El borramiento androgínico de los rasgos masculinos en Michael Jackson
La neotenia es un término propuesto por Kollman en 1885 y que puede definirse como la persistencia de rasgos infantiles en los adultos. Se trata de un caso de heterocronia y de retraso en la maduración, de un desfase entre el aspecto del cuerpo y los órganos reproductores plenamente funcionales. Se es maduro para la reproducción pero los rasgos corporales y psicológicos son inmaduros o infantiles.
La neotenia es pues un conjunto de rasgos que han sido seleccionados por la evolución porque favorecen la "apertura" y disponibilidad para el aprendizaje de los jóvenes eludiendo la alta especialización y rigidez de los adultos. Se trata de una serie de rasgos que en cualquier caso favorecen la labilidad del joven: más tiempo abierto a cualquier influencia para maximizar el aprendizaje.
La neotenia ha sido más estudiada en relación con ciertos rasgos fisicos, lo que no implica que no haya también sus correspondientes psicológicos. Lo que conocemos mejor son aquellos rasgos fisicos que han derivado genéticamente lo que no descarta que hayan otros que han derivado culturalmente como más abajo veremos. Entendemos como rasgos neoténicos los siguientes:
- Androginia y pseudonubilidad.
- Piel blanca y pálida.
- Cabellos largos.
- Esqueletos gráciles.
- Ojos azules o coloreados.
- Rostros aniñados.
- Cabezas redondas.
- Pechos pequeños.
- Delgadez.
- Desaparición casi completa del vello.
Lo interesante de la neotenia es que es un producto de la selección sexual, la segunda de las maneras en que la evolución introduce novedades en los organismo y que fue ya descrita por Darwin en su obra ya clásica "El origen de las especies".
La selección sexual introduce una novedad con respecto a la selección natural que es en definitiva el medraje de los rasgos más adaptados: el gusto de uno de los sexos en la elección de la pareja o bien la precariedad.
El color pardo de los ojos es el mejor adaptado a la luz solar y es por eso que es un rasgo que ha sido seleccionado positivamente por la evolución, por la seleccion natural, sin embargo el color azul (o cualquier otra mezcla) del iris apareció más tarde y se supone que apareció por selección sexual. Más aun, se sabe que el primer individuo con esta mutación apareció hace unos 30.000 años al norte del mar Negro. Y tuvo mucho éxito reproductivo como el lector ya habrá comprobado. Todos los ojos azules del mundo proceden de aquel individuo del que no sabemos si era hombre o mujer.
Peter Frost es un antropólogo evolucionista que tiene un blog aqui y que ha investigado sobre estos temas de la selección sexual y es él precisamente el que encontró que estos rasgos neoténicos no procedian de la seleccion natural ni de "distintos gustos según las razas" sino que existía un modelo de belleza que habia evolucionado de forma distinta segun las razas. la selección sexual no habia ejercido la misma presión en Europa central que en Oceania.
Precisamente aqui escribí un post sobre las razones de por qué nos gustan los ojos azules. Y aqui hay un articulo de Frost donde nos explica esta evolución segiun ciertas áreas geográficas.
Lo cierto es que en Europa se dio un fenómeno singular que vale la pena señalar para comprender estas diferencias geográficas en la seleccion sexual. Y lo que sucedió fue que gran parte de Europa central quedó aislada por los hielos árticos y en el sur por los Alpes. La población que alli vivia quedó aislada (sin influencias exteriores) y sometida a una de las condiciones climáticas más duras conocidas hasta entonces, con inviernos largos, veranos cortos y recursos escasos.
Frost supone que: los rasgos neoténicos fueron seleccionados por la via sexual (la preferencia por rubias, ojos azules, piel blanca), y naturalmente esta selección no pudo llevarse a cabo en Africa, donde esos rasgos no serian nada adaptativos y representaron una novedad en algún lugar de Europa o el Caucaso que produjo ventajas. La retención prolongada de estas características (neotenia) es muy posible que tenga que ver con nuestra inteligencia plástica, con nuestra capacidad para aprender cosas nuevas casi constantemente que a su vez permitió el desarrollo de un cerebro más grande, como un efecto secundario de un período más largo de crecimiento.
Los seres humanos ancestrales fueron expuestos a las presiones de la selección sexual, que variaban a lo largo de un eje norte-sur. En la zona tropical, las mujeres podían recolectar el alimento todo el año, con lo que el costo de una segunda esposa era relativamente bajo. Con tantos hombres necesitados de seleccionar esposa, las compañeras femeninas eran un recurso limitado. Demasiados hombres tenían que competir por muy pocas mujeres. La presión de la selección sexual se produjo en los hombres, siendo las mujeres las que podía escoger y elegir pareja.
