Thom Scott-Phillips |
Los seres
humanos nos comunicamos principalmente a través del lenguaje. O eso al menos
parece, dado que tiene cierta sonoridad y cierta hilazón lógica, características
que lo hacen protagonista en las interacciones de las que somos conscientes. Pero
por delante de nosotros, y mientras contamos los pases de unos jugadores de
baloncesto en una cancha, puede pasar un gorila y ni nos enteramos (esto lo
demostraron los psicólogos Christopher Chabris y Daniel Simons en un famoso
experimento), por lo que, igualmente mientras nos concentramos en las frases del interlocutor, bajo el umbral de la consciencia, naturalmente, pasan muchas otras cosas. Mientras hablamos además acompañamos el lenguaje externamente (con gestos,
ademanes, miradas…) e internamente (con la entonación, intensidad de la emisión
sonora, su musicalidad…). Parte, sin duda, llegamos a procesarlo conscientemente,
pero es la punta de un iceberg.
En conjunto
transmitimos a nuestros congéneres a diario una enorme cantidad de información,
siendo inundados por otra cantidad aún mayor por parte de estos, que son
generalmente más y nos “atacan” por varios frentes. ¿Es nuestro cerebro capaz
de procesar tal aluvión de información, tanto de forma consciente como
inconsciente? Por lo que se sabe no. Por ejemplo los trabajos de Paul Ekman, el
famoso psicólogo experto en detección de mentiras (y los gestos y ademanes a
ella asociados), ha llegado a la decepcionante conclusión de que
mentir es muy fácil y ser engañado aún más, incluso si uno busca atentamente
indicios de mentira en el cuerpo ajeno (no sólo en el rostro o en la voz o en
el mensaje verbal comunicado).
Piénsese por ejemplo, y por cambiar aparentemente un poco de tema, en el hombre o la mujer
enamorados. Se ha comprobado que su corteza frontal dorsolateral, que se
encarga, al menos en parte, de analizar las cosas que nos ocurren de una forma
relativamente objetiva y neutra está por completo anulada cuando se presta
atención al objeto de nuestra predilección erótico-amorosa. En cambio el
cerebro emocional que actúa bajo la superficie de la zona orbitofrontal de la
corteza permanece activado. “¡Miénteme cariño!”.
El psicólogo
Robert Feldman llega más lejos al afirmar que mentir es, en cierto sentido,
positivo, ya que puede hacer más fluidas las relaciones sociales. Y, en general, puede que sea algo inherente al desarrollo mismo del lenguaje en la evolución.
La comunicación
es algo muy viejo y muy extendido en la naturaleza. Es necesaria especialmente
entre animales sociales, dónde se vuelve más sofisticada. Aquellos otros animales de
vida libre pueden haber heredado unos genes que expresan un fenotipo que les
oculta de sus predadores o de sus presas, como por ejemplo los bichos palo o los
camaleones que se mimetizan con las plantas circundantes….todos ellos,
predadores o presas, parecen lo que no son, y de este modo evitan ser comidos u
obtienen su alimento. Pero nada hace pensar que sean conscientes en algún grado
de ese hecho, su camuflaje es inherente a su diseño.
Los animales
sociales tienen un doble entorno: el ecológico y el social. Según gana en importancia
el segundo la pierde el primero (cognitivamente hablando -y le dedicamos menos áreas especializadas del cerebro). Y esto suele suceder
en la medida en la que el segundo encuentra en el primero el necesario acomodo. Para Darwin, por
ejemplo, la selección sexual desempeñó un papel crucial en la evolución de las
razas humanas, teniendo presente que la presión selectiva del entorno ecológico
ya no era tan fuerte como la ejercida por los gustos de los propios seres
humanos. Por tanto, a juicio de Darwin, no solamente el clima y otras
condiciones ambientales explicarían las diferencias morfológicas entre
distintas razas. La preferencia de ambos sexos por un determinado tipo de
pareja en culturas aisladas podría determinar una evolución empujada por la
selección sexual y ¡la cultura!
