"La
estacionalidad de algunas formas de enfermedad afectiva y su
sensibilidad a los factores ambientales pueden ser pistas sobre su
naturaleza: puede ser un trastorno de los sistemas que median la
adaptación del organismo a los cambios en el entorno físico".
(Rosenthal)
Ernst Kretschmer
fue un psiquiatra alemán de esos que aparecian en todos los libros de
texto de Psiquiatria anteriores al DSM y que sin saber porqué acabó
desapareciendo de los manuales, despreciado por aquellos que
aparentemente habian refutado sus teorías.
Kretschmer suponia que el trastorno bipolar estaba relacionado con la constitución pícnica, asi
como con ciertos rasgos de carácter, mientras que la esquizofrenia y la
esquizotipia lo estaba con los leptosómicos. Se trata de un hallazgo
clásico de la psiquiatria, de esos que cíclicamente se refutan y se
confirman. Con la llegada de la estadística y de los psicólogos
conductistas, la literatura cientifica acabó por desprestigiar de tal
modo las teorias de Kretschmer que es muy posible que hoy un residente
de psiquiatría no haya oido hablar de este hombre.
El caso es que
recientemente un trabajo húngaro ha vuelto a traer a la actualidad, los
trabajos de Kretschmer en el sentido de haber replicado sus hallazgos:
existe una relación estadísticamente significativa entre el trastorno
bipolar y la constitución pícnica, algo que por cierto ya se conocia
desde la antigüedad, antes de que hubiera modelos estadísticos: el mismo
Hipocrates habia hecho esta misma observación.
Julia Sherman es
una de las psiquiatras que han traido a la palestra de nuevo a
Kretschmer en un articulo muy interesante (Sherman, 2012) que sostiene
la sugestiva idea de que el trastorno bipolar sería una adaptación climática. Una teoria que ella ha denominado EOBD-R (Evolutionary origins of bipolar disorder revised)
En
síntesis lo que habría sucedido, según ella, es que nuestra especie
(Sapiens) habria llegado a Europa de forma tardía donde los
neanderthales les cerraban el paso dando interés a la hipótesis de un
enfrentamiento y entrecruzamiento entre ambas especies de hominidos, los
neanderthales contaban con una ventaja: estaban perfectamente adaptados
al clima frío gracias a haber desarrollado una adaptación genética de
resistencia al frio. Esa resistencia al frio consistiria en lo que hoy
entendemos como depresión y mania cíclicos (trastorno bipolar o
circular). En invierno y con el fin de ahorrar energía, calor y grasa,
los individuos entrarían en una especie de sopor, inmovilidad, anorexia,
pérdida de libido y amenorrea en mujeres (algo de lo que ya hablé en este post y
que llamamos teoria de la hibernación) y en primavera-verano se
interrumpiría este mecanismo apareciendo una fase de hipomanía, es decir
de una mayor actividad sexual, gasto de energía, euforia y
expansividad.
De manera que el trastorno bipolar estaría ligado
por una parte a la constitución pícnica (compacta) tipica de los
neandhertales, fuertes, rechonchos, de brazos cortos y cuellos y cabeza
poderosos. La idea de que el medio ambiente frío y el calor afectan a la
forma y tamaño del cuerpo es un principio ampliamente aceptado en la
antropología física (Jurmain et al. 1997). Un núcleo de cuerpo grueso,
con el tronco relativamente grande en comparación con la longitud de los
brazos y las piernas, favorece la conservación de calor. Por lo tanto,
la asociación entre trastorno bipolar y un físico pícnico sugiere que el
grupo ancestral fue sometido a las presiones selectivas de frío.
Por otra parte estaría vinculado también con la estacionalidad. Los
comportamientos bipolares serian adaptaciones a entornos frios
(glaciales) con inviernos largos y veranos cortos viviendo en pequeños
grupos aislados por el hielo, las condiciones climáticas mas duras que
los humanos han conocido para sobrevivir. En este sentido distintos
autores entre los que hay que contar a Wher y Rosenthal han afirmado que
el trastorno bipolar seria una adaptación al frío y que se habria
producido en Europa en lalitudes cercanas a la actual Inglaterra como
limite superior. De hecho es muy poco frecuente en la población africana
aun hoy y es poco probable que el circulo ártico estuviera habitado en
aquellas condiciones durante el Pleistoceno.
