miércoles, diciembre 18, 2013

De la comunicación a la cultura (entrevista a Thom Scott-Phillips)



Thom Scott-Phillips

Los seres humanos nos comunicamos principalmente a través del lenguaje. O eso al menos parece, dado que tiene cierta sonoridad y cierta hilazón lógica, características que lo hacen protagonista en las interacciones de las que somos conscientes. Pero por delante de nosotros, y mientras contamos los pases de unos jugadores de baloncesto en una cancha, puede pasar un gorila y ni nos enteramos (esto lo demostraron los psicólogos Christopher Chabris y Daniel Simons en un famoso experimento), por lo que, igualmente mientras nos concentramos en las frases del interlocutor, bajo el umbral de la consciencia, naturalmente, pasan muchas otras cosas. Mientras hablamos además acompañamos el lenguaje externamente (con gestos, ademanes, miradas…) e internamente (con la entonación, intensidad de la emisión sonora, su musicalidad…). Parte, sin duda, llegamos a procesarlo conscientemente, pero es la punta de un iceberg.

En conjunto transmitimos a nuestros congéneres a diario una enorme cantidad de información, siendo inundados por otra cantidad aún mayor por parte de estos, que son generalmente más y nos “atacan” por varios frentes. ¿Es nuestro cerebro capaz de procesar tal aluvión de información, tanto de forma consciente como inconsciente? Por lo que se sabe no. Por ejemplo los trabajos de Paul Ekman, el famoso psicólogo experto en detección de mentiras (y los gestos y ademanes a ella asociados), ha llegado a la decepcionante conclusión de que mentir es muy fácil y ser engañado aún más, incluso si uno busca atentamente indicios de mentira en el cuerpo ajeno (no sólo en el rostro o en la voz o en el mensaje verbal comunicado). 

Piénsese por ejemplo, y por cambiar aparentemente un poco de tema, en el hombre o la mujer enamorados. Se ha comprobado que su corteza frontal dorsolateral, que se encarga, al menos en parte, de analizar las cosas que nos ocurren de una forma relativamente objetiva y neutra está por completo anulada cuando se presta atención al objeto de nuestra predilección erótico-amorosa. En cambio el cerebro emocional que actúa bajo la superficie de la zona orbitofrontal de la corteza permanece activado. “¡Miénteme cariño!”.

El psicólogo Robert Feldman llega más lejos al afirmar que mentir es, en cierto sentido, positivo, ya que puede hacer más fluidas las relaciones sociales. Y, en general, puede que sea algo inherente al desarrollo mismo del lenguaje en la evolución.

La comunicación es algo muy viejo y muy extendido en la naturaleza. Es necesaria especialmente entre animales sociales, dónde se vuelve más sofisticada. Aquellos otros animales de vida libre pueden haber heredado unos genes que expresan un fenotipo que les oculta de sus predadores o de sus presas, como por ejemplo los bichos palo o los camaleones que se mimetizan con las plantas circundantes….todos ellos, predadores o presas, parecen lo que no son, y de este modo evitan ser comidos u obtienen su alimento. Pero nada hace pensar que sean conscientes en algún grado de ese hecho, su camuflaje es inherente a su diseño.

Los animales sociales tienen un doble entorno: el ecológico y el social. Según gana en importancia el segundo la pierde el primero (cognitivamente hablando -y le dedicamos menos áreas especializadas del cerebro). Y esto suele suceder en la medida en la que el segundo encuentra en el primero el necesario acomodo. Para Darwin, por ejemplo, la selección sexual desempeñó un papel crucial en la evolución de las razas humanas, teniendo presente que la presión selectiva del entorno ecológico ya no era tan fuerte como la ejercida por los gustos de los propios seres humanos. Por tanto, a juicio de Darwin, no solamente el clima y otras condiciones ambientales explicarían las diferencias morfológicas entre distintas razas. La preferencia de ambos sexos por un determinado tipo de pareja en culturas aisladas podría determinar una evolución empujada por la selección sexual y ¡la cultura!