Pero ¿qué es
eso de la cultura y qué tiene que ver con la comunicación? Pues bien, la
cultura es aquello que se comunica entre generaciones, pero no de forma genética,
sino a través de comportamientos. Y de entre todos los comportamientos el más
exitoso para la transmisión cultural ha sido en comportamiento lingüístico, el
habla primero, en un protolenguaje, el lenguaje progresivamente fluido,
después, y la creación de un método de registro duradero del mismo, la
escritura acompañado de un método para comprenderlo indefectiblemente asociado; la
lectura.
El hombre,
que es capaz de comunicarse lingüísticamente, transmite a sus congéneres los
viejos mensajes cuya huella ha quedado impresa en su naturaleza (desde un sonrojo avergonzado hasta un repiqueteo nervioso de manos impaciente), y lo hace
acompañando el movimiento y la fisiología sutiles de su cuerpo visible, de otros movimientos físico-fisiológicos enormemente sofisticados
en la lengua, boca, cuerdas vocales, y dentro del cerebro en el
área de Broca, que parece ser, según estudios recientes de neuropsicología
cognitiva, la que maneja y manipula gran parte de los signos lingüísticos y los
significados o símbolos a ellos asociados, monitorizando imágenes mentales alojadas en
distintas partes del cerebro (visual, táctil, auditiva…) y haciendo el papel de
área del pensamiento y de, en definitiva, metacognición lingüística, o malabar
de memoria a corto plazo de la cosa lingüística, por un lado, y de enlace con
los nervios que articulan el habla, por el otro.
El escalón
más alto de la comunicación es el de la Educación. En ella el emisor transmite
una información compleja de acuerdo con un conjunto de símbolos, normas y
convenciones compartidos socialmente, aunque con un fuerte enraizamiento
biológico, que es el lenguaje. Puede acompañar el discurso de imágenes (que
tendrá que enlazar con signos lingüísticos del propio discurso necesariamente,
o de propuestas de conducta a los receptores o aprendices, que deberán seguir
la pauta marcada por el discurso en la acción sobre el mundo real: ejercicios,
prácticas…).Y sólo con educación puede existir transmisión entre generaciones
del conocimiento, o lo que es lo mismo, cultura.
De la
comunicación a la cultura, como vemos, no hay un salto asombroso. Todo parece
haberse producido de una manera natural y pausada. La propia sintaxis, como
señala Manuel Martín-Loeches en su libro La Mente del Homo sapiens, siguiendo en parte las ideas de P.T. Schoenemann o
Jackendoff, podría no tener tanta importancia como en su momento le otorgaron
autores como Chomsky, Finch y Hauser, siendo no más que el resultado del paso
gradual de un protolenguaje de símbolos con varios significados a uniones de
símbolos concatenadas siguiendo un orden (por ejemplo el sujeto delante de la
acción) y todo ello profundamente enraizado no en una capacidad sintáctica y
recursiva aparecida en una monstruosa mutación, sino en una transformación
lenta, gradual e inexorable de nuestro modo de percibir la realidad en un
conjunto de palabras con distintos papeles dentro del cuerpo del lenguaje. Como dice Martín-Loeches: "en el origen del lenguaje estuvo el símbolo, por una mera cuestión de orden. La sintaxis es importante para el lenguaje, que duda cabe, pero su incorporación al mismo vino dada por una necesidad creada previamente". La
presión selectiva detrás de esta transformación no sería otra que la necesidad de
hacer más fluida la comunicación en los grupos sociales humanos para que
pudiesen colaborar de forma más efectiva para obtener los recursos del medio,
siendo este, como arriba decíamos, el formado por el ecosistema, por un lado, y
el formado por los demás seres humanos, por otro, siendo éstos miembros de otros
grupos o del propio. Edward O. Wilson en una más de sus obras magnas (la última) La Conquista Social de la Tierra, defiende que ha sido nuestra eusocialidad lo que nos ha permitido convertirnos en la especie "dominante". Y sin duda la eusocialidad está en la base del desarrollo del complejo sistema de comunicación del lenguaje y del complejo sistema de comunicación intergeneracional de la cultura derivado del lenguaje.
Thom
Scott-Phillips, investigador del Departamento de Antropología de la Universidad de Durham es, como señala en su propia web,
"investigador de los orígenes evolutivos de la cultura y de la mente humana, en
particular de la comunicación y el lenguaje".
