sábado, enero 13, 2018

Dios los cría y ellos se juntan

Los humanos tienden a formar relaciones con personas que se les parecen, esto es algo conocido por la psicología popular como refleja el refrán que da título a la entrada. Pero hay un creciente interés por conocer el grado en el que la genética está implicada en la formación de las relaciones sociales, un campo que se ha denominado sociogenómica. 

Por ejemplo, se ha comprobado que los esposos son más parecidos genéticamente entre sí que parejas al azar tomadas de la población. El grado de esta “homogamia” genética, como se denomina, es modesto. Sin embargo, esta pequeña homogamia puede tener implicaciones, según los expertos, para modelos estadísticos y médicos de herencia y en modelos sociales de efectos de los esposos. Pero el matrimonio no es el único grupo social con evidencia de que hay una selección genética. Los amigos adultos son, de media, más similares genéticamente que parejas tomadas al azar de la población. El nivel de parentesco genético sería equivalente al de primos de cuarto grado. El parecido genético entre amigos es importante por dos razones. Primero, las redes sociales pueden influir en los mercados de parejas (las parejas surgen entre amigos) por lo que el parecido genético entre amigos puede ser una fuente del parecido genético entre esposos. Segundo, pueden existir efectos genéticos sociales, es decir, los genes de otros tienen un efecto en nuestro fenotipo, luego hablaremos algo más sobre esto.

Un trabajo reciente de Domingue y cols. ha estudiado el grado de similitud genética entre amigos y entre compañeros de colegio. Los resultados de parecido genético entre amigos son positivos con una similitud genética que es unos dos tercios de la que estos autores han obtenido previamente entre esposos. Después, estudiaron si los amigos son entre sí más parecidos en tres dimensiones genética que están relacionadas con el fenotipo: el éxito académico, el IMC (indice de masa corporal) y la altura. Encuentran que el éxito académico está fuertemente correlacionado entre amigos (0.42), el IMC muy poco (0.12) y la altura prácticamente nada (0.09). 

¿Por qué se parecen genéticamente  los amigos entre sí? Los autores manejan dos hipótesis que no son incompatibles entre sí. La primera hipótesis es lo que se llama “homofilia social” que es fácil de entender: los amigos forman sus amistades en base a unas características similares (ser altos o bajos, ser de familias con más estudios o menos, o en base a rasgos de personalidad parecidos…). Cuando las características que influencian la formación de vínculos son heredables (y muchas de ellas lo son) la homofilia social genera parecido genético entre amigos. La segunda hipótesis es que los amigos son más parecidos genéticamente porque la gente tiende a formar amistades dentro de ambientes que están socialmente estratificados (vivir en el mismo barrio, ir a la misma escuela…). Los autores lo llaman estructuración social. Cuando los genes influyen en los ambientes sociales en los que viven las personas (y sabemos por ejemplo que los genes influencian el nivel socioeconómico que se consigue) esta estructuración social puede generar parecido genético entre amigos sin que se hayan seleccionado fenotipos similares como señalábamos en la primera hipótesis, la de la homofilia social. Sin embargo, estos dos procesos no son excluyentes, una amistad se puede formar primero por estructuración social y después porque dentro de ese barrio o colegio unos amigos se unan por determinadas características fenotípicas. 

Pero, como decíamos, los autores también estudiaron el parecido genético entre compañeros de colegio y el resultado también es positivo aunque en menor grado que entre amigos. Los compañeros de colegio también se parecen más genéticamente que dos personas tomadas al azar y aquí la explicación más probable sería la de la estructuración social. 

Pero ahora viene la parte más divertida de este estudio, la de la influencia del genoma social (el genoma de las personas con las que nos relacionamos) en el fenotipo de un individuo. ¿Se asocia el genoma de los demás con nuestra propias características? Bien, la importancia de todo esto que estamos hablando sobre el parecido genético entre esposos, amigos y compañeros de colegio tiene que ver con lo que se llaman efectos sociales genéticos o efectos sociales indirectos (para los que quieran abundar en este tema incluyo algunas referencias más abajo). Los efectos genéticos sociales se refieren a la influencia del genotipo de un organismo en el fenotipo de organismos diferentes. Estos efectos se han estudiado sobre todo en animales y el caso clásico es el de la madre en mamíferos. Rasgos de los hijos como el crecimiento corporal dependerán de la capacidad de cuidado que tenga la madre, capacidad que tiene una influencia genética. Así que el crecimiento de la cría no dependerá sólo de sus genes relacionados con el crecimiento sino también de los genes de cuidado maternal de la madre. De la misma manera, si unos mejillones tienen una capacidad de crecimiento mayor, acapararán recursos y originarán un menor crecimiento en otros mejillones de su entorno.

Pues bien, los autores han hecho unos complicados cálculos genéticos y su conclusión es que los genes de los amigos (las puntuaciones poligénicas de los mismos) se asocian al rendimiento académico del individuo estudiado. Es decir, que podemos predecir el rendimiento académico de un individuo por los genes de sus amigos. Esto no ocurre con la altura, no podemos predecir la altura por la de los amigos, pero sí ocurre en menor medida con el peso. La genética de los individuos del medio social de una persona influencian el fenotipo (las características) de esa persona. Los genes de las personas de nuestra red social pueden afectar a nuestro riesgo  de obesidad o al éxito académico que consigamos

A nivel teórico, esta perspectiva de los efectos genéticos sociales difumina la diferencia entre genes y ambiente porque parte de nuestro ambiente son los genes de los demás. El ambiente son genes…el ambiente consiste en genes. Es algo obvio pero a veces las cosas obvias nos pasan desapercibidas.

Referencias:









1 comentario:

idea21 dijo...

Supongo que esto se relaciona con las historias que están llegando ahora sobre incestos entre medio hermanos que se han criado separados (hijo de papá con su primera esposa e hija de papá con su segunda esposa...). Su vinculación genética los aproxima psicológicamente y los hace más compatibles. Y como se han criado separados el efecto Westermarck no se hace presente si no se han conocido en persona hasta que ya son adolescentes.