Pero ¿qué es eso de la cultura y qué tiene que ver con la comunicación? Pues bien, la cultura es aquello que se comunica entre generaciones, pero no de forma genética, sino a través de comportamientos. Y de entre todos los comportamientos el más exitoso para la transmisión cultural ha sido en comportamiento lingüístico, el habla primero, en un protolenguaje, el lenguaje progresivamente fluido, después, y la creación de un método de registro duradero del mismo, la escritura acompañado de un método para comprenderlo indefectiblemente asociado; la lectura.

El hombre, que es capaz de comunicarse lingüísticamente, transmite a sus congéneres los viejos mensajes cuya huella ha quedado impresa en su naturaleza (desde un sonrojo avergonzado hasta un repiqueteo nervioso de manos impaciente), y lo hace acompañando el movimiento y la fisiología sutiles de su cuerpo visible, de otros movimientos físico-fisiológicos enormemente sofisticados en la lengua, boca, cuerdas vocales, y dentro del cerebro en el área de Broca, que parece ser, según estudios recientes de neuropsicología cognitiva, la que maneja y manipula gran parte de los signos lingüísticos y los significados o símbolos a ellos asociados, monitorizando imágenes mentales alojadas en distintas partes del cerebro (visual, táctil, auditiva…) y haciendo el papel de área del pensamiento y de, en definitiva, metacognición lingüística, o malabar de memoria a corto plazo de la cosa lingüística, por un lado, y de enlace con los nervios que articulan el habla, por el otro.

El escalón más alto de la comunicación es el de la Educación. En ella el emisor transmite una información compleja de acuerdo con un conjunto de símbolos, normas y convenciones compartidos socialmente, aunque con un fuerte enraizamiento biológico, que es el lenguaje. Puede acompañar el discurso de imágenes (que tendrá que enlazar con signos lingüísticos del propio discurso necesariamente, o de propuestas de conducta a los receptores o aprendices, que deberán seguir la pauta marcada por el discurso en la acción sobre el mundo real: ejercicios, prácticas…).Y sólo con educación puede existir transmisión entre generaciones del conocimiento, o lo que es lo mismo, cultura.

De la comunicación a la cultura, como vemos, no hay un salto asombroso. Todo parece haberse producido de una manera natural y pausada. La propia sintaxis, como señala Manuel Martín-Loeches en su libro La Mente del Homo sapiens, siguiendo en parte las ideas de P.T. Schoenemann o Jackendoff, podría no tener tanta importancia como en su momento le otorgaron autores como Chomsky, Finch y Hauser, siendo no más que el resultado del paso gradual de un protolenguaje de símbolos con varios significados a uniones de símbolos concatenadas siguiendo un orden (por ejemplo el sujeto delante de la acción) y todo ello profundamente enraizado no en una capacidad sintáctica y recursiva aparecida en una monstruosa mutación, sino en una transformación lenta, gradual e inexorable de nuestro modo de percibir la realidad en un conjunto de palabras con distintos papeles dentro del cuerpo del lenguaje. Como dice Martín-Loeches: "en el origen del lenguaje estuvo el símbolo, por una mera cuestión de orden. La sintaxis es importante para el lenguaje, que duda cabe, pero su incorporación al mismo vino dada por una necesidad creada previamente". La presión selectiva detrás de esta transformación no sería otra que la necesidad de hacer más fluida la comunicación en los grupos sociales humanos para que pudiesen colaborar de forma más efectiva para obtener los recursos del medio, siendo este, como arriba decíamos, el formado por el ecosistema, por un lado, y el formado por los demás seres humanos, por otro, siendo éstos miembros de otros grupos o del propio. Edward O. Wilson en una más de sus obras magnas (la última) La Conquista Social de la Tierra,  defiende que ha sido nuestra eusocialidad lo que nos ha permitido convertirnos en la especie "dominante". Y sin duda la eusocialidad está en la base del desarrollo del complejo sistema de comunicación del lenguaje y del complejo sistema de comunicación intergeneracional de la cultura derivado del lenguaje.

Thom Scott-Phillips, investigador del Departamento de Antropología de la Universidad de Durham es, como señala en su propia web, "investigador de los orígenes evolutivos de la cultura y de la mente humana, en particular de la comunicación y el lenguaje".