Tras ver uno
de sus artículos enlazados por el Doctor Pikitlinov en nuestro blog me interesé por otros artículos de este mismo autor y comprendí de inmediato que teníamos que hacerle
algunas preguntas. Dado que él se mostró dispuesto a responderlas, de forma clara y
directa, todo fue muy sencillo, lo cual le agradecemos.
El Dr Pitiklinov ha traducido las respuestas al castellano, además de colaborar en la elaboración de las preguntas.
En ingles:
1.- Communication precedes language and language
precedes culture. What is true and what
is false in that statement?
Let’s take these two
statements one at a time. The first one, that communication precedes language,
is true. Languages are, in effect, sets of conventions that cultural groups
agree to use: I use ‘dog’ to refer to canine animals, and not, say, feline
ones, only because everybody else does. These conventions allow us to use
communication more precisely and expressively than would otherwise be the case.
I can point to any of the objects in this room, but with language I can refer
to any object in the world. I can make a request of others by, say, pushing
unchopped vegetables, a chopping board, and a knife, in their direction, but
with language I can make requests about things remote in time and space. And so
on. In short, languages do not make communication possible; they make it
powerful - and as such, communication is logically prior to language.
That’s why, in development, children start to use pointing and other forms of
non-linguistic communication before they use language.
Now the second statement, that
language precedes culture. Culture is defined in many different ways, but in
the evolutionary literature there’s broad agreement on something like the
following: that culture is anything that is passed down from generation to
generation by communication, imitation, and other forms of social learning. If
we use this definition, then the statement is clearly false, since plenty of
species have culture by this definition, but they do not have language. Many
great apes, for example, have traditions of how to use tools to crack nuts,
which are learnt from others, by imitation and teaching, and different groups
have different traditions. No species has as many cultural traditions as we do,
but we are certainly not alone in having them in the first place. Language may
be one of the reasons for this since, as an especially powerful form
communication, it enables culture to spread more quickly and easily. But
language isn’t necessary to have culture in the first place.
2.- When and
how do you think the language arose?
Since languages are
conventions that make human communication more expressive than it would
otherwise be, then to understand the origins of language, we must understand
how human communication evolved. Something that isn’t widely appreciated is
just how different human communication is to animal communication. This isn’t
just a difference of degree, it’s a difference of kind. Unlike animal
communication, what makes human communication possible is mechanisms of
metapsychology - the ability to reason about others’ mental states (the
technical term is ostensive-inferential communication). When I point to my
empty glass, I intend that you understand that my glass is empty, but I also
intend that you understand that my gesture is communicative in the first place.
This sort of interaction is all about expressing and recognising intentions
i.e. metapsychology. Non-human species don’t seem to be too good at
metapsychology, but humans certainly are (in fact, we have some new data, which
we’ll publish soon, which shows that humans are even better at metapsychology
than is generally appreciated). So it seems that humans first evolved rich
metapsychological abilities - probably because large social groups caused
humans to evolve sophisticated forms of social cognition (this is called the
social brain hypothesis) - and this enabled us to create a new type of
communication. We use this type of communication whenever we point, or
otherwise use our bodies to communicate non-verbally. This was then augmented
by the creation of linguistic conventions, which, as I say, made this type of communication
especially expressive.
The next question is then: how
did these sets of conventions - languages - evolve culturally to take the form
that they do? That’s a really interesting question, and we are beginning to get
good answers to it, but there’s much more to be done, and this is where I think
the most exciting work in language evolution will be done in the future.
3.-Culture has allowed us to colonize
the whole world and dominate all other beings. To what extent is
independent of our biology? Is it more than just the toolset and
procedures to satisfy, ultimately, biological requirements?
Culture certainly isn’t
independent of our biology. There aren’t languages that use multiply embedded
clauses, because our brains, which are part of our biology, find it very
difficult to use such languages. (Steven Pinker illustrates this with the
example ‘The dog the stick the fire burned beat bit the cat’, which we would
more normally express as ‘The fire burned the stick that beat the dog that bit
the cat’.) Similarly, supernatural beings, which are also cultural creations,
all take certain forms and not others: Pascal Boyer has shown that supernatural
beings are ‘minimally counter-intuitive’ i.e. that they are like humans in
almost all respects, except one or two (i.e. they are omniscient), because if
they were even more counter intuitive than that, our brains struggle to make
sense of them.