Pues existen muchas
similitudes entre el tratorno bipolar y el ciclo de conductas de
hibernación que sugieren que ambos conjuntos de comportamientos
evolucionaron en respuesta a la adversidad del medio ambiente.
Con
respecto a la depresión ya hemos comentado su función de conservación
de la energía en un amplio grupo de animales y que no siempre tienen que
ver con el frío sino a veces con otras condiciones ambientales como la
sequia (lemures) o el excesivo calor.
Por contra durante el corto
verano, la hipomanía sería adaptativa ya que muchas de las tareas
necesarias para la supervivencia son necesarias que se lleven a cabo en
un corto período de tiempo. El aumento de actividad y aumentado el
interés en el sexo, social, y actividades dirigidas a objetivos de logro
máximo permitido de tareas necesarias para la supervivencia. Una
elevada autoestima facilitaría el cortejo y el inicio de nuevas
actividades, asi como la epxloración de nuevos nichos alimentarios.
En
el extremo del continuo, la manía tiene el potencial de adaptación para
las emergencias y las circunstancias de desafío físico. En estas
situaciones, la fuerza sobrehumana y la habilidad de continuar sin
sentir la necesidad de comer y dormir, sería ventajoso incluso en los
tiempos modernos (Whybrow 1997). La hipomanía en este sentido seria como
un interruptor de la depresión y serviria para poner fin al estilo de
vida depresivo cuando ya no fuera adaptativo y este interruptor puede
funcionar en cuestion de horas. Este "mecanismo de cambio" puede ser una
reacción de emergencia que se desarrolló en respuesta a la
vulnerabilidad del estado depresivo.
El reloj biológico.-
En
un artículo poco conocido en "Cronobiología Internacional", Wehr (1990)
llama la atención sobre algunos puntos relevantes para estas ideas
teóricas: (1) "Una función principal de los ritmos circadianos puede ser
el de organizar la economía del organismo de tal manera que los gastos
de energía ocurran durante los intervalos del ciclo día-noche, y en los
lugares, en los que la probabilidad de éxito en el cumplimiento de los
objetivos de esos gastos es elevado. La conservación de la energía se
produce cuando la probabilidad de éxito es baja. Esto es esencialmente
la misma función que se ha atribuido a los ritmos biológicos
estacionales, en particular los de la hibernación y reproducción ". (2)
Dos estrategias genéticamente programadas de hacer frente a las amenazas
a la homeostasis de la energía o la supervivencia son el compromiso y la retirada,
lo que puede reflejarse en comportamientos maníacos y depresivos. Estas
estrategias pueden ser evocados por las tensiones imprevisibles, como
derrotas sociales ("homeostasis reactiva"), o pueden ser provocados por
procesos endógenos en previsión de las tensiones regularmente
recurrentes, tales como la escasez estacional de alimentos, "homeostasis
predictiva". "El primer tipo de respuesta podría corresponder a
episodios afectivos psicógenos y este último a los estacionales" (13).
(3) "Parece probable que las interacciones entre los relojes y síntomas
siempre sería bidireccional".
Naturalmente los datos de que
disponemos hoy sobre ritmos estacionales en el trastorno bipolar son
heterogéneos. Cualquier psiquiatra sabe que la primavera y el verano son
las estaciones donde es previsible que haya más ingresos hospitalarios
de maníacos. Sin embargo son de esperar tambien episodios maníacos fuera
de la estación primavera-verano. La razón de esta discrepancia una vez
más hay que ir a buscarla en el concepto causa proxima/causa remota. Simplemente el nicho climático en que estas conductas evolucionaron ya no existe.
Sueño e hibernación.-
La hibernación es una adaptación que ciertos mamíferos desarrollaron
para hacer frente a las extremas condiciones de vida que comenzaron en
la Tierra hace más de 100.000 años, que tuvo su apogeo hace 20.000 y que
comenzó a retroceder hace unos 10.000 años.