Tras ver uno de sus artículos enlazados por el Doctor Pikitlinov en nuestro blog me interesé por otros artículos de este mismo autor y comprendí de inmediato que teníamos que hacerle algunas preguntas. Dado que él se mostró dispuesto a responderlas, de forma clara y directa, todo fue muy sencillo, lo cual le agradecemos.

El Dr Pitiklinov ha traducido las respuestas al castellano, además de colaborar en la elaboración de las preguntas.


En ingles:

1.-  Communication precedes language and language precedes culture. What is true and what is false in that statement?

Let’s take these two statements one at a time. The first one, that communication precedes language, is true. Languages are, in effect, sets of conventions that cultural groups agree to use: I use ‘dog’ to refer to canine animals, and not, say, feline ones, only because everybody else does. These conventions allow us to use communication more precisely and expressively than would otherwise be the case. I can point to any of the objects in this room, but with language I can refer to any object in the world. I can make a request of others by, say, pushing unchopped vegetables, a chopping board, and a knife, in their direction, but with language I can make requests about things remote in time and space. And so on. In short, languages do not make communication possible; they make it powerful - and as such, communication is logically prior to language. That’s why, in development, children start to use pointing and other forms of non-linguistic communication before they use language.

Now the second statement, that language precedes culture. Culture is defined in many different ways, but in the evolutionary literature there’s broad agreement on something like the following: that culture is anything that is passed down from generation to generation by communication, imitation, and other forms of social learning. If we use this definition, then the statement is clearly false, since plenty of species have culture by this definition, but they do not have language. Many great apes, for example, have traditions of how to use tools to crack nuts, which are learnt from others, by imitation and teaching, and different groups have different traditions. No species has as many cultural traditions as we do, but we are certainly not alone in having them in the first place. Language may be one of the reasons for this since, as an especially powerful form communication, it enables culture to spread more quickly and easily. But language isn’t necessary to have culture in the first place.


2.- When and how do you think the language arose?

Since languages are conventions that make human communication more expressive than it would otherwise be, then to understand the origins of language, we must understand how human communication evolved. Something that isn’t widely appreciated is just how different human communication is to animal communication. This isn’t just a difference of degree, it’s a difference of kind. Unlike animal communication, what makes human communication possible is mechanisms of metapsychology - the ability to reason about others’ mental states (the technical term is ostensive-inferential communication). When I point to my empty glass, I intend that you understand that my glass is empty, but I also intend that you understand that my gesture is communicative in the first place. This sort of interaction is all about expressing and recognising intentions i.e. metapsychology. Non-human species don’t seem to be too good at metapsychology, but humans certainly are (in fact, we have some new data, which we’ll publish soon, which shows that humans are even better at metapsychology than is generally appreciated). So it seems that humans first evolved rich metapsychological abilities - probably because large social groups caused humans to evolve sophisticated forms of social cognition (this is called the social brain hypothesis) - and this enabled us to create a new type of communication. We use this type of communication whenever we point, or otherwise use our bodies to communicate non-verbally. This was then augmented by the creation of linguistic conventions, which, as I say, made this type of communication especially expressive.

The next question is then: how did these sets of conventions - languages - evolve culturally to take the form that they do? That’s a really interesting question, and we are beginning to get good answers to it, but there’s much more to be done, and this is where I think the most exciting work in language evolution will be done in the future.


3.-Culture has allowed us to colonize the whole world and dominate all other beings. To what extent is independent of our biology? Is it more than just the toolset and procedures to satisfy, ultimately, biological requirements?

Culture certainly isn’t independent of our biology. There aren’t languages that use multiply embedded clauses, because our brains, which are part of our biology, find it very difficult to use such languages. (Steven Pinker illustrates this with the example ‘The dog the stick the fire burned beat bit the cat’, which we would more normally express as ‘The fire burned the stick that beat the dog that bit the cat’.) Similarly, supernatural beings, which are also cultural creations, all take certain forms and not others: Pascal Boyer has shown that supernatural beings are ‘minimally counter-intuitive’ i.e. that they are like humans in almost all respects, except one or two (i.e. they are omniscient), because if they were even more counter intuitive than that, our brains struggle to make sense of them.