That doesn’t mean, however,
that culture is just a toolset to satisfy biological needs. The toolset is the
ability to create culture, and to engage with it, and we all do this, all the
time. Indeed, we can’t not do it. But cultures themselves are not just the
individual beliefs and behaviours, but rather the sets of beliefs and
behaviours that members of a group share. So while biology makes culture
possible, that doesn’t mean that it can be reduced to biology.
Most, perhaps all, researchers
in this area would agree with that. But some researchers think that these facts
pose problems for neo-Darwinism: that the existence of culture means that
standard evolutionary theory must be augmented in some way to successfully
study and understand human affairs. I don’t think that’s right. Culture does
bring complications, but it doesn’t require that we change anything fundamental
in evolutionary theory. It’s just a particularly important complexity when
studying humans.
4.-Animals send all kinds of signals to attract
and repel, to threat and to show submission, and ,especially, they
send valid signals , ("truths") and false signals ,
( "lies") , in most cases without being aware of this old
evolutionary game. But , with language, we have turned truth and
lies into a very useful cognitive resource for social life . Is lying a
necessity, as, for example the psychologist Richard Feldman, suggest?
Kornél Esti is a short,
humourous novel by the Hungarian author Dezső Kosztolányi. In one chapter, the
eponymous lead character takes the narrator to a town in which no-one ever
lies. They pass by a number of businesses. The signs outside them are honest
about their merits: “Expensive, poor-quality clothes. Kindly bargain, because
we will swindle you”; “Inedible food, undrinkable drinks. Worse than at home”;
“Stale cakes. Made with margarine and egg substitute”. Yet all these businesses
are flourishing. The narrator asks Kornél Esti what is going on. He replies,
“Look. Everybody here knows that they themselves, and their fellow men, are
honest, sincere, and modest, and they’d rather put themselves down than boast,
rather reduce a price than raise it”. The lesson here is that we actually all
live in a world in which we are all habitually dishonest, insincere, and
immodest – and we are quite comfortable in this world. Indeed, the alternative
seems just strange. In short, we take dishonesty for granted, to the extent
that we do not even notice it most of the time. So in that sense, Feldman is
right. (Hat-tip to Olivier Morin and Olivier Mascaro, who first told me about Kornél
Esti.)
But there’s also a deeper and
I think more interesting lesson here, about the nature of human communication.
Many of these lies are inconsequential, and indeed we don’t even recognise many
of them as lies in the first place. What this highlights is that linguistic
communication is not really about what is said, but it’s actually about what is
intended. More precisely, it’s about what the speaker intends you to believe.
Even if what is said is false or unreasonable (“Amazing cakes! Made with the
freshest ingredients!”), that doesn’t matter, so long as it’s clear that what
they intend you to believe (that these cakes are better than the ones next
door) is reasonable. This is another illustration of how human communication is
all about metapsychology, about detecting what others intend, and trying to
affect their beliefs.
5.- In addition to inform and misinform ,
language serves to confabulate and to tell stories , particularly our own
story, that we tell ourselves in every step .Without others there would be no
communication , and without communication there would be no language.
Could we say, then, that communication is the ultimate foundation of
identity, of our precious "me"?
I’m not sure about that.
Communication and language are just two of several things that makes us human.
If we had them but didn’t have, say, the imaginations that we do, then we’d
tell ourselves different stories. So imagination is important too, and so are
many other things.
6.-Frans de Waal wrote that we have language
because we are intelligent, and not that we are intelligent because we
have language, do you agree with him?
I don’t know what de Waal’s
reasoning was, but there’s at least one sense in which I agree with his
conclusion. As I said earlier, language is a particularly expressive form of
human communication, and human communication is made possible by rich social
cognition. So, yes, we have language because we are socially intelligent. Of
course, it’s quite possible that language has increased that intelligence, so
there could well be some reciprocal feedback here, but the whole thing is set
in motion by the emergence of rich social intelligence.
7.- What are
you now working on? What mysteries of human communication would you wish
to unveil?