Osos, hámsteres, marmotas y ardillas entre otros son capaces de
hibernar a fin de eludir los costos de los duros inviernos y del déficit
alimentario. Lo mejor que puede hacerse en invierno y en ciertos
lugares es retirarse, guardar fuerzas para la primavera y vivir de los
recursos almacenados en la grasa.
Lo interesante de la hibernación es que está regulado por factores
como la luz y la temperatura, de manera que los animales principalmente
hibernan en otoño-invierno cuando los días comienzan a acortarse y las
temperaturas comienzan a bajar, para despertar en primavera-verano
cuando el día comienza a alargarse. Lo curioso es que este mecanismo es
automático, tanto que incluso el despertar de una marmota puede señalar
el buen tiempo (y es por eso que el 2 de febrero es un día clave para
las marmotas y las candelarias), es decir hay algo en el cerebro de
estos animales que puede predecir el tiempo.
Pero más interesante aun es que el que hiberna, no lo hace todo el
tiempo, sino que a veces se despierta para comer algo y mover sus
músculos puesto que la inmovilidad por sí misma puede provocar ciertas
enfermedades. Es como un duerme-vela que además se lleva a cabo
esperando tiempos mejores.
El misterio sin embargo es el siguiente: ¿Por qué los chimpancés, las
ratas o el hombre no hibernan? ¿Es que no sería beneficioso para
nosotros retirarnos del mundanal ruido de vez en cuando?
Una de las respuestas a esta pregunta es que nosotros no vivimos en
entornos tan frios y hostiles como el oso polar por ejemplo, es muy
posible que estas condiciones de hibernación hayan evolucionado como
respuesta a las condiciones climáticas y sean adaptaciones al frío y a
la escasez. (El lector puede leer este post donde hablé de las aclimataciones de los neandhertales y de la posibilidad de cruces con nuestra especie)
Sin embargo han sido descritas en ciertas especies fenomenos
similares relacionados con el verano (estivación) e incluso con la
sequía, de modo que el proceso de retirarse a dormir una siesta
estacional no está relacionado concretamente con el frío sino con la escasez,
es decir con la previsión de recursos. Es por esta razón que las aves
migratorias no hibernan y probablemente esta es también la razón por la
que el humano no lo hace tampoco, es bien sabida nuestra mania por
viajar, somos nómadas.
El letargo metabólico en humanos.-
Nosotros los humanos no hibernamos probablemente porque nuestra
conducta en relación con los recursos y nuestros nichos ecologicos son
cambiantes y nos impulsa a buscar y encontrar recursos a partir de
nuestra movilidad.
La principal consecuencia que tiene esta regulación es que carecemos
de un reloj biológico que coordine y regule nuestro metabolismo a la
baja en epoca de escasez. En mi opinión nuestra especie consiguió a
cambio de este hándicap, otras prestaciones. Lo que nosotros hoy
entendemos como depresión y mania serian las manifestaciones arcaicas de
tal sustitución.
La relación entre la depresión y la periodicidad de los ciclos de
hibernación a los que suceden ciclos de reproducción y de expansividad
ha sido señalada por una multitud de autores, citaré entre ellos a
Albert Demaret (1982).
Para Demaret:
El comportamiento territorial es el mejor modelo animal para explicar
el comportamiento bipolar (maniaco-depresivo), efectivamente, está
relacionado con las estaciones y con la búsqueda de alimento, pastos y
territorios para el acoplamiento. El concepto de territorialidad cambia
según las especies estudiadas y no es lo mismo en las nomádicas que se
mueven constantemente de lugar en busca de nuevos pastos que en aquellas
que simplemente disponen de un territorio fijo y se limitan a escarceos
puntuales fuera del mismo, estas especies necesitarán marcajes,
aquellas no. Así y todo está demostrado que incluso en aquellas
nomádicas como los herbívoros, ñus o cebras existe un perfecto orden
territorial en la marcha de la manada y un orden cerrado, casi militar
en la disposición de los individuos según el rango (Hamilton 1971). Una
marcha que está determinada por los ciclos temporales y los recorridos
ancestrales que las especies recorren una y otra vez con la tozudez de
un instinto ciego, aquel tan perfecto que no puede aprender nada nuevo.