That doesn’t mean, however, that culture is just a toolset to satisfy biological needs. The toolset is the ability to create culture, and to engage with it, and we all do this, all the time. Indeed, we can’t not do it. But cultures themselves are not just the individual beliefs and behaviours, but rather the sets of beliefs and behaviours that members of a group share. So while biology makes culture possible, that doesn’t mean that it can be reduced to biology.

Most, perhaps all, researchers in this area would agree with that. But some researchers think that these facts pose problems for neo-Darwinism: that the existence of culture means that standard evolutionary theory must be augmented in some way to successfully study and understand human affairs. I don’t think that’s right. Culture does bring complications, but it doesn’t require that we change anything fundamental in evolutionary theory. It’s just a particularly important complexity when studying humans.


4.-Animals send all kinds of signals to attract and repel, to threat and to show submission, and ,especially, they send valid signals , ("truths") and false signals , ( "lies") , in most cases without being aware of this old evolutionary game. But , with language, we have turned  truth and lies into a very useful cognitive resource for social life . Is lying a necessity, as, for example the psychologist Richard Feldman, suggest?

Kornél Esti is a short, humourous novel by the Hungarian author Dezső Kosztolányi. In one chapter, the eponymous lead character takes the narrator to a town in which no-one ever lies. They pass by a number of businesses. The signs outside them are honest about their merits: “Expensive, poor-quality clothes. Kindly bargain, because we will swindle you”; “Inedible food, undrinkable drinks. Worse than at home”; “Stale cakes. Made with margarine and egg substitute”. Yet all these businesses are flourishing. The narrator asks Kornél Esti what is going on. He replies, “Look. Everybody here knows that they themselves, and their fellow men, are honest, sincere, and modest, and they’d rather put themselves down than boast, rather reduce a price than raise it”. The lesson here is that we actually all live in a world in which we are all habitually dishonest, insincere, and immodest – and we are quite comfortable in this world. Indeed, the alternative seems just strange. In short, we take dishonesty for granted, to the extent that we do not even notice it most of the time. So in that sense, Feldman is right. (Hat-tip to Olivier Morin and Olivier Mascaro, who first told me about Kornél Esti.)

But there’s also a deeper and I think more interesting lesson here, about the nature of human communication. Many of these lies are inconsequential, and indeed we don’t even recognise many of them as lies in the first place. What this highlights is that linguistic communication is not really about what is said, but it’s actually about what is intended. More precisely, it’s about what the speaker intends you to believe. Even if what is said is false or unreasonable (“Amazing cakes! Made with the freshest ingredients!”), that doesn’t matter, so long as it’s clear that what they intend you to believe (that these cakes are better than the ones next door) is reasonable. This is another illustration of how human communication is all about metapsychology, about detecting what others intend, and trying to affect their beliefs.


5.- In addition to inform and misinform , language serves to confabulate and to tell stories , particularly our own story, that we tell ourselves in every step .Without others there would be no communication , and without communication there would be no language. Could we say, then, that communication is the ultimate foundation of identity, of our precious "me"?

I’m not sure about that. Communication and language are just two of several things that makes us human. If we had them but didn’t have, say, the imaginations that we do, then we’d tell ourselves different stories. So imagination is important too, and so are many other things.

6.-Frans de Waal wrote that we have language because we are intelligent, and  not that we are intelligent because we have language, do you agree with him?

I don’t know what de Waal’s reasoning was, but there’s at least one sense in which I agree with his conclusion. As I said earlier, language is a particularly expressive form of human communication, and human communication is made possible by rich social cognition. So, yes, we have language because we are socially intelligent. Of course, it’s quite possible that language has increased that intelligence, so there could well be some reciprocal feedback here, but the whole thing is set in motion by the emergence of rich social intelligence.


7.- What are you now working on? What mysteries of human communication would you wish to unveil?