I’m actually just finishing my
book, which will come out next year. Its provisional title is The Invention
of Meaning. It’s about the evolutionary origins of communication and
language.
As for what’s next, I plan to
do more work related to your third question, about culture. Why do cultures
take the form that they do, and not some other form? What, exactly, is the
relationship between human nature, and culture? Dan Sperber has developed a
great framework for thinking about these questions (his book Explaining
Culture is a little gem), but I would like to develop that further, into a
formal theory of culture.
En castellano:
1.- La comunicación precede al
lenguaje y el lenguaje precede a la cultura. ¿Qué es verdadero y qué es falso
en esta afirmación?
Tomemos las
dos afirmaciones por separado. La primera, que la comunicación precede al
lenguaje es verdadera. Los lenguajes son, en efecto, conjuntos de convenciones
que los grupos culturales acuerdan utilizar: yo uso “perro” para referirme a
los animales caninos y no a los felinos, por decir algo, sólo porque todos los
demás lo hacen. Estas convenciones nos permiten utilizar la comunicación de una
manera más precisa y expresiva que si no las utilizáramos. Yo puedo señalar
cualquiera de los objetos de esta habitación, pero con el lenguaje puedo
referirme a cualquier objeto del mundo. Puedo pedir algo a los demás, por
ejemplo, empujando unos vegetales sin cortar, una tabla de cortar y un cuchillo
en su dirección, pero con el lenguaje puedo hacer peticiones acerca de cosas
remotas en el tiempo y en el espacio. y así sucesivamente. Resumiendo, los
lenguajes no hacen la comunicación posible; la hacen potente - y
como tal, la comunicación es anterior al lenguaje. Por esto, durante el
desarrollo, los niños empiezan señalando y utilizando otras formas de
comunicación no lingüística antes de usar el lenguaje.
Ahora la
segunda afirmación, que el lenguaje precede a la cultura. La cultura se define
de múltiples maneras pero en la literatura evolucionista hay un amplio acuerdo
en algo como lo siguiente: que la cultura es algo que se pasa de generación en
generación por comunicación, imitación y otras formas de aprendizaje social. Si
usamos esta definición, entonces la afirmación es claramente falsa, ya que
muchas especies tienen cultura, según esta definición, pero no tienen lenguaje.
Muchos grandes simios, por ejemplo, tienen tradiciones sobre cómo usar
herramientas para partir nueces, que se aprenden de otros, por imitación y
enseñanza, y diferentes grupos tienen diferentes tradiciones. Ninguna especie
tiene tantas tradiciones culturales como nosotros, pero no somos los únicos en
tenerlas. El lenguaje pude ser una de las razones para ello ya que, como forma
especialmente potente de comunicación, permite a la cultura expandirse más
rápida y fácilmente. Pero el lenguaje no es necesario para tener cultura.
2.-¿Cuándo y cómo cree que apareció el lenguaje?
Dado que los
lenguajes son convenciones que hacen la comunicación humana más expresiva de lo
que sería sin ellos, para entender los orígenes del lenguaje debemos comprender
cómo evolucionó la comunicación humana. Algo que no es normalmente apreciado es
lo diferente que es la comunicación humana de la comunicación animal. No es una
diferencia de grado, sino de clase. Al contrario que la comunicación animal, lo
que hace posible la comunicación humana son mecanismos de metapsicología -la
habilidad de razonar acerca de los estados mentales de los otros (el término
técnico es comunicación ostensiva-inferencial). Cuando yo señalo mi vaso vacío,
intento que tú entiendas que mi vaso está vacío, pero también pretendo que
entiendas que mi gesto es comunicativo en primer lugar. Este tipo de
interacción va por completo de expresar y reconocer intenciones, es decir,
metapsicología. Las especies no humanas parece que no son buenas con la
metapsicología, pero los humanos sí lo son (de hecho, tenemos nuevos datos, que
publicaremos pronto, que muestran que los humanos son mejores en metapsicología
de lo que se acepta generalmente). O sea, que parece que los humanos primero
evolucionaron unas ricas capacidades metapsicológicas -probablemente porque los
grandes grupos sociales causaron que los humanos evolucionaran formas
sofisticadas de cognición social (esto es la llamada hipótesis del cerebro
social)- y esto les permitió crear un nuevo tipo de comunicación. Usamos este
tipo de comunicación siempre que señalamos o usamos nuestro cuerpo de otra
manera para comunicar de forma no verbal. Esto fue luego aumentado por la
creación de convenciones lingüísticas, que, como he dicho, hicieron este tipo
de comunicación especialmente expresiva
La siguiente
cuestión es: ¿cómo evolucionaron culturalmente estas convenciones -lenguajes- para
tomar la forma que tienen? Ésta es una pregunta muy interesante y estamos
empezando a tener buenas respuestas para ella, pero hay mucho por hacer
todavía, y aquí es donde yo creo que se hará la investigación más excitante en
evolución del lenguaje en el futuro.