La periodicidad en los humanos está muy poco relacionada ya con los
vaivenes de las estaciones entre otras cosas porque de haberlas tenido
en ambiente ancestral hoy resultarian inadaptativas. Sabemos que existe
un pico de incidencia de trastornos afectivos en primavera y en otoño,
pero es imposible predecir una recaída en un paciente depresivo o
maníaco. A veces estas recaídas carecen de todo matiz estacional. Todo
parece indicar que de haber existido un origen estacional en la psicosis
maníaco-depresiva se ha convertido hoy en un vestigio.
Sabemos que estas enfermedades son periódicas, pero no sabemos en
cada persona qué elementos personales inciden en sus recaídas,
haciéndonos dudar de su carácter realmente periódico o caótico (un orden
de regularidad dentro de la irregularidad). Los aspectos circadianos de
sus mejorias-empeoramientos correlacionan con los ciclos del cortisol,
pero desconocemos qué significado tienen los cambios atmosféricos en la
incidencia de una recidiva, aunque intuimos que el calor puede ser un
factor de reincidencia, así como la mayor cantidad de horas de luz solar
como tambien su contrario: existen depresiones de invierno y
depresiones de verano.
Para explicar este fenómeno se ha dicho que la organización social ha
trastocado los ritmos periódicos que vinculaban al ser humano con la
naturaleza, no solamente por la imposición de horarios laborales, de
sueño y de alimentación, sino que probablemente ha borrado incluso la
relación de la enfermedad con los más que probables estímulos cósmicos
que en su origen le suponemos.
Con esta perspectiva, no es de extrañar que haya habido varios
intentos por emular el letargo metabólico en los humanos. Uno de los
experimentos más exitosos ha sido el del equipo de Mark Roth,
del Instituto Fred Hutchinson, en Seattle, que se publicó en Science en
2005. Roth logró inducir una hibernación metabólica reversible en
ratones al introducirlos en una cámara hermética cuyo aire contenía 80
partes por millón de sulfuro de hidrógeno. En seis horas, los
científicos convirtieron los ratones de sangre caliente en animales de
sangre fría, que es en esencia lo que ocurre de forma natural con los
mamíferos hibernados.
Mark Roth es algo así como el profeta de la suspensión animada,
algo que conocemos por las peliculas de ciencia ficción y que permite a
los astronautas permanecer en un profundo letargo mientras viajan por
el espacio. Aquí hay una conferencia suya en TED.
Tal y como podemos leer en este trabajo
de estos dos neurofisiólogos de Estrasburgo, la hibernación no es un
sueño aunque ambos procesos se parecen. La hibernación es la conversión
de un animal homeotermo en uno ectotermo, de sangre caliente a sangre
fría. Lo cierto es que según cuentan los neurofisiólogos en su estudio
en ambas condiciones está implicado el sueño nREM, es decir el sueño
profundo.
Sólo que en la hibernación se reduce de una manera considerable, el
ritmo cardiaco, la tensión arterial, la temperatura corporal y cerebral,
el gasto de oxígeno y el gasto total de energía. La hibernación es una
suspensión de la actividad dejándola bajo mínimos, algo muy parecido a
la muerte, aunque el corazón sigue latiendo.
Algo que comparte con el sueño nREM normal y corriente solo que
cuando dormimos no llegamos ni de lejos a este estado de desconexión que
observamos en la hibernación. Y aunque de momento la hibernación en los
humanos no deja de ser una fantasía es probable que dicho fenómeno
pudiera hacerse realidad, naturalmente no a través del sulfuro de
hidrogeno que Roth propuso para sus ratas sino a través del
descubrimiento del reloj biológico humano y sus correlatos hormonales.