Esta situación se revirtió cuando los seres humanos se alejaron de la zona tropical. En primer lugar, se hizo más costoso para un hombre proveer y sustentar a una segunda mujer, porque las mujeres contribuían menos a la fuente de alimentación de la familia, los inviernos eran más largos reduciendo las oportunidades para la recolección de alimentos. En segundo lugar estaba la mortalidad masculina, que aumentó en relación con la mortalidad de mujeres porque los hombres tenían que cazar caminando enormes y peligrosas distancias. En conjunto, estas dos tendencias dieron lugar a un escenario donde muy pocos hombres competían por muchas mujeres. Esto fue particularmente estricto en la estepa-tundra continental, donde las mujeres no tuvieron casi oportunidades para la recolección de alimentos y donde los hombres tenían que cazar manadas errantes de herbívoros recorriendo distancias largas.
Debido a un accidente geográfico, es decir, una masa glacial sobre Escandinavia, todo esto ocurrió en Europa durante la última glaciación (30.000 a 10.000 años atrás), específicamente en las llanuras del norte y del este, parte continental de estepa-tundra y cubriendo amplias zonas hacia el sur continental. De esta manera cubrió la mayor parte del territorio europeo durante la época de los humanos modernos. Los europeos no cambiaron en el aspecto físico debido a la adaptación climática. La causa fue un cambio en la dirección e intensidad de la selección sexual: los hombres estaban en disposición de seleccionar a las mujeres, y en un grado mucho mayor que en otros lugares. Las mujeres debían disminuir sus estandares de pareja si deseaban encontrar un compañero.
En este enlace hay varias imágenes que ilustran la gran diferenciación morfológica entre los homínidos (mas parecidos a los simios) y los actuales Homo Sapiens, y el proceso de transformación facial y corporal que tuvo lugar. El proceso de neotenización y alejamiento de las formas ancestrales afectó mucho más a las mujeres que a los hombres.
En resumen, Frost está en desacuerdo con la teoría comúnmente aceptada de que la evolución del color de los ojos y la coloración del cabello es un efecto secundario de la selección natural para el color de la piel , con el fin de maximizar la síntesis de vitamina D en las altas latitudes. Afirma que la preferencia por la piel clara (aunque se trata de un gen distinto al del color de los ojos) actúa con un desequilibrio de género y favoreció el apareamiento monógamo durante el ultimo periodo glaciar.
En este caso, la selección sexual probablemente ha acentuado la feminidad facial de las mujeres europeas, y explicaría el por qué estas mujeres son consideradas como más atractivas en otros lugares y culturas. Esta neotenización tambien secundariamente alcanzó a los hombres, (como veremos adelante) haciendo que ciertas partes de la cara sean más sensibles a los estrógenos circulantes durante el desarrollo temprano (bien aumentando el número de receptores estrogénicos o favoreciendo variantes de los receptores más sensibles a los estrógenos).
Dicho esto, la "selección cultural" actúa sobre los fenotipos, y sólo indirectamente sobre los genotipos. El hecho es que hubo una selección natural para que las mujeres parezcan más neotenizadas o paedomórfícas. Podría, por ejemplo, haber una selección cultural para que las mujeres que tenga una apariencia más femenina por razones ajenas a su nivel prenatal de estrógenos circulantes o la capacidad de los tejidos corporales a la respuesta estrogénica.
Y es precisamente de este tipo de selección sobre los fenotipos que explica algunas contradicciones que el lector sagaz ya habrá podido detectar. ¿No es la neotenización algo opuesto a nuestros gustos por los pechos grandes? ¿Por qué existe el gusto por el bronceado si la piel blanca es más atractiva? ¿Alcanzó esta neotenización a los hombres y de qué manera?
No cabe ninguna duda de que nuestra especie heredó de sus ancestros prehumanos una característica que ha llegado hasta nosotros en forma de "dimorfismo sexual" y que denota una intensa rivalidad intrasexual entre los machos que se manifiesta en mayor tamaño, agresividad, fuerza y velocidad.
Este dimorfismo sexual es leve si lo comparamos con nuestros ancestros los simios, pero no se limita al tamaño o fuerza, existen otras diferencias, una de ellas, es el tamaño de los testiculos: se sabe que este tamaño correlaciona con el hecho de ser fuertemente polígamos (como los gorilas) o fuertemente monógamos como nosotros los humanos. En clave comprensiva: a menor competencia sexual menor tamaño de los testiculos.
El aspecto externo de los humanos ha sufrido presiones evolutivas muy importantes y no sólo relativas al desempeño sexual o al tamaño de los individuos sino tambien relacionadas con el atractivo. Estos cambios relativos a los gustos y preferencias individuales se conocen con el nombre de selección sexual.
Ya conocemos la deriva genética que acaeció en Europa central durante la última glaciación que aisló en aquel nicho geográfico a una población que se tradujo en mutaciones específicas para esa población. Hablaba más arriba de que la neotenia era producto de una selección sexual muy intensa que se llevó a cabo en aquella población pero no necesariamente en otras latitudes geográficas o no a la misma velocidad.