3.- La cultura nos ha permitido
colonizar todo el mundo y dominar al resto de seres vivos. ¿Hasta qué punto es
independiente de la biología? ¿Es algo más que el conjunto de herramientas y
procedimientos para satisfacer, en última instancia, requerimientos biológicos?
La cultura,
ciertamente, no es independiente de la biología. No existen lenguajes que
utilicen frases múltiples incrustadas porque nuestros cerebros, que son parte
de nuestra biología encuentran muy difícil utilizar esos lenguajes. (Steven
Pinker ilustra esto con el ejemplo “el perro el palo el fuego quemó pegó mordió
el gato” que normalmente expresaríamos como “el fuego quemó el palo que pegó al
perro que mordió al gato”) Igualmente, los seres supernaturales, que son
también creaciones culturales, tienen todos ciertas formas y no otras: Pascal
Boyer ha demostrado que los seres supernaturales son “mínimamente
contraintuitivos”, es decir, son como humanos en todos los sentidos excepto en uno
o dos (por ejemplo, son omniscientes), porque si fueran más contraintuitivos
que eso, nuestros cerebros tendrían problemas para darles sentido. Esto no
significa, sin embargo, que la cultura es simplemente una caja de herramientas
para satisfacer necesidades biológicas. El conjunto de herramientas es la
capacidad de crear cultura, y dedicarse a ello, y todos hacemos esto,
continuamente. En realidad no podemos evitarlo. Pero las culturas no son
creencias y conductas individuales, sino un conjunto de creencias y conductas
que comparten los miembros de un grupo. Así que aunque la biología hace posible
la cultura, esto no significa que la cultura pueda ser reducida a biología
La mayoría,
o quizá todos, de los investigadores en este área estarían de acuerdo con esto.
Pero algunos investigadores creen que estos hechos plantean problemas al
neo-darwinismo: que la existencia de cultura significa que la teoría de la
evolución estándar debe ser ampliada de alguna manera para estudiar con éxito y
entender los asuntos humanos. No creo que esto sea cierto. La cultura plantea
complicaciones, pero no requiere que cambiemos nada fundamental en la teoría de
la evolución. Es sólo una complejidad especialmente importante cuando
estudiamos humanos
4.-Los animales emiten todo tipo de señales para atraer y repeler, para
amenazar y para mostrar sumisión y , especialmente, para enviar señales válidas
(“verdades”) y señales falsas (“mentiras”), en la mayoría de los casos sin ser
conscientes de este viejo juego evolucionista. Pero, con el lenguaje, hemos
convertido mentiras y verdades en un recurso cognitivo muy útil para la vida
social. ¿Es mentir un necesidad como sugiere, por ejemplo, el psicólogo Richard
Feldman?
Kornél Esti es una corta y humorística novela
del autor húngaro Dezső Kosztolányi. En un capítulo el personaje principal con
el mismo nombre lleva al narrador a una ciudad donde no vive nadie. Pasan por
una serie de negocios. Los carteles que hay fuera son honestos acerca de sus
méritos: “Ropas caras de poca calidad. Amable ganga porque le vamos a estafar.
Comida incomestible, bebidas imbebibles. Peor que en casa”; “Pasteles duros.
Hechos con margarina y sustituto de huevo. Pero a pesar de ello todos los
negocios florecen. El narrador le pregunta a Kornél Esti qué es lo que ocurre.