I’m actually just finishing my book, which will come out next year. Its provisional title is The Invention of Meaning. It’s about the evolutionary origins of communication and language.

As for what’s next, I plan to do more work related to your third question, about culture. Why do cultures take the form that they do, and not some other form? What, exactly, is the relationship between human nature, and culture? Dan Sperber has developed a great framework for thinking about these questions (his book Explaining Culture is a little gem), but I would like to develop that further, into a formal theory of culture.




En castellano:

1.- La comunicación precede al lenguaje y el lenguaje precede a la cultura. ¿Qué es verdadero y qué es falso en esta afirmación?

Tomemos las dos afirmaciones por separado. La primera, que la comunicación precede al lenguaje es verdadera. Los lenguajes son, en efecto, conjuntos de convenciones que los grupos culturales acuerdan utilizar: yo uso “perro” para referirme a los animales caninos y no a los felinos, por decir algo, sólo porque todos los demás lo hacen. Estas convenciones nos permiten utilizar la comunicación de una manera más precisa y expresiva que si no las utilizáramos. Yo puedo señalar cualquiera de los objetos de esta habitación, pero con el lenguaje puedo referirme a cualquier objeto del mundo. Puedo pedir algo a los demás, por ejemplo, empujando unos vegetales sin cortar, una tabla de cortar y un cuchillo en su dirección, pero con el lenguaje puedo hacer peticiones acerca de cosas remotas en el tiempo y en el espacio. y así sucesivamente. Resumiendo, los lenguajes no hacen la comunicación posible; la hacen potente - y como tal, la comunicación es anterior al lenguaje. Por esto, durante el desarrollo, los niños empiezan señalando y utilizando otras formas de comunicación no lingüística antes de usar el lenguaje.

Ahora la segunda afirmación, que el lenguaje precede a la cultura. La cultura se define de múltiples maneras pero en la literatura evolucionista hay un amplio acuerdo en algo como lo siguiente: que la cultura es algo que se pasa de generación en generación por comunicación, imitación y otras formas de aprendizaje social. Si usamos esta definición, entonces la afirmación es claramente falsa, ya que muchas especies tienen cultura, según esta definición, pero no tienen lenguaje. Muchos grandes simios, por ejemplo, tienen tradiciones sobre cómo usar herramientas para partir nueces, que se aprenden de otros, por imitación y enseñanza, y diferentes grupos tienen diferentes tradiciones. Ninguna especie tiene tantas tradiciones culturales como nosotros, pero no somos los únicos en tenerlas. El lenguaje pude ser una de las razones para ello ya que, como forma especialmente potente de comunicación, permite a la cultura expandirse más rápida y fácilmente. Pero el lenguaje no es necesario para tener cultura.

2.-¿Cuándo y cómo cree que apareció el lenguaje?

Dado que los lenguajes son convenciones que hacen la comunicación humana más expresiva de lo que sería sin ellos, para entender los orígenes del lenguaje debemos comprender cómo evolucionó la comunicación humana. Algo que no es normalmente apreciado es lo diferente que es la comunicación humana de la comunicación animal. No es una diferencia de grado, sino de clase. Al contrario que la comunicación animal, lo que hace posible la comunicación humana son mecanismos de metapsicología -la habilidad de razonar acerca de los estados mentales de los otros (el término técnico es comunicación ostensiva-inferencial). Cuando yo señalo mi vaso vacío, intento que tú entiendas que mi vaso está vacío, pero también pretendo que entiendas que mi gesto es comunicativo en primer lugar. Este tipo de interacción va por completo de expresar y reconocer intenciones, es decir, metapsicología. Las especies no humanas parece que no son buenas con la metapsicología, pero los humanos sí lo son (de hecho, tenemos nuevos datos, que publicaremos pronto, que muestran que los humanos son mejores en metapsicología de lo que se acepta generalmente). O sea, que parece que los humanos primero evolucionaron unas ricas capacidades metapsicológicas -probablemente porque los grandes grupos sociales causaron que los humanos evolucionaran formas sofisticadas de cognición social (esto es la llamada hipótesis del cerebro social)- y esto les permitió crear un nuevo tipo de comunicación. Usamos este tipo de comunicación siempre que señalamos o usamos nuestro cuerpo de otra manera para comunicar de forma no verbal. Esto fue luego aumentado por la creación de convenciones lingüísticas, que, como he dicho, hicieron este tipo de comunicación especialmente expresiva