La selección sexual es la forma en que la evolución introduce novedades guiada por los gustos y preferencias de los sexos y sobre todo por la precariedad, es decir la falta de parejas.
Algo asi parece que sucedió en el paleolitico y en Europa central que quedó aislada por los hielos. Las mujeres derivaron hacia rasgos neótenicos guiadas precisamente por la falta de machos de su especie y sin pretenderlo favorecieron la monogamia.
La neotenia, es decir la persistencia de rasgos infantiles en los individuos tuvo premio evolutivo y una caracteristica psicológica ligada a ella: el retraso de la maduración hace a los individuos más plásticos y con mayor apertura a la experiencia. El cierre de la ventana plástica que regula los aprendizajes y que llamamos "maduración" tienen sus pros y sus contras, asi las personas más maduras o que maduran más precozmente tienen ventajas sociales pero menos ventajas cognitivas. Por decirlo de una manera mas gráfica: los aprendizajes se endurecen y se hacen más rígidos a medida que maduramos.
La selección dependiente de la frecuencia.-
De manera que ya sabemos que los rasgos neoténicos se consolidaron porque daban ventajas a sus portadores, las mujeres con rasgos infantiles, delgadas, de piel clara, ojos azules o coloreados, largas cabelleras, y esqueletos gráciles envueltas en una atmósfera de inmadurez tuvieron ventajas en aquellos entornos donde encontrar una pareja fiable resultaba dificil debido a la escasez de machos.
¿Pero, y ahora sucede lo mismo?
Si bien ahora los machos ya no mueren en accidentes de caza, el mercado sexual se encuentra comprometido por otros factores, lo que nos lleva de igual modo hacia la precariedad. Hombres y mujeres tienen muchas dificultades para acceder a parejas interesantes, comprometidas y deseables.
¿No es la neotenización algo opuesto a nuestros gustos por los pechos grandes? ¿Por qué existe el gusto por el bronceado si la piel blanca es más atractiva? ¿Alcanzó esta neotenización a los hombres y de qué manera?
Efectivamente, los pechos grandes -gran fetiche de atractivo femenino para los hombres- es incompatible con la delgadez neoténica, es por eso por lo que existe una selección fenotipica "a la carta" sobre todo desde que la cirugía permite este tipo de siliconamientos. Las mujeres pueden mantener sus rasgos neoténicos, pseudonúbiles y al mismo tiempo presentar grandes pechos.
Ahora bien, esta estrategia de siliconarse el cuerpo tiene ciertos límites. ¿Qué sucedería si todas las mujeres tuvieran estos pechos?
Pues que inmediatamente surgirían -por oscilación- nuevos gustos que privilegirían los pechos pequeños. Es lo que se conoce como selección dependiente de la frecuencia que opera tanto en el genotipo como en el fenotipo y que viene a decir algo así como que cuando un rasgo se hace demasiado frecuente inmediatamente surge un rasgo opuesto que por su rareza relativa es asumido como atractivo. Es por eso que en un mundo de palideces hay personas que acuden a rayos UVA para broncearse a veces de un modo obsesivo y patologico. las que tienen pelos rizados los quieren lisos, los que tienen ojos azules se ponen lentillas ámbar.
El éxito de la cosmética, el vestido, la peluqueria, el maquillaje, los tatuajes, piercings o las intervenciones de cirugía estética se explican precisamente por esta busqueda de atractivo que muchas veces no sigue el patrón de moda polticamente correcto sino un antivalor. Los antivalores tambien son atractivos cuando los valores son sostenidos por demasiada gente.
Y uno/a se convierte en alguien especial.
Los hombres por su parte tambien siguen procesos de neotiización parecidos si bien en otro sentido: los gustos femeninos se orientan hacia hombres masculinos y viriles si bien aprecian los caracteres masculinos empáticos, hipermentalisticos y blandos, algo que ha venido en llamarse el síndrome de Johnny Depp.
Lo que importa pues es que haya de todo pero según el gusto (a veces imposible) del otro sexo. Y nada es eterno aunque si observamos la dirección evolutiva que ha tomado nuestra especie lo que hay que esperar es que ese proceso de neotenización siga su curso, que los embarazos sean más cortos y por tanto el periodo de aprendizaje se alargue.
No me cabe duda de que vamos en la dirección de una infantilización del mundo, lo cual no es malo más que en un sentido: quizá cuando acabemos de madurar sea tarde para reproducirse.
Ya está sucediendo.
Bibliografía.-
Frost, P. (2006). European hair and eye color – A case of frequency-dependent sexual selection? Evolution and Human Behavior, 27, 85-103 http://www.ceacb.ucl.ac.uk/cultureclub/files/CC2006-03-07_Frost.pdf
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