Por alguna razón ni las ratas ni los primates, ni por supuesto
nosotros los humanos hibernamos. Es muy probable que en aquellos
animales que si lo hacen dicho estado venga mediado por una hormona. Si
fueramos capaces de descubir esta hormona (o un alelo fisico-quimico) en
nuestra especie no cabe ninguna duda de que obtendriamos muchas
aplicaciones medicas de interés. Si yo fuera Roth buscaria un derivado
del opio como inductor de hibernaciones en humanos.
La primera aplicación que se me ocurre en los traslados de pacientes
críticos: no sería necesario mantenerlos con vida y estables durante un
largo traslado, bastaría con ponerles a hibernar mientras dura el viaje.
Pero sin duda la ventaja más interesante procedería de cortar nuestra dependencia del oxígeno.
El oxígeno no sólo es necesario para vivir sino que siendo como es un
remedio para seguir vivo es tambien un veneno celular, nuestras celulas
envejecen y se oxidan por ese continuo trasiego del gas en nuestra
sangre. La hibernación al reducir prácticamente su consumo a un mínimo
de subsistencia daría tiempo a nuestro organismo a repararse.
Y no sólo a repararse sino a eludir los efectos secundarios de los
tratamientos oncológicos (quimio y radioterapia), minimizar los riesgos
de la cirugía a corazón abierto y otras aplicaciones de interés
médico-quirúrgico.
Y quién sabe si de este modo podríamos liquidar la depresión y el trastorno bipolar, al fin de cuentas la hibernación no seria sino un sueño que está más allá del sueño.
El ADN neandhertal.-
Cíclicamente aparecen noticias (aqui hay un buen post
sobre este asunto) acerca de si hubo entrecruzamientos entre el sapiens
y el neandhertal -habitante autóctono de estos entornos anteriormente
descritos- y ciclicamente tambien aparecen noticias que las desmienten.
Personalmente no tengo ninguna duda (conociendo la lujuria de nuestra
especie) de que si hubo un encuentro entre Neandhertales y Sapiens hubo
tambien cópula y mezcla de fluidos genéticos entre ambos. Y parece que
si, que nos encontramos en Europa en época glacial y según dice este
señor llamado Svante Paabo nuestra especie es portadora de al menos un 2.5 de ADN neandhertal.
El
ultimo descubrimiento ha sido definitivo cuando hemos podido secuenciar
el ADN del neandhertal, al parecer sí hubo hibridación. Aqui en este video de RTV puedes visionar el documental.
¿Heredamos
de ellos el trastorno bipolar? o lo que es lo mismo ¿Heredamos de ellos
la capacidad de adaptarnos a ambientes fríos y hostiles?
Bibliografia.-
Julia Sherman: "Evolutionary origin of bipolar disorder-revised: EOBD-R"Medical hipotheses 78, 2012.
Kretschmer, E. (1970) Physique and character, 2d ed., Couper Square Publishers.
Albert Demaret: “Etología y psiquiatría”. Herder 1982.
2 comentarios:
Las preguntas finales tienen por ahora difícil respuesta, parece, y esto se deduce de todas las evidencias e hipótesis presentadas en el post, que apuntan en una dirección pero exigen que se recorra un largo camino científico. Pero la relación entre el sueño y depresión a mi siempre me ha parecido clara. Creo que una vía adicional de investigación sería la de un estudio de los ritmos del sueño, los circadianos y la incidencia de la depresión. Para ello habría que conocer más en profundidad que funciones desempeñan exactamente los distintos tipos de sueño (REM, profundo...)
Tengo 40 años tengo trastorno bipolardesde los 25 y estoy convencido de que esta relacionado 100% con la apenas de sueño me detectaron también apenas y recuerdo en ni juventud que me levantaba muy cansado pero seguía trabajando a muy alto ritmo hasta que tuve un cuadro que creo que fue debido a la acumulación de falta de descanso por la apnea de sueño no detectada a tiempo ...tomo mi medicación para el tb y también mi aparato para respirar mejor mejoro la vida pero el tb hay que luchar tofos los dias...ánimo a quien lo tenga y solo tenemos una vida hay que luchar hasta el final saludos
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