La siguiente cuestión es: ¿cómo evolucionaron culturalmente estas convenciones -lenguajes- para tomar la forma que tienen? Ésta es una pregunta muy interesante y estamos empezando a tener buenas respuestas para ella, pero hay mucho por hacer todavía, y aquí es donde yo creo que se hará la investigación más excitante en evolución del lenguaje en el futuro.

3.- La cultura nos ha permitido colonizar todo el mundo y dominar al resto de seres vivos. ¿Hasta qué punto es independiente de la biología? ¿Es algo más que el conjunto de herramientas y procedimientos para satisfacer, en última instancia, requerimientos biológicos?

La cultura, ciertamente, no es independiente de la biología. No existen lenguajes que utilicen frases múltiples incrustadas porque nuestros cerebros, que son parte de nuestra biología encuentran muy difícil utilizar esos lenguajes. (Steven Pinker ilustra esto con el ejemplo “el perro el palo el fuego quemó pegó mordió el gato” que normalmente expresaríamos como “el fuego quemó el palo que pegó al perro que mordió al gato”) Igualmente, los seres supernaturales, que son también creaciones culturales, tienen todos ciertas formas y no otras: Pascal Boyer ha demostrado que los seres supernaturales son “mínimamente contraintuitivos”, es decir, son como humanos en todos los sentidos excepto en uno o dos (por ejemplo, son omniscientes), porque si fueran más contraintuitivos que eso, nuestros cerebros tendrían problemas para darles sentido. Esto no significa, sin embargo, que la cultura es simplemente una caja de herramientas para satisfacer necesidades biológicas. El conjunto de herramientas es la capacidad de crear cultura, y dedicarse a ello, y todos hacemos esto, continuamente. En realidad no podemos evitarlo. Pero las culturas no son creencias y conductas individuales, sino un conjunto de creencias y conductas que comparten los miembros de un grupo. Así que aunque la biología hace posible la cultura, esto no significa que la cultura pueda ser reducida a biología

La mayoría, o quizá todos, de los investigadores en este área estarían de acuerdo con esto. Pero algunos investigadores creen que estos hechos plantean problemas al neo-darwinismo: que la existencia de cultura significa que la teoría de la evolución estándar debe ser ampliada de alguna manera para estudiar con éxito y entender los asuntos humanos. No creo que esto sea cierto. La cultura plantea complicaciones, pero no requiere que cambiemos nada fundamental en la teoría de la evolución. Es sólo una complejidad especialmente importante cuando estudiamos humanos

4.-Los animales emiten todo tipo de señales para atraer y repeler, para amenazar y para mostrar sumisión y , especialmente, para enviar señales válidas (“verdades”) y señales falsas (“mentiras”), en la mayoría de los casos sin ser conscientes de este viejo juego evolucionista. Pero, con el lenguaje, hemos convertido mentiras y verdades en un recurso cognitivo muy útil para la vida social. ¿Es mentir un necesidad como sugiere, por ejemplo, el psicólogo Richard Feldman?

Kornél Esti es una corta y humorística novela del autor húngaro Dezső Kosztolányi. En un capítulo el personaje principal con el mismo nombre lleva al narrador a una ciudad donde no vive nadie. Pasan por una serie de negocios. Los carteles que hay fuera son honestos acerca de sus méritos: “Ropas caras de poca calidad. Amable ganga porque le vamos a estafar. Comida incomestible, bebidas imbebibles. Peor que en casa”; “Pasteles duros. Hechos con margarina y sustituto de huevo. Pero a pesar de ello todos los negocios florecen. El narrador le pregunta a Kornél Esti qué es lo que ocurre. Este le responde, “Mira. Todo el mundo aquí sabe que ellos mismos, y sus amigos, son honestos, sinceros, y modestos, y que antes se menospreciarían ellos mismos que alardear, que antes reducirían un precio que aumentarlo”. La lección aquí es que todos vivimos en un mundo en el que somos habitualmente deshonestos insinceros e inmodestos - y estamos bastante cómodos en este mundo. Realmente la alternativa parece muy extraña. Resumiendo, damos por sentada la deshonestidad, en la medida en que no la notamos la mayor parte del tiempo. Por lo tanto, en este sentido, Feldman tiene razón. (gracias a Olivier Morin y Olivier Mascaro, que fueron los que me hablaron por primera vez de Kornél Esti.)