Este le responde, “Mira. Todo el mundo
aquí sabe que ellos mismos, y sus amigos, son honestos, sinceros, y modestos, y
que antes se menospreciarían ellos mismos que alardear, que antes reducirían un
precio que aumentarlo”. La lección aquí es que todos vivimos en un mundo en
el que somos habitualmente deshonestos insinceros e inmodestos - y estamos
bastante cómodos en este mundo. Realmente la alternativa parece muy extraña.
Resumiendo, damos por sentada la deshonestidad, en la medida en que no la
notamos la mayor parte del tiempo. Por lo tanto, en este sentido, Feldman tiene
razón. (gracias a Olivier Morin y Olivier Mascaro, que fueron los que me
hablaron por primera vez de Kornél Esti.)
Pero hay
también otra lección más profunda, y yo creo que más interesante, aquí, acerca
de la naturaleza de la comunicación humana. Muchas de estas mentiras son
intrascendentes, y muchas de ellas ni siquiera las reconocemos como mentiras.
Lo que esto subraya es que la comunicación lingüística no va de lo que se dice,
sino de lo que se quiere decir. Más preciso: va de lo que el hablante quiere
que tú creas. Incluso, aunque lo que se diga sea falso y poco razonable (“¡Increíbles pasteles!¡Hechos con los
ingredientes más frescos!), eso no importa, siempre y cuando esté claro lo que
ellos pretenden que tú creas (que esos pasteles son mejores que los de la
tienda de al lado) sea razonable. Esto es otro ejemplo de cómo la comunicación
humana consiste en metapsicología, en detectar lo que otros pretenden, y en
intentar afectar sus creencias.
5.- Además de informar y
desinformar, el lenguaje sirve para confabular y contar historias,
particularmente nuestra propia historia, que nos contamos a nosotros mismos en
cada momento. Sin los demás no habría comunicación, y sin comunicación no
habría lenguaje. ¿Podríamos decir entonces que la comunicación es fundamente o
último de nuestra identidad, de nuestro precioso “yo”?
No estoy
seguro de eso. La comunicación y el lenguaje son solamente dos de las muchas
cosas que nos hacen humanos. Si las tuviéramos pero no tuviéramos, por ejemplo,
las imaginaciones que tenemos, entonces nos contaríamos a nosotros historias
muy diferentes. Por lo tanto la imaginación es importante, y otras muchas
cosas.
6.- Frans de Waal escribió que
tenemos lenguaje porque somos inteligentes y no que somos inteligentes porque
tenemos lenguaje, ¿está de acuerdo con él?
No sé cuál
era el razonamiento de de Waal, pero hay al menos un sentido en el que estoy de
acuerdo con él. Como he dicho anteriormente, el lenguaje es una forma
especialmente expresiva de comunicación humana, y la comunicación humana es
posible por la rica cognición social. Por lo tanto, sí, tenemos lenguaje porque
somos socialmente inteligentes. Por supuesto, es muy posible que el lenguaje
haya aumentado esa inteligencia, por lo tanto podría haber un feedback
recíproco aquí, pero todo el asunto lo pone en marcha la emergencia de una rica
inteligencia social
7.- ¿En qué está trabajando ahora?
¿Qué misterios de la comunicación humana le gustaría desvelar?
Estoy
acabando mi libro, que se publicará el año que viene. Su título provisional es La Invención del significado. Trata de
los orígenes evolucionistas de la comunicación y el lenguaje
En cuanto a
qué es lo siguiente, planeo hacer más investigación acerca de su tercera
pregunta, acerca de la cultura. ¿Por qué tienen las culturas la forma que
tienen, y no cualquier otra? ¿Cuál es exactamente la relación entre la
naturaleza humana y la cultura? Dan Sperber ha desarrollado un gran esqueleto
para pensar acerca de estas cuestiones (su libro Explaining Culture es un joya), pero me gustaría desarrollar esto
más, como una teoría formal de la cultura.
2 comentarios:
Muy buena entrevista. Se me ocurrió que, para aquéllos que quieran saber más sobre Scott-Phillips y sus ideas, quizás les interese ver una presentación en video con subtítulos en castellano. Aquí está el enlace (seleccionar “Spanish”):
https://www.amara.org/en/videos/9OiM9BFpfh9k/info/the-evolution-of-human-communication-and-language/
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