdad, yo veo mamíferos.
Nadie ve mamíferos,
nadie, al parecer, recuerda que es mamífero.
¿Seré yo el último mamífero?
Demócratas, comunistas, ajedrecistas,
periodistas, soldados, campesinos.
Yo veo mamíferos.
Marqueses, ejecutivos, socios,
italianos, ingleses, catalanes.
¿Catalanes?
Yo veo mamíferos.
Cristianos, musulmanes, coptos,
inspectores, técnicos, benedictinos,
empresarios, cajeros, cosmonautas…
Yo veo mamíferos.
del libro Novios, Mamiferos y Caballitos
3 comentarios:
Mira que partirse el "pecho" (mamifero) con un blues!!
Genial adaptacion de genial poema.
Y es que...menudo poema estamos hechos ciertos mamiferos
Lo más grande... lo más grande. Si en vez de un blues hiciera una copla...
Pitiklinov, eres un máquina.
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