Pero hay también otra lección más profunda, y yo creo que más interesante, aquí, acerca de la naturaleza de la comunicación humana. Muchas de estas mentiras son intrascendentes, y muchas de ellas ni siquiera las reconocemos como mentiras. Lo que esto subraya es que la comunicación lingüística no va de lo que se dice, sino de lo que se quiere decir. Más preciso: va de lo que el hablante quiere que tú creas. Incluso, aunque lo que se diga sea falso y poco razonable  (“¡Increíbles pasteles!¡Hechos con los ingredientes más frescos!), eso no importa, siempre y cuando esté claro lo que ellos pretenden que tú creas (que esos pasteles son mejores que los de la tienda de al lado) sea razonable. Esto es otro ejemplo de cómo la comunicación humana consiste en metapsicología, en detectar lo que otros pretenden, y en intentar afectar sus creencias.

5.- Además de informar y desinformar, el lenguaje sirve para confabular y contar historias, particularmente nuestra propia historia, que nos contamos a nosotros mismos en cada momento. Sin los demás no habría comunicación, y sin comunicación no habría lenguaje. ¿Podríamos decir entonces que la comunicación es fundamente o último de nuestra identidad, de nuestro precioso “yo”?

No estoy seguro de eso. La comunicación y el lenguaje son solamente dos de las muchas cosas que nos hacen humanos. Si las tuviéramos pero no tuviéramos, por ejemplo, las imaginaciones que tenemos, entonces nos contaríamos a nosotros historias muy diferentes. Por lo tanto la imaginación es importante, y otras muchas cosas.

6.- Frans de Waal escribió que tenemos lenguaje porque somos inteligentes y no que somos inteligentes porque tenemos lenguaje, ¿está de acuerdo con él?

No sé cuál era el razonamiento de de Waal, pero hay al menos un sentido en el que estoy de acuerdo con él. Como he dicho anteriormente, el lenguaje es una forma especialmente expresiva de comunicación humana, y la comunicación humana es posible por la rica cognición social. Por lo tanto, sí, tenemos lenguaje porque somos socialmente inteligentes. Por supuesto, es muy posible que el lenguaje haya aumentado esa inteligencia, por lo tanto podría haber un feedback recíproco aquí, pero todo el asunto lo pone en marcha la emergencia de una rica inteligencia social

7.- ¿En qué está trabajando ahora? ¿Qué misterios de la comunicación humana le gustaría desvelar?

Estoy acabando mi libro, que se publicará el año que viene. Su título provisional es La Invención del significado. Trata de los orígenes evolucionistas de la comunicación y el lenguaje

En cuanto a qué es lo siguiente, planeo hacer más investigación acerca de su tercera pregunta, acerca de la cultura. ¿Por qué tienen las culturas la forma que tienen, y no cualquier otra? ¿Cuál es exactamente la relación entre la naturaleza humana y la cultura? Dan Sperber ha desarrollado un gran esqueleto para pensar acerca de estas cuestiones (su libro Explaining Culture es un joya), pero me gustaría desarrollar esto más, como una teoría formal de la cultura.

2 comentarios:

Seba dijo...

Muy buena entrevista. Se me ocurrió que, para aquéllos que quieran saber más sobre Scott-Phillips y sus ideas, quizás les interese ver una presentación en video con subtítulos en castellano. Aquí está el enlace (seleccionar “Spanish”):

https://www.amara.org/en/videos/9OiM9BFpfh9k/info/the-evolution-of-human-communication-and-language/

Seba dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.